"El niño es el maestro. Vida de María Montessori", libro y entrevista a Cristina De Stefano .

Mª Montesori, Wikipedia.
“Creyeron que hipnotizaba niños 
 porque estaban tranquilos en clase”.

En el 150 aniversario del nacimiento Mª Montessori
una apasionante biografía de una pionera de las nuevas pedagogías 
cuyo método está hoy más vivo que nunca. 

Cristina de Stefano nació en 1967 en Italia y vive en Francia. Es periodista y autora de obras como La corresponsal, su aclamada biografía de Oriana Fallaci. 
Esta vez quiso saber más de otra mujer que le fascinaba.  Ha tenido acceso a cartas y material inédito.

El resultado es 
El niño es el maestro. Vida de Maria Montessori.
Editorial Lumen.



¿Alguna sorpresa?
La mayor, para mí, descubrir el lado espiritual del personaje y su larga colaboración con el fascismo, dos aspectos de los que se habla poco.

Entonces... ¿qué tipo de feminismo era el suyo?
Reformista y práctico. Luchaba por el voto de las mujeres, acceso a la universidad, baja maternal de las puérperas más pobres, educación sexual. La política no le interesaba, pero sí cambiar la vida real de las mujeres necesitadas y de sus hijos.

¿Fue o no la primera mujer en doctorarse en Medicina en Italia?
Solo nos llega su pedagogía… Ella no fue la primera mujer médico en Italia. Esta es una de las muchas leyendas transmitidas por sus admiradores y que yo desmiento en el libro. Pero sí una pionera: fue la única mujer de su curso en la facultad, antes de ella tan solo se habían licenciado dos mujeres en Roma.

¿Qué aprendió de los niños con hándicaps?
Como joven psiquiatra en el manicomio de Roma, descubre el horror de niños discapacitados y encerrados de por vida. Eso la turba tanto que se pasa años estudiando métodos especiales y construye el suyo. Milagro. ¡Llevó a los niños del psiquiátrico a realizar el examen para la licencia de la escuela primaria! Mientras todo el mundo se sorprende de los resultados obtenidos por aquellos pequeños retrasados, ella se pregunta qué había de equivocado en la escuela para que los niños normales aprendieran tan poco.

¿Desconfiaron de su método?
Toda la vida. O la adoraban o la detestaban. Porque era mujer, ajena al mundo académico, obtenía resultados asombrosos (la acusaron incluso de hipnotizar a los niños: en sus clases estaban demasiado tranquilos) y proponía ideas radicales. Seguirla significaba descartar todo lo que se hacía en los colegios.

¿Montessori es un referente al que asirse ahora que estamos a punto de estrenar el año escolar más raro de la historia?
Ella cree que la escuela de antes –como ahora– es completamente incorrecta. Cambia lo esencial. Nada de aulas, pero sí espacios comunicantes, nada de lugares cerrados, pero sí trabajo en la naturaleza, nada de niños pasivos que escuchan, pero sí niños que trabajen solos, ejercicio práctico, autocorrección. Un niño Montessori desde preescolar puede enfrentarse mejor a la educación a distancia, porque sabe trabajar solo
.
¿Qué concepto tenía sobre la maternidad y la paternidad?

No tenía una concepción mística de la maternidad, tenía una concepción mística del niño. Le fascinaba el funcionamiento de su cerebro, tan distinto al nuestro. No era de esas que acarician niños o les dan caramelos: los observaba, como un científico en un laboratorio