Menores
centroamericanos que migran en busca del "sueño americano".
Documento elaborado por
Roberto Cajina y Lynda Orozco.
Este trabajo analiza un aspecto
particular de la inmigración ilegal hacia Estados Unidos: el arribo
masivo a la frontera sur de Estados Unidos de menores no acompañados,
así como de Unidades Familiares, procedentes de los países del Triángulo
Norte —El Salvador, Guatemala y Honduras— entre el 1 de octubre de 2013
y el 30 de septiembre de 2014, la crisis humanitaria y política que
provocó, y las respuestas de Washington y de los gobiernos de esos tres
países para contener y, en última instancia, ponerle fin a ese flujo
masivo de menores, así como los obstáculos que enfrenta el Plan de la
Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte.
Se examina cómo la combinación de factores expulsores y factores de atracción produce un complejo entramado multicausal en el que los padres de estos menores desempeñan un rol clave puesto que son el inicio de una peligrosa travesía que en unos casos ha terminado en captura y deportación y, en otros, en un mar de incertidumbres en las cortes inmigratorias estadounidenses.
A pesar de ello este componente de la crisis está relativamente ausente en la mayoría de análisis, así como en los medios de comunicación social, que privilegian violencia y pobreza como los principales factores expulsores y plantean que se trata de una crisis de refugiados, no de una crisis migratoria.
A pesar de su importancia, la reunificación familiar no se aborda como uno de principales disparadores, si no el principal, del flujo masivo de menores hacia Estados Unidos. Luego de arribo masivo en 2014, la cantidad de menores que llegan a la frontera sur de Estados Unidos se ha reducido, pero esto no significa que el flujo masivo haya cedido. Al poner en marcha el Programa Frontera Sur, el gobierno de México está capturando y deportando más menores y adultos centroamericanos a sus países de origen.
Se examina cómo la combinación de factores expulsores y factores de atracción produce un complejo entramado multicausal en el que los padres de estos menores desempeñan un rol clave puesto que son el inicio de una peligrosa travesía que en unos casos ha terminado en captura y deportación y, en otros, en un mar de incertidumbres en las cortes inmigratorias estadounidenses.
A pesar de ello este componente de la crisis está relativamente ausente en la mayoría de análisis, así como en los medios de comunicación social, que privilegian violencia y pobreza como los principales factores expulsores y plantean que se trata de una crisis de refugiados, no de una crisis migratoria.
A pesar de su importancia, la reunificación familiar no se aborda como uno de principales disparadores, si no el principal, del flujo masivo de menores hacia Estados Unidos. Luego de arribo masivo en 2014, la cantidad de menores que llegan a la frontera sur de Estados Unidos se ha reducido, pero esto no significa que el flujo masivo haya cedido. Al poner en marcha el Programa Frontera Sur, el gobierno de México está capturando y deportando más menores y adultos centroamericanos a sus países de origen.
Documento elaborado por Roberto Cajina y Lynda Orozco.
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