Ninguna forma de violencia infantil es aceptable.

El problema es que hemos normalizado la violencia contra los niños 
como una forma de relación y bajo la figura de autoridad parental; 
los padres se creen con la licencia para poder agredir a los niños, 
pero allí hay una relación asimétrica”. 
Carlos Trapani, Coordinador Gral de Cecodap. 

Periodismo que ilumina

Un video en el que una docente castiga con una correa a un estudiante, se hizo viral a inicios de esta semana en las redes sociales y derivó en la detención de la agresora, que además resultó ser la mamá del niño.

Tras la difusión del contenido audiovisual, la institucionalidad del Estado operó para identificar a la maestra, detenerla e ir al plantel donde supuestamente habían ocurrido los hechos y determinar las responsabilidades, penalizaciones y así evitar se repita esta conducta.

Pero este no es el denominador común en el país. Para el coordinador general de Cecodap, Carlos Trapani, “ninguna forma de violencia contra los niños es aceptable“, ni siquiera si es la mamá o el papá quien que le inflige un castigo.

Un niño, a diferencia de un adulto, no tiene como defenderse de una agresión y tampoco cuenta con las destrezas o habilidades psicológicas para entender cómo evitar repercusiones por una acción de esta naturaleza en su contra.

“También ocurre que se le pega a un niño porque no va a haber respuesta o peor aún no va a haber respuesta del Estado para protegerlo, y esa una relación desigual”, añadió Trapani.


Cecodap, una ONG que se encarga de promover, defender y educar en la defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia, ha registrado un incremento de la violencia infantil en el seno familiar como consecuencia de la emergencia humanitaria que vive el país, especialmente lo que definen como “violencia por hambre”.

En su informe Somos Noticia 2018, en el capítulo sobre la Violencia Familiar, recuerdan que esta se entiende como “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”, concepto que está contemplado en la Convención sobre los Derechos de la Niñez.

Aunque no hay cifras oficiales por la opacidad del Estado en esta y muchas otras áreas sensibles para el desarrollo del país, organizaciones como Cecodap han identificado que la violencia familiar ha crecido en “intensidad” y ahora “mamá y papá son los principales agresores de niños, niñas y adolescentes”.

En Venezuela, la Ley Orgánica de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Lopnna) incorporó como una prohibición, en el año 2007, los castigos físicos y humillantes, como se cataloga la acción que ocurrió en el video viralizado esta semana.

La situación de crisis del país ha afectado tanto la dinámica familiar que se presentan situaciones de violencia que se acercan más a la Tortura y/o Trato Cruel por los niveles de severidad y daño que ocasionan a los NNA y se distancian de los maltratos que vulneran la Integridad Personal. Entendemos por Tortura, Trato Cruel o Inhumano un sufrimiento severo, ya sea mental o físico, que en las circunstancias particulares sea injustificable”, dice Cecodap en ese informe.

Lo sucedido esta semana, para Trapani es una muestra de lo que han venido registrando en sus informes, documentos y denuncias. “Toda forma de violencia se puede prevenir”, añadió y recomendó el llamado de Cecodap “a fortalecer la sensibilización de las comunidades, los padres, las familias y las escuelas”.

A dónde acudir para denunciar violencia infantil
Pese a que los consejos de protección de niños, niñas y adolescentes están afectados por la falta de personal y recursos, son las instancias primarias para denunciar cualquier agresión o vulneración de los derechos de la niñez y la adolescencia.

Estos organismos dependen de las Alcaldías y son, según la Lopnna, los encargados de defender los derechos individuales de la población infantil en Venezuela, cuando son vulnerados.

“Son instancias donde se pueden presentar casos por la amenaza o vulneración de derechos individuales de los niños. Dictan medidas de protección que pueden ser tratamientos médicos, psicológicos e incluso la separación del maltratador del entorno del niño”, resaltó Trapani.

Además, la Ley señala que tanto los educadores como los médicos en el ejercicio de sus funciones están obligados a denunciar casos de maltrato o violación de derechos de la infancia. No hacerlo los hace cómplices por omisión.

“La Lopnna en términos de denuncia establece la denuncia obligatoria para médicos y personal educativo que en el ejercicio de sus funciones conozcan de estos hechos, y la no denuncia también implica responsabilidad. Hay un delito que se llama comisión por omisión; si yo siendo garante del niño, estoy al tanto que ese niño está siendo vulnerado y no lo denuncio yo me hago copartícipe de ese hecho violento”, dijo el coordinador de Cecodap.

A la par de los consejos de protección, las denuncias se pueden llevar a las policías administrativas, el Ministerio Público, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Trapani consideró que “la denuncia detiene un delito, evita nuevas víctimas y le garantiza a un niño la tutela y protección de sus derechos… tiene un efecto terapéutico más allá del proceso judicial, el hecho de que una instancia me pueda escuchar, orientar y haga todo lo posible para protegerme, en ese momento empieza la reivindicación de un niño frente a un hecho violento”.

"¿Cómo se hace una criatura?",

Autores: Cory Silverberg y Fiona Smyth

Traductor: Javier Sáez

Se ha vuelto a traducir "¿Cómo se hace una criatura?", de Cory Silverberg y Fiona Smyth (autores de "Sexo es una palabra divertida")

Es un libro pensado para tener conversaciones con niños sobre cómo se les concibió, quién se alegró de su nacimiento, quiénes son las personas que conforman su familia, y otros temas relacionados con la reproducción. 

La novedad radica en que no usa el género, ni atribuye necesariamente ciertas corporalidades a ciertos géneros o sexos, sino que te permite hacer tu propia historia, en función de tu contexto, la curiosidad infantil, las circunstancias... Y no excluye a nadie. 

Viene con una guía para familias y profes, que te ayuda a aprovechar oportunidades que te brindan estas conversaciones para hablar de la reproducción asistida, adopción, subrogación, tipos de partos, padres que gestan, personas LGTB, abuelas cuidadoras, cuestiones de raza, y otros temas nada fáciles.  



Para las personas adultas que lean este libro

En un momento dado, los niños y las niñas sienten curiosidad sobre las criaturas. Esto por lo general ocurre cuando una nueva criatura llega a la familia (o está a punto de llegar y todas las personas adultas están hablando sobre ella). Pero también puede ocurrir en otros momentos.
Los niños y las niñas quieren saber de dónde vienen las criaturas, de manera general. También quieren saber, de forma específica, de dónde vienen ellos y ellas. Estas preguntas no son iguales, y no tienen la misma respuesta. 

Una respuesta explica la historia única de su concepción y nacimiento, mientras que la otra expone los aspectos básicos de cómo nacen todos los seres humanos. Ambas historias son valiosas. La primera conecta a la criatura con su historia personal, así como con la de su contexto familiar, cultural y étnico. La segunda conecta a todas las criaturas entre sí, recordándonos que, aunque las diferencias son importantes, y no deberían ser eliminadas, la humanidad que compartimos también es algo que mola un montón.

Este libro ayuda a las personas adultas a contar a las criaturas esta segunda historia. No incluye información sobre el coito, la inseminación por medio de donantes, los tratamientos de fertilidad, la subrogación, o la adopción. Pero le ofrece un espacio para que hable de estos detalles en la medida que lo desee. 

Hay pocas personas adultas que se sientan cómodas automáticamente hablando de estas cosas con las criaturas. Por esta razón, he escrito una guía de lectura sencilla para padres y madres que se encuentra al final de este libro. También puede contactar conmigo directamente por medio de la web con sus preguntas y sus impresiones. Me encantaría escuchar sus ideas.

Javier Valero, adolescente de Jaén, reivindica la bata de cola y el mantón. 30añosCDN.


Ha recibido "algunas críticas muy malas por ser un hombre con bata de cola", dice Javier.


Amalia Bulnes,
fuente verne.


Javier Valero, en su camerino. Paco Puentes (EL PAÍS)
Todo comenzó cuando a Javier Valero (Jaén, 2005) le dio "un volunto", según explica él mismo a Verne, y comenzó a bailar delante de su familia con la sintonía del telediario. Tenía entonces cuatro años y fue su forma de protestar para que sus padres lo inscribieran en una academia de baile. Una década después de aquello, este joven de 14 años se ha revelado como una promesa de la danza flamenca en Tierra de Talento, un talent show de Canal Sur presentado por Manu Sánchez, donde el 8 de noviembre protagonizó una actuación que ha captado bastante atención en redes sociales. El vídeo de la cuenta de Twitter de Tierra de Talento lleva miles de reacciones, también fuera de Andalucía, donde se emite el programa. Javier Valero interpretaba unas alegrías de Cádiz con una bata de cola y un mantón.
Sin haber llegado siquiera a la mayoría de edad, las prendas femeninas por antonomasia del baile flamenco han sido adoptadas por Valero como parte de su identidad artística: "No soy una mujer con una bata de cola, sino que la uso de una manera masculina", asegura el joven, con más madurez de la habitual en un adolescente de secundaria.
Valero atiende a Verne a las puertas de la grabación de la segunda fase del programa. Recién llegado de Jaén a Sevilla, se abraza con el equipo y recuerda los ecos de la actuación que le valió para ganar aquel programa, en el que puso en pie a un jurado compuesto por el barítono malagueño Carlos Álvarez, la cantante Pasión Vega, el cantaor José Mercé y el violinista Jesús Reina. Para ellos, Valero resume el ejemplo de excelencia artística, diversidad y superación de los estereotipos que quiere potenciar este programa.
Pero volvamos a los orígenes. Este joven de formación autodidacta -"sé bailar así a fuerza de caerme y levantarme", asegura- lo tuvo claro desde muy temprano. Pidió su primera bata de cola a los seis años, después de ver uno de los muchos espectáculos del granadino Manuel Liñán en los que baila con bata de cola. Su último espectáculo, Viva, es un buen ejemplo.

"Me dije: me tengo que poner una bata de cola", asegura. Viajó a Sevilla y le confeccionaron una a medida para su cuerpo menudo. Entonces tuvo el valor de convencer a sus padres de que "esto es lo que quería". "Entiendo que el papel de una madre es proteger a su hijo para que no sufra, o pensar siempre en que las cosas puedan venir mal dadas. Ella no lo entendía, pero yo le dije, no te preocupes mamá, mientras me entienda yo...", relata Javier.
Y así, de manera autodidacta, "viendo vídeos sin parar", se ha especializado en darle vida a unas prendas de tradición femenina -bata de cola, mantón, abanico...-. No habían visto algo así en las escuelas de formación privadas por las que se ha paseado en su Jaén natal. Tampoco por los primeros escenarios locales a los que se ha subido, donde, reconoce, se ha llevado "algunas críticas muy malas, pero por ser un hombre con bata de cola, nunca por no saber bailar", protesta.
Javier Valero supera prejuicios a base de tesón y escudado en una seguridad personal que desarma, por eso no tuvo duda en presentarse a las pruebas de selección para Tierra de Talento enfundado en su bata de cola: "El flamenco, como todo arte, debe innovar, hay que darle otro giro más, siempre se le puede forzar una nueva vuelta de tuerca para no parecerte a lo que ya se ha hecho hasta ahora", explica.
Entre sus referentes se encuentran Eva la Yerbabuena y La Moneta, dos generaciones de bailaoras que, precisamente, han sabido poner la bata de cola en un lugar destacadísimo de la danza flamenca. También ha habido experiencias aisladas de grandes bailaores que se han atrevido a transgredir la tradición, como Joaquín Cortés, Antonio Canales o el propio Liñán, ídolo de Valero. "Lo admiro profundamente", asegura. Tanto es así que se atrevió a contactarlo a través de su página de Facebook y Liñán recibió a la familia Valero hace escasamente un año en uno de los ensayos del espectáculo en los Teatros del Canal de Madrid. "Desde entonces el contacto es continuo", asegura Javier.

Toda esta pequeña gran experiencia fue la que volcó el joven jienense sobre el escenario en una actuación muy difundida en redes sociales y que convirtió su realidad "en un caos maravilloso". Tierra de Talento afronta su primera temporada en Canal Sur. Sustituye al icónico espacio Menuda noche, de Juan y Medio con una apuesta por abandonar los tópicos y mostrar la formación artística andaluza, en una franja horaria importante: el viernes por la noche. "El programa se emite bastante tarde, así que no fui consciente hasta el sábado por la mañana. Fue apoteósico, había gente llamando al portero automático de mi portal, visitando a mi madre en la zapatería que regenta para preguntarle por mí... Tuvimos que abrir las puertas de la casa para agradecer tanto cariño", recuerda.
A partir de ahora, tiene claro que su futuro pasa por "tirar para Madrid cuando cumpla 18 años". El premio del programa consta de una beca de formación valorada en 10.000 euros, que Javier fantasea con invertir en "bailar con los mejores", aunque tampoco quiere perder de vista la educación reglada. "Mi hermana estudia Derecho y Criminología en Madrid, en mi casa se ha fomentado mucho la educación y yo estoy interesado en estudiar Psicología. De momento esto es un hobby, pero hasta que deje de serlo", mantiene con la voz firme.



Inmersión íntima en la vida cotidiana de cuatro niños de Berlín. Documental.

Arthur, Emine, Christian y Marie son  los jóvenes protagonistas.
en el que descubrimos a través de sus ojos las pequeñas alegrías y destellos de la vida cotidiana.
Realización, Nina Wesemann.

Presentado en la Berlinale 2019, este documental atípico y poético, una película al final de los estudios del joven director, pinta un retrato felizmente alternativo de la vida en la capital alemana, ya totalmente investido por sus futuros ciudadanos.

Se llaman Arthur, Emine, Christian y Marie. Durante un año, la cámara de Nina Wesemann siguió en su vida cotidiana a estos cuatro jóvenes berlineses que, a la altura de sus 10 años, se apropiaron con facilidad del entorno urbano en el que viven. 
Si uno adivina diferentes orígenes sociales: Marie vive en un suburbio tranquilo y suburbano con calles pavimentadas, mientras que Emine viaja con sus amigos al distrito muy mezclado de Neukölln, todos presentan esta mezcla de picardía, espontaneidad. y de gravedad propia de su edad. 
En estas imágenes en bruto, entregadas sin comentarios, los adultos están presentes solo fuera del campo, lo que permite a los jóvenes protagonistas, así como a sus hermanos, hermanas y amigos, invertir completamente el marco. 
Entre sesiones de tarea, viajes en metro, patines en línea o viajes a museos, experiencias arriesgadas y preguntas sobre el mundo que los rodea, redescubrimos a través de sus ojos las pequeñas alegrías y destellos de la vida cotidiana que crean la textura misma del mundo. la infancia. 

Para una herramienta de evaluación basada en los derechos del niño con la que evaluar las respuestas nacionales a los niños migrantes y refugiados.

Kevin Byrne, 
   Ofc. Estudios Innocenti.
                        
integrado que incorpora y vincula los existentes  modelos para garantizar un monitoreo de calidad centrado en el niño en todas y cada una de las etapas del proceso de migración.

.- para monitorizar y evaluar varios aspectos de las respuestas nacionales a los niños migrantes 
.- y argumenta la necesidad de integrarlos en un marco único coherente, centrado en los niños y basado en los derechos. 
Su actual aplicación dispar deja vacíos en el entorno protector del niño y no es consistente con un enfoque holístico basado en los derechos del niño. 
Sobre la base de un marco analítico adoptado por el Consejo de Europa en marzo de 2018 para apoyar un enfoque basado en los derechos del niño por parte de las autoridades locales y regionales para los niños migrantes y solicitantes de asilo, el documento presenta un marco de evaluación integrado que incorpora y vincula los existentes  modelos para garantizar un monitoreo de calidad centrado en el niño en todas y cada una de las etapas del proceso de migración.

Comunicado GSIA en el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, #30añosCDN.

Comunicado de la Asociación GSIA 
con motivo de los
30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño.
HACE AHORA 30 AÑOS, el 20 de Noviembre de 1989, fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas la CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO. Apenas 10 días antes había empezado a caer el muro de Berlín, certificando el final de la guerra fría. Aparte de su dimensión política y material, ambos hechos tenían un gran valor simbólico, puesto que representaban el avance de los derechos humanos a nivel mundial.

La historia del reconocimiento jurídico de derechos para los niños y niñas se remonta, no obstante, hasta el primer cuarto del siglo XX. Así, fue en 1923 cuando la fundadora de Save the Children (Salvar a los Niños) elaboró un texto de cinco puntos que fue aprobado sin modificaciones por la Quinta Asamblea General de la Sociedad de las Naciones en 1924, dando forma a la primera Declaración de los Derechos del Niño. Este compromiso de la Sociedad de Naciones no logró evitar ni el genocidio, ni la violación de otros derechos que sucedieron durante las dictaduras fascistas, y el debate sobre los derechos de los niños murió mientras aumentaba el peligro para ellos debido a una nueva conflagración mundial.
Una vez terminada la II Guerra Mundial, y dentro de un clima favorable a la restauración de los derechos humanos, se reanuda el interés hacia los que podrían corresponder a los niños y niñas. Así, en 1948 se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, al abrigo de la misma, en 1959, se aprobó por parte de Naciones Unidas una nueva Declaración de los Derechos del Niño, más amplia que la de 1924. De entrada, frente a los cinco puntos de recomendaciones para el buen trato a los niños que se recogían en la primera, en esta segunda Declaración se enuncian diez “principios” que se refieren a sus “derechos”. Al tiempo, se establece como finalidad que todo niño o niña pueda tener una infancia feliz, instando a los padres, a las organizaciones, autoridades, gobiernos y hombres y mujeres en general a reconocer esos derechos y luchar por su observancia.

Tuvieron que pasar otros 20 años para que llegara a dar frutos el consenso entre los gobiernos de los bloques comunista y capitalista representados en la Organización de las Naciones Unidas, con la colaboración de las organizaciones por la defensa de la infancia, en la forma de una CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, que ha sido ratificada por todos los países del mundo[1]
Se trata del documento jurídico internacional que ha alcanzado mayor aceptación por parte de los estados nacionales, contribuyendo de forma muy señalada a mejorar la situación de todos los niños y niñas del planeta. La Convención señala las obligaciones de los gobiernos para garantizar los derechos de las personas menores de dieciocho años de edad y está reconocida actualmente como el instrumento fundamental para implantar y desarrollar estos derechos.

El espíritu que guía a la Convención queda expresado en los párrafos de su preámbulo, algunos de los cuales es pertinente que se recuerden ahora:
(…) la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana,
(…) toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ellos, sin distinción alguna, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición,
(…) la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales

La Convención se rige por cuatro principios que guían todo su articulado:
1. Principio de no discriminación, no hay causa que justifique el trato desigual de niños y niñas.
2. Principio de considerar siempre su interés como superior.
3. Principio del derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo. 
4. Principio de participación y ser escuchados/as en todos los asuntos que les afecten.

Para saber más, accede a la





[1] Excepto uno: los Estados Unidos de América.

Amen, no Mena, vídeo de Camila y Mateo para el Día Universal de la Infancia. #30añosCDN.

Felicidades, chavalas y chavales!, hoy es vuestro día:
hoy es el Día Universal de la Infancia y Adolescencia.


Además hoy hace 30 años de la aprobación por la ONU de 
la Convención sobre vuestros Derechos.

Enhorabuena!, a seguir peleando por un mundo mejor 
para vosotros y para las generaciones futuras.

Gracias, Cami y Mateo: un vídeo guapo, e importante!; y
Gracias por dedicárselo a la Asociación GSIA!.


* ÑANDE REKO ARANDU (álbum completo), 
vídeo MOACIR SILVEIRA.
Acceder al album completo de la canción del vídeo
Este álbum recupera la cultura del pueblo guaraní con el canto de los niños, evocando el espíritu ancestral en cada uno de nosotros y dejando en claro la importancia del canto en cada situación de nuestra existencia.


"Las canciones son cantadas por grupos de niños de cuatro pueblos guaraníes: Sapucai, en la ciudad de Angra dos Reis; Río Silveira, en São Sebastião; Morro da Saudade, en la ciudad de São Paulo y Jaexaá Porã, en Ubatuba. Las grabaciones se hicieron en el pueblo de Jaexaá Porã. Todas las canciones son sobre espiritualidad. Los indios guaraníes informan que los niños son puros y que su Dios, Nuestro Padre Nhanderu, les envía estas canciones directamente ".

Siete películas para conmemorar los derechos de la infancia dentro y fuera del aula. #30añosCDN.


Hoy hace 30 años que Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño. 

Para celebrar esta efeméride recuperamos siete films que muestran situaciones 
donde se vulneran y reivindican derechos, 
en especial el de una vida digna acogedora y en libertad.


La infancia ha sido representada, con mayor o menor acierto, por las cinematografías de medio mundo, mediante historias individuales y colectivas, con miradas variopintas y en los más diversos escenarios de socialización. En muchos casos el incumplimiento sistemático de derechos reproduce la situación de olvido, abandono y maltrato infantil, mientras en otros se abren rayos de esperanza hacia algún tipo de inclusión y bienestar. A la hora de la selección, se han tenido en cuenta estos criterios, aunque con muchas dudas debido a las amplias posibilidades de elección. ¡Hay tantas y tan buenas películas!

Billy Elliot

Stephen Warbeck. Reino Unido, 2000, 111 min. La historia de un niño que tiene que luchar contra los prejuicios y estereotipos sexistas de una comunidad que vive un ambiente de dureza laboral debido a la larga huela minera que mantienen contra la política neoliberal de Margaret Thatcher, con enfrentamientos diarios con la policía. Billy, con tesón y persistencia, abandona el boxeo -actividad considerada genuinamente masculina-, por el ballet, etiquetada de femenina. La película es un alegato a favor del derecho a la diferencia y a la libertad, que muestra con todo lujo de detalles el proceso de autoafirmación personal y la manera de afrontar las dificultades y superarlas. Una película que tiene el mérito de explicar de forma diáfana los condicionantes y convencionalismos sociales pero también la evolución de los personajes -el caso del padre es el más emblemático- que viven la situación de Elliot de forma contradictoria.

El Bola

Achero Mañas. España, 2000, 84 min. Un barrio obrero. Una familia afectada por la muerte de su hijo mayor, cuya consecuencia es la descarga en forma de malos tratos físicos y psíquicos por parte del padre sobre ‘el Bola’. Así se le conoce a este niño de 12 años, porque lleva siempre encima una bola metálica que dice que le trae suerte. La atmósfera familiar sórdida y violenta de la familia, la vive el adolescente de forma avergonzada y le incapacita para relacionarse con sus compañeros. La situación da un vuelco con la llegada de un nuevo compañero a clase que le permite trabar una sólida amistad y conocer a una familia muy distinta. Esta circunstancia le da fuerzas para enfrentarse a la suya en el tramo final del film. Un relato preciso y emotivo sobre el placer de vivir y la necesidad de sobrevivir, sobre el maltrato infantil, los prejuicios familiares, la vida y la muerte, el fracaso de la respuesta institucional -llámese escuela o servicios sociales- y sobre las oportunidades que surgen de manera imprevista.

El milagro de Ana Sullivan

Arthur Penn. Estados Unidos, 1952 107 min. Película basada en hechos reales que muestra el complicado proceso que sigue Helen Keller, una niña sordo-ciega, para comunicarse. En este cometido le ayuda la maestra-institutriz Ana Sullivan, parcialmente ciega, quien utiliza el lenguaje de signos para lograrlo. En este relato se muestran las dificultades pero también las posibilidades de integración, con algunas escenas memorables como la última en que Helen descubre el agua que sale de la fuente e intenta nombrarla mientras Ana se lo enseña mediante signos. Es interesante analizar cómo lo vive la familia de Helen, que llega al borde de tirar la toalla, con una madre con actitudes excesivamente consentidas y un padre que se la quiere sacar de encima para aparcarla en una institución. Y, por encima de todo, cabe destacar el tesón humano y profesional de la educadora para ponerse en la piel de Helen y, con métodos que en algunos casos podrán considerarse poco ortodoxos -ahí hay mucho juego para el debate- logra lo que inicialmente parecía imposible.

En el mundo a cada rato

Dirección compartida. España, 2004, 116 min. El propósito de este documental es sensibilizar sobre las situaciones problemáticas de la infancia y sobre el trabajo de UNICEF en torno a la protección de los derechos de la infancia en el mundo. Se abordan las prioridades de este organismo: la educación de las niñas; el desarrollo integrado en la primera infancia; la inmunización; la lucha contra el VIH/SIDA, y la lucha contra la violencia, la explotación y la discriminación. Son cinco historias protagonizadas por niños y niñas y rodadas en distintos países: en la India, El secreto mejor guardado, dirigida por Patricia Ferreira; en Guinea Ecuatorial, La vida efímera, a cargo de Pere Joan Ventura; en Argentina, Las siete alcantarillas, dirigida por Chus Gutiérrez; en Perú, Hijas de Belén, de Javier Corcuera, y en Senegal, Binta y la gran idea, a cargo de Javier Fresser. Geografías y espacios de socialización de la pobreza infantil, en medio de la explotación laboral y la carencia de derechos básicos como los de escolarización, salud, acogida, protección y afectividad.

La vida es bella

Roberno Benigni. Italia, 1997, 117 min. La historia está inspirada en parte en la experiencia real de uno de los pocos judíos que pudo sobrevivir al Holocausto. La primera parte del film narra el cambio que experimenta Italia tras la invasión nazi con alguna parodia sobre los ocupantes y las teorías racistas. Pero el núcleo sustantivo discurre cuando el padre, enviado al campo de concentración con su hijo, le oculta a este la terrible situación que están viviendo, haciéndole creer que es sólo un juego en el que deben ganar puntos, y el primero que gane 1.000 puntos conseguirá un tanque auténtico. También le dice que si llora, pide comida y quiere ver a su madre, perderá puntos, mientras que si se esconde de los guardias del campo obtendrá puntos extra. Una cinta muy polémica, con tantos adeptos entusiastas como detractares que acusaron al director de banalizar el Holocausto. También plantea la espinosa cuestión de hasta qué punto la infancia debe ser protegida y el mundo real debe ser sustituido por la fantasía. En otros conflictos bélicos subyacen ambas posiciones.

Los 400 golpes

François Truffaut. Francia, 1961, 100 min. Uno de los films míticos sobre la infancia. Una historia de sufrimiento y de rebeldía contada con una sensibilidad exquisita. Antoine Doinel, en su tránsito de la infancia a la adolescencia es víctima del abandono físico y la falta de afecto. Su maestro no lo tolera, su madre lo aborrece y su padre termina por sentir lo mismo. No encaja en la familia, ni en la escuela ni en el correccional donde lo acaban enviando. Las instituciones familiar, escolar y carcelaria son cuestionadas abiertamente por Truffaut, siguiendo la estela de Foucault; y, frente a una educación basada en la obediencia, propone la satisfacción del deseo de vivir y gozar del tiempo. De ahí las correrías de Antoine por la ciudad, su descubrimiento de la literatura o su pasión por conocer el mar, que simboliza la búsqueda de un camino propio desde la autonomía y la libertad, en una secuencia final memorable caminando en la playa, que se abre a un futuro incierto pero necesario. Porque en su presente, ruin y miserable, no hay salida.

Planta 4ª

Antonio Mercero. España, 2003, 101 min. Un grupo de quinceañeros enfermos de cáncer conviven en una unidad de traumatología de un hospital y logran, con su alegría y sus relaciones empáticas, hacer soportable su estancia. En este microcosmos la ternura, el buen rollo y el humor sustituyen el drama y la tragedia. Una vida cotidiana repleta de conversaciones, carreras en sillas de ruedas por los pasillos, con algún partido de baloncesto o un concierto de Estopa como fin de fiesta. Un film donde se cruzan, al propio tiempo, la construcción de las identidades individuales -envueltas de miedos, recuerdos, deseos y soledades- con los vínculos de pertenencia al colectivo. Un canto a la solidaridad, al amor, a la amistad y al optimismo de la voluntad. La historia se inspira en la autobiografía del guionista Albert Espinosa, hospitalizado durante cinco años: “Fue una de las mejores épocas de mi vida, en la que luchábamos y vivíamos día a día”. Primero llevó sus vivencias al teatro con la obra Los pelones, y más adelante la plasmó en el cine, en una serie televisiva de gran audiencia, (Pulseras rojas) y en un libro.


Amen, no MENA!; vídeo de Cami y Mateo para el Día Universal de la Infancia. #30añosCDN.

Felicidades, chavalas y chavales!, hoy es vuestro día:
hoy es el Día Universal de la Infancia y Adolescencia.



Además hoy hace 30 años de la aprobación por la ONU de 
la Convención sobre vuestros Derechos.

Enhorabuena!, a seguir peleando por un mundo mejor 
para vosotros y para las generaciones futuras.


Gracias, Cami y Mateo: un vídeo guapo, e importante!; y
Gracias por dedicárselo a la Asociación GSIA!.


* ÑANDE REKO ARANDU (álbum completo), 
vídeo MOACIR SILVEIRA.
Acceder al album completo de la canción del vídeo
Este álbum recupera la cultura del pueblo guaraní con el canto de los niños, evocando el espíritu ancestral en cada uno de nosotros y dejando en claro la importancia del canto en cada situación de nuestra existencia.


"Las canciones son cantadas por grupos de niños de cuatro pueblos guaraníes: Sapucai, en la ciudad de Angra dos Reis; Río Silveira, en São Sebastião; Morro da Saudade, en la ciudad de São Paulo y Jaexaá Porã, en Ubatuba. Las grabaciones se hicieron en el pueblo de Jaexaá Porã. Todas las canciones son sobre espiritualidad. Los indios guaraníes informan que los niños son puros y que su Dios, Nuestro Padre Nhanderu, les envía estas canciones directamente ".


Comunicado de la Asociación GSIA 
con motivo de los
30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño.
HACE AHORA 30 AÑOS, el 20 de Noviembre de 1989, fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas la CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO. Apenas 10 días antes había empezado a caer el muro de Berlín, certificando el final de la guerra fría. Aparte de su dimensión política y material, ambos hechos tenían un gran valor simbólico, puesto que representaban el avance de los derechos humanos a nivel mundial.

La historia del reconocimiento jurídico de derechos para los niños y niñas se remonta, no obstante, hasta el primer cuarto del siglo XX. Así, fue en 1923 cuando la fundadora de Save the Children (Salvar a los Niños) elaboró un texto de cinco puntos que fue aprobado sin modificaciones por la Quinta Asamblea General de la Sociedad de las Naciones en 1924, dando forma a la primera Declaración de los Derechos del Niño. Este compromiso de la Sociedad de Naciones no logró evitar ni el genocidio, ni la violación de otros derechos que sucedieron durante las dictaduras fascistas, y el debate sobre los derechos de los niños murió mientras aumentaba el peligro para ellos debido a una nueva conflagración mundial.
Una vez terminada la II Guerra Mundial, y dentro de un clima favorable a la restauración de los derechos humanos, se reanuda el interés hacia los que podrían corresponder a los niños y niñas. Así, en 1948 se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, al abrigo de la misma, en 1959, se aprobó por parte de Naciones Unidas una nueva Declaración de los Derechos del Niño, más amplia que la de 1924. De entrada, frente a los cinco puntos de recomendaciones para el buen trato a los niños que se recogían en la primera, en esta segunda Declaración se enuncian diez “principios” que se refieren a sus “derechos”. Al tiempo, se establece como finalidad que todo niño o niña pueda tener una infancia feliz, instando a los padres, a las organizaciones, autoridades, gobiernos y hombres y mujeres en general a reconocer esos derechos y luchar por su observancia.

Tuvieron que pasar otros 20 años para que llegara a dar frutos el consenso entre los gobiernos de los bloques comunista y capitalista representados en la Organización de las Naciones Unidas, con la colaboración de las organizaciones por la defensa de la infancia, en la forma de una CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, que ha sido ratificada por todos los países del mundo[1]
Se trata del documento jurídico internacional que ha alcanzado mayor aceptación por parte de los estados nacionales, contribuyendo de forma muy señalada a mejorar la situación de todos los niños y niñas del planeta. La Convención señala las obligaciones de los gobiernos para garantizar los derechos de las personas menores de dieciocho años de edad y está reconocida actualmente como el instrumento fundamental para implantar y desarrollar estos derechos.

El espíritu que guía a la Convención queda expresado en los párrafos de su preámbulo, algunos de los cuales es pertinente que se recuerden ahora:
(…) la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana,
(…) toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ellos, sin distinción alguna, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición,
(…) la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales

La Convención se rige por cuatro principios que guían todo su articulado:
1. Principio de no discriminación, no hay causa que justifique el trato desigual de niños y niñas.
2. Principio de considerar siempre su interés como superior.
3. Principio del derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo. 
4. Principio de participación y ser escuchados/as en todos los asuntos que les afecten.

Para saber más, accede a la





[1] Excepto uno: los Estados Unidos de América.

"Para cada niño, todo derecho"; Informe UNICEF #30añosDCN.


La Convención sobre los Derechos del Niño en una encrucijada.

UNICEF,

El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño, un logro histórico que desde entonces se ha convertido en el tratado de derechos humanos más ratificado del mundo. La Convención establece normas estrictas para que los gobiernos signatarios protejan los derechos de todos los niños.



Publicado en relación con el 30 aniversario de la Convención, este informe pretende ser una herramienta de promoción para celebrar los logros de las últimas tres décadas y generar un diálogo sobre el trabajo crítico que queda, especialmente para los niños que se han quedado atrás. 
Según los últimos datos disponibles, el informe describe un conjunto seleccionado de problemas que requieren atención urgente. También aboga por que todos los interesados ​​vuelvan a comprometerse con la Convención, intensificando sus esfuerzos para cumplir su promesa en los próximos 30 años. Donde hay voluntad política y determinación, concluye el informe, la vida y el bienestar de los niños mejorarán.

Por favor, póngase en contacto con: pubdoc@unicef.org.



¿Qué opinan los niños y las niñas?, Barómetro de opinión de infancia y adolescencia 2019. #30añosCDN.

En UNICEF Comité Español hemos querido festejar 
el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), 
escuchando las opiniones políticas y sociales de más de 8.500 niños y adolescentes 
de toda España, mediante la herramienta 

Armando Bello*,
UNICEF Comité Español.


El derecho a opinar y a ser escuchado es uno de los principios rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Bajo esta premisa, hemos presentado el Barómetro de Opinión de Infancia y Adolescencia 2019, que este año coincide con el 30 aniversario de la Convención y que recoge las preocupaciones y opiniones de más de 8.500 niños y niñas.

El barómetro es el resultado de una encuesta en la que han participado niños y adolescentes de entre 11 y 18 años de todo el país, en 133 centros educativos. Además, y con el objetivo de profundizar en sus inquietudes, se han organizado grupos de discusión con 75 niños que participan habitualmente en Consejos de Participación de la Infancia y la Adolescencia en distintos puntos de España.

Las desigualdades de género y la violencia, junto con el terrorismo, la pobreza extrema, el racismo, las desigualdades económicas y el deterioro del medioambiente son las principales preocupaciones que manifiestan los niños, niñas y adolescentes de los 133 centros educativos que han participado en la encuesta.

Perciben que la sociedad española no le otorga la misma importancia a las cuestiones que para ellos son muy relevantes, como la educación y la formación, dando prioridad a la política y la economía, siendo ambos aspectos muy mal valorados por los niños y niñas, y manifestando altos niveles de desconfianza tanto en las instituciones gubernamentales como en los representantes políticos (cada vez más a mayor edad y especialmente a nivel estatal, a diferencia del nivel municipal).

Su implicación como ciudadanos y ciudadanas
El 65% de los niños y niñas se informan y hablan de asuntos políticos y sociales a diario o semanalmente. Más de la mitad se sienten identificados con una ideología política concreta y, casi en la misma proporción, afirman que, de tener la posibilidad, sí votarían (a un partido político o en blanco).

No obstante, sigue siendo bajo su concurso en órganos de participación infantil o adolescente (solo el 16% dice que participa en alguna asociación u órgano), así como su motivación para implicarse en el futuro en asuntos que afectan a su comunidad y mucho menos en política (el 80% considera poco probable que de mayor colabore en un partido político).

Sin embargo, los resultados de las encuestas demuestran que los niños, niñas y adolescentes que participan en consejos, órganos de participación o asociaciones infantiles o juveniles confían más en las instituciones y en los demás, se interesan más por los asuntos políticos y sociales, se muestran más motivados para implicarse y trabajar para mejorar su comunidad, y se sienten más satisfechos con sus vidas y más confiados en las relaciones interpersonales.

Su felicidad y calidad de vida
Los niños y adolescentes encuestados valoran muy positivamente su vida, asignándole 7,6 puntos sobre 10. No obstante, su bienestar subjetivo se reduce a mayor edad, y sobre todo en el tránsito de los 12 a los 13 años.

En general, se muestran muy satisfechos, especialmente con las relaciones con sus familiares y sus amistades, mientras que lo son algo menos con las relaciones con el profesorado o su vida en el centro educativo.

Diferencias según la situación económica y origen
Este estudio también ha querido mostrar las diferencias en las opiniones y percepciones de los niños y niñas en función de su nivel socioeconómico y su origen. Podemos desatacar que la infancia con niveles socioeconómicos más bajos se preocupa más que el resto por la desigualdad económica y la pobreza, tiene una peor percepción de la situación política y económica actual y futura, y desconfía más de las instituciones y los representantes políticos.

En cambio, la población de origen extranjero se preocupa más por el racismo y la discriminación, y menos por la seguridad ciudadana o la convivencia. Además, los niveles de bienestar subjetivo bajan a medida que desciende la riqueza familiar y son inferiores entre la población de origen extranjero. 

Nuestras recomendaciones
1. Establecer un sistema periódico y sostenible de recogida de las opiniones de niños, niñas y adolescentes, que permita contar con datos disponibles de forma continuada 
2. Diversificar y ampliar las consultas a niños y adolescentes sobre los derechos establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, para obtener una visión integral de sus opiniones y preocupaciones. 
3. Incorporar la visión de niños y adolescentes en todo el ciclo de desarrollo normativo, planes y legislación (diseño, ejecución, evaluación) que les afecten directamente y considerando sus temas de interés, 
4. Potenciar la participación infantil y adolescente a escala local, autonómica y estatal, velando por la inclusión de los colectivos más vulnerables.
5. Acercar la política a niños y adolescentes, adaptando los mensajes y programas electorales a un lenguaje amigable, generando espacios de intercambio donde los niños y niñas puedan compartir sus opiniones, y facilitando la rendición de cuentas por parte de los responsables políticos. 
6. Atender a las preocupaciones señaladas por los propios niños y adolescentes en el marco de este informe. 
7. Los centros educativos deben incidir en el desarrollo de las competencias necesarias para una adecuada participación, así como establecer los mecanismos internos donde se practique, dando coherencia a este aprendizaje y contribuyendo a una cultura escolar participativa. 

* Agradecimientos:
. A los 8.598 niños, niñas y adolescentes que han colaborado en el llenado de la encuesta y a sus respectivos centros educativos
. Asimismo, a los consejos locales de participación infantil y adolescente que han colaborado en la encuesta y a los chicos y chicas que han participado en los grupos de discusión realizados en Aragón, Asturias, Canarias (Fuerteventura) y País Vasco (Generación Z y Ortuella).

Autor: Armando Bello, asociado de la Asociación GSIA.

Coordinación
Lucía Losoviz
Sílvia Casanovas
UNICEF Comité Español.

Equipo de Investigación
Fundación de investigación de la Universidad de Sevilla
Francisco Rivera de los Santos
Carmen Moreno Rodríguez
Sara Luna Rivas
Pilar Ramos Valverde
Inmaculada Sánchez Queija
Antonia Jiménez Iglesias
Irene García Moya
Concepción Moreno‐Maldonado
Carmen Paniagua Infantes
Ana María Villafuerte Díaz
Esther Ciria Barreiro
Eva Leal López
Vanesa Salado Navarro.