“Etiquetas y recetas.
Medicalización de la realidad de niños y adolescentes”
Como viene siendo ya una costumbre, el primer coloquio del Programa anual 2014/15 de Los Coloquios del GSIA, “Etiquetas y recetas. Medicalización de la realidad de niños y adolescentes” se celebró en la sede y con la participación del Colegio Oficial de Trabajadores de Madrid (reiteramos la gracias al colegio por la acogida en su sede y por su participación como ponente en la persona de Míguela Arévalo).
Ana Sánchez, en representación del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Madrid y Lourdes Gaitán, como presidenta de la Asociación GSIA, dieron la bienvenida a los asistentes al coloquio e inauguraron el Programa anual de los Coloquios del GSIA.
Acto seguido se inició el coloquio con el encuadre del tema del coloquio y la presentación de los tres ponentes participante, por la moderadora de la mesa
Justina de Pablo, coordinadora de la Vocalía de Sensibilización de GSIA.
En este encuadre se señalaron los tres elementos que dan lugar a la medicalización de la realidad de niños/as y adolescentes:
- La necesidad social de “etiquetar”, codificar y tratar los diferentes aspectos y conductas de niños/as y adolescentes
- La clasificación /registro de los niños/as y adolescentes con dificultades sociales o escolares como “síntomas” y “problemas”, p.ej. “el niño hiperactivo” aunque en estas situaciones se confluyan una gran variedad de factores psico-sociales derivados del entorno familiar o social (rupturas familiares, dificultades escolares /no adecuación a las necesidades escolares, violencia familiar/ entre iguales
- Los factores psico-sociales que influyen y determinan las situaciones de enfermedad, más difíciles de “tratar”.
En el contexto de medicalización de la realidad de niños/as y adolescentes, la enfermedad estrella es sin ninguna duda EL TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH), que nos va a servir para seguir ese proceso de etiquetaje y medicalización que se aplica a algunos aspectos de la realidad y conductas de niños/as y adolescentes.
Señalando por un lado la magnitud y las características de estas etiquetas:
- Una prevalencia de entre un 5 y 8%
- Diversidad de enfoques en el diagnóstico y su tratamiento (en algunos casos diametralmente opuestos).
- Quienes presentan esta sintomatología pueden verse atrapados en un juego de intereses, destacando entre otros, los intereses de la industria farmacéutica.
Y algunas de las posibles causas de estos procesos de medicalización de la realidad pueden ser:
- Las características de las descripciones nosológicas, manuales y clasificaciones de enfermedad utilizadas (DSM V y CIE 10). Son clasificaciones descriptivas, no exclusivamente diagnósticas; incluyen ejes psicosociales, no habitualmente utilizados y que,sin embargo, ponderan el riesgo psicosocial como elemento clave para la intervención
- Diferencias entre las concepciones teóricas y los aspectos culturales en la tolerancia a las conductas de niños/as y adolescentes
- Influencia de los intereses de la industria farmacéutica, del contexto social y de la demanda social inducida desde algunos sectores profesionales y organizaciones sociales de Infancia-Adolescencia
A partir de este marco se inició el desarrollo del contenido del coloquio con la participación de los tres ponentes. De las que destacamos.
Luis Martín Álvarez (Pediatra y socio de GSIA)
“Previniendo la medicalización. Los determinantes sociales de la salud en la infancia”.
A partir de la aproximación al concepto de medicalización (la acción de prevalecer lo médico en algo, de forma que el ámbito de la medicina se ha expandido hacía problemas que antes no estaban considerados como entidades médicas; desembocando en la medicalización de la salud que supone la intervención médica en aspectos de la vida antes no considerados como patológicos) presenta los dos elementos para entender y prevenir el proceso de medicalización:
- Los determinantes de la salud en la infancia (Factores positivos-Escuela, Educación Infantil, SS.SS, Servicios de salud, Cultura centrada en la Infancia, Apoyo económico a la familia, Integración Social; Factores negativos- Medio ambiente insalubre, No Educación Infantil, No Influencia Social Participación, Crisis económica, enfermedad, MM comunitarios negativos, No sensibilización social, Futuro incierto, Pobreza, Aislamiento Social, Desempleo, Déficit Leyes)
- Los determinantes sociales de las salud(Gradiente social, Estrés, salud en la primera infancia, Exclusión social, Condiciones de trabajo, Desempleo, Apoyo Social, Adicciones, Alimentación saludable, Transporte)
Sobre los determinantes sociales, tanto en la población general como en la Infancia-Adolescencia, es posible intervenir mediante la aplicación de políticas públicas sociales y de salud, en todos los niveles de Prevención:
- P. Primaria /Promoción del desarrollo Psicosocial
- P. Secundaria /Atención a las enfermedades y problemas detectados
- P. Terciaria /Rehabilitación)
- P. Cuaternaria /Evitar/Atenuar las consecuencias de la actividad excesiva o innecesaria del sistema de cuidados de salud / otros sistemas relacionados con la salud y el bienestar en la Infancia ( Comunidad Educativa, Servicios Sociales)
Arantxa Fernández (Psicóloga Equipo S.M. Infanto-Juvenil del Distrito de Fuencarral-El Pardo )
“Aproximación a la causa y etiología de la salud mental Infanto-Juvenil”.
Arantxa compartió con los asistentes las reflexiones personales en torno a varias preguntas que se formuló a partir de su participación en el coloquio:
-¿Existe una medicalización de algunos aspecto de la realidad de los niños/as y adolescentes?
El TDAH no es una enfermedad, es un síndrome. Es decir, es un conjunto de síntomas, y en la práctica clínica se ha convertido en “un cajón desastre”; Está sobre-diagnosticado y medicalizado, pero comienza a darse en el contexto médico un nuevo enfoque (atención a los aspectos psico-sociales que determinan la salud en la infancia) para evaluar, diagnosticar y tratar estos síntomas
-¿Se dan en estos momentos más patologías psiquiátricas y más graves en niños/as y adolescentes?
(Aunque hay un primer nivel de reflexión que parece confirmar esta situación, una parte si puede ser cierta. Se diagnostican más problemas en la infancia y se solicitan más valoraciones pero tiene que ver con una especial sensibilización de los médicos de Atención Primaria con los problemas y sintomatología que tienen que ver con lo emocional y el resto de factores del contexto social.)
Hay varios factores que influyen en que cada vez se produzcan más derivaciones a Salud Mental Infanto-juvenil (aumento de población y disminución del número de profesionales que los atienden), pero uno de especial relevancia es la mayor sensibilidad de los médicos de Atención Primaria a la hora de detectar problemas emocionales o psicológicos. Esto permite intervenir en edades tempranas mejorando el pronóstico.
Por otra parte se da una sobre derivación y medicalización de situaciones difíciles, sin permitir a los niños/as y adolescentes pongan en marcha sus recursos personales ante situaciones adversas. Parece que cualquier situación que origine sufrimiento en un menor o en sus padres, debe de ser tratado para eliminarlo o mejorarlo
-Se deben valorar el apoyo que suponen para estos niños/as y adolescentes sus redes de apoyo (en sentido amplio).
-No sucumbir a la inmediatez de la satisfacción y permitir manejarse con la frustración.
-Redefinir los ámbitos de intervención de los distintos profesionales par que no se solapen
Miguela Arévalo (Trabajadora social de S.M. Colegio Social de Trabajadores Sociales de Madrid)
“Intervención social en Salud Mental Infanto-Juvenil”.
Finalmente Miguela partiendo de la premisa de que:
• La tolerancia de una sociedad al funcionamiento de los niños se funda sobre criterios educativos variables y sobre la representación de la infancia en ese contexto social, señala que la situación de los niños y el contexto de adultos hoy, se podría identificar como, Situaciones de exclusión, Sobre-exigencia, Adultos desbordados, Adultos deprimidos, El niño como consumidor privilegiado y en vez de diagnosticar al niño lo que hay que hacer es determinar cuáles son los determinantes de ese sufrimiento y ver qué conflictos expresa y a quién incluye.
La intervención que propone una vez que se ha detectado una situación de sufrimiento en un niño se apoya en un modelo que tienen varios ejes
MODELO COMUNITARIO:
• “CONTANDO CON EL PACIENTE COMO AGENTE ACTIVO DE CAMBIO “
• Equipo interdisciplinar y multidisciplinar
• Acciones coordinadas y conjuntas en red en el distrito
• Continuidad asistencia “PROGRAMA DE CONTINUIDAD DE CUIDADOS” creación del vinculo y confianza con la familia y el paciente.
• Situaciones de riesgo o exclusión social
Un modelo en el que se trata al niño de forma integral, como un sujeto complejo y en crecimiento y desde un modelo de crianza que considere al niño como un sujeto activo y con derecho a ser escuchado por ese contexto de adultos (padres y profesionales) que deben tener como horizonte :
ARMAR EL TRABAJO EN RED PARA ACOMPAÑAR AL NIÑO
EN SU PROCESO DE CRECIMIENTO LO MÁS NORMALIZADO POSIBLE
EN SU ENTORNO EDUCATIVO, FAMILIAR, DE OCIO.
El coloquio se cerró con turno de palabras en torno a una reflexión importante sobre responsabilidad de todo el contexto de profesionales (de los SS.SS, educación y del propio contexto social) en la medicalización de algunos aspectos de la realidad de niños/as y adolescentes.