© Armando Bello**
( investigador y redactor )
© Educo
Coordinación: Miriam Torán
Colaboradores: Gonzalo de Castro,
Clarisa Giamello
Muchos estudios, incluso los más recientes (Unicef, 2014)1, demuestran cómo hoy en día la violencia sigue siendo parte de la vida de muchos niños y niñas en todo el mundo y en todos los sectores de la sociedad. Se trata de un fenómeno global, multidimensional y multicausal que se manifiesta en formas muy distintas y con diferentes intensidades, que tiene lugar en entornos muy variados (hogar, escuela, comunidad, Internet, etc.), y que se ejerce por parte de muchos actores distintos. Existe, además, una amplia y compleja gama de factores, individuales y sociales, que aumenta el riesgo de violencia y ayuda a perpetuarla, y es la combinación de estos factores, a diferentes niveles, que influye en la probabilidad de que la violencia ocurra, se repita o finalmente cese.
Tradicionalmente los estudios sobre violencia han prescindido de los niños y las niñas para entender este fenómeno y elaborar estrategias para hacerle frente, centrándose en las personas adultas como únicos intérpretes y responsables de la protección de la infancia. Durante mucho tiempo, se ha impuesto la idea de que escuchar y tomar en cuenta la opinión de niños y niñas no solo es inútil sino que incluso puede aumentar la desprotección ya que solo los adultos saben lo que es mejor para la infancia y cómo protegerla. Este enfoque perpetua una visión de la infancia como mero objeto de protección, incapaz de decidir por sí misma y que no dispone de los medios y capacidades suficientes para entender y hacer frente a la violencia, dejando a las personas adultas no solo con la responsabilidad, sino también con la exclusividad en materia de protección de la infancia.
En los últimos años, y coincidiendo con la afirmación del enfoque de derechos consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), se ha ido superando este enfoque proteccionista y generando un amplio consenso sobre la necesidad de buscar un equilibrio entre el derecho de los niños y niñas a recibir una protección adecuada y su derecho a participar, ser tomados en cuenta y asumir, de forma progresiva, responsabilidades respecto a aquellas decisiones y acciones que les afectan. Al mismo tiempo resulta necesario que este consenso, más evidente en el ámbito académico y político, se consolide mucho más en la práctica y se traduzca en un mayor empoderamiento y en una efectiva participación directa y permanente de la infancia en todas las fases de identificación, formulación e implementación de políticas y programas.
Son muchas las razones para dejar atrás el enfoque proteccionista y adultocentrista y enfocar a los niños y niñas como sujetos activos de su propia protección, aunque podríamos resumirlas en tres principales motivos:
1. Porque es un derecho universal e inalienable de cada niño y niña y por ende una obligación de la sociedad. La CDN afirma que cualquier niño o niña tiene derecho a recibir una protección adecuada y apropiada, pero también reconoce en varios artículos el derecho de los niños y niñas a ser escuchados y tomados debidamente en cuenta, y a participar en las decisiones que afectan sus vidas, asumiendo cada vez más responsabilidades a medida que evolucionan sus competencias. Esta afirmación de derechos implica el deber de la sociedad, no solo de brindar el máximo nivel de protección a la infancia, sino también de reconocer y promover el papel de la infancia como agente de su propia protección, dotándole de las capacidades y medios necesarios.
2. Porque si queremos luchar contra el fenómeno de la violencia contra la infancia debemos conocer plenamente su realidad y para ello no podemos prescindir del conocimiento y las opiniones de ninguno de sus protagonistas y aún menos de sus víctimas. Los niños y las niñas pueden y deben ser informantes clave en este sentido ya que aportan una información muy valiosa para la toma de decisiones.
3. Porque reconocer y promover el papel activo y la participación de la infancia en todo lo que le afecta, y especialmente en su protección, reduce su vulnerabilidad y se convierte en un factor de protección en sí mismo. Existen muchos estudios que demuestran cómo la participación aumenta la autoestima de los niños y niñas, la confianza en sí mismos, su sentido de autonomía e independencia, y su adaptabilidad social. Disponen así de los medios y competencias necesarios para comprender y enfrentar las situaciones de riesgo y contribuir a su propia protección.
Este estudio parte del profundo convencimiento de que los niños y las niñas tienen mucho que decir y nosotros mucho que aprender sobre un fenómeno con tanto impacto en su desarrollo y tan poco conocido como el de la violencia contra la infancia. Su principal objetivo es, por lo tanto, dar voz a los niños y niñas que viven en nuestro país y hacerse eco de sus opiniones y expectativas, siendo conscientes de que este es solo un primer paso en esta dirección y que es necesario seguir ampliando y profundizando en este sentido.
Asimismo, nace como respuesta a la escasez de estudios que incorporen la opinión de los niños y niñas sobre la violencia y el maltrato, y pretende promover esta línea de investigación entre las instituciones y sensibilizar sobre la oportunidad y necesidad de impulsar procesos participativos de este tipo.
Por otra parte, hemos querido también resaltar las opiniones de aquellos niños y niñas que, por las características del contexto familiar y social en el que viven, están particularmente expuestos a la violencia directa o indirecta. Por este motivo, el estudio analiza las vivencias, opiniones y
expectativas de los niños y niñas sobre el fenómeno de la violencia contra la infancia desde una doble perspectiva. Por un lado, hemos consultado una muestra aleatoria de la población infantil general de 10 a 12 años residentes en el territorio español y por otro, hemos realizado grupos focales con niños y niñas que participan en programas sociales promovidos por entidades colaboradoras de Educo, que se desarrollen en contextos de elevado riesgo de violencia. De esta forma, hemos querido capturar una fotografía de la población general pero al mismo tiempo focalizar la atención de manera específica sobre una parte de la población infantil que, por las condiciones de su contexto personal, familiar y social, se encuentra particularmente expuesta a algunos de los principales factores de riesgo mencionados anteriormente. Por último, hemos querido incluir una comparativa con los resultados más llamativos del informe internacional de ChildFund Alliance: Pequeñas Voces Grandes Sueños 2015, realizado en 44 paises, entre ellos España.
Es importante aclarar que no queremos insinuar que el fenómeno de la violencia sea un problema que afecta solo a determinados colectivos en determinados contextos, ni que exista un perfil concreto de “niño o niña víctima de violencia” (o de “persona adulta maltratadora”). La violencia infantil es un fenómeno que no distingue entre sus víctimas. No obstante, la existencia de múltiples factores de riesgo implica que existen mayores niveles de vulnerabilidad en los niños y niñas más expuestos a uno o varios de estos factores. Así, la vulnerabilidad está relacionada por ejemplo con la edad y la evolución de las capacidades. Igualmente, ciertos niños y niñas son más expuestos al maltrato y la violencia debido a su género, origen étnico, diversidad funcional o porque se encuentran institucionalizados o privados de libertad. Finalmente, la incidencia de la violencia está vinculada con factores socioeconómicos de las familias y el entorno, como el desempleo, la pobreza y la desigualdad.
En definitiva, no se puede enfrentar y estudiar el fenómeno de la violencia hacia la infancia como un problema puntual y aislado. Sin embargo, no debemos olvidar que existen vulnerabilidades específicas que necesitan ser tratadas de manera particular en cada entorno, es decir que existen algunos ámbitos de la sociedad en los que la incidencia de la violencia es mayor, y algunos colectivos que, por factores ligados también al contexto social y económico en el que viven, tienen mayores riesgos de ser víctimas, testigos o cómplices de esta violencia. Sin caer en el error de estigmatizar ni etiquetar a estos niños y niñas ni a sus familias, es importante estudiar y analizar su realidad y sus vivencias de manera específica, ya que muchas veces estas características se quedan en segundo plano en las investigaciones sobre esta temática. Hemos querido dar voz a estos niños y niñas que, a pesar de ser los más implicados, ya que son muchas veces son víctimas y testigos de esta violencia, muy a menudo resultan ser los menos consultados y no se les da la oportunidad de expresar sus opiniones y puntos de vista.
Las tres partes del informe nos dejan claro que niños y niñas de todo el mundo saben que la violencia y el maltrato es un problema global, generalizado, y exige un trabajo conjunto hacia un futuro sin violencia.
Índice
NIÑOS Y NIÑAS OPINAN SOBRE VIOLENCIA Y MALTRATO CONTRA LA INFANCIA:
UNA PRIMERA APROXIMACIÓN CUANTITATIVA 11
Entornos y ámbitos de la violencia 12
Posibles causas 16
Respuestas a la violencia 18
REFLEXIONES Y TESTIMONIOS DESDE LOS GRUPOS FOCALES 33
Libertad, seguridad y felicidad 35
Situaciones de violencia y maltrato, y sus principales causas 42
¿Qué hacer? Respuestas frente a la violencia 49
Conclusiones de los grupos focales 57
PEQUEÑAS VOCES GRANDES SUEÑOS 2015:
COMPARATIVA RESULTADOS INTERNACIONALES 61
ALGUNAS RECOMENDACIONES 65
Participación infantil 66
Protección infantil 67
Educación y sensibilización 68
* Basado en el proyecto: “Pequeñas Voces Grandes Sueños 2015.
Con la colaboración de: Asociación Aventura 2000, Asociación Ciudad Joven, Asociación Digmun, Asociación el Colletero, Asociación sociocultural Grupo Cinco Cuenca, Associació Educativa Itaca, Fundación Canaria Farrah, Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás, Fundación Juan Soñador, Fundación por la
Acción Social “Mar de Niebla”, Fundación Social Universal, Málaga Acoge, Mojo de Caña, Salvetti&Llombart
Corrección: Christine Antunes Maquetación: Anaïs López Fotografía: Entidades colaboradoras
Para más información sobre los temas tratados en este documento, póngase en contacto con: actua@educo.org
** Armando es socio de la Asociación GSIA