El informe Theodore McCarrick del Vaticano, abusos sexuales a niños y niñas en la iglesia.

Abusos Sexuales en la Iglesia. Religión Digital.

El Vaticano publicó este martes (10/11/20) un informe muy esperado 
sobre el caso del ex cardenal y arzobispo de Washington, que fue expulsado de su cargo
 tras acusaciones de conducta sexual inapropiada con adultos y menores.

Fuentes: 
 The Washington Post (infobae.com).
Religión Digital, por  Jesús Bastante.

El velo de silencio que imperó en las estructuras eclesiásticas logró que muchas causas civiles prescribieran.   
McCarrick, Maciel, Karadima, Figari... los ‘apóstoles’ de la pederastia y la Iglesia que calló.
FILE PHOTO: U.S. Cardinal Theodore Edgar McCarrick arrives for a meeting at the Synod Hall in the Vatican March 4, 2013. REUTERS/Max Rossi/File Photo
Th. E. McCarrick  2013. REUTERS/Max Rossi/File Photo
- ¿Quién es Theodore McCarrick?

McCarrick fue uno de los líderes más populares y conocidos de la Iglesia Católica de Estados Unidos hasta junio de 2018, cuando el cardenal que tenía 87 años de edad en ese momento fue suspendido por supuestamente acariciar sexualmente a un monaguillo décadas antes, y en 2019 se convirtió en el primer cardenal laicizado por conducta sexual inapropiada con jóvenes y adultos.

- ¿Qué es el “Informe McCarrick”? La oficina de prensa del Vaticano emitió en octubre de 2018 un comunicado diciendo que el Papa Francisco estaba “preocupado por la confusión” entre los católicos sobre lo que realmente sucedió. Aseguró que habría un “estudio exhaustivo” de todos los documentos accesibles al Vaticano “a fin de determinar todos los hechos relevantes, colocarlos en su contexto histórico y evaluarlos objetivamente”. El texto, titulado Informe sobre el conocimiento institucional y el proceso de toma de decisiones de la Santa Sede relacionados con el ex cardenal Theodore Edgar McCarrick (de 1930 a 2017). Los expertos dicen que el informe es la investigación pública más extensa que la iglesia ha realizado sobre un clérigo de la estatura de McCarrick.

Acceso al Informe en inglés, pag del Vaticano.

- ¿Se ha responsabilizado a más personas?.    No lo suficiente, dicen algunas víctimas y sus defensores.   La caída de McCarrick fue dramática, pero la carta de Vigano en 2018 fue una bomba. Alegó que muchos altos funcionarios de la iglesia, incluidos los papas Benedicto y Francisco, habían estado al tanto de las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra McCarrick años antes. Su correspondencia con numeroso seminaristas es un ejemplo de cómo se maneja un típico depredador sexual, según expertos.

- ¿Cuáles son algunos de los posibles impactos del informe McCarrick?.    El informe es un recuento de quién sabía qué y cuándo, y qué hizo o no al respecto. Muchos católicos esperan que culpe y resulte en el castigo de los clérigos, y aclare qué papel, si lo hubo, tuvieron los papas Juan Pablo II, Benedicto y Francisco en elevar a McCarrick o encubrir la conducta sexual inapropiada de McCarrick

- ¿Qué tipo de cargos, civiles o penales, podría enfrentar McCarrick todavía?.   McCarrick enfrenta acusaciones en diferentes partes del país y en diferentes décadas, por lo que su responsabilidad legal es un mosaico, señaló Marci Hamilton, fundadora de Child USA, un grupo de expertos de la Universidad de Pensilvania que estudia el abuso infantil. Nueva Jersey y Nueva York abrieron recientemente ventanas legales para víctimas de abuso sexual infantil; ambos expiran a fines de 2021, expresó. Si alguna víctima experimentó abuso en Maryland, no existe un estatuto de limitaciones penales, indicó. Los estatutos penales de prescripción en la mayoría de los lugares expiraron hace mucho tiempo.

- ¿Cuántas personas fueron presuntamente víctimas de McCarrick?.    Una fuente con conocimiento directo de todas las afirmaciones que los funcionarios de la iglesia de EE. UU. enviaron al Vaticano le dijo a The Post en 2019 que la cantidad de quejas que involucran a personas menores de 18 años es de al menos 10

Artículo publicado en The Washington Post

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Publicado por Religión Digital.

En el momento del nombramiento del arzobispo en Washington Theodore McCarrick en 2000, 
la Santa Sede actuó sobre la base de información parcial e incompleta. 
 Desgraciadamente, se cometieron omisiones y subestimaciones
se tomaron decisiones que después se evidenciaron equivocadas”. 

Esta es una de las conclusiones del ‘Informe McCarrick’ presentado este martes por el Vaticano, después de dos años de estudio.

El velo de silencio que imperó en las estructuras eclesiásticas logró que muchas causas civiles prescribieran.   McCarrick, Maciel, Karadima, Figari... los ‘apóstoles’ de la pederastia y la Iglesia que calló.

Un informe en el que, si bien veladamente, se admite la mala praxis del entramado eclesial, que no supo, o no quiso, ver la actuación de este depredador que, como muchos otros, alcanzó grandes cotas de poder en la Iglesia... y que morirá sin pisar la cárcel, mientras sus víctimas han vivido una eterna doble condena: la de los abusos, y la del silencio, y el encubrimiento, de la jerarquía católica. Una práctica que, por desgracia, se ha dado en medio mundo. Australia, Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Reino Unido, Perú, Chile, España... 

Juan Pablo II bendice a Marcila Maciel
Juan Pablo II bendice a Marcila Maciel

Porque McCarrick no ha sido, ni mucho menos, el primer caso de clérigo que, durante décadas, actuó con total impunidad. Aunque se sabía, claro que se sabía. Como el propio informe indica, a Roma llegaron varias denuncias contra McCarrick, y la constatación de que el entonces obispo de Newark no era de fiar. Pero Juan Pablo II hizo oídos sordos a las acusaciones, y creyó a McCarrick en lugar de a las víctimas. Benedicto XVI tampoco supo, o quiso, condenar al purpurado, y se limitó a unas ‘recomendaciones’ de vida retirada, que ni McCarrick cumplió ni Roma -ni Viganò, entonces nuncio en EEUU- hizo cumplir. Todo, claro está, en el más absoluto silencio. Nadie supo nada, nadie hizo nada.

"Nuestro Padre Maciel", el protegido de Wojtyla y de Dzwisz.

Como McCarrick, Marcial Maciel. Posiblemente, el mayor depredador en la historia reciente de la Iglesia católica, que abusó de casi un centenar de niños durante décadas, muchos de los cuales acabaron convirtiéndose en victimarios dentro de un entramado corrupto y de silencio, en el que ‘nuestro padre Maciel’ resultaba intocable. Y, mucho peor: eran las víctimas las culpables.

Los Legionarios de Cristo tardaron más de tres décadas en reconocer los abusos de su fundador, protegido como en el caso de McCarrick por Juan Pablo II y su fiel Estanislao Dzwisz. La contrapartida, en ambos casos, era evidente: una fuerte financiación proveniente de México y Estados Unidos, y nuevas vocaciones sacerdotales para el proyecto de involución en la Iglesia católica. Roma cumplió, ninguno pisó la cárcel. El último ejemplo, el de los abusos de Nicola Corradi en el Instituto Próvolo de La Plata, declarados prescritos por la Justicia.

El libro de tres de las víctimas de Karadima
El libro de tres de las víctimas de Karadima

Karadima, Figari: los casos prescritos.

Sí lo ha hecho Fernando Karadima, uno de los depredadores más tristemente famosos de Chile, y que durante décadas hizo y deshizo a su antojo en la Iglesia austral. Formador de buena parte del episcopado del país -defenestrada por Francisco tras desatarse el escándalo-, pudo sortear las acusaciones contra él y sus protectores, hasta el punto de engañar al propio Bergoglio.

La constancia y tenacidad de Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo lograron, al cabo de décadas, que el sacerdote diera con sus huesos ante el juez, y provocaron que Francisco hiciera de Chile la punta de lanza del proceso de limpieza en la Iglesia. Que, pese a todo, sigue manteniendo sus miserias.

Luis Figari, fundador del Sodalicio
Luis Figari, fundador del Sodalicio

Luis Fernando Figari pasó algún tiempo en la cárcel, pero ahora disfruta de semilibertad en un hogar de la institución fundada por él, el Sodalicio de Vida Cristiana, tras ser condenado (sólo canónicamente) por el Vaticano. Como en muchos otros casos, el velo de silencio que durante años imperó en las estructuras eclesiásticas logró que muchos pederastas y abusadores vieran prescritas sus causas civiles.

Cociña, Gaztelueta... El silencio de la Obra

En cuanto a las canónicas.... una cosa es la sanción, y otra su cumplimiento, como pudo verse en el caso de las víctimas de Astorga o en el de Manuel Cociña, el primer abusador del Opus Dei, que vive plácidamente en una casa de la Obra después de años de ocultamiento marca de la casa.

La prueba es la reacción de la Obra y del colegio Gaztelueta ante la sentencia condenatoria del profesor numerario. Ninguna. Un silencio que revictimiza a los supervivientes y que sirve de caldo de cultivo para muchos abusadores que sienten cómo, pese a los esfuerzos de Francisco, la Iglesia sigue siendo un lugar ‘seguro’... para ellos.

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