Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)
Fuente, La Iniciativa de Comunicación
Octubre 2013
Este informe publicado por el Fondo de
Población de las Naciones Unidas (UNFPA), subraya los principales
desafíos que implican los embarazos adolescentes y sus graves
consecuencias en la educación, la salud y las oportunidades laborales a
largo plazo de las niñas.
El documento también muestra lo que se
puede hacer para frenar esta tendencia y proteger los derechos humanos y
el bienestar de las niñas.
En cada región del mundo, las niñas
empobrecidas, que tienen poca educación o viven en zonas rurales son más
proclives a quedar embarazadas que las niñas ricas, urbanas y educadas.
Las niñas que pertenecen a una minoría étnica o a un grupo
marginalizado, que tienen un acceso limitado o nulo a la salud sexual y
reproductiva, también tienen un mayor riesgo de quedar embarazadas.
Según el informe, el embarazo trae
aparejado consecuencias importantes en la salud de una niña, ya que los
problemas de salud son más probables si la niña queda embarazada
demasiado pronto antes de alcanzar la pubertad. Alrededor de 70.000
adolescentes en países en desarrollo mueren por año por causas
relacionadas con el embarazo y el parto. Las adolescentes que quedan
embarazadas tienden a ser de hogares de ingresos más bajos y a tener una
nutrición deficiente.
El informe señala que las niñas que
permanecen en la escuela más tiempo son menos proclives a quedar
embarazadas. La educación prepara a las niñas para futuros empleos y la
subsistencia, aumenta su autoestima y estatus y les permite ser más
partícipes de las decisiones que afectan sus vidas. La educación también
reduce las posibilidades de matrimonio infantil y posterga la
maternidad, lo que conlleva, en el largo plazo, nacimientos más sanos.
El informe aplica un marco ecológico de
múltiples niveles, que demuestra que los embarazos adolescentes no
ocurren por un solo motivo. Son la consecuencia de una combinación de
factores, que incluyen la pobreza, la aceptación del matrimonio infantil
por parte de las comunidades y familias y esfuerzos inapropiados para
que las niñas no abandonen la escuela.
Asimismo, estos embarazos, en especial los
que ocurren en niñas menores de 15 años, no son el resultado de una
decisión deliberada, sino de la ausencia de opciones y de circunstancias
que están más allá del control de las niñas. Los embarazos a temprana
edad, reflejan impotencia, pobreza y presiones, de los padres, los
pares, las familias y comunidades. Y en numerosos casos, son el
resultado de violencia sexual o coerción.
Tal como describe el informe, las niñas
menores de 15 tienen vulnerabilidades especiales, y no han llegado a
entender y a responder lo suficiente a sus desafíos particulares y
desalentadores. Los esfuerzos para prevenir embarazos en niñas mayores
de 15 años o para brindar apoyo a las adolescentes mayores que están
embarazadas o que han dado a luz podrían no ser adecuados o pertinentes
en el caso de adolescentes menores. Este grupo particularmente
vulnerable necesita enfoques que aborden su situación extraordinaria de
manera estratégica.
Para cerca de 200 niñas adolescentes a
diario, el embarazo a temprana edad termina en la máxima violación a sus
derechos: la muerte.
De acuerdo con la Convención sobre los
Derechos del Niño, se considera niño a toda persona de menos de 18 años
de edad. Los niños tienen derecho a protecciones especiales de acuerdo a
su edad. Defender estas protecciones puede ayudar a eliminar muchas de
las condiciones que contribuyen a que ocurran embarazos adolescentes y a
mitigar las consecuencias para la niña, su hogar y comunidad. Podría
ayudar a terminar con el círculo vicioso de vulneraciones a los
derechos, pobreza, desigualdad, exclusión y embarazo adolescente.
El informe destaca que algunos gobiernos y
comunidades han podido reducir la fertilidad adolescente a través de
acciones destinadas a lograr otros objetivos, tales como mantener a las
niñas en la escuela, prevenir la infección por VIH, acabar con los
matrimonios infantiles, construir el capital humano de las niñas,
otorgar facultades a las niñas para que tomen decisiones de vida y
defender sus derechos humanos básicos.
Muchos países han tomado medidas
dirigidas específicamente a la prevención de embarazos adolescentes y,
en algunos casos, a brindar apoyo a las niñas que quedaron embarazadas.
No obstante, muchas de estas medidas se han centrado, básicamente, en
cambiar el comportamiento de la niña, sin abordar las causas
subyacentes, entre ellas, la desigualdad de género, pobreza, violencia
sexual y coerción, matrimonio infantil, presiones sociales y actitudes y
estereotipos negativos acerca de las niñas adolescentes. Con
frecuencia, las estrategias han omitido el rol que pueden cumplir los
niños y hombres para abordar y prevenir el embarazo adolescente.
El Estado de la Población Mundial 2013
plantea la necesidad de hacer un cambio para dejar de lado las
intervenciones enfocadas en las niñas por enfoques más abarcativos que
construyan el capital humano de las niñas, las ayude en la toma de
decisiones sobre su vida, incluidas las cuestiones sobre salud sexual y
reproductiva, y les ofrezca oportunidades reales para que puedan ver que
la maternidad no es su único destino. Este nuevo enfoque debe centrarse
en las circunstancias, condiciones, normas, valores y fuerzas
estructurales que, por un lado, perpetúan los embarazos adolescentes y,
además, aíslan y marginan a las niñas embarazadas.
Las niñas deben tener acceso a los
servicios de salud sexual y reproductiva y a información relacionada.
Deben ser liberadas de las presiones económicas y sociales que en muchas
oportunidades se traducen en embarazos, así como también de la pobreza,
salud deficiente y potencial humano sin realizar que traen aparejados.
Enfrentar los embarazos no deseados en los
adolescentes exige enfoques holísticos. Debido a que se trata de
desafíos importantes y complejos, ningún sector u organización puede
enfrentarlos por sí solos. Solo si se trabaja en equipos, entre los
distintos sectores, y en colaboración con los propios adolescentes, se
podrán eliminar las limitaciones de su progreso.
Contacto:
Alvaro Serrano - UNFPA Regional América Latina y el Caribe
Email: serrano@unfpa.org Tel: 507-6561-8183
Fuente:
Material entregado a La Iniciativa de Comunicación por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en octubre de 2013.
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