Me preocupan mucho los niños de la Cañada Real Galiana. Entrevista al cura de la parroquia Sto. Domingo de la Calzada.

 "La legislación no está pensada para resolver los problemas de los pobres".
Agustín Rodríguez Teso, 
Párroco de La Cañada.  

"Me preocupan mucho los niños. 
Todo este descontrol, falta de estabilidad, falta de medios y recursos  
para mantener al día sus estudios… 
Son casi cuatro meses, eso es prácticamente un curso. 
Vamos a tener una situación de fracaso escolar generalizado 
que no sé si alguien podrá colocar en una estadística, 
pero va a ser un dato atroz. Y un dato atroz de fracaso compartido".   


Vista de la Cañada Real Galiana. 

"La ciudadanía tiene que ser capaz de entender que la situación en la que estamos no se va a resolver por la fuerza, sino encontrando las fisuras a nuestro propio Estado de Derecho para conseguir lo que por ley es imposible: que se pueda resolver la situación de la luz". Agustín Rodríguez Teso es, desde hace dos décadas, párroco de Santo Domingo de la Calzada, la parroquia de La Cañada Real. Tras más de cien días sin luz, azotados por el coronavirus, arrasados por la borrasca Filomena, los vecinos siguen exigiendo una solución a la empresa Naturgy y las administraciones para que los sectores 5 y 6 de este rincón olvidado de Madrid vuelva a tener luz. La vida, y el futuro, de centenares de niños, está en juego.

El cura, que ha abierto la parroquia durante el temporal, sigue luchando, aunque no es optimista: "Vamos a tener una situación de fracaso escolar generalizado que no sé si alguien podrá colocar en una estadística, pero va a ser un dato atroz. Y un dato atroz de fracaso compartido". ¿La solución? No la hay, o consiste en "tener el arrojo suficiente para ir al límite y ponerse en la tesitura de tener que transgredir la ley".

Cien días después, ¿cuál es la situación en La Cañada Real?
Cien días después y una nevada después y una Covid-19 después… Tengo la sensación de que hay un cierto horizonte de plagas bíblicas. ¿Qué puede empeorar hoy? La situación es algo peor, porque la resistencia de las personas tiene su límite, y en los límites uno reacciona de una forma que quizá no siempre es la mejor.
Me preocupan mucho los niños. Todo este descontrol, falta de estabilidad, falta de medios y recursos para mantener al día sus estudios… Son casi cuatro meses, eso es prácticamente un curso. Vamos a tener una situación de fracaso escolar generalizado. Hay un fracaso radical por parte de todos los actores.
Y la otra gran pérdida es la de la confianza. Habíamos ido trazando un itinerario de resolución, un horizonte de futuro basado en la confianza. Después de cuatro meses sin luz, se ha perdido la confianza de los vecinos en las administraciones, en las empresas, entre sí. Y una pérdida de confianza en la capacidad de resolver los grandes problemas. Tenemos un problemón con el tema de la luz y todo el mundo ha demostrado ser absolutamente incompetente. Hemos perdido nuestra capacidad de construir juntos un horizonte. La situación en la Cañada Real nos retrotrae a lo que yo recuerdo que había hace diez años.
¿Es tan difícil restablecer la luz en los sectores 5 y 6? ¿Por qué no se hace?
Es difícil, es muy difícil, porque lo que está ocurriendo no solo es cosa de la luz. El problema es que la legislación no está pensada para resolver los problemas de los pobres. Explores lo que quieras, siempre te topas con un ‘Eso no se puede hacer porque la ley lo impide’. Y además vivimos en un contexto de crispación, donde saltarse la ley solo está al alcance de unos cuantos: de los mafiosos que ahora mismo nos tienen secuestrados.
Porque esta situación tiene unos culpables y unos responsables. Los culpables son los que se dedican a plantar marihuana: yo creo en la versión de las plantaciones, y pienso que ellos son los auténticos culpables, que se están yendo de rositas. Pero también hay responsables, que no son capaces de resolver esto, porque aducen el marco de lo legal. ¿Cómo es posible que la Policía no pueda hacer nada si todo el mundo sabe que…? Vivimos presos de una situación en la que nadie es capaz de tener el arrojo suficiente para ir al límite y ponerse en la tesitura de tener que transgredir la ley. La policía no se va a arriesgar a hacer intervenciones que no se vean absolutamente ratificadas después por un juez, ni lo va a hacer la comunidad de Madrid, ni los ayuntamientos. Naturgy tampoco…
¿Y qué se puede hacer?
Que sea la propia sociedad civil quien provoque a los responsables políticos para que se pongan al límite, que vayan a la frontera de la legalidad… La ciudadanía tiene que ser capaz de entender que la situación en la que estamos no se va a resolver por la fuerza, sino encontrando las fisuras a nuestro propio Estado de Derecho para conseguir lo que por ley es imposible: que se pueda resolver la situación de la luz.
¿Qué puede hacer la Iglesia en este conflicto? ¿Qué está haciendo?
La Iglesia tiene un doble papel: evangelizar y pontificar. Anunciar el Reino es anunciar el Evangelio, anunciarlo con palabras y, sobre todo, con hechos. Nuestra función como Iglesia es la de reconocer la dignidad de las familias en medio de esta crisis.
No se puede tratar a los pobres para satisfacer nuestras propias necesidades. En estos días en La Cañada está habiendo profusión de gente que, de repente, le da por hacer de todo, pero sin orden, sin concierto, reparten cosas que acaban generando problemas entre las mismas familias. Si la gente se puede organizar, no la organices tú. Si la gente puede hacer cosas por sí misma, no se las hagas tú.
Por otro lado, pontificar, tender puentes. Porque de esta salimos juntos, o es muy difícil que se pueda. El papel de la Iglesia tiene que ser, entre otras cosas, intentar que los puentes no terminen de romperse. Están dañados, están muy dañados, pero tendremos que seguir intentando, por todos los medios, que sigan existiendo los puentes que permitan el diálogo, el encuentro y soluciones conjuntas.
Hace una semana, se envió una carta abierta al papa Francisco para que intercediera por las familias. ¿Cree que le llegará?
No lo sé. No tengo ni idea de cómo funciona el correo vaticano. Creo que Francisco siempre es capaz de sorprendernos, y es un hombre discreto y sabe hacer las cosas. Si le llega, él es sensible a esta historia. Pero es un dignatario de otro estado que no creo que tenga mucha competencia sobre lo que ocurra en la Comunidad de Madrid. Pero este hombre nunca deja de sorprenderme.
¿Cómo es tu día a día en La Cañada? ¿Cómo os ha afectado ‘Filomena’?
Ya me gustaría saberlo a mí. Es una absoluta locura desde hace cuatro meses. Estamos todos agotados, con la sensación de que tiene que volver la luz cuanto antes, es tan acuciante, que otros problemas se te olvidan. Tengo que hacer un esfuerzo para recordar que estamos en plena pandemia de covid, para recordar la situación tan dramática de esta tercera ola.
La situación nos tiene desbordados, y es que ‘Filomena’ nos ha puesto más al límite de lo que estábamos. Creo que la historia nos ha vuelto a dar otro revolcón. Cuando uno salía de 2020 pensando que 2021 lo tenía fácil… Ha empezado de una forma… En la parroquia hemos habilitado los espacios que tenemos (es una pequeña nave) para que la gente pueda pernoctar en estos días. Y eso ha paliado en algo el frío. Hemos cedido el local, estamos satisfechos con el uso que se ha hecho de la parroquia. Filomena nos ha dado no sé si la puntilla, pero sí un buen puyazo que ha vuelto a resquebrajarnos y reconocer nuestro dolor. Otra vez.

Toda la información en www.religiondigital.org

Heterogeneidad, fragmentación y desigualdad: radiografía del cuidado y la educación de la primera infancia.

La desigualdad es la madre de todas las inequidades en la niñez. 
La heterogeneidad es un valor a ser apropiado y aprendido, 
la fragmentación es un obstáculo que puede ser asumido y transformado. 
Pero la desigualdad, que no se es solo la medición del ingreso y el índice de Gini, 
sino a ese fenómeno multidimensional, complejo y estructural del capitalismo 
es la manta que cubre, invisibiliza y condena para siempre, 
a millones de niños y niñas pequeños...


Camilo 5 años OMEP. Argentina
El mapa del cuidado y la educación de la primera infancia es un territorio dinámico que se va transformando permanentemente. Un segmento de ese mapa lo conforman las instituciones que se constituyeron como el primer nivel dentro de la estructura de los sistemas educativos formales; pero no estaría completo si no se incluyera entre sus pliegues a las miles de experiencias organizadas, que se han multiplicado en las últimas décadas en ciudades y sus periferias; en zonas rurales, montañosas e islas; que se han instalado donde viven los niños y niñas más pobres, los que migran; los desplazados, los excluidos, los olvidados, los que quedaron solos, los que no llegan; donde dicen presente los que más necesitan ser cuidados, incluidos, protegidos y tenidos en cuenta. 1


La primera infancia cuenta con un importante lugar en la agenda pública, en todo el planeta. Su identidad sigue siendo debatida por pedagogos, académicos, gestores de la política, legisladores, organizaciones sociales y no gubernamentales y organismos internacionales públicos y privados.

Bajo esta identidad se agrupa una amplia variedad de instituciones, programas, servicios y políticas que dirigen sus intervenciones a niñas y niños desde su nacimiento y durante los primeros años de vida, ese entramado reproduce heterogeneidad, fragmentación y una profunda desigualdad. 

Heterogeneidad porque lo conforman instituciones y programas implementadas en múltiples capas históricas, desde la modernidad hasta estos tiempos pandémicos en que nos preguntamos sobre el destino de la humanidad. Un caleidoscopio de miradas y perspectivas que enriquece la construcción de ciudadanía desde el nacimiento. Lo heterogéneo es fruto de la necesidad y la demanda convertida en práctica, es lo opuesto a una respuesta única, uniformada y estandarizada, y es uno de los mayores aportes que tiene para ofrecer la educación inicial al mundo de la educación y al encuentro entre las generaciones. Los hay “formales”, “no formales”, “escolarizados”, “no escolarizados”, “estatales”, “privados”; dirigidos desde los más pudientes hasta los más pobres de los pobres. Las hay tradicionales, y las que confrontan con el status quo; poniendo en tensión saberes y modelos. Es un debate de sentidos profundos, se trata de cómo se identifica a los niños y niñas como sujetos, ciudadanos, seres humanos con derechos, y su lugar en el mundo.

Es fragmentado porque a lo largo y ancho del planeta, y en cada país, se organiza y gobierna desde múltiples dependencias institucionales, superpuestas y desencontradas; con vacancias normativas y opuestos criterios de regulación. Se observa fragmentación territorial y quiebres en la continuidad cuando hay cambios de gobiernos. Estas tensiones atentan singularmente contra la participación de las niñas, los niños, sus familias, educadores, instituciones, y áreas gubernamentales.  

Sin embargo, la desigualdad es la madre de todas las inequidades en la niñez. La heterogeneidad es un valor a ser apropiado y aprendido, la fragmentación es un obstáculo que puede ser asumido y transformado. Pero la desigualdad, que no se refiere solo a la medición del ingreso y al índice de Gini, sino a ese fenómeno multidimensional, complejo y estructural del capitalismo es la manta que cubre, invisibiliza y condena para siempre, a millones de niños y niñas pequeños. La desigualdad en el mundo de la educación y el cuidado de la primera infancia se expresa en la calidad de los servicios (sea cual sea la perspectiva de la calidad que se asuma); la irregular e insuficiente cobertura (tanto en la oferta, como en la demanda por parte de familias y mujeres); y el financiamiento, cada vez más limitado y mal distribuido.

Nos enfrentamos, como nunca, a las “desigualdades”, en plural, (como expresión de múltiples asimetrías), y a la “desigualdad” en singular, como fenómenos específicos. Las desigualdades se expresan de manera jerárquica, organizadas por la clase social y los ingresos familiares; y de manera horizontal, a través de la nacionalidad y ciudadanía, lugar de residencia y origen, género, raza, etnia, edad, religión, idioma. Las horizontales se suman y entrelazan con las jerárquicas.

Para un niño pequeño, las desigualdades más desafiantes son aquellas entre Estados nación.  
Las posibilidades de vida, el acceso a bienes y servicios, incluso la esperanza de vida, difieren ampliamente según la suerte de haber nacido en un lugar o en otro. Esas desigualdades de nacimiento se refuerzan y endurecen en las políticas de migración y refugiados, y en los límites a la circulación de personas en el mundo. Se consolidan a nivel local, como trama siniestra de obstáculos al acceso a bienes y servicios de igual calidad y cantidad. 

Este ordenamiento de la desigualdad: global, nacional, local, es el resultado de fuerzas institucionales y estructurales que produce el actual orden jerárquico y generan dinámicas multiescalares y relacionales, centrando la atención en las interdependencias entre fenómenos de diferentes niveles: desde las tendencias históricas globales hasta las negociaciones locales. Los patrones locales de desigualdad (hogar y comunidad), no están aislados de las fuerzas nacionales e internacionales. La producción y la reproducción -pero también la impugnación y mitigación de las desigualdades sociales- reflejan interacción de (inter) dependencias globales, políticas nacionales y negociaciones cotidianas. Las unidades geográficas o político administrativas (municipio, Estado nación) no siempre alcanzan para resolver las desigualdades entrelazadas y dinámicas. Las cadenas de cuidado, y las formas de organizar las políticas dirigidas a la educación inicial, son ejemplos de unidades relacionales entrelazadas.

Sin embargo, y como aliciente para justificar la intervención académica, profesional, pedagógica y política, cabe resaltar que las desigualdades son un poderoso motor que provoca y acompaña la evolución histórica y las luchas sociales e institucionales contra la discriminación y la exclusión. 

Un llamado de atención: la intervención sobre las desigualdades se puede vincular tanto con las dinámicas de transformación y cambios emancipatorios e inclusivos; como con estrategias que dejen intactas las estructuras de la desigualdad. 

La dinámica de la transformación implica luchas por recursos y por significados, pero es necesario tomar en consideración las maneras en que opera y se refuerza la disputa simbólica y material. 


1-https://www.buenosaires.iiep.unesco.org/es/portal/analisis-comparativos-lo-no-formal-

en-la-atencion-y-educacion-de-la-primera-infancia


2- Repensar las desigualdades. Jelín, Motta y Costa. Siglo veintiuno. Buenos Aires. 2020


* Adrián Rozengardt. Docente, investigador, Magister en planificación y gestión de políticas sociales, FLACSO. Doctorando en Ciencias Sociales de FLACSO Argentina. Coordinador del Programa interagencial de Naciones Unidas “Primera Infancia y sistema integral de cuidados. Ex Director nacional de primera infancia. Especialista en proyectos sociales con especialización dirigidos a la primera infancia, consultor para UNICEF, BID y UNESCO.


“Tramados estéticos y pedagógicos”: 25º Congreso IRSCL2021.



Sociedad Internacional para Investigación en Literatura Infanti
En su versión en línea, el 25º bienal de la IRSCL tendrá un satélite virtual que se llevará a cabo desde el 19 de octubre hasta el 3 de noviembre de 2021.
La versión presencial del congreso se llevará a cabo en Santiago, Chile, del martes 26 al sábado 30 de octubre de 2021.

Tema del congreso
El tema central del congreso es “Tramados estéticos y pedagógicos”
Para más información, por favor diríjase a Convocatoria.

Los aspectos pedagógicos y estéticos de la literatura para la infancia y juventud han sido confrontados constantemente. Sin embargo, si pensamos en la literatura infantil como una práctica participativa y mediada, las dimensiones estéticas y pedagógicas dejan de parecer opuestas. En las últimas dos décadas, hemos sido testigos de un ‘giro educacional’ en las prácticas artísticas contemporáneas, donde el énfasis ya no está en el objeto estético acabado, sino en el proceso y en las relaciones establecidas con la audiencia y la comunidad, quienes pasan a formar parte del proyecto artístico; un proceso que también es facilitado por las plataformas digitales. Hablar de literatura infantil como una práctica mediada cuestiona la autonomía del arte y los límites del ‘no-arte’; no solo celebra el ‘nacimiento del lector’ ante la ‘muerte del autor’, sino que destaca y cuestiona las convenciones que sostienen lo artístico....

¡Está abierta la Convocatoria de Ponencias para IRSCL2021
El llamado para la presentación de ponencias permanecerá abierto hasta el 15 de Marzo de 2021. Enlace a formato, modalidades y registro de presentación


Ubicación del congreso
El 25º Congreso Bienal de IRSCL (presencial) será realizado por el Centro de Justicia Educativa (Pontificia Universidad Católica de Chile), en Santiago, Chile, en octubre de 2021


Para más información
diríjase a Información práctica.
Coordinadora: Macarena García González
Correo electrónico: mgarciay@uc.cl 

¡Bienvenidas y bienvenidos al Congreso IRSCL 2021 en Santiago!


Pornografía y adolescencia: la otra pandemia.

No seamos alarmistas, el porno no mata, pero sí puede convertirse en una crisis, 
una crisis de salud pública que ya se ha declarado en otros países del mundo, como EEUU. 
La pornografía puede generar adicción y otras consecuencias perjudiciales, 
deteriorando la vida sexual, académica, personal, familiar o social de los adolescentes.
Según estudios recientes, la pornografía puede alterar la visión 
que los hombres tienen en las mujeres en los más jóvenes generando una visión más 
machista, misógina y objetificante del sexo, favoreciendo los estereotipos de género. 
También diversos estudios argumentan que el consumo repetido de pornografía puede 
fomentar el desarrollo conductas sexuales de riesgo, aumentando las promiscuidad,...  

Alejandro Villena Moya*,  

La sensación de aislamiento, ansiedad, tristeza, aburrimiento, soledad y desesperación causada por el Covid-19 ha dejado una huella importante en los seres humanos de nuestra generación. Una nueva etapa para la que no estábamos preparados, y donde nuestros mecanismos de resiliencia y afrontamiento han tenido que sacar todo su armamento para mantenernos a flote.

El Mundo.
Mientras tanto la industria de la pornografía aprovechaba el efecto virus para esparcir y contagiar su material sexual explícito a más rincones, más hogares y más adolescentes. Utilizando estrategias de marketing asociadas a bienes sociales o benéficos, como: “Si ves este vídeo porno salvarás a las abejas de la extinción” o publicando de forma gratuita algunos de sus contenidos Premium, como si fuera un regalo a la sociedad, un consuelo a la tristeza para los que sobrevivían a los días más duros de la pandemia.

Fue así como el consumo de pornografía se convirtió en una fuente de alivio o refugio para muchas personas que pasaban horas y horas en casa matando el tiempo. Un alivio fugaz y efímero, cortoplacista, que no alcanzaba a ver más allá del placer instantáneo, algo, desgraciadamente, muy común en los seres humanos. Según un estudio publicado tras el primer confinamiento en la Journal of Behavioral Addictions el consumo de pornografía se vio incrementado a nivel mundial en un 11% durante el mes de marzo de 2020.

De esta manera muchos adolescentes, encerrados en casa y con un acceso ilimitado a internet, donde padres y madres hacían malabares para conciliar la vida laboral, personal y familiar, se iniciaron en un consumo cada vez más rutinario de la pornografía.

“En la pandemia empecé con el porno, antes no lo veía de forma habitual, pero la soledad me llevó a consumirlo cada vez más. Ahora necesito más cantidad y porno más intenso cada vez. Creo que me estoy enganchando y no soy capaz de dejarlo” (Raúl 17 años)

Estas palabras las relataba el primer adolescente que atendí de forma presencial después del confinamiento, me entristeció, y me hizo pensar sobre los paralelismos que la pornografía y un virus tan letal como el Covid-19 tienen: el efecto contagio y el deterioro de la salud.

El efecto contagio

Una industria que ha conquistado de forma totalitaria el internet, donde podemos encontrar más de 750 millones de webs pornográficas, 230 millones de apps pornográficas descargadas cada año y más de 219.000 vídeos vistos por minutos. Su capacidad de esparcirse es realmente potente.

Tanto es así que, en España según el último informe publicado por la Universidad de las Islas Baleares, el 62,5% de los adolescentes entre 13 y 17 años ha visto pornografía en algún momento de su vida, con una edad media para el inicio de contacto entre los 9-11 años, adelantándose incluso a los 8 años en algunos casos.

Además a nivel internacional el 37,7% de los varones y el 19,3% de las mujeres son usuarios de riesgos, porque presentan una mayor probabilidad de desarrollar una adicción a la pornografía, un porcentaje que debería preocuparnos.

El deterioro de la salud

No seamos alarmistas, el porno no mata, pero sí puede convertirse en una crisis, una crisis de salud pública que ya se ha declarado en otros países del mundo, como EEUU. La pornografía puede generar adicción y otras consecuencias perjudiciales, deteriorando la vida sexual, académica, personal, familiar o social de los adolescentes.

Según estudios recientes, la pornografía puede alterar la visión que los hombres tienen en las mujeres en los más jóvenes generando una visión más machista, misógina y objetificante del sexo, favoreciendo los estereotipos de género. También diversos estudios argumentan que el consumo repetido de pornografía puede fomentar el desarrollo conductas sexuales de riesgo, aumentando las promiscuidad, el número de parejas sexuales y favorecer el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

El reciente informe de Save The Children alerta sobre como el consumo de pornografía puede afectar a la satisfacción sexual de los adolescentes, donde el 36,8% no distingue entre la realidad o la ficción y entre el 14,4%-35,3% de los adolescentes consumen más pornografía de la que les gustaría.

¿Cuándo se convierte en un problema?

“Los niños pobres postergan sus necesidades para no sumar estrés a sus familias”.

“No sirve ´sicologizar´ la pobreza, porque ella es el problema 
y los conflictos sicológicos que genera son su consecuencia.


Claudine, quien trabajó en un programa de prevención de explotación sexual comercial de niños y jóvenes en las poblaciones El Volcán y El Castillo en Puente Alto, sectores altamente vulnerables, dejó de hacer sicoterapia en esos grupos, cuando descubrió que “no sirve ´sicologizar´ la pobreza, porque ella es el problema y los conflictos sicológicos que genera son su consecuencia. “Descubrí que si quería trabajar en pobreza, la clínica no era lo mío.  Ahora de lo que se trata es de exigir ese piso mínimo. De conseguir que esté en la nueva Constitución y se cumpla.

Es parte de una investigación que verá la luz en septiembre que se llama “Nacer y Crecer en Pobreza o Vulnerabilidad en Chile”, representa a Hogar de Cristo en la campaña “Cuentos para Despertar” y cree que los niños, niñas y adolescentes de nuestro país requieren de un Piso de Protección Social que asegure sus derechos básicos, partiendo por un ingreso mínimo garantizado y un trabajo decente para sus madres y padres.

–Los niños pobres minimizan sus propias necesidades. Prefieren sufrir de dolor de pies antes que quejarse porque las zapatillas les quedan chicas para no sumar más estrés a sus padres, a la familia –dice la psicóloga y jefa de desarrollo de la Dirección Social del Hogar de Cristo, Claudine Litvak (40), que participa de la investigación “Nacer y Crecer en Pobreza en Chile”.

Su juicio es coincidente con el de la dirigente vecinal y reportera comunitaria de Bajos de Mena, Melyna Montes, cuando nos comentó lo que más le había conmovido en las ollas comunes que han proliferado en esa zona de Puente Alto como en todo el país junto con la pandemia. Dijo: “Ver a un niño de cuatro años comerse sólo la mitad de un yogurt y reservar el resto para su hermano, ver esa conciencia de la situación familiar en un chiquito tan pequeño, me partió el alma”.

Claudine abunda en el punto: "Hay niños que se saltan comidas porque saben que no hay más o que si ellos comen, sus padres no lo harán, y empiezan a pasar de largo. Así, sus necesidades empiezan a ser inadvertidas, a volverse invisibles, lo que resulta muy tóxico a nivel cerebral para ellos. Son cuestiones muy dolorosas, que dejan una profunda huella".

Ahora, la psicóloga de la Universidad Diego Portales, doctora en estudios políticos y sociales de la Universidad de Bristol, madre de tres hijos, es la vocera de una campaña que buscar sensibilizar a los adultos sobre la situación de más de 900 mil niños y adolescentes que viven en situación de pobreza multidimensional en Chile; de más de 700 mil que no tienen una cama propia, una mesa para hacer sus tareas, porque el hacinamiento es su paisaje personal; de los 416.622 menores de 10 años que sufren de mal nutrición; de los casi 187 mil que estaban fuera del sistema escolar antes de la pandemia y de los cerca de 220 mil que deben trabajar para subsistir. “Cuentos para Despertar”, se llama la campaña patrocinada por el Centro Iberoamericano de Derechos del Niño, Colunga, Unicef, Núcleo Milenio para el Curso de la Vida y la Vulnerabilidad y Hogar de Cristo. Y hace un paralelo entre los clásicos cuentos infantiles que se les leen a los niños para dormir, aunque aquí el propósito en sensibilizar a los adultos. “Blanca y sus 7 herman@s” es uno de esos cuentos y alude al hacinamiento, a la falta de una casa digna.

-Contar con una vivienda adecuadamente aislada y calefaccionada, con servicios sanitarios, con los muebles necesarios, con una cantidad de espacio acorde a la cantidad de personas que la habitan, son algunos de “los desde” de esta dimensión del bienestar –explica Claudine Litvak. Y luego se pregunta: ¿Qué implicancias tiene para un niño habitar en una casa y en un barrio que no cumple con esos estándares mínimos? Muchísimas, partamos con que dificulta el acceso regular a servicios de salud de calidad; sigamos con que reduce la oferta de establecimientos educacionales accesibles, aumentando el riesgo de asistir a uno de mala calidad. También limita las posibilidades laborales de los padres, obligándolos a tener largos tiempos de traslado de la casa al trabajo, con todas las implicancias que esto tiene para sus posibilidades de cuidar a los hijos y acompañarlos en su trayectoria escolar. Las viviendas hacinadas o de mala calidad impiden un buen sueño con consecuencias tanto para la salud como para el desempeño académico. Un barrio segregado y periférico no ofrece acceso a parques y espacios públicos seguros, además muchas veces se enfrentan problemas de contaminación, de violencia y delincuencia –enumera y podría seguir con una verdadera letanía de impactos negativos, pero el resultado es uno y claro: el  efecto corrosivo de la pobreza sobre los niños en las sociedades prósperas. “Nacer y crecer en pobreza o Vulnerabilidad en Chile”, el estudio del que es parte la psicóloga se centra en vivienda y barrio, trabajo e ingreso de los padres y salud y educación, será presentado en septiembre próximo y espera hacer partícipes a una treintena de jóvenes que nacieron y crecieron en condiciones de pobreza y/o vulnerabilidad para que desarrollen el relato retrospectivo de sus vidas y luego prioricen cuáles fueron sus carencias más significativas.

–¿Cuál es la diferencia entre ser pobre y ser vulnerable?

-Pueden ser cinco mil pesos de mayor ingreso para que quedes en situación de vulnerabilidad y no de pobreza. Hay un límite, que está cercano a los 450 mil pesos para una familia de cuatro, donde se ubica la línea de la pobreza, si el grupo familiar está sobre ella es vulnerable, no pobre. Los números son engañosos, porque cualquiera se da cuenta de que la situación de precariedad de ambos grupos es la misma. En Chile, ciertamente en materia de pobreza estamos mejor que hace 30 años, pero aún nos falta mucho para tener un sistema de protección social sólido que ayude a las familias que viven con ingresos totales de menos de 500 mil pesos, cifra que tampoco es la panacea. La media de los ingresos es muy baja en el país y la pandemia ha develado muchas cosas, como el sinfín de deudas y otras dificultades que enfrentan las familias para llegar a fin de mes.

Claudine obtuvo su doctorado en Inglaterra a partir de una investigación en terreno con 20 mujeres jefas de hogar de La Pintana. “Madres solteras viviendo en pobreza en Chile: Escuchando sus voces”, fue el título, por eso tiene conocimiento para analizar el duro golpe que ha significado para ese grupo la imposibilidad de generar recursos a causa de la pandemia.

-Falta mucho para que el Estado se ponga en los zapatos de esas mujeres que son las únicas responsables de sus hijos. Las transferencias de ayuda están llenas de condiciones y son de montos bajísimos, el marco de las políticas públicas es muy poco comprensivo de las realidades de las personas. Existe mucha esperanza en que el proceso constituyente y el texto constitucional resultante considere estas cuestiones y construya las políticas públicas con las personas que van a ser sus destinatarias...... 

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Claudine Litvak Cooper: Sicóloga de la Universidad Diego Portales, doctora en estudios políticos y sociales de la Universidad de Bristol, lidiando con la crianza de tres hijos y el trabajo como jefa del área de desarrollo del Hogar de Cristo, logró obtener su grado académico en Inglaterra.

¿Qué series ven los adolescentes en Netflix? ¿De qué tratan estas series? ¿Hablan de sexo? ¿De drogas? ¿De consumo de alcohol?.

De ‘Élite’ a ‘Euphoria’: sexualidades, relaciones, sentimientos y preocupaciones adolescentes


Estas son algunas de las preguntas que muchos padres y madres se hacen en el actual ecosistema mediático en que vivimos.

Con la llegada de plataformas como HBO, Amazon Prime Video o YouTube, entre otras, hemos podido observar cómo las formas, aparatos y espacios de consumo mediático se han diversificado y modificado. El consumo se ha desplazado del salón de la casa a otros espacios más íntimos como las habitaciones e, incluso, el baño.

También a espacios públicos. De hecho, no es difícil encontrar adolescentes viendo una serie en el metro o visionando vídeos de YouTube con sus amigos mientras comparten tiempo en un parque.

Por su parte, el televisor se ha visto reemplazado por otros dispositivos, como el móvil o el portátil, y otras plataformas. La pequeña pantalla del móvil no es un obstáculo para los y las adolescentes y, a cambio, les permite un consumo individual y personalizado, a través de las plataformas de vídeo bajo demanda (ya hablaremos en otro momento de algoritmos y de la importancia del usuario).

El tránsito a la vida adulta y la representación

Todos estos cambios, de alguna manera, generan incertidumbre y preguntas, como las expuestas anteriormente, entre los padres y las madres.

De nuevo, ¿qué ven hijos e hijas en las plataformas de vídeo? En su último libro, Joan Ferrés señala que “las pantallas, como los espejos, sólo tienen valor en cuanto reflejan a la persona que interacciona con ellas”. Es decir, solo tienen sentido para el interlocutor cuando éste se ve representado en ellas.

Es lógico, por lo tanto, pensar que los y las adolescentes buscan productos juveniles que les hablen sobre ellos mismos y esto implica, necesariamente, hablarles del tránsito a la vida adulta y de la búsqueda del ‘yo’.

Se trata de series, películas y vídeos donde se ven reflejadas las primeras experiencias en el ámbito amoroso y sexual, pero también las relaciones con los amigos y con los padres, el consumo de alcohol y otras sustancias, el uso de las redes sociales, etc. Así que, respondiendo a las preguntas que iniciaban este artículo: sí, estas series hablan de sexo, de drogas y, también, de mucho más…

El papel que estas series tienen para los y las adolescentes es importante. Se trata de productos juveniles protagonizados por personajes adolescentes que presentan intereses y preocupaciones de los y las jóvenes. Por lo tanto, conocer los productos audiovisuales que ven significa, también, conocerlos a ellos y ellas, entender un poco más sus preocupaciones y sus mundos.

Por este motivo puede resultar interesante ser partícipes de estas experiencias. Tal vez sea difícil, pero sería interesante superar los consumos mediáticos individualizados e intentar promover una experiencia de visionado colectiva (padres y madres con hijos e hijas, por ejemplo). Esto nos puede ayudar a acercarnos al mundo adolescente y a sus inquietudes, a través de debates y conversaciones que despierten las narrativas de las propias series. Y, si no, como mínimo, servirá para compartir tiempo de entretenimiento en familia.

"16 AND RECOVERING", concurso de microrrelatos para autores con edades entre los 15 y los 29 años.

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Fad lanza el concurso de relatos

"16 AND RECOVERING"

en colaboración con MTV SPAIN

¡Queremos enviarle un mensaje de esperanza a las personas que están atravesando un bache en el camino! Buscamos historias, reales o de ficción, en las que se reflejen problemas relacionados con los consumos de drogas y/o la salud mental y se visibilicen formas para abordarlos y superarlos.

 

¡El ganador/a conseguirá un pack de merchandising MTV compuesto por gorra, camiseta y tote bag!

Texto alternativo
  • Pueden participar jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años.
  • La extensión máxima de los relatos es de 500 palabras
  • El plazo para participar finaliza el 31 de enero de 2021.
  • Los y las participantes deberán seguir los perfiles en Instagram de @fadjuventud y @mtvspain.
  • Y comentar una de las publicaciones sobre el concurso mencionando a dos amigos.
  • Un jurado compuesto por Fad y MTV Spain valorará los relatos.
Texto alternativo

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Real Decreto-ley 1/2021, de 19 de enero, de protección de los consumidores y usuarios frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica.

La norma crea, en consonancia con las directrices europeas, 
la figura de la persona consumidora vulnerable
un concepto variable (puede considerarse que se es por edad, conocimientos, ingresos, acceso a la información…) 
que se define como una persona en especial indefensión en relaciones concretas de consumo 
que le impide ejercer sus derechos en igualdad.
BOE Núm. de 17,  
20 de enero de 2021.  

A expensas de un análisis con más profundidad se adjuntan aquí 
los referencias que el Decreto Ley tiene con la infancia y la adolescencia: 

"....En esta línea, la Nueva Agenda del Consumidor subraya la necesidad de abordar las necesidades específicas de consumidores que, por sus características o circunstancias, requieran una mayor protección para garantizar la toma de decisiones en las relaciones concretas de consumo acorde con sus intereses.

Entre ellas, en la Agenda del Consumidor se destacan las siguientes: la necesidad de garantizar tanto la asequibilidad de los productos, bienes y servicios, como la disponibilidad de un información clara, accesible y fácil de manejar sobre ellos; la adopción de un enfoque justo y no discriminatorio en la transformación digital; la educación permanente, la sensibilización y la formación, especialmente a niños, niñas y menores de edad; o la protección frente a prácticas discriminatorias por razón de género... 

Asimismo, entre las dificultades que impiden el desarrollo en condiciones de igualdad en las relaciones de consumo por cuestiones de género, la violencia de género y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual han de ser contempladas en razón de su especial incidencia. La violencia de género sitúa a las mujeres en riesgo de exclusión social, frustrando sus posibilidades de inserción en el mundo laboral o sus expectativas de  independencia económica, todo ello como consecuencia del control que ejerce el agresor  sobre las víctimas mujeres. Según datos de la Cruz Roja, el 84 % de las mujeres víctimas de violencia de género están en riesgo de pobreza y exclusión social, lo que afecta de una forma directa a sus relaciones de consumo.

Adicionalmente, y en el ámbito de la cuestión de género, se encuentran las familias monoparentales. Estos colectivos, encabezados por mujeres en un 81 % de los casos, afrontan necesidades que los sitúan en una posición de desigualdad en las relaciones de consumo. El 46,8 % de estos hogares se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social y tienen una tasa de pobreza infantil quince veces superior a la media. Asimismo, las mujeres que encabezan estos hogares han de enfrentarse a situaciones de empleabilidad inestables, debido a las escasas posibilidades de conciliación que ofrecen las empresas, lo que provoca que muchas de ellas se puedan encontrar en situación de  desempleo o de trabajo en situación irregular dada su condición.

También se debe prestar especial atención a la situación de los niños, niñas y adolescentes que, de acuerdo con el INE, suponen el 17,6 % del total de la población, siendo los menores de 16 años el colectivo más afectado por el riesgo de pobreza relativa  según la encuesta de condiciones de vida. En sus relaciones de consumo, los niños, niñas y adolescentes, por ejemplo, presentan una mayor sensibilidad a la publicidad y a las prácticas comerciales agresivas, disponen de menor capacidad para reconocer el peligro, pueden sentirse atraídos por la apariencia de productos que entrañen riesgos para su salud o seguridad, o pueden presentar mayor sensibilidad frente a la toxicidad de  determinadas sustancias químicas. Requieren, como la Nueva Agenda del Consumidor advierte, medidas de educación permanente, formación y sensibilización...."

Se modifica el artículo 1 bis introducido en el Real Decreto-ley 37/2020, de 22 de diciembre, de medidas urgentes para hacer frente a las situaciones de vulnerabilidad social y económica en el ámbito de la vivienda y en materia de transportes, con objeto de dar cobertura a las situaciones en las que los procedimientos de desahucio y lanzamiento afecten a personas económicamente vulnerables sin alternativa habitacional, incluso en las causas penales en las que el lanzamiento afecte a personas que carezcan de título para habitar una vivienda....

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Eva Belmonte. 

Consumidores vulnerables, veto a algunos desahucios y etiquetado, todo en un nuevo Decreto Ley

La norma crea esa figura para dar paso a posibles reformas que protejan a estas personas y modifica las condiciones para que un juez pueda frenar el desahucio de personas en situación de extrema necesidad aunque no tengan contrato de alquiler o hayan ocupado la vivienda.

La norma crea, en consonancia con las directrices europeas, la figura de la persona consumidora vulnerable, un concepto variable (puede considerarse que se es por edad, conocimientos, ingresos, acceso a la información…) que se define como una persona en especial indefensión en relaciones concretas de consumo que le impide ejercer sus derechos en igualdad.

Pero no es un concepto 100% nuevo. La Ley General de Derechos de los Consumidores y Usuarios, que es la que modifica, ya enumeraba, entre los derechos de los consumidores, “la protección de sus derechos mediante procedimientos eficaces, en especial ante situaciones de inferioridad, subordinación e indefensión”.

Lo que sí marca la modificación son obligaciones para las empresas tanto en la información previa a un contrato como en sus ofertas, que deben ser, añade, “claras, comprensibles, veraces” y estar en formatos accesibles, especialmente de cara a estas personas vulnerables. También deberán tenerlas en cuenta de cara al etiquetado de sus productos.

Además, añade la obligación general de incluir en la etiqueta, además de toda la información obligatoria hasta ahora, instrucciones para una correcta gestión de los residuos.

Las administraciones, por su parte, deberán poner en marcha políticas públicas destinadas a la protección de estas personas consumidoras vulnerables y prestar especial atención a sectores en los que abunden (por su complejidad, por ejemplo, como pasa con los servicios financieros) en sus programas de formación del consumidor, también en aquellos que están obligadas a emitir en las teles y radios públicas.

Además, el Decreto Ley añade entre los sectores que podrán ser objeto de reglas más estrictas, junto a los servicios financieros y los bienes inmuebles, a los servicios de telecomunicaciones y energía. Y habla de esas personas consumidoras vulnerables o la complejidad de ciertos sectores como una de las razones que permiten que una administración haga controles de mercado para evaluar la calidad de productos y servicios.

Modificaciones al veto a los desahucios

Aunque se contó de pasada y sin entrar en detalles en la rueda de prensa de ayer martes tras el Consejo de Ministros, el Decreto Ley también modifica las condiciones para que se suspendan los desahucios en el caso concreto de personas sin contrato de alquiler o título similar, ya sea porque se cedieron sin papeles o porque fueron ocupadas.

El Decreto Ley que en diciembre prorrogó la suspensión temporal durante el estado de alarma de los desahucios de personas vulnerables (que no superen cierto nivel de ingresos y no tengan otro lugar donde vivir) añadió también un nuevo supuesto: casas habitadas sin contrato de alquiler, ya sea porque se han cedido sin papeles o porque han sido ocupadas. Pero, eso sí, en este caso concreto las condiciones son mucho más exigentes y solo se permite que permanezcan en la vivienda, si lo decide un juez, en casos extremos.

Así, además de no alcanzar esos ingresos mínimos y no tener otro lugar al que ir, para que un juez pueda frenar temporalmente el desahucio tienen que ser familias con algún miembro dependiente, víctima de violencia de género o menores a cargo. Y solo lo podrá hacer en caso de que el propietario sea una empresa o un gran tenedor (más de diez inmuebles) y vivan allí desde antes de la entrada en vigor, en diciembre de 2020, de ese Decreto Ley.

Pero hay más condiciones. Lo que hace la norma publicada hoy es modificar algunas de las ellas. Así, hasta ahora, no se podía frenar el desahucio si la entrada o permanencia era consecuencia de un delito. El Decreto que entra en vigor mañana permite que se pueda suspender también en caso de que se trate de un procedimiento penal (no solo civil) y aunque se haya cometido un delito (por ejemplo, de usurpación), siempre que no haya habido intimidación o violencia sobre otras personas.

Por otro lado, sigue estando prohibido suspender el desahucio si la vivienda es la vivienda habitual o segunda residencia de otras personas, pero a partir de ahora también si pasa eso y el inmueble es propiedad de una empresa (hasta ahora solo se aplicaba esta norma a casas propiedad de personas físicas).

Con todo esto, el juez tendrá en cuenta si es un caso de extrema necesidad y si han cooperado con las administraciones públicas para encontrar una solución antes de decidir si paraliza el desahucio o no. Pero la lista de condiciones que se deben cumplir para que pueda paralizar un desahucio sin papeles, y solo hasta el fin del estado de alarma, es larga:

Condiciones que se deben cumplir para que un juez pueda paralizar temporalmente un desahucio en casos de no tener contrato de alquiler

  • Personas vulnerables (condiciones iguales que para la paralización del resto de desahucios):
    • Que el responsable de pagar el alquiler se quede en paro, le hayan aplicado un ERTE, haya reducido su jornada por motivo de cuidados (en caso de ser empresario) o haya sufrido otras circunstancias similares que supongan una “pérdida sustancial de ingresos”.
    • Que los ingresos de la unidad familiar no superen, en el mes anterior a la solicitud: tres veces el IPREM (1.613,52 euros). Cuatro veces en caso de que la familia cuente con algún miembro con discapacidad, dependiente o incapacitado. Cinco veces si el deudor es discapacitado físico de al menos un 65%, o mental de un 33%, o en casos de enfermedad grave que no le permita trabajar, ya sea a la persona que paga la renta o a su cuidador. Estas cantidades se incrementarán 0,1 veces el IPREM por cada mayor de 65 años y por cada hijo (0,15 veces en familias monoparentales).
    • Que el pago del alquiler y los suministros básicos (electricidad, gas, gasoil para calefacción, agua corriente, telecomunicaciones y pago de la comunidad) supongan el 35% o más de los ingresos netos de la unidad familiar.
  • Que la vivienda sea propiedad de una empresa o entidad o de un gran tenedor (más de 10 inmuebles).
  • Que no sea residencia habitual de ninguna persona, ni segunda residencia, independientemente de quién sea el propietario (hasta hoy, este punto solo afectaba a casas propiedad de empresas, no de personas).
  • Tienen que ser familias con algún miembro dependiente, víctima de violencia de género o menores a cargo.
  • Haber entrado a la vivienda, que debe ser vivienda habitual, antes del 23 de diciembre de 2020.
  • Que estén en un proceso civil o penal iniciado por su propietario para recuperar la casa.
  • Que en la entrada o permanencia no haya habido intimidación o violencia sobre las personas.
  • Que no se realicen actividades ilícitas en el interior.
  • Que hayan cooperado con las administraciones para encontrar una solución.
  • Si se cumple todo lo anterior, que el juez decida que es un caso de extrema necesidad.

Hablando de Infancia y Adolescencia: HDIA Revista GSIA. Mes Enero 2021.

Hablando de Infancia y Adolescencia

La Asociación GSIA edita esta publicación periódica  y  digital,
que analiza la actualidad recogida por los medios 
en relación a la infancia y la adolescencia, 
aportando nuestro propio enfoque 
con distintos secciones, artículos y columnas de opinión.




Los niños y las niñas cuentan o no cuentan. Sabemos de muchas noticias que quisieron explicarnos cómo hay que contar o no contar niños y niñas en los reencuentros familiares por navidad. Pero más allá de la "anécdota" numérica nos llama la atención el papel que han jugado los niños/as en la actualidad durante la Navidad. Una Navidad en la que claro está, los niños y niñas cuentan para la ilusión, para el "cuento" de los Reyes Magos, pero
 ¿Cuentan realmente como sujetos participativos 
en las decisiones importantes para sus vidas?.

 ¿Damos visibilidad y escucha a sus propios relatos?.   
Esta cuestión nos hace rememorar las etapas por la que hemos transitado con los niños y las niñas desde la declaración del estado de alarma. Primero, nos dijeron que los niños eran hipercontagiadores, motivo de cerrar los parques; segundo, tuvieron que experimentar la nueva normalidad escolar, motivo de abrir las escuelas y las ventanas de las aulas de par en par como medida de seguridad; tercero sumar o restar a los niños y niñas en los reencuentros por navidad, motivo de garantizar reuniones familiares que no superaran la norma impuesta de cada Comunidad Autónoma. 

Todo esto da sólo para pensar una cosa, para los adultos y adultas los niños y las niñas no cuentan. Tanto, si por contar, se trata de una “cuenta”: una reunión familiar de 10 personas es una reunión de 10 adultos/as y por tanto “un niño no puede ser considerado como un adulto”, o si se trata de congregar a niños y niñas distribuidos en burbujas y en aulas donde sólo les sale a cuenta llevar abrigo y manta para atender a la lección, o si la cuenta o el cuento se convierte en responder a la pregunta: ¿pueden contagiar? Entonces, son niños y niñas nominales por asintomáticos, o sea personas que pertenecen a un determinado grupo de edad y que ponen en peligro la cohabitación entre adultos/as. Aunque todo es peor, las niñas y los niños no sólo no son un grupo humano desclasificado y no contabilizado sino tampoco les permitimos que cuenten su relato. 
La navidad para los niños, pero sin los niños....

En este número, la sección Escaparate GSIA se dedica al #CovidUnder19: La vida durante Coronavirus, Derechos de niños y niñas durante la pandemia por Coronavirus: puntos de vista y experiencia de la niñez.

No te lo pierdas.

Equipo GSIA.  

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