Medios de comunicación de los niños: una asignatura pendiente

Joaquín Sotelo González

Miguel Ángel Ruiz Díaz

Gregorio Aranda Bricio
Francisco Cabezuelo Lorenzo

Fuente





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La Convención sobre los Derechos del Niño recoge en su articulado varias referencias a los derechos de la infancia en relación con los medios de comunicación. El Comité de los Derechos del Niño consagró en 1996 uno de sus debates a la cuestión del niño y los medios de comunicación y planteó que debería reunirse documentación sobre experiencias prácticas positivas de participación infantil activa en los medios de comunicación para promover la idea de medios de comunicación de los niños. Apenas existe literatura relevante en relación con esa recomendación del Comité de los Derechos del Niño. Nuestro objetivo es contribuir a cubrir ese vacío y recopilar información sobre iniciativas de participación infantil y juvenil real y efectiva en la producción de contenidos para medios de comunicación en el ámbito municipal español.


1. INTRODUCCION (1)
El Programa Ciudades Amigas de la Infancia (Programa CAI) es una iniciativa de UNICEF España cuyo principal objetivo es impulsar y promover la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) en el ámbito de las Entidades Locales españolas. No obstante, se trata de un Programa de UNICEF de carácter internacional, cuya implantación y desarrollo tiene lugar en varios países del mundo.

Uno de los principios básicos de la CDN, y por lo tanto también del Programa CAI, es promover el derecho a la participación ciudadana de toda la infancia en la vida pública, un derecho recogido también explícitamente en la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor (2). En este sentido, los medios de comunicación social presentan un gran potencial como espacio abierto a tal participación. 
Como ya puso de manifiesto en 2001 el Anuario de Nordicom Outlooks on Children and Media, la participación infantil y juvenil en medios de comunicación genera grandes beneficios para este sector social, porque:
- Refuerza el orgullo y la autoestima de los jóvenes, ya que sienten que sus voces son escuchadas, que son comprendidos y que forman parte activa de su comunidad.
- En su día a día real, sus anhelos y su cultura reflejados en los medios.
- Adquieren nuevos conocimientos (críticos), habilidades y competencias sobre el funcionamiento de los medios.
- Perciben mayor justicia social cuando se les permite acceder a otras formas de expresión, como la producción audiovisual, distintas a las escolares tradicionales.
- Aumenta su interés y su grado de implicación en los asuntos de la comunidad a la que pertenecen y se ven más motivados para mejorar la cobertura mediática de temas con los que se sienten especialmente identificados.

En definitiva, la relación entre medios de comunicación e infancia es importante 
.- porque los medios son potentes agentes socializadores; 
.- porque la infancia extrae de ellos modelos (tendencias de moda, ídolos, formas de conducta, expresiones, temas de conversación, corrientes de opinión aceptadas o rechazadas…); 
.- porque los medios constituyen una ventana al mundo con la que forjarse toda una concepción del mismo y 
.-  porque son un ámbito más en el que ejercer la libertad de expresión y el derecho a la participación ciudadana. 
En demasiadas ocasiones, cuando aparecen en los medios, los niños no lo hacen de las formas más adecuadas, o en sus apariciones desempeñan un papel de carácter simbólico, decorativo o, incluso, sesgado, con lo que se crean frecuentemente imágenes públicas distorsionadas o inapropiadas de este colectivo social o se desaprovecha su gran potencial creativo en términos de aportación democrática a su sociedad.

Dentro de la escala de niveles de actividad del niño frente a los medios, existen varios estadios. Martínez de Toda (1998) propone una teoría multidimensional que alberga un proceso en el que el sujeto pasa por diferentes niveles (“alfabetizado”, “consciente”, “activo”, “crítico” y “social”) hasta convertirse, de manera integral, en un “sujeto creativo” que pasa a ser productor de contenidos. Carmen Marta Lazo (2005), a propósito de su línea de investigación sobre televisión e infancia, plantea cuatro niveles de actividad del niño frente a este medio: 1) el niño como espectador; 2) el niño como receptor; 3) el niño como perceptor crítico y 4) el niño como perceptor participante. Aunque la profesora de la Universidad de Zaragoza se centra en la televisión, estos niveles podrían ser igualmente aplicables al resto de medios.

En el primero de los estadios aludidos por Marta Lazo, el niño como espectador, éste se limita a establecer un simple proceso de visualización, al igual que puede contemplar un cuadro o una obra teatral, sin llegar a examinar sus significados. Se queda en la forma, sin plantearse los aspectos del contenido. Si nos basamos en el paralelismo entre “ver” y “mirar”, podemos afirmar que no mira, sino que solo ve, sin que lo que está viendo llegue a captar plenamente su atención. No obstante, aunque su nivel de actividad sea mínimo respecto a otros ejercicios en los que se implica en mayor medida, no es nulo. Por ello, no podemos hablar de pasividad en sentido absoluto, porque, de hecho, a pesar del reducido nivel de procesamiento de la información que realiza el niño en este estadio, los mensajes dejan su huella (cfr. publicidad o contenidos violentos).

En el segundo escalón, el niño como receptor, éste recibe los mensajes que el emisor le propone, pero continúa sin tener capacidad de interpretarlos con cierto criterio o de leerlos de manera crítica. En este nivel, el niño tan solo elige seguir un medio frente a otras actividades que podría estar realizando, pero no tiene “competencia” (Pérez Tornero, 1994) para argumentar sobre lo que está viendo. Únicamente sabe distinguir entre lo que le gusta ver y lo que no, manifiesta sus preferencias y responde con los monosílabos “sí”, “no”, “mucho”, “bastante”, “poco” o mediante la simple descripción de lo que mira.

El estadio del niño como perceptor crítico se produce, según Marta Lazo, una vez que el niño recibe el aprendizaje de “educación para los medios”, a partir del cual cuenta ya con pautas para analizar la forma y el contenido de los mensajes. Entre otros aspectos, el niño sabrá discernir entre realidad y ficción; dilucidar qué aspectos críticos albergan los contenidos; o extraer los valores y contravalores integrados en las imágenes. Desde la perspectiva de la corriente crítica, se promueve el paso de un destinatario ingenuo ante los mensajes a un perceptor que cuenta con capacidad de elección de contenidos, que intenta comprender los lenguajes mediáticos y sabe interpretar de manera relativamente crítica los significados de los mensajes. Existen varios modelos de educación para los medios que parten precisamente de este enfoque: el de la “educación para la recepción” (Charles y Orozco, 1990), el de la “lectura crítica” (Masterman, 1994) o el “dialéctico-inductivo-popular” (Giroux, 1994).En el ámbito de la psicología del aprendizaje, este tercer nivel se correspondería con las teorías cognitivas, que sostienen que las personas somos capaces de realizar elecciones libres en el proceso de aprendizaje (3).

En el último de los estadios identificados por la profesora Marta Lazo, el niño como perceptor participante, éste deja de ser un mero espectador y recorre todos los estadios anteriores: 1) mira la televisión, no se limita a verla como mero espectador; 2) puede describir lo que mira como receptor; 3) interpreta la forma y el contenido de los mensajes, porque posee las habilidades necesarias como perceptor crítico y 4) establece comparaciones/relaciones con lo que ya conoce, lo aplica a nuevas situaciones y actúa como perceptor participante. Este perceptor participante, entendido como sujeto social, se reapropia de los significados para llegar a reinterpretarlos, tras un proceso de intercambio de ideas en los distintos contextos en los que se relaciona. En estos contextos de significación (familia, escuela, grupo de pares y medios de comunicación, entre otros) se producen una serie de mediaciones que, unidas a la experiencia previa del niño, le llevan a analizar, reflexionar y aplicar los significados, lo que le dota de un cierto grado de control y autonomía (4). Es en esta cuarta etapa, el niño como perceptor participante, en la que Marta Lazo sitúa la figura del “sujeto creativo” productor de contenidos o “prosumidor” (Toffler, 1980), acrónimo que compendia las iniciales de los términos “productor” y “consumidor” y que alude a que el proceso de percepción lleva al individuo a captar, interpretar y reelaborar todo tipo de información, independientemente del código o sistema expresivo utilizado y de la modalidad de soporte en la que se encuentre.
A la escala de niveles de actividad del niño frente a los medios identificada por Marta Lazo, nosotros añadiríamos un quinto estadio que, en parte y como acabamos de mencionar, la profesora incluye en la fase de “perceptor participante”, pero que nosotros proponemos como estadio autónomo: el niño como productor y emisor de mensajes, fase en la que éste asumiría esa función activa de creación y difusión de contenidos. Probablemente, dentro de la literatura científica y de la investigación sobre medios de comunicación e infancia, éste es el estadio menos estudiado. Y es precisamente el punto de la escala en el que circunscribimos nuestra investigación.

La Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 1989, establece en su artículo 17 que los Estados firmantes, España entre ellos, reconocen el derecho de la infancia al “acceso a la información”:
“Los Estados Partes reconocen la importante función que desempeñan los medios de comunicación y velarán por que el niño tenga acceso a información y material procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el material que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental”. 

Y con tal objeto, se añade en el artículo 17, los Estados Partes proponen cinco medidas:
a) alentarán a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés social y cultural para el niño, de conformidad con el espíritu del artículo 29 [de la propia CDN];
b) promoverán la cooperación internacional en la producción, el intercambio y la difusión de esa información y esos materiales procedentes de diversas fuentes culturales, nacionales e internacionales;
c) alentarán la producción y difusión de libros para niños;
d) alentarán a los medios de comunicación a que tengan particularmente en cuenta las necesidades lingüísticas del niño perteneciente a un grupo minoritario o que sea indígena;
e) promoverán la elaboración de directrices apropiadas para proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar, teniendo en cuenta las disposiciones de los artículos 13 y 18 [de la propia CDN].

Aunque quizá sí la principal, el artículo 17 no es la única referencia en el conjunto del articulado de la CDN al papel que los medios de comunicación deben desempeñar en el proceso de desarrollo de los niños, no solo de los países más avanzados, sino de todo el mundo. A los fines de la presente investigación, nos interesan especialmente las relaciones del artículo 17 de la CDN con: 
1) el artículo 13: derecho del niño a la libertad de expresión, derecho que incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño; 
2) el artículo 6.2: derecho del niño a su desarrollo; 
3) el artículo 12: derecho del niño a formarse su propio juicio y a expresar su opinión libremente en los asuntos que le afectan y a que sus opiniones sean debidamente tenidas en cuenta.

Pese a la idea generalizada y comúnmente aceptada de que los niños deben recibir una especial consideración y cuidados por parte de la sociedad, rara vez esto se traduce en su inclusión activa como protagonistas principales de ese proceso. Tampoco en los medios de comunicación están adecuadamente incorporados este tipo de procesos participativos para los niños, a pesar de su derecho (explicitado en varias fuentes) a la publicación y difusión de sus opiniones, tal y como recoge la normativa internacional y la propia Ley española de Protección del Menor, antes citadas.

El Comité de los Derechos del Niño, órgano que supervisa la forma en que los Estados cumplen (o no) sus obligaciones derivadas de la firma de la CDN, consagró el 7 de octubre de 1996 uno de sus debates a la cuestión del niño y los medios de comunicación. Siguiendo un esquema preparado para guiar el debate general, el Comité, compuesto por 18 expertos independientes, expresó la opinión de que, al igual que en el caso de los derechos humanos en general, la prensa y otros medios de comunicación cumplen -o pueden cumplir- funciones esenciales en la promoción y protección de los derechos fundamentales del niño y en la puesta en práctica de los principios y las normas de la CDN. Además, el Comité hizo especial alusión a la posibilidad de que los medios de comunicación ofrecieran a los niños la oportunidad de expresarse. 
Producto de los debates sobre las diversas cuestiones celebrados tanto en sesión plenaria como en los tres grupos de trabajo formados al efecto, el relator del debate temático sobre infancia y medios de comunicación formuló, entre otras, las siguientes recomendaciones:
1. debería reunirse documentación sobre experiencias prácticas positivas de participación infantil activa en medios de comunicación para promover la idea de medios de comunicación de los niños;
2. debería promoverse el programa de UNICEF “La juventud opina” en la World Wide Web como foro infantil en Internet para el debate internacional sobre cuestiones relevantes para la juventud.

La investigación que aquí planteamos encuentra su justificación, en primer lugar, en la antedicha ausencia de estudios científicos en materia de participación infantil (no meramente simbólica) en medios de comunicación. Son ya bastante numerosos los estudios sobre la influencia que ejercen los medios de comunicación social sobre la infancia y la juventud y también los estudios relativos a los usos que este sector social hace de esos medios, pero no es tan profuso el caudal de investigación sobre el papel de los niños como productores y emisores de mensajes públicos canalizados a través de medios de comunicación. En este sentido, el Programa CAI ha propuesto la presente investigación con un doble objetivo: por una parte, contribuir a paliar ese relativo vacío investigador y, por otro lado, cumplir con la finalidad del propio Programa CAI en la defensa y promoción de los derechos de la infancia, de la aplicación de la CDN y del cumplimiento con las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño a las que aludíamos en el párrafo anterior. Con ello, pretendemos también estimular nuevas líneas de trabajo técnico (y político) a nivel municipal en el ámbito de la participación infantil en medios de comunicación, poniendo a disposición de los promotores de esas líneas documentación útil para tal labor de promoción y para el desarrollo de proyectos de participación infantil y juvenil en medios.

2. MATERIAL Y MÉTODOS
2.1. Población
La población objetivo del estudio han sido los 54 municipios españoles reconocidos por UNICEF España como “Ciudades Amigas de la Infancia” entre la primera convocatoria (año 2004) y la última (año 2011). En concreto: en la primera convocatoria de Reconocimiento de Ciudades Amigas de la Infancia (año 2004), fueron reconocidos los siguientes municipios españoles: Alcázar de San Juan, Alcobendas, Alcorcón, Algete, Andújar, Arganda del Rey, Alzira, Collado Villalba, Coslada, Daimiel, Fuenlabrada, Getafe, Lasarte Oria, Leganés, Lleida, Marmolejo, Mejorada del Campo, Móstoles, Parla, Pinto, Puerto Real, Rivas Vaciamadrid, San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes, Valdepeñas y Velilla de San Antonio. 
En la segunda convocatoria de Reconocimiento (año 2006), fueron reconocidos: Barcelona, Granada, Palencia y Umbrete. En la tercera (año 2008), fueron reconocidos: Humanes de Madrid, Madrid, Segovia y Vejer de la Frontera.Y, finalmente, en la cuarta convocatoria (año 2010), fueron reconocidos: Alcalá de Guadaíra, Avilés, Belmonte de Miranda, Cabra, Cáceres, Carrión de los Céspedes, Conil, Cornellá de Llobregat, Laviana, Lora del Río, Málaga, Olivares, Quart de Poblet, San Bartolomé de la Torre, San Cristóbal de Segovia, Siero, Somiedo, Tineo, Vera y Villamayor (5).

2.2. Metodología
La presente investigación se ha llevado a cabo siguiendo una doble metodología. Por una parte, se ha realizado un estudio cuantitativo mediante encuesta y, por otra, hemos realizado un estudio cualitativo de algunas iniciativas destacadas de participación infantil y juvenil activa en medios de comunicación identificadas a partir del estudio cuantitativo.
La fase cuantitativa se inició con el diseño y envío de un cuestionario para recabar información sobre las iniciativas de participación infantil en los medios de comunicación de ámbito municipal y sobre los recursos municipales disponibles para estas actividades. La recogida de información se completó mediante entrevistas telefónicas, con las que recabamos información de aquellos municipios que no remitieron el cuestionario o de los que fue necesario completar información.
En una primera instancia, se envió un cuestionario, en marzo de 2011, a los 54 municipios identificados en la población de interés. Del total de municipios consultados, 27 (50%) respondieron al cuestionario enviado y 27 (50%) no respondieron. Posteriormente, en septiembre de 2011, se contactó telefónicamente con los 27 municipios que no habían respondido al cuestionario enviado en primera instancia. El cuestionario enviado recoge los indicadores de participación infantil utilizados en el Protocolo de Reconocimiento de Ciudades Amigas de la Infancia (6). Tanto para el envío del cuestionario por correo electrónico como para la consulta telefónica, se utilizó la base de datos de técnicos municipales de la que dispone el Programa CAI. El procedimiento seguido, una vez recabados los datos, consistió en el análisis descriptivo de las iniciativas de participación infantil en medios mediante la frecuencia de respuesta y el cruce de las distintas variables. Los análisis se llevaron a cabo utilizando el programa informático IBM SPSS Statistics versión 19.
Junto al estudio cuantitativo, se ha procedido también a un análisis cualitativo de las iniciativas de participación infantil en medios de comunicación alegadas en los cuestionarios. Para ello, se han seleccionado algunas de ellas, las consideradas por los investigadores como más destacadas. La parte cualitativa ha consistido en visitas personales de los investigadores a los lugares donde se desarrollan esas iniciativas para conocerlas sobre el terreno (7). Asimismo, y dada la notable ausencia de literatura científica al respecto del asunto concreto de nuestro interés, se ha utilizado la documentación presentada por los municipios candidatos al proceso de Reconocimiento 2010-2014 del Programa CAI, las noticias publicadas sobre iniciativas de participación infantil en medios de comunicación y la bibliografía pertinente existente.

3. RESULTADOS
La distribución de municipios por criterio de población abarca todo el rango de tamaños, cubriendo desde los municipios de menos de 5.000 habitantes (6%) hasta los de más de 250.000 habitantes (6%). El 32% de los municipios cuenta con entre 5.000 y 20.000 habitantes; el 20%, con entre 20.001 y 50.000 habitantes; el 22%, con entre 50.001 y 100.000 habitantes y el 15%, con entre 101.000 y 250.000 habitantes (véase Figura 1).
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De los 54 municipios consultados, 27 (50%) respondieron inicialmente al cuestionario enviado y 27 (50%) no respondieron al cuestionario. Con posterioridad, se constató telefónicamente que aquellos que no habían respondido al cuestionario, no disponían de acciones de comunicación dirigida a los niños. De los que contestaron, solo dos municipios no disponían de ningún medio dirigido a los niños. En total, el 46% de los municipios estudiados dispone de algún medio de comunicación dirigido a la infancia y el 53% no dispone de medios dirigidos a la infancia (Figura 2).
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Como muestra la Figura 3, de los municipios que disponen de medios con información dirigida a niños, un 29% dispone de secciones en Prensa; un 13% dispone de este tipo de información en Radio; un 11%, en TV y un 35%, en alguno de los soportes relacionados con las últimas tecnologías de la información y la comunicación (TICs). De los 25 municipios que disponen de algún medio de comunicación dirigido a los niños, el medio más frecuente en el que existe alguna sección dirigida a la infancia es Internet (TICs), disponible en el 76% de los municipios, seguido de la existencia de alguna sección en Prensa (64%). En el 28% de los municipios existen secciones en Radio y en el 24%, en TV.
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Como muestra la Figura 4, el 68% de los municipios estudiados no dispone de medios en los que participen los niños en alguna medida, frente a un 31% que sí dispone de ellos.
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El medio en el que los niños participan con mayor frecuencia en términos de elaboración de contenidos es Internet (TICs), en el que participan en el 20% de los casos consultados, seguido de Prensa (17%), Radio (11%) y TV (6%). En el 69% de los casos, los niños no participan en la elaboración de los contenidos (ver Figura 5).
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Centrándonos en la información medio a medio, cuando se participa en prensa, la mayor parte de las veces lo hacen ambos grupos de edad (11%), frente a un 6% en el que solo participan los jóvenes y un 9% en el que solo participan los niños (8). En el caso de la radio, en el 7% de los casos participan jóvenes, en el 7% participan niños y en un 3% participan tanto niños como jóvenes. Cuando nos centramos en la TV, en el 2% de los municipios participan niños y jóvenes, en el 4% participan niños y en el 2% participan jóvenes. Por último, tal y como muestra la Tabla 1, en las iniciativas de participación en TICs, en el 9% de los municipios participan niños y jóvenes, en el 4% participan niños y en el 15% participan jóvenes.
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La antigüedad de las iniciativas de participación infantil en medios varía entre 2 meses y 180 meses (15 años). Atendiendo al promedio de las antigüedades, las iniciativas más antiguas son las actividades de radio dirigidas a ambos segmentos de edad, con una antigüedad promedio de 96 meses. En general, todas las iniciativas cuentan con una trayectoria de más de año y medio. Agrupando las iniciativas para cubrir todos los tipos de destinatarios (Tabla 2), la antigüedad media de las actividades en prensa se sitúa en los 30 meses, siendo la más reciente de 6 meses atrás y la más antigua de 72 meses atrás (respecto al momento de la realización de la investigación). Las actividades de radio más modernas son de hace 12 meses y las más antiguas de 180 meses, con un valor medio de 26 meses. Las actividades de TV son escasas: la más moderna es de hace 2 meses y la más antigua de hace 48 meses, con una mediana de 45 meses. Por su parte, las iniciativas de TICs más modernas solo cuentan con 3 meses de actividad y las más antiguas son de hace 120 meses, con un valor medio de 28 meses (9).
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Respecto a la frecuencia de las iniciativas (Tabla 3), agrupando las respuestas por medios de comunicación y sin tener en cuenta el segmento al que van dirigidos, las actividades de prensa suelen ser mensuales o trimestrales, las de radio son mayoritariamente semanales, las de TV suelen ser diarias o semanales y las TICs son mayoritariamente diarias.
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En general, pocos municipios han respondido al número de participantes que colabora en cada una de las iniciativas de comunicación, por lo que es difícil distinguir entre iniciativas. Las TICs y la Prensa parecen ser las que dan pie a un mayor número de participantes (Figura 6). Destaca el hecho de que ningún municipio contesta al número de adultos que participan en las iniciativas de comunicación orientadas en origen a niños y jóvenes.
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Respecto al modo de financiación de las iniciativas, se ha respondido en general mal a la pregunta sobre los medios de financiación. La financiación más frecuente de las iniciativas es de tipo público. El patrón cambia cuando se trata de la TV, donde parece predominar la financiación mixta (en parte pública y en parte privada). En el caso de las iniciativas de Prensa, el 76% son de financiación pública; en Radio, el 50% de las iniciativas son de financiación pública y el 50% de financiación mixta; en TV, predomina la financiación mixta (67%) y en el caso de las TICs, el 100% de las iniciativas son de financiación pública.

4. DISCUSIÓN
A la vista de los resultados estadísticos, se perciben escasas iniciativas tanto de medios con información dirigida a niños y jóvenes como de medios participados por estos. No conviene olvidar que el estudio ha sido realizado tomando como universo los 54 municipios españoles reconocidos por UNICEF como “Ciudades Amiga de la Infancia”, es decir, municipios que se encuentran a la vanguardia en materia de defensa y promoción de los derechos de la infancia. Es de esperar que si ya en esta muestra se detectan carencias marcadas, una ampliación del universo muestral a los 8.112 municipios españoles arrojaría datos con mayores márgenes aún para la mejora. Por lo tanto, puede concluirse que en España no hay un adecuado desarrollo de los principios contenidos en la CDN y en otras normas respecto a medios de comunicación e infancia ni se han atendido convenientemente las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño al respecto.
Las iniciativas de participación infantil en TICs están mayoritariamente protagonizadas por jóvenes de 13 años de edad en adelante y cuentan con escasa participación de niños menores de 13 años. En la era tecnológica en la que nos encontramos inmersos, resultaría conveniente una mayor promoción de la implicación y familiarización de los niños en edades tempranas con las últimas tecnologías.
Las actividades infantiles y juveniles en iniciativas de televisión son escasas. A pesar de la creciente implantación y arraigo social de los nuevos medios (Internet y dispositivos móviles), la televisión continúa siendo el rey de los medios para toda la población, incluida la infantil y adolescente, y sigue ejerciendo una mágica y poderosa atracción y una gran capacidad de influencia.
Aunque ningún municipio contesta al número de adultos que participan en las iniciativas de comunicación orientadas en origen a niños y jóvenes, quizá por ello mismo (y por nuestras observaciones directas en la fase cualitativa de la investigación), se detecta aún un excesivo dirigismo adulto. Los niños deberían gozar de mayores grados de libertad a la hora de proponer y desarrollar los temas de su interés, sin que ello impida el pertinente, necesario y deseable apoyo de los técnicos.
La fuente de financiación de las iniciativas de participación infantil en medios es mayoritariamente de carácter público. Sería deseable una mayor presencia de financiación privada en la promoción y desarrollo de este tipo de iniciativas. Las propias empresas de comunicación, dentro de su compromiso en términos de función social, podrían realizar aportaciones en este sentido sin menoscabo de sus resultados económicos. Existe demasiada variabilidad en la frecuencia de las iniciativas para poder extraer conclusiones. Las iniciativas de prensa tienden a ser de carácter mensual o superior; las iniciativas de radio tienden a ser de carácter semanal o mensual; las de televisión, de carácter diario o semanal y las TICs son de carácter diario o mensual.
Deberían establecerse mecanismos de monitorización y seguimiento de la evolución del mapa de iniciativas (estables) de participación infantil y juvenil en medios de comunicación en España. Los Observatorios de la Infancia y Adolescencia podrían incluir este acometido entre sus labores.
Apenas existen estudios y reflexiones sobre participación infantil real y efectiva en medios de comunicación. Se trata de una línea de investigación, tanto en su vertiente cuantitativa como cualitativa, muy escasamente desarrollada. En este sentido, y siguiendo las recomendaciones hechas por el Comité de los Derechos del Niño ya en 1996, convendría profundizar en la producción de literatura científica (y divulgativa) al respecto para ir consolidando un corpus de documentación sobre buenas (y malas) prácticas en materia de participación infantil y juvenil en medios. Asimismo sería muy beneficioso para la proliferación de este tipo de iniciativas la existencia de guías o documentos marco para la orientación y el asesoramiento de los técnicos interesados en desarrollar este tipo de trabajo con los niños.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BUCHT, C. & VON FEILITZEN, C. (eds.) (2001): Outlooks on Children and Media. Yearbook 2001. Nordicom. Göteborg (Sweden): The UNESCO International Clearinghouse on Children, Youth and Media. ISBN: 91-88471-09-1.
CHARLES, M. & OROZCO, G. (coords.) (1990). Educación para la recepción. Hacia una lectura crítica de los medios. México: Trillas. ISBN: 968-24-2962-5.
GIROUX, H. (1994). Jóvenes, diferencia y educación posmoderna. En VV.AA. Nuevas perspectivas críticas en educación. Barcelona: Paidós Ibérica, pp. 97-128. ISBN: 84-493-0045-2.
MARTA LAZO, C. (2005). Análisis de la audiencia infantil: de receptores de la televisión a perceptores participantes. Madrid: Universidad Complutense de Madrid. ISBN: 84-669-2481-7.
MARTÍNEZ DE TODA, J. (1998). Metodología evaluativa de la Educación para los medios: su aplicación con un instrumento multidimensional. Tesis doctoral inédita. Roma: Pontificia Universitas Gregoriana.
MASTERMAN, L. (1994). La enseñanza de los medios de comunicación. Madrid: Ediciones de la Torre. ISBN: 84-7960-055-1.
PÉREZ TORNERO, J. M. (1994). El desafío educativo de la televisión. Para comprender y usar el medio. Barcelona: Paidós. ISBN: 978-84-493-0055-4.
TOFFLER, A. (1980). The third wave. New York: William Morrow. ISBN: 978-0553246988.
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(1) Esta investigación ha sido realizada gracias al apoyo económico y técnico del Programa Ciudades Amigas de la Infancia, un Programa de UNICEF España; el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; la Federación Española de Municipios y Provincias y el Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y Adolescencia de la Universidad Autónoma de Madrid.
(2) Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor, de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Artículo 7-1: “Los menores tienen derecho a participar plenamente en la vida social, cultural, artística y recreativa de su entorno, así como a una incorporación progresiva a la ciudadanía activa. Los poderes públicos promoverán la constitución de órganos de participación de los menores y de las organizaciones sociales de infancia”.
(3) Entre los enfoques surgidos desde la línea de investigación cognitiva, encontramos la Teoría biológico-cognitiva, de María Montessori; la Teoría de la Gestalt; el Modelo psicolingüista, de Noam Chomsky; la Teoría de la formación del concepto y el aprendizaje verbal, de Eli Saltz, y la Teoría del desarrollo cognitivo, de Jean Piaget.
(4) En relación con el ámbito de la comunicación, en este último nivel podemos señalar, entre otras, las siguientes teorías y líneas de estudio: la teoría de los “efectos limitados” (“teoría ecológica”, de Urie Bronfenbrenner); la “teoría de los usos y las gratificaciones”, de Elihu Katz y Paul Lazarsfeld, y los “estudios culturales”, de Stuart Hall, David Morley, Dorothy Hobson y James Llull.
(5) El Reconocimiento de Ciudades Amigas de la Infancia por parte de UNICEF España y sus socios de Programa (el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; la Federación Española de Municipios y Provincias y el Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y Adolescencia) se produce cada dos años desde 2004. Se trata de un proceso con el que UNICEF reconoce y premia la labor de los Entes Locales españoles en relación con los derechos de la infancia. Para obtener tal reconocimiento, se debe cumplir con el Protocolo correspondiente (disponible en http://www.ciudadesamigas.org/etc/CAI_protocolos_2010.pdf).
(6) El cuestionario puede consultarse en http://www.ciudadesamigas.org/etc/cuestionario.pdf
(7) Existen en España algunos casos destacados de planificación municipal en materia de participación infantil y juvenil en medios de comunicación que conocimos directamente sobre el terreno. Concretamente, la iniciativa Paquenosescuchen, una revista promovida desde el Observatorio de la Infancia y la Adolescencia del Principado de Asturias; el programa de televisión “Un poco de kada”, promovido por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) o La Pequeplaza, publicación trimestral impulsada por la Concejalía de Infancia del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Se trata de interesantes proyectos sobre los que, junto a otros, es nuestra intención incidir en futuros escritos.
(8) En el cuestionario utilizado, se ha establecido la edad de 12 años para delimitar y discriminar la categoría “niños” (12 años de edad o menos), frente a la categoría “jóvenes” (13 años de edad en adelante).
(9) Dada la gran disparidad entre las antigüedades máximas y mínimas de las iniciativas, estadísticamente resulta más apropiado usar la mediana como valor medio.

Breve semblanza de los autores
Joaquín Sotelo González es profesor de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, institución por la que se doctoró con Premio Extraordinario en 2005. Ha realizado estancias de investigación y docencia en algunos de los más prestigiosos centros internacionales (Oxford University, European University Institute y University College of Cork) y cuenta con más de setenta publicaciones en distintos soportes, muchas de ellas relacionadas con los derechos de la infancia. Desde 2005, colabora con UNICEF Comité Español en el desarrollo del Programa ‘Ciudades Amigas de la Infancia’. Actualmente, forma parte de varios proyectos nacionales de investigación financiados y es productor de contenidos audiovisuales.
Miguel Ángel Ruiz es doctor en Psicología y profesor titular de Técnicas Multivariantes en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid. Realizó su tesis doctoral sobre ‘El problema de la estimación del número de factores en los métodos de extracción del Análisis Factorial’ (1991) y desarrolla su investigación sobre métodos estadísticos de análisis de datos, especialmente en el campo de las Ciencias Sociales y de la Salud. Ha publicado más de ochenta artículos en revistas nacionales e internacionales sobre técnicas de análisis multivariante y su aplicación, el desarrollo y adaptación de cuestionarios psicométricos y la evaluación de la calidad percibida, en el ámbito sanitario y del consumidor. También ha participado en más de diez libros académicos y manuales sobre análisis de datos y modelos de ecuaciones estructurales. En el campo de la atención a la infancia ha desarrollado investigaciones sobre el estudio de las necesidades de la infancia, el establecimiento de las bases para un Plan Nacional de Infancia, la evaluación de planes de infancia regionales y municipales, el diseño de instrumentos de detección de maltrato infantil, la elaboración de estadísticas de infancia y la valoración de las políticas municipales dirigidas a la infancia. En la actualidad, investiga sobre el desarrollo de sistemas de indicadores de maltrato infantil. También fue el terminólogo de las traducciones al castellano del programa de análisis estadístico SPSS (Chicago, EE.UU.) desde 1994 hasta 2007.
Gregorio Aranda Bricio (Madrid, 1970) es Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid, donde también cursó un Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación. Desde 2006, es técnico de políticas de infancia en UNICEF Comité Español y coordinador del Programa ‘Ciudades Amigas de la Infancia’. Cuenta con experiencia en animación socio-cultural y en el trabajo con menores en sistemas de protección y justicia juvenil en la Administración General, local y autonómica. Ha participado en diversos programas de ayuda al desarrollo, en procesos democráticos y de emergencia en varios países. Ha colaborado en másteres de formación a educadores sociales y cuenta con varias publicaciones relacionadas con los derechos de la infancia.
Francisco Cabezuelo-Lorenzo es profesor del área de Publicidad y Comunicación Audiovisual en la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación del Campus Público ‘María Zambrano’ de Segovia (Universidad de Valladolid). Es doctor europeo en ‘Tecnologías, Estructuras y Tratamientos de la Información’ por la Universidad Complutense de Madrid. Es Licenciado en Periodismo (Universidad Complutense de Madrid) y Licenciado en Publicidad y RR.PP. (Universidad Camilo José Cela). Cuenta con un sexenio de investigación reconocido por la CNEAI para el período (2007-2012). Es autor de más de una treintena de artículos en prestigiosas revistas españolas e internacionales y coautor de más de setenta capítulos en obras conjuntas en el campo de las Ciencias de la Comunicación. Ha participado en varios proyectos de investigación de ámbito europeo, nacional y autonómico. Habla inglés, francés e italiano.

Leoteca, la primera comunidad lectora para niños y adultos en formato de red social



Leoteca es...




Leoteca es una comunidad infantil donde la lectura se convierte en una actividad mucho más atractiva. Al unirse a Leoteca, al mismo tiempo que los más pequeños leen, también comparten sus experiencias con sus amigos, compañeros y profesores.


Además, se puede consultar lo que ha leído un compañero, hacer sugerencias, comentar y votar los libros y realizar nuevas búsquedas para seguir leyendo según los gustos y expectativas de cada uno.

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Leoteca es un espacio dedicado a la literatura infantil especialmente pensado para la participación de los niños pero en el que los adultos también desempeñan un papel activo.
Leoteca también ofrece grandes ventajas para los docentes, pues gracias al formato de red social, simplifica el seguimiento de la evolución lectora en el aula, ayuda a establecer nuevas relaciones entre profesores y alumnos y potencia el interés por la lectura.

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Comparecencia de la Asociación GSIA en la subcomisión de violencia frente a la infancia del Congreso de los Diputados


Lourdes Gaitán compareció ante la 
Subcomisión para abordar el problema de violencia contra las niñas y los niños’ 
en calidad de Presidenta de la asociación GSIA 

Ver abajo el texto íntegro de la Comparecencia

Entre los objetivos de la subcomisión, constituida el 7 de octubre, y dependiente de la comisión de Sanidad y Servicios Sociales, destaca llegar a ofrecer una visión global e integradora de la situación de la violencia contra los niños y niñas que supere la invisibilidad de este grupo social, tanto a nivel de la cuestión a análisis por la subcomisión como por la ausencia una mayor información estadística en relación a la infancia y adolescencia. Esta subcomisión sentará las bases del ‘Estudio de la situación de la violencia contra los niños y niñas’ en España.

La asociación GSIA considera relevante superar los clichés a los que se ven expuestos los niños, niñas y adolescentes a través de los medios de comunicación para desde el enfoque de derechos de los niños posibilitar una mirada sociológica que comprenda la posición, y su motivo de ser, de los niños y niñas en la sociedad.Esta perspectiva macrosocial incardina, a entender de la asociación GSIA, la explicación de la existencia de la violencia contra los niños y niñas en una sociedad donde éstos ocupan un lugar determinado en su estructura social, como en el imaginario colectivo reflejado en la manera en que la infancia es tratada a nivel informativo.



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIÓN DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES. 
Subcomisión para abordar el problema de la violencia contra los niños y las niñas (15412)
Comparecencia: Dª Lourdes Gaitán Muñoz. Presidenta de la Asociación
      Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia
Fecha: 10 de diciembre de 2014

A.     LA INFANCIA COMO FENÓMENO SOCIAL
1.      Para empezar podemos hablar de la infancia, no tanto como etapa vital sino como el espacio social reservado para los niños. Un espacio en el que se define la forma de ser niño en un momento histórico y en un contexto geográfico, socioeconómico y cultural determinado.
2.      Por eso no significa lo mismo ser niño (o niña, o adolescente) hoy, que serlo hace veinte, o cincuenta, o cien o doscientos años antes. Tampoco es lo mismo ser niño hoy en un país europeo, que en uno latinoamericano, que en otro asiático o africano.
3.      Sin embargo hay algo en común entre todos los llamados niños, tanto histórica como coyunturalmente, y esto es su posición de dependencia frente al colectivo adulto, las limitaciones impuestas sobre su ser y su actuar, unas limitaciones que, si bien tienen una base biológica evidente, ya que los seres humanos nacemos al mundo bastante incompletos, se hace más y más social a medida que transcurren los años de la niñez (Gaitán, 2006).
4.      La infancia se concibe como un tiempo de espera (“cuando seas padre, comerás huevos”, dice el viejo refrán castellano) una clase de moratoria vital, una “reserva” para una especie que se supone en riesgo de extinción, y con ella todo lo que de bello, inocente, espontáneo, no reglado, libre de responsabilidades y obligaciones puede tener la vida del ser humano.

B.     LOS NIÑOS Y NIÑAS COMO ACTORES SOCIALES
  1. Frente a una concepción de la infancia eterna, intemporal, proyectada hacia el futuro, mantenida en general por los adultos, la infancia es el tiempo en el que se es niño y se vive como niño, a los ojos de sus protagonistas.
  2. Los niños son actores en el proceso continuo de crear y re-crear la infancia, cuestión que se hace evidente solo con observar sus conductas, pero que es poco reconocida por parte de los adultos, quienes tienden constantemente a reconducir la infancia al orden, a su orden.
  3. La vida de los niños se desarrolla principalmente en el ámbito de lo privado. Escondidos en la familia, su vida diaria permanece oculta y desconocida para la mirada adulta, salvo cuando su comportamien­to problemático amenaza al orden social, el incumplimiento paterno remueve las conciencias hacia el deber colectivo, o las necesidades reproductivas de la sociedad requieren su participa­ción en los procesos educativos.
  4. Pero a pesar de ser invisibles los niños actúan. Actúan unas veces porque su propia existen­cia modifica el entorno y obliga a adoptar medidas con relación a ellos, y otras veces porque, al irse introduciendo en el mundo social empiezan a intervenir en él.
  5. Tanto en el ámbito microsocial, como en el nivel de la estructura social, los niños, no sólo pueden actuar, sino que actúan de hecho, e interactúan otras personas y con los demás grupos sociales, modificando, construyendo y contribuyendo a los cambios que se producen en la sociedad, a la vez que son afectados por ellos en forma no exactamente igual que son afectados sus padres o los otros adultos, y sí de modo bastante semejante a como resultan afectados otros niños.

C. LA INFANCIA ES UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
  1. Cuando se habla de “construcción social de la infancia” no se está haciendo referencia a un acto físico ni consciente, sino a un proceso dialéctico de producción de sentido por el cual se dota a la infancia, como a cualquier otro aspecto de la realidad social, de un significado, que es aprehendido como un hecho objetivo que se internaliza a través de la socialización y se reproduce, pero ya no de forma igual, sino transformado por la conciencia.
  2. El orden social que rige y se nos presenta como parte de esa realidad, no forma parte de la naturaleza de las cosas, existe solamente como producto de la actividad (cognitiva) humana, como resultado de la constante interacción entre el ser humano (productor) y el mundo social (su producto).
  3. En la construcción social vigente, la infancia viene a ser una etapa de preparación orientada al futuro, lo que ensombrece buena parte de su realidad escrita en presente. Se considera a las personas menores de edad como seres incompletos, dependientes, moldeables, controlables, definidos no por un “ser” sino por un “aun-no-ser” adultos. Y así, el niño no es considerado como un "ser humano" sino como un "potencial humano".

D. LOS NIÑOS SON UNA MINORÍA SOCIAL
13.  Los niños presentan un rasgo significativo en su consideración social: ser menores de edad es lo que les adscribe a un grupo, es su condición común más aparente. Se trata de un grupo que presenta los rasgos clásicos de una minoría social: discriminación en materia de derechos, de acceso al poder, de bienestar y prestigio, así como una subordinación al grupo dominante.
14.  Quienes pertenecen a una minoría son consi­derados inferiores y frecuentemente son víctimas de prejuicios, discriminación, abuso y humillaciones que poco tienen que ver con sus valores individuales sino que son precisamente un resultado de su estatus minoritario.
15.  Como otros grupos minoritarios los niños disfrutan de unos derechos, aunque no de otros, pero su principal peculiaridad consiste en ser el único grupo social cuya limitación de derechos está fundamentada en la edad, y el único que está privado de la representación directa de sus propios intereses ya que, como antes las mujeres estaban representadas por sus padres o esposos, así los niños lo siguen estando por sus progenitores o por sustitutos de éstos.

E. LAS RELACIONES INTERGENERACIONALES COMO RELACIONES DE PODER
  1. La cuestión de las relaciones entre las generaciones infantil y adulta resulta ser uno de los puntos clave en la concepción de la infancia. Ambas generaciones se necesitan, aunque más la primera de la segunda, que está llamada a introducir a los nuevos miembros en las pautas y normas de la vida social, que es lo que hace a unos y otros seres humanos, esto es, seres sociales.
  2. Por ese camino el colectivo adulto puede lograr su principal finalidad, cual es, asegurar el futuro de la especie, pero si en esta tarea se limitara simplemente a reproducir lo ya vivido, estaría negando cualquier posibilidad de avance en la condición humana. Por el contrario, con la contribución de todos (hombres, mujeres, niños) reconocida o no, es como se producen los cambios.
  3. Tomando la perspectiva de los niños, cabe señalar que estos tienen bastante clara la existencia de un orden generacional presente en las relaciones entre personas adultas y personas menores de edad.
  4. La idea central en la noción de orden generacional es que existe un sistema de ordenación en las sociedades modernas que se relaciona específicamente con los niños como categoría social y circunscribe para ellos lugares sociales particulares, desde donde los mismos actúan y participan en la vida social.
  5. Este sistema de ordenación es comparable con otros mejor conocidos, como los que se refieren al género, la etnia o la clase social. Como en estos pueden observarse los conflictos, las alianzas, la jerarquía, las relaciones de poder, etc., que se dan entre los distintos actores en liza, que serían las unidades generacionales en este caso.

F. LA IMAGEN SOCIAL DE LA INFANCIA
21. La imagen de infancia que se comparte actualmente de modo mayoritario  la presenta como una etapa de preparación y aprendizaje, de dependencia y también de cierta irresponsabilidad, por lo que necesita ser protegida frente a los demás y también, en cierto modo, de sí misma.
22. Una contribución importante a la construcción actual de la imagen de la infancia ha venido de la mano de la idea y la puesta en práctica de los derechos humanos universales, lo que ha llevado a extender el ámbito de estos derechos hacia los colectivos que se consideran más necesitados de protección por su especial vulnerabilidad, entre ellos, el conformado por los niños, niñas y adolescentes.
23. La virtud más notable de la Convención reside en la expresa y reiterada atribución de derechos a los niños por sí, a los niños como personas. Junto a ello es destacable que son los Estados que la suscriben los que reconocen estos derechos y adquieren el compromiso de velar por su cumplimiento, y asimismo que se establezca en la misma un sistema continuado para el seguimiento de los avances que se van logrando en los distintos países respecto a la protección de aquellos derechos y a la promoción del bienestar de los niños.
24. Del lado de los defectos, los más señalados derivan de una concepción adultocéntrica de las relaciones niño-sociedad, y de una visión basada en la cultura occidental dominante, latentes ambas cosas en el texto de la Convención. Pese a ello, la existencia de este instrumento legal y la amplia difusión del mismo, ha repercutido, indudablemente y a escala universal, en beneficio de los niños, quienes han entrado de hecho en la agenda política.
25. De forma concreta, en su artículo 19 la Convención establece que los estados partes adoptarán todas las medidas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. 

G. LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS Y NIÑAS
26. Los estudios de carácter histórico han puesto de manifiesto que el maltrato, el abuso y en general la violencia ejercida contra niños y niñas ha venido a ser un fenómeno tan antiguo como la propia humanidad.
27. Durante mucho tiempo se ignoraron las necesidades físicas y emocionales de los niños y no es hasta épocas tan tardías como finales del siglo XIX cuando se comienza a legislar contra el maltrato infantil (a imagen por cierto de lo legislado en relación a la protección de los animales) o más aún, hay que esperar a los años 70 del siglo XX para ver identificado como un síndrome el que se refiere al niño maltratado.
28. El aumento de la sensibilidad social con respecto a la violencia inflingida a los niños se pone de manifiesto en la incorporación de la protección frente a la misma en la Convención de los Derechos del Niño, pero también en todas las acciones y medidas que, desde su aprobación, se han puesto en práctica.
29. Pese a ello, las cifras de la violencia contra los niños siguen considerándose inadmisibles. Y esto último es lo que se puede ver en parte una buena noticia, porque significa, no tanto que la violencia haya aumentado, sino que nuestro umbral de tolerancia frente a la misma ha descendido notablemente.
30. La violencia contra los niños y niñas debe ser considerada como un fenómeno relacionado con un modelo de sociedad en el que rige un orden generacional en el que el poder se encuentra en manos de un grupo dominante (adulto) que lo ejerce frente a un grupo infantil, definido como dependiente, incapaz, y falto de autonomía.
31. Cualquier mejora de la situación actual debería pasar por un cambio en mentalidad colectiva (de la imagen social de la infancia) y asimismo por conseguir un equilibrio diferente en el balance de poder entre niños y adultos. Por más que esto resulte más difícil de modificar que las conductas individuales, o más lento de implantar que unas nuevas leyes. 

H. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN EN LA PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS CONTRA LA VIOLENCIA
32. El informe realizado por un experto independiente por mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas  y publicado en 2006 constituye un marco indispensable para la comprensión actual del fenómeno (http://www.unicef.org/violencestudy/spanish/).
33. El documento Cómo eliminar la violencia contra los niños, editado por UNICEF y la Unión Interparlamentaria contiene una serie de recomendaciones y sugerencias para parlamentarios, inspiradas en el documento anterior   (http://www.ipu.org/PDF/publications/violence_es.pdf)
34. El informe Ocultos bajo la luz, de UNICEF, publicado en septiembre de 2014, con cifras referidas a la violencia contra los niños y niñas en todo el mundo trata de aproximar las dimensiones del fenómeno en todo el mundo, con el fin de aumentar el inter (http://www.unicef.es/actualidad-documentacion/publicaciones/ocultos-plena-luz-un-analisis-estadistico-de-la-violencia)
35. Las Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño Nº 8 (2006) sobre el derecho a la protección de los castigos corporales y otras formas de castigos crueles y degradantes, y Nº 13 (2011) sobre el derecho a no ser objeto de ninguna forma de violencia.
36. Diferentes publicaciones de Save the Children (España) referidas a los niños como víctimas en la violencia de género, acoso y ciber acoso, protección contra la trata, etc. 

I. PROPUESTAS PARA LA ACCIÓN
37. El informe del experto independiente para Naciones Unidas finaliza con 12 recomendaciones generales, así como con otra serie de ellas, aplicables particularmente a los ámbitos en los que se desarrolla la vida de niñas y niños que son, por ende, donde se produce la violencia contra los mismos.
38. Es preciso ajustar estas recomendaciones a la realidad particular de cada país, y a los perfiles propios con los que se presenta la violencia  en el mismo.
39. Desde nuestra perspectiva (sociológica y centrada en la infancia) nos permitiríamos destacar las siguientes:
·         Elaborar y aplicar sistemáticamente sistemas nacionales de reunión de datos e investigación. La primera aproximación a un fenómeno consiste en dimensionarlo, en “tomarle las medidas”.  Pero además este       conocimiento es la base para poder establecer objetivos concretos, y mensurables, que puedan ser evaluados en su eficacia, eficiencia e impacto para avanzar en la reducción de la violencia contra los niños en cada uno de los ámbitos identificados.
·         Aumentar la capacitación de todos los que trabajan con y para los niños. Se trataría de influir en el cambio de mentalidades, especialmente en las de aquellas y aquellos que tienen mayor capacidad de decisión sobre los arreglos de vida de niñas y niños: jueces, fiscales, trabajadores sociales. Así mismo sobre los grupos profesionales que se encuentran en contacto cotidiano y más próximo con niños, niñas y adolescentes: profesores, educadores, pediatras. Sin olvidar a quienes, por su profesión, pueden prestar un auxilio inmediato a los que están siendo víctimas de violencia o se encuentran en riesgo de serlo, especialmente la policía. 
·         Garantizar la participación de los niños en todos los asuntos que les afectan. La participación social de los niños y niñas debe dejar de ser una frase retórica, ni limitarse a representaciones simbólicas de su “futura ciudadanía”. El mandato de la Convención es claro: ellas y ellos tienen derecho a expresar su opinión en todo aquello por lo que se encuentran implicados, que les incumbe y que les repercute. Y todo es TODO.
·         Promover valores no violentos y concienciación. El papel de los medios de comunicación es fundamental para difundir mensajes que pueden, o bien contribuir a un cambio en la imagen social de la infancia, en el sentido de poner de manifiesto las capacidades y los valores de niños, niñas y adolescentes, o bien servir para alimentar estereotipos referidos a ellos como víctimas o victimarios. Establecer vías de diálogo entre protagonistas (los niños) y profesionales de los medios, podría ser en este sentido una vía a explorar.


Madrid, 10 de diciembre de 2014

España ha ratificado este jueves el Convenio europeo sobre el ejercicio de los derechos de los NIÑOS y NIÑAS

España ha ratificado este jueves el Convenio europeo sobre el ejercicio de los derechos de los Niños, que será de obligado cumplimiento en nuestro país desde el 1 de mayo de 2015, ha anunciado el Consejo de Europa, institución paneuropea creada en 1949 y que hoy reúne a 47 Estados miembros.

   Este instrumento busca proteger el interés del niño y proporciona toda una serie de medidas para permitir a los niños ejercer sus derechos, en particular en pleitos familiares que hayan llegado a los tribunales (custodias, adopciones, protección ante trato cruel o denigrante...).

   El convenio establece una serie de obligaciones para la autoridad judicial o la persona designada para representar al niño ante los tribunales con el fin de que se facilite el ejercicio de sus derechos por parte del niño, niña o adolescente.


   Por ejemplo, esta norma obliga a dar información a a los niños, niñas y adolescentes sobre el proceso judicial en el que estén implicados y a permitir que puedan  expresar sus opiniones al respecto.

El texto prevé medidas para promover los derechos de los niños en los procedimientos familiares ante un tribunal, como la custodia, la residencia, el derecho de visitas, la adopción, la tutela, la administración de los bienes o la protección ante el maltrato.

Según el convenio, el Estado "tiene un papel que desempeñar, no solo cuando los padres no ejercen sus responsabilidades de forma adecuada, sino por el hecho de que el niño vive en una sociedad que le ha dado una serie de derechos que puede ejercer".

Algunos países, como Reino Unido, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y Suiza, aún no lo han firmado.

El convenio relativo a los niños, niñas y adolescentes, que España firmó en 1997, entrará en vigor el 1 de abril de 2015.

Hablando de Infancia y Adolescencia, Revista GSIA, Noviembre 2014

Hablando de Infancia y Adolescencia

La Asociación GSIA edita una publicación periódica que analiza la actualidad recogida por los medios en relación a la infancia y la adolescencia, aportando nuestro propio enfoque en distintos artículos y columnas de opinión.

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En la página web de la Asociación GSIA puedes consultar todos los números editados de la Revista de Prensa "Hablando de Infancia y Adolescencia".

También en la web encontrarás artículos, documentación, investigaciones, estudios, legislación, etc. relativos a la infancia y la adolescencia.

Comunicado del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores a propósito del VI Congreso Mundial por los Derechos de la Infancia, Puebla, México.

Comunicado del Movimiento Latinoamericano y del Caribe 
de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores



Del 12 al 14 de Noviembre 2014.

Nosotros, niños, niñas, adolescentes y colaboradores de los movimientos de México, Venezuela y Bolivia quienes participamos en representación del MOLACNATs en el VI Congreso Mundial de Infancia celebrado en la Ciudad de Puebla, México hacemos el presente comunicado público a la comunidad internacional:

1. Declaramos que a 25 años de la firma de la convención de los derechos del Niño, la celebración del VI Congreso Mundial Infantil y Adolescente en Puebla, México es un claro ejemplo del poco avance que hay en nuestra sociedad hacia el cumplimiento real y efectivo de todos nuestros derechos.
2. Consideramos que fueron prácticamente nulas las oportunidades de participación activa y protagónica de los niños, niñas y adolescentes en los espacios espacio del evento. , particularmente en el Congreso Internacional de los Adultos donde solo fuimos objeto del discurso, proyecciones de videos y fotos de cada una de las ponencias sin la posibilidad de inter actuar manifestando nuestras opiniones.
3. Los espacios destinados para los temas de “vida libre de violencia, derecho y acceso a internet y migración” no fueron abordados con profundidad y tiempo que dichos temas requieren.
4. La separación por edades en el Congreso no permitió el intercambiar nuestras realidades y visiones sobre el tema de los Derechos de los niños. Consideramos que para facilitar las reflexiones sólo era necesario agrupar a los participantes en dos categorías: los niños por debajo de 12 años y otro grupo constituido por adolescentes de los 13 a 17 años.
5. Sentimos que hubo discriminación hacia nosotros como niños, niñas y adolescentes tanto en los materiales que se distribuyeron y comidas con relación al Congreso de los adultos.
6. Denunciamos contundentemente la violación del más sagrado de nuestros derechos como lo es el derecho a la vida de nuestro compañero JOSÉ LUIS TLEHUATLE TAMAYO de 13 años de edad, estudiante y trabajador, quien fuera asesinado por cuerpos policiales pertenecientes a la gobernación del Estado Puebla el 9 de Julio del presente año. Nos unimos a la lucha de su madre la Sra. ELIA TAMAYO quien pide justicia y el castigo a los culpables civiles y policiales.
7. Denunciamos ante la opinión pública internacional la actuación del gobierno del Estado de Puebla quienes expulsaron a la Señora Elia Tamayo del recinto donde se estaba realizando el Congreso Internacional por los Derechos del Niño y del Adolescente, cuando
se disponía a reunirse con miembros de la comisión de derechos del Niño de la Naciones Unidas para exponer la situación del asesinato de su hijo José Luis.
8. Exhortamos a los miembros del comité internacional organizador del congreso Mundial de Infancia hacer una profunda evaluación del contenido, invitados, metodologías y la participación de los gobiernos en los lugares donde se realiza el Congreso para evitar lo que ha venido sucediendo de congreso en congreso. Los próximos eventos consideramos que deben constituirse en espacios para que los niños, niñas y adolescentes representantes de diferentes sectores y países, hagan conocer sus problemas, realidades, demandas y necesidades a los adultos representantes de organismos instituciones.
9. Proponemos que se tome en cuenta El Trabajo de Los Niños, Niñas y Adolescentes, como tema en debate ya que además de ser una realidad en muchos países del mundo es necesario reflexionarlo pero desde un punto de vista de constituirse en un derecho importante como una puerta para el cumplimiento de otros derechos como es el de alimentarse, vestirse acceso a la educación, salud; diferenciado de esta manera con la realidad de la Explotación Laboral la cual también debe ser visibilizada y sobre todo trasnformada.
10. Finalmente nos unimos al clamor de la comunidad internacional y la exigencia del pueblo Mexicano para que aparezcan con vida los 43 normalistas desaparecidos en el Estado de Guerrero y el cese a toda forma de violencia presentes en la sociedad.
¡Vivan Los Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores!
¡Basta de violencia contra los niños, niñas y adolescentes!
¡Justicia para JOSÉ LUIS TLEHUATLE TAMAYO!

Propuestas de mejora para la adaptación del marco jurídico a los escenarios cibernétivos


Kepa Paul Larrañaga*, Consultor Freelance. 
Especialista en TIC y Derechos de Infancia.
Comunicación producida en el 



PRESENTACIÓN:Talcott Parsons en "La estructura de la acción social" señaló la importancia del dinero y el poder en el flujo  social.  Parsons  explicaba,  de  esta  manera,  que  existen  procesos no  dependientes  de  las estructuras lingüísticas para la transmisión de información y su acumulación cuantificada en el sistema social.
La supuesta disrupción de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) en un ecosistema digital que propende a la mundialización de procesos de interacción y de interrelación de personas y objetos, depende del modelo de procesamiento de la información a través de un código informático.
La programación informática, es un modelo de codificación no-dependiente que debe analizarse desde diversos parámetros en orden a valorar a través de ciertas cuestiones esenciales diferentes propuestas adaptativas, estas son:1. La temporización de procesos: comprendiendo la asincronía de procesos interdimensionales entre el código o codificación de la Ley y el proceso de codificación informático y la sincronicidad de interacciones sociales mundializadas.
2.   La arquitectura codificada: comprendiendo la incidencia en las diversas maneras de codificar (código libre y no-libre) y la participación social en la construcción de este código frente al corporativismo tradicional de la codificación legal y normativa.
3.   La accesibilidad al sistema codificado: comprendiendo la cualificación necesaria en el acceso al código y su validación o no mediante educación formal o informal o no-formal. Revolucionando la tradición, en este sentido, frente al modelo de accesibilidad procedimental para la transformación de los códigos legales.
4.  El control social a través del código: incidiendo en el proceso de actualización del código legal sobre el ecosistema digital mundializado, y la utilización del código informático para el control social.
5.  La hibridación como consecuencia: la ruptura de paradigmas establecidos supone una deriva hacia el cambio social necesario. El código informático supera el marco de interacción entre ciudadanos o individuos para sumar la interacción entre objetos y personas.
RETOS ante las definiciones que conciernen a la infancia y a la adolescencia:<<...-Cuando un autor de software dañino produzca un gusano realmente devastador-, eso provocará que surja la determinación política de llevar a cabo lo que los Estados no han completado: presionar para culminar la transformación de la Red en un espacio regulable… esta es una tesis crucial... de la Teoría Z.>> (L. Lessig, “El Código 2.0”: 2006)
Se proponen a continuación una serie de retos que tienen por objeto la reconstrucción a modo de propuesta, para una nueva definición de la infancia.
Así, según esta propuesta, la serie de parámetros son: identidad, límites, privacidad-malware y autorregulaciónEsta serie de variables pueden ser determinantes en el cometido de variar el resultado de la definición de infancia si tenemos en cuenta que el niño sujeto anteriormente a un entorno privado ha pasado a operar en un ecosistema público regido por una arquitectura codificada mediante un lenguaje informático (siguiendo lo indicado como arquitectura del ciberespacio por L. Lessig).
1.    La identidad de la Infancia y la adolescenciaEs un reto porque el ciberespacio descubre numerosos entornos y espacios donde se puede operar con roles heterogéneos entre pares etarios y entre pares no-etarios: de manera intensiva por poder mantener una conexión continuada en la Red y de manera extensiva por poder mantener interacciones mundializadas. Pero, a su vez, la existencia de multiplicidad de roles en un  sólo  niño  o niña y  su ejercicio  es una oportunidad en  la confluencia entre  expresión y emoción para el aprendizaje sobre experiencias de interacción en red.
Para un buen ejercicio se requiere de: la formación de espacios propios donde elaborar su narratividad o donde reelaborar la narratividad de otros generando alternativas de expresión efectiva, el feedback necesario de la comunidad donde se integra el ejercicio del rol social sobre  el  espacio  compartido  y  formado, compartir  el  rol  como  mecánica  de  juego  en  la comunidad de pertenencia o de referencia, series de elementos culturales co-participados que se puedan compartir en red, por ejemplo los memes o lugares comunes como síntesis de ideas.
2.    Los límites sobre la Infancia y la AdolescenciaEs un reto porque el ciberespacio es disruptivo frente a la manera de percibir las dimensiones espacio-temporales en  la  era  pre-internet.  La  codificación  informática  y  la  apertura  de  la arquitectura del ciberespacio a esta codificación, genera ecosistemas que están regulados por el tipo de arquitectura. De esta manera, la igualación entre soberanía, jurisdicción y nación pierde su vigencia al superarse esta capa de acción, pasándose a una dinámica entre ‘acción localizada’ y ‘acción globalizada’ sin discriminación por edad sino por mérito. Superada la arquitectura de base geográfica, y por tanto los límites espacio-temporales convencionales descubrimos el límite del desarrollo del momento tecnológico (por ejemplo antes o después de la implantación del ADSL), el límite infraestructural, el límite de la seguridad sobre la fabricación del objeto pues está regulado por su arquitectura, el límite del código legal frente a la codificación informática. Y el límite  de participación que en los entornos y espacios físicos discrimina a los mayores de edad frente a los menores de edad.
3.    La privacidad-malware para la Infancia y la AdolescenciaEs un reto porque el ciberespacio está regulado a través de un código invisibilizado pues opera de manera silenciosa por desconocimiento del cibernauta del propio código y de la manera de codificar. La interacción social deja de ser un proceso antropomórfico para pasar a ser un proceso neto-mórfico (Net, se refiere a red) donde confluyen participantes no humanos como los Bots (aféresis de robot), y es tendente a un proceso de hibridación.
Lawrence Lessig nos advierte que el código informático es la Ley. De igual manera en la era pre- internet desconocíamos la codificación legal y su interpretación pero el procedimiento estaba garantizado por las instituciones del Estado. En la era Internet los secretos de Estado generan suspicacia por ser entendidos como código no-abierto. El enfrentamiento entre código libre y código propietario, conduce a la necesidad del empoderamiento del cibernauta. Empoderamiento que requiere del conocimiento del código informático. De esta manera el código es poder, y mérito del que conozca el código sin discriminación de edad. Así, la privacidad se puede convertir en cuantificable en el momento que se encripta o se conoce la encriptación que es una forma de codificar la información frente a terceros.
4.    La Autorregulación desde la Infancia y la AdolescenciaEs un reto porque el ciberespacio regulado por un código que crea una arquitectura del sistema construye   ecosistemas   de   interacción   propios  para  esa   arquitectura.  Pero   debería  de empoderar al cibernauta para participar en la construcción en comunidad de los entornos codificados y por tanto de los ecosistemas donde poder operar a través de la construcción co-participada de Sistemas Operativos en un entorno libre (por ejemplo la labor realizada por la Comunidad UNIX).
De esta manera, también existe otro tipo de regulación: la acción comunitaria frente a la sanción directa. Generando espacios donde poder experimentar y construir con otros normas sociales en una arquitectura favorable para determinadas dinámicas, tomando la experimentación  posible  de  manera  autorregulada  por  la  infancia  y  la  adolescencia  en entornos de aprendizaje virtuales para el ejercicio político, que desde este momento se define como proceso y acción comunitaria real.
PROPUESTAS revisando a Lawrence Lessig:1.    Sobre la temporización de procesos: o la sincronicidad del espacio mundializadoLawrence Lessig advierte que:
1.    Existe una vida online que reconoce la existencia del ciberespacio.
2.    El acceso a Internet no depende de la geografía, por ello es irrelevante en qué lugar del espacio real esté situado el servidor.
3.   Ha existido y existe un lugar común sobre el ciberespacio que es falso, que no se podía regular.
Pero para L. Lessig:
1.   La regulación del ciberespacio depende de la arquitectura del mismo.
2.   El código informático codifica principios que deben ser regulados en comunidad, de la misma manera que la política es un proceso de decisión colectiva.
3.   La inexistencia de leyes puede generar código dañino.
4.  Las comunidades del ciberespacio deben de alcanzar y mantener los mismos pactos que en el espacio físico.
5.   La  necesidad  de  una  apuesta  por  la  Gobernanza  mundial  frente  a  los  Estado-nación anacrónicos.
2.    Sobre la arquitectura codificada: o comprendiendo la incidencia en las diversas maneras de codificarLawrence Lessig advierte que:
1.    Hablar de constitución del ciberespacio es hablar de una arquitectura.
2.    El principio de neutralidad del ciberespacio ha sido un principio y un pilar de su arquitectura.
3.    Hay que regular al codificador.
4.    La ‘internet generativa’ es innovación pero sin prestarse atención a sus perjuicios.
Pero para L. Lessig:
1.    Hay que continuar con una política de plurificación frente a la unificación según el ejemplo del modelo de UNIX y Linux.
2.    Los problemas están para que se descodifiquen en vez de intentar resolverlos o castigar a quienes los causaron.
3.    El ciberespacio está regulado con una regulación muy especial la que emana del código, donde quedan inscritas sus reglas. De esta manera sus reglas no están impuestas ni por normas estatales ni sanciones sociales.
3.    Sobre la accesibilidad al sistema codificado: o la cualificación necesaria en el acceso al códigoLawrence Lessig advierte que:
1.    Existen diversas barreras a la accesibilidad: Pasivas (por restricción arquitectónica), activas (por defensa arquitectónica), culturales (en espacios ajenos a nuestra cultura de socialización).
2.    El código determina quiénes podrán acceder a qué objetos digitales.
3.    Lo contrario del software libre es el software propietario. Cuya funcionalidad queda ocultada por su desarrollador por la distribución de objetos digitales que mantienen la opacidad acerca del diseño subyacente.
4.    El problema tradicional relacionado con la privacidad era el límite establecido por la Ley sobre la capacidad de otros sobre el acceso a espacio privado particular.
5.    El espacio de aplicación de Internet incluye todo el código que implementa el conjunto de protocolos TCP/IP en la capa de aplicación. Entre éstos: navegadores, sistemas operativos, sistemas de correo electrónico, etc…
Pero para L. Lessig:
1.    El ‘movimiento de software libre’ defiende que existen valores fundamentales de libertad.
2.    El código se debe de asentar en el procomún. Cualquiera puede tomarlo y usarlo como desee, y llegar a saber cómo funciona.
3.    La regulabilidad (la cualidad de ser regulable) depende de la naturaleza del código, y el código abierto transforma esta naturaleza.
4.    El código abierto restringe el poder regulador del Estado, transformándolo.
4.    Sobre el control social a través del código: o la utilización del código para el control socialLawrence Lessig advierte que:
1.    En la era de Internet el control privado como el estatal tienen la misma característica: el control puede incrementarse sin medida sin resultar molestos para sus víctimas.
2.    Al mostrarnos en público renunciamos al derecho a ocultar lo que terceros pueden saber de nosotros.
3.  En el espacio físico podemos reconocer de qué modo reglamentan las leyes a través de constituciones, estatutos y otros códigos legales. En el ciberespacio, tenemos que comprender cómo regula un código diferente.
4.    El Estado regula regulando las condiciones en las que se da la conducta humana o de sus ciudadanos/as.
5.    Todo lo que hacemos en Internet genera datos que son valiosos en su conjunto.
Pero para L. Lessig:
1.    El Estado no tienen derecho a ocultar sus propósitos Sus regulaciones deben de ser siempre públicas.
2.    La regulación indirecta (no pública) del Estado puede ir contra uno de los principios del Estado constitucional, la transparencia.
3.    La   criptografía   posibilita   la   libertad   con   respecto   a   la   regulación   incrementando   la confidencialidad pero, a su vez, puede aumentar su eficacia (la de la regulación) al incrementar la identificación.
5.    Sobre la hibridación como consecuencia: o la ruptura de paradigmas establecidosLawrence Lessig advierte que:
1.    El diseño óptimo deja que los participantes en la interacción sepan resolver ciertos problemas.
Porque la codificación de la solución puede acarrear costes adicionales.
2.    Podemos aprender algo si se plantea la regulación del ‘hombre robot’.
3.    Debemos preguntarnos si la máquina hace lo que se supone debe hacer.
Pero para L. Lessig.
1.    Siempre se verifica es verificable a través del código de la máquina.
2.    La verificación del código genera la confianza.
Estamos experimentando un cambio del paradigma antropológico. La complejización en las interacciones en Red supone incorporar a la máquina o a ‘Bot’ (aféresis de robot) pero para su incorporación efectiva debemos aprender a codificar y comprender estos procesos de interacción hombre-bot y bot-bot. Este es el camino de la Netología.



Kepa Paul Larrañaga, Socio GSIA,  Netólogo y experto en TIC y derechos de infancia, es especialista en ‘Gestión estratégica y liderazgo social’ por el Programa del Departamento de Gestión Pública del IESE. Actualmente dirige un curso sobre derechos de la infancia de la Fundación Internacional O’Belen (FIOB), y otras acciones formativas de ICADE­-Universidad Pontificia Comillas y Aranzadi­-Lex Nova. Es miembro del Grupo de Trabajo Público­-Privado de Menores e Internet’de Red.es para la Agenda Digital española.
Del 26 al 28 de noviembre, ha estado en Salamanca impartiendo el workshop titulado ‘Las aplicaciones tecnológicas en el fortalecimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes’. Dicha actividad se enmarca dentro del Seminario Internacional ‘Políticas de Ciudadanía e Inclusión Social de la Infancia y de la Juventud’ de REDidi.

No estamos a la altura de las niñas y los niños

Artículo sobre el  VI Congreso Mundial por los Derechos de la Infancia y Adolescencia de Puebla, México, y lo que pasó el jueves 13, alrededor de las 13:30 horas, cuando se presentó en el Congreso  la Sra. Elia Tamayo, madre del niño de 13 años José Luis Tehuatlie Tamayo asesinado por la policía estatal de un disparo de gas lacrimógeno el 9 de julio durante una protesta por haber retirado de su comunidad una oficina del Registro Civil....


Jesús González Ramírez



Vivimos una crisis civilizatoria, en ella están en cuestionamiento valores que todos hoy hemos o habíamos aceptado como válidos: La cultura Eurocéntrica, la Democracia Representativa, la cultura patriarcal o el enfoque adultocéntrico entre los más importantes. Quienes detentan el poder económico y político en el llamado mundo Occidental hoy son: Los blancos, los elegidos electoralmente, los hombres por encima de las mujeres y los adultos por encima de niños, niñas y adolescentes. Pero este sistema está siendo cuestionado fuertemente hoy y hay quienes pensamos que vamos en medio de un proceso donde terminara cayendo y que comenzó hace 50 años al menos.

En el año 2006 más de 600 mil adolescentes de 14 a 17 años de edad, en Chile, desataron la llamada Revolución de los Pingüinos, llamada así por el parecido del uniforme escolar con estos simpáticos animales. En esta revuelta las niñas, niños y adolescentes se organizaron libremente y pararon las clases en sus colegios, exigían una mejor educación para todas y todos sin importar si eran ricos o pobres. Las imágenes de la policía chilena deteniendo por la fuerza a las y los menores dieron la vuelta al mundo. Triunfaron ya que lograron que se iniciara un proceso que en 2014 se consolidaría con la aprobación de la Ley de Calidad y Equidad en la Educación donde votaron a favor varios de sus miembros que lograron ganar elecciones y son hoy Senadores de la República de Chile.
Entre el 12 y el 14 de Noviembre se realizó en la ciudad de Puebla el VI Congreso Mundial por los Derechos de la Infancia y Adolescencia. Un evento de tal trascendencia histórica en los rudos tiempos actuales fue posible gracias al esfuerzo de la Red por los Derechos de la Infancia en México que logró la sede del evento para México y aterrizarlo en la realidad con la ayuda del Comité para los Derechos de la Infancia de la ONU, organizaciones internacionales como ADDIA, y la participación entusiasta de organizaciones nacionales como Arthemisas por la Equidad AC de Nuevo León. Una parte importante del financiamiento, hay que decirlo, fue aportado por el DIF Nacional y por el DIF estatal poblano. En el Congreso sesionaron adultos pero también adolescentes, niñas y niños en otra parte del Centro Expositor.
El Congreso fue una cubetada de agua fría de realidad para quienes lo tomaron en serio de los más de mil asistentes. Por supuesto, entre los congresistas de 26 países había muchos que iban solo por compromiso, principalmente miembros de los DIF mexicanos. Todo parecía ir en orden y en camino a convertirse en un triunfo para el Gobernador Rafael Moreno Valle pero el jueves 13, alrededor de las 13:30 horas, se presentó la Sra. Elia Tamayo, madre del niño de 13 años José Luis Tehuatlie Tamayo asesinado por la policía estatal de un disparo de gas lacrimógeno el 9 de julio durante una protesta por haber retirado de su comunidad una oficina del Registro Civil; Elia había sido invitada por organizaciones de Europa y Sudamérica para saber sobre el caso y la negación de justicia que el Gobierno de Puebla insiste en mantener pero, irónicamente, no pudo hacerlo dentro del Congreso. La noticia se convirtió en nota nacional casi de inmediato con apoyo de las redes sociales: el Gobierno de Puebla había ordenado que no participara Elia Tamayo en el Congreso y la había expulsado del recinto. Los deseos de Rafael Moreno Valle y su esposa por ofrecer la imagen de protectores de la niñez caía por los suelos y las y los activistas del Congreso ajustábamos la estrategia a seguir para protestar por el hecho, pero no iba a ser necesario pues los organizadores reaccionarían.
Alejandra de 13 años originaria de Hidalgo, de manera valiente mencionaría la manera en que fue tratada Elia Tamayo y recordó la muerte de José Luis, en ese momento una persona intentó callarla diciéndole “ese no es tu tema” a lo que respondió “Yo sé que puedo decir lo que quiera mientras no lastime los Derechos de otros porque tengo libertad de expresión”
Durante el Congreso se escucharon fuerte las voces de los miembros y ex miembros del Comité ONU de Derechos del Niño; el Dr. Norberto Liwski de Argentina hablo claro en la sesión inaugural “Decisión valiente de organizadores que el marco principal sea el Derecho de niños a vivir sin violencia“ dijo también “No podemos bajar los brazos hasta que no garanticemos a niños y jóvenes que no desaparezcan “. La Sra. Sara Oviedo, de Ecuador, expresaba “Los niños en los Teletón son usados como objetos de decoración” “. Gehad Madi, egipcio, hablo sobre los niños en situación de conflicto armado “Es necesario crear leyes extraterritoriales para detener el reclutamiento de niños“. También habría ponencias deplorables como la intervención de un representante de la Universidad de Tamaulipas que entre otros argumentos injustificables mencionó “La violencia en el Norte es natural porque allá somos más alebrestados y en el centro – sur son más dóciles” y en el mismo tenor diría “Los niños en mi estado se quedan huérfanos porque sus padres mueren y ni sus familiares quieren ir al velorio, mucho menos hacerse cargo de los niños por temor a represalias”.
Fue un diluvio de información, de conocimientos jurídicos, sociológicos, históricos y también de testimonios(incluyendo el de niños migrantes); entre los testimonios del día Viernes, Alejandra de 13 años originaria de Hidalgo, de manera valiente y al tocar el tema de las redes sociales mencionaría que gracias a ellas nos enteramos de la manera en que fue tratada Elia Tamayo y recordó la muerte de José Luis, en ese momento una persona que no pudimos identificar intentó callarla diciéndole “ese no es tu tema” a lo que ella respondió “Yo sé que puedo decir lo que quiera mientras no lastime los Derechos de otros porque tengo libertad de expresión” y de inmediato la audiencia le apoyamos. Una lección pues Alejandra fue la única de los ponentes que se atrevió a tocar el tema. Por otro lado, ante las insistentes preguntas sobre la situación de violencia en México, los miembros del Comité ONU se limitarían a contestar que ya estaban revisando una solicitud de intervención y que al estar en trámite no podían opinar.
Ayotzinapa estuvo presente durante todo el Congreso y fue impresionante lo bien informados y sumamente indignados que estaban los asistentes extranjeros que, junto con nacionales, llegaron al grado de intervenir, desde el público, en la sesión de balance sobre los 25 años de la Convención sobre los Derechos del Niño con el grito ¡Vivos los llevaron! ¡Vivos los queremos! En la sesión final se presentaron las conclusiones de los trabajos: las de niñas y niños, las de adolescentes y las de adultos; ahí fue leída una carta por dos jóvenes, uno de Guanajuato y una del DF, donde reclamaban el trato dado a Elia Tamayo el día anterior y exigían justicia para José Luis; los jóvenes arrancarían el compromiso público de los organizadores de realizar otra visita de seguimiento y un foro de Derechos Infantiles a más tardar en enero de 2015, la carta sería entregada a un representante de bajo nivel del Gobierno Estatal en ese momento. Se tenía programada una ceremonia de clausura de una hora pero esta sería reemplazada por dos mensajes de unos minutos, sin la presencia de altas autoridades. Había temor a protestas, tanto que la seguridad alrededor del Centro Expositor fue reforzada y selladas las entradas, dejando solo una.
El Congreso dejo en claro que hay enormes avances en la protección de los Derechos de niñas, niños y adolescentes en muchos países: España, Cuba, Bolivia, Gran Bretaña, Brasil, Perú, Costa Rica; pero también que en México estamos rezagados para poder garantizarlos. Estamos rezagados en garantizar que no sean usados en conflictos armados como sucede con los niños sicarios o halcones; estamos rezagados en garantizar su Derecho a organizarse y participar de manera independiente en los asuntos que los afectan, también en su derecho a ser escuchados y no solo oídos, estamos rezagados en garantizar que no sean usados para el comercio sexual y debemos redoblar esfuerzos para que alcancen plena satisfacción en sus Derechos a la vivienda, a la alimentación, al esparcimiento, a la educación. Son necesarias acciones en México con las que podamos visibilizar los problemas de las y los adolescentes que son más complejos a veces que los de niñas y niños. En México seguimos pensando que las niñas, niños y adolescentes son el futuro del país y no los consideramos como parte del presente, se nos olvida que ellos aprenden lo que ven, si seguimos viéndolos de esta manera el futuro será igual o peor que el presente. La realidad nos alcanzó y el enfoque de Derechos Humanos es la puerta a la nueva sociedad que se abre paso en la crisis civilizatoria. Las niñas, niños y adolescentes no son objetos de cuidado para los adultos u objetos de decoración como pasa en el Teletón. 

No son objetos: 
SON SUJETOS ACTIVOS DE DERECHOS Y 
ACTORES SOCIALES LEGITIMOS IGUAL QUE TU Y QUE YO.

*Defensor de Derechos Humanos en Nuevo León y miembro de @ContingenteMX