Save the Children valora positivamente que ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara en una entrevista al diario El País la aprobación de una ley para proteger a los menores de edad del porno en internet.
Sánchez iba más allá y concretaba tres objetivos en este tema: aprobar una ley integral para proteger a los menores en internet; aprobar una estrategia multidisciplinar que abarque las perspectivas de educación, competencias digitales e igualdad, y crear dispositivos que impidan el acceso a esos contenidos pornográficos a menores de edad.
Save the Children lleva años promoviendo soluciones específicas a esta realidad y, de hecho, se han dado ya pasos legislativos claves: “Ya en el espíritu de la Ley de Protección a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia de 2021, conocida como LOPIVI, estaba contemplado este propósito, planteando que internet también debe ser un entorno seguro para niños, niñas y adolescentes. Es hora de llevarlo a término”, valora Andrés Conde, director general de Save the Children. Y añade: “no podemos permitir que la pornografía se convierta en profesora y consultorio de sexualidad para los y las adolescentes, porque afecta muy negativamente a sus relaciones y su desarrollo”.
“Estamos convencidos además de que es un asunto que puede concitar el consenso entre los grupos políticos. No hay nada de mayor interés general que proteger a los niños y a las niñas”, concluye Conde.
En este sentido, la entidad considera que es una gran oportunidad que desde el Gobierno -y en concreto desde los ministerios de Educación, Formación Profesional y Deportes y de Juventud e Infancia- se esté brindando esta opción para encontrar soluciones desde el máximo consenso posible, con la colaboración de expertas, infancia y adolescencia, familias y sociedad civil.
“Consideramos que esta ocasión única necesita de la más alta coordinación entre el grupo de expertas anunciado por el Ministerio de Juventud e Infancia y las sesiones que tengan lugar en el marco de la Conferencia Sectorial de Educación, organismo coordinador y representativo de todas las comunidades autónomas. Solo así se podrá abordar la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital de forma integral y efectiva”, explica Conde.
INFORME (DES)INFORMACIÓN SEXUAL
En el informe “(Des)información sexual: pornografía y adolescencia”, de 2020, Save the Children ya advertía de la urgencia de tramitar la LOPIVI en este campo: “hay que desarrollar el gran enfoque preventivo de esta ley para que las niñas y los niños sean capaces de detectar la violencia o el abuso, lanzar campañas de sensibilización para prevenir la violencia y la igualdad, implementar las herramientas y soluciones necesarias para prevenirlo y que, si sucede, les hayamos ofrecido el acompañamiento necesario para poder ser críticos con el contenido”, resalta Conde.
Asimismo, es necesaria una educación reglada que otorgue a la infancia y adolescencia conocimiento sobre la sexualidad basado en la igualdad, la afectividad y que sirva para prevenir la violencia sexual. La educación sobre el entorno digital es también fundamental, pues chicos y chicas tienen que entender cómo utilizar internet de manera segura, así como las implicaciones de sus acciones online. También se deben abordar otros fenómenos como la pornografía autoproducida, fuente de pornografía que intercambian hoy día los adolescentes.
EL PAPEL DE SAVE THE CHILDREN
En junio de 2023, la organización se unió a una iniciativa promovida por la Asociación Europea para la Transición Digital, que proponía un paquete de medidas para marcar unos estándares mínimos de consenso para un Pacto de Estado.
Save the Children considera fundamental que garantizar un internet más seguro no suponga una merma de los derechos de niños y niñas en el entorno digital, tales como el derecho a la información, la libertad de expresión y la participación. “Hemos invitado a chicos y chicas a unirse a un mundo para el que no les hemos dado ni herramientas ni guía, y del que ahora queremos expulsarles”, añade Conde. A pesar de que considera que la protección es esencial, "esta debe producirse escuchando siempre a los niños y jóvenes".
Este enfoque supone alejarse de la prohibición y poner a los niños y niñas en el centro para saber cómo hacerles llegar esta información: “La inmersión y contacto con las tecnologías debe ser progresiva, bajo recomendaciones oficiales, especialmente en la primera infancia, y siempre desde la educación como acompañamiento, con límites y normas”, según Conde.
EL ENTORNO DE LOS NIÑOS, CLAVE EN ESTE PROCESO
La educación y la formación ayudan a generar herramientas útiles para utilizar las tecnologías de manera segura y responsable, y en este punto es fundamental el papel de la familia y la escuela. El rol de las familias debe ser el de dar ejemplo y acompañamiento, basado en el diálogo y la confianza, desde edades tempranas y no solo en el entorno digital. Save the Children ha elaborado un curso al respecto para que lo padres y madres tengan las herramientas necesarias para hablar sobre sexo a sus hijos e hijas.
En cuanto a su uso en las escuelas, "debemos considerar que la utilización del móvil durante las lecciones puede afectar a la concentración en el aprendizaje. Es importante que se limite su uso para el objetivo educativo y que la educación digital forme parte de la enseñanza, así como para ayudar a aprender a autorregular y gestionar su uso para el entretenimiento o interrelación personal en los momentos adecuados". En cuanto a su uso como herramienta educativa, se deben proporcionar las herramientas y dispositivos adecuados desde el centro educativo para realizar las actividades, previniendo siempre una posible discriminación y exclusión por motivos socioeconómicos del alumnado más desfavorecido.
Finalmente, en este análisis en busca de soluciones duraderas también Save the Children dice que se debe tener en cuenta la igualdad de oportunidades, como analizar el impacto de la digitalización, de las competencias digitales y la brecha digital en un mundo marcado por la tecnología.