Los abortos de mujeres jóvenes ha descendido un 30% desde que se aprobó la ley de plazos.


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Centenares de personas en Madrid, contra los "déficits" del aborto
Manifestación a favor del derecho al aborto. EFE
Las interrupciones voluntarias del embarazo han disminuido en la franja de edad de los 15 a los 19 años al pasar de los 13.000 en 2010 a los 9.000 de 2017.

No diga menores (o tentará al lado oscuro)

No diga menores (o tentará al lado oscuro)
No hace mucho, un compañero de cuitas infantológicas me relataba cómo, tras una rueda de prensa en la que había presentado los resultados de un estudio sobre la población infantil usando este mismo término, o los de “niños” y “niñas”, comprobó atónito que los medios habían descrito en sus titulares a alguien que siempre era nombrado en calidad de “menor”. No pude menos que identificar una sensación que he experimentado muchas veces: la de ser una especie de paladín que siempre ha de luchar contra el eco de un ejército mucho más numeroso que el mío que insiste en doblegarme en un hablante dispuesto a repetir machaconamente los mismos lugares comunes cargados de malasombra. Sí, igual que un Jedi que siente el aliento de Darth Vader en la nuca y al que sólo le salva de caer del lado oscuro su empecinamiento en estar del lado correcto. ¿Por qué sucede que unos (y unas) tenemos siempre que sobreexplicarnos en la misma medida que otros nos empujan al sobreentendimiento?


En los tiempos del lenguaje identitario, que es ese que representa y simboliza la ideología de un grupo, no es cuestión baladí ni andanza sin barullo tratar de dilucidar por qué los medios dicen lo que dicen. Ni tampoco voy a ser yo el que le empuje a la corrección política, ese plato necesario que, sin embargo, siempre llega un poco frío a la mesa. Denotemos: resulta que el palabro “menor”, en su brusquedad, no significa nada salvo aquello que es inferior a otra cosa o menos importante y, en todo caso, apunta nuestro diccionario normativo, se refiere al “menor de edad”. Así que ya tiene una pieza de la solución: nos gusta mutilar los términos para que no digan lo que parece y como la edad es una variable fácil de identificar y se le pueden calcular hasta fracciones, la escondemos con la pericia del prestidigitador. Pero no se vaya todavía, aún hay más. Verá, en un plano connotativo lo cierto es que el uso absolutamente abusivo del término “menor” no es un mero accidente, sino que de alguna manera incorpora también una marca identitaria pero al estilo del reverso tenebroso de la fuerza: diluyendo con el blando azote de la falsa conciencia a sujetos y colectivos que son enteros y complejos (los niños y las niñas) en planos cargados de connotaciones negativas e intencionalmente introducidos en la conversación. La razón por la que necesitamos esta palabra, “menor” o “menores”, es porque necesitamos seguir creyendo como sociedad en la narración fabulosa de la arcadia perdida de la Infancia y para ello nos forzamos a distinguir quiénes pueden entrar en el paraíso y quiénes no. Palabras que ejercen, en suma, de dispositivo de control de fronteras. Mi colega encontró que sus “niños” y “niñas” se habían convertido en los titulares en “menores” porque el estudio que presentaba trataba sobre la violencia que sufre la población infantil. Si hubiera versado sobre las últimas tendencias de la industria juguetera para la próxima noche de reyes otro gallo habría cacareado. Porque necesitamos seguir creyendo en lo que sabemos que no existe (tres reyes que vienen de oriente para colmar a nuestros hijos de regalos) pero también seguir ignorando lo que sabemos que existe (la violencia, sí, también amenazando a nuestros hijos). Así que, igual que el mundo de la economía necesita a veces un “banco malo” que aglutine activos tóxicos para seguir creyendo que el capitalismo financiero funciona, nuestra imagen colectiva de la Infancia necesita un término emponzoñado que discrimine a los niños que se ganarán el paraíso de los que no (esos de los que también solemos decir que “les han robado la infancia”). Usted no pensará nunca en sus hijos como “sus menores” ni su vecino exclamará nunca cuando se encuentren en la escalera “¡hay que ver cómo crecen sus menores!”. O a lo mejor sí, pero entonces tiene motivos para la preocupación porque solo son “menores” en nuestro particular idiolecto perverso las niñas o los niños abusados, violadas, deportados, agredidas, asustados, agresores, desplazadas, maltratados, desahuciados, internadas, golpeados, humilladas, desposeídas o robados; por ofrecerle solo algunos ejemplos. Y la razón por la que usted no piensa en su prole como “menores” es porque, al menos mientras no se demuestre lo contrario, usted les quiere y no desea zaherirlos, siquiera simbólicamente.

A esto le puede añadir todas las consideraciones que desee: sobre la extrañeza de un término jurídico que ha mutado como la cepa de un irreductible virus y colonizado nuestro lenguaje cotidiano o sobre lo fácil que resulta para los que lo usan resbalar por el tobogán lubricado del “menos que” y acabar justificando cualquier gesto de sometimiento y control sobre la población infantil. Yo no lo voy a hacer. He llegado hasta aquí y creo que ya he abusado lo suficiente de su atención. Es posible que, en el futuro, tenga que seguir sobreexplicándome cada vez que alguien me escamotee a niñas y niños para arrojarles a las sombras, pero seguiré haciéndolo porque, una vez que uno conoce el bien, necesita predicarlo. Usted, mientras tanto, témale al reverso tenebroso de la fuerza porque está donde menos se le espera. También en las palabras.

(*) Iván Rodríguez Pascual. Sociólogo (Universidad de Huelva). 
                                           Socio de la Asociación GSIA.
                                           Autor del libro «Para una Sociología de la Infancia» (CIS).
Fuente Enclave

Comisión Permanente de Derechos de la Infancia y Adolescencia con carácter legislativo, en esta incipiente legislatura.




Esta nueva legislatura que comienza es decisiva para la infancia en nuestro país y el Congreso de los Diputados debe ser, más que nunca, un espacio de referencia para garantizar avances legislativos que materialicen sus derechos reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. El Congreso debe convertirse también en un espacio donde, además de dialogar con expertos y sociedad civil, se escuche la voz de niños, niñas y adolescentes. Para ello es fundamental asegurar el establecimiento de una Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia con carácter legislativo.  

Esta es una de las 17 medidas por la infancia que planteamos a los grupos políticos para incluir en sus programas electorales con el objetivo de mejorar la situación de la infancia en España. Durante la pasada legislatura existió una comisión similar pero sin carácter legislativo, es decir, sin capacidad para tramitar, aprobar y convertir en leyes las proposiciones no de ley (PNL). En enero de este año, en la segunda comparecencia de niños, niñas y adolescentes ante la Comisión estos insistieron a los grupos políticos en sus peticiones pero también en la necesidad de que la Comisión “haga sus deberes” y rinda cuentas a los chicos y chicas de lo conseguido.
Desde la Plataforma de Infancia consideramos que dicha comisión, con carácter legislativo, será el engranaje necesario para poder desarrollar los compromisos asumidos la pasada legislatura respecto a los derechos de la infancia en España, como es la aprobación de una Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia, a la que se comprometieron todos los grupos políticos en PNL, y que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha pedido en repetidas ocasiones a España.

En la legislatura pasada se trabajó con la sociedad civil, incluyendo una consulta niños, niñas y adolescentes, un anteproyecto de Ley que ahora requiere una Comisión con carácter legislativo para, una vez retomado dicho proyecto por el Gobierno, proceder a su debate y aprobación. La infancia de este país necesita la aprobación de esta Ley y para asegurar su tramitación de manera efectiva es necesaria que se dote a la Comisión de Infancia y Adolescencia de dicho carácter legislativo.

Otras medidas que debería impulsar la comisión son la Consecución de un Pacto de Estado por la Infancia, el impulso de medidas urgentes para luchar contra la pobreza infantil como el aumento de la prestación por hijo a cargo y de las plazas públicas de educación infantil; o la promoción de la participación de niños, niñas y adolescentes.

Se han impulsado 27.739 iniciativas en total durante la pasada legislatura; 5.844 de ellas relacionadas con infancia, siendo este tema el más abordado en el Congreso. Estos datos ponen en evidencia la necesidad de una Comisión legislativa que dote de estabilidad el impulso de las iniciativas de infancia en el Congreso, un espacio regulado en el Reglamento del Congreso y cuya constitución y carácter no dependa de la voluntad de los diferentes grupos en cada ciclo. De este modo además, los diputados y diputadas que participen en dicha Comisión se especializarían en materia de infancia y podrían abordar las iniciativas de infancia con una perspectiva global, impulsando avances efectivos de los derechos de los niños y niñas en España, en lugar de iniciativas aisladas.

Señalar también que una Comisión específica de infancia es necesaria para ejercer el debido control parlamentario del Gobierno en materia de infancia, especialmente de organismos como el Alto Comisionado de lucha contra la pobreza infantil que carece de vinculación ministerial, al depender de Presidencia, y que, por tanto, no tendría comisión de referencia para dicho control.

“Derecho de acceso de los niños y las niñas a la información”, Jornada.

“Cátedra Santander de los derechos del niño”,
Universidad Pontificia Comillas,
Jueves, 13 de junio de 9.30 a 18.15 horas,
Auditorio, ICADE (C/ Alberto Aguilera 23). 
PRESENTACIÓN:

La aprobación de la Directiva (UE) 2018/1808 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de noviembre de 2018, relativa a la prestación de servicios de comunicación audiovisual, exige a España su transposición en un plazo establecido. La modificación de la Ley 07/2010, General de la Comunicación Audiovisual, requiere de una actualización teniendo en cuenta el desarrollo de Internet en la última década y su importancia en relación a consensuar la aplicación efectiva del derecho de los niños y niñas tanto a su acceso a la comunicación y  a la información, artículo 17 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), como de la no injerencia en su vida privada, artículo 16 de la CDN.

El avance en el uso de las plataformas digitales de intercambio de contenidos entre los niños, niñas junto con la penetración del uso masivo de dispositivos móviles, ha transformado el cómo, cuándo y dónde la infancia accede a la información y se comunica. Relegando de manera notoria el visionado de contenidos no lineales, como la televisión, con mayor regulación horaria y de contenidos.

Las deficiencias en la regulación del contenido y de la publicidad no adecuada que reciben los niños y niñas en Internet y las redes sociales necesita de un avance en la garantía de sus derechos como usuarios y usuarias de Internet.

Se trata de una labor que requiere de la participación consensuada de muchos actores para su logro efectivo. El Estado como regulador garantista de la aplicación de la norma. Las empresas en su necesaria implicación con los derechos de los niños y niñas. Y los consumidores y usuarios, tanto adultos como niños, demandantes de un servicio de calidad.

OBJETIVOS:
1.- Limitar el debate en torno a cuestiones clave y desde una perspectiva de derechos de infancia
2.- Identificar las deficiencias históricas en el entorno audiovisual
3.- Vincular a los distintos actores en torno a las cuestiones clave a debatir
4.- Identificar las demandas de los distintos actores
5.- Implicar mayoritariamente a la empresa en la defensa de los derechos de los niños y niñas
6.- Trabajar en un consenso y compromiso a favor de los derechos de acceso a la información de los niños y las niñas

PROGRAMA:

9.30 – 10.00 - INAUGURACIÓN Y PRESENTACIÓN
Intervienen:
  • Mariano Ventosa. Vicerrector de Investigación e Internacionalización -Universidad Pontificia Comillas
  • Rosa de Couto. Cátedra Santander de los Derechos del Niño. Universidad Pontificia Comillas (ICADE).
  • D. Juan Benavides Delgado, miembro de la Cátedra Iberdrola de Ética Empresarial. Universidad Pontificia Comillas (ICADE)
10.00 – 10.45 - CONFERENCIA INAUGURAL
Derecho de acceso de los niños y niñas a la información: ¿qué señala la nueva Directiva europea?
Ponente:
·         Ángel García-Castillejo. Profesor de Periodismo y Comunicación Audiovisual. Universidad Carlos III.
Presenta
  • Kepa Paul Larrañaga*. Netógrafo. Asesor de la Cátedra Santander de los Derechos del Niño.
10.45 – 12.00 - MESA temática. 
Hacia una nueva ley audiovisual: dificultades en la aplicación de la regulación audiovisual.
Introducción:
La necesidad del desarrollo reglamentario del marco normativo audiovisual, actualmente  obsoleto, requiere mejorar sobre todo en la protección de los niños, niñas y adolescentes consumidores de contenidos en línea. Deben establecerse marcos más garantistas por ejemplo en relación a los contenidos emitidos. Siempre teniendo en cuenta que en los 10 años transcurridos desde que entrara en vigor la Ley General Audiovisual 7/2010, se requiere de una mejora del articulado de dicha ley en aras de su efectiva aplicabilidad. Siendo principal la función del regulador ante un panorama de tanta diversidad y amplitud de contenidos audiovisuales.
Ponentes:
·      Cristina Morales Puerta. Subdirectora general de contenidos de la Sociedad de la Información, Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información y Agenda Digital (SETSIAD).
·         José Ángel García Cabrera. Subdirector de Audiovisual. Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Moderador:
·         Kepa Paul Larrañaga*. Netógrafo. Asesor de la Cátedra Santander de los Derechos del Niño.

Descanso – Café (12.00 – 12.30)

12.30 – 14.00 - MESA temática
Hacia una nueva ley audiovisual: retos en la empresa para la inclusión plena del enfoque de derechos del niño.
Introducción:
El mercado digital se encuentra en procesos rápidos de cambio por el tipo de consumo audiovisual. El consumo de contenidos bajo demanda a través de plataformas digitales, sobre todo por parte de niños, niñas y adolescentes, los convierte en grandes consumidores digitales.
Para fortalecer un marco regulatorio claro y eficaz, y para la mayor seguridad jurídica en el consumo de este tipo de los contenidos digitales por la infancia y la adolescencia, el sistema de corregulación debería integrar al conjunto de prestadores de servicios, tanto televisivo como audiovisual, mejorando en la atención a las demandas de los usuarios y usuarias, y sus derechos.
Ponentes:
·           Antonio Vargas. Responsable de Políticas Públicas. Google.
·           Nuria Pizarro. Jefa de Derechos Humanos y Protección del Menor. Telefónica.
·           Yago Fandiño. Director del Canal infantil y juvenil Clan Tv. RTVE.
·     Juan Benavides. Catedrático del Dpto de Ciencias de la Comunicación Aplicada, Universidad Complutense de Madrid (UCM). Miembro de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial (ICADE).
Moderadora:
 Patricia Núñez. Directora de la Cátedra de Comunicación y Marketing por la Infancia y Adolescencia. Universidad Complutense de Madrid (UCM).

16.00 – 18.00 - MESA de debate. 
Derechos en positivo en el acceso de los niños y niñas a la información en Internet.
Introducción:
El avance de la convergencia entre la televisión e Internet ha hecho evolucionar enormemente el mercado audiovisual, modificando de manera muy significativa los hábitos de consumo de los niños, niñas y adolescentes. Sobre todo si tenemos en cuenta el uso de los dispositivos móviles y de las plataformas de servicios audiovisuales bajo demanda. Hay una demanda por parte de los usuarios y usuarias de mejorar en los mecanismos de reclamaciones y de denuncia de contenidos en línea para permitir lograr un entorno audiovisual que sea respetuoso y garantista para el acceso de los niños, niñas y adolescentes a Internet y las redes sociales. Así, parece crucial mejorar y desarrollar los códigos de conducta que tengan en cuenta los derechos de los niños y niñas. 
Ponentes:
  Ana Santos. Responsable de IS4K - Centro de Seguridad para menores en Internet de INCIBE - (Instituto Nacional de Ciberseguridad)
·     Valentí Gómez-Oliver. Presidente de honor de OETI (Observatorio Europeo de la Televisión Infantil). Miembro del OCTA (Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales).
·         . Almudena Escorial. Responsable de incidencia. Plataforma de Infancia.
·         . Representante adolescente de Cibercorresponsales. Plataforma de Infancia.
·         . Mª José Alonso. Abogada especialista en derecho de la discapacidad.
·   . Borja Langelaan. Abogado experto en publicidad del juego. Universidad Pontificia Comillas (ICADE).  

Moderadora
Clara Martínez. Directora de la Cátedra Santander de los Derechos del Niño. Universidad Pontificia Comillas (ICADE).

18.00 – 18.15 - CLAUSURA
Representante de la Cátedra Santander de los Derechos del Niño (ICADE) y de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial (ICADE).


Más información
Inscripciones:  

*Kepa Paul Larrañaga, es presidente de la Asociación GSIA.

"Distintas miradas y actitudes, distintos riesgos. Ellas y ellos ante los consumos de drogas", libro FAD

Distintas miradas y actitudes, distintos riesgos. Ellas y ellos ante los consumos de drogas.


Elena Rodríguez San Julián
Ignacio Megías Quirós
Patricia Martínez Redondo
Introducción: Anna Sanmartín Ortí
Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, FAD
ISBN: 978-84-17027-16-2



“Distintas miradas y actitudes, distintos riesgos. Ellas y ellos ante los consumos de drogas” es una investigación cualitativa, realizada a través de diferentes grupos de discusión de jóvenes, que analiza cómo se relacionan con las drogas los y las jóvenes españolas de 15 a 24 años en función de su género: cómo los estereotipos de género influyen en los consumos de drogas; cómo les afecta la presión de grupo a ellos y a ellas; cómo afecta a su imagen excederse en el consumo; lo que temen de las drogas unos y otras; etc. También se analiza cómo afrontan los padres y madres de adolescentes la prevención y gestión de los problemas derivados de los consumos de drogas en función del género de sus hijos e hijas.  

Matemáticas rosas y azules


¿Hay diferencias entre niños y niñas a la hora de afrontar el aprendizaje de las matemáticas?, ¿están los niños primados de alguna manera para el razonamiento cuantitativo? o ¿es el cerebro matemático sexualmente dimórfico?
La conclusión del estudio de Hutchison et al. fue rotunda: 
no existe diferencia de género en cuanto a la capacidad de niños y niñas 
para afrontar con éxito tareas matemáticas.


Marta Bueno y José R. Alonso,
Neurociencia.El blog J.R. Alonso.

Hay experimentos con bebés y niños muy pequeños en los que se demuestra la existencia de una habilidad numérica presente en los seres humanos desde su nacimiento (Szkudlarek y Brannon, 2017). También muchos insectos, aves y mamíferos tienen la habilidad de hacer estimaciones numéricas, de establecer aproximaciones cuantitativas e incluso de comparar conjuntos con distinto número de elementos. 
Las abejas, por poner un ejemplo de un animal con un cerebro pequeño, saben contar hasta cuatro, son capaces de sumar y restar y entienden el concepto de cero. Resultados similares se han obtenido estudiando córvidos, elefantes y primates no humanos. La presencia de sistemas numéricos en especies tan diferentes puede ser el resultado de una evolución convergente o, quizá, la habilidad matemática aparece muy tempranamente en la evolución, en un ancestro común a todos esos grupos.

Un mecanismo numérico primitivo no verbal, como el que atribuimos a animales, permite hacer estimaciones de cantidades y cálculos mentales sin el uso de símbolos (Feigelson et al., 2004). Este razonamiento numérico se basa en una red cortical que incluye regiones de los lóbulos frontal y parietal (Piazza et al., 2007). Es interesante recordar que la lectura y la escritura son habilidades adquiridas que no tenemos al nacer y, sin embargo, esta intuición sobre el número ya está marcada en nuestros cerebros desde el momento del parto. En cierta manera nacemos matemáticos pero no escritores ni lectores. Esta predisposición innata al análisis cuantitativo nos facilita procesos de aproximación numérica que a su vez constituyen el sustrato del aprendizaje de la competencia aritmética simbólica. Lo que sabemos hasta el momento sugiere que es conveniente avanzar en las implicaciones de esta habilidad y capacitar a los niños pequeños en tareas aritméticas aproximadas incluso antes de que consoliden la comprensión del número simbólico, ya que ejercitar esta competencia innata puede ser útil para mejorar la educación matemática futura (Park y Brannon, 2014).
Uno de estos métodos que trabajan la estimación de cantidades, la aproximación cuantitativa y la comparación de conjuntos de objetos, así como conceptos geométricos muy básicos es utilizar en casa libros infantiles con contenido matemático. Una práctica tan sencilla como compartir un cuento con algún componente matemático entre padres e hijos es muy eficaz para que el niño adquiera con más facilidad los contenidos de esta materia en la escuela (Berkowitz et al, 2015). Es fundamental que los niños jueguen con bloques de construcción, o con piezas si son más mayores, con cuerpos geométricos para encajar en sus huecos correspondientes, con modelos para trabajar la simetría espacial, con objetos con que hacer montones, agrupar y contar, ¡las viejas regletas!, con volúmenes con aristas, esquinas o curvas, etc. No descubrimos nada nuevo si aseguramos que el juego es el mejor medio para consolidar aprendizajes. Jugar, descubrir, imaginar, innovar, buscar soluciones diferentes son también habilidades que sería conveniente no perder con el final de la infancia. El imaginario matemático que el niño va adquiriendo en otros ambientes fuera del sistema formal sirve de excusa para abrir en casa y en el aula discusiones sobre cualquier tema y, por qué no, sobre las matemáticas, volviendo así más amable y cotidiana la visión subjetiva de este campo de conocimiento.

Pero si existe un sistema numérico primitivo con el que todos nacemos, surge una pregunta inmediata ¿Hay diferencias entre niños y niñas a la hora de afrontar el aprendizaje de las matemáticas?, ¿están los niños primados de alguna manera para el razonamiento cuantitativo? o ¿es el cerebro matemático sexualmente dimórfico?.

A lo largo del tiempo se han realizado numerosas investigaciones que han intentado despejar la incógnita sobre estas cuestiones. Hasta la década de los años ochenta eran varios los estudios que señalaban un desempeño matemático diferente en niñas y en niños (Fennema, 1974; Halpern, 1986), y que sugerían un mejor rendimiento de los varones, lo que explicaría o justificaría a posteriori la preponderancia de hombres en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas). Recogiendo todas estas investigaciones, Hyde (1990) llevó a cabo un meta-análisis con el propósito de aplicar, sobre más de cien estudios y más de tres millones de participantes, un tratamiento estadístico frecuentista. Encontró un resultado poco concluyente que apuntaba a una similitud de género en cuestiones matemáticas.

A raíz del análisis de Hyde, Hutchison, Lyons y Ansari han publicado en 2019 una investigación que solventa posibles inconvenientes de estudios anteriores. Esta investigadora y sus colegas han identificado las siguientes fuentes de error: muestras de pequeño tamaño, rango estrecho de edades de los niños evaluados en algunas de las investigaciones o la elección sesgada de la tarea matemática que se evaluaba. Algunas de esas tareas podrían dar prioridad a los niños, como la habilidad visuoespacial, y otras a las niñas, como la capacidad para contar. Además, con el resultado tan poco significativo obtenido por Hyde, se cuestionaron la manera frecuentista de analizar los datos, es decir, aplicando el cálculo de probabilidades a partir de frecuencias de respuestas. Para solucionar estos errores Hutchison y sus colaboradores tomaron una muestra de 1400 niños con edades comprendidas entre 6 y 13 años, toda la Educación Primaria, propusieron tareas de procesamiento matemático básico y, lo más novedoso, realizaron un tratamiento estadístico bayesiano.

Nos detenemos en los dos últimos puntos y aclaramos las pruebas propuestas y la estadística. Se propusieron quince tareas que abordan el procesamiento numérico básico. Éste no es banal ya que avanzar en este procesamiento predice de forma muy eficaz futuros logros en matemáticas (Schneider et al., 2016). Estas cuestiones fueron tales como contar elementos, comparar conjuntos de puntos, decir si un número es mayor o menor que otro dado (tanto variando la cercanía al cero de los dos números como variando la cercanía entre ellos), estimar la posición espacial en una línea numérica marcada de 0 a 100 y de 0 a 1000, comparar un conjunto de elementos con una matriz de puntos, escuchar un número y escribirlo, sumar y restar y multiplicar y dividir. El análisis bayesiano que se aplicó a los datos obtenidos plantea la hipótesis de la similitud de género y calcula la probabilidad de la misma en cada tarea y en cada curso, desde 1º a 6º, por separado. Las únicas diferencias detectadas fueron una ventaja para las niñas en la tarea de recuento, pero sólo para las niñas de seis años, y una primacía de los niños sobre las niñas en la ubicación de números en la recta numérica, mayor cuando colocaban números sobre la recta del 0 al 1000 que cuando lo hacían sobre la recta del 0 al 100, para niños de primero y de segundo. Observaron, no obstante, que estas diferencias desaparecían en cursos superiores. Por lo tanto, la conclusión del estudio de Hutchison et al. fue rotunda: no existe diferencia de género en cuanto a la capacidad de niños y niñas para afrontar con éxito tareas matemáticas.

Demostrar la similitud de género puede tener un efecto positivo sobre maestros y padres que siguen subestimando la capacidad de las niñas para las matemáticas. Muchas veces, el efecto negativo que ejerce sobre ellas el estereotipo de que sólo los chicos pueden ser buenos en matemáticas y la falsa creencia de que son inferiores en su rendimiento matemático frente a sus compañeros varones les lleva a limitarse, a boicotearse a sí mismas. 
Este estereotipo se mantiene por la idea equivocada que muchos padres tienen sobre el rendimiento en matemáticas de sus hijas, con estimaciones inferiores a la realidad, lo que genera una actitud negativa hacia esta disciplina por parte de las niñas. A los seis años muchas niñas empiezan a cuestionar su identidad condicionada en muchas ocasiones por planteamientos estereotipados de roles femeninos. A partir de esta edad las niñas se perciben como menos brillantes que sus compañeros y valoran la bondad como una cualidad femenina y la genialidad como una cualidad masculina (Bian et al., 2017). A los 16 años, incluso siendo mejores que sus compañeros en asignaturas como física o matemáticas, las chicas no eligen un bachillerato de ciencias o tecnológico (Hamzelou, 2014). Su posible desarrollo académico y profesional en campos como la ingeniería queda truncado por esta elección. 
De hecho, el menor interés de las chicas por carreras STEM ocasiona un porcentaje bajo de mujeres en estos estudios (Nosek y Smyth, 2011), algunos de los cuales, en especial la informática, tienen un futuro laboral excelente.
Las variables que influyen en las vocaciones femeninas son enormemente variadas y, por tanto, no es conveniente hacer inferencias simplistas con datos empíricos como las calificaciones en las matemáticas de secundaria, los resultados en pruebas PISA o similares, el número y calificaciones de las estudiantes universitarias, el éxito de las egresadas o el porcentaje de catedráticas de matemáticas en las universidades. Lo que sí podemos asegurar es que cualquier aprendizaje es más costoso sin una motivación que a su vez se refuerce con ilusión y altas expectativas propias y ajenas. Así, no hay ninguna razón para desanimar a las niñas en desarrollar su carrera personal en las carreras STEM (o en cualquier otra).
El futuro no está escrito. Estamos convencidos de que el conocimiento que va adquiriendo un niño o una niña tiene que ir más allá del currículo escolar. La pasión por aprender, también en las matemáticas, surge del diálogo en el hogar y en cualquier ambiente que enriquezca las vivencias del niño y satisfaga su curiosidad por conocer. Es indispensable apreciar la variabilidad del cerebro humano, la neurodiversidad, y ser conscientes, sobre todo como educadores, de que no existen dos clases de cerebros, uno de mujeres y otro de hombres, sino uno solo estructurado como un mosaico en el que prevalecen aspectos comunes. Desde este hecho científicamente probado (Joel et al., 2015) una educación personalizada evitaría injusticias y sesgos en la formación de niños y niñas. Con el propósito de avanzar hacia una sociedad más justa, al aceptar este mosaico irrepetible que constituye el cerebro humano, tomemos en cuenta las diferencias individuales y pongamos el foco de atención en una educación más equilibrada, inclusiva y equitativa.


Referencias:
  • Berkowitz T, Schaeffer MW, Maloney EA, Peterson L, Gregor C, Levine SC, Beilock S (2015) Math at home adds up to achievement at school. Science 350(6257): 196–198. DOI: 10.1126/science.aac7427
  • Bian L, Leslie SJ, Cimpian A (2017) Gender stereotypes about intellectual ability emerge early and influence children’s interests. Science 355(6323): 389–391. DOI: 10.1126/science.aah6524
  • Feigenson L, Dehaene S, Spelke E (2004) Core systems of number. Trends in cognitive sciences 8(7): 307–314. DOI: 10.1016/j.tics.2004.05.002
  • Fennema E (1974) Mathematics learning and the genders. Journal for Research in Mathematics Education 5: 126–129. DOI: 10.2307/748949
  • Halpern DF (1986) Gender differences in cognitive abilities. Hillsdale, NJ: Erlbaum.
  • Hutchison J, Lyons I, Ansari D (2019) More similar than different: Gender differences in basic numeracy are the exception, not the rule. Child Development 90(1): e66–e79. DOI: 10.1111/cdev.13044
  • Hyde JS, Fennema E, Lamon SJ (1990) Gender differences in mathematics performance: A meta-analysis. Psychological Bulletin 107(2) 139–155. DOI: 10.1037/0003-066x.60.6.581
  • Joel D, Berman Z, Tavor I, Wexler B, Gaber O, Stein Y, Shefi N, Pool J, Urchs S, Margulies DS, Liem F, Hänggi J, Jäncke L, Assaf Y (2015) Sex beyond the genitalia: The human brain mosaic. Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA 112(50): 15468-15473. DOI: 10.1073/pnas.1509654112
  • Kanjlia S, Lane C, Feigenson L, Bedny M (2016) Absence of visual experience modifies the neural basis of numerical thinking. Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA 113(40): 11172-11177 DOI: 10.1073/pnas.1524982113
  • Park J, Brannon EM (2014) Improving arithmetic performance with number sense training: An investigation of underlying mechanism. Cognition 133(1): 188–200. DOI: 10.1016/j.cognition.2014.06.011
  • Piazza M, Pinel P, Le Bihan D, Dehaene S (2007) A Magnitude Code Common to Numerosities and Number Symbols in Human Intraparietal Cortex. Neuron 53: 293–395. DOI: 10.1016/j.neuron.2006.11.022
  • Szkudlarek E, Brannon EM (2017) Does the approximate number system serve as a foundation for symbolic mathematics? Language Learning and Development 13(2): 171–190. DOI: 10.1080/15475441.2016.1263573.

La venta de los recién nacidos: El crimen organizado se ha disfrazado de caridad.: “madres alquiladas en las granjas de los fetos vendidos”.


16 claves sobre “madres alquiladas en las granjas de los fetos vendidos”

Nazanín Armanian*,
Opinión: Punto y Seguido,
Ninguna sociedad ha tolerado la venta de los recién nacidos 
hasta hoy que los think tank patrocinados por las compañías de “salud” 
han conseguido camuflarla bajo un halo de “altruismo”
Salvo en excepcionales casos de la “solidaridad entre conocidos”, 
el vientre de alquiler altruista es un cuento.
El crimen organizado se ha disfrazado de caridad.

¿Conoce usted a alguna mujer voluntaria que “desde la generosidad” quisiera quedarse embarazada con el embrión de una pareja desconocida y después de nueve meses de llevar el feto en sus entrañas, le entregue el bebé a una empresa intermediaria que hasta le impide mirar o dar un beso de despedida al bebé que gestó?
Salvo en excepcionales casos de la “solidaridad entre conocidos”, el vientre de alquiler altruista es un cuento
Se trata de un nuevo negocio organizado por los viejos traficantes de bebés, quienes inseminaran a las mujeres pobres y desesperadas con el embrión de las parejas ricas, para que a cambio de unas monedas arriesguen su salud y su vida, gestando un ser humano para luego abandonarlo.

El crimen organizado se ha disfrazado de caridad para convertir el útero de las mujeres en la fábrica de bebés convertidos en objeto de transacciones mercantiles. 
Ninguna sociedad ha tolerado la venta de los recién nacidos hasta hoy que los think tank patrocinados por las compañías de “salud” han conseguido camuflarla bajo un halo de “altruismo”. Son los mismos que han inventado el término de “trabajadores del sexo” para llamar a millones de mujeres y niñas prostituidas y explotadas por las mafias de la industria de la trata de seres humanos.

Han adulterado hasta las palabras con el fin de vender este nuevo negocio: En Oriente Próximo se le llama “Madre sustituta” a las amas de crianza. El lazo que tienen los niños con estas “amas” es tal que las llaman “tía” y se les devolverán este favor de adulto, cuidando de ellas.

India: Una granja de bebés
India: Una granja de bebés
Ambos negocios ponen en alquiler, no la fuerza de trabajo de la mujer, sino su propio cuerpo, y consolidan las profundas desigualdades entre los seres humanos a nivel mundial.
Nos tratan como el ganado” revela Alina a Al Jazzira una de las Mujeres que Alquilan su Vientre (MAV) en Ucrania: confinadas durante un año en pisos (¡a veces dos mujeres embarazadas compartiendo una misma cama!), gestionados con un cuartel, donde las mujeres no pueden salir a partir de las cuatro de la tarde, y la multa de infringir las normas alcanza los100 euros. Encerradas bajo el pretexto de poder cuidar de ellas, proporcionarles alimentos nutritivos, y atención prenatal de alta calidad, a estas mujeres se les arrebatan, en realidad, la poca autonomía que les quedaba. La mayoría proceden de pequeñas aldeas, son humilladas, insultadas. “Pasamos la primera semana simplemente tumbadas, llorando. No podíamos ni comer”, cuenta Alina, a la que han prometido unos 9.000 míseros euros de los cerca de 30.000 que cobran los intermediarios. 
El fin del socialismo primero y el conflicto actual después, han destruido la protección social que gozaban las mujeres y los niños ucranianos, sumiéndoles en una pobreza extrema. Hoy, cerca de 100.000 niños abandonados abarrotan sus orfanatos.
El propio hecho de firmar un contrato (aunque no haya dinero por el medio), convierte a los bebés y a las MAV en esclavos, según la definición de la Convención de Esclavitud del 1956: las mujeres están siendo utilizadas (usus), y obligada a ceder su útero para incubar un fructus (hijos) que será entregado a otra persona, que se convierten en su dueño.

Aquí están los vientres de alquiler
El antiguo Triángulo de Oro del opio, formado por Tailandia, Laos y Camboya, es hoy uno de los paraísos de tráfico de recién nacidos.
Otras fábricas mundiales de bebés ganga son Nepal, India, Irán, Georgia, Israel, Kenia, o Guatemala, comparando con los casi 100.000 dólares que cuestan estos bebés en EEUU: ¡Esta es la clave de maximizar los beneficios de las multinacionales en el capitalismo: minimizar los costos!

Desmantelada un “piso granja” en Camboya con 37 mujeres, julio del 2018. ¿Qué pasará con ellas? ¿Qué pasará a sus bebés?
En la foto: Desmantelada un “piso granja” en Camboya con 37 mujeres, julio del 2018. 

¿Qué pasará con ellas? ¿Qué pasará a sus bebés?
Tras la denuncia de la prensa sobre los aberrantes abusos a las mujeres pobres, el gobierno indio fue forzado a prohibir en 2015 la gestación de bebés para extranjeros. Se estima que, hasta entonces, unos 25.000 niños habían sido transaccionados.


Mujeres “vientres de alquiler”, 12 Claves:
  1. Tienen entre 19 y 25 años, y siempre son de los estratos más pobres de la sociedad, forzadas por la necesidad o por la familia: son como Fantine, el personaje de Los Miserables, que prostituyó y vendió su pelo y hasta sus dientes para dar de comer a su hija Cosette. Pues, hay cientos de millones de mujeres como ella. Ninguna se convierte en MVA “libremente”: la pobreza es incompatible con la libertad. La joven vietnamita, Wuhan fue trasladada a Tailandia para gestar un bebé destinado a una pareja china, y así ganar un dinero para el tratamiento de su padre enfermo. Pero, él murió a pocos meses, y la agencia ni le permitió a la mujer embarazada asistir al funeral.
  2. Muchas de las MVA son engañadas: decenas de vietnamitas han denunciado que fueron a Tailandia con promesa de un trabajo bien remunerado, y confiscaron sus pasaportes: habían sido secuestradas, amontonadas en pisos lúgubres, violadas y embarazadas. Les quitaron a los bebés. Estos hechos suceden porque la demanda de bebés fabricados excede a la oferta. En febrero del 2011, la policía tailandesa liberó de un piso a 15 mujeres vietnamitas, la mitad embarazadas, reclutadas por la empresa Baby 101.
  3. Son escogidas por el color de piel, edad, nacionalidad, religión, y atractivo. A la mujer india de piel oscura se le paga menos que a otra de la clase media y blanca.
  4. Al ser el embrión un objeto extraño para el cuerpo de la mujer, deben recibir medicamentos con efectos adversos para su salud. Están sometidas a tratamientos para la fertilidad, nocivos a largo plazo, y expuestas a enfermedades relacionadas con números embarazos.
  5. Sufren durante todo el embarazo un tremendo estrés, y no sólo por vivir semi secuestradas en pisos clandestinos, sin recibir cariño y mismos, sino también por si sufren un embarazo ectópico, un aborto espontáneo, o dan a luz un bebé muerto. En tales casos, tendrían que devolver parte del dinero recibido y a veces incluso pagar una multa.
  6. Si el 99% de las cerca de 1000 mujeres que cada día mueren en el mundo viven en los países del Sur, está “cifra” se dispara por las condiciones en las que viven y paren las MVA. En 2012, se supo de la muerte de una india después de dar a luz a un niño para una pareja estadounidense. Dejó huérfana a sus dos hijos. Meses después, fallecía otra, cuando traía al mundo a los gemelos pedidos a la carta por una pareja.
  7. Sus partos suelen ser por cesárea (y lo que implica) ya que los contratantes extranjeros deben pedir visado para ir a recoger a los bebés.
  8. Las MVA son vistas, en muchos países de Asia y África, como prostitutas o malas mujeres: Los indios que creen en la reencarnación piensan que las parejas infértiles han sido castigadas por las divinidades a causa de sus pecados en las vidas anteriores, y las MVA interfieren en la decisión de los dioses. Este estigma social, y la identidad oculta de estas mujeres, son dos de los factores que dificultan una investigación exhausta sobre el efecto de este negocio en las partes implicadas.
  9. La mayoría, tras entregar al bebé, sufre remordimiento y trastornos emocionales. Ni por éstos ni por una posible depresión posparto recibirá atención médica alguna, ya que la totalidad de los cuidados estaba dirigidos a obtener un bebé perfecto, no a ella. Será su problema si sufre una hemorragia, o su depresión le conduce al suicidio.
  10. Les prohíben crear lazos emocionales con el feto. Algo, no sólo imposible, sino nocivo para el desarrollo del niño en el futuro. Tras el parto, impiden cualquier contacto “piel con piel” y ni les dejan ver al bebé siquiera. ¿Verdad que no se trata de ganar un “dinero fácil”?
  11. Al contrario de la adopción, en la que la madre biológica decide lo que es mejor para ella y para el bebé, en la “subrogación” son la pareja pagadora que determinan el destino del recién nacido.
  12. Se está creando un verdadero “proletariado reproductivo”, mercantilizando el cuerpo de mujeres cuyo número sube paralelo al incremento de las injusticias sociales. Detrás de cada bebé comprado hay un drama de mujer. ¿Cómo reacciona este niño una vez adulto cuando conozca su propia historia?
  13. Cerca del 11% de estos bebés nacen prematuros o con bajo peso. Algunos mueren en las clínicas semiclandestinas, otros son abandonados, sobre todo si tienen alguna discapacidad o enfermedad: El caso del “Bebé Gammy” fue sólo el más sonado: en 2014 una pareja australiana se llevó de Tailandia la niña Pipah que habían logrado con una MVA tailandesa, abandonando a su hermano gemelo Gammy con el síndrome de Dawn. Luego, resulta que el padre biológico había sido encarcelado por pedófilo. La madre tailandesa está reclamando la custodia de Pipah y el juez australiano se lo niega. ¡Que los adultos preparen alguna explicación medianamente humana para Dawn y Pipah!
  14. En 2016, la barbarie de este sórdido negocio tomó una nueva dimensión cuando un multimillonario japonés de 24 años fue detenido por engendrar a 16 niños por las MVA en Tailandia: pretendía tener entre 300 y 1000 hijos, afirmaba. La pregunta no es sólo ¿para qué? sino ¿qué clase de monstruos son los que dirigen esta forma de destrucción de tantas vidas? En otro caso, en EEUU, Allen dio a luz a dos gemelos. No se le permitió ver a los recién nacidos, aunque le mandaron sus fotos por el móvil. Dos meses después, descubrieron rasgos “extraños” en uno de ellos: ¡se descubre que era el hijo propio de Allen concebido durante el embarazo con el esperma de su marido! Ella reclamó a Max, su hijo, pero la agencia y los padres pagadores se negaron, pidiéndole los costos y otros 7.000 dólares por “daños”, sino pondrían a Max en adopción. Ella pagó y recuperó a su hijo.
  15. Estos niños pueden encontrarse confusos emocionalmente, tener problemas de identidades y con muchas preguntas de difícil respuesta. El vientre de alquiler divide la maternidad entre la biológica, la genética y la legal, desmontando el dicho latino de “Mater sempre certa est”. ¿Cómo hará su árbol genealógico? Al registrar el lugar de nacimiento del bebé el mismo que el de la pareja pagadora en sus documentos, se viola el derecho del niño a conocer su origen e identidad, como está garantizado en la Convención sobre los Derechos del Niño.
  16. Un niño adoptado puede llegar a creer que sus padres le querían, y le entregaron a otra familia porque deseaban lo mejor para él, mientras los hijos de la “subrogación” sabrán que 1) su abandono se decidió incluso antes de que se formara como feto, y 2) fue objeto de una transacción financiera entre unos adultos. La adopción está centrada en los intereses del niño, la subrogación, en los intereses de la pareja pagadora. Países como Alemania y Austria han prohibido no solo esta fórmula sino también la donación de óvulos para proteger la cuestión de la identidad del niño. La dignidad de las personas debe estar por encima del capricho de quienes creen que todo tiene un precio y con su fortuna pueden comprarlo. Buscan “hijos de su propia sangre” ignorando que el feto está regado por el líquido vital de la madre que la gesta. Hay millones de niños huérfanos en el mundo esperando un abrazo y un hogar. ¿Qué estúpida necesidad hay para causar tanto daño a tantas personas?.
*Nazanín Armanian: Dejé la mitad de mi vida en mis tierras persas, y cuando aterricé en esta península de acogida, entrañable plataforma de reclamo de pan y paz para todos, me puse a ejercer el desconcertante oficio de exiliado: conocer, aprender, admirar, transmitir, revelar y denunciar, estos últimos aprovechando las clases de la Universidad, los medios de comunicación y una docena de libros como 'Robaiyat de Omar Jayyam' (DVD ediciones, 2004), 'Kurdistán, el país inexistente' (Flor del viento, 2005), 'Irak, Afganistán e Irán, 40 respuestas al conflicto de Oriente Próximo' (Lengua de Trapo, 2007) y 'El Islam sin velo' (Bronce, 2009).

Las niñas violadas obligadas a ser madres llevan su causa a la ONU:

Guatemala, Ecuador y Nicaragua responderán ante el Comité de Derechos Humanos 
por una legislación que penaliza a las víctimas. 
América Latina, a la cola en derecho al aborto.


 Luis Pablo Beauregard,
México 29 MAY 2019,
                    sociedad / elpais.com.
Una niña de 13 años violada por un sacerdote en Nicaragua. Una menor abusada sexualmente por su abuelo en la zona caribeña del mismo país centroamericano. En Guatemala, una víctima de 12 años violada por un funcionario gubernamental responsable de un programa de apoyo a la niñez. Y en Ecuador, otra niña de 12 con la vida rota por el incesto. 
Todas ellas fueron madres demasiado pronto 
sin que se les dieran opciones para abortar. 
La impunidad también sella años de dolor.


Estos cuatro casos se presentan hoy en el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en un litigio único que ilustra uno de los más dolorosos estigmas de América Latina, la única región del mundo donde aumenta la violencia sexual contra las niñas.

La demanda en contra de los Estados en los que se registraron las violaciones —Guatemala, Ecuador y Nicaragua— la llevan Ginebra Planned Parenthood Global, una organización por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, otras seis asociaciones de la región y el Centro de Derechos Reproductivos estadounidense. 
La acción pretende impulsar una reforma legal. Los derechos que el comité de la ONU declare violados crearán estándares para todos los Estados que han ratificado el pacto de derechos civiles y políticos. Se prevé que se soliciten medidas generales para cambiar la situación legal en el territorio. “Esto se puede traducir en una despenalización del aborto en Nicaragua o protocolos de implementación en Guatemala”, señala Catalina Martínez, directora regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.

“Los Estados tendrán que cumplir los estándares que dicte el comité”, explica también Ximena Casas, de Planed Parenthood Global.

Los funcionarios de Naciones Unidas escucharán a las víctimas de Ecuador y Guatemala. La ecuatoriana Norma (nombre ficticio) fue violada a los 12 años por su padre. Sus hermanas y primas también fueron violentadas por su padre, padrastros y tíos. Hoy cuida de su hijo en una casa de acogida donde recibe atención psicológica. En Ecuador, siete niñas menores de 14 años resultan embarazadas al día por la violencia sexual.

Fátima, originaria de Guatemala, tiene 21 años. Hace nueve fue violada por un hombre cercano a su familia que era empleado de la Secretaría de Bienestar Social. Ocurrió en una guardería gubernamental donde la ingresó su madre al morir el padre. Allí estuvo con su hermana y ambas fueron víctimas de aquel hombre. Casi una década después, el violador y padre del hijo de Fátima no ha sido llevado a la justicia. “Si el Estado no lo detiene es porque no quiere”, asegura Paula Barrios, de Mujeres Transformando el Mundo, una de las organizaciones que va a Ginebra.

América Latina tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes tras África. Pero es la única región donde aumenta la violencia sexual contra ellas. Faltan medidas en materia de derechos sexuales y reproductivos y está prohibido al acceso a la pastilla del día después.

Planned Parenthood calcula que en la zona se supera el millón de niñas que sufren violencia sexual cada año. La organización documentó en 2015 más de 214 casos en los que detallaron el impacto mental y social entre las víctimas, ahogadas por la depresión, la angustia y los pensamientos suicidas. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes. En Guatemala, por ejemplo, el embarazo adolescente es la primera causa de abandono escolar.

Las activistas de la organización han encontrado un patrón en el que se desenvuelven estos comportamientos criminales. “En estos países, el Estado falla dos veces. No protege a las niñas de la violencia sexual y les impone un embarazo producto de un delito en donde ellas no pueden tomar sus decisiones”.

Hay 26 países en el mundo que son muy restrictivos con el aborto (lo penalizan o solo lo permiten para salvar la vida de la madre). Entre los que lo castigan totalmente, seis están en América: Nicaragua, Honduras, El Salvador, Surinam, Haití y República Dominicana. En Nicaragua, ocho de cada diez víctimas de violación tienen menos de 13 años, según Planned Parenthood.

La decisión de presentar los casos ante la ONU pretende impulsar cinco estándares: primero, obligar a una niña violada a continuar el embarazo es cruel, inhumano y degradante. El segundo llama a respetar la autonomía y capacidad de juicio de las niñas. El tercero pide tratar este asunto como discriminación de género, pues muchas de las niñas y mujeres no tienen acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. El cuarto es el derecho a la integridad personal: que las menores que quieran abortar no sean tratadas como criminales, el aborto debe ser materia de servicios de salud y no del código penal. El quinto, y último, es el derecho a la vida: las menores de 14 años tienen cuatro veces más riesgo de morir en el parto.

El caso buscará reparaciones pero, para Ximena Casas, “es una oportunidad única para garantizar que las vulneraciones no vuelvan a ocurrir”, añade.

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