Revista GSIA, Septiembre 2018.




Para los niños y niñas 
la indiferencia no es una opción.

Los niños odian y aman, maltratan o no, porque siempre establecen una relación directa, no ignoran a nadie ni para "bien ni para mal". 
El peor maltrato es la indiferencia, de eso los niños y niñas no tienen.
“No están solos”.  No deberían estarlo. Nosotros tampoco los queremos dejar solos, porque, como dice en su artículo Violeta Assiego: “Sean nuestros o bastardos, tienen derechos innegociables e irrenunciables”. Los niños pueden más que la indiferencia.

"Nuestro primer objetivo es mejorar las ayudas por hijo para las familias más pobres en 2019".

Marí-Klose recibe a eldiario.es en su despacho en la Moncloa, en un hueco de una apretada agenda en la que ha tenido que sumar los actos de su anterior puesto como director del alto comisionado y la nueva responsabilidad como primera figura en el organismo, después de la salida de María Luisa Carcedo para suceder a Carmen Montón como ministra de Sanidad.

Casi uno de cada tres menores en este país vive en riesgo de pobreza y exclusión social. ¿Qué significa ser niño “pobre” en España?
Significa tener experiencias anómalas para un niño en la sociedad española. Estas experiencias pueden tener que ver con estrés económico en el hogar, familias que no pueden hacer frente a un gasto imprevisto, que les cortan la luz o el agua. Vivir en viviendas más pequeñas, peor acondicionadas, con humedades… Alimentarse peor, puede significar también hacer menos deporte porque no hay instalaciones donde vives. Ir a escuelas donde hay una alta concentración de estudiantes con problemas sociales y que puede condicionar los ritmos de aprendizaje en el aula...
Es una acumulación de situaciones sociales que impiden que la participación de estos menores en las oportunidades que ofrece la sociedad quede mermada.

La bancada del PP llegó a abuchear a Pedro Sánchez en el Congreso por sacar a Rajoy el tema de la pobreza infantil. ¿Hay reticencias a aceptar esto como un problema? ¿La gente infravalora su magnitud?
Está muy extendida la actitud de relativizar la magnitud del problema, incluso de negarlo. Eso choca con las evidencias estadísticas apabullantes que tenemos. Miras pobreza relativa, pobreza absoluta, carencia material, pobreza en diferentes umbrales de renta… Se elija el indicador de vulnerabilidad que se elija te va a salir lo mismo: los niños como el colectivo más desfavorecido.
Es un problema mal comprendido por parte de la ciudadanía y sectores sociales menos sensibles a la desigualdad. Gente de clases más acomodadas que te dicen “yo no veo pobres a mi alrededor”. Es probable que los barrios en que viven este problema no exista o se viva de una forma muy escondida. Hay personas que intentan exhibir una condición normalizada que luego quizás no tengan en el hogar.

La pobreza se esconde.  
La sensación de que la pobreza estigmatiza obliga a mostrar que en realidad no estás pasando estrecheces económicas. Te puedes encontrar a familias que hacen sacrificios importantes, compran ropa a sus niños por encima de sus posibilidades, simplemente para que su hijo no sea señalado como un niño en situación de pobreza y pueda ser objeto de burla o de acoso, que no goce de las mismas oportunidades de integración social.
Pero aunque pueda ser un problema relativamente invisible, la crisis se ha hecho muy explícito. Una de las expresiones más intensas de que existía esa pobreza subyacente son los miles de desahucios que se han producido durante la crisis.

Aunque la tasa de pobreza infantil ya era elevada antes de la crisis, ¿la recesión nos ha dejado diferencias respecto a la situación anterior anterior a 2007?
Ha habido un empeoramiento fundamentalmente de las situaciones de pobreza severa. Los que más se han empobrecido durante la crisis han sido los más pobres y su situación no ha revertido de la misma forma que lo ha hecho la situación económica general.

¿Qué colectivos están más presentes en esta población en riesgo de pobreza?
Hay que distinguir dos indicadores: la prevalencia y la incidencia. La incidencia mide qué proporción de un determinado colectivo está en situación de pobreza y la prevalencia es cuánto representa respecto al conjunto de la población. La incidencia es muy alta en colectivos como las familias monoparentales (las monomarentales fundamentalmente), las familias numerosas, las familias de origen inmigrante… Es decir, dentro de esos colectivos la tasa de pobreza es muy alta. Pero en cuanto a la prevalencia te encuentras situaciones relativamente inesperadas.

¿Cómo cuáles?
Cuando miras los números absolutos, la mayor parte de pobres responde a un perfil arquetípico: familias de dos progenitores, uno o dos niños, en las que uno de los progenitores trabaja. En las familias tradicionales en las que trabaja un progenitor y el otro no, la tasa de pobreza muy alta: cerca del 30% de ellas están en situación de pobreza. Estas familias eran las que tradicionalmente aseguraban el sustento familiar y ahora con un solo ingreso no te sitúas fuera de la pobreza. Esto tiene que ver con la intensidad del trabajo.

¿Cómo afecta?
Nos encontramos muchos hogares donde a lo largo del año se trabaja en algún momento, pero la intensidad es baja respecto al tiempo potencial que podrían estar trabajando. ¿Por qué? Por el tiempo parcial, la gente trabaja solo durante una parte del año, los trabajos temporales… Al ser el sistema de protección social contributivo, en hogares de baja intensidad del trabajo, no se adquieren derechos a prestaciones, como la de desempleo.
Estos hogares se pueden convertir en hogares sin ingresos: durante la crisis hemos llegado a tener más de 700.000 hogares sin ningún tipo de ingreso, todavía tenemos 500.000 y antes de la crisis teníamos poco más de 200.000. Estamos muy lejos de revertir los problemas que ha generado la crisis en los hogares más vulnerables.

¿Qué medidas han impulsado en el Alto Comisionado en estos más de 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez?
Al llegar decidimos que lo más importante a corto plazo era incrementar los recursos destinados a la garantía alimentaria y al ocio educativo en verano, el programa VECA. Porque en verano se  abren brechas sociales importantes en las competencias cognitivas de niños acomodados y desfavorecidos, porque los primeros tienen unas oportunidades de exposición a entornos mucho más estimulantes pagados por sus padres, como aprender idiomas, hacer deporte, etc.

¿Y más allá del verano?
Estamos trabajando en diversas líneas. La central es desarrollar un programa que mejore la situación de los hogares con niños más desfavorecidos. Iba en nuestro programa electoral: se llama Ingreso Mínimo Vital y tiene una primera pata que es la mejora de transferencias por hijo a cargo. Estas transferencias son absolutamente raquíticas en España.
Esta situación es especialmente injusta porque los hogares más desfavorecidos no realizan declaración de la renta y no pueden optar a los beneficios fiscales que sí que reciben las familias de clases medias que la hacen.

¿De cuánto son estas transferencias en la actualidad?
De apenas 270 euros al año y no tienen ningún impacto en la reducción de la pobreza, es una anomalía impropia de un país como el que tenemos. En la mayoría de los países existen prestaciones para estos colectivos equivalentes a las que reciben las clases medias a través de beneficios fiscales.

¿Van a aumentar estas ayudas?
Nuestro primer objetivo es mejorar las prestaciones por hijo a cargo para los colectivos de mayor vulnerabilidad de manera secuencial en los próximos años.
Obviamente en la situación de restricción presupuestaria, sin techo de gasto aprobado y sin presupuestos, tenemos que plantear esto con una cierta contención. Estamos instando y preparando documentos para que esto sea posible, en la medida que esto es un compromiso de Gobierno, entiendo que se va a avanzar en esta dirección.

¿Habrá una mejora de estas transferencias ya en los presupuestos de 2019?
Sí, el objetivo es que esté en los presupuestos de 2019.

Aún solo hemos enviado varias opciones al Ministerio de Hacienda de distintos escenarios, si se duplicaran las transferencias, si se triplicaran, qué consecuencias de gasto y de reducción de la pobreza infantil tendrían. Al Alto Comisionado le gustaría poder aplicar las medidas más ambiciosas posibles, que en realidad sería aplicar el Ingreso Mínimo Vital, pero no está en nuestra mano.

¿Qué datos están obteniendo de esas simulaciones?
Más que un dato le puedo decir que la aplicación de nuestro Ingreso Mínimo Vital podría llegar a erradicar prácticamente la pobreza infantil severa y reducir los niveles de desigualdad general hasta umbrales próximos a la media europea, que ahora estamos entre los países más desiguales.

¿Cuánto cuesta?
Los costes del conjunto del Ingreso Mínimo Vital se sitúan entre 5.000 y 6.000 millones, pero se puede avanzar secuencialmente sobre todo en transferencias por hijo a cargo. No hace falta llegar a estas cifras tan altas para ir mejorando significativamente la situación de pobreza severa y desigualdad.

Las prestaciones específicas para combatir la pobreza infantil son mucho menos efectivas contra este problema que otras prestaciones para otros colectivos. ¿Por qué es así?
Porque la cobertura es muy baja, se benefician muy pocas familias y la generosidad es ridícula. Las transferencias por hijo a cargo solo llegan al 10% de las familias, teniendo en cuenta que hablamos de pobreza cercana al 30%, solo una de cada tres familias pobres reciben transferencias y es una cantidad ridícula.
En nuestra propuesta de ingreso mínimo vital las familias más desfavorecidas van a cobrar entre 100 y 150 euros al mes, estamos hablando de magnitudes completamente diferentes.

¿Qué efectos tuvo el llamado cheque bebé de Zapatero en la reducción de la pobreza infantil?
Tuvo un efecto importante en el primer año de vida, que es además un año crucial para los niños. En 2009 y 2010, que estuvo vigente, tuvo un impacto reductor de entorno a 6 puntos en la tasa de pobreza infantil del primer año de vida. No conozco ninguna prestación monetaria que realice el Estado que tenga un impacto semejante. La que más reduce es la prestación por desempleo, que reduce más o menos 5 puntos. Las pensiones las pensiones reducen 2 o 3 puntos, los hogares con niños a veces se benefician de que haya pensionistas en casa. Las ayudas por hijo a cargo y ayudas del algunas Comunidades Autónomas, reducen por debajo del 0,5%.

¿Podría existir de nuevo un "cheque bebé" en España?
Lo más interesante es que no se circunscribiera solo a ese primer año, reconociendo que es muy importante. Pero lo interesante sería que la ayuda llegara a niños en situación desfavorecida cuando lo necesiten, independientemente de su edad.

¿Impulsarán en España una prestación universal por hijo,para todas las familias, como existe en otros países europeos?
Lo ideal sería llegar a una prestación universal, aunque en realidad ya existe, y matizo: parte de la población recibe beneficios por tener niños, pero son beneficios fiscales. La anomalía está en el segmento de población más vulnerable, que recibe prestaciones, pero son muy poco generosas. Los beneficios fiscales para las familias con niños son bastante generosos, pero también hay margen de maniobra para mejorar.

¿Cómo puede el sistema educativo igualar oportunidades? ¿En qué están trabajando en este ámbito?
Es importante ayudar a las familias más desfavorecidas por ejemplo a hacer frente a gasto escolar, que puede representar una proporción muy importante de su gasto total. Estamos trabajando con la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) para identificar buenas prácticas que realizan algunos municipios en la compra de material y de apoyo económico a familias más vulnerables para poner en valor lo que hacen algunos municipios y que sirva de emulación para otros. Estamos trabajando para crear una especie de premio desde el Alto Comisionado.

Más allá de esto, es fundamental la política de becas en etapas más avanzadas del itinerario educativo, en lo que está avanzando mucho el Ministerio de Educación. Es importantísimo también luchar contra la segregación escolar, ahí tenemos más limitaciones desde el Estado central porque es una competencia autonómica. Es importante que los colegios puedan tener programas de refuerzo para los alumnos con problemas de aprendizaje.

Estamos entendiendo muy mal lo que hay que hacer con estos estudiantes. España es un país con unas tasa de repetición muy altas y ocurre casi en todas las CCAA y sabemos perfectamente por todos los informes internacionales que la repetición no es la solución para este tipo de estudiantes, que pasa por programas de refuerzo y acompañamiento.

¿Va el Gobierno a impulsar este refuerzo?
Existía un programa que daba muy buenos resultados, el PROA, que puso en marcha el Gobierno de Zapatero y hubo trabajos de investigación muy rigurosos que demostraban que tenía beneficios fundamentalmente para los colectivos más desfavorecidos, que son los que tienden a repartir más. El 53% de los niños que se encuentran en el grupo del 20% de familias con menos ingresos ha repetido a los 15 años, frente al 8% de los estudiantes del tramo más alto de ingresos.
Desde el Ministerio de Educación y el Alto Comisionado estamos trabajando en el desarrollo de un programa parecido al PROA, viendo cómo volver a poner en marcha algo parecido a este programa para aplicar refuerzo que combata el fracaso escolar.

¿Y sobre educación 0-3 años?
Está más en pañales, pero está en la agenda. Es una medida importantísima incorporar a los estudiantes más desfavorecidos a la escuela infantil, sobre todo a la etapa 1-3. Está en la mesa de negociaciones de los Presupuestos también.

“Foro niñez y adolescencia en contextos de migración y refugio en el siglo XXI”, Documentación.

DNI – Costa Rica como parte de la celebración de su 24 aniversario, llevó a cabo el pasado 27 de julio el “Foro niñez y adolescencia en contextos de migración y refugio en el siglo XXI”, junto con el apoyo de la Universidad Latina de Costa Rica, Universidad Estatal a Distancia, el centro de gestión de conocimiento Think Tank y la Dirección General de Migración y Extranjería. 
Con el objetivo de generar un espacio de saberes y aprendizajes que permitiera comprender mejor que lo que está sucediendo en las diferentes regiones y cuáles son las grandes interrogantes aún por responder.


El Programa se desarrolló durante todo la mañana y se dividió en 4 bloques:

1. Primer Bloque brindó el Marco referencial basado en la Convención sobre los Derechos del  Niño.

2. Segundo Bloque presentó una Conferencia Magistral sobre aspectos claves para comprender la situación de niños, niñas y adolescentes en los contextos de migración y refugio.

3. Penúltimo bloque ofreció en una Mesa Redonda en donde diversos expertos en la materia brindaron sus aportes con respecto a la protección, seguridad e integración de las personas menores de edad en contextos de migración y  refugio.

4. El cuarto y último bloque facilitó la presentación sobre Migración, Medios de Comunicación, reflexiones y conclusiones finales.

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Cuando los menores extranjeros no son el problema.

Itziar Gómez Fernández.

¿Tenemos un problema con los menas
Lo tenemos. 
Y no uno, sino muchos. 
Pero los medios se están equivocando al identificarlo.


Colapso, emergencia social, desbordamiento, avalancha. Son las palabras que se repiten en las últimas semanas en la prensa generalista al tratar la cuestión de la llegada, acogida y atención a los menores extranjeros no acompañados (menas) que llegan a nuestro país por la frontera sur; que lo es de España y lo es también de Europa, con todo lo que ello supone. 

Y si el recurso a este tipo de expresiones, cuando se habla de movimientos migratorios de personas adultas, exige la mayor prudencia para evitar las reacciones xenófobas de indeseables efectos, cuánta más prudencia debiera exigirse cuando se refieren a niños, niñas y adolescentes que están, por imperativo legal, bajo la tutela y protección de nuestro Estado.

Ahora bien, la necesaria prudencia no supone obviar un problema, que sin duda existe en España cuando hablamos de gestionar los flujos migratorios de menores. Un problema que no es nuevo y que tiene un alcance mucho más complejo que el que se ve reflejado en las noticias. 

Si debiera sintetizar en 1.000 palabras lo que pasa en España con los menas, resaltaría lo siguiente:

1. El flujo de menores que migran solos ha aumentado en los últimos años. Cierto. Las cifras de la Memoria de la Fiscalía del año 2017 ponen de manifiesto que se ha incrementado el número de menores llegados en patera a nuestras costas, como lo ha hecho también el número de menores que pasan la frontera terrestre de Ceuta y Melilla.  
Pero las cifras no lo dicen todo. Por ejemplo, cuando nos cuentan que el 97,05% de los migrantes menores son varones, nos indican que las niñas, que también migran, son invisibles porque circulan en el submundo de la trata de seres humanos. De ellas, simplemente, no se ocupan los medios porque no están durmiendo en los pasillos de los centros de menores. Eso significa que las cifras pueden ser mayores, como también podrían aumentar si todos los menores con documentación acreditativa de su edad fueran considerados como tales y no fueran declarados mayores por la Fiscalía de Extranjería, que los saca de este modo de la estadística y, simultáneamente, de los sistemas de protección.

Ahora bien, las cifras de llegadas, que son de primera acogida o de atención de urgencia, no se corresponden con las de presencia en España, ni con las cifras de atención efectiva tendente a la integración en territorio nacional. Muchos de esos menores pasan a otros países europeos. Muchos se pierden, porque una vez que salen de los centros o de los pisos donde se les atiende, y dejan de dar señales de vida durante seis meses, se les da de baja del sistema de protección (artículo 172 de la Ley Orgánica 1/1996). Por tanto, el análisis de las cifras de la avalancha exige una mirada más crítica y pausada, que no debe perder de vista el origen mayoritario de esos menores, que es Marruecos, con quien España está condenada a entenderse a la hora de formular una política razonable de control de fronteras que, sin duda alguna, debe incluir en la ecuación la ordenación de los movimientos transfronterizos de niños y niñas. Pensar en un sistema ordenado de visados de estudios, por ejemplo, o en un refuerzo de la cooperación al desarrollo con especial atención a los niños y los adolescentes podrían ser las vías.

2. Hoy se habla de desbordamiento porque se han reducido drásticamente las plazas de primera acogida, perdiéndose la capacidad de reacción de las administraciones públicas ante situaciones de incremento de llegadas. A esto se une el hecho de que los centros de primera acogida debieran ser centros de derivación rápida (una vez determinada la situación de desamparo del menor y asumida su tutela por la Administración autonómica) hacia recursos específicos en que haya menos niños, donde se les pueda atender adecuadamente y responder a sus necesidades; por ejemplo, de acceso a la educación (artículo 27 de la Constitución Española) y a la asistencia sanitaria (art. 43 de la CE).
Esa derivación no se está dando con la celeridad que debiera, de un lado porque se demora innecesariamente la declaración de desamparo (con el cuestionamiento sistemático de la documentación de los menores) y, de otro, porque también se han reducido los recursos de atención a la integración. En síntesis, hoy se da un problema evidente de cuello de botella. El colapso, en parte, lo ha generado la propia Administración por una gestión ineficiente y por una falta patente de diálogo y colaboración entre las comunidades autónomas, que son las que tienen atribuida la tutela de los menas una vez se declara su situación de desamparo. El caso de las 13 menores trasladadas de Palencia a Melilla es un ejemplo paradigmático de gestión que, superada la calificación de ineficiencia, llega a la consideración de absurdo, si se tiene en cuenta que Melilla es uno de los enclaves que protagoniza ese problema de colapso.

3. Existe un problema con los ‘menas’ en los centros de protección de la infancia de las CCAA. Cierto también, pero no es un problema nuevo. Denuncias relacionadas con las condiciones de aislamiento, hacinamiento, maltrato psicológico y físico por parte del personal de los centros de Madrid, Cataluña, o Melilla se han hecho públicas por distintas organizaciones de atención a la infancia y han sido llevadas hasta el Defensor del Pueblo, la Fiscalía y, en ocasiones, incluso al Juzgado sin que exista condena alguna. Los denunciantes también se pierden, se van. El funcionamiento interno de los centros es tan abierto para los niños (salen cuando quieren) como opaco para la ciudadanía. No son públicos (si es que existen) protocolos de actuación en caso de maltrato o agresiones por parte de los propios chicos o de los vigilantes o educadores; no hay sistemas de prevención, detección temprana o denuncia frente a situaciones de violencia; no existe adecuada orientación educativa; en muchas ocasiones no se tramita la documentación a la que los menores tienen derecho. Sencillamente, los chicos (y algunas chicas, muy pocas) se quedan varados en esos centros, lo que explica en parte el abandono de los mismos.

4. El Estado y las comunidades autónomas incurren en una falta de respeto, excesivamente frecuente, hacia los derechos legales y constitucionales de los menores. Más allá del déficit asistencial, vinculado a la falta de recursos, existen problemas de índole sistémica muy enraizados y a los que resulta imprescindible hacer frente. A ellos se hacía referencia en el análisis Menores extranjeros en la frontera de los derechos humanos. Existen fallos graves en el procedimiento de determinación de la edad de los menores, sobre todo cuando el mismo se aplica a menores documentados, obviando la presunción de minoría edad que debiera primar en cualquier supuesto de duda; las dificultades de acceso a la jurisdicción son evidentes y se manifiestan desde el momento en que no existe un recurso jurisdiccional directo contra los decretos de determinación de la edad; el derecho a ser oído, y a que la preservación del interés superior del menor sea la ratio decisoria principal, pasa a un segundo plano desde el momento en que los intereses de quien representa al menor (la Administración) suelen contraponerse a los del niño; los retrasos en el acceso a la documentación de los menores generan barreras infranqueables de acceso al mundo laboral, a la solicitud de nacionalidad, a la regularización de su situación una vez alcanzan la mayoría de edad, de modo que las garantías legales no se corresponden con garantías reales en un alto porcentaje de supuestos.
Buena parte de estas cuestiones están pendientes de ser valoradas por el Comité de Derechos del Niño de la ONU, que ha decretado la adopción de medidas cautelares en una serie de asuntos sin que el Estado español, responsable de la aplicación de la Convención de Derechos del Niño, tratado de obligado cumplimiento desde que integró el ordenamiento nacional (artículo 96 de la Constitución), las haya asumido ni ejecutado. Vendría a ser la guinda del pastel.

¿Tenemos un problema con los menas? Lo tenemos. Y no uno, sino muchos. Pero los medios se están equivocando al identificarlo. Y ello hace un flaco favor a los niños y a las administraciones que no asumen su grado de responsabilidad y que, por tanto, no se colocan en el camino adecuado para resolverlos.

"El eje de todas las asignaturas debe ser el medio ambiente"

Heike Freire,autora de "Educar en verde"/ Sergio Enriquez-Nistal

Heike Freire*, la educadora 'verde' y autora de "Educar en Verde": Antes que "salvar" el planeta, vamos a "amar" el planeta... 
Esa es la lección primordial que ha aprendido Heike Freire al cabo de dos largas décadas como pedagoga y comunicadora. La autora de "Educar en verde" recorre infatigable nuestra geografía (ayer en Galicia, hoy en Madrid, mañana en Alicante) intentando transmitir a los profesores esa pasión contagiosa que llevan en su propia naturaleza los niños.

Heike dirige un  Curso Superior de Pedagogía Verde, que inicia en estos días...

Carlos Fresneda,

A Heike Freire la conocimos en pleno bosque, poniendo en práctica todo lo leído en una escuela que se llamaba Madreselva, en la Vera cacereña. Los niños dejaban atrás las rigideces del entorno urbano, respiraban a pleno pulmón, aprendían todos los días algo nuevo en su entorno natural. Ellos mismos habían ayudado a construir la casita de madera que hacía las veces de aula. Tenían también un "tipi" indio y una vieja "lechera" que servía de biblioteca rodante.
La magia de aquella escuela emboscada quedó atrás. Pero la experiencia acumulada sobre el terreno le sirvió a Heike Freire para dar un nuevo impulso a su idea de "pedagogía verde", frente a los conceptos caducos de "pedagogía negra" (basada en los castigos) y la "pedagogía blanca" (apoyada en las recompensas).
"La pedagogía verde es un enfoque educativo basado en la confianza en la sabiduría innata con la que cada ser vivo está equipado", sostiene Heike Freire, que fue asesora del Gobierno francés desde el Instituto de Educación Permanente y siguió las enseñanzas de Ivan Illich y Paolo Freire. "Los niños y las niñas tienen dentro de sí todo lo que necesitan para crecer plenamente. Lo que necesitan en todo caso es un acompañamiento consciente de los procesos de naturales de desarrollo, autoconocimiento y aprendizaje".

Habla Heike Freire de la necesidad de una relación "triangular" entre el educador, el niño y el entorno natural... "La naturaleza es un espacio sabio y vivo del que nuestra especie emergió hace cientos de miles de años. Es a la vez madre y maestra. Nos ofrece vivencias y experiencias que se pueden emular, especialmente en la infancia. Integrarla en la educación es de alguna manera un reencuentro con nosotras mismas. Y también una manera de empezar a construir esa transición ecológica que tanto necesitamos".

Más que como una nueva "asignatura", Heike Freire propone que el medio ambiente sea "el eje de todo el edificio curricular, que debería ser mucho más concreto y flexible". "No tenemos mucha idea de cómo será el mercado de trabajo dentro de diez o quince años", advierte. "Lo que está claro es que necesitaremos buenas personas, buenos padres y madres... Y agricultores para producir alimentos de proximidad, no contaminados. Y biólogos capaces de recuperar los ecosistemas que estamos dañando. E ingenieros que puedan desarrollar tecnologías limpias, imitando la sabiduría de la naturaleza. Y artista e intelectuales que puedan crear historias e imágenes para simbolizar una nueva cultura centrada en la vida (no solo la humana) y enraizada en la tierra".

"¿Cómo "enseñar" a los niños el cambio climático?", le preguntamos a la educadora "verde". "Mejor no hacer demasiados discuros y empezar a apoyarnos en sus propias vivencias, que es como se aprende fudamentelmente hasta los 12 o 14 años. Las consecuencias del calientamiento global son tan evidentes que no es difícil encontrar hechos palpables, ya sea el aumento de las temperaturas, las olas de calor o la pérdida de biodiversidad".
"Lo importante en cualquier caso es acompañarles en el desarrollo de sus conciencia ecológica, partiendo de los instintos de amor y cuidado al planeta con los que todo niño y niña vienen al mundo", advierte Freire. "Si cargamos las tintas en la culpa por lo que está haciendo nuestra especie y en el miedo a las desastrosas consecuencias para nosotros, les trasmitiremos esos sentimientos, además de una sensación de impotencia y una tendencia a evitar la cuestión... Hay que favorcer en los niños el amor al planeta, antes de pedirles que lo salven".

Recalca también la pedagoga la necesidad de estrechar el vínculo con "una relación cotidiana y continua con la naturaleza". Las salidas semanales o mensuales al campo son "beneficiosas", pero lo que cuenta al final es el roce diaro con el entorno natural, "para desarrollar la sensorialidad y capacidad de movimiento, para observar, explorar, descubrir, arriesgarse, correr aventuras y vivir experiencias "mágicas"... Con el tiempo, integrarán todos los valores que han vivido y practicado y sentirán la Tierra como una extensión de ellos mismos. La cuidarán y la defenderán".

Habla también de Freire de un movimiento ya imparable para "renaturalizar" las escuelas, para susitituir los patios de hormigón por vergeles y huertos, o por áreas con agua y tierra, y extender eses proceso a las ciudades, y reverdecer los solares vacíos, "y crear espacios para la salud y el bienesta de sus ciudadanos".
"La semilla se ha extendido por todo nuestro territorio en los últimos seis años y son ya cientos, por no decir miles de escuelas, las que están implicadas en el proceso de transformación de los espacios exteriores", asegura Heike Freire, que habla con emoción del trabajo de sensibilización en el que se han embarcado "Carme i Pitu", dos maestros jubilados que han desarrollado el proyecto Safareig y han asesorado a cientos de centros en el proceso inaplazable de "renaturalización".

Heike Freire se siente deudora de dos "maestros" que visitarán próximamente Barcelona y que le ayudaron a forjar su propia visión de la pedagogía verde. De la mano de Qing Li, recorrió en Japón las áreas preparadas para el ritual del "Shinrin-Yoku" o "baños de bosque": "Nadie trasmite como él hasta qué punto nuestra vida, nuestra salud y nuestro bienestar dependen de los árboles".
El segundo "maestro" es el norteamericano Richar Louv, autor de "Los últimos niños en el bosque", que le ayudó a identificar un mal cada vez más extendido en la infancia: el déficit de naturaleza. De esa reflexión nació su segundo libro -Estate quieto y atiende (Herder)- en el que la autora critica el sobrediagnóstico del TDAH y se pregunta si no estamos ante un reflejo del "estilo de vida acelerado que tenemos" o ante una respuesta de los niños frente a la imposibilidad de satisfacer, por ejemplo "su necesidad natural de movimiento, fundamental para su desarrollo orgánico y neurológico, y también para la regulación emocional".

"Las dificultades de niños, niñas y jóvenes nos están indicando que necesitamos un cambio de rumbo", asevera Heike Freire, que reconoce su ambivalencia ante la tecnología y reclama un "uso consciente" de las pantallas. "Tenemos que construir una sociedad más amable, más humana, más lenta... y más conectada con el mundo natural".

Los derechos de ciudadanía de niños, niñas y adolescentes. Revista Sociedad e Infancias,

   Mongráfico de la


Vol 2 (2018).


Monográfico: Los derechos de ciudadanía de niños, niñas y adolescentes. 


El discurso sobre la ciudadanía de los niños, niñas y adolescentes ha ganado popularidad en los últimos tiempos, y se utiliza con la intención de evocar una manera de repensar la posición de aquellos, principalmente como miembros efectivos y activos de una comunidad o de una nación, y como poseedores de derechos. 
Se trata de un discurso que se inscribe en una tendencia universal que reclama una concepción más inclusiva que la tradicional del concepto de ciudadanía, en la que tengan cabida grupos sociales diversos, con sus propias señas de identidad particulares (mujeres, personas con discapacidad, diversidad de género, pueblos indígenas, y otros). 
En el caso de los niños, este discurso general se cruza con el discurso de los derechos, representado en la Convención sobre los Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, de 1989. Publicada: 2018-08-27.

Tabla de contenidos:
Presentación.


Marta Domínguez Pérez.   PDF  11-15

Monografía.


Los derechos humanos de los niños: ciudadanía más allá de las tres “p”
Lourdes Gaitán Muñoz.    PDF 17-37

Concepciones hegemónicas de la infancia en un siglo de movimientos en favor del bienestar de la niñez.
Mara Tissera Luna.    PDF 39-57
La actuación responsable de los niños más allá de los derechos y deberes de la ciudadanía.
Juliana Siqueira de Lara.    PDF (Português) 59-77
La participación política de la niñez zapatista en Chiapas. Enseñanza y aprendizaje de la organización y la resistencia indígena.                    
Angélica Rico Montoya, Yolanda Corona Caraveo, Katia Nuñez Patiño.    PDF  79-101
Los derechos de ciudadanía de niños y adolescentes en un territorio singular: la trifrontera amazónica.
Carmen Pineda Nebot, Herbert Cristhiano Pinheiro de Andrade, Antônio Vagner Almeida Olavo.   PDF 103-126
Derechos de la Infancia y Ciudadanía Global en el sistema educativo español: aproximación desde la comunidad educativa.
Aida Urrea Monclús, Jordi L. Coiduras Rodríguez, Carles Alsinet Mora, M. Àngels Balsells Bailón, Ignacio Guadix García, Oscar Belmonte Castell.     PDF 127-146
Protagonismo infantil en la escuela. Las relaciones pedagógicas en la construcción de ciudadanía.
Siu Lay-Lisboa, Evelyn Araya-Bolvarán, Camila Marabolí-Garay, Gabriela Olivero-Tapia, Carolina Santander-Andrade.   PDF 147-170


Miscelánea

Nuevos estudios de infancia, política de infancia y derechos de los niños y niñas
Heinz Suenker, Jo Moran-Ellis.   PDF 171-188
El juego en la vivencia de calle de los niños: retratos y narraciones a partir de Dibujos-Historias
Joana Missio, Dorian Mônica Arpini.    PDF (Português)  199-210
El dispositivo de acoso escolar homofóbico y transfóbico: voces en una comunidad educativa
Cristian Carrer Russell.   PDF 211-232
El bienestar de los adolescentes y su relación con la espiritualidad y la religiosidad: revisión sistemática de la literatura reciente
Miriam Raquel Wachholz Strelhow, Jorge Castellá Sarriera.   PDF (Português) 233-257
“La magia que tenemos entre nosotros… niñas y niños”.1 Visibilidad, fuerza y afecto de la palabra infantil
Grecia J Rodríguez Pinto, Leonardo Albuquerque.  PDF  259-285

Reseñas bibliográficas

. Lemish, D., Gotz, M. (2017). "Beyond the Stereotypes? Images of boys and girls, and their consequences". The International Clearinghouse on Children, Youth and Media, Yearbook 2017. Gothenburg: NORDICOM, Sweden, 254 páginas. ISBN: 0-7507-0596-5 (pdf).   PDF (Português) 287-291
Cristina Ponte
. Chávez, P., Vergara, A. (2017). "Ser niño y niña en el Chile de hoy. La perspectiva de sus protagonistas acerca de la infancia, la adultez y las relaciones entre padres e hijos". Santiago: Ediciones Ceibo, 282 páginas. ISBN: 978-956-359- 097-5-1.  PDF  293-296             
María José Reyes
. Ward, Colin (1978). "The Child in the City". New York: Pantheon Books, 221 páginas.  ISBN: 0394498453.   PDF (Português)  297-300 . 
Rhaisa Naiade Pael Farias, Fernanda Müller

Otras colaboraciones

Judith Ennew, pionera en la práctica e investigación de los derechos de los niños. Un homenaje.
Manfred Liebel, Antonella Institution Invernizzi, Brian Milne.   PDF  301-308
- La niñez como bien comercial.
Judith Ennew.   PDF  309-322
- La participación de los niños/as y jóvenes en el gobierno de las organizaciones sociales de infancia
Jose Antonio Ruiz Montes, Susagna Escardíbul Tejeira.   PDF  323-327
Cien años “Declaración de los Derechos del Niño y la Niña de Moscú”. Una memoria.
Manfred Liebel.      PDF  329-332 

Desde aquí puede consultar y obtener el texto completo de los artículos publicados. © 2017. Universidad Complutense de Madrid. Está permitida la difusión y reproducción no comercial de este artículo siempre citando al Autor, a la Revista Sociedad e Infancias y a Ediciones Universidad Complutense

Los derechos de ciudadanía de niños, niñas y adolescentes. Revista Sociedad e Infancias, Vol 2º, 2018.

Los derechos de ciudadanía de niños, niñas y adolescentes.
Monográfico de la Revista Iberoamericana
Sociedad e Infancias.

Volumen 2º, 2018.


El discurso sobre la ciudadanía de los niños, niñas y adolescentes ha ganado popularidad en los últimos tiempos, y se utiliza con la intención de evocar una manera de repensar la posición de aquellos, principalmente como miembros efectivos y activos de una comunidad o de una nación, y como poseedores de derechos. 
Se trata de un discurso que se inscribe en una tendencia universal que reclama una concepción más inclusiva que la tradicional del concepto de ciudadanía, en la que tengan cabida grupos sociales diversos, con sus propias señas de identidad particulares (mujeres, personas con discapacidad, diversidad de género, pueblos indígenas, y otros). 
En el caso de los niños, este discurso general se cruza con el discurso de los derechos, representado en la Convención sobre los Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, de 1989.

En este número:
• La sección monográfica: comprende tanto ensayos teóricos como experiencias prácticas del ejercicio real de su ciudadanía por parte de niños, niñas y adolescentes, o bien de las acciones orientadas a facilitar ese ejercicio en las instituciones. De esta manera, la sección se abre con dos artículos que abordan, críticamente, el proceso de construcción de los derechos de la infancia, así como sus consecuencias. Estos son seguidos por artículos originales que dan cuenta del concepto de responsabilidad como componente de ciudadanía, tal como este es entendido por los niños, de su forma de sentir la pertenencia a una comunidad, o de las formas de vivir una ciudadanía protagonista en el ámbito escolar.

• La sección miscelánea: novedad y originalidad caracterizan los artículos incluidos en esta sección. Desde una concepción amplia de lo que supone ser, actuar y ser reconocido y respetado como ciudadano o ciudadana, los artículos incluidos en esta sección, guardan una relación de continuidad con respecto a los de la sección anterior, si bien están referidos a ciertos casos particulares.

• La sección de Otras colaboraciones: contiene un pequeño homenaje a una figura fundamental para la construcción de teoría y la innovación metodológica en la sociología de la infancia, tal como fue Judith Ennew, de quien se publica aquí un artículo inédito.

Las Recensiones de libros publicados en español y portugués completan este volumen.

Sociedad e Infancias

Sociedad e Infancias es una revista interdisciplinaria e iberoamericana, cuyo objetivo es promover el conocimiento científico sobre las vidas de los niños, niñas y adolescentes, principalmente en el ámbito español, portugués e iberoamericano y orientado en la línea de los nuevos estudios de infancia.



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