FXB Center for Health and Human Rights.
Harvard University.
Much public attention and heartache have been focused on the severe
impact of the refugee and migration crisis on children. Images of
toddlers drowned and washed up ashore, babies rescued from terrifying
journeys, teenagers camping in bitter cold have been widely
disseminated. An equally grave set of human rights problems however has
not received adequate attention – the exposure of displaced children to
violence and abuse, including sexual exploitation.
A new report by the Harvard FXB Center for Health and Human Rights
focuses on the situation facing refugee and migrant children in Greece, a
key site of distress migration. The report Emergency Within an Emergency
documents an alarming pattern of exploitation and abuse, including
physical violence and sexual abuse. It examines the complex factors
that expose children as young as 11 to regular sexual exploitation in
central Athens, and it investigates the circumstances in Greek camps
that contribute to regular patterns of violence and abuse. A key
finding is that children rely on selling sex to raise money for their
survival or to pay smugglers to facilitate their onward journeys.
Jacqueline Bhabha, Director of Research and Vasileia Digidiki, Research
Fellow at the FXB Center, the authors of this report, note: “The absence
of an effective child protection system presents enormous hazards for
migrant children, exposing some to serious risks of long term exposure
to sexual exploitation.”
The report contains painful testimonies of shame, despair and
depression by brave and striving children, poorly served by an
inadequate institutional response to their circumstances. The report
concludes with detailed recommendations about urgent reforms required to
address protection gaps, coordination failures and more general
humanitarian responses to one of the most serious emergencies of our
time. As the political climate in Europe and other parts of the world
deteriorates for refugee and migrant populations, national and
international stakeholders must come together to ensure adequate
prevention measures and safe, legal paths to migration for migrant
children in acute need of protection.
The full report can be found here.
See a recent article in The Guardian that quotes the report and its authors.
For related information, go to our Children on the Move page.
Son menores refugiados no acompañados,
varados en Grecia y desesperados por llegar a Reino Unido y otras
partes del norte de Europa. Y de acuerdo con un informe de la
Universidad de Harvard, están siendo forzados a vender sus cuerpos para
pagar a traficantes que prometen ayudarles en sus viajes.
El informe publicado esta semana por las profesoras Vasileia Digidiki y Jacqueline Bhabha, del
Centro por la Salud y los Derechos Humanos de la universidad, describe
una “creciente epidemia de explotación sexual y abuso de los menores
refugiados en Grecia”.
El informe dice que muchos refugiados menores
provenientes de zonas de conflicto como Siria, Afganistán y Pakistán que
intentan cruzar Europa están atascados en Grecia y no pueden permitirse
las tasas de los traficantes para desplazarlos. Como resultado, algunos
de los menores se ven obligados a vender sexo para tratar de financiar
sus viajes.
“Ya no se puede ignorar esta emergencia.
Ya no podemos sentarnos sin hacer nada mientras se abusa de los menores
refugiados y se ven obligados a vender sus cuerpos a plena luz del día y
a la vista de todo el mundo en el corazón de Atenas simplemente para
sobrevivir”, señala Digidiki.
“Es nuestra
responsabilidad como seres humanos afrontar esta emergencia sin rodeos y
tomar medidas inmediatas en todos los niveles para acabar con esta
cruel violación de la dignidad y los derechos humanos”, añade la autora.
El informe detalla que el precio medio de una transacción sexual con un
niño es de 15 euros. La mayoría de las víctimas son chicos afganos,
sirios, iraquíes e iraníes. Los clientes son principalmente hombres de
35 años o más.
Los traficantes a menudo cobran miles
de euros para trasladar a gente por Europa y, a pesar de vender sexo,
las tarifas de los traficantes están fuera del alcance de muchos
menores.
Suspensión del sistema de acogida
El
Ministerio de Interior británico no ha respondido a las preguntas de
cuántos refugiados menores ha transferido últimamente bajo la sección 67
de la Ley de Inmigración, conocida como la enmienda Dubs, según la cual un cierto número de menores refugiados no acompañados serán trasladados a Reino Unido.
Las organizaciones benéficas que trabajan en defensa de los menores refugiados que quieren buscar asilo en Reino Unido han criticado al Gobierno británico por suspender, en marzo, el esquema Dubs
tras acoger a 350 menores a través del programa. Los activistas
esperaban que hasta 3.000 menores se beneficiasen de esta medida.
El Gobierno tampoco ha comentado el número de menores trasladados bajo
las regulaciones de Dublín III (reunificación familiar). Se cree que el
año pasado, tan solo cinco menores fueron trasladados de Grecia e Italia
a Reino Unido bajo las regulaciones de Berlín.
De acuerdo con los datos de 2016 de agencias griegas de protección de menores, se recibieron
referencias de 5.174 menores migrantes no acompañados. Este es el
grupo con mayor riesgo de explotación sexual. Pero a finales de
diciembre de 2016, solo 191 de ellos habían sido trasladados a otros
países europeos. Casi el 50% de los menores no acompañados en Grecia
están esperando a ser reasentados en alojamientos especializados para
menores.
La negativa a darles protección
“Lo
que enfatizan estas cifras es el rechazo de muchos países europeos de
dar a los menores refugiados un hogar seguro y permanente”, afirman las
autoras del informe. El documento desvela que, aunque las autoridades
griegas han adoptado medidas adecuadas para los menores migrantes
vulnerables en campos y centros especializados, muchos de ellos no
tienen acceso a estas instalaciones más seguras y están en riesgo de
explotación y violencia.
El informe señala que en
Grecia hay mucha explotación sexual tanto en el entorno rural como en el
urbano. También revela que algunos de los niños que venden sexo se
vuelven adictos a las drogas, haciendo aún más improbable que sean
capaces de pagar a los traficantes para salir de Grecia y continuar con
sus viajes.
El informe pide que se acabe con la
detención de menores refugiados en Grecia, solicita más refugios
especializados para menores que han sufrido abusos, un sistema legal de
custodia mejorado, una recogida de información sobre menores refugiados
más eficiente, traductores independientes y zonas separadas en los
campos de refugiados para menores y para familias.
El
documento concluye que ha habido “un fracaso de protección dramático
que afecta a un destacado número de menores migrantes y refugiados en
Europa”. El informe identifica también la violación y otras formas de acoso sexual a menores en los campos,
un aumento en el matrimonio infantil y el chantaje a algunos menores
que han sufrido abusos y de los que los grupos mafiosos tienen fotos
humillantes. Los criminales amenazan con enviar las fotos a las familias
de los menores no acompañados.
“Este informe
documenta un aspecto impactante y generalizado de la actual crisis de
refugiados: la exposición de los menores a la explotación sexual como
estrategia de supervivencia”, explica Bhabha. “Es fundamental que los
organismos regionales e internacionales aborden esta emergencia de
protección de menores replanteando su estrategia con uno de los grupos
de inmigrantes más vulnerables y asignando inmediatamente los recursos
humanos y financieros necesarios para revertir la situación actual”.
Un portavoz del Ministerio de Interior británico afirma: “En 2016
transferimos a unos 900 menores no acompañados desde Europa a Reino
Unido, incluidos más de 750 desde Francia como parte del apoyo de Reino Unido al cierre del campo de Calais.
200 niños ya han llegado a Gran Bretaña gracias a las sección 67 de la
Ley de Inmigración de 2016. Otros 150 serán reasentados en los próximos
meses. Ya hemos dicho antes que no comentaremos las cifras de este
programa así que estas son las únicas estadísticas que publicamos”.