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Aprobado Anteproyecto de Ley O de Protección Integral a la Infancia y a la Adolescencia frente a la violencia.

el Anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia 
frente a la Violencia 

Resumen:
 . El plazo de prescripción de los delitos más graves contra menores no empezará a contar hasta que la víctima cumpla 30 años

. La norma, que modifica 11 leyes, incorpora una definición amplia de violencia que abarca cualquier tipo de maltrato físico, psicológico y emocional, incluidos, los castigos físicos o el trato negligente

. Se incluye un nuevo catálogo de delitos cometidos a través de internet que incluye la incitación al suicidio, a cometer infracciones sexuales o la promoción de trastornos alimenticios

. Los centros escolares contarán con protocolos para la prevención, detección y actuación ante casos de violencia, así como con un coordinador de bienestar y protección encargado
de vigilar la correcta aplicación de los mismos

. También se desarrollarán protocolos en los ámbitos sanitarios, deportivos y de ocio 

. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad contarán con unidades especializadas en violencia sobre los menores 

El Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta de los ministerios de Justicia; Sanidad, Consumo y Bienestar Social; e Interior, el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia
La propuesta tiene como objetivo general el convertir la infancia en un bien colectivo que merece especial protección. De esta forma, el Gobierno da respuesta al problema de la violencia contra la infancia y apuesta de forma decidida por un modelo que sitúa a niñas, niños y adolescentes en el centro de las políticas de los poderes públicos como titulares de derechos subjetivos.

El anteproyecto, que modifica 11 leyes, establece un concepto de violencia muy amplio que abarca, toda forma de perjuicio o abuso físico, psicológico o emocional, incluidos las agresiones o abusos sexuales, los castigos físicos, el simple descuido o el trato negligente. Se castiga todo tipo de violencia sea cual sea su forma de comisión, incluida la realizada
por medio de las tecnologías de la información y la comunicación. 

Derivado de su carácter integral, la norma plantea la elaboración de la  Estrategia de Erradicación de la Violencia sobre la Infancia y la Adolescencia e incorpora medidas de concienciación, prevención, detección, e intervención en diferentes áreas, entre las que destacan el ámbito sanitario, educativo, judicial, de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad o de las nuevas tecnologías, entre otros. 

Estas son algunas de las novedades 
que introduce la norma en sus distintos ámbitos de actuación:

. De carácter transversal:
Se establece el deber de cualquier persona que advierta una situación de desprotección, riesgo o violencia sobre un menor a comunicarlo ante la autoridad competente. Y si los hechos pudieran ser constitutivos de delito, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al Ministerio Fiscal o a la autoridad judicial. 

Este deber se configura de una manera más exigente para  colectivos que por razón de su profesión tienen un contacto habitual con menores o llevan a cabo una función de protección (profesionales sanitarios, trabajadores en centros de enseñanza, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, etc.).

Se modifica la Ley Orgánica del Defensor del Pueblo para crear un nuevo adjunto (el tercero) especializado en la violencia sobre la infancia y la adolescencia. 


. En el ámbito de la Administración de Justicia: 
Se incorporan importantes medidas de carácter penal, procesal y penitenciario para garantizar tanto la protección de los menores como dotar de una mayor firmeza a la respuesta ante situaciones de violencia.  

Se modifica el Código Penal para ampliar de forma muy relevante el plazo de prescripción de los delitos más graves contra los menores. En los delitos relativos a la tentativa de homicidio, delitos sexuales, las lesiones agravadas, maltrato habitual y trata de seres humanos cometidos sobre personas menores de edad, el inicio del cómputo del plazo para su prescripción comienza cuando la víctima cumple los 30 años. Actualmente comienza a contar a partir de los 18 años. 

El anteproyecto, además, endurece las condiciones de cumplimiento de los condenados por agresiones sexuales a menores, que no podrán acceder a los permisos penitenciarios o al tercer grado hasta que hayan cumplido la mitad de la pena. También se endurece su acceso a la libertad condicional impidiendo que el juez pueda anticiparla a las dos terceras partes de la condena. 

El texto incluye un nuevo catálogo de delitos contra menores y adolescentes cometidos a través de internet y tecnologías de la información y la comunicación, que incluye la incitación al suicidio, a la autolesión, a la comisión de delitos contra la libertad e indemnidad sexual o la promoción o facilitación de trastornos alimenticios. 

Estas nuevas infracciones se complementan con la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que permite al juez retirar contenidos ilícitos de páginas web como medida cautelar durante la investigación del caso. En todos los delitos sexuales y de trata, la condena conllevará la inhabilitación para cualquier profesión u oficio que suponga contacto regular y directo con menores.

La reforma penal modifica la agravante genérica de discriminación para incluir en ella la edad, razones de aporofobia o exclusión social o “cualquier otro motivo basado en un prejuicio discriminatorio”.

El anteproyecto también incluye otras novedades que afectan a la Ley de  Enjuiciamiento Criminal. El texto deja en manos del representante legal o  el Ministerio Fiscal la decisión sobre si un menor debe o no declarar en un juicio. También obliga a comparecer en el juzgado a los testigos que sean familiares de la víctima menor de edad (hasta ahora estaban
dispensadas). 

Por último, obliga a los jueces de instrucción a recurrir a la prueba preconstituida (la que no tiene que reproducirse durante el enjuiciamiento) cuando el perjudicado tenga menos de 14 años. El juez o tribunal que se encargue después del juicio está obligado con carácter general a no llamar a los menores para que declaren en la vista salvo en situaciones excepcionales. 

Entre las nuevas medidas también se incluye la obligatoriedad de formación inicial y continuada en materia de derechos de niños, niñas y adolescentes, y en violencia contra la infancia y la adolescencia para jueces y magistrados, miembros de la carrera fiscal, letrados de la administración de justicia y los funcionarios judiciales. Los internos condenados por este tipo de delitos tendrán que asistir a programas específicos de formación en estos temas con el fin de evitar su reincidencia.

. En el ámbito educativo: 
Se dotará a los centros educativos de protocolos de actuación frente a indicios de acoso escolar, ciberacoso, acoso sexual, violencia de género y cualquier otra forma de violencia. Todos los centros deberán tener un coordinador de bienestar y protección que se encargará, entre otros aspectos, de vigilar la correcta aplicación de los protocolos que contemplarán la forma de iniciar el procedimiento, los sistemas de notificación y la coordinación de los profesionales responsables de cada actuación. 

. En el ámbito sanitario: 
En coordinación con las comunidades autónomas se elaborará un protocolo común de actuación sanitaria donde se establecerá qué medidas se deben adoptar si se detecta un caso de violencia sobre una persona menor de edad. Los registros relativos a la atención de las personas menores de edad víctimas de violencia se harán constar en la historia clínica, lo que permitirá un mejor seguimiento de los casos que se  produzcan. 

. En el ámbito de los servicios sociales de atención primaria: 
Se reconoce a los funcionarios que desarrollen su actividad en los servicios sociales de atención primaria la condición de autoridad pública y se les habilita para adoptar las medidas de protección necesarias, coordinando los recursos de los que se disponen en el territorio. Se anuncia la creación del registro Central de Información sobre la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia, que recogerá los datos recabados por las Administraciones públicas, el Consejo General del Poder Judicial y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. 

. En el ámbito del deporte y el ocio: En el ámbito del deporte y el ocio:
Las entidades que realizan actividades de deporte y ocio con menores de manera habitual (y, en todo caso, la Red de Centros de Alto Rendimiento y Tecnificación Deportiva, Federaciones deportivas y escuelas municipales) deberán contar con protocolos de actuación para la prevención, detección y actuación frente a posibles casos de violencia. Asimismo, deberán contar con la figura del “Delegado de Protección”.

. En el ámbito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: 
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de las Comunidades Autónomas y de las entidades locales dispondrán de unidades especializadas en la prevención y detección de situaciones de violencia sobre los menores de edad. Se adoptarán medidas para evitar la victimización secundaria de los menores (adopción inmediata de las medidas provisionales, se obviará la práctica de toda diligencia que no resulte imprescindible y se impedirá cualquier tipo de contacto directo o indirecto con la víctima). 

Pedagogía y pornografía.






Hace unos meses, mientras me preparaba para facilitar un taller, de nuevo dirigido a un público exclusivamente femenino, me enteré de la sentencia en el juicio a la jauría
Y digo jauría porque la idea de manada es otra cosa: una comunidad de cuidado y respeto formada por individuos de distintos sexos y edades que conviven, se ayudan, se protegen, juegan y se desplazan juntos. 
Hace tiempo que utilizo ese término para referirme a la necesidad que tienen niños y niñas de relacionarse, sin la continua mediación de los adultos, en un grupo heterogéneo de edades. Y me molesta la confusión. 

La palabra jauría se acerca mucho más al tipo de grupo que formaban los agresores. Según indica el diccionario es un conjunto de perros que participan en una caza dirigidos por un humano, o de personas que se manifiestan furiosamente y con peligro para otras.

El lenguaje es una pieza fundamental del pensamiento, por eso conviene utilizarlo correctamente. Pero, en los medios de comunicación, las redes sociales…y las conversaciones indignadas con la sentencia, seguimos empleando la palabra manada una y otra vez para referirnos a los cinco hombres que violaron a María hace dos años, en Pamplona. 

Me preocupa que con este término podamos estar aceptando, aunque sea inconscientemente, que una violación es un fenómeno natural, un impulso biológico de la naturaleza masculina. Incluso, como han pretendido algunos biólogos, un mecanismo adaptativo mediante el cual, los machos que no pueden perpetuar su semilla por los cauces socialmente aceptados, aseguran la continuidad de sus características genéticas…

En Contra nuestra voluntad (1975), la feminista americana Susan Brownmiller, ofrece una visión radicalmente distinta de la violencia sexual, como un hecho cultural escasamente vinculado al placer o la gratificación, y mucho más relacionado con el intento de perpetuar el poder patriarcal. Según esta autora, la violación está en la base de un proceso de intimidación social e individual por el cual las mujeres aprendemos a tener miedo de los hombres y a darles gusto. Una especie de teatro donde se afirma la superioridad del macho y se asegura la dominación psicológica de lo masculino sobre lo femenino.
Que, como la de María, la mayor parte de las violaciones se planifiquen con antelación, invita a descartar la falacia naturalista basada en una supuesta provocación femenina o en una excitación súbita e incontrolable de la energía sexual masculina. 
Para reforzar su tesis cultural, Brownmiller afirma en la misma obra que la violación no existe en todas las sociedades humanas, y es un fenómeno raro en el mundo animal. En el caso de los mamíferos, por ejemplo, las hembras rechazan con agresividad a los machos, y solo aceptan el coito durante la ovulación. Entre los caballos  y otros animales, este tipo de actos tienden a producirse cuando las crías no han podido satisfacer sus necesidades básicas, o son apartados de su entorno natural, estabulados y hacinados. Curiosamente, poco después de que se popularizara el planteamiento feminista, varios zoólogos, todos ellos varones, encontraron casos de violación entre los ciervos, los orangutanes, los patos, los peces y las moscas… 
Con esta, casi grotesca controversia, queda al descubierto la influencia de los prejuicios del investigador en sus hallazgos, así como el uso tendencioso (ya sea voluntario o involuntario) de la biología para naturalizar, y por lo tanto justificar determinados comportamientos humanos. Trasladar ideas y sentimientos propios de nuestra especie para observarlos en el mundo animal plantea numerosas dificultades epistemológicas. Pero incluso si pudiéramos superarlas, la gran diversidad de ejemplos que, en todos los aspectos, nos ofrecen las otras especies, tal vez simplemente nos esté incitando a comprender que lo más importante no es lo que somos sino lo que queremos ser. 
Nuestra capacidad para simbolizar mediante el lenguaje, el arte y el pensamiento es una prueba de nuestra doble naturaleza que se despliega desde la biología, pero es modelada por la cultura. Para generarla y, sobre todo, transmitirla disponemos,  entre otras cosas, de una extraña actividad social, plenamente nuestra, que denominamos educación.

Un discurso sobre la sexualidad

María, otra María, tiene siete años y sus padres acaban de cambiarla de colegio. 
Hasta hace unas semanas, acudía a un centro concertado en cuyos lavabos, dos compañeras de su misma edad perfectamente encantadoras la forzaban a introducir el mango de la escobilla del water por el ano y la vagina. Después, bajo la amenaza de volver a hacerlo, la chantajeaban para conseguir diversos privilegios: dulces, regalos o ir a jugar a su casa. Hasta que sus familias lo descubrieron. 
¿Cómo explicar este comportamiento inaudito en niñas tan pequeñas?. 
Charo Altable, especialista en temas de género y educación sexual, no pareció excesivamente sorprendida con el relato. Me explicó que en sus talleres suele preguntar, incluso a alumnos de tercero de primaria, si saben qué es la pornografía: prácticamente todas las criaturas afirman haberla visto en alguna ocasión…. Pero lo más inquietante es que, en la mayoría de los casos, lo han hecho acompañadas de algún familiar: un hermano mayor, un primo, un tío…

Aunque es uno de los productos de entretenimiento estrella (con más visitas, en sus principales webs, que en todas las de mayor audiencia juntas), un negocio muy lucrativo que crece rápidamente en todo el mundo (unos 97 billones de dólares, según las estimaciones), la pornografía está rodeada de un espeso halo de silencio. Es un auténtico tabú del que apenas puede hablarse, menos aún vinculada a la infancia y la educación. 
Desde hace tiempo se ha convertido en un ritual de iniciación sexual para muchas personas. Es un auténtico texto alfabetizador, una completa programación didáctica que acompaña las (primeras) experiencias afectivo-sexuales de millones de (pre)adolescentes, jóvenes y adultos;  muchos de ellos confiesan que esas imágenes les dan ideas para experimentar en sus relaciones personales

La pornografía despliega un discurso sobre los cuerpos, sus formas y sus usos para conseguir un tipo de emoción física que llamamos excitación. Promete un Placer mentalmente anticipado, condicionado, vinculado al poder y, por regla general, vivido de forma individual, e incluso culpable. Sus imágenes contienen toda una teoría de la sexualidad: explican qué es y cómo practicarla; muestran las premisas, las condiciones, los gestos, los movimientos…modelan una mecánica adictiva del deseo separado de la intimidad, la afectividad y la noción de compartir. Ponen en escena las características de la feminidad patriarcal: objetualización, pasividad, sumisión, dependencia, despojo…, y promueven una imagen estereotipada del cuerpo que afecta tanto a la construcción de la líbido como a la identidad y la autoestima.

Cuando otra María se mostró desnuda por primera vez, frente a su novio, éste no pudo disimular su decepción: Pero…Las tetas no son así ¿verdad?. Acostumbrado a estimularse con la fisionomía de las actrices, el joven apenas podía excitarse con otras formas…¿Tiene la pornografía algo que ver con la cirugía de senos y genitales a la que muchas mujeres están dispuestas a someterse con tal de verse deseables…?
En la era del hipersexo, la industria del porno perpetúa una visión machista de las relaciones que, sin embargo, se  enmascara bajo conceptos como diversión, libertad o  incluso empoderamiento.

Entre lo real y lo virtual

También en la violación de María puede rastrearse la influencia de la pornografía: la planificación, la agresión en grupo, el tipo de víctima, su pasividad inducida, las prácticas, los gestos, las grabaciones…
Algunos párrafos de la sentencia que se ha difundido a través de los medios parecen inspirados por la dificultad para empatizar con el sufrimiento de la víctima. Ven en los vídeos a un grupo de personas practicando actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo; identifican a una mujer madura que de manera autónoma ha elegido mantener relaciones no convencionales, en una sociedad avanzada que ha alcanzado un considerable grado de libertad para autodeterminarse sexualmente… 
Numerosos estudios explican cómo, al alterar la bioquímica del cerebro y su sistema de recompensas, la pornografía es fuertemente adictiva. Su uso continuado genera una especie de confusión entre la realidad y la ficción. Comentando los mensajes que recibe habitualmente de sus admiradores, una conocida actriz porno no pudo ocultar su asombro: se creen que lo que hago es verdad, que disfruto en el plató, con ese tipo de relaciones…Les cuesta comprender que estoy actuando.

En los casos extremos, la pornografía termina convirtiéndose en un sustituto que permite llenar un vacío: el de la ausencia de experiencias reales. Sus efectos dañinos sobre la calidad de la vida y las relaciones empiezan a ser estudiados: es más fácil que las y los jóvenes, que consumen pornografía, compren o vendan sexo, que sean víctimas de abusos y violencia sexual, que desarrollen adicciones… 
Falta también una educación afectivo-sexual vivencial, consciente, desenfadada, sin moralina e integrada en la vida. Que vaya más allá de la explicación del aparato reproductor y los métodos anticonceptivos. Además de buscar responsabilidades allí donde están los beneficios: que quienes contaminan y se lucran con negocios tóxicos, al menos paguen sus consecuencias.

En la India han usado reconocimiento facial para localizar niños extraviados,

y en sólo cuatro días han encontrado casi 3.000.

Raúl Álvarez,


En la India han usado reconocimiento facial para localizar niños extraviados, y en sólo cuatro días han encontrado casi 3.000       
De acuerdo a los datos del Ministerio de Desarrollo de la Mujer y el Niño en la India, entre 2012 y 2017 desaparecieron más de 240.000 niños, esto tan sólo de los casos reportados, ya que otras instituciones estiman que la cifra ya supera los 500.000 niños extraviados cada año.
Ante esta situación, el gobierno indio se ha visto superado, ya que algunos de estos niños terminan alojados en instituciones de cuidado infantil. Al no existir un departamento dedicado a comparar las fotografías de los niños extraviados con las de aquellos que llegan a las casas de cuidado, la situación se complica y hace que cada vez más niños no regresen con sus padres. Por fortuna, la tecnología está aquí para ayudar a través de los sistemas de reconocimiento facial (FRS).

Un experimento que está siendo todo un éxito

Con el objetivo de tratar de resolver el asunto de los niños extraviados, y el preocupante aumento de las cifras, el Ministerio creó una base de datos en línea a nivel nacional conocida como TrackChild. Aquí se pueden consultar las fotos de los niños desparecidos y encontrados, así como la información policial que puede ser usada por otras agencias e incluso los ciudadanos.
TrackChild también sirve para levantar reportes de niños extraviados, y a pesar de ser una buena herramienta digital al concentrar en un solo sitio todo este tipo de información, la acumulación de fotografías se ha convertido en un problema para las instituciones, quienes no han podido disminuir la tasa de desaparecidos.

Missing ChildBachpan Bachao Andolan (BBA), una organización dedicada al bienestar infantil, desarrolló un software basado en FRS, que se dedica a comparar de forma automática las fotografías de los niños extraviados en TrackChild con las de los pequeños que llegan a hospitales, casas de cuidado y otras instituciones, además de que se pueden añadir nuevas bases de datos y así ampliar su alcance.
Esta plataforma fue presentada al departamento de policía quienes aceptaron arrancar una prueba piloto. Sin embargo, no fue nada sencillo, ya que los problemas burocráticos no permitieron su implementación de forma inmediata, por lo que tuvo que intervenir el Tribunal Superior de Delhi quien terminó aprobando el proyecto del departamento de policía.

Una vez aprobado, BBA recibió un lote de 45.000 fotografías de la base de datos de TrackChild, y en sólo cuatro días lograron identificar a 2.930 niños que se encontraban en diversos sitios del país. Todo un éxito que nadie se esperaba.
A pesar de estas buenas cifras, la autorización fue sólo para esta prueba experimental, por lo que si desean que se establezca como una herramienta más del departamento de policía y de TrackChild, antes de deben superar una gran cantidad de obstáculos legales, ya que al final se trata de la gestión de miles de fotos de menores de edad y sus datos, las cuales estarían dentro de una base de datos perteneciente a una institución privada. Institución que no ha dado detalles del funcionamiento del algoritmo y que no está dispuesta a ceder su tecnología, con años de desarrollo e inversión, aunque se trate de una buena causa. Un tema sin duda complicado.

Convenio de Lazarote, hace 10 años de su aprobación,


para la Protección de los Niños y Niñas     
contra la Explotación Sexual y el Abuso Sexual 
(Convenio de Lanzarote)
25 de Octubre 2007









Artículo 1. Objeto.
1. El presente Convenio tiene por objeto:
a) Prevenir y combatir la explotación y el abuso sexual de los niños;
b) proteger los derechos de los niños víctimas de explotación y abuso sexual;
c) promover la cooperación nacional e internacional contra la explotación y el abuso 
sexual de los niños.
2. Con el fin de asegurar la aplicación efectiva de sus disposiciones por las Partes, el 
presente Convenio establece un mecanismo de seguimiento específico.
        Acceso al Convenio (BOE de 12 de noviembre de 2010) Ratificación por el Estado Español 

La explotación y el abuso sexual se encuentran entre las peores formas de violencia contra los niños.
Según UNICEF, aproximadamente dos millones de niños son utilizados en la “industria del sexo” anualmente. Más de 1 millón de imágenes de entre 10.000 y 20.000 niños víctimas de abuso sexual circulan por Internet. Pocos de ellos han sido identificados. La mayoría permanecen en el anonimato, abandonados y probablemente siguen siendo víctimas de abusos.



No existen estadísticas sobre el alcance del abuso sexual de menores en Europa, pero es bien sabido que el número de casos denunciados dista mucho del número de casos reales. Los datos disponibles muestran que en Europa la mayoría de los abusos sexuales de menores se cometen en el ámbito familiar, por parte de personas cercanas al niño, o per tenecientes a su entorno social. La protección del menor contra la violencia, especialmente la violencia sexual, ha sido, desde hace mucho tiempo, una cuestión prioritaria para el Consejo de Europa.



Disponible en la Web de FAPMI [+]


Consultar otros documentos relacionados:
  • Manual para parlamentarios [+]
  • Ratificación del Convenio de Lanzarote en España [+]
  • 18 de Noviembre: 1er. Día Europeo para la Protección de los Niños del Abuso Sexual y Explotación Sexual [+] 
Fuente FAPMI 

“Honrar su dolor: el acompañamiento a las víctimas de abuso sexual infantil a lo largo de la vida”.

La actitud de quien acompaña.

Pepa Horno Goicoechea*,
mes de julio 2017, 
el número 105, 
pgs 629-641


El acompañamiento a las personas que fueron víctimas de abuso sexual cuando eran niños, niñas o adolescentes a lo largo de su vida exige mirar el abuso sexual infantil en su  verdadera complejidad. 

Tan equivocado es asumir que el abuso sexual infantil es una «enfermedad crónica» que no tiene cura,  como decir que el abuso sexual infantil se puede «superar», «olvidar» o «pasar página». 

Al igual que todas las vivencias traumáticas que tienen lugar en la fase del desarrollo evolutivo en que se está construyendo la estructura de la personalidad, el abuso sexual infantil es una experiencia que deja huella en el psiquismo. es una huella que forma parte de los esquemas afectivos y cognitivos que la persona usa para afrontar el mundo.

Pero lo que determina el desarrollo de la persona no es tanto esa huella, cuanto el significado que la persona le adjudica.
Muchas personas logran convertir el abuso sexual infantil en una experiencia que les brinda fortaleza emocional. Pero lograr esa transformación requiere un esfuerzo interno que difícilmente se puede comprender por parte de quien no lo ha vivido y que conlleva un agotamiento emocional importante que, si no se regula bien, puede acabar dañando la salud física y emocional.

Para un proceso de acompañamiento eficaz 
se requieren tres condiciones actitudinales en la persona que acompaña:

.- Primero, no negar el abuso, no minusvalorarlo ni quitarle importancia.
.- La segunda condición sería no tratar a la persona víctima como si estuviera «loca» o «enferma», como si tuviera una enfermedad crónica que la hiciera menos capaz.
.- Y la tercera condición supone reconocer a la persona el derecho a la rabia.

Como conclusión, si no se pudo impedir el abuso sexual, la sociedad y las instituciones que la representan están obligadas a ofrecer a las personas que fueron víctimas recursos de calidad para su recuperación, así como a reconocerles su derecho a vivir esa herida como puedan, sepan o quieran, sin establecer límites de tiempo ni formas recomendables o censurables. No todas las personas que fueron víctimas de abuso sexual infantil necesitan mostrarse públicamente, ni todas se calificarán a sí mismas como “supervivientes”. Pero que no lo hagan no significa que no lo sean. Y como sociedad les debemos ese reconocimiento público, la garantía de un proceso de recuperación de calidad y las medidas institucionales, sociales y políticas necesarias para prevenir y erradicar el abuso sexual infantil” (p. 640).

*En el artículo “Honrar su dolor: el acompañamiento a las víctimas de abuso sexual infantil a lo largo de la vida” he intentado reflejar los esquemas cognitivos y afectivos que quedan anclados en los niños, niñas y adolescentes que son víctimas de abuso sexual y con los que tienen que aprender a vivir, y muy a menudo a pelear, a lo largo de toda su vida. Son esquemas sobre el mundo, sobre su propia identidad y sobre las relaciones con los demás. Esquemas que son complejos, radicales y sutiles al mismo tiempo y que explican mucha de la patología y problemáticas que puede afrontar un hombre o mujer que fue fruto de abuso sexual en su infancia o adolescencia.

Reflejar la profundidad de la herida del abuso y al mismo tiempo la inmensa posibilidad de resiliencia de los hombres y las mujeres que fueron víctimas de abuso cuando eran niños, niñas o adolescentes fue un gran reto para mí como profesional y como persona.

Asimismo abordo las condiciones necesarias para desarrollar un proceso de acompañamiento respetuoso hacia la persona. Una actitud en quien acompaña, sea desde el contexto personal o institucional, que “honre su dolor”. Y desarrollo las falsas creencias sobre el abuso y el proceso que puede seguir una víctima a lo largo de la vida, creencias que dificultan ese proceso en el entorno de las víctimas, pero también a nivel social e institucional. Por eso quiero acabar este post transcribiendo literalmente el párrafo con el que cierro el artículo y que, gracias a la cortesía del consejo editorial de la revista, 
podemos adjuntarlo de forma íntegra en versión PDF:

** La Revista Sal Terrae ha dedicado todo este número al Abuso Sexual a NNA:

.- El abuso sexual infantil en España.
Save the Children

.- Responsabilidad, actuación y recursos contra el abuso sexual infantil.
Pilar Polo

Hágase la luz. Iglesia Católica y abuso sexual a menores
Miguel Campo, SJ

.- Honrar su dolor. El acompañamiento a las víctimas de abuso sexual infantil a lo largo de la vida
Pepa Horno Goicoechea

“No sirve decir a los niños que no hablen con extraños,

 hay que enseñarles a pedir ayuda y 
a reconocer cuándo les hacen daño”

Entrevista a Pepa Horno, 
psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección. 
Durante más de quince años ha coordinado campañas contra la violencia a niños.




Pepa Horno interviene la próxima semana en las III Jornadas de protección a la infancia y adolescencia sobre el abuso sexual a menores*, una realidad que produce gran daño en los que lo sufren y sobre la que los adultos tienen gran responsabilidad.



Leticia de las Heras: ¿Cómo se puede prevenir que un menor sea víctima de abusos sexuales?

Pepa Horno
Pepa Horno: -Lo primero es hablar de ello. El abuso sexual infantil es un tema que a muchas familias les resulta difícil conversar. No solo por el tema de la sexualidad, sino también porque intentan mantener a sus hijos al margen de ese tipo de realidades y alejarles de la parte más dura y dolorosa de la vida, pero justamente cuando no hablas de eso es cuando les pones en riesgo de poder vivirlo. Hay que abordar el tema de diferente manera en función de la edad del niño, pero hay que hacerlo. No se trata tampoco de tener una charla, sino aprovechar las cosas que van surgiendo en el día a día para poder trabajarlo.

Se tiende más a alejarles de personas extrañas, ¿no?
-El 80% de los casos suceden en el entorno más cercano de los menores. No necesariamente en las familias, pero sí personas que los niños conocen y probablemente quieran porque así es más fácil ganarse su confianza y poderlos manipular para conseguir que callen sobre lo que está ocurriendo. No sirve decirles que no hablen con extraños ni se vayan con desconocidos, la clave es enseñarles a decir que no, a pedir ayuda y a saber reconocer cuándo alguien les hace daño, sea quien sea.

Y con niño muy pequeños, ¿cómo se puede tratar esto?
-Llevándolo al día a día. El asco, por ejemplo, es una emoción común que describen las víctimas de abuso sexual y que los niños pueden reconocer. Cuando un niño me dice “esta comida me da asco” puedo decirle que no sea maleducado y se lo coma o puedo decirle: “Cariño, cuando alguien, sea quien sea, te haga sentir esto, cuéntamelo”. Así le estás dando un recurso físico concreto para detectar una sensación de peligro y esto se puede hacer con niños de dos y tres años sin necesidad de hablarles de sexo. Para eso hay que afrontar la educación no censurando las sensaciones físicas y las emociones de los niños, sino ayudándoles a reconocerlas y a ponerles nombre.

Y con adolescentes que ya saben lo que es el sexo ¿cómo se debe tratar esto?
-Con claridad y honestidad. Las relaciones sexuales forman parte de la adolescencia, pero las claves siguen siendo las mismas porque el abuso sexual no es una cuestión de sexo, es una cuestión de abuso. Hay que enseñarles a ser capaces de reconocer sus propias emociones y el poder que tienen las personas sobre ellos y ellos sobre las personas. Una forma muy común de abuso sexual es que una persona termine teniendo relaciones sexuales con otra antes de lo que querría porque el otro le amenaza con dejarle. Al final, tanto en la niñez como en la adolescencia la prevención se basa en el respeto a los demás, en el reconocimiento de las situaciones de peligro y en la capacidad de pedir ayuda.

En el caso de que este abuso se esté produciendo, ¿cómo podemos identificarlo?
-El abuso sexual siempre daña el desarrollo del niño. Puede que no sepas lo que está pasando, pero ves el daño. Ves que un niño de repente deja de querer ir al colegio, empieza a aislarse y a no querer jugar con sus amigos, a no hablar, a tener problemas para comer, pesadillas continuadas, problemas de atención, de memoria... Cuando uno ve esto tiene que plantearse el abuso sexual como una de las posibles causas, aunque no es la única.

Entiendo que el primer paso si se detectan estos cambios es hablar con el niño, ¿no?
-Evidentemente. No hace falta entrar en detalle, pero sí ser claros. Basta con preguntarles si alguien les está haciendo daño o hay algo que les preocupa.

¿Qué papel tiene los psicólogos ante estas situaciones?
“Hay que hablar del abuso sexual de diferente manera en función de la edad del niño, pero hay que hacerlo”
“No hay que censurar las sensaciones físicas y las emociones de los niños, sino ayudarles a reconocerlas”
El abuso sexual es una experiencia que no se olvida, pero se puede hacer que no te condicione la vida. La capacidad de resiliencia de las personas es total, pero para superarlo necesitan poder detectarlo a tiempo porque cuanto más tiempo pasa más daño hay y más larga es la recuperación. Necesitan que su entorno les crea y les apoye, así como recibir un tratamiento terapéutico especializado y un buen proceso judicial.

¿Existe una falsa creencia de que los abusos sexuales a menores se dan solo de hombres a niñas?
-Sí, y esto también es importante que quede claro porque el abuso sexual es tanto sobre niños como sobre niñas y hay abusadores hombres y mujeres.

¿Los niños viven estos abusos de manera diferente a como lo vive una persona adulta?
-No es una cuestión de edad, lo que produce la vivencia diferente es cómo se produce el abuso y lo que ocurre en él. Por ejemplo, depende de la relación que se tenga con la personas que abusa o el tiempo que se lleve viviendo. Si lo cuentas en cuanto ocurre es más fácil que si pasa tiempo porque hay todo un proceso por el cual el abusador o abusadora hace sentir culpables a los niños por no contarlo, pero esto se cumple también en un adulto. Hay personas que pasan muchísimos años antes de poder hablar de esto, por eso el abuso sexual no debería prescribir nunca como delito. Hace falta mucho tiempo para poder recuperar una seguridad mínima para poder contarlo. Por eso la parte de prevención es tan importante, no solo evita que se produzca el abuso sino que también favorece la detección temprana y la revelación.

¿Por qué se produce esta sensación de inseguridad y culpabilidad en la víctima?
-La persona que abusa, como en todas las formas de maltrato, hace todo un proceso de anulación de la víctima. Sabe que está cometiendo un delito y hace una serie de cosas para conseguir que el niño no lo cuente. Lo manipula, lo engaña, lo amenaza y lo aísla de su entorno. Por eso es tan importante saber pedir ayuda, porque suelen elegir a niños que están solos, no tienen amigos, son tímidos o están en situaciones de riesgo. Una vez que los tienen aislados empiezan las amenazas y los chantajes y partir de ahí se sienten culpables de no contarlo y no saber pedir ayuda porque sienten que si hubiesen hecho algo antes habrían podido pararlo. Todo eso produce una sensación de impotencia y de culpabilidad.

¿Qué consecuencias puede tener en un adulto haber sufrido un abuso sexual durante su niñez?
-Si tu entorno no te ha creído hay una doble agresión. Esto te condena al aislamiento, la incomprensión y la soledad y los daños pueden ser en todas las áreas del desarrollo. Sin ayuda las consecuencias del abuso duran toda la vida. Por ejemplo, son muy frecuentes los problemas de alimentación, de hecho es muy común en los casos de anorexia y bulimia encontrar historias de abuso en la infancia. También presentan trastornos del sueño continuados y 20 o 30 años después siguen teniendo pesadillas. Establecer intimidad con otra persona se convierte un problema y no solo en lo referente a las relaciones sexuales, sino en poder confiar en otra persona. Tienen problemas de atención, fallos de memoria repetido, flash-back , episodios depresivos...

¿Qué peculiaridades tiene este abuso cuando se produce en menores con discapacidad?
-Un abusador lo que necesita es acercarse a niños lo más vulnerables, indefensos y aislados posible porque así le resultará más fácil y tendrá más posibilidades de salir impune. Las personas con discapacidad están en un riesgo muy superior, pero depende de nuevo de la formación que reciban ellos y su entorno para detectar estos abusos. En principio la discapacidad física no es un problema, pero la discapacidad mental o sensorial puede ponerles dificultades para contar lo que les está pasando, pueden no saber identificar ni siquiera lo que les está pasando. El daño en el desarrollo va a estar, con lo cual lo va a manifestar, pero la posibilidad de revelar el abuso si no se ha trabajado previamente con ellos es mucho más pequeña. Además, en el proceso judicial esto se complica muchísimo porque su capacidad de narrar los hechos que han ocurrido está mucho más limitada.

¿Qué responsabilidad tiene la sociedad en su conjunto de que se produzcan estos abusos?
-Los niños no pueden protegerse solos, somos los adultos los que somos responsables de protegerles. Cuando se da un abuso la responsabilidad no es solo de la persona que abusa, sino también de todos los que han estado a su alrededor y no le han ayudado ni lo han visto. Necesitamos padres que hablen sobre esto, docentes y profesionales que se formen sobre ello, que conozcan los indicadores y sepan actuar. Necesitamos una sociedad que no vuelva la vista cuando sabe que algo no va bien.

*Jornadas. La fundación Xilema organiza durante el 17 y 18 de febrero las III Jornadas de protección a la infancia y adolescencia, en la que intervendrán expertos estatales e internacionales. En esta ocasión se centrarán en la prevención, la detección y la intervención en casos de abusos sexuales a menores. Se profundizará sobre las buenas prácticas que se están llevando a cabo en la precencón y que facilitan la emergencia de la resiliencia secundaria. Se abordará también el aspecto de las sospechas, el impacto y consecuencias de dichas experiencias y la intervención educativa y terapéutoca para recuperarse tras esta experiencia.

La victoria final de María sobre el cura que la violó de monaguilla.

El lunes (04/07/2016) María sonrió de alivio. 
Durante quince años había callado. 
Ella sola con todo el peso. Años de miedo. 
Dolor por dentro. Y mucha angustia. 


00000 3wOcurrió a principios de 1997. María tenía diez años. Acudía a catequesis y, como es habitual en los pueblos, ayudaba al cura cuando daba misa. Nada distinto a lo que hacía el resto de niños. Pere Barceló Rigo, el cura de Can Picafort, se fijó en aquella niña rubia de ojos claros.
“Un día, él puso unas diapositivas. Algunos niños se sentaron en el suelo. A mí me puso encima de sus piernas y me tocó el culo y los pechos. Los hechos se sucedieron”, contó María. “A veces íbamos a la piscina. Después echábamos la siesta, pero a mí siempre me llevaba a su habitación. Con la puerta cerrada. Alguno se daría cuenta, pero los niños no éramos conscientes”
María prefirió contar la historia ella misma, evitando tener que responder a las desagradables preguntas que iba a hacerle el fiscal.  “A principios de 1997 no había penetración ni nada. Solo eran abusos”, dijo María, como adelanto a lo que vendría después. “A mediados de año me cogía la cabeza, se bajaba la cremallera y sacaba su miembro cuando me llevaba a casa o cuando íbamos a por leña”. Sucedía, siempre, en el coche del cura. Más de 20 veces.
Entonces María contó un episodio que le hizo llorar. Un día de 1998, en la habitación del sacerdote, el cura la desnudó y se puso sobre ella. En ese momento un chaval abrió la puerta y los vio. María salió por la ventana. Y la cosa, de momento, quedó ahí.
El chico que los vio se llama Mateu. En ese momento era amigo personal del cura. Daba catequesis en La Asunción de María, la iglesia de Can Picafort. Pere Barceló, el sacerdote, le había cedido una estancia como lugar de trabajo de la revista en la que escribía. Por eso Mateu tenía llaves. Tuvo un problema con un enchufe y fue directamente a la casa del cura para apañar el tema. Cuando abrió la puerta de la habitación y vio la escena del cura sobre María, desnudos, se quedó paralizado.
María siguió contando lo que vivió. “En 1998 empezaron las violaciones. Penetraciones en su habitación de la parroquia. Se acostaba sobre mí y con sus piernas abría las mías. Yo intentaba retorcerme. Él me tapaba la boca”. Más de 10 veces.
Mateu tardó un tiempo en digerir lo que había visto en la habitación del cura. Hasta que decidió denunciarlo. Para entonces habían transcurrido varios meses en los que el sacerdote había tenido tiempo de preparar el terreno. María lo contó así: “Él (el cura) me convenció de que dijera que todo era mentira. Al ser una persona superior, una persona de arriba”, María le hizo caso. Y cuando le tocó declarar, María mintió.
“Nadie sabía nada”, siguió María. Ni amigos, ni familia. María ocultó los tocamientos, las felaciones y las violaciones. Tenía miedo de que no le creyeran. María calló hasta que no pudo más: “Y entonces lo solté. En 2012 se lo cuento a mi hermana y a mi padre”, presentes, los dos, en la sala. Entonces María se puso en tratamiento. Se armó de fuerza y en noviembre de 2013 denunció todo lo que había vivido en 1997 y 1998.
Inicialmente la Fiscalía pedía para el cura 42 años de cárcel. La imposibilidad de determinar las fechas exactas de los abusos y las violaciones ha hecho que varíe la petición de pena. Al cura se le acusa de un delito: agresión sexual continuada con acceso bucal y vaginal a una menor de 12 años. O sea, el cura está acusado por violador. Y ya no hay que decir presunto.
Porque por primera vez en estos años, el cura Pere Barceló reconoció cada uno de los hechos. Y todo el mundo lo escuchó. Incluida María. El violador estará en la cárcel 6 años. No puede recurrir. La sentencia es firme y de inmediato cumplimiento. En unos días el cura violador dormirá en la cárcel.
¿Por qué se pasa de pedir una pena de 42 años a pedir una pena de 6? Es la pregunta que se hace todo el mundo. Ese fue el pacto. No solo reconocerlo ante el juez, sino ante la opinión pública. Fue un juicio abierto, una audiencia pública. Y eso reconfortó a María.

Porno Infantil desde internet.

Descubierta una web específica de prono infantil en EEUU.
El FBI desbarató el sitio web Playpen, dedicado a la pornografía infantil, con 215 mil miembros registrados.

Fernanda Muslera
05 jun 2016
Uruguay


La noticia se supo en enero de 2016, pero en Uruguay pasó inadvertida: el FBI desbarató en Estados Unidos el sitio web Playpen, dedicado a la pornografía infantil, con 215 mil miembros registrados. Una vez detectada la página, los investigadores lograron rastrear la dirección IP (número de conexión a una red) de 1.300 ordenadores y detener a 137 personas. Esta semana los coletazos de este operativo llegaron a Uruguay: ocho personas fueron detenidas el miércoles, luego de que Estados Unidos informara a la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol sobre ciudadanos uruguayos que utilizaban esta página, informó a El País la jueza Julia Staricco, a cargo de la investigación. Son hombres, la mayoría residentes en Montevideo y algunos del interior, que quedaron en libertad hasta que la Policía determine mediante el análisis de sus computadoras si solo consumían este material o si también lo difundían. En Uruguay el almacenamiento y la visualización de pornografía infantil no son penados, algo que difiere de la normativa de otros países y que genera controversia.

El operativo del FBI tiene dos particularidades. La primera es que el sitio Playpen se encontraba alojado en el TOR, uno de los principales portales de la "internet profunda", donde navegan miles de personas que no quieren que los buscadores como Google rastreen sus movimientos. Allí convive un universo oscuro, que va desde la venta de armas y el sicariato al espionaje. La segunda particularidad es que para atrapar a los usuarios de Playpen el FBI hackeó la página y la administró durante dos semanas. En Uruguay se trata de la primera vez que se producen detenidos por pornografía infantil a partir de la red TOR.

Los ochos uruguayos detenidos engrosan una lista que ha crecido en los últimos años en el país al ritmo de la difusión de internet. Sin embargo, este delito no implica solo estos casos, sino también los generados por una práctica conocida como grooming ("embaucamiento de personas menores de edad con fines sexuales por medios tecnológicos") o las situaciones presenciales en las que un adulto produce imágenes de un menor con fines eróticos o sexuales, como sucedió en febrero con el director de una agencia de modelos de Montevideo que hacía desnudar a los menores, los manoseaba y filmaba videos.

El fenómeno, al que muchos califican de pandemia, es tema de preocupación en todo el mundo. La semana pasada la Justicia de Estados Unidos procesó por este delito al actor de la serie Glee, Mark Salling y en Argentina se halló el cuerpo de una niña de 12 años que fue asesinada por un hombre que hacía grooming en Facebook, que contactó a más de 1.500 niñas.

En Uruguay, la ley 17.815 de 2004 entiende la pornografía infantil como la producción, distribución y divulgación de material que contiene la imagen o cualquier otra forma de representación de menores de edad, o mayores de edad "incapaces", en "actividades sexuales explícitas, reales o simuladas", o "la representación de sus partes genitales con fines primordialmente sexuales o eróticos". La ley castiga la fabricación o producción de material pornográfico con dos a seis de prisión, el comercio y la difusión con uno a cuatro años, y el facilitamiento de la comercialización y difusión con seis meses a dos años.
En 2015 se registraron en Uruguay unas 500 denuncias por pornografía infantil, un 20% más que en 2014, y hubo 22 personas procesadas, informó Winston Rodríguez, encargado de Delitos Informáticos de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol. Estas cifras se refieren a los casos que llegan a esta división, que por lo general son a través de la información que suministran otros países, de las denuncias que arriban a través de los juzgados o de personas que llaman a la Interpol. No hay estadísticas globales que establezcan todos los casos de pornografía infantil que se denuncian en el país.

Este año (el año policial comienza en diciembre) se han acumulado unas 100 denuncias en Delitos Informáticos, pero ha habido más procesamientos, alrededor de 23 o 24, algo que Rodríguez atribuye a una mayor celeridad de respuesta de las redes sociales para los casos de grooming y a la experiencia acumulada del equipo. "Si bien la víctima está dentro del territorio, la red social está en Estados Unidos. El proceso que causa eso es muy largo, es el mayor problema que tenemos".
Alrededor de un 98% de los casos que trabaja Delitos Informáticos, implican a personas que bajan pornografía infantil de de redes P2P (Peer-to-peer, de intercambio de archivos entre usuarios), como eMule y Ares, y la comparten. Esto sucedió en dos casos recientes: una es la "Operación Sirte", por el que se procesaron a cuatro hombres, luego de que Alemania alertara de usuarios que intercambiaban material pornográfico infantil desde Uruguay. La otra fue la "Operación sin Fronteras", realizada el 10 y 11 de diciembre del año pasado, la mayor operación contra pornografía infantil en América. En Uruguay fueron detenidas cuatro personas.

De acuerdo a un informe de 2011-2012 de la Universidad Católica en torno a la descarga de material pornográfico infantil desde Ares en 10 países de América Latina, los uruguayos fueron los que más bajaron este tipo de archivos de internet en esos años. La investigación, que se hizo utilizando un programa informático llamado Florencio, indicó que en el año 2011 de cada 20 mil habitantes en el país con acceso a internet 2,35 bajaron material pornográfico y en 2012 lo hicieron 2,8 habitantes. El promedio de los otros países era mucho menor: 0,93% en 2011 y 0,57% en 2012.
De acuerdo a Rodríguez, en este tipo de redes, cuanta más información tenga o intercambie el usuario de pornografía, mayor es el prestigio. "Lo que se ve es que son personas muy retraídas, que viven encerradas en su mundo virtual, y según lo que ellos dicen, aman o ven de forma diferente a los menores. En su mayoría son hombres de entre 30 y 50 años".

Delitos Informáticos cuenta con un equipo de ocho personas. En 2015 se realizaron unas 2 mil denuncias a esta división y este año van 350. Los delitos incluyen el hackeo, la sextorsión (chantaje a partir del envío de imágenes de contenido erótico) y el phishing (ardid para robar datos personales simulando ser una página conocida por el usuario). En el caso de la pornografía infantil, Rodríguez no especificó el tipo de procedimientos que utilizan para atrapar a los sospechosos, aunque señaló que usan "todas las herramientas que estén en el marco legal".

Kepa Paul Larrañaga, experto español en internet y derechos de la infancia, explicó a El País que en España existe un paquete de medidas en contra del cibercrimen, entre las que se encuentra el "agente encubierto en Internet" y la "monitorización remota de dispositivos electrónicos", que "consiste en utilizar técnicas validadas de hackeo para monitorizar y perseguir ciber-delincuentes". Ambas modalidades requieren de autorización judicial. Larrañaga explicó que una dificultad a la hora de investigar es que muchas veces el material pornográfico se comparte en foros cerrados y para entrar en estos "se debe de tener credibilidad y hay que entrar aportando material delictivo". 
En España, como en muchos otros países, se castiga la visualización de material pornográfico.
Para July Zabaleta, directora de la división Políticas de Género del Ministerio del Interior, también se debería penar en Uruguay. "Hay gente que tiene almacenada un montón de pornografía, pero como no le pudiste comprobar que la haya compartido no se la puede procesar. Si no existiera demanda no existiría quien quisiera realizar pornografía infantil".

El fantasma del grooming.

Él la agregó a su red social y ella aceptó. Él ganó su confianza y ella se enamoró. Él le pidió que le enviara fotos sugestivas y ella lo hizo. En determinado momento él empezó a presionarla con cosas que a ella no le gustaron y ella quiso cortar el vínculo. Ese fue el principio de una pesadilla para esta menor de edad uruguaya. El hombre la amenazó y le dijo que si no seguía con él iba a crear un blog para subir todas sus fotos. No sólo hizo eso sino que le hackeó el mail y mandó las imágenes a todos los contactos de la joven. La chica le contó lo sucedido a los padres y se hizo la denuncia, pero el hombre vivía en España y nunca fue atrapado. Delitos Informáticos logró desactivar el blog, pero el daño ya estaba hecho. La joven entró en depresión y dejó el liceo. La familia tuvo que mudarse de barrio y el sentimiento de culpa invadió a los padres "¿Qué pasó? ¿Qué no vimos?".
La historia fue narrada por Andrea Tuana, directora de la ONG El Paso, que trabaja con situaciones de explotación sexual comercial o no comercial de niñas, niños y adolescentes. Se trata de uno de los casos de grooming que se dieron en el país. Frente a esta irrupción de delitos de explotación infantil en el que media la tecnología, el proyecto de Ley de Violencia de Género, aprobado el 11 de abril por el Consejo de Ministros y que se encuentra en la actualidad a estudio del Parlamento, tipificó este delito, así como el de "difusión de grabaciones de contenido íntimo".
Roberto Balaguer, psicólogo y experto en redes sociales, dijo a El País que estos casos son más frecuentes de lo que se cree, más en tiempos en los que para un adolescente no tener celular es como estar fuera de la vida social. Los adultos que realizan grooming utilizan fotos de perfil falsas de otros jóvenes, manipulan a los menores y se aprovechan de su necesidad de afecto o autoestima. "Más o menos entre el 20% o 25% de los jóvenes te dicen que aceptan a alguien (en Facebook) aunque no lo conozcan. Los criterios para aceptar a una persona en esas edades muchas veces tienen que ver con el aspecto físico". Un problema es que cuando los jóvenes quedan atrapados en esta situación en ocasiones no recurren a los adultos porque sienten que hacerlo es pasar por una segunda vergüenza. "Se recomienda apoyarse en su grupo de amigos para que acudan al adulto que sea más confiable, que hagan las denuncias, que tomen las medidas para tener pruebas".
Si bien para Delitos Informáticos lo fundamental es el control paterno de lo que hace el menor en las redes sociales, Balaguer considera que hay que apostar a la educación y desestimó el uso de sistemas de control parental en internet, ya que esto es mucho más difícil en la era de los celulares. "Hoy hay cuentas como Instagram o Snapchat que están manejadas por los jóvenes y los padres no tienen acceso. Lo que se hace en las redes sociales tiene que ser tema de conversación, que no queden los jóvenes solos tomando decisiones". Para Andrea Tuana el mejor control parental es el vínculo y el evitar todo sistema de disciplina a través de la dominación. "Eso hace que nuestros hijos aprendan a ser sometidos".

Para Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), influye en este problema la consideración que tiene el mundo adulto sobre los menores. "Hay una construcción social de carácter publicitario que muestra a los niños y adolescentes como objetos de consumo, sobre todo respecto al cuerpo de las mujeres. Los adolescentes no generan una imagen de sí mismos que los adultos no estén generando".

Culpabilización de la víctima.

Karina Núñez es una trabajadora sexual de Young. Un día un camionero al que conocía le mostró, como algo gracioso, el video de dos menores con poses sugestivas que le había llegado al grupo de WhatsApp que tenía con sus colegas. Se trataba de dos adolescentes que estaban haciendo dedo en Paysandú para ir a su pueblo y un camionero le dijo que las llevaba si le dejaban filmar algo "calentito". "La falta de información de los camioneros es tremenda, pero nunca he visto que les hicieran una capacitación y sensibilización", afirmó Núñez.
Si bien la pornografía infantil afecta a menores de todas las clases sociales, siempre son más vulnerables los niños y adolescentes que tienen mayor desprotección a nivel familiar, indicó Tuana. Entre las modalidades de delito que la experta ha visto a lo largo de los años se encuentra la captación de jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, a los que se les ofrece dinero para sacarse fotos sin ropa, que deriva en ocasiones al pago por otro tipo de actos sexuales; el ofrecimiento para que actúen en supuestas películas, que implicarían trasladarse a otro punto del país o el exterior; la filmación de videos pornográficos con adolescentes que son distribuidos por una red barrial; adultos que se hacen pasar por fotógrafos y se acercan a liceos ofreciéndoles a los adolescentes hacerse un book de publicidad y terminan realizando material pornográfico. De acuerdo a Tuana, debe haber muchísimos más casos de los que no se tiene conocimiento. "Sabemos que en Uruguay operan redes de trata y de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes que muchas veces coinciden con el narcotráfico", añadió.

Para Tuana, un aspecto crucial a tener en cuenta es que una vez que se hace la denuncia, la respuesta judicial y policial suele ser muy revictimizadora. "De alguna manera se culpa a esas adolescentes, con frases tipo pero en la filmación se las veía muy contentas y se minimiza el accionar de los abusadores. Se mira a los jóvenes desde una mirada conservadora y como personas que engañan, que incitan. También juega el prejuicio de clase". Para la abogada Alicia Deus, presidenta del colectivo Infancia Adolescencia Ciudadana (Iaci), en general hay una gran impunidad en todos los delitos sexuales porque se investigan mal y poco. "La pornografía infantil no tanto, porque se le da trascendencia sobre todo cuando son redes internacionales, entonces viene la exigencia de investigación desde el exterior", explicó. "Los delitos sexuales se consideran delitos de segunda categoría. Y además son solo investigados a instancias de parte, no de oficio, como la mayor parte de los delitos".
July Zabaleta, del Ministerio del Interior, informó que se está trabajando en un protocolo específico de investigación de situaciones de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, como el que se tiene en la actualidad para violencia doméstica. "Queremos una investigación criminal basada en que la víctima no sea tomada como un objeto de prueba sino como sujeto de derechos, que hagas toda la investigación tratando de molestar menos y evitar revictimizar a las víctimas. Por ejemplo, en este protocolo establecemos que en el momento que la víctima declara se disponga de mecanismos tecnológicos para que esa entrevista sea vista por el juez y el abogado sin que el menor tenga que estar repitiendo una y otra vez el relato".

Otro aspecto al que se apunta es a detectar prácticas de abuso que están naturalizadas. "Hay lugares donde es muy común que una chiquilina viva con un señor muchísimos años más grande porque el señor la ayuda", señaló. Por otro lado, se apunta a que pueda haber un registro correcto de los casos de explotación sexual porque esta falta de estadísticas ayudan a invisibilizar el problema. Lo que se pretende es que las causas que, por ejemplo, son caratuladas con denominaciones como "atentado violento al pudor" u "omisión inherente a la patria postestad" puedan ser registradas como "explotación sexual" si los hechos ocurren en ese contexto.

Procesado por delito de proxenetismo.

Dos hombres fueron procesados con prisión el martes, involucrados en delitos de proxenetismo y tenencia y porte de armas. Uno de ellos, de 40 años, era el ideólogo y contaba con dos antecedentes penales: por proxenetismo (por el que se lo volvió a procesar) y por un delito de "Contribución a la explotación sexual de menores". Salió de la cárcel hace siete meses, según el auto de procesamiento de la jueza Julia Staricco. Reclutaba jóvenes a partir de avisos clasificados pidiendo modelos para acompañar empresarios o para la TV, pero luego les decía que era para tener relaciones sexuales. El otro hombre, de 56 años, conocido personal trainer de la televisión, fue procesado por porte y tenencia ilegal de armas. Este habría tenido relaciones sexuales con las mujeres captadas a cambio de hacerlas famosas.

"Se me cortó el trabajo: la gente dice que le da cosa".

Javier de los Santos tiene 51 años y pasó 35 años de su vida recorriendo el país junto a su hermano gemelo René en el Dúo Cantaclaro. Hasta agosto del año pasado las cosas iban más que bien: se encontraban en el "mejor momento" de sus carreras, e incluso tenían varios contratos de publicidad. Todo cambió la noche del viernes 14 de agosto de 2015, cuando René fue detenido en Salto y procesado por "retribución o promesa de retribución a personas menores de edad para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo".
El músico envió a una menor de 14 años videos de él manteniendo relaciones sexuales con otra joven y le ofreció dinero para que la adolescente le mandara fotos eróticas. La madre de la menor, expareja del folclorista, lo denunció. "Yo soy el otro", repite una y otra vez Javier de los Santos, al punto que estas cuatro palabras parecen haberse convertido en el leitmotiv de su vida. "A partir de agosto del año pasado se cortó todo", dijo a El País. De acuerdo al cantante nacido en Tacuarembó, desde el procesamiento de su hermano casi no ha vuelto a cantar en público, a excepción de unas pocas ocasiones en que sus amigos lo contrataron.

"Al ser gemelo tengo que trabajar con la cara del otro. He intentado trabajar en otras cosas y me dijeron que no, pese a que necesitan gente, por la situación de mi hermano. En este momento dependo de la ayuda de mis otros hermanos y mi señora trabaja. Una de mis hijas empezó la facultad este año y quiere trabajar para ayudar a la familia. A veces no tiene para el boleto". Javier comentó que su principal vía de ingresos, las fiestas privadas, se cortó porque a las personas "le da cosa" la situación."Salgo a la calle y muchas veces tengo que explicarle a la gente mire que soy el otro. El hecho de ser gemelo es una mochila bastante pesada".
René está preso en Tacuarembó y Javier vive en la Costa de Oro, por lo que no ve mucho a su hermano, quien recibió una sentencia de tres años y medio. "Yo sé que cometió un error, él se da cuenta que lo que hizo perjudicó a mucha gente. Hubo dos tipos de justicia, la oficial y la pública, de las redes sociales, y los medios. "Fueron pocos los que dijeron Javier no tiene nada que ver".

OPERATIVOS MUNDIALES RECIENTES.

Operación Sirte.

El dato de que varias direcciones IP uruguayas bajaban pornografía infantil de las redes P2P Ares y eMule llegó desde Alemania en noviembre de 2015 a la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol. El 13 de mayo fueron procesados cuatro hombres de 49, 47, 45 y 34 años. Uno de ellos reconoció que descargaba pornografía infantil desde 1996 y que se consideraba un "coleccionista" de este material, según consta en el auto de procesamiento. "Me excito y me masturbo, yo estoy en tratamiento psiquiátrico... Entiendo que no está bien descargarlo porque alguien le hizo algo a algún niño para bajarlo", declaró. Otro de los detenidos, que tenía unos 20 videos y mil fotos, sostuvo que la primera vez que consumió este material fue cuando le saltó en la red de la que bajaba música un video con niñas rusas. "Garantizo que nunca más voy a bajar, reconozco que estuve mal. Enseguida les dije a los muchachos: No me digan que es por el eMule´". Un tercer detenido aseveró: "Yo no quiero ser un monstruo". Luego de las pericias informáticas, la jueza José María Gómez concluyó que "la difusión se encuentra ínsita en la modalidad informática utilizada pues esos programas implican no solo la descarga sino que están destinados para compartir y divulgar archivos". Por ese motivo pudieron ser procesados con prisión.

"Sin fronteras".

La mayor operación contra la pornografía infantil en América se produjo en 15 países en simultáneo e implicó 60 detenciones, más de 700 equipos incautados y cuatro menores rescatados en México y Chile, según informó BBC. En Uruguay fueron detenidos cuatro hombres (dos residían en Montevideo, otro en Minas y un cuarto en Rosario) que contaban con 320 mil fotos y 45 mil videos con pornografía infantil que era descargada de la red Ares. En la computadora de uno de ellos se encontraron más de 130 Gb de pornografía infantil, de niños de entre 1 a 12 años siendo abusados sexualmente por adultos, según aparece en el auto de procesamiento. Otro de los detenidos expresó que él no compartía archivos pero que al estar conectado cualquier otro usuario podía acceder a estos. 
Añadió que cuanto más compartía, más rápido podía bajar archivos. Un tercer detenido dijo que por el chat de Ares otras personas le pasaban material, así como direcciones de donde obtener pornografía infantil. La jueza Julia Staricco procesó a los detenidos con prisión porque "aun cuando su finalidad última no era la difusión, sus archivos eran compartidos por otros usuarios para poder bajar ellos nuevos archivos de manera más rápida".

MENORES INVISIBLES PARA LOS ADULTS

Un debe respecto a las víctimas de explotación sexual infantil es la falta de un servicio de atención especializado, señaló Andrea Tuana, directora de la ONG El Paso. “Son casos muy difíciles de intervenir, necesitás una gran cantidad de recursos humanos para que esos menores tengan contención. Trabajar con la comunidad, con las instituciones. Es uno de los puntos más débiles de nuestro país. Al sistema político no le importa. Los niños, niñas y adolescentes son invisibles, no molestan, no son los que te van a robar a la estación de servicio. Y, además, están cumpliendo una función social, que es la de la mercantilización del cuerpo y de la sexualidad. Esta sociedad es la que produce varones que compran sexo”, dijo.
“El Estado no dispone de servicios de atención, los que tiene son más que nada para trabajar violencia doméstica. En Montevideo hay un pequeño grupo que se llama Travesías, que trabajan espectacularmente bien, pero son muy poquitos”, agregó.
Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees) del INAU reconoció que hacen falta “recursos humanos, generar nuevos dispositivos de atención, más campañas de sensibilización, un contacto más cercano con los territorios”.
Purtscher explicó que a Travesías se agregan equipos itinerantes en el interior, y que el INAU planea tener referentes en violencia en cada departamento.

Tuana señaló que la violencia doméstica o el abuso sexual intrafamiliar se encuentra muchas veces en las historias de los menores víctimas de explotación sexual de cualquier tipo. “Muchos te dicen ‘algo se quebró en mí, si sufrí todo esto, salir a la calle y dejarme sacar una foto me genera un beneficio y yo lo controlo’”. Ese beneficio puede ser una recarga de celular, un vaquero, una cena en un restaurante.