Lanzamiento de la “Observación General Nº 26, 18 de Septiembre 2023.
‘El alto precio de la belleza: Explotación laboral infantil en la cosmética mundial’,
Declaración de la infancia ante la Cumbre por un nuevo pacto mundial de financiación
En unidad y determinación, en nombre de todos los niños:
.-Ellyanne Wanjiku Chlystun-Githae – 13 años – Campeona de biodiversidad y financiamiento climático más joven de África, Kenia, fundadora Children With Nature ellyannecg@gmail.com +254 758 072 151
.- Foday Bangura – 17 años, vicepresidente nacional de Children's Forum Network, Sierra Leona
.- Jealaika Luna Shadari – 12 años, activista de la mutilación genital femenina, EE. UU.
.- Jasper Jaffe – 14 años, futbolista y activista por los derechos del niño, Suiza
.- Lavinah Lempira – 22 años, anti-MGF, defensora de ASAL en matrimonio infantil temprano, Kenia
Muchas gracias. Dios los bendiga
El clamor de la infancia en la Cumbre por un nuevo pacto mundial de financiación: “sustituyan el actual modelo económico colonial”.
Accesos documentación Cumbre Nuevo Pacto Mundial Financiación:.- Financiamiento responsable con el clima: un imperativo moral para con la infancia (en inglés y alemán)
.- Salvar las vidas de niños y niñas: guía de supervivencia sobre banca responsable
"Para que el Derecho a un Ambiente Sano Se Reconozca a Nivel Internacional": Manifiesto y Coalición Mundial ganan Premio Derechos Humanos ONU 2023.
Miles de niños, jóvenes y aliados se movilizaron para conseguir este reconocimiento, y este premio es un homenaje a sus voces.
El Premio de Derechos Humanos de la ONU se otorga una vez cada cinco años a varios destinatarios a la vez. Este año es la primera vez que se otorga a una coalición mundial. El premio se entregará en Nueva York el 10 de diciembre, fecha que también marca el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, lo que hace que este reconocimiento sea aún más especial.
Este logro solo fue posible gracias a los incansables esfuerzos que comenzaron hace décadas y que dieron como resultado que miles de personas de todo el mundo se unieran para lograr un hito: el reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. En primer lugar, el premio destaca la importancia de colaborar para avanzar en la tan necesaria protección de nuestro planeta y el cumplimiento de los derechos humanos. Por sí sola, ninguna organización, movimiento o persona hubiera sido capaz de lograr el reconocimiento universal del derecho a un ambiente sano. Juntos, una coalición global diversa hicieron de esto una realidad.
Además, el premio reconoce la necesidad de proteger espacios participativos para todos. Dado que los espacios cívicos se están reduciendo de manera preocupante y muchos defensores de los derechos humanos y del medio ambiente están siendo atacados en todo el mundo, el premio envía un fuerte recordatorio: es esencial respetar y fortalecer los espacios de participación y colaboración. La protección de los espacios cívicos y el respeto y apoyo a todos los defensores de los derechos humanos es fundamental para la implementación efectiva de este derecho recientemente reconocido. El derecho también es un componente integral de la justicia ambiental y la democracia y proporciona un camino sin fisuras para proteger los derechos de las generaciones futuras.
Este anuncio llega solo unos días antes del aniversario del 28 de julio del reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.
Desde entonces, millones han seguido experimentando los impactos acumulativos y acelerados de la triple crisis planetaria de pérdida de biodiversidad, cambio climático y contaminación, exacerbada por desigualdades sistémicas, que contribuye a las continuas violaciones del derecho a un medio ambiente saludable en todo el mundo. Este premio enfatiza que hoy más que nunca los Estados deben hacer realidad este derecho. Es tanto un reconocimiento como un llamado a la acción para que los gobiernos, las empresas, las instituciones y las personas de todo el mundo aseguren que el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible se garantice de manera efectiva y se proteja legalmente para que todos puedan disfrutarlo.
Lea las reacciones de los miembros de la coalición CERI:
“Miles de niños, jóvenes y aliados de todo el mundo se movilizaron para exigir el reconocimiento universal del derecho a un medio ambiente sano. Este premio es un importante tributo al poder de sus voces, y las de muchos otros grupos y comunidades en la primera línea de la crisis ambiental. Sirve para recordarnos nuestro poder cuando nos unimos y nos hace más decididos que nunca para garantizar que este derecho se realice”. Joni Pegram, Secretaría, Coalición Iniciativa por los Derechos Ambientales de los Niños (CERI)
“La adopción de la resolución de la Asamblea General de la ONU que reconoce el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible fue un gran logro a nivel mundial que ofrece esperanza a los niños de todo el mundo de que sus gobiernos tomarán medidas para abordar la crisis ambiental y climática que amenaza su salud, educación, bienestar e incluso supervivencia. Con más de 1 de cada 4 muertes de niños menores de 5 años atribuibles a entornos insalubres, la resolución ofrece un potencial significativo para impulsar la implementación de las obligaciones relativas a los derechos del niño.
Este premio es un tremendo honor para todos los involucrados en la Coalición Global para el Reconocimiento del Derecho a un Medio Ambiente Saludable, pero igualmente un reconocimiento importante del papel vital que juegan la sociedad civil, los Pueblos Indígenas y los movimientos sociales de base para generar cambios, particularmente cuando trabajamos juntos. Aprovecharemos este reconocimiento a medida que continuamos trabajando con socios y elevando las voces y demandas de los niños para promulgar políticas que hagan realidad este derecho”. Inger Ashing, CEO, Save the Children Internacional
“El Premio de Derechos Humanos de la ONU no solo reconoce el compromiso extraordinario y el arduo trabajo de la sociedad civil, los jóvenes y las organizaciones de los Pueblos Indígenas. El reconocimiento por parte de tantos estados del derecho a un medio ambiente sano, limpio y sostenible subraya lo fundamental que es preservar nuestro planeta y toda la vida para nuestros hijos y nietos, las generaciones futuras y todos los seres vivos de la Tierra. Y ahora trabajaremos para garantizar que los Estados cumplan con sus compromisos e implementen políticas sostenibles y con visión de futuro”. Samia Kassid, directora sénior del programa “Los derechos de los niños y los jóvenes”, World Future Council
“En un momento en que los espacios cívicos se reducen y están bajo ataque, este es un gran logro para la sociedad civil que reconoce su papel crucial en la protección de las personas y el planeta. Este es también un mensaje de esperanza y determinación para los niños, que demuestra el poder de la sociedad civil, los Pueblos Indígenas, las comunidades locales y los movimientos sociales que se unen y anima a los niños a seguir haciendo oír su voz para proteger sus derechos, el planeta y todos nuestros futuros. Este premio es un llamado a los Estados para hacer realidad el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible para los niños de hoy y para las futuras generaciones”. Isabelle Kolebinov, Coordinadora de Políticas y Promoción, Red Internacional de Derechos del Niño (CRIN)
“Se está negociando nuestro futuro y deberíamos ser parte”
Foto de Markus Spiske en Unsplash |
Pablo comenzó a tomar conciencia de los problemas ambientales desde los consejos locales de infancia y adolescencia de su ciudad (Granada). Ana aprendió sobre el cambio climático de forma teórica y comenzó a verlo de cerca a través del voluntariado. En el grupo La Liga por la Tierra, Erika llegó a la conclusión de que el tema medioambiental preocupa mucho a la juventud. Amnah tuvo la oportunidad de asistir a la COP27 celebrada en Sharm el-Sheikh (Egipto) en 2022.
Como ellos, miles de niños, niñas y adolescentes han tomado conciencia y se involucran en las acciones contra el cambio climático: el desafío medioambiental afecta al futuro de todos y todas y no quieren quedar fuera de la toma de decisiones.
Algunos han compartido en un seminario online celebrado el pasado 6 de julio sus experiencias y activismo: desde encuentros locales e internacionales hasta su actividad en sensibilización e información adaptada a la infancia.
La infancia en las negociaciones
Las Conferencias de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) son encuentros anuales donde generalmente no se cede altavoz a la infancia. “Han sido espacios muy técnicos durante muchos años, donde solo iban funcionarios de ministerios a negociar sus emisiones de carbono”, cuenta Pablo Morente Acale, responsable de Cambio climático y Cooperación al Desarrollo del Consejo de la Juventud de España. Sin embargo, “el cambio climático afecta a nuestro futuro y al futuro de generaciones, no puede ser que todas las decisiones se tomen en un sitio súper lejano y súper técnico sin mucha transparencia”.
Lucía, del Grupo asesor de UNICEF España, coincide: “Es muy importante que se tome en cuenta lo que la infancia tiene que decir, se está negociando nuestro futuro y deberíamos ser parte de esas negociaciones”.
“El cambio climático afecta a nuestro futuro, no puede ser que todas las decisiones se tomen en un sitio súper técnico y sin mucha transparencia”
Por eso, la juventud empezó a salir a la calle de forma masiva (“la COP celebrada en Madrid fue la primera vez que este espacio fue visible para la sociedad”, dice Pablo). Después, niños y niñas comenzaron a ir a estas cumbres internacionales como observadores.
El siguiente paso, para Pablo, es que la infancia y adolescencia estén en las negociaciones sobre clima, donde se están tomándose las decisiones. “Para eso tienes que ser parte de la delegación de tu gobierno”, dice. “Y necesitamos que el lenguaje se traduzca para que los tecnicismos lleguen a la sociedad”.
Críticos con la COP27
Francisco Vera, joven activista de UNICEF España, ha participado en actos como la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial o la Conferencia de los Jóvenes Defensores de Derechos Humanos en Viena, y promueve la conciencia ambiental desde la campaña Guardianes de la Vida.
Coincide con Pablo en que los niños y niñas no deben estar en estos espacios solamente “para la foto”, sino dentro de las negociaciones climáticas. Algo que él consiguió en la COP27 de 2022: “Logré intervenir en una de las negociaciones, la de balance global. Fue un gran avance. Los menores de 18 años no pueden hablar en las negociaciones, eso es limitante”, cuenta.
El logro que destaca de la cumbre fue la creación de un fondo financiamiento climático: “Se hizo hincapié en cómo los países deben financiar las pérdidas y daños. Pero hizo falta concretizar”.
Ana y Amnah también estuvieron en la COP27. Ana, de Plan Internacional, destaca la existencia de un pabellón para la juventud: “Se habilitaron espacios para que nosotras hablásemos. Pero no sé hasta qué punto se llegó a implementar lo que dijimos, si se incluyó en las políticas”, dice. “Por ese lado sentí que cojeaba un poco”.
“Lo más bonito fue representar a un grupo de gente”, recuerda Amnah, del Grupo asesor de UNICEF España. Pero se muestra crítica con la organización: “Egipto no es para nada un país donde estén impulsando la transición ecológica. Es contradictorio que se celebre ahí la COP. ¡El pabellón de Emiratos parecía una nave espacial! Todo eso requiere un gran consumo eléctrico”.
“Las próximas COP deberían ser mucho más ambiciosas respecto a combustibles fósiles”, opina Ana, que cree que se debería enfocar no en “crecer verde” sino en el concepto de decrecimiento.
“Hay que estar presente para seguir exigiendo y haciendo esfuerzos, que podamos ver que los combustibles fósiles no son el futuro”
Respecto a la COP28, que tendrá lugar en 2023, Francisco critica que se celebre en Dubái, cuyo presidente lo es también de la industria de petróleo del país: “Uno de los objetivos de las organizaciones internacionales es precisamente el cambio de uso de combustibles fósiles a energías limpias. Que quien esté presidiendo esta cumbre sea una persona que lo más lógico es que defienda sus intereses (que el combustible fósil siga adelante) es una cosa grave”.
Señala, aún así, que hay que estar presente “para seguir exigiendo y haciendo esfuerzos, que podamos ver que los combustibles fósiles no son el futuro. Hay que hacer una transición energética justa”.
Información y educación como herramientas de cambio
Una parte importante del trabajo de estos chicos y chicas es aproximar la información medioambiental a sus pares de forma adaptada. “No hay una educación como tal a nivel de cambio climático y sostenibilidad en institutos”, dice Lucía. Ella hace talleres de educación medioambiental con niños y niñas; Amna comparte información sobre los ODS de forma amigable; Jordi, desde la campaña Youth for change de Plan Internacional, elabora documentos y campañas relacionadas con activismo juvenil.
“Tenemos un problema, no sabemos comunicar las oportunidades a los jóvenes. Esas oportunidades de participar en foros existen”, dice Jordi. Cree que la infancia y juventud tienen un doble rol activista: es capaz de movilizarse y generar un cierto cambio, como Greta Thunberg, pero también hacer activismo desde el papel de consumidores.
Los chicos y chicas del seminario comparten algunas de las dificultades en el camino del activismo medioambiental. Amnah reconoce que a veces cuesta que se les tome en serio por su edad: “De ahí viene que no se nos dote de recursos, al no confiar en nosotros. Yo esto lo he vivido a nivel local: hemos tenido ideas de talleres, cosas que hacer, y se nos dice, no sabemos cómo vais a gestionarlo. No nos dan la oportunidad”.
“Jóvenes y adolescentes nos enfrentamos a un discurso derrotista y catastrofista. Pero no está todo perdido”
Otro obstáculo es la ecoansiedad que sufren muchos niños, niñas y adolescentes, que puede llevar al desánimo: “Jóvenes y adolescentes nos enfrentamos a un discurso derrotista y catastrofista”, advierte Ana. “Muchos dicen, qué más da, para lo que voy a hacer yo, para qué hacerlo”, coincide Lucía. Ana anima a actuar contra el discurso de que no hay nada que hacer: “No está todo perdido, hay que intentar dar un discurso positivo porque si no la gente se queda paralizada”.
¿Cómo incentivar a que los más jóvenes se involucren? “Eso se logra por una parte con educación climática y medioambiental”, dice Francisco. “Desde la escuela y los colegios. Que los niños puedan participar en sus municipios y sus localidades, puedan incidir en los problemas que hay en su entorno. Que el colegio sea un apoyo”. Y opina que el acceso a la información de los niños y niñas es algo importante. “Yo creo que si les damos un panorama general a los niños (por medio de talleres, espacios pedagógicos…), ya saben cómo actuar. Es la mejor manera de hacer, con la educación”.
Solo el 2,4 % de los fondos clave para el clima global pueden clasificarse como apoyo a los niños.
Plan International, Save the Children y UNICEF descubrieron que
solo el 2,4 % de los fondos clave para el clima global pueden clasificarse
como apoyo a actividades sensibles a los niños.
Maria Marshall, defensora de los niños de UNICEF y activista climática de 13 años de Barbados, dijo: “Los niños son el futuro, pero nuestro futuro está determinado por las acciones de quienes toman decisiones en el presente, y nuestras voces no se escuchan.
Como muestra este informe, financiar soluciones climáticas es una obligación, pero también importa cómo se gasta ese dinero. Se deben incluir las necesidades y perspectivas de los niños”.
'Nuestras voces no se escuchan'
El estudio, Quedándose cortos: abordando la brecha financiera climática para los niños, utilizó un conjunto de tres criterios para evaluar si el financiamiento climático de los fondos multilaterales para el clima (FCM) clave que sirven a la CMNUCC y el Acuerdo de París estaban: abordando los riesgos distintos y elevados que experimentan de la crisis climática, fortalecer la resiliencia de los servicios sociales críticos para los niños y empoderar a los niños como agentes de cambio.
“Los hallazgos son contundentes”, dijo Kabita Bose, directora de país de Plan International Bangladesh. “La inversión urgente y efectiva es clave para adaptarse al cambio climático y es particularmente crítica para los niños, especialmente las niñas, que son muy susceptibles a los impactos a corto y largo plazo. Sin embargo, el gasto actual casi ignora por completo a los niños; esto debe cambiar”.
El informe encontró que de todo el dinero otorgado por los MCF para proyectos relacionados con el clima durante un período de 17 años hasta marzo de 2023, solo una pequeña parte (2,4 por ciento) cumplió con los tres requisitos, que ascendieron a solo $ 1200 millones. El informe también dice que este número probablemente refleja una sobreestimación, lo que significa que incluso menos dinero puede haber cumplido con todos los requisitos.
“Los niños, especialmente aquellos que ya se ven afectados por la desigualdad y la discriminación, son los que menos han contribuido al cambio climático, pero son los más afectados por él. El financiamiento climático ofrece una oportunidad para abordar estas injusticias al considerar las necesidades y perspectivas de los niños”, dijo Kelley Toole, Directora Global de Cambio Climático de Save the Children. “Esto ha sido lamentablemente inadecuado hasta la fecha, pero puede y debe cambiar. Para abordar realmente la crisis climática, debemos poner los derechos del niño en el centro de nuestra respuesta y garantizar que se escuchen las voces de los niños”.
'Todos los niños están expuestos al menos a un peligro climático'
Si bien los MCF proporcionan una parte relativamente pequeña de la financiación climática general, el grado en que estos fondos tienen en cuenta a los niños es muy importante. Los MCF tienen un papel vital que desempeñar en el establecimiento de la agenda y en la catalización y coordinación de inversiones de otras instituciones financieras públicas y privadas, incluso a nivel nacional, que son necesarias para impulsar un cambio más amplio.
Los niños son desproporcionadamente vulnerables a la escasez de agua y alimentos, las enfermedades transmitidas por el agua y los traumas físicos y psicológicos, todos los cuales se han relacionado tanto con los fenómenos meteorológicos extremos como con los efectos climáticos de evolución lenta. También hay evidencia de que los patrones climáticos cambiantes están interrumpiendo el acceso de los niños a los servicios básicos como la educación, la atención médica y el agua potable.
“Todos los niños están expuestos al menos a uno, ya menudo a varios, peligros climáticos. La financiación y la inversión que se necesitan desesperadamente para adaptar los servicios sociales críticos como la salud y el agua a los peligros climáticos son insuficientes y en gran medida ciegas a las necesidades urgentes y únicas de los niños. Esto debe cambiar. La crisis climática es una crisis de los derechos del niño, y el financiamiento climático debe reflejar esto”, dijo Paloma Escudero, Asesora Especial para la Defensa del Clima de UNICEF.
El informe destaca que cuando se trata de niños, a menudo se les considera un grupo vulnerable en lugar de ser reconocidos como partes interesadas activas o agentes de cambio. Menos del cuatro por ciento de los proyectos, que ascienden a solo el siete por ciento de la inversión del MCF ($ 2580 millones), dan una consideración explícita y significativa a las necesidades y la participación de las niñas.
'El foco debe estar en llegar a los más vulnerables'
El informe se basa en las voces de los niños de todo el mundo, quienes dijeron que enfrentan mayores riesgos debido al cambio climático. Una adolescente en Zimbabue dijo: “En Chiredzi, aprendimos que algunas niñas no pueden cruzar a nado ríos desbordados para ir a la escuela oa casa, mientras que los niños sí pueden hacerlo. Las niñas deben caminar hasta 10-15 km para llegar a la escuela. Se cansan en el camino incluso antes de comenzar las clases”. Un niño de 13 años de Bangladesh agregó: “Muchos desastres a gran escala golpean nuestro distrito, lo que hace que la gente se empobrezca, y niños como nosotros se dedican al trabajo infantil”.
La coalición CERI está instando a los fondos climáticos multilaterales, así como a otros proveedores de financiamiento climático que brindan financiamiento climático tanto a nivel internacional como nacional, a actuar rápidamente y abordar la brecha de adaptación. Específicamente piden fondos para cubrir pérdidas y daños causados por el cambio climático. Esta financiación debe priorizar el bienestar de los niños y los servicios sociales críticos que los apoyan. El enfoque debe estar en llegar y ayudar a los niños que son más vulnerables y en alto riesgo debido a los impactos climáticos.
"Más importante el código postal que el código genético", Entrevista con Ferran Campillo, Pediatra ambiental
El 88% de la carga de enfermedades y muertes relacionadas con el cambio climático va a recaer sobre los menores de cinco años. Ferran Campillo — Pediatra ambiental |
ENTREVISTA con Ferran Campillo*, Pediatra ambiental
¿Qué es la pediatría ambiental?
Se trata de una subespecialidad pediátrica que se dedica al manejo y a la detección de factores de riesgos ambientales relacionados con la salud de niños y adolescentes. Es una definición corta que abarca un montón de cosas: el sitio donde viven los niños, el cambio climático, la contaminación atmosférica, las condiciones de la escuela; hay muchos factores que de alguna manera pueden afectar al desarrollo y a la salud de la infancia y la adolescencia.
La Comunidad de Madrid y Cataluña forman parte de un grupo de regiones de la Unión Europea que han pedido excepciones en el cumplimiento de la futura directiva contra la polución. ¿Cuáles son los peligros de este paso, especialmente para los niños?
Cualquier región que lo que pide quiere, en vez de intentar llegar a los objetivos que marca la OMS en materia de calidad de aire, tener límites más laxos para favorecer a algún tipo de industria. Es una pésima noticia para la salud de las personas. Estar expuestos a un aire de mala calidad afecta a la salud de niños y adolescentes, incluso en la etapa prenatal, en muchas áreas. Esto conlleva un aumento de enfermedades respiratorias como asma y bronquitis de repetición; ahora mismo, en ciudades como Barcelona, algunos estudios apuntan a que una tercera parte o incluso la mitad de los casos de asma se debe a una mala calidad del aire. El asma no solo afecta a la calidad de vida de ese niño y de esa familia, sino que es un motivo muy frecuente de consulta en pediatría, con lo que todo eso conlleva de gasto sanitario.
La contaminación también tiene consecuencias en el neurodesarrollo. Cada vez sabemos más que los niños que acuden a escuelas donde hay más tráfico motorizado tienen peor rendimiento académico que aquellos que van a escuelas con mejor calidad del aire. Eso es un problema de equidad, los que puedan gozar de mejor calidad del aire tendrán más oportunidades.
¿Qué papel tiene el entorno en la salud de una persona? ¿Es tan importante como la genética o los hábitos?
Se suele decir que, de lo que determina el estado de salud, un 20% depende del sistema sanitario y el 80% está fuera del ámbito sanitario. Aquí entran la genética, los hábitos, la actividad física, el consumo de alcohol, el tabaco, pero también el lugar donde vivimos. Muchas veces decimos que es más importante el código postal que el código genético, porque a veces, con una misma genética, estando en un sitio con peor calidad del aire podemos tener más enfermedades cardiovasculares, infartos, ictus o enfermedades pulmonares crónicas en adultos.
Sin embargo, las políticas sanitarias están muy centradas en la práctica médica, cuando ya estamos enfermos. De hecho, en el presupuesto de sanidad de las comunidades autónomas todo lo que sería salud pública y medicina preventiva creo recordar que en ningún caso supera el 3% del presupuesto.
Para todo lo demás tenemos muy pocos recursos y eso que muchas de las acciones que tienen que ver con la salud están fuera del ámbito sanitario, no dependen de lo que médicos y enfermeros prescriban, sino que están en manos de concejales y alcaldes. Un alcalde puede decidir que por las escuelas de su municipio no pase el tráfico motorizado, o que en un barrio haya muchos más árboles y zonas verdes con todo lo que eso implica para la salud, desde disminuir el efecto isla de calor hasta mejorar la salud mental. Muchos alcaldes y concejales todavía no se dan cuenta de la importancia que podría tener para sus conciudadanos hacer este tipo de políticas.
Un alcalde puede decidir que por las escuelas de su municipio no pase el tráfico motorizado, o que en un barrio haya muchos más árboles y zonas verdes con todo lo que eso implica para la salud. Ferran Campillo, Pediatra ambiental
¿Podría compartir un ejemplo de problemas de salud asociados a la contaminación del aire que ve en su consulta?
Recientemente tuvimos a un niño con un problema de asma. Ya había ido a su pediatra, y el pediatra lo había mandado al especialista. Un niño que cada vez necesitaba más medicación. En la consulta pudimos detectar una serie de factores ambientales que afectaban al desarrollo de la enfermedad. Uno de ellos, muy importante, es la pobreza. Los niños con menos recursos suelen vivir en casas de menor calidad, con problemas de humedad, moho, y quizá también estén expuestos al humo del tabaco y a otras drogas, y todo eso está empeorando la salud de este niño. Después de la intervención que hicimos para el hogar, con el propietario, el ayuntamiento y los servicios sociales, mejoraron sus síntomas. Es un ejemplo de como cuando nos fijamos en el entorno podemos modular muchos de los factores que afectan a las enfermedades.
¿Hay alguna forma de detectar esos riesgos ambientales en la salud?
Hace siete años empezamos a utilizar una herramienta desarrollada por la OMS que se llama hoja verde, adaptada por el doctor Ortega [pionero de la pediatría ambiental en España y responsable de esta unidad en Murcia] para detectar riesgos ambientales. Nosotros la utilizamos durante el embarazo, pues todo lo que suceda en esta etapa puede marcar la salud de esa personita.
En nuestro hospital, igual que se hace una analítica y una ecografía en el primer trimestre, se hace también una hoja verde. Esto nos permite identificar riesgos y proponer intervenciones para reducirlos. Son tareas que a corto plazo no vemos, se tarda diez años hasta ver cómo estamos a nivel de asma u otras enfermedades que puedan estar influenciadas por esos factores ambientales.
¿Cómo afecta el cambio climático a los niños?
Justamente he estado hablando con los responsables de un municipio de mi comarca donde ha habido una inundación recientemente. Aquí en Catalunya estamos en situación de sequía, y una de las cosas que dicen los expertos en cambio climático es que se incrementarán los eventos climáticos extremos, es decir, sequías combinadas con lluvias torrenciales. Siempre ha habido inundaciones, pero serán cada vez más frecuentes y más intensas.
También están los problemas relacionados con el calor. A veces con golpes de calor los niños pueden desmayarse, marearse, tener fiebre. En los últimos diez años se han incrementado de manera casi exponencial las consultas médicas por estos motivos. No son patologías nuevas, pero podemos ver que van a aumentar en frecuencia o en intensidad.
Luego, hay otras enfermedades que son nuevas en nuestra zona. Empezamos a ver cambios de la distribución de lo que llamamos vectores: insectos como algunos mosquitos y garrapatas pueden cambiar su distribución geográfica habitual. Empezarnos a encontrar enfermedades que no eran prevalentes en nuestra zona, como la fiebre del Nilo occidental o el dengue. No nos tiene que extrañar que en los próximos años empecemos a tener en nuestro territorio enfermedades que sonaban a algo tropical.
Los niños, según la OMS, van a ser los más afectados por el cambio climático, ya que por sus condiciones fisiológicas son los más vulnerables a estos impactos. El 88% de la carga de enfermedades y muertes relacionadas con el cambio climático va a recaer sobre los menores de cinco años, que son el 12% de la población mundial. Deberíamos estar muy preocupados por el cambio climático.
¿Cuáles son los beneficios de que los niños estén en contacto con la naturaleza? ¿Qué cantidad es suficiente, según su criterio?
Cada vez hay más estudios que empiezan a describir esto. A partir de dos horas a la semana en contacto con la naturaleza ya empezamos a notar efectos importantes para la salud. La recomendación es cuanto más tiempo mejor, y el entorno, cuanto menos influido por la mano del ser humano, mejor. Hay una recomendación que me gusta mucho de los compañeros de aquí de Canal Salut de la Generalitat que dice: si podemos, todos los días hay que pasar un ratito en un parque urbano, algún día a la semana visitar un espacio natural cercano al domicilio y una vez al mes pasar un día o fin de semana en un parque natural. Aunque no es una recomendación estricta, sí que nos que da una idea de la frecuencia con la que deberíamos estar en la naturaleza.
Es también muy importante que renaturalicemos las ciudades, reverdecer las zonas urbanas. Tenemos muchas calles sin un árbol, sin arbustos, sin nada que nos recuerde al sitio de donde venimos evolutivamente, que son los bosques y que es esencial por el cambio climático.
¿Cuáles son las diferencias en términos de salud entre un niño que está en contacto con la naturaleza y otro que no?
De manera global, los niños que están menos en la naturaleza pasan ese tiempo haciendo otra cosa, a menudo expuestos a las pantallas. Según la última encuesta de salud que hace periódicamente la Generalitat de Catalunya, más de la mitad de los niños pasa dos horas o más al día delante de algún dispositivo electrónico. Aparte de los riesgos del acceso a Internet y a las redes en general, lo que dejan de hacer en ese tiempo es actividad física al aire libre, que mejora los niveles de vitamina D y la sociabilización.
Esto quizá se deba en parte al sentimiento de inseguridad en las calles, nos lo dicen muchas familias; pasan coches a una velocidad impresionante, huele a humo, hay pocos espacios en los que los niños se sientan seguros o con acceso a esas zonas verdes.
El problema que tenemos es que los niños no votan. No pueden decidir el entorno en el que viven, si sus papás van a fumar dentro del hogar o si la formación más votada del lugar donde viven no prioriza el desarrollo de la infraestructura ciclista o de más zonas verdes. Por eso es muy importante que como pediatras y sociedad en general defendamos esos derechos de la infancia.
En un estudio del que es coautor explica que los niños, de manera especial durante los primeros diez años de vida, inhalan más sustancias tóxicas por kilogramo de peso que un adulto. Si a ello unimos la menor capacidad para neutralizar y eliminar los contaminantes externos, sus efectos adversos van a ser más intensos y persistentes. ¿Cómo pueden proteger los padres a los niños?
A mí me gusta priorizar, vivimos en un mundo en el que es difícil aislarse y estar libre de tóxicos y riesgos, pero tenemos que crear un entorno lo más seguro posible dentro de nuestro alcance. Fumar o no fumar depende de nosotros, así como ir a la escuela a pie o en bicicleta en lugar de en coche o en moto, porque sabemos que la distancia media entre domicilio y escuela es de un kilómetro, que es una distancia fácil para hacer andando, o con qué frecuencia realizamos actividades de ocio en el medio natural.
Hay otros factores que se podrían solucionar con el voto. Yo me pongo muy contento cuando hay algún alcalde que se dedica a buscar el bienestar de la infancia. Cuando nos ponemos a la altura de los niños, respirando literalmente ese aire más concentrado en tóxicos que está a un metro de altura, nos damos cuenta de que si mejoramos el entorno para los niños, también lo estamos mejorando para toda la comunidad.
Cuando nos ponemos a la altura de los niños, respirando literalmente ese aire más concentrado en tóxicos que está a un metro de altura, nos damos cuenta de que si mejoramos el entorno para los niños, también lo estamos mejorando para toda la comunidad. Ferran Campillo, Pediatra ambiental
Los disruptores endocrinos son otro de los problemas que preocupa a la comunidad científica, especialmente cuando afectan a los niños. ¿Cómo se enfoca este asunto desde el campo de la pediatría ambiental?
Nos concierne, son muchas de las exposiciones que mencioné anteriormente, especialmente lo que tiene que ver con la exposición a plásticos y pesticidas, ya sea a través de la dieta, o los pesticidas en el hogar como los antimosquitos, y otros muchos componentes de la ropa. Lo que nosotros hacemos son recomendaciones individuales, como no almacenar la comida en envases de plástico, usar siempre envases de vidrio, o el tipo de alimentación, que también influye. Y una cosa que nos preocupa mucho es que vemos cómo la pubertad en las niñas empieza cada vez antes, y estoy convencido de que tener en cuenta todos estos factores podrá mejorar el pronóstico.
*Ferran Campillo (Barcelona, 36 años) es pediatra ambiental y está al frente de la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica de La Garrotxa, en Catalunya. En este espacio se analizan los factores de riesgo ambientales que pueden afectar a la salud de la infancia, como la contaminación atmosférica, que causa más de 10% de las muertes prematuras en personas adultas cada año en España y que según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), sigue siendo el mayor riesgo medioambiental para la salud en Europa.