El clamor de la infancia en la Cumbre por un nuevo pacto mundial de financiación: “sustituyan el actual modelo económico colonial”.

“Frente a un sistema mundial que a menudo silencia a los vulnerables y desatiende a los marginados, presentamos esta declaración como un clamor colectivo a favor de un pacto financiero mundial más equitativo, que garantice un futuro justo y sostenible para todos los niños y niñas del mundo”, dice el mensaje. 

“Vemos la urgencia de una transformación profunda y sistémica, que haga hincapié en la estrecha relación entre la justicia financiera, el cambio climático y la sostenibilidad”.

"Debemos sustituir el actual modelo económico colonial —caracterizado por una extracción implacable y la degradación irresponsable del medio ambiente— por un modelo que respete a las personas y al planeta”.

“El afán de lucro no debe ir en detrimento de los derechos humanos ni de los derechos de la infancia. Sin duda, un modelo económico justo y equitativo debe garantizar el respeto de los derechos de la infancia”.

“No olvidemos que nosotros, los jóvenes, no somos solo el futuro; también somos el presente”.

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Los adolescentes, representantes de diversos orígenes y regiones, se reunieron del 21 al 23 de junio en París en un acto convocado por Ellyanne Wanjiku, la más joven embajadora climática de África, con el apoyo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y la Red Jesuita de Justicia Ecológica en África.











Los niños y niñas que se reunieron antes y durante la Cumbre por el nuevo pacto mundial de financiación, celebrada los días 22 y 23 de junio en París, transmitieron un mensaje claro al presidente Macron y a los dirigentes mundiales: 

el actual modelo económico colonial debe ser sustituido por otro que priorice la humanidad sobre los beneficios.

Los adolescentes, representantes de diversos orígenes y regiones, se reunieron del 21 al 23 de junio en París en un acto convocado por Ellyanne Wanjiku, la más joven embajadora climática de África, con el apoyo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y la Red Jesuita de Justicia Ecológica en África. Orando a Dios para que los ayudase, Ellyanne y su equipo superaron las restricciones de seguridad y fueron admitidos en la sala exclusiva para jefes de Estado y ministros de la cumbre, en el Palais Brognard.

“Frente a un sistema mundial que a menudo silencia a los vulnerables y desatiende a los marginados, presentamos esta declaración como un clamor colectivo a favor de un pacto financiero mundial más equitativo, que garantice un futuro justo y sostenible para todos los niños y niñas del mundo”, dice el mensaje. “Vemos la urgencia de una transformación profunda y sistémica, que haga hincapié en la estrecha relación entre la justicia financiera, el cambio climático y la sostenibilidad”.

Los jóvenes activistas agradecieron a los líderes mundiales reunidos en la cumbre la creación de un nuevo pacto financiero mundial que priorice a la humanidad sobre los beneficios.

Este pacto, advierte el mensaje, “solo dará sus frutos si va acompañado de un cambio profundo de nuestro sistema económico. Debemos sustituir el actual modelo económico colonial —caracterizado por una extracción implacable y la degradación irresponsable del medio ambiente— por un modelo que respete a las personas y al planeta”.

“El afán de lucro no debe ir en detrimento de los derechos humanos ni de los derechos de la infancia. Sin duda, un modelo económico justo y equitativo debe garantizar el respeto de los derechos de la infancia”, instan los jóvenes; “solo entonces podremos allanar el camino hacia un pacto financiero mundial verdaderamente sostenible y equitativo”, afirma el mensaje.

Los jóvenes destacaron las desigualdades en el Sur Global,
Subrayando en su mensaje “las flagrantes disparidades en la asignación de recursos para educación, sanidad, nutrición y protección social, especialmente en el Sur Global”, afirman que “las prácticas financieras desiguales perpetúan el ciclo de desigualdad y dificultad socioeconómicas, limitando el acceso de los niños y niñas a los servicios sociales básicos”. “Exigimos un sistema financiero mundial que sea transparente, que rinda cuentas y sea equitativo, un sistema que elimine los obstáculos en el acceso de los niños a la educación y la sanidad y que, por tanto, les permita prosperar”.

Los jóvenes exigen justicia: “Afirmamos enérgicamente que la reforma del sistema financiero mundial es un acto de justicia que debe garantizar la capacidad de todos los niños y niñas para ejercer nuestros derechos sin impedimento alguno”, prosigue el mensaje; “la crucial inversión en el desarrollo de la infancia debe ser asignada de forma eficaz y debe llegar a los más marginados”.

El mensaje insiste en la necesidad de un sistema financiero que premie la transparencia, la rendición de cuentas y la equidad.

“Por ello, nosotros, los abanderados del cambio, hacemos un llamado a los dirigentes mundiales, a los inversores y a los ciudadanos a corregir los desequilibrios y las injusticias sistémicas. Les suplicamos que adopten estas políticas e iniciativas que cultivan un mundo en el que todos los niños y niñas, cualesquiera que sean su nacionalidad o circunstancia, tengan las mismas oportunidades para prosperar”, insta el mensaje.

El sufrimiento de millones de personas
El mensaje insta a los dirigentes mundiales a recordar el sufrimiento de millones de niños y niñas; “detrás de los sistemas financieros hay seres humanos reales que sufren y carecen de acceso a servicios básicos” … “otórguenos la capacidad de convertirnos en ejemplo de desarrollo sostenible”, piden los jóvenes.

El mensaje también destaca la dura realidad del encuentro entre la injusticia financiera y el cambio climático.

Este es un llamado urgente a crear un nuevo pacto financiero mundial”, “para permitir el desarrollo sostenible de las economías en el siglo XXI, les instamos a ustedes, en calidad de dirigentes, a incrementar de forma significativa el gasto para cumplir con los objetivos de desarrollo relacionados con el clima”, insta la misiva.

Los niños y niñas pidieron la prohibición inmediata de la financiación de nuevos proyectos de perforación en busca de combustibles fósiles. “Es preciso desactivar las enormes reservas de carbono que encierran estas “bombas de carbono” procedentes de la extracción incesante de combustibles fósiles”, advierten. “No olvidemos que nosotros, los jóvenes, no somos solo el futuro; también somos el presente”.

Señalando que los niños y niñas se encuentran en una encrucijada de vida o muerte, el mensaje concluye con la siguiente petición: “Elijamos el camino de la justicia, la igualdad y la sostenibilidad”,transformemos nuestro mundo para que todos los niños y niñas, independientemente de su nacionalidad o circunstancias, puedan vivir en un mundo justo, equitativo y sostenible”.

El proceso de redacción del mensaje
Este histórico mensaje vio la luz gracias al trabajo de los niños y niñas que se reunieron en los eventos paralelos previos a la Cumbre por un nuevo pacto mundial de financiación.

Bajo el lema “Que reine la justicia”, los jóvenes amplificaron sus propias voces para configurar activamente el futuro de la justicia financiera mundial.

En consonancia con el objetivo de la cumbre de forjar un nuevo acuerdo entre el Norte y el Sur del planeta para hacer frente al cambio climático y a la crisis mundial, los eventos sirvieron de plataforma para que los niños y niñas abordaran la acuciante necesidad de un sistema financiero mundial renovado que garantice la justicia en la financiación del desarrollo y el clima.

Parte de sus debates se basaron en el informe del CMI “Una Tierra más fría, más beneficios” (Cooler Earth - Higher Benefits), que proporciona detalles sobre el efecto de la elección bancaria sobre el cambio climático y, por consiguiente, sobre la infancia.

Jóvenes y adultos trabajaron juntos en pequeños grupos para concebir proyectos e iniciativas que abordaran los problemas identificados.

La obispa Marika Markovits, de la Iglesia de Suecia, Corinne Bitaud, responsable de Justicia Ecológica de la Iglesia Reformada Unida de Francia, y Frederique Seidel, asesora principal del CMI sobre Derechos de la Infancia, fueron algunos de los adultos cuyas ideas inspiraron a los niños y niñas y que apoyaron su iniciativa.

Markovits sugirió formas de inversión financiera basadas en la mayordomía y la dignidad humana, instando a las personas a invertir su dinero de forma coherente con sus creencias. Las conversaciones del evento paralelo y la declaración resultante serán incorporadas a la próxima Cumbre de la Juventud sobre el Clima (31 de agosto a 2 de septiembre) y a la Cumbre Africana sobre el Clima (4 a 6 de julio).

Los niños y niñas también tienen previsto presentar su declaración 
a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York 
y a la COP 28 en Dubai.

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