De la calle al juzgado:

La lucha de los jóvenes activistas del clima evoluciona: 
Grupos de chicas y chicos de Portugal, México y Australia recurren a los tribunales 
para empujar a sus Gobiernos a combatir el calentamiento o frenar proyectos mineros.

Manuel Planelles

Manifestación contra la falta de medidas frente
al cambio climático, en Sídney (Australia), en enero.
STRINGER / Reuter
De las protestas en la calle a los tribunales de justicia. Los adolescentes y jóvenes activistas contra el cambio climático están emprendiendo ese viaje para forzar a los Gobiernos a ser más duros en los recortes de emisiones y para que no autoricen proyectos que implicarán sobrecalentar aún más el planeta. Los últimos en usar la vía judicial han sido tres grupos de chavales de México, Portugal y Australia. En este último caso, más de un millar de menores de 35 países se han adherido ya a una demanda colectiva contra el Gobierno australiano presentada la semana pasada.

“Con la covid no hemos podido seguir haciendo las protestas en la calle. Y buscamos otras maneras para combatir el cambio climático”, explica Tom Webster Arbizu por videoconferencia desde Adelaida (Australia). Tiene 15 años y durante los últimos 18 meses ha sido uno de los líderes en su país de las huelgas estudiantiles por el clima. Ahora, como en otras partes del mundo, ha evolucionado en sus estrategias y es uno de los ocho menores, de entre 13 y 17 años, que ha demandado a la ministra de Medio Ambiente de Australia, Sussan Ley, para que no autorice la ampliación una mina de carbón en Nueva Gales del Sur ubicada a unos 300 kilómetros de Sídney.
“El Gobierno tiene el deber de proteger a los niños y a los jóvenes de los impactos del cambio climático”, se queja Webster. “Y nosotros no podemos votar”. Tampoco, acudir directamente al Tribunal Federal en el que han presentado la demanda. La religiosa de 85 años Marie Brigid Arthur ha tenido que hacerlo en su nombre. “Ya tiene experiencia en representar a otros colectivos, como a refugiados”, apunta David Barnden, el abogado de Equity Generation Lawyers, que lleva el caso de Webster y sus compañeros.
La ampliación de la mina de Vickery, de la empresa Whitehaven Coal Limited, fue aprobada en agosto por las autoridades de Nueva Gales del Sur, detalla Barnden. Pero debe recibir el visto bueno del Gobierno federal, cuya decisión se espera para final de mes. “Queremos frenar la aprobación de esta mina y que este caso sea un precedente legal para impedir otros proyectos”, afirma Webster.

“Esta mina es un símbolo de todos los proyectos mineros del país”, dice Barnden. Australia es uno de los grandes productores de carbón del mundo. Y uno de los grandes consumidores: el 75% de su electricidad se genera con este combustible, responsable de la mayoría de las emisiones de dióxido de carbono en el planeta. Los incendios de principios de año que asolaron el país pusieron en el punto de mira el apoyo del Gobierno al carbón, pero se han seguido tramitando permisos como el de la mina de Vickery (que producirá 168 millones de toneladas de este combustible en los próximos 25 años).
La demanda presentada ante el Tribunal Federal sintetiza el conocimiento científico actual sobre el calentamiento y su relación con el incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que están en unos niveles nunca registrados en 800.000 años. El escrito advierte de las consecuencias que ya está teniendo ese cambio climático para Australia: “incendios forestales, inundaciones, sequías, tormentas extremas...”. Pero también recuerda que las emisiones hacen que en todo el planeta esté cerca de sobrepasar varios “puntos de inflexión” peligrosos, como el deshielo del Ártico y del permafrost.

Exportaciones de carbón

La demanda se ha presentado en Australia, pero está abierta a que se puedan adherir personas de otros lugares, explica Webster: “Si eres un niño de menos de 18 años de cualquier parte del mundo te puedes sumar, porque el cambio climático no tiene fronteras”. Tampoco las tiene el carbón que extrae Australia; el país es uno de los mayores exportadores mundiales. 1.150 menores de 34 países se habían sumado hasta el sábado a este pleito colectiva a través de la página de Equity Generation Lawyers.
“Estos jóvenes están lógicamente hartos de que sus Gobiernos no se tomen en serio la crisis climática”, dice sobre los activistas Tessa Khan, abogada de la ONG Urgenda. “Debería ser un motivo de vergüenza para nosotros que los niños tengan que asumir una responsabilidad tan importante porque los adultos no han actuado”, añade. La ONG Urgenda lideró la histórica victoria judicial contra el Gobierno holandés que obliga a ese Ejecutivo a aplicar recortes de emisiones de efecto invernadero más duros.
Otro grupo de chicos de 17 y 23 años del Estado mexicano de Baja California demandó a principios de mes a su Gobierno federal para pedir medidas concretas contra el calentamiento, un caso que recuerda al de Kelsey Juliana, que lleva desde 2015 pleiteando contra la Administración estadounidense para que se comprometa a aplicar fuertes recortes de gases de efecto invernadero.
Una vía parecida es la que emprendieron la semana pasada seis jóvenes portugueses ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Pero este grupo ha denunciado a 33 países —todos los miembros de la UE y el Reino Unido, Suiza, Noruega, Rusia, Turquía y Ucrania—, a los que acusan de no aplicar políticas suficientemente duras para que el calentamiento global se queden dentro de unos límites lo menos catastróficos posible.
“El objetivo es conseguir una decisión jurídicamente vinculante que exija a los 33 países demandados que adopten los recortes profundos y urgentes que, según la ONU, son necesarios para evitar que el calentamiento global supere el objetivo del Acuerdo de París de los 1,5 grados”, apunta Gerry Liston, abogado y uno de los responsables de GLAN (siglas en inglés de la Red Mundial de Acción Legal), la ONG que ayuda a los seis chicos portugueses. Si se consigue ese pronunciamiento vinculante del tribunal europeo, apunta Liston, eso ayudaría a las organizaciones locales a empujar a los Gobiernos de esos 33 países a poner en marcha medidas más fuertes contra la crisis climática.

La “incoherencia” de los Gobiernos

El caso Urgenda —que se remonta más de un lustro atrás y no estaba liderado por jóvenes activistas como los más recientes— es la victoria más conocida, pero la abogada Khan rememora otras victorias verdes en tribunales de Irlanda y Colombia. Y recuerda que ahora mismo hay casos sobre cambio climático abiertos en tribunales de Alemania, Francia y Corea Del Sur. En España, varias ONG llevan tiempo buscando una vía para acudir también a la justicia.

“Todos estos casos, incluidos los presentados recientemente por los jóvenes, están tratando de exponer la incoherencia entre las promesas que hacen los Gobiernos para hacer frente a la crisis climática y sus acciones”, explica Khan. “Cualquier vía es válida ahora”, opina por su parte el joven activista español Alejandro Quecedo, de 18 años. “El proceso judicial es un poco lento, pero en los tribunales se han producido grandes victorias ecológicas”

Observación general núm. 24 (2019), su primer año.

Observación general núm. 24 (2019) 
relativa a los derechos del niño en el sistema de justicia juvenil.

Comité de los Derechos del Niño,
Convención Sobre los Derechos del Niño.
18 de Septiembre 2019.


I. Introducción
1. La presente observación general sustituye la observación general núm. 10 (2007) relativa a los derechos del niño en la justicia de menores. Refleja los cambios que se han producido desde 2007 como resultado de la promulgación de normas internacionales y regionales, la jurisprudencia del Comité, los nuevos conocimientos sobre el desarrollo en la infancia y la adolescencia, y la experiencia de prácticas eficaces, como las relativas a la justicia restaurativa. Asimismo, se hace eco de temas que suscitan preocupación como las tendencias relativas a la edad mínima de responsabilidad penal y el recurso persistente a la privación de libertad. La observación general abarca cuestiones concretas, como las relativas a los niños reclutados y utilizados por grupos armados no estatales, incluidos los clasificados como grupos terroristas, y los niños en sistemas de justicia consuetudinaria, indígena o de otra índole no estatal. 
2. Los niños se diferencian de los adultos por su desarrollo tanto físico como psicológico. En virtud de esas diferencias, se les reconoce una menor culpabilidad y se les aplica un sistema distinto con un enfoque diferenciado e individualizado. Se ha demostrado que el contacto con el sistema de justicia penal perjudica a los niños, al limitar sus posibilidades de convertirse en adultos responsables.
3. El Comité reconoce que el mantenimiento de la seguridad pública es un objetivo legítimo del sistema judicial, incluido el sistema de justicia juvenil. Sin embargo, los Estados partes deben cumplir ese objetivo con sujeción a sus obligaciones de respetar y aplicar los principios de la justicia juvenil consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño. Según se indica claramente en el artículo 40 de la Convención, todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales, o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes, debe recibir siempre un trato acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor. Las pruebas demuestran que la prevalencia de los delitos cometidos por niños tiende a disminuir tras la adopción de sistemas acordes con esos principios. 
4. El Comité acoge con satisfacción la gran labor realizada para establecer sistemas de justicia juvenil que se ajusten a lo dispuesto en la Convención. Se encomia a los Estados que tienen disposiciones más favorables a los derechos del niño que las que figuran en la Convención y en la presente observación general, y se les recuerda que, de conformidad con el artículo 41 de la Convención, no deben adoptar ninguna medida regresiva. Los informes de los Estados partes indican que muchos de ellos siguen necesitando inversiones considerables para lograr el pleno cumplimiento de la Convención, en particular por lo que respecta a la prevención, la intervención temprana, la elaboración y aplicación de medidas extrajudiciales, un enfoque multidisciplinario, la edad mínima de responsabilidad penal y la reducción de la privación de libertad. El Comité señala a la atención de los Estados el informe del Experto Independiente que dirige el estudio mundial de las Naciones Unidas sobre los niños privados de libertad (A/74/136), presentado de conformidad con la resolución 69/157 de la Asamblea General, que había iniciado el Comité.
5. En el último decenio, diversos organismos internacionales y regionales han aprobado varias declaraciones y directrices que promueven el acceso a la justicia y una justicia adaptada a los niños. Esos marcos abarcan a los niños en todos los aspectos de los sistemas de justicia, incluidos los niños víctimas y testigos de delitos, los inmersos en procedimientos de bienestar social y los que comparecen ante tribunales administrativos. Dichos avances, si bien tienen mucho valor, quedan fuera del alcance de la presente observación general, que se centra en los niños de los que se alegue que han infringido la legislación penal o a los que se acuse o se declare culpables de haber infringido esa legislación.....

Cinco niñas activistas que lo cambiaron todo.

Un repaso por las cinco #NiñasActivistas que más relevancia han tenido en el mundo:
1⃣ #GretaThunberg: 🍀en huelga contra el #CambioClimático, 
2⃣ #MalalaYousafzai: 👩🎓de reclamar #EducaciónParaLasNiñas a conseguir el #NobelDeLaPaz,
3⃣ #AutumnPeltier: 🚰defender el #DerechoAlAgua desde los pueblos originarios, 
4⃣ #JazzJenning: 🏳️‍🌈activista transgénero por los derechos #LGTBI, 
5⃣ #AhedTamimi: ☮️su activismo por los #DerechosHumanos le llevó ser encarcelada con 16 años.

a través de Observatorio de Infancia en Andalucía.

#1 Greta Thunberg: en huelga contra el cambio climático

Nacida en 2003, esta niña activista sueca comenzó su andadura en el activismo iniciando una huelga cada viernes. ¿El motivo? El impacto del cambio climático. Diagnosticada con el Síndrome de Asperger, que ella misma considera un superpoder, su lucha comenzó en agosto de 2018. Su huelga consistía en no asistir al colegio hasta que fueran las elecciones generales en su país, en el mes de septiembre de ese mismo año. Quería que quien ganara las elecciones se comprometiera a que su país redujera las emisiones de gases de efecto invernadero según lo establecía el Acuerdo de París.
Tras las elecciones continuó su huelga escolar por el clima cada viernes a las puertas del parlamento sueco, portando una pancarta que siempre le acompaña. Inspiró a la juventud y en diciembre grupos de estudiantes convocaron manifestaciones en más de 270 ciudades del mundo. En mayo de 2019 fue nombrada por la revista Time líder de la próxima generación. Su lucha contra el cambio climático llegó incluso a las Naciones Unidas y a la Cumbre del Clima, tras un largo viaje en catamarán cruzando el Atlántico.

Greta es el blanco perfecto de los movimientos negacionistas del cambio climático, generando grandes polémicas que incluso han llegado al presidente de EEUU, Donald Trump. Sea como sea, la joven ha conseguido movilizar no solo a la juventud sino al mundo entero en torno a un asunto que determina, sin duda, el futuro de la humanidad.

#2 Malala Yousafzai: de reclamar educación para niñas a conseguir el Nobel de la Paz

En el año 2012, con tan solo 15 años, Malala fue tiroteada en su escuela de Pakistán. Los talibanes la consideraban una enemiga del régimen por reclamar una educación para las niñas en su país tras prohibirlo en 2009. Malala lo empezó a contar en un blog de la BBC y el mundo empezó a poner el foco en este asunto.
En Ayuda en Acción nos sentimos especialmente identificados con su lucha, ya que desde nuestros comienzos garantizar el derecho a la educación ha sido uno de nuestras principales metas. Además, promovimos en España su candidatura al Premio Nobel de la Paz, que finalmente obtuvo en 2014 junto al indio Kailash Satyarthi. De esta forma, fue la persona más joven que consiguió este reconocimiento.

Malala creció en una familia dedicada a la educación y por eso no podía concebir que niñas como ella no pudieran acceder a un derecho básico solo por ser niñas. Tras el atentado que sufrió y una vez estabilizada, la trasladaron a Inglaterra y allí ha continuado su labor como activista hasta hoy. En junio de 2020 se licenció nada menos que en Oxford en Filosofía, Política y Economía. Sin duda su frase más conocida nos acompañará siempre cuando reclamamos el derecho a la educación: “One child, one teacher, one book, one pen can change the world” (un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar al mundo).

#3 Autumn Peltier: defender el derecho al agua desde los pueblos originarios

Grifo de agua y manosNacida en la Primera Nación Wikwemikong (Canadá) en 2004, comenzó a destacar como activista con tan solo ocho años. Una ceremonia en la Reserva del Río Serpent advirtiendo sobre la no potabilidad del agua despertó su activismo. ¿Por qué no todo el mundo tenía acceso a un derecho tan básico?, se preguntaba.
Su activismo, podríamos decir, le viene de serie. Y es que su gran inspiración es su tía abuela Josephine Mandamin, fundadora del movimiento Mother Earth WaterWalk
 Tras enfrentarse al Presidente Trudeau en la Asamblea de las Naciones Originarias se creó dentro de ella el fondo Niabi Odacidae. En 2019 esta joven activista fue nombrada como Comisionada del Agua por la nación Anishinabek, cargo que también había ocupado su tía.
Nominada para el Premio Internacional de la Paz Infantil, ha pronunciado discursos en las Cumbres del Clima en 2018 y 2019. No hay duda que tenemos delante una joven luchadora por los derechos más básicos.

#4 Jazz Jenning, activista transgénero por los derechos LGTBI

Niñas activistas: Jazz JenningsAunque Jazz nació en el año 2000 con los órganos sexuales masculinos, siempre supo que ella era una niña. Así, con tan solo seis años y el apoyo de su familia, inició el proceso de transición para convertirse en niña también oficialmente. Abrió un canal en Youtube y comenzó a aparecer en programas de televisión para contar su historia, sensibilizando sobre los derechos de las personas transgénero.

En el año 2014 la revista Time la incluyó en su lista de los 25 adolescentes más influyentes de Estados Unidos.
Junto con sus padres, creó la TransKids Purple Rainbow Foundation para ayudar a niños y niñas como ella.
Conoce las historias de cinco niñas activistas que están cambiando el mundo. Clic para tuitear.

#5 Ahed Tamimi, encarcelada con 16 años

Ahed Tamimi
Nacida en Palestina en 2001, desde pequeña ha sido uno de los símbolos más visibles de las manifestaciones contra las ocupaciones israelíes en tierras palestinas. Hija de un activista, comenzó sus protestas con nueve años tras la confiscación de un manantial en el asentamiento de Halamish.

En 2011 su figura pasó a internacionalizarse cuando fue fotografiada enfrentándose a soldados israelíes. En 2012 de nuevo el foco internacional se posó sobre esta niña activista cuando mordió la mano de un soldado que se disponía a detener a su hermano.
Cuando en el año 2017 contaba con solo 16 años fue detenida tras abofetear a un soldado israelí que se apostó en el patio de su vivienda familiar, hecho retransmitido en directo por su madre a través de redes sociales. Aministía Internacional fue la organización que lideró la recogida de firmas para pedir su liberación: “la agresión de una adolescente desarmada a dos soldados armados y con equipamiento de protección muestra que Ahed Tamimi no suponía ninguna amenaza real y que su castigo es claramente desproporcionado”, señalaban. Tras un acuerdo con la fiscalía fue condenada a ocho meses de prisión. Suponía, sin duda, una violación de la Convención de los Derechos del Niño, de la que Ahed ya era víctima.


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No son las únicas ni tampoco serán las últimas
Si algo demuestra la educación igualitaria es la capacidad de niñas y mujeres para empoderarse y reclamar sus derechos. Ayuda en Acción acompaña a la infancia más vulnerable para que vean garantizados sus derechos, impulsando acciones de empoderamiento infantil y juvenil para que la voz de la infancia sea tenida en cuenta.

Si quieres leer un ejemplo de cómo formamos futuros líderes, conoce la historia de Pedro, un joven boliviano que lucha por los derechos de la infancia en su país.

VI Encuentro Consejos de Participación Infantil y Adolescente: El Paraguas de Nuestros Derechos.


cai septiembre
 Una cita, en el mes de octubre, que se divide en dos fines de semana: adolescentes (16 y 17) y niños/as (23 y 24). 
Metodología, criterios de asistencia y toda la información en nuestra web. 
Tienes hasta el 5 de octubre para preinscribir tu consejo. 

 

Este año 2020 tiene lugar el VI Encuentro de consejos de participación infantil y adolescente ONLINE.
De igual forma que en la edición 2018, un grupo de 15 niños, niñas y adolescentes eligieron las temáticas y propuestas de actividades inicialmente previstas para el encuentro presencial: no discriminación, presión social por el físico, discapacidad y crisis climática y migratoria. Ellos y ellas, han sido los artífices de la ilustración y el lema “el paraguas de los derechos”
Para el encuentro online y fruto de la pandemia, se han adaptado las actividades y han sido validadas por el grupo, incluyendo el impacto de la COVID -19 y la Agenda 2030. En este espacio web encontrareis toda la información para la preparación del encuentro, la guía de actividades y el proceso de inscripción.

Máster Propio en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos Actuales. Preinscripción 2020/2021.

Máster Propio en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos Actuales.

Accede desde aquí a la preinscripción.

El Máster en Políticas de Infancia y Adolescencia responde a una demanda creciente de capacitación en el área del diseño y aplicación de políticas de infancia, poniendo especialmente el foco en algunos de los grandes retos a los que se enfrentan las mismas, como son la pobreza que afecta a los niños y niñas, su vulnerabilidad frente a distintas formas de violencia, abuso y maltrato, la inmigración, la segregación en el espacio urbano, su inserción en la sociedad digital, o la satisfacción de sus derechos a la educación, la salud y a disfrutar de una vida digna.
El Máster se soporta en dos ejes teóricos principales que son, por un lado, los Estudios de Infancia (Childhood Studies) como área multidisciplinaria de conocimiento de la infancia tal y como la experimentan los niños y niñas, que considera a la infancia como una parte de la estructura social, socialmente construida, y a los niños, niñas y adolescentes como sujetos y actores sociales. Por otro lado, en los derechos humanos de los niños y niñas como base que sustenta su condición de ciudadanía.
De este modo, el Máster se inscribe en las corrientes principales que en el estudio de la infancia rigen en el plano internacional. Así mismo responde a la necesidad de que los y las profesionales que trabajan en administraciones públicas, instituciones, empresas o servicios a la infancia y la adolescencia posean una formación adecuada sobre los derechos humanos de los niños y niñas, de acuerdo a las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño para España y a lo dispuesto en la nueva Ley de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. 

Información sobre este Máster:
       Objetivos
Máster de la Universidad Complutense.


Formación bonificada

La Universidad Complutense de Madrid está  inscrita en el Registro Estatal de Entidades de Formación que depende de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), como entidad que puede impartir formación profesional para el empleo, lo que implica que su empresa u organismo puede acogerse al sistema de formación bonificada, de acuerdo con lo establecido en la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo.
Todas las empresas disponen de un Crédito anual exclusivamente destinado a la formación de sus trabajadores que pueden hacer efectivo mediante la aplicación de bonificaciones a la Seguridad Social para formar a sus trabajadores a coste cero (siempre que se cumplan determinadas condiciones). Si esta cantidad no se utiliza, se pierde.
Aproveche el crédito del que dispone su empresa para matricularse en nuestra amplia oferta de títulos de Formación Permanente.

Más información sobre los servicios de Formación Bonificada


Documentos sobre Infancia y COVID-19: Recopilación.



Acceso a la base documental.


A lo largo de estos difíciles meses transcurridos desde que comenzó la pandemia mundial de COVID 19, el Observatorio de la Infancia en Andalucía ha tratado de recopilar los principales documentos relacionados con el nuevo coronavirus y la infancia.
El volumen de materiales localizados nos ha llevado a crear una sección específica sobre la cuestión, con objeto de ofrecer a la comunidad investigadora un acceso rápido y cómodo a este conocimiento.
Entre los documentos que componen esta sección, los usuarios pueden acceder a informes, guías, materiales didácticos, artículos y recomendaciones elaboradas por distintos organismos internacionales, nacionales o autonómicos así como de distintas entidades investigadoras y organizaciones no gubernamentales.
Las temáticas de los documentos son muy amplias: desde salud y educación hasta participación infantil, protección o discapacidad, pasando por pobreza, tecnologías de la información u ocio y tiempo libre.
El modo en que el material se ha clasificado en nuestra página web permite que esta selección continúe ampliándose con el tiempo, permitiendo ofrecer siempre los más recientes materiales sobre COVID-19 e infancia.


¿Pueden los padres dejar de llevar al colegio a sus hijos por miedo a la COVID-19?.

El problema surge cuando los padres piensan que esas condiciones no se dan 
y se puede poner en riesgo la salud de los niños.
La resolución del conflicto exige poner en el centro de la discusión los derechos del niño 
para, desde ahí, determinar la responsabilidad de padres y poderes públicos. 
El niño es titular del derecho fundamental a la educación, no los padres, 
que están obligados a llevar a los niños al colegio durante la etapa obligatoria.

Clara Martínez*

En las últimas semanas han proliferado los grupos de padres y madres que se niegan a llevar a sus hijos al colegio por miedo a la pandemia del nuevo coronavirus. Alegan que seguir el curso de manera remota, desde el hogar, reduce la diseminación del virus, entre otros argumentos.
De acuerdo con la Convención sobre los derechos del niño, a los padres les incumbe la responsabilidad primordial de su crianza y desarrollo y, en ejercicio de dicha responsabilidad, su preocupación fundamental será siempre el interés superior del niño.
Asimismo, el Código civil dispone que la patria potestad, como responsabilidad parental, se ejercerá siempre en interés de los hijos, de acuerdo con su personalidad y con respeto a sus derechos y a su integridad física y mental.
Por su parte, los poderes públicos deben respetar y apoyar el ejercicio de esa responsabilidad parental y tienen la obligación de implantar una enseñanza obligatoria y gratuita que asegure el derecho a la educación de todos los niños entre 6 y 16 años.

El Estado debe garantizar el acceso a las enseñanzas

Ahora bien, el acceso a las enseñanzas debe garantizarse por el Estado no solo en condiciones de universalidad, gratuidad y calidad, sino también de seguridad. No se puede garantizar el derecho a la educación sin unas mínimas condiciones de salud para los niños. El problema surge cuando los padres piensan que esas condiciones no se dan y se puede poner en riesgo la salud de los niños.
La resolución del conflicto exige poner en el centro de la discusión los derechos del niño para, desde ahí, determinar la responsabilidad de padres y poderes públicos. El niño es titular del derecho fundamental a la educación, no los padres, que están obligados a llevar a los niños al colegio durante la etapa obligatoria.
Por su parte, los poderes públicos están obligados a implantar un sistema educativo de calidad y seguro. No poner todos los medios y recursos públicos necesarios para garantizar las condiciones sanitarias en los centros escolares supone una limitación difícilmente justificable de un derecho fundamental constitucionalmente consagrado.

Derecho fundamental

No llevar al niño al colegio por miedo al contagio no parece ser, por si sola, una razón suficiente para privar al niño de su derecho fundamental a la educación, por muy bienintencionada y humanamente comprensible que sea.
Toda decisión de los padres sobre la vida de sus hijos debe buscar la satisfacción del interés superior del niño.
El objetivo de este fundamental concepto, presente en toda nuestra legislación, es precisamente garantizar el disfrute pleno y efectivo de todos los derechos del niño: derecho a ser escuchado, a la vida, a la supervivencia y el desarrollo, a la no discriminación, al juego y el esparcimiento, a un nivel de vida adecuado, a la identidad, al máximo nivel posible de salud, a la libertad de expresión y de información, a la libertad de conciencia, pensamiento y religión y, entre otros, también, el derecho a la educación.
Los padres tienen la obligación de respetar los derechos del niño en el ejercicio de su responsabilidad parental, por lo que su opinión personal sobre lo que en cada caso sea “lo mejor” para su hijo en ningún caso podrá estar por encima del cumplimiento de esos derechos.
La patria potestad no puede seguir siendo entendida como el ejercicio de un poder unilateral que faculta a los padres a tomar la decisión que les parezca oportuna respecto de sus hijos (ir o no ir al colegio, según el umbral subjetivo de preocupación por el contagio), sino como una responsabilidad para que en cada de una de dichas decisiones se busque siempre el mayor nivel de satisfacción de todos los derechos del niño.
Los derechos del niño (de)limitan necesariamente el ejercicio de la patria potestad y obligan a una ponderación de todos ellos atendiendo a las concretas circunstancias.

Los derechos del niño deben estar en el centro

En momentos de crisis como la que actualmente vivimos el temor, la incertidumbre y la escasez de recursos pueden poner en riesgo la realización de los derechos del niño en la que tanto hemos avanzado desde que se ratificó la Convención sobre los Derechos del niño, hace ya treinta años.
En particular, es imprescindible garantizar el derecho del niño a la educación porque la educación es mucho más que la mera escolarización oficial para la adquisición de contenidos.
La educación permite el desarrollo holístico de la personalidad del niño, le da herramientas para superar limitaciones y reducir desigualdades, supone una oportunidad para el esparcimiento, el juego y la socialización del niño, procura un entorno protector y de cuidado, promueve el respeto y la participación del niño y lo prepara para su vida adulta de acuerdo con un marco ético y de valores democráticos. La educación persigue el desarrollo holístico del niño hasta el máximo de sus posibilidades, su integración en la sociedad y su interacción con otros.
La escolarización es necesaria para satisfacer el derecho a la educación del niño, pero es también un medio para la realización de otros muchos derechos imprescindibles para el desarrollo integral al que también el niño tiene derecho.

El miedo al contagio puede privar al niño de mucho más que de recibir clases, especialmente cuando se trata de los colectivos más vulnerables. Es responsabilidad de todos poner los derechos del niño en el centro.

*Directora de la Cátedra Santander de los Derechos del Niño de la Universidad Pontificia Comillas, Universidad Pontificia Comillas

2020 Childhood Studies Virtual Conference.

 The Childhood Studies Department, Rutgers-Camden invites you to the 2020 Childhood Studies Virtual Conference. 8 Graduate panelists (with various interests within the field) will present their research and findings throughout three monthly sessions at 12 noon on:


.- September 25, 2020:  Exploring Girl Child Empowerment and State Policies

Host: Palak Vashist


Speakers: 

Smruthi Bala Kannan

Rashmi Kumari

Mary Louise Mittsdarffer


.- October 23, 2020:  Revisiting Privileges of Children, Juvenile Justice & Black Childhood
Host: Beth McIntyre

Speakers: 
Diana Carolina Garcia
Janene Ryan
Michelle Lyttle-Storrod

.- November 20, 2020:  Problematizing the Moralization and Idealization of Childhood:  America's Historical Obsession with Child Development
Host: Joe Giunta

Speakers: 
Heather Reel
Elisabeth Yang


For more information, here is a link with the conference details.

_______________________________________________
Exploring_childhood_studies mailing list
Exploring_childhood_studies@email.rutgers.edu
https://email.rutgers.edu/mailman/listinfo/exploring_childhood_studies

 


"El niño es el maestro. Vida de María Montessori", libro y entrevista a Cristina De Stefano .

Mª Montesori, Wikipedia.
“Creyeron que hipnotizaba niños 
 porque estaban tranquilos en clase”.

En el 150 aniversario del nacimiento Mª Montessori
una apasionante biografía de una pionera de las nuevas pedagogías 
cuyo método está hoy más vivo que nunca. 

Cristina de Stefano nació en 1967 en Italia y vive en Francia. Es periodista y autora de obras como La corresponsal, su aclamada biografía de Oriana Fallaci. 
Esta vez quiso saber más de otra mujer que le fascinaba.  Ha tenido acceso a cartas y material inédito.

El resultado es 
El niño es el maestro. Vida de Maria Montessori.
Editorial Lumen.



¿Alguna sorpresa?
La mayor, para mí, descubrir el lado espiritual del personaje y su larga colaboración con el fascismo, dos aspectos de los que se habla poco.

Entonces... ¿qué tipo de feminismo era el suyo?
Reformista y práctico. Luchaba por el voto de las mujeres, acceso a la universidad, baja maternal de las puérperas más pobres, educación sexual. La política no le interesaba, pero sí cambiar la vida real de las mujeres necesitadas y de sus hijos.

¿Fue o no la primera mujer en doctorarse en Medicina en Italia?
Solo nos llega su pedagogía… Ella no fue la primera mujer médico en Italia. Esta es una de las muchas leyendas transmitidas por sus admiradores y que yo desmiento en el libro. Pero sí una pionera: fue la única mujer de su curso en la facultad, antes de ella tan solo se habían licenciado dos mujeres en Roma.

¿Qué aprendió de los niños con hándicaps?
Como joven psiquiatra en el manicomio de Roma, descubre el horror de niños discapacitados y encerrados de por vida. Eso la turba tanto que se pasa años estudiando métodos especiales y construye el suyo. Milagro. ¡Llevó a los niños del psiquiátrico a realizar el examen para la licencia de la escuela primaria! Mientras todo el mundo se sorprende de los resultados obtenidos por aquellos pequeños retrasados, ella se pregunta qué había de equivocado en la escuela para que los niños normales aprendieran tan poco.

¿Desconfiaron de su método?
Toda la vida. O la adoraban o la detestaban. Porque era mujer, ajena al mundo académico, obtenía resultados asombrosos (la acusaron incluso de hipnotizar a los niños: en sus clases estaban demasiado tranquilos) y proponía ideas radicales. Seguirla significaba descartar todo lo que se hacía en los colegios.

¿Montessori es un referente al que asirse ahora que estamos a punto de estrenar el año escolar más raro de la historia?
Ella cree que la escuela de antes –como ahora– es completamente incorrecta. Cambia lo esencial. Nada de aulas, pero sí espacios comunicantes, nada de lugares cerrados, pero sí trabajo en la naturaleza, nada de niños pasivos que escuchan, pero sí niños que trabajen solos, ejercicio práctico, autocorrección. Un niño Montessori desde preescolar puede enfrentarse mejor a la educación a distancia, porque sabe trabajar solo
.
¿Qué concepto tenía sobre la maternidad y la paternidad?

No tenía una concepción mística de la maternidad, tenía una concepción mística del niño. Le fascinaba el funcionamiento de su cerebro, tan distinto al nuestro. No era de esas que acarician niños o les dan caramelos: los observaba, como un científico en un laboratorio




Seis jóvenes portugueses demandan a 33 países europeos por no reducir las emisiones.


En una acción legal sin precedentes, seis portugueses de entre 8 y 21 años 
 han presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos 
 en la que acusan a 33 países europeos de violar su derecho a la vida 
al no hacer lo que les corresponde para hacer frente a la emergencia climática.
De izq. a der., los jóvenes demandantes: Cláudia Agostinho (21 años), Catarina Mota (20), Martim Agostinho (17), Mariana Agostinho (8), Sofia Oliveira (15) y André Oliveira (12)




Las acciones de asociaciones ecologistas para judicializar la lucha contra el cambio climático siguen adelante. Si hace unos meses activistas holandeses conseguían que su Tribunal Supremo de los Países Bajos les diese la razón y forzara al Gobierno a revisar al alza sus objetivos de reducción de emisiones, ahora unos jóvenes portugueses quieren dar un paso más allá. 
 En una acción judicial sin precedentes, seis lusos de entre 8 y 21 años han presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH), con la que buscan responsabilizar a los 33 países del continente que se encuentran bajo su jurisdicción de inacción ante la crisis climática.

Los protagonistas de esta iniciativa son Cláudia Agostinho (21 años), Catarina Mota (20), Martim Agostinho (17), Sofia Oliveira (15), André Oliveira (12) y Mariana Agostinho (8), que basan su denuncia en que los 27 estados miembros europeos, así como Reino Unido, Suiza, Noruega, Rusia, Turquía y Ucrania no están realizando recortes de emisiones urgentes y profundos para salvaguardar su futuro. 
 Si la demanda de estos portugueses es admitida a trámite, podría sentar un importante precedente y mostrar el camino para otras acciones judiciales climáticas basadas en argumentos de derechos humanos.
Los jóvenes activistas confían en sus posibilidades de al menos llegar a juicio, ya que su demanda se produce después de que los letales incendios forestales en Portugal en 2017 mataran a más de 120 personas, una catástrofe natural de una intensidad inusitada que numerosas investigaciones han relacionado con el calentamiento global. Además, Portugal, al igual que otros países del sur europeo como España, acaba de registrar uno de sus julios más calurosos en los últimos 90 años.
“Después de los incendios de 2017 nos dimos cuenta de que debemos cambiar y detener urgentemente el cambio climático”, asegura una de los jóvenes activistas
“Temo por mi futuro, ha asegurado a los periodistas una de las demandantes, Catarina Mota durante una conferencia de prensa virtual este jueves. “Vivo con la sensación de que cada año mi casa se convierte en un lugar más hostil”, ha asegurado desde Leiria, en el centro de Portugal, donde ha explicado su decisión en la necesidad de que, “con tan poco tiempo para detener esta situación, tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para obligar a los Gobiernos a protegernos adecuadamente”.

Si tengo hijos, ¿en qué mundo los criaré? Estas son preocupaciones reales que tengo todos los días… Después de los incendios de 2017 nos dimos cuenta de que debemos cambiar y detener urgentemente el cambio climático”, ha denunciado la joven activista. La acción legal cuenta con el apoyo de Global Legal Action Network (GLAN), un grupo de defensa sin fines de lucro, que argumenta en su escrito ante el TEDH que las políticas medioambientales de los 33 Estados son “demasiado débiles” para lograr los objetivos del Acuerdo de París, que exige una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero de al menos 50 % para el año 2030, con el fin de limitar el calentamiento del planeta a entre 1,5 y 2 grados centígrados.

Tres años de gestiones

La complejidad y el alcance del caso se entienden mejor al conocer que los activistas, con la ayuda de los abogados de GLAN, llevan casi tres años preparando la demanda para presentarlo ante el TEDH, una actividad para la que han contado con una importante financación tras lanzar una exitosa campaña de crowdfunding en octubre de 2017. La base de la demanda de los portugueses se encuentra en las investigación de la ONG Climate Action Tracker, que permitirá a los abogados argumentar que ninguno de los planes de los 33 países está alineado con su compromiso en virtud del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global “muy por debajo de 2°C”.
El gran obstáculo para la demanda será el llamado “criterio de admisibilidad”, que indica que un caso judicial solo puede llevarse ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, “después de que se hayan agotado todos los recursos internos”. Eso requeriría llevar el caso al tribunal más alto disponible en los 33 países, una opción que sería imposible para los recursos de las organizaciones ecologistas. Aún así, los abogados del caso esperan lograr una excepción a esta regla sobre la base de que perseguir 33 casos idénticos de manera paralela no es “judicialmente práctica”.



En cualquier caso, esta acción llega tan solo un mes después de que más de cien organizaciones internacionales hayan pedido a la ONU la inclusión de un nuevo derecho humano en la Carta de Naciones Unidas: el derecho a un planeta sano. De aceptar la propuesta, esta sería la primera ampliación de la declaración de Derechos Humanos desde su proclamación a mediados del siglo pasado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que el 23% de las muertes en todo el mundo están vinculadas al daño y la destrucción del medio ambiente, mientras que cientos de millones de personas padecen enfermedades relacionadas con entornos poco saludables y no naturales.

Además, el cambio climático da lugar directamente a fenómenos climáticos cada vez más extremos: tormentas más frecuentes e intensas, sequías, incendios forestales y aumento del nivel del mar, que a su vez amenazan la vida de miles de millones de personas. Igualmente, la pandemia COVID-19 tiene sus raíces en la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de vida silvestre. Ahora, unos jóvenes portugueses buscan la forma de frenar las consencuencias del cambio climático a través de que este posible derecho humano esté garantizado por Europa dentro del derecho a la vida.