Semillas de Alegría, presentación y estreno. Proyecto Educar De Cine.


Convocatoria de pases de prensa, photocall 
y entrevistas en Madrid y Barcelona 
de Semillas de alegría
Estreno: 13 de septiembre


Convocatoria de los pases de prensa, photocall y entrevistas en Madrid y Barcelona de Semillas de Alegría de Cristina Linares.

Semillas de Alegría, retrata las realidades de varios niños pertenecientes a tres continentes, que luchan para intentar conseguir la felicidad ejerciendo sus derechos fundamentales. Rodada entre España, Colombia y Angola, cuenta las historias de seres humanos que se enfrentan a obstáculos como la falta de vivienda digna, la sanidad o del acceso a un trabajo estable. Esto no les impide ser alegres, creativos e inspiradores. Semillas de Alegría quiere convertir las salas de cine en espacios de aprendizaje con emoción.

Después de su estreno en los Cines Verdi de Madrid y Barcelona el próximo 13 de septiembre, la productora iniciará un circuito de proyecciones en salas de cine a las que asistirán alumnos de centros educativos de primaria y secundaria de toda la península (Proyecto Educar de Cine, acceso documentación y manera de participación en él)
Semillas de Alegría es la primera película española cuyo equipo apuesta por desarrollar un proyecto educativo sobre la Agenda 2030. 
Martes, 3 de septiembre. Cine Verdi Madrid (Bravo Murillo, 28):

10:00 horas. Pase de prensa.
11:45 horas. Photocall. Cristina Linares (Directora), Manuel Serrano (Responsable del Programa Viajero Educar de Cine), Carla Pozos (Actriz), Esteban Del Río, vocalista de la formación musical Club del Río (autores de la canción original Estamos aquí).
12:00 - 14:00 horas. Entrevistas con el equipo.

Miércoles, 4 de septiembre. Cine Verdi (Verdi, 32):

11:30 horas. Photocall. Cristina Linares (Directora), Carla Pozos (Actriz), Jordi Payés (Productor).
11:45 - 14:00 horas. Entrevistas con el equipo.
12:15 horas. Pase de prensa.

Nota: a los periodistas de BCN que realicen entrevistas les enviaremos un enlace para ver la película.
Tres continentes, tres historias
 
En Aranjuez (España), Isabel y Diego son amigos. Ella y su madre tienen muchas dificultades económicas, mientras que Diego quiere encontrar a su padre y, de esta forma, reconciliarse con su madre. Los niños consiguen por medio de un vídeo, en el que muestran testimonios de la solidaridad existente en su localidad, que la madre de Isabel acceda a un trabajo digno y que la madre de Diego consiga recuperar el contacto con su hijo.
En Cacula (Angola), Miguel decide subirse a un árbol y no bajar de él hasta que las autoridades gubernamentales tomen medidas para mejorar el hospital del poblado donde se encuentra enfermo de gravedad su hermano pequeño.

En Cartagena de Indias (Colombia), Jhon, un joven músico tradicional, descubre que su padre quiere vender sus tierras a unos empresarios hoteleros. En connivencia con su abuela, que también ama profundamente su identidad y sus raíces, lucha por hacer cambiar a su padre de opinión.

El reparto coral del film cuenta con el actor colombiano Jhon Narváez -conocido por su papel en Pájaros de verano del prestigioso director Ciro Guerra- y con los niños Diego Poch y Carla Pozos -ambos con experiencia en musicales como El rey León dando vida a personajes clave como los pequeños Simba y Nala-. Además, la banda sonora ha sido compuesta por Rubén Darío Reina -violinista de la Orquesta de RTVE- y el tema principal por la formación musical Club Del Río, que colabora habitualmente en sus trabajos con músicos de la talla de El Niño de Elche, Tomasito o Soleá Morente, con el tema Estamos aquí.

Semillas de Alegría es un co-producción hispano-colombiana de Conmigo Vienen AIE (España), Tus Ojos (España) y Las Perlitas (Colombia). Además, ha contado con el apoyo de ICAA - Ministerio de Cultura y Deporte, Comunidad de Madrid, Fundación 'Cine Para Educar', Renfe, Platino Educa, Cruz Roja Española, Fundación Triodos y Fundación Valora y con la participación de RTVE.
NOTAS DE LA DIRECTORA
 

 Vivimos en un planeta donde la población menor de 18 años representa el  37% de la población mundial.  Entonces, ¿Por qué no son el centro de la reflexión?  Hace apenas 30 años, el 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Convención sobre los Derechos del Niño. A pesar de los avances en esta materia, la sociedad adulta y los gobiernos que la representan, no han asumido aún realmente el respeto y la atención que merecen. El artículo 12 de dicha Convención concibe al niño como sujeto activo de derechos, que debe ser escuchado, que debe poder expresar libremente su opinión y participar en las decisiones que le afectan. Semillas de alegría quiere dar voz a la infancia.
CRISTINA LINARES. DIRECTORA
 

Estudió Cine en la Universidad Nacional de Colombia e Historia del Cine en la Universidad Autónoma de Madrid, especializándose en las áreas de Dirección de Arte y Guion. Dese entonces, ha combinado esta labor con tareas de Docencia e Investigación. Ha trabajado como profesora de Dirección de Arte en la Universidad Nacional de Colombia, y en el CICE.

Además, ejerce como guionista de proyectos audiovisuales en la productora Tus Ojos, sobre cooperación internacional y desarrollo. En 2015 empezó su carrera detrás de las cámaras con los cortometrajes especialmente recomendados para el fomento de la igualdad en la infancia: Ni con el pétalo de una rosa, El Rosa, el Azul y los otros colores, Conmigo Vienen Bailando y Territorio Humano. Semillas de Alegría es su ópera prima. En todos sus trabajos, los protagonistas son siempre niños, niñas y jóvenes.
FOTOGRAMAS Y CARTEL
TRÁILER
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Sonia Uría
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Proyecto EDUCAR DE CINE. Un recurso para ese Curso.

Fundación Cine Para Educar y Tus Ojos
proponen un curso EDUCAR DE CINE, 
a desarrollar en, por y para los Centros Educativos y de Formación..

Desde Tus Ojos llevan más de 15 años en proyectos de Cine y Educación y consideran que en este momento, pueden guiar al profesorado en las nuevas plataformas web de Cine y Educación, como el caso de www.platinoeduca.com así como formar a partir de nuestro último largometraje especialmente recomendado para la Educación en Valores y el conocimiento de la Agenda 2030. 
El proyecto ¡EDUCAR DE CINE! se implementa de la siguiente manera:



 1. PROGRAMA VIAJERO, sesión matinal de la película SEMILLAS DE ALEGRÍA para el alumnado y sesión vespertina para la familias. SEMILLAS DE ALEGRÍA es una película recomendada para trabajar los derechos de la infancia y la Agenda 2030.

 2. Seminario de formación al profesorado y al alumnado acerca de la utilización del cine legal en el aula a través de la plataforma PLATINOEDUCA. Esta plataforma tiene un amplio catálogo de películas y guías para trabajar contenidos curriculares, educación en valores y alfabetización audiovisual. Un apartado destacado es el desarrollo con LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS), 17 películas con su material didáctico para difundir los ODS en primaria y secundaria.

En resumen: Propuesta Educar de Cine. Son tres actividades en una:

1º.- La proyección en clave Educativa de nuestro último largometraje SEMILLAS DE ALEGRIA.  (Es decir Sesiones matinales a colegios e Institutos).
2º.- La formación del profesorado para usar la plataforma www.platinoeduca.com (una solución integral para el uso del cine en el aula).
3º.- Un pase al público adulto de la película. 
Es una propuesta de Cine y Educación a partir de dos productos especialmente recomendados para su uso en el aula, el largometraje Semillas de Alegría y la Plataforma www.platinoeduca.com 

A continuación los materiales, contactos y recursos para animarse a participar en el proyecto, y inscribirse en la plataforma PlatinoEduca:

Enlaces a documentos en .pdf, libro Educar para el Cine...:
Acceso General.
.- Curso Educar de Cine, profesores.

Contacto
FUNDACIÓN CINE PARA EDUCAR
Teléfono: +34 910 28 25 38

Otros Materiales. 
.- Corto "Ni con el Pétalo de una Rosa",  https://vimeo.com/165446252  (contraseña: igualdad).
.- Corto "El Rosa, el Azul y otros Colores", https://vimeo.com/165446211  (contraseña: igualdad).
.- Corto sobre futbol y Niños: "La Pequeña Familia Española", http://tusojos.es/es/la-pequena-familia-espanola, (contraseña: igualdad).
.- Corto prevencion violencia género adolescentes: "Diana en la Red",   http://tusojos.es/es/diana-en-la-red, (contraseña: igualdad)
.- Corto, nominado al Oscar: "Binta y la Gran Idea", http://tusojos.es/es/binta-y-la-gran-idea, (contraseña: cineparaeducar). 


"A la gente le resulta difícil creer las cifras de violencia contra los niños y niñas porque le dan miedo"



¿Es la violencia contra la infancia un problema grave y extendido en nuestra sociedad?
La violencia contra la infancia es un problema grave en todas las sociedades, no solo en la nuestra. A la gente le resulta difícil creer las cifras porque le dan miedo. Miedo por sus hijos e hijas, miedo por lo que esas cifras significan de nosotros como sociedad. España se sitúa, como el resto de los países de Europa donde se ha estudiado el fenómeno, en torno a uno de cada cinco niños y niñas víctimas de abuso sexual infantil, por ejemplo. Además es país consumidor, productor y distribuidor de pornografía infantil.
Por otro lado, la negligencia y la violencia emocional son las formas de violencia más abundantes pero menos estudiadas porque están tan metidas en nuestra forma de relacionarnos con los niños, niñas y adolescentes y entre los propios adultos que nos cuesta visibilizarlas como violencia. La amenaza, el chantaje, el abandono o la exclusión del grupo o la humillación pública son formas de violencia que se viven en muchos hogares, escuelas, centros u oficinas y están normalizadas. Y ocurren tanto de los adultos a los niños, niñas y adolescentes como entre ellos mismos. En todas las clases sociales. En los pueblos y las ciudades. En hombres y mujeres. La violencia siempre se basa en el abuso de poder y ese abuso se puede dar en todos los contextos.

¿Está la sociedad sensibilizada sobre este problema?
Este aspecto es uno de los que más ha cambiado en los últimos años. Se está produciendo un fenómeno de conciencia social sobre la gravedad de la problemática. Para quienes llevamos muchos años trabajando en el tema es emocionante ver cómo poco a poco la gente va dejando de negarlo y de ignorarlo. Pero queda mucho por hacer. Con el tema del abuso sexual infantil se están logrando cambios muy importantes en los últimos cinco años, pero sigue sin estar incluido el tema del maltrato infantil de forma sistemática en todos los currículos universitarios de las profesiones relacionadas con niños, niñas y adolescentes: Medicina, Psicología, Derecho, Trabajo Social, Educación Social, por mencionar algunas.
Y no se puede ver aquello que no se está formado para ver. Si la formación es a posteriori y dependiendo de la voluntad y sensibilidad del profesional también la atención que reciba un niño, niña o adolescente cuando llegue a un centro de salud o a la escuela o a un juicio va a seguir dependiendo del profesional que le toque o de la zona en la que viva.

¿Qué tiene que cambiar en la sociedad para erradicar la violencia contra la infancia?
Para erradicar la violencia contra la infancia son necesarios tres aspectos esenciales. Primero, un cambio en la forma de relacionarnos. No estamos hablando sólo de dejar de pegar, sino de la ternura, la presencia, la constancia, la comunicación...No educamos en lo que decimos sino en lo que vivimos. Transformar las relaciones implica mirar hacia dentro, hacia nuestros propios modelos vinculares, hacia nuestra infancia y nuestros miedos. Implica consciencia. La maternidad y paternidad conscientes son mucho más complejas y agotadoras.
Un segundo cambio necesario es generar espacios seguros para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. Personas que quieran dañarles va a haber siempre, pero no podrán hacerlo si la sociedad, si cada uno de nosotros se lo impide. Dejar de mirar al otro lado y entender que el llanto del vecino, de mi sobrino, de la niña que tengo en clase o de la que acude a mi consulta son también mi problema cambiaría las cosas.
Y un tercer aspecto clave es la plena implementación de los derechos del niño, niña y adolescente en nuestra sociedad. Mientras se sigan estableciendo diferencias sociales entre adultos y niños como que pegar a un adulto sea considerado un delito y pegar a un niño, niña o adolescente sea considerado como educación se seguirán vulnerando los derechos de los niños, niñas y adolescentes como personas. Erradicar el castigo físico y psicológico no es una cuestión de buena voluntad sino de derechos humanos. Pero ésa es sólo una de las vulneraciones de sus derechos. Es necesario un marco legislativo adecuado, unas instituciones que cumplan adecuadamente su cometido y una comunidad que entienda que es también responsable de la protección de sus niños, niñas y adolescentes.

¿Qué podemos hacer las familias, desde nuestras casas, para resolver este problema y proteger a nuestros niños?
Poner consciencia en nuestras rutinas cotidianas. Despertarles con abrazos, con mimos. Decirles que les queremos. Para que cuando alguien les trate mal no lo acepten como normal. No pensar "si él ya sabe que le quiero". Aprendemos a amar sintiéndonos amados y nos sentimos amados en las pequeñas rutinas de cada día. Enseñarles esa diferencia tan importante entre "querer bien" y "querer mal". Porque la mayoría de las formas de violencia les van a llegar de gente a la que conocen y quieren, no de desconocidos, locos, borrachos o desalmados. Tienen que reconocer el maltrato les venga de quien les venga y eso sólo se aprende cuando tienes una vivencia clara de "buen amor".
Segundo, hablar con ellos, sin temas tabú, contarles que esto existe y enseñarles a pedir ayuda, no decirles: "Sé fuerte, defiéndete sola, ten cuidado". Así cuando estén en riesgo pedirán ayuda. Y por último ponerles límites firmes y claros en la crianza. Las normas no son un derecho de los padres y madres, lo son de los niños, niñas y adolescentes. Las necesitan para desarrollarse plenamente y no perderse. Y especialmente marcar esos límites desde un principio y con claridad cuando abusan de otros niños. No justificarlo como "son cosas de niños".

Dice en una entrevista con UNICEF que la salud mental infanto-juvenil no se está abordando en España. ¿Hay más problemas de salud mental en niños y adolescentes ahora? ¿Cómo se puede abordar este problema?
No hay estadísticas suficientes para saber si hay más problemas, pero sí sabemos que los perfiles son más graves. Los niños, niñas y adolescentes que llegan al sistema de protección ahora, comparados con la situación hace veinte años, están mucho más dañados. Las medidas para abordar la salud mental infanto-juvenil son claras: unidades interdisciplinares (psiquiatría, psicología, trabajo social, al menos) que trabajen siempre en red; trabajo no sólo con el niño o niña sino con las familias y/o educadores y entender la medicación como un apoyo de una intervención global que no se limite a un diagnóstico.

¿Cree que el acoso escolar tiene en España una dimensión preocupante?
El acoso escolar es el resultado de todo lo ya expuesto. El manejo de poder en las relaciones entre iguales plasma modelos ya aprendidos, no sólo en las familias, sino en los medios de comunicación, en el barrio...Es decir, en la sociedad. Claro que es preocupante porque plasma tres aspectos clave ya expuestos: la escasa afectividad y cuidado en las relaciones; la dificultad que tienen los niños, niñas y adolescentes para poner conciencia y sostener las propias emociones que dificulta la empatía y la minusvaloración y falta de preparación, consciencia o voluntad, según el caso, de los adultos para abordar el problema. Pero cometemos un error si limitamos y formulamos el acoso como "escolar" porque no se limita a la escuela, la trasciende. El acoso sigue siéndolo en el barrio, el pueblo, en las redes sociales…No es un problema de la escuela, es un problema de la sociedad.

Conferencia inaugural del "Máster en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos Actuales" (2019-2020).

 "La imagen actual de la infancia, de la paidolatría a la ciudadanía incierta".

Es un placer anunciar la conferencia inaugural del "Máster en Políticas de Infancia y Adolescencia: Retos Actuales" (2019-2020), de la Escuela de Gobierno de la UCM, a cargo de Felipe Morente, Catedrático de Sociología de la Infancia en la Universidad de Jaén.


4 de octubre de 2019,
de 15h30 a 17h30,
En la Escuela de Gobierno,
Campus de Somosaguas de la UCM.




Dicha intervención acerca de "La imagen actual de la infancia, de la paidolatría a la ciudadanía incierta" será celebrada en la Escuela de Gobierno, en el Campus de Somosaguas de la UCM, el 4 de octubre de 2019, de 15h30 a 17h30, antes de la primera sesión del título. 

Si desea asistir, se ruega inscripción mediante el siguiente enlace: 
https://forms.gle/Jj7KC2eXuUpWrrYN8


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.- Información general del Máster: INFORMACIÓN pulsar AQUÍ

.- Aún quedan plazas para esta edición del Máster: PREINSCRIPCIÓN 

What do you want to be when you grow up. One Day I will...

UN Humanitarian
Por UN Humanitarian
One person in every 70 is caught up in a humanitarian crisis right now. Among the most affected are women and girls.
In conflict settings, sexual violence against women and girls that include rape, sexual slavery, trafficking, forced and early marriage, and intimate partner violence. Girls are often kept away from school for their safety. They are 2.5 times more likely to be out of school than boys. It is estimated that at least 1 in 5 women refugees has experienced sexual violence. During droughts, girls are more likely to miss school, as they are needed to collect water and care for the family. In crisis settings, pregnant women are particularly at risk because they cannot access critical health care.
This harsh reality for women and girls rarely makes headlines.

One Day, I Will documents what we hear about even less: the hopes and dreams of the girls who are trapped in crises. 
A teacher, a police officer, an air stewardess, a football player – all aged between 6 and 18 years old, the girls featured have dressed up to show who they want to be when they grow up, using costumes and props from their immediate surroundings. By tapping into each girl’s vision for the future, the series reminds viewers of a shared humanity, and provides a unique glimpse into their current circumstances and challenges, and how they can shape the future.

One Day, I Will is a photo project by Vincent Tremeau, presented by UN OCHA.

Lorand, 13, Syrian refugee in Iraq. Break-dancer.

“People tell me that breakdancing is just for boys, but it doesn’t make sense as I am much better at it than any of them.
I think it is OK to be different. My friend Bellal is 15, and she dyed her hair blue to rebel against everybody else. We laugh a lot together and talk about the fact that if we keep this up, no boys will want to marry us and we can be free forever.
Two of my friends had to get married this year. They were 12 and 13 years old, and I have not seen either of them since, because their mothers-in-law don’t let them leave their tents. The night before her wedding, one of them came to see me and we sat on the ground while she cried because she was so scared.”

Ahlam, 12, Iraq. Dentist.

“I want to be a dentist to help people when they are in pain.” 

Fatime, 10, Chad. Jewelry seller.

“My family had a good life before fleeing our village. My father was selling camels to rich people. Now we’re alive, thank God, but we’ve lost everything, our camels, our jewels, everything. The journey was too long without our camels. When I grow up, I want to sell jewels. In my culture it’s a shame if a girl doesn’t wear jewels. I want girls and women to wear beautiful things.”

Khadija, 15, Nigerian refugee in Chad. Computer engineer.

 “I want to work in IT to learn and share knowledge. I was born in a remote village in north-eastern Nigeria with no school and no clean drinking water. What I have learned is that with the Internet, even if you don’t know something, somebody in the world has what you need. It is the best way to share knowledge.”

Martha, 14, Nigerian refugee in Chad. Police Officer.

“I will be a police officer to catch criminals like Boko Haram. I will use a weapon if I have to.”

Ismat, 15, Rohingya refugee in Bangladesh. Doctor.

“One day, I would like to become a doctor. I would like to treat Rohingya people, Bangladeshi people, all kinds of people. When I was 10 years old, back in Myanmar, I had to stop going to school. I hope one day I will be able to continue my studies.”

Françoise, 15, Democratic Republic of the Congo. Nurse

“I am 15 years old and I have a child named Chance. He is 1 year old. When I go to school, I am not ashamed of anything. But others cannot understand why I am a student while I already have a child. I tell them that if I study, it is precisely because I want to help my child.”

Adama, 14, Nigerian refugee in Chad. Football Player.

Of course women can play football, I saw it on TV once. Some boys in the camp say that football is only for men, but when they say that I take the ball and I tell them, ‘try me!’” 

Sarita, Nepal. Engineer.

“I just want a career that lets me be independent. It’s pretty simple really: I want to be in charge of my own life and not have anyone else make decisions for me.
I am no less capable than a man, but a lot of villagers in my community still disapprove of women working, so I have a lot of challenges to overcome.”

Aicha, Nigerian refugee in Niger. Lawyer.

“I come from Damassak in Nigeria. I would like to become a lawyer to defend people’s rights.
I was born without arms and legs, but I want to achieve my goal in life.”

Malak, 12, Iraq. Sailor.

“I’ve never seen the sea, and I don’t know how to swim, but it looks so peaceful in photos.
I like to imagine myself sitting on a boat in the middle of nothing, surrounded by blue.”

Rupali, 17, Nepal. Tailor.

“Thinking about what I’d like to do makes me feel sad, because I don’t know if I’ll be allowed to do it. I’ve been married for five years – since I was 12 – but I haven’t gone to live with my husband yet. That’s happening in about three weeks’ time, when a ceremony called Gauna will take place. I have a lot of feelings about it all – far too many feelings to ever put into words.
I was so young when we were first engaged, and now I have to go and live with a completely new family, even though I’ve never met them before. I haven’t told my parents this, but I’m very, very scared. I just wish they had asked me for my permission. I don’t even know how old my husband is.
So when I say I want to be a tailor, that’s true. But I know I won’t be the person who gets to decide if that’s my destiny or not.”

Chandi, 9, Democratic Republic of the Congo. Basket Weaver.

“I would like to learn how to make baskets because it will help me, my future children and my little brothers and sisters. Maybe I will get married to someone irresponsible, dirty or even an alcoholic. If I have to marry such a husband, I will sell my baskets to pay for my children’s school expenses and to buy them food.”

Zuha, 10, Iraq. Artist.

“I do art nearly every day in the camp. I like drawing flowers and houses the most. But when I will be an artist, I won’t sell my paintings. I’ll just hang them in my house.
My mum says it’s just as important to be happy as it is to make money. She says my artwork will make other people happy too. That’s why she hangs my pictures in our tent, to make it prettier.”

Aseema, 16, Nepal. Vegetable Producer.

“My favourite vegetables are cauliflowers. It takes a lot of skill to grow a good cauliflower, and that’s a skill I don’t have yet. I really hope that in the future I’ll be able to learn.”

Dina, 11, Iraq. Engineer

“Daesh is destroying Iraq, so I want a job that lets me build it back again. I had my own bedroom in my old house, before it got burned down.
These days, there are 11 of us in one tent. I don’t know if you have tried, but it is really hard to fit 11 people in one tent.”

Fatimata, 10, Niger. Islamic Teacher.

“One day, I will be a teacher in an Islamic school to help people know better their religion and avoid disputes.”

Agnès, Democratic Republic of the Congo. Teacher.

“I am in first grade. I don’t know my age. I would like to teach little children so they can become smart.”

Fatime, 7, Chad. Driver.

“The gunshots woke me up when our camp was attacked. Everybody was panicked. I could not run as fast as my brothers, but I tried to follow them. I didn’t want to loose my family. The most difficult thing was not eating for four days.
When I grow up, I want to be a driver. I don’t know how, but I want to learn. I could do some small business and help my family with shopping.”

Otpika, 18, Nepal. Accountant.

“School is my whole life. I worked so hard to be able to stay in school. I had to stand up to my parents and convince them that I could pay for my school fees by setting up a small business to make handicrafts and baskets.
It’s not complicated why girls are made to drop out of school. It’s just about money. People don’t have enough food to eat three times a day, so if you have a daughter, you’re going to want to find her a husband as soon as possible because that means you won’t have to feed her anymore.”

Amina, 10, Nigerian refugee in Niger. Teacher.

“I come from Nigeria. When I grow up, I want to become a teacher.”

Gheena, 10, Iraq. Nurse.

“My mum is a nurse and it looks like an easy job. She was busy when we lived in Mosul, but now that we live in a camp, she is at home most of the time. She says she’s counting on me to go to school for a long time, and not to get married yet. I laughed when she said that. As if I want to get married.”

Habiba, 13, Nigerian refugee in Niger. Journalist.

“I would like to be a journalist when I grow up, because I want to inform people on the things that are happening around the world.”

Tasnim Sultana, 10, Bangladesh. Teacher.

“I want to be a teacher because it is a professional job. My hobby is teaching and I like my teacher, so I want to be a teacher.”

Kaltouma, 11, Chad. Farmer.

“My dad was killed when our camp was attacked. He was trying to gather some of our belongings to join us but Boko Haram caught him.
One day I want to become a farmer. That’s the only job where I can be sure to feed my family.”

Jesmin, 12, Rohingya refugee in Bangladesh. Soldier.

“I want to become a soldier to go fight and to help save people. When four of my relatives were killed in Myanmar, we had to leave our home and we came here to Bangladesh.
I feel better here than in Myanmar because we are getting food and we are able to sleep. In Myanmar, we were always afraid and couldn’t sleep at night.”

Poola, 18, Nepal. Air Stewardess.

“I don’t plan to get married until I’m 22, or even later, because I need to spend some time practicing my flying first. I’ve never travelled anywhere before, but I think I would be a very good air stewardess because I would be so excited all the time.
Being up high doesn’t scare me. Nothing scares me. The most worried I’ve ever been has been about maths at school. Maths really stresses me out.”

Sakima, Niger. Teacher.

“My father told me that later I will be a teacher like him.
I would like to teach to third-grade children because I understood everything the teacher taught us.”

Parmila, 18, Nepal. Social Worker.

“I see cases of child marriage and violence against women in my village all the time, and I really want to end it. Violence doesn’t have to involve hitting somebody – I think keeping a woman inside all the time and not giving her any freedom is violence, too. That’s what it used to be like in my family. My mum wasn’t allowed to go out, and she always had to serve the men first. It used to make me so angry to watch her live like that.
In the end, my friends and I sat my parents down and explained that this wasn’t acceptable. I was really nervous beforehand, but now things are better and my mum is proud of me. Sometimes she walks over to me and puts her hand on my shoulder and says, ‘My daughter is doing good work. She’s changing things. She won’t be like me.’”

One Day, I Will is presented by the UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (OCHA) with the support of the Permanent Missions of France and Morocco to the United Nations.
It will be on display at the United Nations Headquarters in New York from 29 July to 9 September 2019, and in Photoville New York from 12 to 22 September 2019.