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5ª JORNADA TÉCNICA ANUAL de la asociación GSIA: “CONSTRUYENDO CIUDADANÍA EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA”.
“Hagamos que los derechos sociales sirvan para la infancia”.
Eurochild publica su informe 2018.
Hoy se publica el informe 2018 “Hagamos que los derechos sociales sirvan para la infancia”, de la red europea Eurochild, de la que la Plataforma de Infancia forma parte. En él se analiza el Semestre Europeo 2018, el proceso de seguimiento de las políticas económicas de la Unión Europea, en función de la situación de la pobreza infantil y los derechos de la infancia en 18 países de la Unión Europea.
A partir del Semestre Europeo la Comisión Europea hace recomendaciones a
cada estado miembro. En este Semestre Europeo, el primero desde la
Proclamación del Pilar Europeo de Derechos Sociales (noviembre de 2017),
la Comisión Europea señala la pobreza infantil en más del 75% de los
informes nacionales de los estados miembros de la Unión Europea. Sin
embargo, sólo en el caso de España, donde los niveles de pobreza
infantil se sitúan en el 29,7% (después de transferencias sociales), se
ha recibido una recomendación específica de la Comisión Europea sobre
pobreza infantil, relativa a la necesidad de mejorar el apoyo a las
familias en lo relativo a transferencias monetarias.
El informe de
Eurochild, que se basa en las evaluaciones proporcionadas por 22
miembros de la organización en 17 países, presenta las grandes
diferencias entre los países miembros de la UE, y la necesidad de que la
Comisión Europea impulse unas mejores políticas de infancia para
conseguir los objetivos establecidos por país.
En el caso español, el informe ha sido realizado por la Plataforma de Infancia, tomando en consideración el Plan Nacional de Reformas que presentó el Gobierno de España en 2018, y las recomendaciones que sobre el mismo traslado la Comisión Europea.
En su evaluación, la Plataforma de Infancia destaca que aún queda mucho
por mejorar en términos de inversión en infancia en España. El gobierno
español invierte solo el 1,3% de su PIB en niños, niñas y adolescentes,
mientras que el promedio de Europa Unión es 2.4%.
La Estrategia
Nacional para la Infancia más reciente de España (PENIA) finalizó en
2016 y, aunque se anunció una posible estrategia nacional contra la
pobreza y un plan nacional de infancia en el Programa Nacional de
Reformas (PNR) de 2017, todavía no existe un borrador del mismo o
partida presupuestaria para su implementación.
La Plataforma de
Infancia cree que debe abordarse prioritariamente la lucha contra la
pobreza infantil, así como garantizar la educación infantil
especialmente para niños y niñas de edades comprendidas entre 0 y 3
años, e implementar medidas de protección infantil tangibles. Esto
estaría en línea con la Recomendación de la Comisión Europea sobre la
inversión en infancia a partir de 2013 y contribuiría en gran medida a
mejorar el bienestar de los niños y las niñas en España.
Por otra
parte, resulta complejo que España aborde la totalidad de las
recomendaciones que plantea la Comisión Europea ya que, junto con otras
recomendaciones a implantar, traslada a España la necesidad de reducir
en cerca de 7.000 millones de euros su déficit público.
Recomendaciones generales del Semestre Europeo:
- Poner los objetivos sociales a la par con la economía y el empleo.El Cuadro de indicadores sociales y los indicadores comunes medidos por Eurostat monitorizan las tendencias sociales importantes a lo largo del tiempo y entre países, por ejemplo, la pobreza infantil, el abandono escolar prematuro o la inscripción en guarderías. Los miembros de Eurochild creen que se puede hacer un mejor uso de los datos existentes para desarrollar nuevos indicadores que proporcionen una imagen más completa de la situación de los niños y niñas y guíen mejor las respuestas políticas. Un ejemplo positivo en este sentido es el caso de Eslovenia.
- Que el Semestre contenga un enfoque explícito y prioritario sobre infancia.Irlanda, por ejemplo, ha recibido una recomendación de la Comisión Europea sobre la necesidad de ofrecer un cuidado infantil asequible y de calidad. Este reconocimiento es importante para resaltar que el aprendizaje y las necesidades de desarrollo de los niños y niñas dependen de buenas políticas económicas y presupuestos.
- Hacer que el proceso del Semestre sea más transparente e inclusivo.Los miembros holandeses de Eurochild se sienten alentados por el requisito del Pilar Europeo de Derechos Sociales de contar con estrategias nacionales sobre participación infantil que puedan ayudar a que las voces de los niños, niñas y adolescentes tomen decisiones políticas.
Asamblea General Ordinaria de GSIA.
Como todos los años por estas fechas
la Asociación GSIA se reúne en Asamblea
para reflexionar sobre la acción realizada y la proyección próxima de nuestro trabajo.
Tendrá lugar en la sede de la Asociación,
este sábado, 6 de octubre de 2018 a partir de las 9,00 hrs.
Desde la Vocalía de Comunicación deseamos que el encuentro sea fructífero.
Diseñando hijos: la loca paternidad posmoderna.
La paternidad se empieza a plantear
como el gran proyecto de crear un hijo perfecto.
La hiperpaternidad:
marcaje, hiperprotección, sumisión a los deseos del niño,
intromisiones en la escuela, desescolarización,
individualización, aislamiento…
Los
libros de crianza colman las librerías.
Las tesis de unos contradicen a
las de otros.
O las copian y refríen; tanto da, se venden igual.
Los
padres leen para fabricar al hijo perfecto, exitoso, emocional, feliz,
creativo, sereno, intrépido: al hijo total.
Libros tramposos y
alentadores con títulos como Todos los niños pueden ser Einstein.
Un mercado triunfa cuando canaliza un deseo, y estos contenidos,
presentados como ciencia jovial, te dicen que tu niño puede ser
exactamente como tú quieras. Solo hay que motivarlos, escucharlos,
guiarlos, moldearlos. «El hijo es el gran proyecto», señala Eva Millet, periodista y autora de Hiperpaternidad, «es la obra maestra a la que vas a dedicar todo, es un signo de estatus. Lo que hace tu hijo dice mucho de ti».
La maternidad sagrada y religiosa se desarboló como un suflé. Hoy
surge una concepción de santidad laica. La maternidad evangélica sometía
a la mujer; la versión laica somete a la mujer, incluye al hombre y
vacía los bolsillos.
El niño nace con el cerebro en blanco y aprende como una esponja.
Esta premisa es una mina de oro: todo está por hacer y los padres pueden
diseñar a sus hijos a su antojo. Deben formarse, tecnificar la crianza.
Una mina de oro y una falacia: que el cerebro nazca de ese modo no
implica que puedas volcar en él lo que desees ni elegir el orden y el
gusto con que el pequeño dirigirá su atención.
«Hay neuromitos educativos que ponen muy nerviosos a los
padres. Dicen que tienen que aprender mucho antes de la escuela, que es
el momento en que el niño va a aprender música, idiomas y va a ser un
genio… Se está cambiando el patrimonio de la infancia, cada vez tienen
menos tiempo de jugar», explica Millet. Es una de las vías de acceso a
la hiperpaternidad: marcaje, hiperprotección, sumisión a los deseos del
niño, intromisiones en la escuela, desescolarización, individualización,
aislamiento…
Millet lo achaca a, entre otras cosas, el momento hipercapitalista
que vivimos: ya no tomas un café, tomas un café con moca o leche de
avena o estevia o sirope de agave. «Todo está muy compartimentado.
También sucede con la crianza de hijos. Aquí hay veinticinco mil métodos
y libros, todos con esa idea subliminal de que lo que tú hagas va a
marcar a tu hijo y será esencial en que triunfe o no».
El exceso de oferta suma al perfeccionismo de los progenitores el
factor de la incertidumbre. Cada sistema marca un camino y ofrece un
bufé de investigaciones que lo avalan. Tanta vuelta para lo mismo: al
final, un padre ansioso debe guiarse por pura fe; agarrarse a un método
con devoción. La superstición siempre ha inundado la crianza. Ahora
sigue haciéndolo, pero vestida de ciencia.
El naming del chiquillo
Las primeras pinceladas del diseño se aplican con la elección del
nombre. Antiguamente el proceso consumía pocos minutos para la mayoría
de la gente, es decir, para la gente pobre. Se escogía casi
automáticamente: por ejemplo, replicando el de familiares o colocando el
santo del día por muy feo que sonara. Al margen de si es mejor o peor,
la cuestión es que se operaba por inercia o por afán de asentar lo
común, de reconocer al niño como parte del grupo amado.
Hoy ponemos los nombres hacia fuera: seductores, originales, suaves o
chispeantes, dependiendo del carácter que quiera imprimirse.
Google arroja veintiún millones de resultados con consejos y
reflexiones sobre el asunto. En muchas páginas se asegura que el nombre
influirá en la vida del niño. La revista Hola: «Si nos imaginamos
al bebé con personalidad alegre y positiva, buscaremos un nombre que se
asocie a esto… El significado del nombre es importante ya que
psicológicamente puede influir». A la soberana del papel cuché la leen
diez millones de personas.
«Esto viene de las celebrities. Ahora hay que buscar los
nombres más raros y más diferentes porque, claro, mi hijo es tan
especial, tan único que cómo lo voy a llamar Pepe o Juan», opina Millet.
Ocurre también con métodos como la crianza por apego, que sigue
rutinas como la lactancia prolongada, el colecho (dormir con ellos) o
trasladarlos mediante porteo y no en carricoche. Otra forma de entender
que el buen futuro de un niño depende de la presencia ubicua de los
padres. «Procede en parte de la clase alta americana. Viene de las
millonarias, pero aquí se plantea como una cosa alternativa, casi
anarquista», apunta Millet.
Necesitar la escuela perfecta
En abril de 2018, TV3 emitió un reportaje de tono inspiracional que
relataba la travesía de dos padres para elegir la mejor escuela para su
hija: abandonaron total o parcialmente sus puestos de trabajo, compraron
una caravana y viajaron durante veinte días por Cataluña para encontrar
el colegio idóneo. Lo encontraron en el municipio de Estany y echaron
el freno de mano. En el momento de publicación de la pieza, la pequeña
familia vivía en el vehículo a unos cuantos metros del centro elegido.
Padres con archivos Excel imposibles, padres de excedencia, padres
que inventan intolerancias alimentarias para ganar puntos y acceder al
centro de sus sueños. La Conselleria d’Ensenyament catalana optó por
eliminar el sistema que otorgaba puntos a los niños con este tipo de
problemas digestivos. Lo hizo, entre otras cosas, para limitar los
intentos de fraude.
¿Qué pasa si aceptas, simplemente, el centro que te toca por
proximidad? «Casi parece que eres mal padre», lamenta Millet, «las
escuelas públicas están muy bien, todas quieren educar y enseñar a
nuestros hijos, pero este modelo de paternidad las están cuestionando
mucho».
Hay familias que discrepan de la educación reglada y deciden explorar
otros territorios. Bien en centros alternativos o bien enseñando a sus
hijos ellos mismos. Estos últimos, se llaman homeschoolers.
Madalen Goiria, experta en Derecho Civil, ha estudiado a fondo el
fenómeno desde 2015. No hay datos oficiales. Cuenta Goiria que, desde el
punto de vista estadístico, quienes educan en casa y quienes optan por
proyectos no homologados son indistinguibles. Para la Administración,
«mandar a tus hijos a escuelas como Montessori, Freire o Wild es como
mandarlos a una escuela de macramé». No obstante, afirma Goiria, estas
instituciones están creciendo como setas.
¿Por qué las familias deciden echarse al monte educativo? «A las
familias no les gusta el sistema habitual porque está basado en unas
motivaciones ajenas a la manera de sentir de los padres: porque usan el
sistema de premio y castigo, porque usan libros de texto, porque siguen
procedimientos autoritarios y directivos…», resume Goiria.
¿Qué entienden por métodos autoritarios? «Tienen que comer a una hora
determinada, que hacer fichas a la hora en que se le ocurre al profesor
aunque ellos no quieran hacerlo, tienen que dormir a la hora que le
conviene al centro», explica.
Estas familias prefieren unos procedimientos más abiertos: «Que los
padres puedan intervenir en el centro y ayudar a sus hijos a adaptarse
un medio distinto, que no tengan que ir el primer día y dejarles solos y
que si lloran, los dejen así porque ya se acostumbrarán y pararán de
llorar. Esto hay familias que no lo ven».
La implicación no se limita a la aclimatación al medio: «Quieren
tener un ámbito de decisión mayor en cómo se produce la participación
del menor en el proyecto educativo, en qué condiciones, por qué…». Se
alegan también «problemas de socialización». Por un lado, el acoso. Por
otro, formas más leves de conflicto. «Que alguna característica
específica que tenga el menor le haga ser víctima del sarcasmo del
resto. Ahí se produce como defensa la desescolarización y el acudir a
medios más amables, humanos y adaptados a sus características».
Este tipo de escuelas, al no ser concertadas, son caras. No todos se
las pueden permitir. «La educación de calidad es cara», puntualiza
Goiria. Hay padres con ingresos suficientes y otros que viven con
austeridad y se privan de todo para poder regalar a sus hijos esa
formación. En muchos casos solo trabaja el padre: la madre, poco a poco,
primero por baja maternal, luego por reducción de jornada o excedencia,
acaba centrada solo en la crianza.
Estas tiranteces entre el ámbito privado y el público, entre la
esfera de control parental y la esfera de la vida exterior, se infiltran
también en las escuelas tradicionales. Los padres se implican, piden
cada vez más cuentas de lo que ocurre dentro del centro, solicitan
tratos especiales para sus hijos.
La socióloga de la Universidad de Valladolid Almudena Moreno ha
observado el fenómeno: «El maestro está amenazado, por un lado, por la
complejidad de la sociedad informativa en la que vive el niño y, por
otra parte, por el papel tan protagonista que quieren tener los padres
en el proceso educativo. Está bien que se impliquen, pero puede correrse
el riesgo de que cuestionen la función del maestro».
La tecnología consigue que el mundo escolar pertenezca cada vez menos
a los chavales. En el microcosmos de la escuela, los pequeños ensayaban
su independencia, su capacidad de influir y aprender de un ecosistema
social que no controlan del todo. Pero hoy proliferan sistemas para
avisar ipso facto a los padres cuando el menor falta a clase. Hay
guarderías como El Parque de Pozuelo, que instala cámaras en las aulas
para que los padres espíen a sus hijos siempre que lo deseen.
Algunas escuelas informan día a día de lo que sucede en las clases. Y los grupos de Whatsapp de padres son la normalidad, y el caos.
Ferran (nombre ficticio) es tutor en un colegio público de Alicante.
«Hay muchos niños que están perdiendo el hábito de anotarse los deberes
en la agenda porque dicen que, total, luego su madre lo pregunta por el
grupo y se lo dice». En su opinión, estos chats reflejan la «inseguridad
de los padres», que necesitan la confirmación de los demás en todo para
estar seguros de no tropezar ni en lo más nimio. «Se vuelven locos con
cualquier cosa». Si se dice que los chavales tienen que llevar una
camiseta roja para un festival, los padres se sienten golpeados por un
tsunami de dudas. «¿Roja? ¿Roja lisa? ¿Roja a rayas?».
Los padres no solo respetan hasta la sumisión los gustos o apetencias
de sus hijos, sino que tratan de que el centro replique su actitud. A
Ferrán le sorprende el número de niños con alergias alimentarias en su
centro. Algunas, rocambolescas. «Yo no me las creo, les pido el
certificado médico porque si no, sería un despiporre. Aquí tenemos un
niño que siempre que tocan habichuelas, llega su madre y pide dieta
blanda», relata.
Baja tolerancia a la frustración
Existe una tensión entre el deseo paterno de crear un mundo inocuo de
probeta para sus hijos, sin fricciones, alejado de toda posibilidad de
dolor y adaptado plenamente a su sensibilidad (a la sensibilidad que
ellos tratan de diseñar) y el mundo real, externo, escolar.
Los padres se documentan y se aplican para dar sentido a un axioma
contemporáneo: todos los niños son especiales, hay que proteger la
singularidad del niño; o también: el éxito depende de la motivación.
Como en toda fe, afloran paradojas: en la época en que los padres se
involucran con más fuerza en cada paso de sus hijos, resulta que las
malas notas no son responsabilidad suya ni de los pequeños, sino de que
el maestro no sabe motivarlos. Y si no: «Ellos dicen: “Mira el niño que
no se comporta, que no aprueba; es porque tiene una baja tolerancia a la
frustración”, y lo dicen como si fuera una enfermedad crónica»,
cuestiona Eva Millet.
La hiperprotección logra que los obstáculos y los pequeños tropiezos
se agiganten y se conviertan en un problema de remanencias médicas. Si
un problema es médico, significa que es ajeno a la esencia del menor,
que no compromete su ser genial.
El último estudio del Plan Nacional sobre Drogas reveló que, en 2017,
uno de cada seis adolescentes tomó ansiolíticos para soportar la
tensión de los exámenes o el trago de una ruptura sentimental. La edad
de inicio se adelanta a los 14 años. La primera droga, como recogió la
Cadena SER, es psiquiátrica y se prueba antes que el alcohol o los
porros.
La angustia de poder elegirlo todo
Un niño protestaba con la espalda pegada a una valla en una calle del
centro de Madrid. Las dos manitas agarrando fuerte uno de los
travesaños. Lagrimeaba sin convicción, amenazaba con patalear. No se
entendían sus quejas, tenía edad para hablar, podía hablar, pero soltaba
gruñiditos. Ansioso, dubitativo.
No le convencía nada de lo que le sugerían sus padres. Sus padres.
Ella, con el carrito del hermano; él, argumentando: «Venga, te vienes
con el papá a poner gasolina y cogemos una pizza y vemos una peli, ¿eh?,
¿vale?». Ella: «¿O prefieres venirte con mamá y te pones los dibujos
hasta que venga el papá?». El chaval se inflaba y desinflaba como una
colchoneta de playa. No decía ni sí ni no.
Es la escenificación infantil, despojada de recursos intelectuales,
de una crisis existencial. La angustia de la libertad, de que todo esté
abierto. El único asidero ante tales aflojamientos del ser es la rutina,
la inercia: que exista un tejido de cosas prosaicas inmutables, que no
haya que ponderar, valorar y decidir. Esos automatismos pueden dejar de
cuajar por la acción de los padres que creen que debe debatirse,
consensuarse y negociarse cualquier acción.
«La familia no es una democracia. Hay una jerarquía. Claro que los
hijos tienen derechos, pero no podemos estar preguntándoles todo el
tiempo, dándoles la responsabilidad de qué van a cenar, qué se van a
poner o si se quieren duchar. Se pregunta todo porque así somos más
guays y más democráticos, pero no hace bien», critica Millet.
Los nuevos padres son padres tardíos. Han tenido tiempo de formarse,
de analizar cómo ejercían la paternidad sus semejantes, de criticarlos,
de convencerse de que lo pueden hacer mejor. Han asumido, además, que
sus propias taras provienen de su crianza. Han detectado los fallos de
sus progenitores, de sus entornos. Han caído en la ilusión de la
infoxicación: creen que todo lo que influirá en el desarrollo de una
persona es accesible y puede aprenderse.
Temen que se repita la precariedad, la inseguridad, la crisis:
quieren blindar a sus hijos, que sean los más formados y preparados, a
pesar de haber comprobado que eso garantiza pocas cosas. Quizá sea una
reacción defensiva: necesitan creer que controlan lo que, finalmente, la
vida hará con sus pequeños.
El 5 de Octubre comienza el Máster Propio en Políticas Sociales de Infancia y Adolescencia, UCM. ÚLTIMAS PLAZAS.
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Presentación del Máster:
El concepto de infancia
ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En el siglo XX,
especialmente en sus últimos años, se ha prestado mayor atención al
desenvolvimiento de los seres humanos en esta etapa de la vida, atención
que se ha concretado, entre otras cuestiones, en el interés creciente
hacia los derechos de la infancia. De este modo, a partir de la década
de los años 70 del pasado siglo, la concepción del niño experimenta un
cambio sustantivo, pasando de estar basada en el niño como objeto a una
visión de la infancia como sujeto social acreedor de derechos.
En 1989 este proceso se ve reforzado por
la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los niños y las niñas, que reconoce a las personas menores
de 18 años de edad derechos civiles, sociales, económicos, culturales y
políticos, derechos de ciudadanía en suma para el colectivo infantil,
considerado previamente como puro objeto de protección. La suscripción
de la Convención, por la práctica totalidad de los países miembros de
Naciones Unidas, conlleva la incorporación de sus mandatos al derecho
positivo de cada país, y nos sitúa ante el reto de reconocer el
protagonismo y la participación de los niños, niñas y adolescentes en
todos aquellos asuntos que les afectan, y de adoptar una postura más
respetuosa hacia ellos.
En el ámbito de las ciencias sociales se
ha producido también una transformación. Desde mediados de los pasados
años 80 se ha venido desarrollando una producción sociológica específica
sobre las condiciones de vida de los niños y adolescentes muy diversa y
muy rica. Desde este enfoque se considera que la infancia es un espacio
temporal en la trayectoria de vida de las personas, y también el
espacio social definido para el desarrollo de la vida de los niños.
Pero, además, la nueva sociología de la infancia reconoce que también
los niños, como grupo social, no sólo pueden actuar, sino que actúan de
hecho, y se relacionan con los demás grupos sociales, modificando,
construyendo y contribuyendo a los cambios que se producen en la
sociedad, a la vez que son afectados por ellos de forma no exactamente
igual a los adultos, y sí bastante semejante a cómo resultan afectados
otros niños.
En el nivel internacional, la revisión
crítica de los viejos paradigmas aplicados en las llamadas “ciencias del
niño” ha conducido a un fructífero desarrollo de los que ahora ya se
denominan “nuevos estudios de infancia” donde confluyen diferentes
disciplinas, además de la sociología: desde el derecho a la pedagogía,
desde la economía al trabajo social, desde la antropología a la
psicología, con amplias y novedosas contribuciones al conocimiento de
los rasgos que caracterizan a la infancia actualmente.
Por último, desde las distintas
instituciones dedicadas a promover el bienestar de la infancia, así como
a dar justa satisfacción a sus necesidades, se viene destacando la
necesidad de contar con profesionales amplia y profundamente formados
que contribuyan al diseño e implementación de las políticas sociales,
bien sean éstas promovidas desde organismos internacionales, como son
los dependientes de las Naciones Unidas o los que forman parte del
gobierno de la Unión Europea, sea desde las Administraciones públicas
nacionales (en sus niveles estatal, autonómico o local) o bien desde las
diferentes organizaciones no gubernamentales actuando en el país o en
la cooperación internacional.
Con la creación del Máster en Políticas Sociales de Infancia se
pretende dar continuidad a todo el trabajo desarrollado en años
anteriores, a la vez que ampliar y actualizar los contenidos teóricos y
prácticos para responder a una demanda creciente de capacitación en el
área del diseño y aplicación de políticas de infancia, en el ámbito
nacional e internacional.
De este modo, y como forma de contribución al logro de sus objetivos se plantea:
- La colaboración con instituciones representativas (públicas y privadas) en el campo de los derechos de la infancia.
- El intercambio con otras universidades, redes, y otras organizaciones de interés.
- El impulso de investigaciones, estudios y publicaciones que permitan conocer y difundir la realidad de la infancia hoy.
Este Máster viene a rellenar un vacío que existe en España,
en comparación con el desarrollo que los nuevos estudios de infancia y
la formación en Derechos del Niño vienen experimentando en otros países,
facilitando:
- La formación de nuevos especialistas o investigadores.
- La posibilidad de realizar intercambios con otras universidades de nuestro entorno geográfico o cultural.
- La asociación con proyectos de investigación transversales sobre la situación de los niños y adolescentes en distintos contextos.
- Formación bonificada
La Universidad Complutense de Madrid está inscrita en el Registro Estatal de Entidades de Formación que
depende de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo
(FUNDAE), como entidad que puede impartir formación profesional para el
empleo, lo que implica que su empresa u organismo puede acogerse al sistema de formación bonificada, de
acuerdo con lo establecido en la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por
la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo.
Todas las empresas disponen de un Crédito anual exclusivamente destinado a la formación de sus trabajadores que pueden hacer efectivo mediante la aplicación de bonificaciones a la Seguridad Social para
formar a sus trabajadores a coste cero (siempre que se cumplan
determinadas condiciones). Si esta cantidad no se utiliza, se pierde.
Aproveche el crédito del que dispone su empresa para matricularse en nuestra amplia oferta de títulos de Formación Permanente.
Revista GSIA, Septiembre 2018.
Para los niños y niñas
la indiferencia no es una opción.
Los niños odian y aman, maltratan o no, porque siempre establecen una relación directa, no ignoran a nadie ni para "bien ni para mal".
El peor maltrato es la indiferencia, de eso los niños y niñas no tienen.
“No están solos”. No deberían estarlo. Nosotros tampoco los queremos dejar solos, porque, como dice en su artículo Violeta Assiego: “Sean nuestros o bastardos, tienen derechos innegociables e irrenunciables”. Los niños pueden más que la indiferencia.
"Nuestro primer objetivo es mejorar las ayudas por hijo para las familias más pobres en 2019".
Entrevista a Pau Marí-Klose,
alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil.
Laura Olías,
eldiario.es,
Pau Marí-Klose. Fernando Schez. |
Pau Marí-Klose, nuevo alto comisionado para la lucha contra la
pobreza infantil, afirma que la cuantía de las trasferencias por hijo a
cargo para familias pobres aumentarán el próximo año.
El Alto
Comisionado está trabajando con Educación para poner en marcha un
programa de refuerzo para estudiantes desfavorecidos que evite el
fracaso escolar.
"El Ingreso Mínimo Vital podría llegar a erradicar la pobreza infantil severa", explica Marí-Klose.
El Gobierno de Pedro Sánchez está
estudiando cuánto aumentar las transferencias por hijo a cargo para las
familias pobres. "Por nosotros sería lo más ambicioso posible, pero
sabemos que hay restricciones presupuestarias", sostiene Pau Marí-Klose,
alto comisionado para la lucha contra la pobreza infantil.
Con la
precisión de un académico y la prudencia del que da sus primeros pasos
en un puesto de responsabilidad política, el profesor de Sociología y
experto en la materia sí se aventura a confirmar que el Ejecutivo
elevará ya estas ayudas para los colectivos más vulnerables en 2019.
Marí-Klose recibe a eldiario.es en su despacho en la Moncloa, en un
hueco de una apretada agenda en la que ha tenido que sumar los actos de
su anterior puesto como director del alto comisionado y la nueva
responsabilidad como primera figura en el organismo, después de la
salida de María Luisa Carcedo para suceder a Carmen Montón como ministra
de Sanidad.
Casi uno de cada tres menores en
este país vive en riesgo de pobreza y exclusión social. ¿Qué significa
ser niño “pobre” en España?
Significa tener
experiencias anómalas para un niño en la sociedad española. Estas
experiencias pueden tener que ver con estrés económico en el hogar,
familias que no pueden hacer frente a un gasto imprevisto, que les
cortan la luz o el agua. Vivir en viviendas más pequeñas, peor
acondicionadas, con humedades… Alimentarse peor, puede significar
también hacer menos deporte porque no hay instalaciones donde vives. Ir a
escuelas donde hay una alta concentración de estudiantes con problemas
sociales y que puede condicionar los ritmos de aprendizaje en el aula...
Es una acumulación de situaciones sociales que impiden que la
participación de estos menores en las oportunidades que ofrece la
sociedad quede mermada.
La bancada del PP llegó a abuchear a Pedro Sánchez en
el Congreso por sacar a Rajoy el tema de la pobreza infantil. ¿Hay
reticencias a aceptar esto como un problema? ¿La gente infravalora su
magnitud?
Está muy extendida la actitud de
relativizar la magnitud del problema, incluso de negarlo. Eso choca con
las evidencias estadísticas apabullantes que tenemos. Miras pobreza
relativa, pobreza absoluta, carencia material, pobreza en diferentes
umbrales de renta… Se elija el indicador de vulnerabilidad que se elija
te va a salir lo mismo: los niños como el colectivo más desfavorecido.
Es un problema mal comprendido por parte de la ciudadanía y sectores
sociales menos sensibles a la desigualdad. Gente de clases más
acomodadas que te dicen “yo no veo pobres a mi alrededor”. Es probable
que los barrios en que viven este problema no exista o se viva de una
forma muy escondida. Hay personas que intentan exhibir una condición
normalizada que luego quizás no tengan en el hogar.
La pobreza se esconde.
La sensación de que la pobreza estigmatiza obliga a mostrar que en
realidad no estás pasando estrecheces económicas. Te puedes encontrar a
familias que hacen sacrificios importantes, compran ropa a sus niños por
encima de sus posibilidades, simplemente para que su hijo no sea
señalado como un niño en situación de pobreza y pueda ser objeto de
burla o de acoso, que no goce de las mismas oportunidades de integración
social.
Pero aunque pueda ser un problema
relativamente invisible, la crisis se ha hecho muy explícito. Una de las
expresiones más intensas de que existía esa pobreza subyacente son los
miles de desahucios que se han producido durante la crisis.
Aunque la tasa de pobreza infantil ya era elevada antes de la crisis,
¿la recesión nos ha dejado diferencias respecto a la situación anterior
anterior a 2007?
Ha habido un empeoramiento
fundamentalmente de las situaciones de pobreza severa. Los que más se
han empobrecido durante la crisis han sido los más pobres y su situación
no ha revertido de la misma forma que lo ha hecho la situación
económica general.
¿Qué colectivos están más presentes en esta población en riesgo de pobreza?
Hay que distinguir dos indicadores: la prevalencia y la incidencia. La
incidencia mide qué proporción de un determinado colectivo está en
situación de pobreza y la prevalencia es cuánto representa respecto al
conjunto de la población. La incidencia es muy alta en colectivos como
las familias monoparentales (las monomarentales fundamentalmente), las
familias numerosas, las familias de origen inmigrante… Es decir, dentro
de esos colectivos la tasa de pobreza es muy alta. Pero en cuanto a la
prevalencia te encuentras situaciones relativamente inesperadas.
¿Cómo cuáles?
Cuando miras los números absolutos, la mayor parte de pobres responde a
un perfil arquetípico: familias de dos progenitores, uno o dos niños,
en las que uno de los progenitores trabaja. En las familias
tradicionales en las que trabaja un progenitor y el otro no, la tasa de
pobreza muy alta: cerca del 30% de ellas están en situación de pobreza.
Estas familias eran las que tradicionalmente aseguraban el sustento
familiar y ahora con un solo ingreso no te sitúas fuera de la pobreza.
Esto tiene que ver con la intensidad del trabajo.
¿Cómo afecta?
Nos encontramos muchos hogares donde a lo largo del año se trabaja en
algún momento, pero la intensidad es baja respecto al tiempo potencial
que podrían estar trabajando. ¿Por qué? Por el tiempo parcial, la gente
trabaja solo durante una parte del año, los trabajos temporales… Al ser
el sistema de protección social contributivo, en hogares de baja
intensidad del trabajo, no se adquieren derechos a prestaciones, como la
de desempleo.
Estos hogares se pueden convertir en
hogares sin ingresos: durante la crisis hemos llegado a tener más de
700.000 hogares sin ningún tipo de ingreso, todavía tenemos 500.000 y
antes de la crisis teníamos poco más de 200.000. Estamos muy lejos de
revertir los problemas que ha generado la crisis en los hogares más
vulnerables.
¿Qué medidas han impulsado en el Alto Comisionado en estos más de 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez?
Al llegar decidimos que lo más importante a corto plazo era incrementar
los recursos destinados a la garantía alimentaria y al ocio educativo
en verano, el programa VECA. Porque en verano se abren brechas sociales importantes
en las competencias cognitivas de niños acomodados y desfavorecidos,
porque los primeros tienen unas oportunidades de exposición a entornos
mucho más estimulantes pagados por sus padres, como aprender idiomas,
hacer deporte, etc.
¿Y más allá del verano?
Estamos trabajando en diversas líneas. La central es desarrollar un
programa que mejore la situación de los hogares con niños más
desfavorecidos. Iba en nuestro programa electoral: se llama Ingreso
Mínimo Vital y tiene una primera pata que es la mejora de transferencias
por hijo a cargo. Estas transferencias son absolutamente raquíticas en
España.
Esta situación es especialmente injusta
porque los hogares más desfavorecidos no realizan declaración de la
renta y no pueden optar a los beneficios fiscales que sí que reciben las
familias de clases medias que la hacen.
¿De cuánto son estas transferencias en la actualidad?
De apenas 270 euros al año y no tienen ningún impacto en la reducción
de la pobreza, es una anomalía impropia de un país como el que tenemos.
En la mayoría de los países existen prestaciones para estos colectivos
equivalentes a las que reciben las clases medias a través de beneficios
fiscales.
¿Van a aumentar estas ayudas?
Nuestro primer objetivo es mejorar las prestaciones por hijo a cargo
para los colectivos de mayor vulnerabilidad de manera secuencial en los
próximos años.
Obviamente en la situación de
restricción presupuestaria, sin techo de gasto aprobado y sin
presupuestos, tenemos que plantear esto con una cierta contención.
Estamos instando y preparando documentos para que esto sea posible, en
la medida que esto es un compromiso de Gobierno, entiendo que se va a
avanzar en esta dirección.
¿Habrá una mejora de estas transferencias ya en los presupuestos de 2019?
Sí, el objetivo es que esté en los presupuestos de 2019.
¿La propuesta del Gobierno es triplicar esta ayuda?
Aún solo hemos enviado varias opciones al Ministerio de Hacienda de
distintos escenarios, si se duplicaran las transferencias, si se
triplicaran, qué consecuencias de gasto y de reducción de la pobreza
infantil tendrían. Al Alto Comisionado le gustaría poder aplicar las
medidas más ambiciosas posibles, que en realidad sería aplicar el
Ingreso Mínimo Vital, pero no está en nuestra mano.
¿Qué datos están obteniendo de esas simulaciones?
Más que un dato le puedo decir que la aplicación de nuestro Ingreso
Mínimo Vital podría llegar a erradicar prácticamente la pobreza infantil
severa y reducir los niveles de desigualdad general hasta umbrales
próximos a la media europea, que ahora estamos entre los países más
desiguales.
¿Cuánto cuesta?
Los costes del conjunto del Ingreso Mínimo Vital se sitúan entre 5.000 y
6.000 millones, pero se puede avanzar secuencialmente sobre todo en
transferencias por hijo a cargo. No hace falta llegar a estas cifras tan
altas para ir mejorando significativamente la situación de pobreza
severa y desigualdad.
Las
prestaciones específicas para combatir la pobreza infantil son mucho
menos efectivas contra este problema que otras prestaciones para otros
colectivos. ¿Por qué es así?
Porque la
cobertura es muy baja, se benefician muy pocas familias y la generosidad
es ridícula. Las transferencias por hijo a cargo solo llegan al 10% de
las familias, teniendo en cuenta que hablamos de pobreza cercana al 30%,
solo una de cada tres familias pobres reciben transferencias y es una
cantidad ridícula.
En nuestra propuesta de ingreso
mínimo vital las familias más desfavorecidas van a cobrar entre 100 y
150 euros al mes, estamos hablando de magnitudes completamente
diferentes.
¿Qué efectos tuvo el llamado cheque bebé de Zapatero en la reducción de la pobreza infantil?
Tuvo un efecto importante en el primer año de vida, que es además un
año crucial para los niños. En 2009 y 2010, que estuvo vigente, tuvo un
impacto reductor de entorno a 6 puntos en la tasa de pobreza infantil
del primer año de vida. No conozco ninguna prestación monetaria que
realice el Estado que tenga un impacto semejante. La que más reduce es
la prestación por desempleo, que reduce más o menos 5 puntos. Las
pensiones las pensiones reducen 2 o 3 puntos, los hogares con niños a
veces se benefician de que haya pensionistas en casa. Las ayudas por
hijo a cargo y ayudas del algunas Comunidades Autónomas, reducen por
debajo del 0,5%.
¿Podría existir de nuevo un "cheque bebé" en España?
Lo más interesante es que no se circunscribiera solo a ese primer año,
reconociendo que es muy importante. Pero lo interesante sería que la
ayuda llegara a niños en situación desfavorecida cuando lo necesiten,
independientemente de su edad.
¿Impulsarán en España una prestación universal por hijo,para todas las familias, como existe en otros países europeos?
Lo ideal sería llegar a una prestación universal, aunque en realidad ya
existe, y matizo: parte de la población recibe beneficios por tener
niños, pero son beneficios fiscales. La anomalía está en el segmento de
población más vulnerable, que recibe prestaciones, pero son muy poco
generosas. Los beneficios fiscales para las familias con niños son
bastante generosos, pero también hay margen de maniobra para mejorar.
¿Cómo puede el sistema educativo igualar oportunidades? ¿En qué están trabajando en este ámbito?
Es importante ayudar a las familias más desfavorecidas por ejemplo a
hacer frente a gasto escolar, que puede representar una proporción muy
importante de su gasto total. Estamos trabajando con la FEMP (Federación
Española de Municipios y Provincias) para identificar buenas prácticas
que realizan algunos municipios en la compra de material y de apoyo
económico a familias más vulnerables para poner en valor lo que hacen
algunos municipios y que sirva de emulación para otros. Estamos
trabajando para crear una especie de premio desde el Alto Comisionado.
Más allá de esto, es fundamental la política de becas en etapas más
avanzadas del itinerario educativo, en lo que está avanzando mucho el
Ministerio de Educación. Es importantísimo también luchar contra la
segregación escolar, ahí tenemos más limitaciones desde el Estado
central porque es una competencia autonómica. Es importante que los
colegios puedan tener programas de refuerzo para los alumnos con
problemas de aprendizaje.
Estamos entendiendo muy mal
lo que hay que hacer con estos estudiantes. España es un país con unas
tasa de repetición muy altas y ocurre casi en todas las CCAA y sabemos
perfectamente por todos los informes internacionales que la repetición
no es la solución para este tipo de estudiantes, que pasa por programas
de refuerzo y acompañamiento.
¿Va el Gobierno a impulsar este refuerzo?
Existía un programa que daba muy buenos resultados, el PROA, que puso
en marcha el Gobierno de Zapatero y hubo trabajos de investigación muy
rigurosos que demostraban que tenía beneficios fundamentalmente para los
colectivos más desfavorecidos, que son los que tienden a repartir más.
El 53% de los niños que se encuentran en el grupo del 20% de familias
con menos ingresos ha repetido a los 15 años, frente al 8% de los
estudiantes del tramo más alto de ingresos.
Desde el
Ministerio de Educación y el Alto Comisionado estamos trabajando en el
desarrollo de un programa parecido al PROA, viendo cómo volver a poner
en marcha algo parecido a este programa para aplicar refuerzo que
combata el fracaso escolar.
¿Y sobre educación 0-3 años?
Está más en pañales, pero está en la agenda. Es una medida
importantísima incorporar a los estudiantes más desfavorecidos a la
escuela infantil, sobre todo a la etapa 1-3. Está en la mesa de
negociaciones de los Presupuestos también.
“Foro niñez y adolescencia en contextos de migración y refugio en el siglo XXI”, Documentación.
DNI – Costa Rica como parte de la celebración de su 24 aniversario, llevó a cabo el pasado 27 de julio el “Foro niñez y adolescencia en contextos de migración y refugio en el siglo XXI”, junto con el apoyo de la Universidad Latina de Costa Rica, Universidad Estatal a Distancia, el centro de gestión de conocimiento Think Tank y la Dirección General de Migración y Extranjería.
Con el objetivo de generar un espacio de saberes y aprendizajes que permitiera comprender mejor que lo que está sucediendo en las diferentes regiones y cuáles son las grandes interrogantes aún por responder.
El Programa se desarrolló durante todo la mañana y se dividió en 4 bloques:
1. Primer Bloque brindó el Marco referencial basado en la Convención sobre los Derechos del Niño.
2. Segundo Bloque presentó una Conferencia Magistral sobre aspectos claves para comprender la situación de niños, niñas y adolescentes en los contextos de migración y refugio.
3. Penúltimo bloque ofreció en una Mesa Redonda en donde diversos expertos en la materia brindaron sus aportes con respecto a la protección, seguridad e integración de las personas menores de edad en contextos de migración y refugio.
4. El cuarto y último bloque facilitó la presentación sobre Migración, Medios de Comunicación, reflexiones y conclusiones finales.
DEFENSA DE NIÑAS y NIÑOS - INTERNACIONAL, DNI COSTA RICA
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