"Crecer en un entorno de violencia de género intrafamiliar: Necesidades y Respuestas", Jornadas APIMM.

Las Jornadas quieren  poner el foco sobre los niños y niñas 
que presencian esa violencia  sobre las madres 
y no pocas veces la padecen directamente...

Organiza  
 Asoc. Madr. para la Prevención del Maltrato Infantil

Miércoles 31 de mayo y jueves 1 de junio 2017
 Cátedra Santander “Derecho y Menores” 
de la Universidad Comillas, 
c/ Alberto Aguilera 23, Madrid.


Progresivamente, la sociedad toma conciencia de la gravedad de la violencia de género y ensaya mecanismos para la prevención y la protección de las mujeres que la padecen. 

Pero en estas Jornadas queremos poner el foco sobre los niños y niñas que presencian esta violencia sobre sus madres y a veces la padecen directamente como otra forma de dominación y daño sobre ellas.

Qué  implica  crecer  en  un  entorno  de  violencia  de  género  intrafamiliar? ¿En  qué medida  la  violencia  de  género  intrafamiliar puede  considerarse una modalidad de maltrato infantil? 
¿Qué repercusiones tiene en el desarrollo ser testigo de la violencia hacia   la    madre?   ¿Se   transmiten   de    padres   a   hijos   los   comportamientos violentos? ¿Cómo prevenir el maltrato ascendente y la repetición intergeneracional del maltrato de género y la violencia doméstica? ¿Son los hijos también víctimas aunque no sean agredidos físicamente? ¿Contempla suficientemente la  legislación los derechos de  los  hijos? ¿La  violencia  sobre  la  pareja  debe  ser  causa  de  privación  de  patria potestad? ¿Subsiste el derecho de visitas? ¿En qué condiciones deben mantenerse las visitas  o  relaciones de  los  hijos  con el  padre  maltratador? ¿Cómo se  considera la relación con la familia extensa (abuelos)? ¿Existe  una violencia intrafamiliar oculta sobre los hijos? ¿Se detectan  suficientemente las situaciones de maltrato sobre los hijos? ¿Qué intervención precisan estos niños? ¿Cuántos niños y niñas están expuestos a la violencia de género? 
¿Cómo se desarrolla la identidad de género en un entorno violento? ¿Cómo valorar situaciones de desprotección infantil en circunstancias en las que la madre difícilmente puede ejercer su responsabilidad?¿Qué necesitan estos niños y niñas y qué respuestas pueden encontrar?

ORGANIZA:
ASOCIACION MADRILEÑA PARA LA PREVENCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL (APIMM)

COLABORA:
CATEDRA “SANTANDER” DE DERECHO Y MENORES DE LA UNIVERSIDAD COMILLAS

LUGAR:
SALÓN DE ACTOS UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS, c/ Alberto Aguilera 23

INSCRIPCION
Por correo electrónico, cumplimentando la ficha de inscripción en  www.apimm.org
Coste: 25 € (gratuita para socios de la APIMM o nuevos asociados)


PROGRAMA:

MIERCOLES 31 DE MAYO

     9.00 ACREDITACION Y RECOGIDA DE DOCUMENTACION
     9.30 APERTURA OFICIAL.  Dna. Esperanza Garcia Garcia, Presidenta de la APIMM, Dna. Clara Martinez Garcia, Directora Cátedra Santander Derecho y Menores, Universidad Pontificia Comillas

     9.30-10.30 CONFERENCIA: “VIOLENCIA DE GENERO Y MENORES”. Blanca Hernández Oliver. Letrada de Cortes, Ex - Delegada del Gobierno para la Violencia de Género.

     10.30-11.30 CONFERENCIA: “MARCO JURIDICO DE LA PROTECCION DE LA INFANCIA ANTE LA VIOLENCIA DE GENERO: SITUACION ACTUAL Y POSIBLES DEFICIENCIAS”. Dra. Myriam Cabrera Martin, Universidad Comillas.
     (Pausa de 11.30 a 12.00)

     12,00 - 14,00 MESA 1: LOS NIÑOS EN EL PROCESO DE INTERVENCION JUDICIAL.
Modera: Jose Antonio Diaz Huertas (APIMM). Participan expertos de juzgados de familia, de violencia de género y del servicio de atención a víctimas.
     (Pausa de 14.00 a 16.00)

     16.00-18.00 MESA 3: POSIBILIDADES Y RECURSOS DE ATENCION. Modera: Maribel Illescas (APIMM). Participan: expertos de programas de apoyo y abogados.


JUEVES 1 DE JUNIO

     9.00-10.00 CONFERENCIA: “NIÑOS Y NIÑAS VICTIMAS INVISIBLES DE LA VIOLENCIA DE GENERO”. Dra. Maria Angeles de la Cruz Fortún (Psicóloga, CAVAS)

     10.00-11.00 CONFERENCIA: “LA PROTECCION A LA INFANCIA EN ENTORNOS DE VIOLENCIA DE GENERO”. Dª  Maria del Pilar Gonzálvez Vicente, Magistrada, Directora General de Servicios a la Familias y la  Infancia (MSSSI).
     (Pausa de 11.00 a 11.30)

     11.30 -13.30 MESA 4: RESPUESTAS DESDE LAS INSTITUCIONES Y EL SISTEMA DE PROTECCION. Modera: Rosa Suárez (APIMM). Participan expertos del sistema de detección y protección.

     13.30-14.00: CONCLUSIONES Y CLAUSURA. Esperanza Garcia (APIMM) / Clara

Martinez (Universidad Comillas)



















4ª Jornada Técnica Anual de la Asociación GSIA: “SER ADOLESCENTE EN EL SIGLO XXI”

Martes, 23 de mayo de 2017.
LUGAR: Auditorio de La Casa Encendida. 
C/ Ronda de Valencia, 2. Madrid.

    PROGRAMAAQUÍ.
INSCRIPCIÓNAQUÍ
Inscripción gratuita hasta completar aforo
Asociación GSIA
4ª JORNADA TÉCNICA ANUAL

La 4ª JORNADA ANUAL: “SER ADOLESCENTE EN EL SIGLO XXI” está organizada por la Asociación GSIA con la colaboración del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid.



El Programa consistirá en distintas mesas redondas, en las que queremos aproximarnos a lo que significa SER ADOLESCENTE HOY partiendo de las propias experiencias de los chicos y chicas que participarán como ponentes en todas las mesas, conversando con los adultos en torno a las respectivas temáticas.

La adolescencia es una etapa de vida caracterizada por cambios muy significativos y por un crecimiento de las oportunidades, capacidades, aspiraciones, energía y creatividad de las personas, pero también es una etapa marcada por una significativa vulnerabilidad.

Los y las adolescentes representan un activo social y un recurso clave para el desarrollo positivo de sus familias, comunidades y países. En todo el mundo, contribuyen al bienestar de sus familias y su entorno de convivencia y participan activamente en proyectos que repercuten  en beneficio de la sociedad en general.

No es posible definir la adolescencia en una sola dimensión, ni con un solo patrón, puesto que cada adolescente tiene un ritmo de desarrollo físico diferente, un particular proceso de construcción de su identidad, y está influenciado por un contexto y medio ambiente  distinto.

Desde un punto de vista sociológico, la adolescencia se considera una construcción social que presenta variaciones históricas, contextuales, geográficas, económicas y culturales. Es un espacio social  que determina la forma de ser chica o chico adolescente, y los modos de relación entre ellos y el mundo adulto.

En la IV Jornada Técnica, queremos entre otras cosas fomentar una imagen de los y las adolescentes desligada de los tópicos y prejuicios con los que la sociedad en general les cataloga
La Jornada está destinada a personas que por razones profesionales, o de estudio e investigación se encuentran interesadas en el campo de la adolescencia como objeto de análisis o bien como ámbito de intervención.
Se entregará Certificado de asistencia

PROGRAMAAQUÍ

INSCRIPCIÓN: AQUÍ
Martes, 23 de mayo de 2017.
LUGAR: Auditorio de La Casa Encendida. C/ Ronda de Valencia, 2. Madrid.
Metro: Embajadores
Inscripción gratuita hasta completar aforo


        

Desaprender para reaprender.

Porque lo que nos hace humanos es, posiblemente, pasear por ese estrecho camino de la incertidumbre, el conflicto y la duda permanente” Cristóbal Gómez Mayorga.


Elizabeth García. 








No hay nada como enfrentarse directamente a la tarea de educar para darnos cuenta de la cantidad de limitaciones que tenemos. Nos encontramos con comportamientos y reacciones que no entendemos, cuestiones que no sabemos responder y situaciones que difícilmente podemos gestionar de una forma serena y respetuosa. Y es que arrastramos con nosotros ideas y creencias que nos presionan y nos limitan. Tenemos interiorizados mensajes que hemos recibido desde nuestra infancia y que continuamos reproduciendo por pura inercia.
En algunos aspectos quizá tenemos las ideas muy claras pero las acciones del día a día las contradicen de pleno, en los pequeños gestos, en las reacciones más espontáneas.
Necesitamos desaprender para poder aprender lo que realmente queremos de manera libre. Todo un proceso de transformación personal.



Desaprender supone romper muchos esquemas que tenemos tan asumidos que ni siquiera nos replanteamos cuestionar, es un reto complejo pero que sin duda merece la pena. Piénsalo, cualquier día es bueno para empezar a educar de una forma más consciente, activa y respetuosa


Evolución comparada de la pobreza infantil, juvenil y de los mayores en Europa.


Aunque crece la preocupación pública por la evolución del paro juvenil y su impacto en el poder adquisitivo de este grupo de edad, habitualmente no se compara su situación económica con la de otros grupos de edad, como los mayores de 64 o los menores de edad. Tanto la opinión pública como los científicos sociales han prestado una atención muy limitada a la posibilidad de que las tasas de pobreza de jóvenes y mayores de 64 estén divergiendo en la Europa contemporánea. Así, a causa de un enfoque fundamentalmente filosófico y normativo (Myles, 2002; Preston, 1984), la bibliografía en ciencias sociales sobre equidad intergeneracional ha motivado pocos estudios empíricos (para una excepción, Brady 2004). Esto supone que tengamos un conocimiento limitado sobre la evolución comparada de la pobreza infantil y la de los mayores.
En primer lugar, hasta la fecha no se han examinado empíricamente posibles cambios en las tasas de pobreza a lo largo del tiempo. Esto es importante porque, incluso aunque los niveles de pobreza de distintos grupos estén fuertemente correlacionados, las tasas pueden haber evolucionado en direcciones opuestas ocasionando una divergencia neta. En segundo lugar, el contexto sociopolítico y económico ha variado sensiblemente desde la crisis financiera de 2008. Por un lado, la crisis económica ha mermado los ingresos y la seguridad económica de jóvenes y padres con hijos menores, lo cual puede haber redundado en un aumento de la pobreza infantil y juvenil. Por otro lado, las prestaciones de los sistemas de pensiones públicas, principal fuente de ingresos para los mayores de 64 años en los países europeos, se han mantenido estables o han sufrido recortes aparentemente menores que la caída en los ingresos de grupos de población activa. Por tanto, la combinación de una dura crisis de empleo y salarios y la contención de los costes económicos para los mayores de 64 puede haber producido tendencias opuestas en las tasas de pobreza infantil y en las de los jubilados.

2. Ingresos y pobreza


La mayoría de los estudios sobre pobreza comparten el objetivo de identificar la población que sufre un alto nivel de inseguridad económica entendida como privación monetaria objetiva, y definen la condición de pobreza en términos relativos (Requena, Salazar y Radl, 2013). El objetivo consiste en delimitar el nivel de ingresos que aseguran un estándar de vida mínimo necesario para la plena participación en una sociedad dada. Siguiendo esta perspectiva, se usa aquí el indicador predominante de pobreza relativa: personas con unos ingresos disponibles equivalentes menores del 60% de la mediana nacional (Eurostat 2016a), es decir, menores del 60% de los ingresos que ocupan el lugar central entre todos cuando están ordenados. Por ingresos equivalentes se consideran los ingresos de cada miembro del hogar y se toma en cuenta el menor consumo de los menores de edad y la reducción de costes per cápita en diversos servicios (por ejemplo, calefacción) al aumentar el tamaño del hogar.

En la mayoría de los países europeos la tasa de pobreza infantil es mayor que la tasa de pobreza de los mayores de 64 años.


Resulta informativo considerar cuáles son los valores concretos del 60% de la mediana nacional de ingresos equivalentes. Según datos de Eurostat (2016b), las medianas de ingresos equivalentes en 2015 eran en España y en toda la zona del euro (UE-18) de 13.352€ y 17.794€ respectivamente. Por tanto, en España, el umbral de pobreza relativo (60% de la mediana) era en 2015 de 668€ mensuales por persona. Si tenemos en cuenta el coste de la vida y el creciente rango de bienes y servicios considerados imprescindibles para una plena integración social, queda claro que unos ingresos por persona menores de 670€ mensuales dificultan severamente la participación en la vida social y económica del país. De hecho, en España el salario mínimo estaba fijado en 2016 en 764€ mensuales.
El objetivo de este estudio consiste en contrastar la evolución de las tasas de pobreza infantil (que afecta a personas de 15 o menos años), juvenil (concierne a población entre 16 y 24 años) y de los mayores de 64 años, en perspectiva comparada y longitudinal, a lo largo de los años. Siguiendo la operacionalización de Eurostat (2016a), la pobreza se refiere a la población que vive por debajo del umbral definido anteriormente. Por otra parte, debido al interés de este artículo en analizar diferencias en la evolución de la pobreza infantil¸ la pobreza juvenil y la pobreza de los mayores, el resto del estudio se fundamentará en el análisis de dos ratios. Ambas responden a cálculos sencillos: el porcentaje de población infantil (o juvenil) bajo el umbral de pobreza relativa dividido por el porcentaje de población mayor bajo el umbral de pobreza relativa. Según esta definición, una ratio de pobreza infantil menor de 1 indica que los menores de 16 años de edad sufren niveles de privación monetaria relativa menores que los mayores de 64 años, y un valor mayor de 1 indica que los menores de 16 años de edad sufren mayores niveles de privación monetaria relativa que los mayores de 64 años.

3. La justicia intergeneracional, más lejos


La figura 1 refleja las ratios de pobreza infantil y pobreza juvenil en los principales países europeos con datos relativos a 2015.
Respecto a la ratio de pobreza infantil, queda claro que en casi todos los países el valor es superior a 1. Esto indica que en la mayoría de los países la tasa de pobreza es mayor entre los menores de edad que entre los mayores de 64 años. Dicho de otro modo, salvo en Suecia, los países bálticos, Eslovenia y Bulgaria, actualmente la inseguridad económica es mucho más habitual entre los menores de 16 años de edad que entre los jubilados.
Las tasas de pobreza infantil y las de los mayores de 64 años se están alejando en varios países europeos y en la Unión Europea en su conjunto.

Una pauta similar se aprecia al analizar la ratio de pobreza juvenil. En los mismos países (aquí se incluye Suecia), la pobreza juvenil es mayor que la pobreza de los mayores. Esta evidencia sugiere que en la fase histórica actual los regímenes de bienestar europeos –los cuales incluyen el mercado laboral, sistemas de protección social y redes de apoyo familiares– no están cumpliendo con el principio básico de justicia intergeneracional, según el cual todos los grupos de edad deben disfrutar de niveles equivalentes de bienestar económico.
Los mapas de la figura 1 no solo revelan la mayor extensión de la pobreza entre niños y jóvenes que entre los mayores, también indican sustanciales diferencias en los índices de pobreza entre países. Existe cierta coincidencia en los valores de las dos ratios. Los países con mayor infraprotección relativa de los niños respecto a los jubilados suelen ser los que ofrecen mayor infraprotección relativa de los jóvenes respecto a los jubilados. A este respecto destacan los casos de los Países Bajos, España, Francia y, en menor grado, Noruega. En los Países Bajos las tasas de pobreza infantil y juvenil casi triplican y quintuplican la pobreza de los mayores. En España la pobreza infantil y juvenil duplica y triplica respectivamente la tasa de pobreza de los mayores. A cierta distancia, Francia también destaca por la infraprotección de sus niños y jóvenes. Mientras que los Países Bajos, España y Francia cuentan con diferenciales de bienestar económico que se alejan especialmente del principio de justicia intergeneracional, otros países se acercan más al cumplimiento de dicho principio. Alemania, Austria, Bélgica y Rumanía logran un grado de seguridad económica similar entre grupos de edad.
Si se tiene en cuenta que (a) en la Europa actual la pobreza afecta más habitualmente a niños y jóvenes que a los mayores y que (b) existen fuertes diferencias internacionales en el diferencial de protección por grupo de edad, resulta imprescindible examinar la evolución reciente de los índices de privación relativa. ¿Es la infraprotección de niños y jóvenes un fenómeno únicamente reciente y resultado de la profunda crisis económica iniciada en 2008? Para responder a estas cuestiones hay que analizar la evolución de las ratios de pobreza infantil y juvenil desde al menos 2005.
La figura 2, que considera los seis países más poblados de la Unión Europa y casos representativos de distintos regímenes de bienestar (Esping-Andersen, 1999), arroja cierta luz sobre estas cuestiones. Para el conjunto de la Unión Europa 27, las ratios de pobreza infantil y juvenil han aumentado, lo que crea divergencia en las tasas de pobreza. De hecho para muchos países el nivel de infraprotección se ha invertido, siendo ahora los jóvenes y menores los más afectados por la inseguridad económica. Analizando con más detenimiento las ratios de pobreza, se aprecian tres grupos de países.
En el primer grupo, las ratios se han duplicado o casi duplicado. Este es el caso de Francia, Reino Unido, Grecia y, muy especialmente, España. En todos estos países se aprecia un claro impacto de la crisis económica. Desde 2008 el diferencial en las tasas de pobreza de niños y jóvenes aumenta considerablemente respecto al de los mayores. En un segundo grupo de países, las ratios han aumentado moderadamente. Este es el caso de Polonia e Italia, donde la incidencia de la crisis económica es menos clara. En un tercer grupo de países, las ratios de pobreza infantil y juvenil han disminuido. Esta es la situación de Alemania y Suecia.
La divergencia en las tasas de pobreza infantil y en las de los mayores de 64 años es particularmente intensa en España.

¿Qué pautas concretas de las tasas de pobreza por grupo de edad pueden haber inducido variaciones internacionales tan acusadas en las ratios de pobreza? La evolución de las tasas de pobreza y los ingresos medianos equivalentes por grupos de edad ofrecen indicaciones preliminares al respecto. 
La figura 3 refleja las series utilizadas para la construcción de las ratios de pobreza: las tasas de pobreza infantil, juvenil y las de los mayores de 64 años. Respecto a los países con una clara divergencia en los niveles de pobreza (España, Francia, Grecia, Reino Unido e Italia), el origen es claro: un importante aumento de la pobreza infantil y juvenil, junto con un sustancial descenso de la pobreza de los mayores. La estabilidad en la ratio de pobreza en otro grupo de países (Alemania, Polonia y Suecia) emana de un diferencial estable en la inseguridad económica de los menores de edad, jóvenes y mayores de 64. Si bien no se aprecia una divergencia neta en todos los países europeos, la tendencia es tan intensa en los países mencionados en el primer grupo que produce divergencia en el conjunto de la Unión Europa.
Al examinar la evolución de los ingresos medianos, nominales (los que se reciben en un momento dado y que incluyen la inflación) y equivalentes de tres grupos de edad, comprobamos que la crisis y las respuestas institucionales no han tenido consecuencias homogéneas en el poder de compra de los tres grupos de edad. De modo que los ingresos de jóvenes y adultos en los grupos de edad con más probabilidad de tener hijos menores en casa han aumentado menos que los de los mayores de 64 años. Por un lado, el aumento del desempleo y la devaluación interna asociada con caídas en los salarios reales han producido caídas reales en los ingresos de jóvenes y padres con hijos menores en países como España o Grecia, o aumentos muy modestos en sus ingresos en Reino Unido o Italia (figura 4).
Por otro lado, existen indicios de que las principales reformas en los sistemas de pensiones aprobadas en Europa desde 2008 no han reducido significativamente en el corto plazo la cobertura de estas prestaciones o el valor de la pensión mediana. De ahí que los ingresos de los mayores de 64 años no hayan descendido sustancialmente desde 2008. Es más, en al menos ocho grandes economías europeas y en el conjunto de la Unión Europa, los ingresos medianos de la población de 64 o más años han aumentado más que los ingresos de los jóvenes y los de la población en edad de tener hijos menores en casa (figura 4).

4. Conclusiones


El principio de igualdad en derechos y oportunidades, ampliamente compartido en las sociedades occidentales, dice que los grandes grupos de población económicamente dependiente deben disfrutar de niveles equivalentes de protección económica y social. Pocos ciudadanos cuestionarían la presunción de que niños, jóvenes y jubilados son dependientes económicos y por tanto merecedores de apoyo a su seguridad económica. Sin embargo, este estudio muestra que desde 2008 las sociedades europeas no están distribuyendo riesgos económicos de modo coherente con el principio de equidad intergeneracional.
El análisis realizado conduce a tres grandes conclusiones. La primera, que en la actualidad y en la mayoría de los países europeos, la probabilidad de tener un poder de compra que impide una participación plena en la sociedad es mayor entre niños y jóvenes que entre jubilados. El grado de infraprotección de menores y jóvenes es especialmente acusado en los Países Bajos, España y Francia. La segunda es que al adoptar una perspectiva longitudinal se comprueba que la infraprotección de menores y jóvenes ha ido creciendo a lo largo de la última década. En otras palabras, en Europa la pobreza relativa de menores y mayores de 64 está divergiendo. Esta divergencia ya era apreciable en 2005, pero se ha acelerado desde el inicio de la crisis económica global en 2008. Y tercera, una exploración de las tasas de pobreza por grupos de edad indica que la divergencia mencionada emana de tendencias opuestas según el grupo de edad. Desde 2005 la pobreza infantil y juvenil ha aumentado en varios países, mientras que la pobreza de los mayores de 64 muestra la tendencia opuesta pues ha disminuido en la mayoría de los países.
Los resultados de este estudio estrictamente descriptivo tienen claras implicaciones colectivas: las sociedades europeas deberían prestar más atención al problema de la pobreza infantil y juvenil. Si bien desde 2008 han surgido voces y se han hecho esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los adultos jóvenes, todavía existe poca concienciación en los países europeos sobre el aumento de la pobreza en el grupo especialmente vulnerable que representa la infancia. Es un deber colectivo resaltar que el aumento de la pobreza infantil y juvenil en Europa perjudica gravemente las oportunidades vitales y la calidad del capital humano de las generaciones futuras. Asimismo, si (y solo si) la divergencia en tasas de pobreza por grupos de edad se dilata en el tiempo, la inequidad intergeneracional podría convertirse en un nuevo problema estructural en las sociedades europeas.
Juan J. Fernández, profesor asociado, departamento de Ciencias Sociales, Universidad Carlos III de Madrid.

5. Referencias


Brady, D. (2004): «Reconsidering the divergence between elderly, child, and overall poverty», Research on Aging, 26.
Esping-Andersen, G. (1999): The social foundations of post-industrial economies, Oxford: Oxford University Press.
Eurostat (2016a): «People at risk of poverty or social exclusion by age and sex», Eurostat.
Eurostat (2016b): «Mean and median income by household type – EU-SILC survey», Eurostat.
Myles, J. (2002): «A new social contract for the elderly?», en G. Esping-Andersen (ed.): Why we need a new welfare state, Oxford: Oxford University Press.
Preston, S. (1984): «Children and the elderly: divergent paths for America’s dependents», Demography, 21.
Requena, M., L. Salazar y J. Radl (2013): Estratificación social, Madrid: McGraw-Hill.

Diversidad corporal y de género en la Infancia, Boletín OIA

título

Boletín nº 78.








En los últimos años, las expresiones de género en la infancia que difieren de las expectativas sociales han adquirido una visibilidad creciente, forman parte de la vida social española, siendo cada vez más explícita su difusión a través de los medios de comunicación. A ello han contribuido las familias que educan a sus hijos e hijas respetando su expresión fluida de género y la emergencia de un movimiento asociativo de madres y padres que realizan una continua labor de denuncia ante la situación de discriminación y de desamparo que sufren sus hijas e hijos en el ámbito administrativo, escolar, sanitario y social.

Sin embargo, existe un gran desconocimiento sobre el reconocimiento y respeto que se hace sobre los cuerpos de menores intersex, que tienen características sexuales que no encajan en las normas médicas o sociales para los cuerpos femeninos o masculinos, y que son sometidos a cirugías en sus órganos genitales y otros tratamientos médicos no consentidos en los primeros años de vida, derivando en problemas físicos y de identidad. Esta intervenciones quirúrgicas, innecesarias y traumatizantes, violan sus derechos y están basadas únicamente en estereotipos sobre el aspecto que debe tener un niño o una niña. 

A pesar de que los Principios de Yogyakarta, en la aplicación de la legislación de derechos humanos para la orientación sexual e identidad, específicamente el Principio 18B, exige “medidas para asegurar que el cuerpo de ningún menor, sea alterado irreversiblemente mediante procedimientos médicos, en un intento de imponer una identidad de género …” y el Comité de los Derechos del Niño de la ONU y el Consejo de Europa para los Derechos Humanos han pedido acabar con las cirugías no necesarias a menores intersex al considerar que pueden tener consecuencias negativas de por vida como la esterilización o la pérdida de sensación sexual, este tipo de intervenciones se siguen realizando en muchos países, también en España.

Además, la diversidad de género en la infancia no siempre corresponde a patrones binarios fruto de una socialización en dos géneros contrapuestos (masculino/femenino). En una sociedad como la actual, que no sólo borra las posibilidades fuera del sistema binario sino que impone una construcción sociocultural del género a partir del sexo asignado al nacer, existe una infancia que excede las definiciones tradicionales de lo que es apropiado, común o normal, y que evidencia cómo la identidad de género, más que una construcción estática y binaria, es un abanico de posibilidades. En este sentido, varios de los estudios consultados plantean la necesidad de otorgar a la infancia la oportunidad de desarrollarse mediante modelos más flexibles de género.


Principio Yogyakarta nº 18
Protección contra abusos médicos 
Ninguna persona será obligada a someterse a ninguna forma de tratamiento, procedimiento o exámenes médicos o psicológicos, ni a permanecer confinada en un centro médico, en base a su orientación sexual o identidad de género. Con independencia de cualquier clasificación que afirme lo contrario, la orientación sexual y la identidad de género de una persona no son, en sí mismas, condiciones médicas y no deberán ser tratadas, curadas o suprimidas.
Los Estados:
A.     Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar la plena protección contra prácticas médicas dañinas basadas en la orientación sexual o la identidad de género, incluso en estereotipos, ya sea derivados de la cultura o de otra fuente, en cuanto a la conducta, la apariencia física o las que se perciben como normas en cuanto al género;
B.      Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar que el cuerpo de ningún niño o niña sea alterado irreversiblemente por medio de procedimientos médicos que persigan imponer una identidad de género sin el consentimiento pleno, libre e informado de ese niño o niña de acuerdo a su edad y madurez y guiado por el principio de que en todas las acciones concernientes a niñas y niños se tendrá como principal consideración el interés superior de las niñas y los niños;
C.     Establecerán mecanismos de protección infantil encaminados a que ningún niño o niña corra el riesgo de sufrir abusos médicos o sea sometido/a a ellos;
D.     Garantizarán la protección de las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género contra procedimientos o estudios médicos carentes de ética o no consentidos, incluidos los relacionados con vacunas, tratamientos o microbicidas para el VIH/SIDA u otras enfermedades;
E.      Revisarán y enmendarán todas las disposiciones o programas de financiamiento para la salud, incluyendo aquellos con carácter de cooperación al desarrollo, que promuevan, faciliten o de alguna otra manera hagan posibles dichos abusos;

F.      Velarán por que cualquier tratamiento o consejería de índole médica o psicológica no considere, explícita o implícitamente, la orientación sexual y la identidad de género como condiciones médicas que han de ser tratadas, curadas o suprimidas

9 claves para desarrollar una estrategia de participación infantil.





Eurochild, la red europea de organizaciones de infancia que aboga por situar los derechos y el bienestar de la infancia en el corazón de las políticas públicas, acaba de situar definitivamente a los niños y jóvenes en el centro de su propia estrategia de actuación.
Con la adopción de una nueva estrategia de participación infantil en cuya elaboración, por primera vez, han podido intervenir los protagonistas, la organización busca implicar a los niños, niñas y adolescentes en cuatro dimensiones diferentes: incidencia política y social, planificación estratégica, planificación de eventos y apoyo de iniciativas impulsadas por niños y jóvenes.
Requisitos
El documento señala los pasos a seguir para lograr que la participación infantil sea efectiva. El objetivo es desarrollar una estrategia flexible capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes tanto al interior de la organización como en el entorno europeo. 
Para ello, Eurochild contempla nueve requisitos básicos que la estrategia debe cumplir:
Transparente e informativa

Los niños deben recibir tanta información como sea posible para que, si deciden involucrarse en un proceso de toma de decisiones, sepan en qué se están metiendo.

Voluntaria
Los niños deben tener siempre el derecho a no participar y a quedarse fuera del proceso.

Respetuosa

Todos los participantes, adultos y niños, deben respetarse mutuamente y aceptar las ideas de otras personas.

Pertinente

Los niños deben participar en las decisiones que son pertinentes para ellos.

Adecuada

Todo debe ser diseñado de una manera que permita a los niños contribuir.

Inclusiva

Todos los niños y niñas deben recibir el mismo trato y se les da la oportunidad de participar.

Que incluya formación

El personal adulto al servicio de la organización debe ofrecer capacitación a los niños y jóvenes involucrados.

Segura

En ningún caso se expondrá a los niños a situaciones que los hagan vulnerables.

Responsable

Los adultos cumplirán sus promesas y los niños tendrán la posibilidad de hacerles saber si algo no funciona.

Además, una estrategia de participación infantil debe ser flexible y capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes, tanto al interior de la organización como en Europa. Según apunta la red europea de organizaciones de infancia, la estrategia es a la vez un plan para el futuro y un compromiso para el presente que se irá implementando en distintos niveles.
Estructura de participación
En el ámbito local, la organización fomentará que niños y niñas de distintas edades y orígenes compartan sus ideas y opiniones sobre diferentes cuestiones. Sus voces serán elevadas a los Foros Nacionales que Eurochild planea implantar por toda Europa.
Los Foros Nacionales, integrados por niños y adolescentes de entre 10 y 18 años elegidos por sus compañeros en sus respectivos países, tendrán el cometido de llevar las intervenciones infantiles emitidas en los órganos locales hasta el Consejo Infantil de Eurochild. Los tres primeros Consejos Nacionales serán desarrollados este mismo año en Bulgaria, Estonia y Malta. La experiencia piloto en estos tres países servirá como guía para implantar los consejos en los demás estados europeos.
En el Consejo Infantil de Eurochild se hará especial hincapié en las tareas de incidencia y planificación estratégica y de eventos de la organización. Los Foros Nacionales elegirán un niño o niña que los represente a nivel europeo en el Consejo Infantil por un periodo de dos años.
Las organizaciones que forman parte de Eurochild y las personas que trabajan en ellas, los siete miembros del Consejo de Administración y el personal que trabaja en la Secretaría ubicada en Bruselas conforman el cuarto y último nivel de la estructura de participación infantil.
¡C

La infancia, el eslabón débil, y de los Presupuestos del Estado 2017, también...

respecto a los compromisos del acuerdo de investidura entre PP y Ciudadanos.

Pau Marí-Klose.



La creciente situación de pobreza infantil hace que la partida de becas comedor o llegue para todas las familias necesitadas. / Edu Bayer
La creciente situación de pobreza infantil hace que la partida de becas comedor
o llegue para todas las familias necesitadas. / Edu Bayern
Hablar de infancia está de moda. También en el discurso político. Es políticamente cool comprometerse a ayudar a los niños desfavorecidos, reclamar que se construyan escuelas infantiles, o mostrar una firme determinación a ampliar los presupuestos en educación porque, ya sabemos, nos estamos jugando el futuro y tal. Gusta citar estudios anglosajones que avalan los efectos beneficiosos de las intervenciones públicas que se realizan en la etapa infantil para corregir desventajas sociales que violan la igualdad de oportunidades en la vida. Acredita que se lee inglés, se está al corriente de lo que se debate en el mundo, y uno se adhiere a la política basada en evidencias, no como otros… Hablar de infancia es, para quienes se comportan de este modo, lo que el sociólogo Pierre Bourdieu llamaba una estrategia para exhibir "distinción".
Pero me temo que las modas dan poco más de sí. Hace dos años escribí un  artículo en Agenda Pública en que mostraba –apoyándome fundamentalmente en fuentes secundarias– cómo los programas destinados a la infancia habían sido grandes paganos de las políticas de consolidación presupuestaria. Durante la crisis, las partidas que las Administraciones Públicas gastaban en infancia habían perdido peso relativo en el conjunto del gasto social que realizaban tanto las Comunidades Autónomas como el Estado Central. Eso no ha ocurrido con todos los programas sociales, ni con la misma intensidad.
Hace dos semanas se dio a conocer el acuerdo entre PP y Ciudadanos sobre los presupuestos de 2017. La  prensa y los propios  negociadores desgranaron partidas sociales que se incrementarán, hasta llegar a 2.000 millones adicionales
 Albert Rivera lo ha calificado como un "giro social y económico" que, gracias a Ciudadanos, pone fin a la austeridad. Luis Garicano se refiere al acuerdo como el hito que hará posible que el crecimiento llegue a todo el mundo. Loables propósitos, que parecen ignorar interesadamente que el PP había anunciado ya antes de las elecciones del 20 de diciembre de 2015 que iba a incrementar el gasto social en (precisamente) 2.000 millones. Lo terminaron llamando la Ruta Social.
En el relato que realizan los representantes de Ciudadanos aparecen algunas lagunas y muchos puntos oscuros. El primero y fundamental es qué ha ocurrido con el Pacto firmado con el PP hace solo siete meses, los llamados 150 compromisos para mejorar España
 En ese Pacto aparecía una clarificadora tabla en el Anexo, donde se desgranaban con detalle dotaciones presupuestarias para distintos programas de gasto, acompañadas de los ingresos que permitirían financiarlas. Se trataba de un ejercicio de transparencia encomiable, que facilita la rendición de cuentas.
Y la rendición de cuentas en el proyecto de presupuesto de 2017 arroja un resultado que, en el terreno social, resulta devastador. La partida que se acerca más a la anunciada en agosto es la que corresponde a los recursos destinados a políticas de activación. En el acuerdo de investidura se anunciaba un Programa de Activación para el Empleo (PAE PLUS) de 500 millones, y en los presupuestos hay un incremento de 284 millones dedicados a Fomento de Empleo. De este incremento, buena parte se va a convertir en reducción de cotizaciones a bonificaciones a la contratación (a pesar de la evidencia, muy abundante, de que sirven de bien poco). Las partidas de créditos destinados a orientación profesional y agencias de colocación experimentan un incremento de 65 millones para potenciar la atención personalizada a desempleados de larga duración. También, 66 millones adicionales van destinados a créditos para actuaciones de carácter formativo.
Hasta ahí existe alguna correspondencia entre lo suscrito en agosto y las dotaciones presupuestarias, y empiezan grandes desajustes. El Complemento Salarial Garantizado, al que asignaron 1.300 millones en agosto –7.000 originariamente en el programa electoral de Ciudadanos–, se queda en 500 millones.
Más demoledora si cabe es la rebaja sustancial de las partidas dedicadas a infancia respecto a los compromisos adquiridos en el acuerdo de investidura. Todos los capítulos (y son varios) que en el acuerdo comprometían gasto adicional para niños o familias con niños experimentan recortes mayúsculos. La partida extra destinada a luchar contra la pobreza infantil (lo que en el acuerdo se llamaba Plan Infancia) pasa de 1.000 a 340 millones, una rebaja del 65%. En esos 340 millones ahora comprometidos se incluye un programa de "ayuda alimentaria a los desfavorecidos y lucha contra la pobreza infantil" de 102 millones (programa FEAD) y 140 millones para un programa de reasentamiento y reubicación de refugiados.

Como denuncia Save the Children, solo 100 millones están destinados explícitamente a la lucha contra la pobreza infantil. Esos 100 millones sólo suponen un aumento de 25 millones  dirigidos a la pobreza infantil respecto a la prórroga de los PGE 2016.

La nueva partida asignada a permisos parentales pasa de 400 a 230 (lo que supone un descenso del 44% respecto a lo anunciado). El gasto en libros de texto gratuitos anunciado en agosto en 350 millones de euros se queda en 50 millones (-85%), de los que 25 son adicionales a los existentes. El plan de refuerzo educativo ( Plan Prefe en agosto) tiene asignados 30 millones, en lugar de los 60 comprometidos en el acuerdo de investidura (-50%).  En el nuevo acuerdo ya no se menciona la inversión en Educación de 0-3 años, que en agosto se cifraba en 300 millones, y constituía una de las iniciativas estrella del programa educativo de Ciudadanos.
En total, el proyecto de presupuestos destina a familias/niños –siendo generosos y admitiendo que en este capítulo caben las partidas que van a refugiados o programas alimentarios– 1.400 millones menos que los que se firmaron hace apenas siete meses. Nada invita a pensar que las necesidades que detectaron entonces y motivaron las propuestas (altas tasas de pobreza infantil, niveles bajos de escolarización 0-3 en familias desfavorecidas, infradotación de programas de refuerzo educativo que habían acreditado impactos positivos, permisos parentales demasiado cortos) hayan remitido, y las partidas ya resulten superfluas.

Es de lamentar, pues, el reajuste de las prioridades presupuestarias de Ciudadanos, e irritante el triunfalismo con que se anuncian. Ciudadanos contaba con un buen programa en lo que se refiere a atención a infancia, y en diversas declaraciones públicas sus dirigentes parecían haber comprendido la importancia de los compromisos en este campo. Así lo evidenciaron suscribiendo un acuerdo en febrero de 2016 con el PSOE de Pedro Sánchez en que unos y otros parecían coincidir en otorgar un peso relativo elevado a la inversión en familia e infancia (a través del Ingreso Mínimo Vital, la extensión de los permisos parentales o la expansión de la escuela infantil).
Los negociadores de Ciudadanos continuaron apostando por la infancia en el acuerdo de investidura con el PP de agosto de 2016, aunque rebajaran sustancialmente las ambiciones. Su débil posición negociadora podía justificar en parte esa escasa determinación a defender sus postulados programáticos originales. De ahí, el jarro de agua fría que supone el acuerdo presupuestario firmado ahora.

Mucho se ha dicho sobre la importancia de la inversión en familia e infancia. Quizás es innecesario abundar en ello. Sobran argumentos, sobran  evidencias a favor, sobran declaraciones solemnes y compromisos programáticos. En lo que parece necesario poner el foco es en la vulnerabilidad de las demandas a favor de la infancia. Cuando entran a competir con otras demandas y reivindicaciones para obtener asignaciones presupuestarias, tienen todas las de perder. Los políticos parecen convencidos de que basta exhibir preocupación y sensibilidad por el tema (bueno, el PP generalmente ni siquiera eso). Consideran que, o bien no es gasto tan prioritario, o bien sus bases de apoyo no les van a recompensar por este tipo de compromisos ni castigar si no cumplen sus promesas.

El reto que tenemos quienes creemos que la infancia no debe ser el eslabón débil de cualquier proceso de negociación presupuestaria es, pues, doble. Debemos insistir en la importancia de la inversión en infancia, brindando de la manera más efectiva argumentos y evidencias. Pero es necesario ir más allá. Hay que construir coaliciones de apoyo amplias hacia esas políticas, que se muestren dispuestas a reprobar y castigar a políticos que se sientan tentados a relegar las políticas de infancia en sus compromisos presupuestarios.
Al mismo vagón pueden subirse izquierdistas y progresistas de todo pelaje preocupados por la justicia social y la cohesión, liberales contrarios al privilegio y partidarios de la igualdad real de oportunidades, feministas comprometidas en hacer real la conciliación de vida laboral, familiar y personal, incluso conservadores que ven amenazada la estabilidad social a causa de la generalización de problemas sociales que germinan en la infancia y la adolescencia. La causa lo merece, y lo necesita.