El debate europeo sobre la calidad de la Educación Infantil, Libro del MEFP.
“Educación inclusiva en la primera infancia”.
A pesar de las ventajas conocidas y la apuesta de los sistemas educativos de muchos países por potenciar la inclusión, en las edades más tempranas, las comprendidas entre los 0 y los 6 años, no es una práctica tan generalizada.
Ante el nacimiento de un hijo con discapacidad, las familias se ven envueltas en un sistema sanitario que dista mucho del modelo educativo inclusivo. El modelo médico que sigue imperando en muchos países incita a las familias a buscar muchas horas de terapia y tratamientos rehabilitadores que difícilmente se pueden compaginar con la asistencia a un centro educativo.
Al mismo tiempo, los centros educativos de la primera infancia no suelen tener los apoyos necesarios para dar respuesta al alumnado con necesidades especiales respecto a las que los docentes no se sienten capacitados para atender de manera óptima.
Es por ello que, en muchas ocasiones, lejos de pensar en ofrecer las intervenciones necesarias a los niños en el centro educativo, las familias se ven obligadas a renunciar a la escolarización en estas etapas para que sus hijos reciban los tratamientos adecuados en centros especializados.
En contra de esa realidad, las prácticas basadas en la evidencia promulgan que el mejor tratamiento para los niños son las estrategias de intervención que se ofrecen dentro de sus actividades diarias, en la casa o el centro educativo. Ese cambio de enfoque supone que un momento como el del almuerzo sea el espacio idóneo para potenciar el desarrollo motor y de la deglución, o que el momento del juego al aire libre sea un espacio en el que trabajar la motricidad, el equilibrio, las relaciones sociales o la adaptación a los estímulos, etc.
Parece una paradoja hablar de inclusión y que los niños con discapacidad pasen horas en terapias individualizadas fuera del aula. Necesitamos un cambio de creencias en el que el aula de educación infantil sea el espacio idóneo para el aprendizaje de todos los niños, tengan o no necesidades educativas especiales.
Al hablar de educación inclusiva no podemos conformarnos sólo con el número de niños con discapacidad que están matriculados en las aulas, se requiere que los niños convivan en el mismo espacio durante la jornada escolar, ofreciendo igualdad de oportunidades para la participación, lo cual les permita aprender en igualdad de condiciones.
Los niños necesitan tener parte activa en el aprendizaje y para ello es necesario que las aulas tengan a los profesionales con la formación y el tiempo para ofrecer lo mejor a cada niño.
A modo de ejemplo, en España nos encontramos con una normativa que establece que un docente debe atender a 20 niños de 2 a 3 años. Las ratios actuales en muchos países, no permiten la educación inclusiva de la que estamos hablando. Es por ello que, ante la angustia de muchos docentes por no poder dar respuesta a los niños con discapacidad, incitan a las familias a buscar cada vez más terapias externas y tratamientos individualizados que privan al niño de convivir con sus iguales.
Si bien hace décadas que se viene hablando de estos conceptos y sus limitaciones, no siempre se ha realizado un proceso de implementación eficaz de prácticas recomendadas basadas en la evidencia, y eso hace complejo que sea una realidad en todos los países.
Los sistemas educativos deben diseñar planes de implementación de prácticas inclusivas en la primera infancia, contando con la participación de docentes, directivos, políticos, familias y otros agentes implicados como el ámbito sanitario.
Es necesario contar con una infraestructura personal y también económica. La formación de los profesionales requiere de un acompañamiento directo y del manejo de situaciones reales en las que ofrecer oportunidades para comprobar in situ las ventajas de la inclusión en las primeras etapas. Los profesores deben comprender que la inclusión no es sinónimo de que todos los niños tengan que hacer lo mismo y si no, mejor que estén fuera en terapias.
La inclusión supone reconocer al otro en igualdad de condiciones
y darle la oportunidad de participar según sus posibilidades.
*Margarita Cañadas, directora del Centro de Educación Infantil y Atención Temprana L´ Alquería de la Universidad Católica de Valencia de España.
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Hábitos, actividades y riesgos en las TIC. Informe OIA 2020
Las organizaciones sociales demandan una respuesta urgente en la Cañada Real ante la vulneración de derechos.
El impacto de las pantallas en la vida familiar: los adolescentes. Curso 2019-2020.
Observaciones: Estudio realizado por empantallados.com y GAD3, con el apoyo de "Por un uso Love de la tecnología" y la Comisión Europea, para el que se realizaron entrevistas online a una muestra representativa de padres y madres con hijos menores de 18 años, en España y focus groups con padres y adolescentes.
Resumen:
“Una Barcelona más verde y más saludable para todos”, entrevista a Janet Sanz.
1- ¿Qué medidas está tomando ahora mismo Barcelona para ser una ciudad más próxima, saludable, sostenible, segura y humana?
Estamos avanzando hacia este nuevo modelo de ciudad desplegando muchas actuaciones de transformación del espacio público para que esté más lleno de vida y haya menos contaminación. Queremos que Barcelona sea una ciudad saludable para todos. Tenemos padres y madres exigiendo actuaciones contundentes para garantizar la salud de sus hijos e hijas, las personas mayores piden poder disfrutar de la ciudad sin riesgo para su salud y con un aire más limpio, y los vecinos y vecinas reclaman calles donde se pueda pasear, ir en bicicleta, jugar y vivir el día a día. Uno de los proyectos clave para garantizar todo esto es el de la Superilla Barcelona.
2- ¿Cuál es la inversión económica que el Ajuntament de Barcelona destinará a este gran proyecto? ¿Por qué ahora es una prioridad ante otras necesidades de ciudad?
Es prioritario dar respuesta a todas estas necesidades, y tenemos que hacerlo con una mirada a largo plazo. Por eso, con la Superilla Barcelona queremos transformar toda la trama Cerdà, y principalmente l’Eixample, durante diez años. El objetivo es crear 21 ejes verdes que prioricen el ir a pie y la movilidad sostenible, y 21 plazas donde se pueda jugar y hacer actividades. En noviembre lanzamos ya un concurso público para transformar las cuatro primeras calles (Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell) y cuatro plazas (los cruces de estas calles y Consell de Cent con Enric Granados). Hemos recibido un total de 86 propuestas que actualmente estamos analizando, y destinaremos 37,8 millones de euros a estas primeras transformaciones con la previsión de comenzar las obras el primer trimestre de 2022.
3- Tenéis una buena experiencia con las Superilles de Poblenou, Sant Antoni y Horta. ¿Cuáles serán las próximas? ¿Habrá una en cada barrio?
La experiencia es muy y muy positiva. La superilla de Sant Antoni, por ejemplo, todo el mundo la tiene en la cabeza. Ha sido un gran éxito, la gente se la ha hecho suya y la utiliza cotidianamente y el comercio de proximidad ha salido beneficiado. Por eso queremos extender este modelo a toda l’Eixample. Pero no nos quedaremos aquí. Queremos actuar en otros barrios de la ciudad donde el propio vecindario nos pide pacificaciones, como por ejemplo en Sarrià-Sant Gervasi, o en Horta, donde acabaremos de mejorar la superilla que desplegamos en el mandato pasado.
4- ¿Qué pasos se siguen antes de crear una Superilla? ¿Quién participa en la toma de decisiones?
La participación es fundamental. Es una cosa que hemos ido aprendiendo y mejorando des que empezamos a implementar la superilla de Poblenou. Intervenciones de este tipo es imprescindible que las hagamos de la mano de los vecinos y vecinas del entorno, de los comerciantes y de la gente que hace vida en la zona. Ahora, la Superilla Barcelona la construiremos desde el diálogo con todos. Hace pocos días constituimos el consejo asesor formado por 18 profesionales de muchos ámbitos diferentes que harán aportaciones a los proyectos y nos ayudarán a hacer su seguimiento. Y también haremos un proceso participativo para poder escuchar todas las voces posibles.
5- En Barcelona hace falta más verde y espacios exteriores donde reunirse y jugar, sobre todo en el centro. ¿Qué características tendrán estos 21 ejes verdes y 21 plazas de barrio?
Lo que pretendemos es que todos los ciudadanos y ciudadanas de L’Eixample dispongan de una plaza o un eje verde a un máximo de 200 metros de su casa. En los cruces de los nuevos ejes verdes también habrá nuevas plazas de barrio que aprovecharán los chaflanes característicos de la trama Cerdà para ganar unos 2.000 m2 cada una, el equivalente a una plaza de Gràcia. Pasaremos de espacios asfaltados, dedicados hoy en día casi únicamente al tráfico, a zonas de estancia amables donde el verde, el juego, los pavimentos permeables y otros usos tendrán un papel principal.
6- Y en todo esto, qué soluciones se dará al tráfico y/o plazas de parking?
Hay que tener presente que con los ejes verdes no se prohíbe la circulación, aunque ésta se modifica para conseguir que el tráfico sea local y pacificado, y circule a velocidades reducidas. Lo que se busca es eliminar el tráfico de paso, pero cualquier persona que necesite llegar hasta un punto concreto con un vehículo tiene garantizado el acceso. En este sentido, también las personas que tengan que acceder a un parking fuera de calzada (privado, de rotación …) podrán hacerlo sin problemas.
7- ¿Cómo tiene que ser la calle del siglo XXI en Barcelona? ¿Podríamos decir que Barcelona está poniendo en el centro a las familias, sus intereses y necesidades?
Sí, claramente. Los ejes verdes que haremos se basarán en un modelo de calle del siglo XXI que saldrá del concurso que tenemos en marcha y que tendrá a las personas como protagonistas. Se priorizará el derecho al espacio público y la proximidad, con espacios de paseo y de estancia que faciliten el juego infantil y espontáneo. Un mínimo del 20% de la superficie no estará pavimentada, y de ésta, a la mitad habrá árboles y plantas. Además, se utilizarán materiales y mobiliario urbano sostenibles, accesibles y con bajo impacto ambiental.
8- Este 2021 se continuará con la implementación del proyecto Protegim les Escoles. Un total de 92 equipamientos dispondrán de un espacio urbano pacificado con un aire de mayor calidad, más espacios de encuentro y menos accidentalidad y ruido. ¿Como se han elijido estos centros? ¿Están representados todos los distritos?
Este es un proyecto de ciudad importantísimo que nos hemos puesto como objetivo prioritario. Debemos proteger a nuestros niños y niñas y las escuelas, el lugar donde pasan buena parte del día. Los entornos educativos deben ser seguros y saludables, con más espacios de encuentro y menos accidentalidad y ruido. Entre el año pasado y este habremos pacificado los espacios de entrada y salida de 92 escuelas, y tendremos señalizado de forma visible y clara los entornos de todos los centros educativos de la ciudad para que los conductores reduzcan la velocidad en acceder. Todo esto lo hacemos con la comunidad educativa, no puede ser de otra manera. Diseñamos los proyectos juntos, con sesiones participativas que nos sirven para identificar bien las necesidades propias de cada centro. Y la selección y priorización de las escuelas se hace de manera coordinada y con la participación de las áreas del Ajuntament implicadas y de la propia comunidad educativa.
9- Con los entornos pacificados se ha ganado terreno al asfalto. Los peatones tienen más espacio para circular y guardar distancias, más bancos, verde y los alumnos y niños y niñas del barrio más espacio de recreo. ¿Cuál ha sido la respuesta? ¿Todos ellos han podido participar de la toma de decisiones?
Las actuaciones que ya están en funcionamiento han tenido una muy buena acogida por parte de las comunidades educativas. Se han convertido en una extensión de la escuela en el espacio público, y permiten organizar mejor las entradas y salidas y mantener la distancia de seguridad entre alumnos en la actual situación de pandemia. Además, los vecinos y vecinas hacen uso de las zonas ganadas.
10- ¿Qué tipo de espacio de juego se ha propuesto? ¿Fomenta el ejercicio físico?
Hacemos actuaciones para pacificar el tráfico, mejorar el espacio y hacerlo más visible, y esto se consigue a partir de intervenciones tanto estructurales como tácticas, que se combinan y se adaptan a cada caso. La entrada al espacio pacificado se pinta de color naranja y con el logotipo específico, y los puntos de acceso y salida de los centros se crean unos espacios plaza con una superficie no inferior a una circunferencia de 10 metros de diámetro donde se pone mobiliario urbano que invita a pasear con tranquilidad y hacer actividades. Para reducir el tráfico, se disminuye el espacio destinado a los vehículos suprimiendo carriles de circulación y plazas de aparcamiento. También se reduce la velocidad máxima permitida a 30Km / h -preferiblemente a 20km / h-, se coloca señalización vertical y horizontal y radares, se adapta la semaforización, se mejora el alumbrado y se colocan elementos de seguridad como barandillas y pilones.
11- Con este proyecto se ha notado ya descenso en la siniestralidad / accidentes de tráfico en los alrededores de las escuelas?
Las actuaciones que contaba antes ayudan a disminuir la velocidad al paso por los espacios pacificados y, por tanto, contribuyen a evitar los accidentes de tráfico. No hemos registrado hasta ahora ningún siniestro en los entornos escolares donde hemos actuado.
12- En estos meses de pandemia y restricciones hemos visto como la ciudadanía recuperaba espacios que tradicionalmente se habían vuelto puntos puramente turísticos como Montjuïc, las Ramblas, Gótico, etc. ¿Desde el Área de Urbanismo, Movilidad y Ecología Urbana está pensando de hacer algún tipo de acción?
La pandemia está siendo muy dura en todas sus vertientes, pero nos dejó unas imágenes bonitas y que hacía muchos años que no se veían: los niños haciéndose suyo el espacio público del Gótico. Estas imágenes demuestran que es posible recuperar Ciutat Vella para la ciudadanía, y como Gobierno municipal tenemos que trabajar en las medidas necesarias para conseguirlo. De hecho, es un trabajo que ya iniciamos en el mandato anterior con actuaciones como, por ejemplo, los patios de las escuelas Sant Felip Neri y Àngels Baixeres. En ambos casos se cierra un espacio público durante la hora del patio para que tenga uso exclusivo para la escuela. Y esta es la línea que debemos seguir.
En paralelo, a principios de 2020 iniciamos el programa Obrim Carrers para recuperar espacios de Barcelona para la ciudadanía. El objetivo era sacar espacio al coche un fin de semana al mes para darlos a los vecinos y las vecinas, potenciando las actividades, el ocio, el encuentro y el paseo en ámbitos como Gran de Gràcia, Via Laietana, Creu Coberta o la calle Aragó. Con la pandemia todo quedó interrumpido, pero el confinamiento nos mostró la necesidad de potenciar aún más este tipo de políticas y desde mayo hasta finales de junio todos los fines de semana se habilitaron 7 grandes ámbitos de la ciudad para el paseo, las actividades de ocio y la práctica deportiva, y para facilitar la reanudación del uso del espacio público cumpliendo los requisitos sanitarios. Entre ellos se incluyó la montaña de Montjuïc o la avenida Litoral, espacios que fueron ampliamente utilizados. Desde el mes de octubre se ha vuelto a implantar Obrim Carrers, cortando el tráfico en Gran de Gràcia y a Creu Coberta todos los fines de semana y la voluntad es seguir trabajando en este tipo de acciones en un momento en que el espacio público se está demostrando más necesario que nunca.
*fotos cedidas por Ajuntament de Barcelona
Hablemos de cuidados tras un año de pandemia… Conversatorios online “de balcón a balcón”.
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Adolescente española que lleva a la ONU sus soluciones para la educación en África.
En declaraciones a Efe, la joven explica que la idea de la película surgió de un viaje a Marruecos que hizo con su instituto.
"Me chocó muchísimo el hecho de que siga habiendo pueblos y lugares en los que la educación y los niños sigan sufriendo tanto a diario", apunta Borrell.
A su regreso a España, la estudiante estaba decidida a hacer algo y ese algo terminó por ser un documental, para el que viajó durante sus vacaciones de verano a Mozambique con el fin de conocer de primera mano la situación en escuelas rurales de ese país, uno de los más pobres del mundo.
Allí, recuerda, una de las cosas que más le llamó la atención fue la "cantidad de niños escolarizados pero sin saber realmente dónde van o por qué van al colegio", la ausencia de una educación que pueda tener un futuro y el caso de adolescentes de su edad que habían sido violadas o maltratadas por sus profesores.
Después, pasó casi dos años entrevistando a personalidades del ámbito de la educación, todo con la idea de buscar soluciones a los problemas educativos que se dan en muchas zonas de África.
Su conclusión es que hacen falta cambios en varias áreas importantes, empezando por la necesidad de formar a los profesores para que sean capaces de ayudar a los niños y prepararlos realmente para sus vidas.
Borrell también ve fundamental tener en cuenta los contenidos que se enseñan y que se adapten a la realidad social, atajar la corrupción en el ámbito de las ayudas internacionales para la enseñanza y que se creen organismos que hagan que se cumplan estos objetivos.
Además, insiste en que es clave "ayudar en lugar de imponer", pues reconoce que a veces es difícil tratar de colaborar desde fuera sin imponer la cultura de uno mismo.
"Creo que lo más importante es aprender a escuchar a toda esta gente, porque nadie puede cambiar mejor su zona que ellos mismos", opina. EFE
2021: nuevos desafíos para la infancia, Ciudades Amigas de la Infancia.
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