Catarina Vilanova y Verónica Bagnoli
Los debates en torno a las desigualdades y el territorio suelen consensuar en que en las ciudades contemporáneas el acceso a servicios y derechos humanos básicos es más generalizado y de mejor calidad que en los espacios rurales. Sin embargo, estudios recientes indican que, cuando se trata de abordar de modo complejo las desigualdades, es preciso enfocar en las ciudades.[1] Equidad para la infancia recupera esta misión y pretende aportar a que el fenómeno de la desigualdad urbana sea problematizado en un sentido complejo y multidimensional. Pero además, sostiene que debe ser especialmente considerado a la luz de sus efectos sobre la población más joven de las ciudades, es decir, las niñas, niños y adolescentes.[2] Tres de cada cuatro niños/as latinoamericanos/as crecen en zonas urbanas, y el 30% de ellos/as viven en hogares de alta marginación.[3] La gran mayoría de ellos/as vivirán en ciudades con enormes desigualdades sociales, con un medio ambiente deteriorado y con un aumento de asentamientos irregulares; y aunque la mayoría de las ciudades de la región dispone de la infraestructura necesaria para garantizar el bienestar y el desarrollo integral de la infancia, estas ventajas urbanas no están disponibles para todos/as. La perspectiva que quiere enfatizarse se sustenta en la convicción de que las vidas de las personas se moldean y modifican profundamente según el lugar en donde nacen, crecen, se educan y se socializan. En este sentido se sostiene, por un lado, que los efectos de las ciudades en las personas comienzan a advertirse desde los primeros años de vida. Por otro lado, mientras la ciudad es en términos geopolíticos una sola, suele albergar en sí misma muchas ciudades. Es decir, las ciudades están fragmentadas y las condiciones de vida en sus distintos barrios, o comunas, puede ser verdaderamente diferente. Accesos muy variados a los derechos de educación, recreación, saneamiento, trabajo, circulación, etc.[4], implican diferentes posibilidades de experimentar y participar en la ciudad. En suma, la complejidad de desigualdades en el seno de una misma ciudad puede ser muy grande, y es preciso conocerla para poder incidir en ella de forma efectiva. La perspectiva de Equidad para hacer efectivo el discurso de derechos Es preciso insistir sobre la necesidad de no separar el discurso de derechos del cuestionamiento sobre las desigualdades. De otro modo, los derechos se tecnocratizan, y se configuran en una ficción. El discurso de derechos tiende a no dejar especificado el modo en que los estados deben garantizar los derechos sociales, o de provisión y protección según sus responsabilidades -por ejemplo en el marco de la CDN-. En este contexto, es de fundamental importancia contemplar una perspectiva de equidad que propone: “igualdad de oportunidades e igualdad de alcanzar resultados similares. No se trata sólo de acceso a los servicios; es necesario contar con las condiciones adecuadas en la comunidad, la familia y la sociedad con el fin de aprovechar al máximo los recursos y servicios disponibles”.[5] Así, el discurso de derechos debe ser conectado con los contextos en los cuales se lo quiere aplicar, pues los derechos definen inclusiones y exclusiones, dado que aquello que se define como derecho también es y objeto de interpretaciones disímiles y producto de disputas entre distintas posturas político ideológicas, tomando en cuenta las desigualdades de clase, género y raza (entre otras), y las realidades políticas y económicas de nuestros países.[6] Algunos desafíos de las intervenciones dirigidas a la infancia en contextos urbanos Considerando este problema de las desigualdades urbanas como un fenómeno complejo, la política social urbana debe incluir e integrar las políticas dirigidas a mejorar los niveles de vida, las que se orientan a disminuir las desigualdades sociales, y las que buscan eliminar la segregación urbana de niñas, niños y adolescentes. Desde el punto de vista de la infancia y adolescencia, es necesario considerar las dimensiones ambientales del espacio y las dimensiones subjetivas de la experiencia de la ciudad, dada la importancia de aspectos tales como la estabilidad, la sensación de seguridad, y la percepción de segregación en la vida cotidiana de niños, niñas y adolescentes. Teniendo en cuenta las advertencias sobre los derechos y el uso de su discurso, es posible plantear algunas tensiones que surgen al pensar políticas urbanas específicas que inciden directamente en el desarrollo y el ejercicio de los derechos de la infancia, pero también de toda su población. Tomamos como punto de partida cuatro ámbitos, a partir de las profundas problemáticas sociales que de ellos se desprenden: vivienda, educación, salud y trabajo infantil. Las políticas de vivienda configuran oportunidades y restricciones que facilitan o restringen procesos de movilidad socioterritorial. Éstas políticas tienen incidencia directa en que ciertos territorios se revitalicen y sean mejores lugares para vivir, en la medida que pueden activar un conjunto de intervenciones públicas vinculadas a derechos básicos como servicios vitales de saneamiento, acceso y transporte hacia centros laborales, educativos y de salud.[7] Por otra parte, el mejoramiento habitacional urbano puede disminuir las estigmatizaciones que enfrentan ciertos territorios. La discriminación territorial es construida social y mediáticamente a partir de imaginarios que se alimentan de factores como: el abandono estatal en materia de infraestructura y servicios básicos, la pobreza y el delito. Esta estigmatización tiene manifestaciones materiales, a partir de fenómenos como el temor de la población foránea de convivir en estos espacios, por ejemplo en el caso de profesionales de la salud o la educación y de líneas de transporte público que se niegan a brindar sus servicios en estos sectores. Pero también, genera manifestaciones simbólicas que asignan a todos los habitantes de estos territorios las características, las carencias y las complejas problemáticas (violencia, inseguridad, vicios) que en ellos se vive. Esto, especialmente para los más jóvenes, se traduce directamente en dificultades para la inserción laboral, educación, recreación y convivencia en otros espacios.[8] Finalmente, garantizar el acceso a la educación no sólo requiere de medidas de infraestructura como la construcción y puesta en funcionamiento de escuelas[9]; requiere también un sistema de salud orientado a la prevención temprana que garantice buenas condiciones físicas para la asistencia y el aprendizaje;[10] senderos y medios de transporte seguros y accesibles para que la llegada a la escuela suceda; así como muchas otras cuestiones que podrían incorporarse, como por ejemplo, las construcciones simbólicas y materiales que hagan posible que el trabajo infantil no sea una opción frente a la escuela[11]. En suma, lo que interesa señalar es que la articulación territorial de las políticas de vivienda, salud, educación y trabajo permitirá el desarrollo de acciones más complejas y mejor direccionadas. Para reducir las desigualdades no sólo se requiere atender el cumplimiento de derechos establecidos sectorialmente, sino hacer un esfuerzo político en conectar los diferentes ámbitos que hacen al bienestar de las niñas, niños y adolescentes, de sus familias y comunidades que habitan las ciudades. Ante tal complejidad que presenta el fenómeno de la desigualdad urbana y sus efectos sobre la infancia y la adolescencia, sólo cabe un abordaje multiagencial. Tanto el Estado, en sus distintos niveles y aparatos, como las organizaciones que representan a la sociedad civil, y los sectores académicos y de investigación que estudian el problema, deben encontrar los modos de articular sus esfuerzos[12]. Si bien estos diferentes actores responden a lógicas de acción e intereses distintos, y también tiene diferentes responsabilidades en la gestión del problema, pueden enriquecerse mutuamente. El punto clave está en que estos actores se encuentren, retroalimenten sus visiones, compartan buenas prácticas, colaboren en la superación de los obstáculos presentes, y logren aportar, desde las distintas miradas, insumos para la generación de políticas públicas urbanas enfocadas en la superación de las desigualdades que atañen especialmente a las infancias y adolescencias. Equidad para la Infancia está comprometida y trabajando para facilitar los procesos de traducción que se requieren para que los conocimientos y aprendizajes provenientes de estos múltiples actores puedan encontrar un lenguaje común[13]. Las acciones que vienen emprendiéndose para alcanzar ese objetivo se sustentan en la convicción de que sólo fortaleciendo y estimulando un trabajo colaborativo, en el marco de intervenciones basadas en evidencia[14], podrán acercarse las claves para que las infancias y adolescencias de las ciudades latinoamericanas vivan en condiciones de mayor equidad. |
Desigualdades urbanas de la infancia y adolescencia
YouTube Kids: el gran portal de vídeo lanza en castellano su versión para niños.
La nueva plataforma es una aplicación con control parental en la que se han integrado solo vídeos apropiados para la infancia.
El Pais.com
Hay niños menores de dos años que todavía no hablan, pero que saben desbloquear un smartphone, entrar en YouTube y clicar en los dibujos animados de Peppa Pig.
Tampoco saben leer, pero reconocen sus muñecos favoritos por las
imágenes. Se guían por el atractivo visual, por lo que muchos padres no
saben en qué clase de contenido van a meterse. Pensando en ellos ha
nacido YouTube Kids: la versión
exclusiva para niños que desembarca este miércoles en España. Esta nueva
plataforma cuenta con control parental e integra solo vídeos con
contenido apropiado para la infancia.
La aplicación YouTube Kids, que tiene su propio logo —una televisión sonriente—, estaba disponible ya en países como Estados Unidos, desde febrero del año pasado,
México, Argentina y Brasil. En total ya ha recabado más de 10 millones
de descargas. A partir de hoy se podrá descargar de forma gratuita en
Google Play y Apple Store para móviles, tabletas, videoconsolas, Smart
TV y Chrome Cast. "No está disponible para PC porque está pensada para
niños que, en principio, saben manejar pantallas táctiles, pero no saben
utilizar teclados", explicaba Álex Sanagustín, uno de los ingenieros
españoles encargados de desarrollarla, a EL PAÍS.
YouTube Kids está disponible para móviles, tabletas y videoconsolas, pero no ordenadores.El objetivo de la plataforma YouTube Kids es llegar a niños de entre 3 y 8 años. "A esa edad se nota mucho la diferencia de unos años, por eso hemos creado dos opciones dentro de la propia app: preescolar y escolar", detalla. Estas decisiones se eligen nada más iniciarse en la aplicación y es lo único que no debe hacer el niño.¡Hola adulto!", así es la bienvenida que ofrece YouTube Kids al descargarse. El objetivo está claro: la configuración no es terreno infantil. Para comprobarlo, el usuario debe introducir una contraseña que se le indica en letras. El primer cambio con respecto a la plataforma original es que en la versión para niños no hace falta registrarse o iniciar sesión, para que no se quede grabado ningún dato personal del niño. Por esa razón, tampoco es posible subir vídeos, dar a me gusta, compartir ni comentar ningún vídeo que aparezca.
Opción de restringir la búsqueda
En la configuración inicial, el adulto elige también sí quiere o
no habilitar la búsqueda. Esto permitiría que, además de las decenas de
vídeos que aparecen en la pantalla de inicio, el niño pudiera encontrar
otro tipo de contenido. "Siempre supervisado y analizado", apunta este
miembro del equipo de YouTube. Así, cuando por ejemplo se busca 'choque
de trenes', la aplicación avisa de la inexistencia de ese tipo de
contenido y propone que se haga una búsqueda más apropiada como 'choque
de trenes de juguetes'.
De esta manera, aunque YouTube Kids se nutre de los vídeos de YouTube, un algoritmo ha seleccionado previamente qué contenido es apropiado para los niños.
El proceso de validación dura tres días y, además, hay un equipo humano
que se encarga de revisar individualmente los vídeos que son marcados como inadecuados por algún usuario. "Hacerlo sin algoritmo sería imposible, porque se suben millones de horas de contenido cada día", reconoce la empresa.
Navegación más fácil y segura
Una vez dentro de la aplicación, la navegación es más fácil y segura que en la versión original. El diseño, optimizado para tablets,
hace que sea más sencillo encontrar el contenido, gracias a las
imágenes más grandes y a los iconos llamativos. También está habilitada
la búsqueda por voz, para aquellos niños que no saben escribir. "Como
los niños no hablan igual que los adultos, hemos ido probando este
sistema de reconocimiento con niños. Para que no quede registro, el
sistema procesa la búsqueda, da el resultado y elimina", sostiene
Sanagustín.
La pantalla inicial se divide en cuatro categorías: Programas,
Música, Aprender y Explorar. Posteriormente, con más uso, se incluirán
Historial y Favoritos. Ahí se pueden encontrar los programas de Pocoyó, Caillou, Octonauts o Peppa Pig; la música de los Cantajuegos o canciones para dormir; las lecciones de inglés de Tutitu o vídeos de experimentos científicos.
Día Internacional de la Juventud, Solidaridad.
El 12 de agosto celebramos el Día Internacional de la Juventud,
un día para la reflexión sobre el papel de los jóvenes en el mundo y un
momento ideal para analizar la situación de los jóvenes en España desde
las perspectiva de sus derechos. En 2016 se ha dedicado a mirar con
perspectiva el camino hacia 2030: erradicar la pobreza y lograr el consumo y la producción sostenibles.
Según Naciones Unidas, el consumo sostenible significa la producción y
uso de bienes y servicios que cumplan las necesidades básicas de las
comunidades, salvaguardando las necesidades de las futuras generaciones.
El desarrollo y la promoción de las decisiones y actos individuales que
aumentan el consumo ecológico de todos y minimiza la contaminación y la
generación de basura son funciones críticas para alcanzar un desarrollo
socioeconómico justo.
En este sentido, sostienen que jóvenes pueden representar un papel
principal para garantizar ese consumo sostenible así como para la
erradicación de la pobreza, principales objetivos recogidos en la Agenda 2030, aprobada el año pasado.
Por ese motivo, el tema de este año para este día es: “El camino hacia 2030: erradicar la pobreza y lograr el consumo y la producción sostenibles”.
El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en
inglés) apuesta por fomentar las áreas donde los jóvenes reclamen sus
derechos, como la educación, la salud, el desarrollo y una vida libre de
violencia y discriminación. No obstante, consciente de la situación
actual pone de relieve las cifras:
- En los países en desarrollo, 1 de cada 3 niñas contrae matrimonio antes de cumplir los 18, lo cual pone en peligro su salud, su educación y sus perspectivas de futuro.
- Hasta la mitad de las agresiones sexuales tienen como víctimas a niñas menores de 16 años.
- Más de 2 millones de jóvenes de entre 10 y 19 años viven con el VIH; alrededor de una de cada siete nuevas infecciones se produce en la adolescencia.
En este sentido, Ban Ki-mon, Secretario General de Naciones Unidas
sostiene que “los jóvenes se ven directamente afectados por las trágicas
contradicciones contemporáneas: la pobreza abyecta y la riqueza
ostentosa, el hambre atroz y el vergonzoso desperdicio de comida, los
vastos recursos naturales y las industrias contaminantes. Pero también
insiste en que son los jóvenes los que “pueden aportar soluciones a esos
problemas”, indica en el mensaje dedicado a la conmemoración del Día
Internacional de la Juventud.
Ban sostiene que “los jóvenes suelen estar a la vanguardia y la
juventud de hoy dispone de más información que cualquier otra generación
anterior”, a la vez que “ya están influyendo en los patrones mundiales
de producción, distribución y consumo, al tiempo que impulsan las
iniciativas emprendedoras ecológicas mediante el diseño de productos y
servicios sostenibles”.
“En su calidad de consumidores conscientes, los jóvenes están en la
primera línea del cambio encaminado a establecer patrones de consumo más
justos, equitativos y sostenibles. Los jóvenes propugnan con decisión y
eficacia el reciclaje, la reutilización y la reducción de desechos, y
encabezan innovaciones tecnológicas destinadas a fomentar una economía
que utilice eficientemente los recursos”, dice.
El titular de la ONU destaca que invertir en la juventud propicia que
los jóvenes “puedan contribuir a generar nuevos mercados, trabajos
decentes y opciones de vivienda, transporte y turismo sostenibles, y a
suscitar otras oportunidades que beneficien al planeta y a sus
habitantes”.
La directora general de la Unesco (Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), Irina Bokova, indica
por su parte, en un mensaje con motivo del Día Internacional de la
Juventud, que “nuestro planeta nunca ha sido tan joven” por la cantidad
de personas de 10 a 24 años que viven actualmente. “Se trata de la
generación más conectada, franca y abierta que ha habido en el mundo
hasta ahora”, comenta en el marco de la conmemoración.
Los jóvenes en España
Según los datos revelados en la última Encuenta de Condiciones de
Vida en España ha aumentado la tasa de riesgo de pobreza y exclusión
social (tasa AROPE) que mide la población en riesgo de pobreza, la
situación laboral de los hogares y los índices de carencia material
severa. En esta tasa se refleja que ha aumentado el porcentaje de
personas de 16 a 29 años que no pueden permitirse comer carne, pollo o
pescado cada dos días, pagar la calefacción ni tener teléfono o
televisión, entre otras variables del 36,4% en 2014 al 38,2% en 2015.
Asimismo, según denuncia el Consejo de la Juventud de España, a pesar
de que la tasa de desempleo juvenil se sitúa en el 46,48% (datos de la
última Encuesta de Población Activa), las y los jóvenes en esta
situación no tienen por qué estar necesariamente en paro, porque el
porcentaje de personas jóvenes con trabajo que están en riesgo de
pobreza alcanza el 32,1% entre los 16 y 24 años, y el 21,1% entre los 25
y 29 años.
La situación es especialmente alarmante tras la crisis que ha provocado que un gran número de jóvenes emigraran.
No obstante, el porcentaje de este colectivo por comunidades autónomas
varía en gran medida. Así, tal y como se puede ver en el mapa superior,
encontramos como Asturias cuenta con el ratio menor: un 12,3%. Mientras, Ceuta se sitúa a la cabeza con un 20,1%. De hecho, vemos como la España del norte está más envejecida que la del sur.
Desde el Consejo de la Juventud de España (CJE) alertan
de que el colectivo posee un “gran riesgo de exclusión social” debido a
su difícil situación respecto al empleo. “Desde hace ya tiempo vemos
cómo el sector de la población más vulnerable ha pasado de ser la
tercera edad, a la infancia y luego a los jóvenes”, señala la
presidenta del CJE, Julia Chica.
La Plataforma de Infancia sostiene que la inversión en los jóvenes es
el elemento básico para paliar la fuga de jóvenes que se genera en
España en busca de nuevas oportunidades. Por esta razón, pide al próximo
Gobierno que priorice a los jóvenes dotándoles de recursos que se
conviertan en oportunidades para la creación de empleo, la
sostenibilidad de las políticas de juventud y la lucha contra la
pobreza, entre otras propuestas que deberían centrar las prioridades de
las políticas sociales.
"Padres-Helicópteros"
El daño que causan al volar incesantemente sobre los hijos
Fuente: naxio.com.ar
a través de
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que a los niños no se les prestaba demasiada atención. Si los adultos hablaban debían guardar silencio, si tenían una rabieta eran ignorados hasta que se les pasara y si estaban aburridos se les daba vía libre para que se entretuvieran como consideraran más oportuno.
De hecho, el escritor inglés D.H. Lawrence creía que lo mejor para el bienestar de los niños era no hacerles demasiado caso. Tenía tres reglas para educarlos: “dejarlos en paz, dejarlos en paz y dejarlos en paz”.
Sin embargo, poco queda de aquel modelo de educación, hoy hemos caído de lleno en un estilo de crianza que implica convertir a nuestros hijos en el centro de nuestra atención, dándoles todo lo que desean cuando lo desean, sin dilaciones. No hemos sabido encontrar un equilibrado punto medio. Esta alarmante tendencia a la hiperpaternidad se puso de manifiesto primero en Estados Unidos, donde se estima que 1 de cada 10 estudiantes ha sido educado de esa forma.
¿Quiénes son los “padres helicóptero”?
Este término surgió en el año 1969, cuando Haim Ginnott escribió en su libro Between Parent & Teenager: “mi madre sobrevolaba sobre mí como si fuera un helicóptero”. Más tarde, en los años 2000, se retomó para hacer referencia a un fenómeno que se estaba extendiendo entre las familias de clase media de los países más desarrollados.
Padres-helicoptero son aquellos que se preocupan excesivamente por sus hijos, hasta el punto que su relación llega a ser tóxica. Este nuevo modelo de crianza implica que los progenitores asumen un rol hiperprotector, quieren resolver todos los problemas por sus hijos, y desean tomar todas las decisiones, incluso las más intrascendentes. En práctica, es como si estos padres siempre estuvieran sobrevolando a sus hijos, listos para emprender una operación de rescate cuando noten el más mínimo signo de “peligro”.
Obviamente, esta relación padre-hijo sobrepasa los límites de lo que se considera psicológicamente saludable. De hecho, estos padres no conocen límites, ni de edad ni de estatus social: pueden llegar a recriminar a los profesores por las malas notas de sus hijos, aunque estos ya estén en la universidad, o incluso pueden acompañarles a la entrevista de trabajo y se enfadan si el entrevistador no les permite entrar durante la prueba.
Su objetivo en la vida es lograr que su hijo sea brillante y que logre todo lo que desea, pero sin que tenga que esforzarse. ¡Eso ya lo hacen ellos! Estos padres organizan la agenda de sus hijos, se encargan de eliminar cualquier problema de su camino y siempre están pendientes de sus resultados.
Algunos de los detalles que desvelan a un padre helicóptero son:
Hablan siempre en plural, diciendo cosas como “¡cuántos deberes nos han puesto hoy!“, aunque en realidad los deberes son para el niño. No se dan cuenta que de esta manera absorben la identidad del niño.
Híper estimulan a sus hijos, llenándoles la agenda de actividades extraescolares, con el objetivo de que estén “bien preparados para la vida”. Sin embargo, no se percatan de que así solo logran robarle su infancia.
Encierran a sus hijos bajo una campana de cristal, de forma que se convierten en su voz, impidiéndoles que resuelvan sus problemas con los demás. De esta manera, los hijos jamás llegan a desarrollar las habilidades de resolución de conflictos que necesitan para mantener buenas relaciones interpersonales.
Brindan una gratificación instantánea, complacen en todo a sus hijos, aunque tengan que hacer enormes sacrificios. Están siempre disponibles para entretener a sus hijos, de manera que estos terminan creyendo que son el centro del universo.
Consecuencias: Padres extenuados, hijos incompetentes
Para los padres, ese deseo de ser perfectos en todo momento y tener que lidiar con los problemas de sus hijos, puede llegar a ser extremadamente agotador. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington desveló que las madres que asumían un estilo de crianza hiperprotector estaban más expuestas a la depresión y el estrés, lo cual se debe a que cargan sobre sus hombros un peso demasiado grande.
Por otra parte, esa tendencia a la hiperpaternidad solo consigue que los hijos sean inseguros, miedosos, incapaces de tolerar la frustración, de tomar decisiones por sí solos y de asumir responsabilidades. De hecho, el principal problema es que como estos hijos sobreprotegidos nunca han tenido que poner a prueba sus capacidades, no han desarrollado la confianza necesaria en sí mismos.
Un caso extremo, contado por la escritora Eva Millet en su libro sobre la hiperpaternidad, narra la historia de una estudiante universitaria que se quedó encerrada en el ascensor de un centro educativo en Barcelona y, en vez apretar el botón de alarma, llamó a su madre a Estados Unidos, la cual le avisó a la sede central en Chicago, los cuales a su vez dieron parte a la sede en Barcelona para que fueran a rescatar a la chica. Simplemente no era capaz de resolver el problema por sí sola, y probablemente ni se le ocurrió. ¿Para qué? Si siempre ha tenido a una madre que los resuelve por ella.
Otra investigación, realizada también en la Universidad de Washington, analizó a 297 estudiantes de instituto cuyos progenitores podían catalogarse como “padres helicóptero” y descubrió que estos adolescentes y jóvenes puntuaban más alto en las escalas de depresión y ansiedad. Según estos psicólogos, el origen de estos trastornos emocionales se haya en la “Teoría de la Autodeterminación” según la cual, para que una persona sea feliz y se sienta realizada, debe satisfacer tres necesidades: sentirse autónoma, competente y conectada con otras personas.
Obviamente, la hiperpaternidad no satisface ninguna de estas tres necesidades, al contrario, las limita. De esta forma, aunque los padres pueden tener las mejores intenciones del mundo, en realidad terminan lastrando el desarrollo emocional, intelectual y social de sus hijos.
¿Por qué se desarrolla este tipo de hiperpaternidad?
Percibir al hijo como una posesión valiosa. El hecho de que las parejas tengan hijos a edades cada vez más tardías, a menudo después de haberse sometido a varios tratamientos de fertilidad, hace que esos niños sean considerados como una posesión muy valiosa que hay que cuidar a todo precio. Así, los niños terminan siendo colocados en un altar, metafóricamente hablando.
Presión social por el cuidado de los niños. Hace algunos años los padres intentaban compensar la falta de atención con los regalos. Este fenómeno ha provocado una gran campaña a nivel social para evitar a esos “padres emocionalmente distantes”, por lo que ahora hemos caído en el extremo opuesto: padres excesivamente presentes que se desviven por sus hijos.
Incertidumbre generada por la crisis económica. La crisis económica ha generado una gran preocupación por el futuro, generando sentimientos de precariedad y provisionalidad, los cuales han disparado el miedo de los padres a que sus hijos se equivoquen y que no sean capaces de lograr por sí solos todo lo que la sociedad les demanda. Por eso, intentan acompañarles durante el mayor tiempo posible en el proceso de maduración.
Aumento de la competencia social. En los últimos años la sociedad ha tomado un cariz extremadamente competitivo, les exige cada vez más a las personas que se insertan en el mercado laboral: más conocimientos, más habilidades, mejores resultados… El temor de los padres a que sus hijos fracasen y no puedan cumplir con esas exigencias les hace querer llevar su mochila y asumir sus problemas. Por eso también llenan sus agendas desde pequeños con decenas de actividades extraescolares que, supuestamente, les prepararán para la vida.
La solución: Educar con mucho amor y una buena dosis de sentido común
En cada etapa del desarrollo, las personas deben luchar sus propias batallas. Los padres no pueden proteger a sus hijos por siempre ya que, tarde o temprano, estos tendrán que enfrentarse a sus propios miedos y cometer sus propios errores.
La tarea de los padres es guiar a los hijos y ayudarles a lidiar con los problemas, no solucionarlos en su lugar. Si asumimos todo el peso sobre nuestros hombros no estaremos criando a personas preparadas para la vida sino a verdaderos discapacitados emocionales. Hay veces en las que simplemente debemos cortar la rama y dejar que los hijos vuelen con sus propias alas.
Si sospechas que tú también eres uno de esos padres helicóptero o estás a punto de convertirte en uno de ellos, pon en práctica estos tres consejos:
Sé como un submarino, no asumas el rol del helicóptero. En vez de sobrevolar la cabeza de tus hijos y estar siempre presente, es más conveniente que te conviertas en un submarino; es decir, que te mantengas fuera de su radar pero siempre atento por si realmente necesita tu ayuda.
Practica la sana desatención. De vez en cuando, no pasa nada porque no puedas prestarle la atención que quisieras a tus hijos. Tú también tienes una vida fuera de la familia, no eres solo un padre o una madre. Y no caigas en el error de sobrecargar su agenda de actividades, déjales tiempo libre para que ellos mismos aprendan a gestionar las horas muertas.
Deja que cometa sus propios errores. Solo así aprenderá. Los errores son pasos fundamentales del aprendizaje y, si son bien usados, fortalecen características como la perseverancia, la autonomía y la autoconfianza. Solo si nos caemos y somos capaces de levantarnos, confiaremos en nosotros. Ayúdale a levantarse, pero no evites siempre que caiga.
Fuentes:
Schiffrin, H. H. et. Al. (2013) Helping or Hovering? The Effects of Helicopter Parenting on College Students’ Well-Being. Journal of Child and Family Studies; 23(3): 548-557.
Rizzo, K. M. et. Al. (2012) Insight into the Parenthood Paradox: Mental Health Outcomes of Intensive Mothering. Journal of Child and Family Studies; 22(5): 614-620.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Naxio en la siguiente dirección: naxio.com.ar
"Es ridículo atosigar a los niños con exámens y notas", Entrevista a
Christopher Clouder*, Pedagogía Waldorf
En las escuelas Waldorf los alumnos son quienes marcan los ritmos. Aprenden a leer pasados los seis años, no tienen exámenes
y reciben una sólida formación musical y artística.
Su rendimiento
académico cuando se incorporan a la universidad está, dicen, por encima
de la media.
Así lo afirma Christopher Clouder, pedagogo y escritor.
¿El hecho de que existan pedagogías alternativas significa que la educación tradicional falla?
Creo que el sistema convencional ya ha cumplido su ciclo. Procede
del siglo XIX y estamos en el XXI. Nuestros hijos esperan algo distinto
de la educación. No critico el sistema actual, no digo que esté todo
mal, pero sí creo que hay que evolucionar.
¿De qué modo?
Para empezar, hay que incidir más en la autoexploración. En vez de
seguir programas rígidos, los maestros deberían tratar de ser más
auténticos. También hay que redefinir la relación que mantenemos en
clase con los alumnos. Lo resumiría diciendo que la educación debe
quedar al servicio de los niños, y no al revés. Necesitan que se les
estimule la creatividad,
el coraje y el trabajo en equipo tanto o más que asimilar determinados
conocimientos. ¡Piense que casi todo lo que uno puede preguntarse está
ya disponible en internet!
Hay quien asegura que dejar demasiada libertad al niño puede ser contraproducente para su educación.
Más que darles libertad, lo que hacemos es respetarlos. Los niños
son sensatos. Saben lo que es bueno para ellos, lo que es sano. Eso no
se debe confundir con hacer que asuman responsabilidades desde muy
temprano. Nosotros somos los adultos: les escuchamos, pero somos quienes
decidimos. Lo ideal es que los pequeños sean cocreadores de su entorno.
Es muy importante que disfruten su niñez, un periodo que cada vez
acortamos más: la pubertad se ha avanzado dos años y medio en el último
siglo.
Algunos expertos consideran ridículo compartimentar el conocimiento en asignaturas. ¿Qué opina usted?
Creo que lo que hacemos es triste. Estamos creando un entorno
competitivo para los niños desde bien pequeños, cuando para ellos lo
natural es cooperar en vez de competir. Es una lástima que la obsesión
del sistema sea convertir a los niños en unidades económicamente
operativas en el menor tiempo posible. Eso va contra su derecho a
desarrollarse como persona. Le puedo asegurar que, aunque no se le
presione con plazos, un niño aprende, y lo hace rápido. Atosigarles con
exámenes y notas desde pequeñitos es ridículo.
Mucha gente no concibe una escuela sin exámenes.
En los centros Waldorf los niños pasan pruebas: se les ponen retos y
deben hacerlo cada vez mejor. No se trata de competir con los demás,
sino con uno mismo. Ese espíritu de autosuperación dura para toda la
vida. Los exámenes propiamente dichos tienen sentido cuando son más
mayores.
El arte y la música tienen mucha importancia en la pedagogía Waldorf. ¿Por qué?
Porque es una parte importantísima del desarrollo personal. Aportan
armonía. Cuando se les deja solos, los niños dibujan, cantan, saltan, se
mueven. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué? El movimiento genera
sinapsis en el cerebro, estimula las conexiones neuronales. Todas las
artes implican movimiento. En los últimos años se ha demostrado, además,
que los niños con una educación artística rica tienen mejor salud
mental, menos abandono escolar, menos propensión al consumo de drogas y
mejores resultados académicos.
*Christopher Clouder: Especialmente popular en su Alemania natal y en los países escandinavos, también es conocido por convencer a muchas estrellas de Hollywood. Christopher Clouder (York, 1946) es uno de los máximos expertos en este método. Dirigió durante 12 años el Comité Europeo Educativo Steiner Waldorf. Desde 2009 encabeza la Plataforma para la Innovación en Educación de la Fundación Botín.
Menores que emigran solos.
Desalambre de Diario.es
ha venido publicando esta serie de artículos sobre
Menores que emigran solos.
Acceso a los dos primeros artículos
El último artículo es una entrevista a Daniel Ventura,
Consejero de Asuntos Sociales de Melilla
Ventura, en una imagen de archivo EFE |
El Consejero ofrece su punto de
vista sobre la situación de los menores extranjeros: "No vamos a
convertir esto en la ciudad de los niños, nos da igual si son
repatriados o si los enviamos a otras comunidades".
Sobre el vídeo en el que se ve a dos policías golpeando a varios menores detenidos, Ventura cree que "son acciones por parte la Policía": "No veo ninguna cosa extraordinariamente digna de denunciar".
En Melilla viven en la calle entre 30 y 90
niños, según la ONG Harraga. Antes que permanecer en el centro de
menores prefieren exponerse al frío y a las enfermedades, a las
agresiones y a los abusos, mientras una parte de la población los
percibe como un riesgo para la seguridad. A veces, mueren: tres chicos fallecieron en el último año intentando alcanzar alguno de los barcos que zarpan con destino a la Península.
Daniel Ventura, consejero de Asuntos Sociales de Melilla, explica que
el problema es endémico y tiene un origen: "Marruecos no atiende a sus
hijos". El día que se realiza esta entrevista cifra en 550 los menores
no acompañados en la ciudad, casi todos marroquíes: 482 en los centros y
entre 30 y 70 de ellos en la calle.
Según Ventura, la ley no ofrece soluciones para esta
cifra sin precedentes. "Si la ley no nos permite que esos niños se hagan
mayores en las condiciones que manda tendré que culpabilizar a la ley,
porque no es suficientemente buena para atender las necesidades
específicas de Melilla", protesta el consejero, que desde que asumió el
cargo, hace algo más de un año plantea dos alternativas: "Nos da igual
si son repatriados o si los enviamos a otras comunidades. En su opinión,
no caben opciones distintas a la expulsión: "Esta ciudad tiene 12
kilómetros cuadrados y no vamos a convertirla en la ciudad de los
niños", asegura.
¿Qué alternativas existen?
Hemos mantenido reuniones al más alto nivel del Gobierno de la nación,
con el ministro de Exteriores y el de Interior, con la secretaria de
Inmigración, Marina del Corral, con representantes de la Fiscalía
General del Estado... Esto no corresponde a una persona o un ministerio,
es un problema transversal, corresponde al Gobierno de la nación, de la
ciudad y a la ciudadanía. Hay discrepancias entre lo que dice la ley,
la ética y la moral y los recursos actuales. No podemos hacer lo que nos
gustaría hacer por los niños. Se cubren las necesidades básicas,
escolarización, tarjeta sanitaria, etc., pero no tenemos la capacidad
para atender lo que la legislación nos marca.
¿Qué quiere decir eso?
La ley dice que tienes unos plazos. Está hecha para algo que está
dentro del sentido común. A Málaga llega un menor de manera puntual, no
llegan todos los días 40. No se ha hecho pensando en las condiciones de
ciudades como Ceuta y Melilla. La ley y la ética nos dicen que tenemos
que atenderlos, y eso es lo que pensamos. La pregunta es si los vamos a
atender tal y como nos marca la ley y como nos gustaría.
¿Por qué no se redistribuyen los niños en centros de la península?
El Gobierno de la ciudad no está dispuesto a que esto se convierta en
un cuello de botella. Cuando hablamos de inmigración hablamos de algo
transitorio, pero cuando hablamos de menores la ley nos obliga a
atenderlos hasta que sean adultos. No están de paso. Si no hay
repatriación, la segunda opción, sin que esto se convierta en efecto
llamada, es derivar a los niños a otras Comunidades Autónomas que se
puedan hacer cargo y darles la atención.
El tema de los menores es recurrente en la ciudad. Hay un sector de la
población que cree que generan inseguridad y delincuencia. ¿Se
corresponde con la realidad?
No, en
absoluto. Las redes sociales han criminalizado mucho a los menores
extranjeros. Los que escriben la noticia no son periodistas sino
cualquier persona con un seudónimo que tiene un auditorio que le sigue.
Ese es uno de los problemas. Después hay una parte en los medios de
comunicación.
En abril se
difundió un vídeo en el que dos policías golpeaban a varios menores
detenidos. Se dijo que se iba a abrir una investigación. ¿En qué ha
quedado el expediente?
Se abrió la
investigación por seguridad ciudadana. Cuando un funcionario lo hace mal
debe pagar por ello. Pero me parece igual de importante que si un menor
lo hace mal también tiene que tener consecuencias. Esos cuatro niños
estaban apedreando a los coches que pasaban por la carretera, pero a
nadie le importa si los niños hubieran matado a alguien que pasaba por
la calle, y eso es lo que me molesta, ese desequilibrio. Buscamos el
sensacionalismo, vender periódicos.
En ese vídeo se ve a dos agentes dando patadas. Tiene interés público.
Sólo lo vi una vez. Yo veo acciones por parte de la Policía, no veo
ninguna cosa extraordinariamente digna de denunciar. Se abrió una
investigación por seguridad ciudadana, que es quien tiene competencia.
Podrían haber cometido algún tipo de falta y si ha sido así, quien
corresponda lo diga y ponga la sanción. Pero a mí, como tutor, también
me preocupa el comportamiento de esos niños, porque la ley no me protege
para corregirles.
Save the
Children publicó un informe en junio en el que se habla de un caso de un
niño que trató de denunciar una agresión y no pudo.
No entiendo por qué Save the Children no pone una denuncia. No entiendo
que hagamos informes o artículos con cosas que son gravísimas. Nos
estamos acostumbrando a escuchar cosas que son muy graves y no hacemos
nada. ¿Tiene noticias de esto? Vaya al juzgado y ponga una denuncia.
La ONG afirma que no pudo poner tal denuncia porque el tutor legal es la ciudad.
Eso no es cierto. A Fiscalía llegan denuncias, también de los menores,
sin tutor, con acompañante y sin acompañante. El menor, cuando pasa por
una situación extrema, si es real termina en el juzgado. ¿Qué dice Save
the Children? ¡Que estamos tapando delitos! Eso es muy grave. Estamos
perdiendo el norte…
Es habitual que los niños denuncien malos tratos de uno o dos de los educadores del centro La Purísima.
Es verdad que yo he escuchado muchísimas veces esos nombres. Está
puesto en conocimiento de la Fiscalía y los trabajadores no me dicen que
esté pasando nada. Cuando llegué lo primero que le dije al director es
que no quiero que se toque a un niño para nada, pero para nada, ni por
supuesto que se le esté insultando, y ante cualquier cosa que pase
quiero que se ponga en conocimiento de Fiscalía.
¿Y se ha hecho?
La fiscal ha pedido el nombre de algún trabajador, son cosas que han
terminado allí, y en un año no he visto ninguna resolución que diga "se
condena a tal trabajador". Cuando un nombre se ha repetido demasiadas
veces en cuanto a determinados comportamientos, que desconozco si son
ciertos o no, he pedido a la dirección que esa persona la aparten de
esas atribuciones.
Cada trabajador tiene que hacer su
parte de trabajo como marcan las normas, y cuando alguien no haga, no
porque se equivoque sino porque lo haga mal a conciencia, quiero que
acabe en el juzgado. Sea quien sea. Si lo hace con conciencia, una mala
gestión o un mal trabajo, tiene que terminar en el juzgado porque lo que
prima es el interés superior del menor.
En ese centro hay más niños de lo que se había previsto en el contrato.
¿Puede la ciudad exigir a la concesionaria que contrate más personal?
No, porque entra con un contrato que dice cuáles son las condiciones
técnicas. Se hizo con base a lo que conocíamos en ese momento y se hace
prorrogable. Las condiciones han cambiado y ahora los pliegos tendrán
que cambiarse. A partir de agosto del año pasado se ha producido un
crecimiento del número de menores.
Pero en febrero se ha renovado la concesión sin contemplar ese aumento.
Porque no ha dado tiempo a sacar el pliego nuevo. Ahora lo sacaremos:
¿será lo adecuado? No. Porque Melilla son 12 kilómetros cuadrados, los
menores siguen entrando y saliendo y podemos atender un número
determinado, porque el espacio que tenemos es el que es. Solución: o se
repatrian a su país de origen o van a la Península a otras Comunidades
Autónomas.
¿Es cierto que duermen tres en una cama?
No han estado durmiendo como deben, yo soy el primero que dice que no
pueden dormir dos en una cama o en un colchón. Pero ¿qué hacemos si
llegan más? Pues tendremos que acogerlos y lo haremos. Y si vienen
2.000, lo haremos también.
¿Qué se hace con los menores de la calle para que vuelvan al centro?
Hemos puesto educadores de calle en octubre del año pasado con un
proyecto piloto. En diciembre lo hicimos intentando buscar un equilibrio
con la opinión pública, que la gente tuviera algo más de seguridad y
que los educadores de calle los derivaran si fuera necesario. Este año
queremos hacer algo estable, y estamos buscando la fórmula económica.
Esto no es un tema policial: si la policía los recoge y los lleva al
centro a los diez minutos están otra vez en la calle.
¿Por qué cree que ocurre eso?
Esos niños vienen de la calle, porque por diferentes motivos los han
echado de su casa. Tienen problemas de abusos sexuales, maltrato físico y
psicológico… Son niños que buscan el apoyo de otros niños, se
identifican e intentan protegerse unos a otros. El concepto de normas no
lo entienden. Tienen su propio sistema marcado por su grupo, saben
quién es el líder. Y lo peor es que están afectados por el consumo de
psicotrópicos y muchos son adictos. Ha habido niños a los que con 12
años hemos tenido que mandarlos a centros de trastornos de conducta. Su
único objetivo es marcharse a la Península.
¿Y por qué? Cuando cumplen 18 pueden marcharse con un permiso de residencia temporal sin necesidad de tirarse al agua.
Como lo hace la mayoría. Ese es el camino ideal. Pero el otro grupo, de
40, 50 o 30, viene con ideas equivocadas que se van transmitiendo de
uno a otro. Hoy hablaba con niños del centro y me decían que esos niños
intentan convencerlos para que salgan del centro. "¿Y por qué no os
vais?", les pregunto. Y me responden: "Porque esos niños están con el
pegamento, pegando palos a la gente, de chaperos…" Yo espero que la
Policía llegue a dar con las personas que están abusando de estos
chavales.
En el último año han
fallecido al menos tres niños que habían pasado por el centro. ¿Qué
responsabilidad tiene la ciudad por esto?
Somos tutores legales, y somos como los padres en la medida que marque
la ley. Tu hijo se sube a un poste eléctrico y se electrocuta. ¿Eres
responsable?.
Los padres salen a buscar a un hijo que se escapa de casa. ¿Lo hace la ciudad?
Cada día recibimos ingresos y bajas de los niños del centro. Cuando hay
una baja le decimos a Policía y a la Fiscalía que un niño se ha
marchado. Esto se hace todos los días, y lleva un montón de
procedimientos y comunicaciones. Yo he tratado con muchas familias y si
un niño de 14 años te dice que se va de casa, se va de casa. Y hará eso
cada vez que le dé la gana. No crea que lo que pasa en el centro de
menores es muy diferente a lo que pasa en algunas familias.
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Tutela Guarda
El trabajo de mercado como obstáculo a la escolarización de los adolescentes.
El trabajo de mercado como obstáculo a la escolarización de los adolescentes.
A
mediados de la década del 2010 el 23% de los adolescentes de entre 15 y
17 años se encuentra fuera del sistema educativo.
El 49% de ellos,
trabaja o tiene la intención de trabajar. Esta proporción se reduce al
13% entre quienes concurren a la escuela.
Es evidente que la
incorporación temprana de los adolescentes a actividades económicas pone
en tensión su derecho a recibir educación de calidad y a gozar de
experiencias escolares sólidas, extensas y densas en aprendizajes
significativos.
Este documento tiene un doble propósito.
En primer lugar,
dimensionar, caracterizar e identificar los principales factores que
llevan a que los adolescentes trabajen aun cuando estas actividades
ponen en tensión su derecho a la educación
y segundo lugar, explorar algunas
de las formas en que los Estados posicionan al trabajo infantil como
problema de política pública.
- Acceso al Cuaderno 24 El trabajo
Are migrating girls more than passive victims?, Investigación, Time to look at girls.
La investigación: "revela la migración de las niñas como agentes, actuando para cambiar sus vidas; son los agentes económicos en la búsqueda de soluciones para ellos y sus familias, o agentes de seguridad en busca de protección después de sufrir el abuso ".
Adolescent migrating girls aren’t simply passive victims of trafficking, abuse, deceit and violence, says new research from the Graduate Institute’s Global Migration Centre, whose findings were discussed at a 2 June event at Maison de la paix.
The project, Time to look at girls, which was funded by the Swiss Network for International Studies and coordinated by Katarzyna Grabska and Professor Alessandro Monsutti, studied adolescent girls migrating internally and internationally from Bangladesh, Ethiopia and Sudan.
Ms Grabska said the research “reveals migrating girls as agents, acting to change their lives; they are economic agents in search of solutions for themselves and their families, or security agents in search of protection after suffering abuse.”
Ignacio Packer, Secretary General, Terre des Hommes, said “migration policy has to be built on values and evidence. This research is of great value because it’s based on the views and opinions of children, and on real lives. It brings rigour and legitimacy to the migration debate. Policy has to take into account this type of research.”
As part of the project, a documentary (video) was filmed in Bangladesh and in Ethiopia showing migrant girls' lives.
A video interview with Katarzyna Grabska and Ignacio Packer is below.
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