Esto es lo que dicen expertos por todo el mundo.
Hoy vamos a hablar de deberes, y a sacar conclusiones. ¿Son buenos para la educación y formación? Y orientándolo a nuestro tema, ¿cómo podemos mejorar el contexto de los deberes gracias a la tecnología? Vamos a ello.
* Deberes: el estado del arte
El mundo de la educación está en constante cambio. Nadie duda de que es uno de los campos en los que la ciencia está constantemente innovando y buscando mejoras para el sistema, que es considerado como uno de los puntos claves de la sociedad actual. Cuanto mejor sea la educación, mejor formados estarán los chavales, y más próspero será el futuro del mundo en su conjunto.Una búsqueda en Google Scholar con el término ‘homework’ arroja 522.000 resultados, de los cuales unos 34.000 han sido publicados desde 2012. Son estudios científicos publicados por equipos de investigación, expertos y universidades por todo el mundo, la mayoría de ellos en inglés; en Dialnet, uno de los principales bancos de documentos de investigación en español, encontramos unos 500 resultados con los términos ‘deberes educación’.
De esta amalgama de documentos encontraremos algunos tremendamente interesantes para la cuestión que tratamos. Does Homework Improve Academic Achievement? A Synthesis of Research, 1987–2003, de Cooper, Patall y Robinson, es uno de los más relevantes al ser una investigación conducida entre 1987 y 2003, sobre cómo afectan a los resultados académicos.
Imagen: niña haciendo la tarea, de ShutterStock
El objetivo de esta investigación consiste en determinar el grado de
relación existente entre los deberes y la mejora académica obtenida con
su consecución, comparando los resultados con investigaciones previas.
El documento completo puede encontrarse aquí, siendo una lectura interesante para conocer los detalles de la investigación.
El documento completo puede encontrarse aquí, siendo una lectura interesante para conocer los detalles de la investigación.
Las conclusiones que saca es que, efectivamente, existe una
correlación entre los deberes y la mejora académica, o lo que es lo
mismo: es una tarea que influye en los resultados del chaval, si bien la
mejora obtenida difiere según el curso observado de forma muy
representativa:
.- en estudiantes de primaria (6-11 años) los deberes afectan de forma negativa al rendimiento académico, con una relación pequeña pero significativa estadísticamente.
.- en estudiantes de primaria (6-11 años) los deberes afectan de forma negativa al rendimiento académico, con una relación pequeña pero significativa estadísticamente.
.- Por
contra, en estudiantes de secundaria (12-18 años) sí se observa una
relación positiva, con lo que el estudio plantea que los deberes mejoran
las calificaciones finales. Las diferencias, asegura el texto, se
pueden deben a múltiples factores entre los que se encuentra la
capacidad de los chavales a encontrar o a obviar los estímulos
necesarios para hacer estos deberes, a las capacidades de estudio (menos
formadas en los más jóvenes).
Un punto clave cuando hablamos de esta cuestión es saber la cantidad óptima de ‘horas de deberes’
para conseguir el mejor resultado académico, un aspecto que sin duda es
clave y al que este trabajo también alude.
Antes mencionábamos la
existencia una correlación entre los deberes y la mejora académica, pero
han de darse una serie de circunstancias para ello:
deberes sí, pero con tiempo muy limitado.
El estudio vuelve a dividir según franjas de edades, del siguiente modo:
- 6-11 años: no existe un impacto positivo entre los deberes y los resultados académicos.
- 12-15 años: lo ideal es mandar entre 7-12h/semana. Estudios con tiempos más amplios (13-20h) concluyen que no existen mejoras significativas en cuanto a lo aprendido por los chavales.
- 16-17 años: a lo sumo, 2h/día; más no influye en los resultados académicos.
Obviamente, y como todas las investigaciones con base científica,
estos datos ofrecen resultados generales y cada individuo como
particular puede necesitar diferentes tiempos de deberes, según
múltiples aspectos como la región (no es lo mismo un europeo que un
americano o un asiático), la edad o el contexto familiar y social.
También es importante mencionar que el estudio asegura la posibilidad de que los deberes pueden tener una efectividad nula o, peor aún, contraproducente si se excede en la cantidad ordenada.
Junto con este trabajo de Cooper, Patall y Robinson, existen decenas
de publicaciones de referencia en el ámbito de la investigación
científica, como Visible Learning: A Synthesis of Over 800 Meta-Analyses Relating to Achievement de John Hattie,
un libro publicado 2009 que referencia a cientos de investigaciones
previas sacando sus propias conclusiones y remarcando una afirmación muy
interesante:
It is also clear that, yet again, it is the differences in the teachers that make the difference in student learning. Homework in which there is no active involvement by the teacher does not contribute to student learning, and likewise the use, or not, of technologies […] does not show major effects on learning if there is no teacher involvement.
O en otras palabras, lo que realmente influye en la educación de los
chavales es un buen docente, y no una carretilla de deberes todos los
días.
Junto a estos dos trabajos pueden encontrarse cientos más, con mayor o
menor importancia en el contexto científico. En general, la mayoría de
ellos afirman la necesidad de un cambio en el modelo de los deberes del colegio/instituto, aludiendo ya sea al reducido impacto en el rendimiento de los estudiantes o a la posibilidad, incluso, de eliminarlos por completo y utilizar el tiempo reservado para ellos en “otras actividades más productivas”.
* Los deberes según la OCDE
La OCDE presenta todos los años los informes PISA, en algunos casos muy criticados por parte de los profesionales de la educación
pero que sirven como medida general del estado de la materia de forma
global. Y junto con los informes PISA, la OCDE también ha tratado en
múltiples ocasiones la cuestión de los deberes.
En Quartz hablan de uno de estos estudios, de 2014 (el MECD tiene una copia en español),
formado sobre adolescentes de 15 años y en el que vuelven a indicar la
existencia de una correlación positiva en muchos países, con la que
concluir que los deberes son positivos para los resultados en el
apartado matemático de los informes PISA. Sin embargo, también asegura
que existen otras variables que forman parte de la ecuación, y no sólo
los deberes, y cuyo impacto es mayor en las calificaciones: la relación estudiante-profesor, las tutorías personalizadas o el propio sistema educativo de cada nación, también influyen en la puntuación final de cada nación. Los deberes afectan, pero más lo hacen otros parámetros escolares.
También es importante remarcar que, según la OCDE y tal y como reseñan en El Periódico, los deberes contribuyen a la desigualdad escolar
y marcan aún más las diferencias sociales y económicas de los
estudiantes y sus familias, debido — principalmente — a la ayuda de los
familiares en su realización.
No sólo es por el rendimiento académico, también estas otras cuestiones se ven influenciadas por los deberes. “Un estudiante socioeconómicamente desfavorecido en España tiene tres veces más probabilidades de tener malas calificaciones”, tal y como remarca El Mundo con datos del último informe de la OCDE fechado en febrero de 2016.
No sólo es por el rendimiento académico, también estas otras cuestiones se ven influenciadas por los deberes. “Un estudiante socioeconómicamente desfavorecido en España tiene tres veces más probabilidades de tener malas calificaciones”, tal y como remarca El Mundo con datos del último informe de la OCDE fechado en febrero de 2016.
* La realidad de los deberes
Nadie puede ocultar que el debate alrededor de los deberes continúa
muy caliente en todo el mundo, y por parte de toda la comunidad
académica. ¿Son buenos o malos los deberes?
Imagen: haciendo deberes, de ShutterStock
La respuesta definitiva es difícil de dar, pues existen múltiples
variables que afectan a la cuestión planteada. Opiniones hay para todos
los gustos, pero si nos centramos en las investigaciones científicas, la primera conclusión que podemos sacar es que depende mucho de la edad de los chavales.
En los más jóvenes (aproximadamente hasta los 12 años) los deberes
aportan poco o nada, y pueden ser incluso contraproducentes a su
formación. Causar estrés, ansiedad y desgana en los chavales, y en el
medio/largo plazo también llegar a producir el fracaso escolar tan temido por la sociedad.
Por contra, entre los 12 y los 17 años el impacto de los deberes es
positivo y existe una correlación con los resultados académicos, pero estos deberes han de ser propuestos en una cantidad limitada de tiempo.
El punto óptimo se encuentra entre 1 y 2 horas al día, a lo sumo; más
allá de las dos horas no sólo pierden el efecto sino que también pueden
resultar contraproducentes para la formación y la educación.
De nuevo, debemos indicar que estos casos son el promedio de las
diferentes investigaciones estudiadas y que existen casos particulares,
según diversas variables sociales, cognitivas u otras. Habrá chavales
que con 30 minutos tengan suficiente, y otros que necesiten manejar 3 o 4
horas diarias.
* La innovación aplicada a los deberes
¿Y cómo podemos cambiar esta situación? La respuesta rápida es
moderando la cantidad de deberes, o aplicar una carga de trabajo
realista que compatibilice las horas de colegio o instituto junto con
tiempo libre para jugar, descubrir u otras labores. Una conocida campaña
en vídeo lanzada en España trató hace unos pocos meses esta cuestión:
Que los deberes sean acertados y, sobre todo, que no sean abusivos en el tiempo necesario para completarlos,
parecen ser las dos claves de unos “buenos deberes”. Y través de las
herramientas tecnológicas y la innovación podemos acercarnos a este
punto.
Hacer uso de redes sociales educativas y aulas virtuales
es una buena idea para potenciar deberes que tengan una repercusión
positiva para los chavales. Comunicarse a través de herramientas
digitales, añadir contenido multimedia o recursos adicionales, o hacer
uso de la Flipped Classroom —en la que los alumnos aprenden en casa y practican lo aprendido en clase— son sólo algunas ideas sobre las que hemos hablado.
Imagen: Haciendo deberes con el ordenador, de ShutterStock
La gamificación puede ser otra opción interesante, ya que permite incentivar a los alumnos a través de la innovación y añadir una dosis de juego al proceso de aprendizaje, ya sea a través de herramientas externas (tipo Kahoot o los pines de Edmodo)
o con pequeños premios que potencien el refuerzo positivo al alumno.
Lógicamente, cualquiera de estas medidas han de estar personalizadas a
la variedad del aula, tanto según edad como teniendo en cuenta la
personalidad o los elementos sociales del conjunto.
Sea como fuere, ahí fuera existen muchos recursos disponibles “a un
golpe de Google”, con consejos y recomendaciones para dar un pequeño
pasito y mejorar el mundo de los deberes. Por aquí hay uno, aquí un segundo y por aquí 23 millones de páginas más.
La OCDE afirma que entre 2003 y 2012 el tiempo destinado a los deberes
se redujo en 31 de los 38 países contemplados, y este parece ser el
camino que las investigaciones marcan que hay que recorrer.
Parece que con menos deberes, mejores deberes y aprovechando las posibilidades que las nuevas tecnologías y la innovación nos proponen podemos mejorar esta situación que tanto incomoda tanto a estudiantes como a profesores y también padres.
* Jesús Cintora, “Malditos deberes”
El programa que está catapultando a la primera plana informativa todo el
debate sobre los deberes viene de la mano de Mediaset (Cuatro,
Telecinco), quienes lo publicaron el 21 de marzo de 2016 bajo el
programa Cintora a pie de calle – Malditos deberes.
Sinopsis de Malditos deberesMás de seis horas y media a la semana de actividades extraescolares frente a las casi cinco en el resto de países de la OCDE. Sin embargo, los resultados en las pruebas internacionales están por debajo de la media. ¿Cuál es la razón? ¿Dónde está el fallo? El programa recoge la realidad de una familia de dos hijos que comienza a las 7:30 horas su jornada diaria. Jesús les acompañará todo el día, desde el desayuno y la entrada y salida del colegio a las clases extraescolares y durante el tiempo que dedican en casa a los deberes.
Si estás interesado en reproducirlo lo encontrarás en la web de mitele, contando con una hora de duración y relatando la parte más social de los deberes en educación… en España