La violencia ejercida por la economía global.
Saskia Sassen
Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global,
Katz, Madrid, 2015.
Comentario de José María Bleda García
En este texto la socióloga Saskia Sassen analiza de una manera científica y rigurosa las consecuencias sociales tan brutales que están acaeciendo en todo el mundo debido a la avaricia de las grandes corporaciones en esta última etapa del capitalismo avanzado, donde no interesan las personas, sino solamente el afán de lucro. Su principal tesis es que los análisis sociológicos que se realizan se basan en unos indicadores, que si bien tienen alguna utilidad, ella considera que hay que cambiar la metodología e incidir en otros indicadores tal vez transversales y poniendo la vista no solo en los entornos más cercanos, sino ampliarlos a otros países y otros continentes.
Tesis que la fundamenta principalmente en que estamos pasando de un mundo donde se trataba de que la mayoría de las personas fueran incluidas, en la medida de lo posible, en la organización de la sociedad y pudieran ser partes activas en la misma, a un mundo exclusivo, donde cada vez hay más personas excluidas desde sus entornos sociales más inmediatos a los más lejanos. Donde las economías se están contrayendo y la pobreza se está ampliando, donde la desigualdad aumenta y la riqueza se concentra en muy pocas manos. Nos habla de que esto es consecuencia no solo de elites económicas, empresariales o políticas, sino de “formaciones” predatorias, que son una combinación de las elites, sus capacidades sistémicas y el mundo financiero (agrupaciones de actores poderosos, mercados, tecnologías y gobiernos). En este primer capítulo aborda también el rápido crecimiento de los beneficios empresariales, el incremento los déficits gubernamentales, los grandes desplazamientos de personas en el Sur global y el elevado internamiento de presos en el Norte global.
En un segundo capítulo pone el acento en el aumento de la compra de tierras en todo el planeta por países o corporaciones extranjeras, que si bien constata como este hecho se ha dado siempre, en los años más cercanos está teniendo un gran aumento debido a la mayor demanda de cultivos industriales y alimenticios, así como a que es contemplada como una buena inversión económica por las grandes corporaciones. Ello ha supuesto expulsiones de agricultores e incluso de pequeños núcleos de población, desplazamientos de personas o degradación de la flora y la fauna, llegando incluso a producir hambre en ciertas poblaciones y alterando las economías locales y la autoridad del Estado sobre su territorio.
En otra parte del texto describe y analiza cómo las finanzas refuerzan su valor económico, mientras que las familias y los gobiernos lo pierden. Las hipotecas subprime, las permutas de incumplimiento crediticio, la pérdida de confianza de los inversores y el rescate de los bancos con dinero público conllevó a un bajo crecimiento económico y al incremento de la pobreza de las familias y de los gobiernos.
Otros aspectos que trata son los relacionados con el deterioro medioambiental que se está produciendo en el mundo entero, sobre todo con las destrucciones de la calidad de la tierra, del agua y del aire, como consecuencia de los monocultivos, del cambio climático o de los desechos industriales; el envenenamiento por culpa de las manufacturas, de la minería, de las radiaciones nucleares. Las consecuencias de todo ello ya no afectan únicamente al entorno donde se produce directamente estas agresiones, sino que ello provoca destrucción también otros lugares más apartados. Sassen concluye este apartado con la siguiente frase: “demasiados ciudadanos y demasiado de la biosfera son sometidos al uso y al abuso, sin ninguna consideración por su salud o su prosperidad”.
Publicado por José María Bleda García
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