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Yo también vivo aquí: vivienda, pobreza y derechos de infancia

La vivienda afecta los niveles de pobreza infantil y los niños están poco presentes en las políticas que facilitan su acceso.

5 de marzo de 1959

En España la vivienda es, cada vez más, un factor que contribuye al aumento de los ya muy altos niveles de pobreza infantil de nuestro país. La subida de precios o la falta de acceso a la misma por parte de familias vulnerables llevan a muchos niños y niñas y a sus familias a soportar costes excesivos, a vivir hacinados, en viviendas precarias o, directamente, en infraviviendas. Esto afecta su salud física y mental, su educación, su acceso al ocio y tiempo libre y sus relaciones intrafamiliares o con iguales, además de sus oportunidades de futuro.


El coste de la vivienda incrementa en casi 10 puntos porcentuales (9,7) los niveles de pobreza infantil: si de los ingresos se dedujeran los gastos de la vivienda, 780.000 niños, niñas y adolescentes más quedarían en situación de pobreza, incrementando la tasa de pobreza infantil del 28,9% al 38,6%.


“La tasa de pobreza infantil en nuestro país es ya muy alta, la más alta de la Unión Europea”, recuerda José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. “Y la vivienda, que se está convirtiendo en un bien menos accesible para muchas familias, es, cada vez más, un factor importante de incremento de la pobreza infantil. Sin embargo, la infancia está prácticamente invisibilizada en las políticas públicas relativas a este ámbito”.


A su vez, más de medio millón de niños, niñas y adolescentes en España viven en una vivienda que sufre carencia severa, es decir, además del hacinamiento, puede tener goteras en el tejado, no disponer de baño/ducha o retrete interior, o ser demasiado oscura. El 16,7% de los hogares con niños no puede mantener la casa a una temperatura adecuada durante el invierno.


En este contexto, UNICEF España presenta su informe Yo también vivo aquí, que recalca el carácter universal del derecho a una vivienda adecuada, su impacto en el ejercicio de otros derechos, así como la necesidad de que la infancia y la adolescencia estén presentes en las políticas públicas.


“Hemos comprobado que las tasas más altas de retrasos en pagos relacionados con vivienda se concentran en los hogares con niños, o que la sobrecarga en el gasto en vivienda es mayor para los menores de 18 años, cosa que solo ocurre en seis países de la UE. Por tanto, es necesario abordar este problema y tener en cuenta a la infancia, algo que no está ocurriendo: el Plan Estatal de Acceso a la Vivienda, por ejemplo, no menciona ni una sola vez a los niños y niñas o a la infancia, solo los considera un ‘anexo’ a la situación familiar. La infancia debe ser tenida en cuenta”, afirma Vera. 


El informe incluye una serie de recomendaciones para que los derechos de infancia se incorporen en las políticas y planes de vivienda, con el objetivo de garantizar que cada niño, niña y adolescente en nuestro país viva en una vivienda digna y adecuada, entre ellas:

  • Impulsar y dotar de recursos las medidas del Plan de Acción Estatal para la implementación de la Garantía Infantil Europea en relación con la vivienda, como el aumento de la vivienda pública, ayudas a familias vulnerables para acceder a una vivienda, rehabilitar y acondicionar viviendas y pagar suministros básicos, o prohibir los desahucios de hogares con niños, niñas y adolescentes vulnerables, entre otras.  
  • Asegurar que la ampliación del parque público de vivienda de alquiler reúna las condiciones adecuadas para familias con niños y niñas. 
  • Mejorar los datos sobre dónde y cómo vive la infancia y la adolescencia, incorporando la participación infantil. 
  • Desarrollar el concepto de “especial atención” a los niños y niñas y familias de la Ley por el derecho a la vivienda para que, entre otras medidas, los programas de ayuda a la vivienda tengan en cuenta a las familias con niños.
  • Elaborar herramientas de análisis del interés superior del niño para contemplar las necesidades de la infancia y la adolescencia, valorar su vulnerabilidad social o garantizar que sean informados y escuchados en procedimientos de desahucio. 
  • Desarrollar una Estrategia Estatal de erradicación de asentamientos chabolistas y de infravivienda.
  • Garantizar un empadronamiento libre de obstáculos que permita a las familias migrantes acceder a servicios de salud, educación y sociales.
  • Desarrollar políticas sociales que prevengan la situación de sinhogarismo en los jóvenes procedentes del sistema de protección de menores.
  • Ofrecer soluciones habitacionales seguras para la infancia beneficiaria de protección internacional. 

La lucha contra la pobreza infantil: ¿estamos intentando llenar una bañera llena de agujeros?

La Generalitat de Catalunya ha acordado terminar la Estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Cataluña en los próximos cinco meses. De acuerdo con la nota de prensa de la Generalitat, la estrategia actuará desde la urgencia, a la vez que con una mirada a largo plazo, y con acciones desde diversos frentes como prestaciones y ayudas, educación, lengua, ocio educativo y éxito escolar, alimentación saludable, salud, vivienda y pobreza energética, ocupación de las familias con niños a cargo, sin olvidar la perspectiva de género.

19/10/2023 Laia Pineda.
 (Artículo publicado originariamente en Social.cat )

Son buenas noticias y muy necesarias porque de acuerdo con los últimos datos disponibles, si bien los índices de pobreza para la población general de Barcelona han descendido un poco (del 19,5% al ​​18,6% en el primer año pospandémico), parece que los índices de pobreza de la población infantil y adolescente siguen resistiéndose y manteniéndose a unos niveles alarmantes, por encima del 30% de la población entre 0 y 17 años, según han desvelado las Estadísticas Metropolitanas de Condiciones de Vida , elaboradas por el Instituto Territorio metropolitano.

Ningún niño debería crecer en un contexto de pobreza o exclusión. Porque vulnera sus derechos más fundamentales, y también porque socialmente coartamos trayectorias educativas, estropeamos su salud y los abocamos a reproducir el ciclo de la pobreza y las desigualades. Aún hoy, un niño que nace en Ciutat Vella, tiene una esperanza de vida de tres años menos que un niño que nace en Sarrià-Sant Gervasi, a tan sólo 6 kilómetros de distancia. ¿Cómo permitir que la pobreza sea el contexto de crecimiento de 3 de cada 10 de nuestros niños? ¿Y que esté pasando desde hace tantos años?

La pobreza en el trabajo de las familias con niños y la crisis de la vivienda, principales causas de la pobreza infantil

Generalmente cuando recogemos evidencia y tratamos de entender el fenómeno de la pobreza y la exclusión señalamos como principales causas la pobreza en el trabajo (es decir vivir bajo el umbral de la pobreza moderada a pesar de haber trabajado al menos 6 meses en el año anterior) y el coste de la vivienda. Ambos fenómenos afectan especialmente a las familias con niños a cargo.

Los datos hablan por sí solos: 2 de cada 10 niños y adolescentes de la ciudad viven con personas adultas en situaciones de pobreza en el trabajo, y 3 de cada 10 niños y adolescentes viven en hogares que llegan a fin de mes con dificultad o mucha dificultad. 1 de cada 10 hogares con niños y adolescentes de Barcelona afirman tener dificultades para atender a las necesidades de sus hijos e hijas, tal y como se explicó en la jornada “ Infancia y vivienda en Barcelona” el pasado mes de junio.

Y otro dato preocupante, y que con respecto a años anteriores ha ido empeorando, es el impacto que tiene el coste de la vivienda en la pobreza infantil. La tasa de pobreza infantil antes y después de contar el coste de la vivienda se dispara en 17,9 puntos porcentuales. Y es que la mitad de la población infantil vive en hogares que destinan más del 40% de sus ingresos a los gastos de vivienda, y existe un 27,4% de los hogares con niños que destina más del 60% de sus ingresos ingresos. 3 de cada 10 niños vive en hogares con algún retraso en los pagos relacionados con la vivienda y 2 de cada 10 viven en viviendas que no se pueden mantener a una temperatura adecuada, según se recoge en el informe Datos Clave de Infancia y Adolescencia en Barcelona 2022 .

La crisis de la vivienda es también una crisis de infancia

Tal y como se explica en los últimos datos publicados por el Instituto Territorio metropolitano “la vivienda se reafirma como vector de desigualdad de primer orden”. Y sabemos, por otros estudios que lo han evidenciado, que la infancia es especialmente sensible a los problemas de la vivienda: un hogar con menores de edad tiene 3 veces más riesgo de pérdida de la vivienda que un hogar sin, ya lo largo del 2021, cerca de 2.000 niños, niñas y adolescentes se vieron implicados en intervenciones de la Unidad Contra la Exclusión Residencial para evitar la pérdida de su vivienda.

El problema de la vivienda es tan importante que, después de una etnografía de 4 años, hemos podido desvelar los impactos de la inseguridad residencial en la vida de los niños y niñas. Hemos podido comprobar cómo la inseguridad residencial impacta no sólo en los aspectos materiales de la vida de un niño (para poder cubrir los costes de la vivienda muchas familias deben degradar sus condiciones de vida y/o optar por vivir en viviendas sobreocupadas) sino que también impacta negativamente en aspectos relacionales, psicoemocionales e incluso simbólicos, además de afectar a la salud y el aprendizaje. El sufrimiento por la pérdida de la vivienda atraviesa todas las esferas vitales de los niños y niñas. La esfera íntima y personal, la familiar, entre iguales, escolar y comunitaria. A través del trabajo etnográfico, que ha seguido la vida de 20 familias con niños en riesgo de pérdida de la vivienda, hemos visto cómo estos hechos limitaban seriamente las oportunidades de un desarrollo sano, feliz y en igualdad de condiciones que el resto de los niños y niñas de su edad.

Esperamos con ansia el despliegue de la Estrategia de lucha contra la pobreza infantil en Cataluña porque ningún niño merece crecer en un contexto de pobreza o exclusión. Sin embargo, si no focalizamos esfuerzos en la mejora de las condiciones laborales de las familias y si no garantizamos vivienda a precios asequibles al conjunto de la población, cualquier estrategia contra la pobreza infantil será en vano. Porque será como intentar llenar una bañera con agujeros por donde se escapan todas las oportunidades y por donde se cuelan, inexorables, los derechos más básicos de un niño.

BIBLIOGRAFIA