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Las familias reconquistan los parques urbanos

Ana Camarero
El País,

El modelo urbanístico que fomentó la construcción de viviendas con grandes patios interiores alejó a grandes y pequeños de estos sitios de esparcimiento

Una peculiaridad que ha diferenciado a lo largo de los siglos la cultura mediterránea, de la que formamos parte, de otras es el uso que sus habitantes hacían de las plazas o los parques de las ciudades para divertirse, establecer nuevas amistades o simplemente disfrutar del entorno. 
Quién no ha oído decir a nuestros abuelos, “antes la vida la hacíamos en la calle”. 
Sin embargo, en los últimos años, el desarrollo de un nuevo modelo urbanístico en el que se fomentó la construcción de edificios de viviendas con grandes patios interiores o de viviendas unifamiliares alejó a las familias de estas zonas de esparcimiento. Los parques y zonas verdes dejaron de ser sitios donde poder encontrarse con el “otro”.

Esta tendencia parece que está cambiando y cada vez son más las personas que disfrutan de los parques y zonas verdes urbanas de manera colectiva. Es habitual ver a un conjunto de personas mayores paseando a buen ritmo por sus caminos, familias celebrando los cumpleaños de alguno de sus miembros, grupos de jóvenes reunidos escuchando música, grupos de personas practicando deportes como el running, taichi o pilates, grupos de mamás intercambiando experiencias de su recién estrenada maternidad, o a un creciente número de dueños de perros que en ocasiones ocupan importantes zonas, llevando, a veces, a conflictos de uso con otros usuarios.

Nuria Bautista, consejera técnica de la Dirección General de Agua y Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid, apunta que ““los parques siempre han sido punto de encuentro, ocio y esparcimiento para los ciudadanos, y esa es su función, además de mejorar la biodiversidad y la calidad de vida de una ciudad. Hace ya tiempo que se vienen utilizando como lugares para celebrar reuniones con familiares y amigos”.

Según apuntan los expertos, la existencia de zonas verdes y parques urbanos es un factor de suma importancia en la calidad de vida de las ciudades, entendida como una combinación de las condiciones del medio ambiente - calidad del aire y del agua, nivel de ruido, tipo de vivienda o accesibilidad- y de los niveles de bienestar alcanzados en algunos atributos intrínsecos de la persona –salud, educación, etc.-. 
La existencia de áreas verdes tiene efectos positivos sobre la conciencia ambiental de la población además de ser un elemento de identificación de los residentes de un barrio con sus espacios públicos, favoreciendo la construcción de valores comunes y creando vínculos sociales entre los ciudadanos. Una circunstancia, esta última, que según algunos estudios, solo tiene éxito si la comunidad se ve implicada en la participación, uso, disfrute y creación de estos espacios naturales.

Marta Domínguez Pérez*, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y presidenta del Comité de Sociología Urbana de la Federación Española de Sociología, describe cuáles son actualmente las tendencias del uso de las zonas verdes por parte de los distintos modelos de sociedad. Según Domínguez, en el caso de las ciudades neoliberales, “los modelos desarrollados han favorecido un repliegue social, fomentado el individualismo, la pérdida del sentido de la calle como espacio de encuentro, y mostrando al otro, al diferente, como aquella persona del que hay que defenderse. Además, se ha favorecido la privatización del espacio público, de la vida social y el individualismo como forma de vida. Como exponente diferenciador de este tipo de modelos de sociedad está el desarrollo de las periferias urbanas”. 
Un modelo que difiere del desarrollado en países del sur de Europa (Grecia, Italia, España y Portugal), en los que, según Domínguez, “el carácter social de sus gentes, favorecido por el clima y el familismo, genera diferentes manera de disfrutar de parques y zonas verdes”.

*Socia de la Asociación GSIA

Asi es cómo los niños y niñas pueden ocupar y autogestionar un solar-

Este artículo aparece publicado en Yorokobu

«Somos los peques del barrio y tenemos un secreto. 
¡Hemos conquistado un descampado en el barrio para poder jugar! 
Nos ha resultado muy difícil pero al fin lo hemos encontrado. 
¡No había ninguno cerca! Estamos muy contentos, pero todavía no lo sabe mucha gente, sshhhh… por eso os queremos escribir esta carta…»

¿Es posible un solar abierto y gestionado por los niños y niñas del barrio? 
Donde padres y madres, arquitectos, artistas y técnicos den un paso atrás.

Foto Alejando
A finales de 2015, un grupo de niños y niñas —madres y padres— del barrio madrileño de La Latina anunciaban en un cartel a sus vecinos la apertura del solar en el número 3 de la calle Almendro, un espacio que llevaba más de dos décadas de absoluto desuso.

«Somos los peques del barrio y tenemos un secreto. ¡Hemos conquistado un descampado en el barrio para poder jugar! Nos ha resultado muy difícil pero al fin lo hemos encontrado. ¡No había ninguno cerca! Estamos muy contentos, pero todavía no lo sabe mucha gente, sshhhh… por eso os queremos escribir esta carta…», rezaba el cartel.

Ellos, los niños, serían además los encargados de pensar y diseñar el espacio.

«Mientras los adultos nos dedicábamos a hablar y debatir sobre el espacio, los niños se apropiaban de él. Comenzaban a jugar, a investigar, a crear lugares secretos. A descubrir. Al observarles nos dimos cuenta de que sin nosotros, sin planificación, ellos mismos estaban transformando el lugar al sentirse parte de él». Lo cuenta Rubén Lorenzo, de Basurama, conocido colectivo madrileño dedicado a la investigación, creación y producción cultural que junto a Zuloark, un estudio de arquitectos, diseñadores, constructores y pensadores del urbanismo social, fueron convocados en noviembre de 2015 por el Ayuntamiento de Madrid para abrir el solar de la calle Almendro a través de un proceso participativo con los vecinos y los niños del barrio.

"Los colegios ocultan los casos de acoso porque piensan que les desprestigia", Entrevesta a

Cristina del Barrio investigaba el acoso escolar cuando todavía no era un asunto mediático. Esta catedrática en Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid ha dedicado 20 años de su carrera a estudiar la convivencia en los centros escolares y esta semana fue invitada por Unidos Podemos a presentar a los diputados sus recomendaciones para el futuro pacto educativo.

Ha coodirigido los dos informes del Defensor del Pueblo y Unicef sobre violencia escolar y estuvo al frente del equipo de la UAM que participó en el proyecto europeo Nature and Prevention of Peer Bullying and Social Exclusion in Schools entre 2007 y 2011 con otras nueve universidades de la UE.

¿Han impactado los recortes en la educación pública en la capacidad de los centros para abordar el acoso escolar?
No hay datos que nos permitan decir que el acoso ha aumentado. No estamos en condición de afirmarlo. Sí es verdad que lo ha hecho el ciberacoso. Y también la conciencia social. Antes ni nos inmutábamos, por eso da esa sensación.
Creo que los centros están haciendo cosas interesantes por su cuenta pero depende básicamente de su voluntad. Y eso no puede ser. Hay poco apoyo de la administración. Los recursos para la formación del profesorado han disminuido mucho. Lo suyo sería que hubiera personas descargadas de horario lectivo, con flexibilidad de entrada y salida que pudiera atender estos temas, abrir los canales de comunicación con las familias... No se debería pensar en la dedicación de los docentes como equivalente a horas de clase.

Tener a una persona con descarga lectiva es una medida del plan del Gobierno contra el acoso escolar. ¿Es suficiente si recomienda pero no obliga?
Yo creo que el plan está muy bien, están muy bien las ocho líneas que toca. Son todas muy acertadas y un poco coinciden con lo que se sabe y dónde hay que atender. Pero sería mejor que la inspección pudiera ver cómo se materizan. Cada centro tiene que tener obligatoriamente un plan y muchos se han acogido al que propone su comunidad autónoma sin pensar mucho mas.

¿Y esos planes de las comunidades son suficientes?
El de Madrid, por ejemplo, no lo comparto. Se basa fundamentalmente en aplicar un cuestionario en el que piden a los niños y niñas identificar a los alumnos que están mal o hacen algo reseñable. Esto significa iluminar a los que son víctimas, confirmar su papel como tal. Creo que repele las buenas relaciones. ¿Para qué necesitamos ese diagnóstico? ¿Cómo se va a usar? Además, no se pide consentimiento parental para realizarlo.

¿Qué le parece que la medida estrella del plan de convivencia del Ministerio de Educación sea un teléfono gratuito?
Ya existe un teléfono, el de ANAR, y creo que es mejor que haya uno solo. Lleva a confusión.

¿Los colegios suelen actuar bien cuando identifican un caso?
Creo que los centros tienden a ocultarlos. Pasa mucho. Mucha gente nos llama y nos cuenta que como el profe ha comunicado situaciones al equipo directivo y no se le ha dado importancia, de manera que no se ha hecho nada.

¿Y por qué lo ocultan?
No quieren que se relacione el nombre del colegio con el acoso porque piensan que les desprestigia. A veces se tiene una idea equivocada de lo que es el prestigio, asociada solo al rendimiento. La gente lo entiende mal. El prestigio debería estar asociado a que el clima sea positivo, a que haya buena convivencia como un fin en sí mismo. Ocultar no lleva a nada bueno. Si se da un caso y lo tapas, seguramente habrá más porque no tienes herramientas para tratarlo y prevenirlo. El conflicto es algo consustancial al ser humano.

Qué claves les daría para evitar que suceda, o que suceda menos.
En los colegios donde los chicos y chicas sienten que el centro forma parte de su vida y ellos y ellas del centro es menos probable que se produzca. Lo mismo ocurre con las familias. Se les tiene que permitir participar más en todo y deberían ser convocadas en las comisiones de convivencia, en planificar, tomar conciencia e intervenir. El clima es un predictor y que sea bueno previene el acoso.

¿Y cómo identificamos un centro escolar con un clima bueno?
Ves que hay cuidado mutuo, que se reconoce a todos y todos se sienten reconocidos. En estos casos cuando se produzca una disparidad de visiones, la resolución será más fácil. Y además, ocurrirá menos. Si a eso le sumamos recursos como compañeros que les escuchan y que les acompañan como un equipo de mediación en el que también participan las familias, esos centros marcan la diferencia.

¿Los docentes están suficientemente formados para enfrentarse a un caso de acoso?
Considero que es clave y los que van a ser maestros no tienen esa formación. No se les enseña a gestionar emociones y conflictos, ni a trabajar ideas sobre cómo hacer que el clima social sea positivo. Si el profesor es cercano y los chicos y chicas lo perciben como un punto de apoyo, las cosas van mucho más rodadas. En los centros, como consecuencia de esto, es habitual que tiren de especialistas de fuera que cuentan algo puntualmente en una sesión. Y eso, así aislado, no sirve para nada.

¿Recomienda como psicóloga sancionar a los acosadores?
La intervención tiene que ser antes. No puede ser solo a posteriori, solo remedial. Hay que trabajar codo a codo con la familia y prestar ayuda psicológica y atención especial. Y no estigmatizar. Él o ella como persona tiene todo el valor, lo que no aprobamos es una conducta. Las sanciones tienen que ser motivadas para que sean eficaces, no arbitrarias. No una consecuencia punitiva para humillar, para hacerle pagar porque entonces no sirve como aprendizaje. Se trata de poner sanciones educativas que le den la oportunidad de cambiar la conducta infractora.

En su intervención en la subcomisión parlamentaria afirmaba que se produce más acoso en las escuelas privadas y concertadas, ¿cómo se explica?
Es lo que dice la OCDE en un estudio publicado este año con datos de 2015. Puede tener que ver con el ambiente más competitivo, y la competitividad genera discriminación. Por lo general estos centros son más homogéneos y cualquier diferencia se resalta más. Son hipótesis en todo caso, habría que comprobarlo.

En los medios han salido casos muy graves, ¿eso genera pánico entre las familias?
Sería muy interesante que los medios no hablaran solo de esto cuando se dan estos casos terribles, sino que también contaran las cosas que se hacen bien. Cada vez hay más redes de colaboración entre centros y más iniciativas de gente que se mueve, como por ejemplo las redes de alumnos ayudantes que escuchan a sus compañeros y los acompañan cuando tienen algún conflicto.

¿Es conveniente que los programas de mediación llevados por estudiantes intervengan cuando hay abuso de poder de unos sobre otros?
No, no lo es. Esto es muy eficiente para tratar conflictos entre iguales, pero no en los casos en los que uno ejerce poder sobre otro. Abordar esto desde la mediación supone un insulto a la víctima. El sistema de alumnos ayudantes es muy bueno porque están entrenados justo para eso, escuchar y acompañar, y puede servir de filtro de detección del acoso. Los iguales son los interlocutores favoritos, antes que la familia y que los profesores. En los casos en los que se da abuso de poder los chicos y chicas siempre deben ponerlo en conocimiento de un adulto. 


* Cristina del Barrio, Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación en la UAM intervino la semana pasada en la subcomisión del pacto educativo del Congreso

Voluntariado para niñas y niños.

Elizabeth García. 


Porque a participar se aprende… ¡participando!


…participando en la vida y las decisiones que se toman en familia, en la escuela, con los amigos, en el barrio o la ciudad en la que viven.


Una buena forma de participar en la vida de la comunidad es a través del VOLUNTARIADO. Aunque en muchos países no está muy extendida la idea, cada vez existen más organizaciones que ofrecen alternativas para que los niños y niñas, acompañados de sus familias, puedan participar en actividades solidarias. La SOLIDARIDAD es un valor con el que los niños han de familiarizarse desde una edad temprana y el voluntariado es una buena forma de aprender que nuestras acciones, por pequeñas que parezcan, pueden cambiar el entorno y mejorarlo.


¿Qué le aporta a un niño o una niña participar en un voluntariado?

  • Le ayuda a conocerse mejor y a conocer mejor su entorno.
  • Le permite identificar aquellos temas que le generan más sensibilidad y con los que se siente más motivado a la hora de colaborar.
  • Le sirve para empezar a reconocer la importancia que tiene la participación activa de los ciudadanos en la sociedad.
  • Hace que aumente su sentido del compromiso y la responsabilidad social.
  • Le da la oportunidad de conocer a otros niños y niñas con inquietudes similares.

¿A partir de qué edad se recomienda que un niño/a participe como voluntario/a?

No hay un criterio estándar, depende de la ley de voluntariado de cada país y de la oferta de actividades voluntarias. En cualquier caso es recomendable que empiecen acompañados de sus padres/adultos responsables y que la actividad sea adecuada a su edad/nivel de madurez. Es imprescindible que los niños y niñas participen en la elección de la actividad les interesa o en la que les apetece colaborar.

¿Qué tipo de organizaciones ofrecen la posibilidad de participar a los niños y niñas o a las familias en un voluntariado?

Depende de cada municipio, de cada ciudad y de cada país pero en general suele haber propuestas que llegan desde las instituciones públicas, asociaciones, ONGs y muchas veces del propio centro educativo o de la comunidad religiosa en la que participa la familia. Es cuestión de preguntar y elegir aquella organización y actividad con la que nos sentimos más identificados y con las que realmente nos apetece colaborar. También podemos ser nosotros los que pongamos en marcha una nueva propuesta de voluntariado pero es importante que se haga de forma organizada y en colaboración con alguna de las entidades que gestionan este tipo de actividades solidarias para conseguir un mayor impacto.

¿Cuándo pueden participar los niños o las familias en un voluntariado?

Puede iniciarse con actividades puntuales durante el fin de semana o las vacaciones de verano e ir buscando el compromiso que cada uno quiera y pueda mantener en el tiempo.
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Hablamos con Luz Adriana González 
responsable del voluntariado en Hacesfalta.org en España. 

Luz ¿qué dice la ley de voluntariado sobre la participación de menores en voluntariado?

Un menor de edad puede ser voluntario, sólo que es necesario la autorización de sus padres o tutores para hacerlo. Tal y como lo contempla la nueva ley de voluntariado “Los menores de 16 años y mayores de 12 podrán llevar a cabo acciones de voluntariado si cuentan con la autorización expresa de sus progenitores, tutores o representantes legales”. Encontrarás que hay muchas ofertas que exigen tener la mayoría de edad, esto se da en ocasiones porque el tipo de trabajo en el que colabora el voluntarios es algo de riesgo o responsabilidad mayor, para lo cual deber ser mayor de 18 años. Pero en hacesfalta.org también se publican oportunidades para menores, aquellas que no ponen como requisito la edad o que incluso especifican que puedes ser menor de edad.

¿Qué organizaciones son especialmente referentes promoviendo el voluntariado en familia?

No es fácil encontrar actividades voluntarias específicas para los niños, lo que sí es más común son las organizaciones que tienen ofertas en las que pueden participar los voluntarios con sus hijos, como puedes verlo en las ofertas de este enlace. Ocasionalmente alguna entidad diseña un programa de voluntariado específico para menores, como este de AIPC Pandora, pero son muy pocas las que lo hacen.

¿Dónde se pueden dirigir las personas interesadas en recibir información para hacer voluntariado con sus hijos?

En hacesfalta.org, dentro de las opciones de búsqueda encuentras un categoría que se llama adolescentes y si la pinchas y la combinas con la provincia donde resides, te aparecerán las ofertas en las que podría participar un menor de edad. En este caso, lo mejor es que la madre o padre se inscriba en las ofertas. Es importante aclarar que los voluntariados de nuestra página no son directamente con nuestra fundación, sino que facilitamos que otras organizaciones se anuncien en nuestro portal. Una vez te inscribes, la ONG responsable contactará con el interesado vía email o teléfono.

¡Muchas gracias Luz!

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En Estados Unidos la idea de que los niños y niñas participen en actividades voluntarias está más extendida y es habitual que desde pequeños participen activamente en la vida de su comunidad.


Hoy hablamos  con Allison Johnson y con Arielle Scherr  sobre la labor que realiza en Austin (Texas) la organización local Little Helping Hands (entrevista traducida).

Allison ¿con qué tipo de población trabajáis y en qué tipo de proyectos colaboran las familias?

Little Helping Hands conecta organizaciones sin ánimo de lucro con familias que desean participar con sus hijos, con una edad mínima de 3 años, en actividades voluntarias en Austin. A través del calendario que tenemos en la web las familias pueden ver las oportunidades que existen y apuntarse para acudir  directamente el día que esté planificada la actividad.  Tenemos proyectos muy variados que trabajan con personas que viven en la calle, niños y familias con necesidades, cuidado y protección de animales, desarrollo e involucración de jóvenes en proyectos sociales, acompañamiento de personas mayores y cuidado del medio ambiente.
Para los adolescentes tenemos programas específicos en los que les formamos y animamos a que lideren proyectos específicos en la comunidad.

¿Cuáles son vuestras fuentes de financiación para cubrir los costes derivados de vuestra actividad (personal, material, local…)?


¿Cuál fue el impacto de vuestras acciones en 2016?

  • 3.185 familias participaron en alguna de nuestras actividades voluntarias.
  • 5.832 voluntarios fueron niños y niñas entre 3 y 17 años. 
  • Colaboramos con 87 organizaciones sin ánimo de lucro.
  • Más de 13.000 horas de voluntariado de las cuales más de 4.000 se dedicaron a las personas sin hogar, alrededor de 2.800 horas a familias con necesidades específicas, 1.900 horas destinadas a proyectos medioambientales, 1.200 horas a proyectos sociales con personas mayores y aproximadamente 1000 horas dedicadas al cuidado y protección de animales.
 ¡Muchas gracias Arielle y Allison!


ARTÍCULOS y RECURSOS



"Sudar material. Cuerpos, afectos, juventud y drogas", Estudio.








Montserrat Cañedo (Coord.) 
Lara Alonso, Ariet Castillo, 
Olga Fernández y Enrique Moral.

El interés por elaborar este trabajo, residió en poder entender –ante los resultados de diversos estudios que concluían que el consumo excesivo, de atracón, no solo crece, sino que además se inicia a edades cada vez más tempranas cuál es la funcionalidad del consumo excesivo en los modos de vida de los y las jóvenes de Madrid, a partir de una investigación de carácter etnográfico que hallase alguna respuesta. Este ambicioso objetivo, tanto en el plano teórico como en el metodológico, llevó inevitablemente a preguntarse, en primer lugar, qué se entiende por exceso.  


El concepto, aplicado al consumo de drogas es, ciertamente, un concepto difuso, ambiguo e impreciso. La aparente obviedad de su sentido en el discurso social cotidiano es, sin embargo, inversamente proporcional a su claridad analítica y a su precisión conceptual. ¿De qué se habla, entonces, cuando se alude a un consumo excesivo?.

Además, tanto las definiciones, más o menos explícitas, de consumo de atracón, como las de consumo de riesgo o consumo excesivo que suelen aparecer en encuestas, estudios y notas de prensa beben claramente de lo que podría llamarse discursos expertos (pediatras, psiquiatras, profesionales de la prevención del consumo de alcohol…).  

Pero fue precisamente la intención de poder ofrecer una perspectiva alejada de los discursos dominantes y, en su lugar, próxima a la de los y las jóvenes – a sabiendas de
que la juventud consumidora no constituye un todo homogéneo que sea sujeto de un discurso unívoco- lo que motivó, en primera instancia, la realización de este trabajo: comprender el por qué, cómo, cuándo y dónde de todas las objetivaciones que adquiere  el exceso en el consumo para los propios actores sociales. Así, lo que lo que empezó por ser un problema —la ambigüedad del concepto de exceso aplicado al consumo juvenil de drogas— terminó por constituir el objeto mismo de la indagación. 

Consecuentemente, el objetivo de investigación, podría sintetizarse a través de la pregunta que ha orientado el trabajo de campo y su posterior análisis: 
¿cuáles son los sentidos prácticos del exceso en el consumo de alcohol y 
otras drogas para jóvenes consumidores madrileños? 

El objetivo central de esta investigación es entender cuál es la funcionalidad del consumo excesivo de alcohol y otras drogas en los modos de vida de los y las jóvenes de Madrid, a partir de una investigación de carácter etnográfico.

Sudar material. Cuerpos, afectos, juventud y drogas” ha sido realizada a través de observación participante en lugares y tiempos de ocio y distintos grupos de discusión formados por jóvenes madrileños de 16 a 27 años.

Exceso y Ocio Juvenil: La función social del “exceso” asociado al consumo de alcohol y otras drogas. Seminario FAD.


La función social del “exceso”
asociado al consumo de alcohol y otras drogas.

 

 
El Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud 
de la FAD  
miércoles 29 de marzo
Avenida de Burgos, 1 - Madrid




El seminario tiene como objetivo analizar cuál es la función social del “exceso” asociado al consumo de alcohol y otras drogas desde la mirada de adolescentes y jóvenes.

A través de los resultados de una investigación antropológica sobre los consumos de atracón entre jóvenes, realizada gracias a la colaboración de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el seminario tratará de arrojar luz para comprender qué significado tiene el “exceso” en el consumo para los jóvenes. Además habrá un espacio para analizar específicamente los significados del consumo de alcohol, especialmente en lo que se refiere a los hábitos más abusivos, desde los discursos de adolescentes y jóvenes.

“Exceso y ocio juvenil. La extraña pareja” también dará cabida al análisis de las políticas sobre alcohol en España desde una perspectiva histórica, entre otros temas.

La inscripción es gratuita. 
Plazas limitadas hasta completar aforo. 
Realiza tu inscripción y consulta el programa aquí

Más información:Tel.: 902 43 12 95
E-mail: crs@fad.es

 
 
 
© 2017 FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción)

Nueve de cada 10 menores cruzaron solos el Mediterráneo en 2016


25.846 de los 28.223 menores que lograron llegar a Italia no viajaban acompañados por un familiar adulto, 
el doble que el año anterior

"La ruta del Mediterráneo central es una de las más mortales para los niños", dicen desde la Agencia de la ONU
Unicef ha reclamado vías legales para proteger a los migrantes y refugiados y recordó que hoy las mafias son la única alternativa



Unicef dice que nueve de cada 10 niños cruzaron solos el Mediterráneo en 2016
Algunos menores migrantes se disponen a desembarcar de un barco de la marina italiana en el puerto de Salerno, isla de Lampedusa, Italia, tras ser rescatados en aguas del Mediterráneo. Efe



La ruta migratoria del Mediterráneo central entre Libia e Italia se ha convertido en una de las más peligrosas para los niños refugiados, víctimas de agresiones, abusos sexuales o detenciones a lo largo del viaje, que nueve de cada diez menores emprenden solos, ha alertado este viernes Unicef.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha publicado el informe "Una travesía mortal para los niños: La ruta de la migración del Mediterráneo central", que revela que 25.846 de los 28.223 menores que lograron llegar a Italia no estaban acompañados.

Esta cifra duplica el total registrado en 2015, ha recordado Unicef, que asimismo advirtió de los riesgos a los que se exponen los menores en la travesía.
La mayoría de estos migrantes y refugiados huyen de la guerra y de la miseria desde países del África subsahariana e intentan llegar a Europa por mar desde las costas libias, han apuntado. 

Por otra parte, en enero el número de personas obligadas a confiar en contrabandistas para llegar a Italia por mar ascendió a 4.463.

Tan solo en la última semana del mes, cuando las condiciones meteorológicas eran más duras, 1.852 migrantes y refugiados cruzaron de esta manera el mar, cifra que multiplica por ocho las llegadas del mismo periodo de 2016.

"La ruta del Mediterráneo central es una de las más mortales para los niños y las mujeres", ha reconocido la directora regional y coordinadora especial de la crisis migratoria en Europa de Unicef, Asfhan Khan.

Los abusos sufridos en Libia

Asi viven los niños en Libia, video

La inestabilidad y el caos que reina en el país norteafricano, sumido en un conflicto civil desde 2011, facilita la actuación de mafias y traficantes que se aprovechan de la situación precaria y desesperada de los más de 255.000 inmigrantes -23.000 de los cuales son niños- que permanecen atrapados en Libia.
Los resultados de una encuesta realizada por Unicef a más de ochenta mujeres y a cuarenta niños migrantes atrapados en centros de detención libios revela "el terrible nivel de abuso que se produce a lo largo de la ruta migratoria".
La mayoría de los niños y las mujeres indicaron que habían tenido que pagar dinero a los contrabandistas al comienzo de su viaje y que ahora tenían deudas que debían "pagar a medida que avanzaban" en la travesía, algo que les convierte en aún "más vulnerables al abuso, al secuestro y a la trata".

Los encuestados denunciaron que en los centros de detención libios -administrados tanto por el Gobierno como por las milicias armadas- vivían hacinados en duras condiciones, sin alimentos nutritivos ni refugio adecuado.
Unicef ha recordado que solo tiene acceso a "menos de la mitad" de los 24 centros de detención administrados por el Gobierno de Libia, en los que se calcula que quedaron bloqueados de 4.000 a 7.000 inmigrantes.

Por otro lado, las organizaciones humanitarias no tienen manera de socorrer a los refugiados que se encuentran en las prisiones ilegales que se han detectado en el país.
Trece de estos centros controlados por milicias armadas involucradas en el tráfico de personas están localizadas en la capital, Trípoli, según el informe presentado hoy.
Unicef ha reclamado vías legales y seguras para proteger a los migrantes y refugiados que buscan una vida mejor, y recordó que hoy día las mafias y traficantes son la única alternativa para realizar la peligrosa travesía.

"Es hora de que la comunidad internacional trate de forma integral este problema", ha afirmado el director ejecutivo adjunto de Unicef, Justin Forsyth.

‘El derecho de los niños y adolescentes a la ciudad’, Jornada.





"Mejoramos nuestro espacio público con caminos escolares y otras experiencias".

15 de Diciembre, 
IMEB y el Institut Infància i Adolescència, 
Ayuntamiento de Barcelona, 
Espai  Jove La Fontana, 
Carrer Gran de Gràcia, 190-192. 

Puede consultar el programa aquí y 
formalizar su inscripción a través de este formulario.


Cómo transformar el espacio público de la ciudad para poder vivir mejor la infancia y la adolescencia? Esta es la premisa a partir de la cual se centrarán las diferentes conversaciones, debates, charlas y talleres que se llevarán a cabo en el marco de la jornada, que coorganizamos IMEB y el Institut Infància i Adolescència, El derecho de los niños y adolescentes a la ciudad. Mejoramos nuestro espacio público con caminos escolares y otras experiencias. 
La jornada, que tendrá lugar el próximo 15 de diciembre en el Espai  Jove La Fontana de forma gratuita y abierta a toda la ciudadanía, tiene por objetivo poner el foco sobre la necesidad de repensar y transformar la ciudad para hacer posible las que se pueda vivir mejor la infancia y la adolescencia, entendiendo que, así, se consigue una ciudad mejor para toda la sociedad.


Contaremos con la presencia del pedagogo especialista en infancia y ciudad, Francesco Tonucci, como invitado principal. 
Por la mañana, Tonucci conversará con Itziar González, arquitecta, urbanista y experta en cooperación ciudadana en el territorio, sobre cómo mejorar el espacio público para que sea un entorno más educativo y comunitario para la infancia y la adolescencia. 
 Y, acto seguido, se abrirá el diálogo con un grupo de chicos y chicas de cuatro escuelas diferentes que han estado trabajando sus propuestas de mejora, a partir del proyecto ‘Camí escolar, espai amic’ del IMEB. 
La sesión de mañana se redondea con una cata de experiencias sobre infancia, adolescencia y espacio público en Barcelona con más de veinte experiencias impulsadas por escuelas, entidades sociales, iniciativas comunitarias y el ayuntamiento.

Por la tarde, tendremos cuatro talleres simultáneos abiertos a la ciudadanía en la que se debatirá sobre la dimensión educativa del espacio público y la participación de los niños, el juego y el encuentro en las calles y plazas, la acción comunitaria y la movilidad, a partir de una presentación inicial de personas especialistas. Finalmente, habrá una entrevista abierta a Tonucci por parte del periodista Carles Capdevila y concluirá la jornada la Alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

 El aforo es limitado y se tendrá en cuenta el orden de inscripción.