El
fotógrafo Diego Ibarra Sánchez visitó dos campamentos de verano de
educación patriótica en Ucrania,
donde los niños aprenden rudimentos
militares en el contexto de la tensión entre su país y
Rusia.
El autor retrató a los pequeños con una Polaroid, les pidió que
escribiesen
y dibujasen sobre su experiencia en el campamento, y compuso
todo en un cuaderno escolar.
Diego Ibarra Sánchez,
Fotoensayo, 12 fotos.
1 “Decidí
unirme a este campamento para ponerme a prueba. Aquí te enseñan cómo
aplicar primeros auxilios y cómo comportarte o reaccionar en caso de
accidente. Tienes que defender tu país para prevenir el caos y el número
de muertos.Y lo voy a defender. De mayor me gustaría ser modelo o
diseñadora”. Glukh Sophiya, de 11 años.
2 “Me
gusta el campamento Lider porque es muy bonito. Mis actividades
favoritas son nadar, el arte y las clases de deporte. Nuestra Ucrania
debe ser defendida porque, si no, los rusos la capturarán y nos
obligarán a hacer lo que ellos quieren. De mayor quiero convertirme en
modelo, pero también me gustaría convertirme en soldado porque así podré
defender a mi país de sus enemigos. Sueño con una gloriosa y preciosa
Ucrania”. Katerina Strogan, de 7 años.
3 “Me
gustan los ejercicios militares y nadar en la piscina. También me
gustan las cruzadas de los cosacos, como la que tuvimos el otro día.
Descubrimos la cocina ucrania, las canciones populares y a nuestros
héroes. Creo que es importante defender a nuestra madre patria porque es
la única que tenemos. Ahora hay una guerra. De momento no sé lo que
quiero ser cuando sea mayor… No me gustaría convertirme en soldado
porque la guerra me asusta. Quiero que termine esta guerra y que todo
sea bueno”. Viktoriya Maistrenko, de 8 años.
4 “Lo
que me gusta del campamento Lider son los profesores y el espacio del
campamento, así como disparar, las municiones y la piscina. Tenemos que
defender a nuestra madre patria porque, si no, desaparecerá. Me gustaría
convertirme en ingeniero. La gente respeta a los ingenieros. No quiero
convertirme en soldado porque quiero estar con mi familia en casa y los
soldados suelen ser tomados como rehenes. Pero los respeto. Sueño con
que la gente arroje menos basura a las calles. Sueño con que el Gobierno
se convierta en un Gobierno más amable. Quiero menos gases
contaminantes y más árboles…”. Oleksandr Shumsky, de 11 años.
5. Adiestramiento militar de niños en el campo de Volodymyr.
6 “Lo
que me gusta del campamento Lider es nadar en la piscina y cuando nos
enseñan técnicas básicas de supervivencia en el bosque. Además, me gusta
cantar, tocar la guitarra y acampar. Me gustan los ejercicios
militares, disparar con el fusil. Es importante defender a tu madre
patria porque el enemigo puede capturarnos y me daría mucho miedo.
Cuando sea mayor me convertiré en minero. Además, me gustaría
convertirme en un soldado porque los soldados defienden nuestro país
porque la guerra viene. Sueño con que la guerra acabe”. Danylo
Plotnikov, de 8 años.
7. Un instructor del club patriótico militar de Donetsk 'Los herederos de la historia' enseña a matar con cuchillo.
8 “Me
gusta la programación, la disciplina y los ejercicios militares. Creo
que es importante defender a tu madre patria porque podría ser capturada
por el enemigo fácilmente y ser capturados y convertidos en rehenes y
asesinados. De mayor quiero convertirme en investigador de peces. No
quiero convertirme en soldado porque asusta y me da miedo. Sueño con que
no haya nunca más guerras en el mundo. Así como sueño con que el mundo
se convierta en más ecológico, que las armas desaparezcan y que solo los
guardias tengan acceso a ellas”. Mykhailo Deinikov, de 8 años.
9 “Lo
que me gusta del campamento Lider es la piscina, los obstáculos
militares y los profesores. Para mí es importante defender el país
porque hay gente que no puede defenderse ni defender nuestra patria.
Podemos ayudar a otros a tener un país en paz: nuestra querida Ucrania.
Quiero convertirme en programador informático, pero también me gustaría
convertirme en soldado para defender mi país. Sueño con la paz en
nuestro país porque no quiero ver gente morir”. Oskar Semetski, de 9
años.
10. Anna Lisovenko, miembro del club patriótico militar 'Los herederos de la historia' en Donetsk.
11 “Me
gusta nadar y disparar en el campamento Lider. En mi familia todos
disparan: mi madre, padre, abuela… Es importante saber disparar y
defender a tu madre patria porque, de no ser así, Rusia se hará con ella
y Ucrania se convertirá en parte de Rusia. Y será muy malo, ya que no
seremos capaces de hablar, leer y escribir en ucranio nunca más. Cuando
crezca quiero convertirme en veterinaria. Amo los animales. Antes tenía
un hámster, una tortuga y cuatro loros. Ahora tengo dos chinchillas y un
gato. No me gustaría convertirme en soldado porque frecuentemente son
heridos y tengo miedo. Quiero que la gente deje de beber, de fumar y de
maldecir”.Yelena Shevel, de 10 años.
12 " Vine
aquí porque te inspiras profundamente y te encuentras muchos a migos que
te apoyan en cualquier situación complicada. Aprendemos a trabajar en
equipo y a superar cualquier situación difícil. He nacido aquí y he
pasado muchos años de mi vida en Ucrania, y la amo con todo mi corazón.
De mayor, quiero convertirme en jugador de fútbol”. Danylo Satsuk, 12
años.
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"Ahora hay una guerra”. Esta frase, escrita en el
cuaderno de uno de los niños que acuden a los campamentos de educación
patriótica de Ucrania, es la realidad y se trata de una realidad
determinante. La guerra que con distintas fases de intensidad transcurre
en el este del país desde 2014 destruye lo que en otras circunstancias
podría ser considerado un juego y juzgado como tal, ya fuera desde
posturas pacifistas abstractas o desde ópticas formadas en países
prósperos, en democracias consolidadas incapaces de imaginarse
contiendas civiles o con Estados vecinos expansivos y con complejos de
“hermano mayor”. En los campamentos Lider y Ranger, los niños plasman el
mundo que les rodea. Dibujan fusiles, tanques, ambulancias y camillas.
Sueñan con un país en paz, con poder leer y escribir en su propia
lengua, con vivir su propia vida. Aman los animales, la piscina y a los
cosacos, y quieren menos basura y menos contaminación, mejores
carreteras y un futuro digno. Su pesadilla es ser capturados,
convertidos en rehenes y asesinados. No glorifican las armas, las toman y
aprenden a manejarlas como forma de defenderse y sobrevivir.
Texto de Pilar Bonet
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