Los derechos de niños, niñas y adolescentes privados de libertad en tiempos de pandemia: Declaración del CIDENI.


7 de Mayo de 2020.
Las y los firmantes de esta declaración, académicos/as y especialistas de 9 países de Iberoamérica, convocados por el Centro Iberoamericano de Derechos del Niño (CIDENI)[1] para conformar un Grupo de Estudio sobre Justicia Juvenil,  ante la situación de niños y adolescentes privados de libertad, y el impacto que la pandemia tiene en sus derechos y desarrollo, declaramos lo siguiente:
Compartimos las diversas declaraciones de organismos internacionales de derechos humanos que han advertido de las severas consecuencias que está teniendo y tendrá la pandemia en el desarrollo y la vida de los niños, niñas y adolescentes. Así lo han hecho saber organizaciones como el Comité de Derechos del Niño, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, UNICEF, y organizaciones de la sociedad civil, entre otros.
Adherimos a la definición de que los niños, niñas y adolescentes en esta pandemia son parte del grupo en Situación de Especial Vulnerabilidad según la Corte Interamericana de Derechos Humanos[2].
Como investigadores e investigadoras, conocemos los efectos que provocan en las personas el confinamiento, el encierro y las medidas de aislamiento en tiempos normales. Más aún, sabemos del negativo impacto en el desarrollo y en los derechos de niños, niñas y adolescentes que tiene la privación de libertad y la ausencia de familias protectoras en tiempos normales. Con mayor razón, creemos que la privación de libertad de la infancia y adolescencia en tiempos de pandemia, puede tener un efecto irremediable en sus vidas (el impacto de dejar de ver a sus familias, su salud mental, la ausencia de contacto con el mundo, la pérdida de seres queridos, los efectos del contagio en su salud y desarrollo, entre otras).
En el caso del encierro que corresponde a una sanción fundada en la responsabilidad penal del adolescente, ese mayor impacto supone una intensificación de la pena, cuya aflictividad puede alcanzar una medida muy superior a la que en la sentencia se consideró apropiada para el delito, que amenaza con volverla desproporcionada, y aconseja su revisión.
Por lo anterior, hacemos un llamado a a los respectivos gobiernos, a los órganos de la justicia, a la sociedad civil, la academia, los medios de comunicación y los organismos que protegen los derechos humanos, a examinar y transparentar la situación de niños, niñas y adolescentes que están privados de libertad en sus países, a informar periódicamente sobre las medidas especiales que están aplicando para protegerlos del contagio del coronavirus, garantizar el contacto con sus familias y personas relevantes y de qué manera llevan a cabo sus procesos educativos según lo determinan sus derechos.
Adicionalmente, que se evalúen oportunamente -teniendo en cuenta la mayor aflictividad que estas circunstancias extraordinarias imprimen a la sanción privativa de libertad- la posibilidad de sustituirla o ponerle término anticipado, de conformidad con las facultades que nuestros sistemas de justicia penal de adolescentes entregan a los tribunales o a la administración para adoptar esas decisiones.
Ana Paula Motta Costa (Brasil); Gonzalo Berríos, Álvaro Castro, Miguel Cillero, Jaime Couso, y Ester Valenzuela (Chile); Susana Escobar (Colombia); Carlos Tiffer e Ignacio Mayoral (Costa Rica); Elizabeth Fuentes (El Salvador); Myriam Cabrera y María Concepción Molina (España) e Iván Meini (Perú).

[1] www.cideni.org
[2] http://www.oas.org/es/cidh/decisiones/pdf/Resolucion-1-20-es.pdf

Esta declaración ha tomado cuerpo  en el curso de una investigación que se está realizando por parte de miembros de la Cátedra Santander de los Derechos del Niño con el CIDENI (Centro Iberoamericano de los Derechos del Niño, Chile) y miembros de distintas universidades de Latinoamérica. 

El número de niños en hogares pobres puede aumentar en 86 millones debido al coronavirus.

De no adoptarse medidas urgentes para proteger a las familias 
que traviesan una difícil situación financiera provocada por la pandemia de COVID-19, 
el número total de niños que viven por debajo del umbral nacional de pobreza 
en los países de ingresos bajos y medianos podría llegar a 672 millones a finales de año.


© UNICEF/Frank Dejongh

Según se desprende de un nuevo análisis publicado este jueves por UNICEF y la ONG Save the Children, 86 millones de niños pasarán a engrosar las filas de la pobreza debido al impacto económico del coronavirus.

Los países de Europa y Asia central podrían registrar el aumento más significativo, que podría llegar hasta el 44% en toda la región. En América Latina y el Caribe podría registrarse un aumento del 22%.

El número total de niños que viven por debajo del umbral nacional de pobreza en los países de ingresos bajos y medianos podría llegar a 672 millones a finales de año.

De esa cifra, casi dos terceras partes de esos niños vivirán en el África subsahariana y el Asia meridional.

"La pandemia de coronavirus ha desencadenado una crisis socioeconómica sin precedentes que está agotando los recursos de las familias de todo el mundo", dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

Save the Children y UNICEF advierten que el impacto de la crisis económica mundial causada por la pandemia y las políticas de austeridad relacionadas con ella es doble. La pérdida inmediata de ingresos significa que las familias tienen menos capacidad para costear sus necesidades básicas, incluidos los alimentos y el agua, menos probabilidades de acceder a la atención sanitaria o a la educación, y más riesgo de matrimonio infantil, violencia, explotación y abuso. Cuando se produce una disminución presupuestaria, también pueden disminuir el alcance y la calidad de los servicios de los que dependen estas familias.

Además, advierten que, en el caso de las familias más pobres, la falta de acceso a los servicios de atención social o a medidas compensatorias limita aún más su capacidad de respetar las medidas de contención y distanciamiento físico y, por consiguiente, aumenta aún más su exposición a la infección.

Hay que ampliar los programas de protección social
Fore destacó que "la magnitud y la gravedad de las dificultades financieras de las familias amenazan con retroceder años de progreso en la reducción de la pobreza infantil y privar a los niños de servicios esenciales. Sin una acción concertada, las familias que apenas se las arreglan podrían verse empujadas a la pobreza, y las familias más pobres podrían enfrentarse a niveles de carencias que no se han visto en décadas".

En el caso de los niños que viven en países que ya están afectados por conflictos y violencia, los efectos de esta crisis aumentarán aún más el riesgo de inestabilidad y de que los hogares caigan en la pobreza, advirtieron ambos organismos.

Con el fin de abordar y mitigar los efectos de la COVID-19 en los niños de hogares pobres, Save the Children y UNICEF piden una ampliación rápida y a gran escala de los sistemas y programas de protección social, incluidas las transferencias de efectivo, la alimentación escolar y las prestaciones para niños, inversiones todas ellas fundamentales que abordan las necesidades financieras inmediatas y sientan las bases para que los países se preparen para futuras crisis.

Los Gobiernos también deben invertir en apoyo a las familias mediante otras formas de protección social, políticas fiscales, empleo e intervenciones en el mercado laboral. Esto incluye la ampliación de la cobertura universal a la atención sanitaria de calidad y otros servicios; y la inversión en políticas familiares, como las vacaciones remuneradas y el cuidado de los niños.

Algunos de los países en América Latina que aumentaron la protección social desde el inicio de la crisis del coronavirus fueron:

Argentina, en donde el programa de asignación universal por hijos proporcionó un aumento de 3100 pesos (47 dólares EE. UU.) a sus actuales beneficiarios


Colombia, donde el Gobierno creó el Programa de Ingresos Solidarios que proporciona transferencias en efectivo a los hogares que actualmente no reciben beneficios de ningún otro programa del Gobierno Nacional. Al 21 de mayo, más de dos millones de familias vulnerables habían recibido una transferencia de 320.000 pesos (equivalentes a 81 dólares de los EE. UU.) mediante dos pagos efectuados durante marzo y mayo


Perú, donde el Gobierno entregó un bono solidario a los hogares rurales, los trabajadores independientes y las familias vulnerables, así como un nuevo bono universal, para 6,8 millones de hogares. Es necesario prestar especial atención a las personas que viven en zonas remotas, las poblaciones indígenas y los migrantes

Revista NoesMenor, nº 1 contenidos referidos a Infancia y Pandemia.

 
Santiago de Chile.




Con el objetivo de dar relevancia a diversos temas relacionados con la infancia, Corporación Opción ha elaborado una nueva revista, denominada NoesMenor, que en su primer número incluye contenidos que se enmarcan en el contexto de la pandemia ocasionada por el Coronavirus. 
Entre estos están una entrevista a Luis Pedernera, presidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas; una columna de opinión de Consuelo Contreras, acerca de los desafíos que han debido enfrentar las familias en el actual contexto; y un reportaje en profundidad a los problemas y las oportunidades que la crisis sanitaria ha generado a la sociedad, donde se presenta la opinión de expertos en distintas materias. 
 
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