XVIII Aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Día Universal del Niño.
Desde la Asociación GSIA
felicitamos a los niños, niñas y adolescentes.
Para ello reproducimos este informe de Unicef. Gracias!.
Violencia en las vidas de los niños y los adolescentes
Todos los niños tienen el derecho recibir protección contra la violencia infligida por cualquier persona relacionada con sus vidas, ya sean padres o madres, maestros, amigos, compañeros íntimos o extraños.
Y todas las formas de violencia que viven los niños, independientemente de la naturaleza o la gravedad del acto, son perjudiciales. Más allá del daño innecesario y del dolor que causa, la violencia socava el sentimiento de autoestima de los niños y menoscaba su desarrollo.
Sin embargo, la violencia contra los niños muchas veces se justifica racionalmente como si fuera algo necesario o inevitable. Puede que se acepte de manera tácita debido a que quienes la infringen son conocidos, o que se minimice su efecto como si fuera irrelevante.
Puede que se evite recordar o denunciar la violencia debido a la vergüenza o al temor a una represalia. La impunidad de quienes ejercen la violencia y la frecuencia con que se comete puede llevar a que las víctimas consideren que la violencia es normal. En esas ocasiones, la violencia se disimula, y esto hace que resulte difícil prevenirla y eliminarla.
La escasez de datos fiables solamente agrava este problema. La recopilación de datos sobre la violencia contra los niños es una tarea compleja que presenta importantes problemas éticos y metodológicos.
Sin embargo, a pesar de ello, en los últimos años se han producido progresos importantes para documentar la escala y la gravedad de la violencia contra los niños.
Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes utiliza los datos más actuales para ilustrar cuatro formas específicas de violencia: la disciplina violenta y la exposición al maltrato doméstico durante la primera infancia; la violencia en la escuela; las muertes violentas entre los adolescentes; y la violencia sexual en la infancia y la adolescencia.
Las estadísticas revelan que los niños sufren actos de violencia en todas las etapas de su infancia y en diversos entornos, y que esto ocurre a menudo a manos de individuos de confianza con quienes se relacionan todos los días.
Garantizar que la violencia en todas sus formas se documente mediante datos sólidos es el primer paso para lograr su eliminación.