Hay innumerables beneficios de jugar y aprender en la naturaleza.

y se sienten intrigados por el mundo que los rodea.
Muchos niños, sobre todo en ciudades, tienen acceso limitado a la naturaleza 
y pasan cada vez menos tiempo en espacios al aire libre 'salvajes'. 
'Bush kinder' convierte a los novatos en la naturaleza en eco-expertos, Australia.

Niños y Naturaleza todo un equipo.

Los preescolares australianos suelen incluir espacios interiores y exteriores para que los niños jueguen y aprendan. Sin embargo, muchos niños, en particular los que viven en áreas urbanas, tienen acceso limitado y pasan cada vez menos tiempo en espacios al aire libre 'salvajes'. Esto incluye bosques, playas y parques subdesarrollados.

A medida que las áreas urbanas se expanden, quedan menos de estos espacios para que los niños y los padres puedan acceder fácilmente. Esto hace que la educación de la primera infancia basada en la naturaleza sea esencial para enseñar a nuestros niños pequeños a cuidar e interactuar con el entorno natural.

En Victoria y otras partes de Australia, la cantidad de niños en el bosque o en la naturaleza ha estado creciendo desde principios de la década de 2010, dice  , de la Universidad de Melbourne . Los beneficios de Bush y Nature Kinder fueron reconocidos recientemente por el gobierno de Victoria, con la Ministra de Primera Infancia y Pre-Prep, Ingrid Stitt, dedicando $ 3.6 (AUS DOL) millones para financiar 150 programas Bush Kinder cada año durante los próximos cuatro años.

Esto dará a muchos más niños victorianos acceso a la educación al aire libre durante su etapa preescolar.

Aprendizaje dirigido por niños

Influenciado por el Marco de Aprendizaje de la Primera Infancia de Australia y otros documentos curriculares, la educación en las escuelas de infantes suele estar dirigida por los niños, donde los niños son libres de deambular, jugar, ser creativos y descubrir lo que está disponible en la naturaleza para jugar.

Los juguetes, las pelotas y casi todas las actividades hechas por el hombre se eliminan, dejando solo lo que la naturaleza proporciona, como palos, hojas, pastos y la imaginación del niño, para que vuele libremente durante tres o cuatro horas.

Los enfoques de enseñanza varían en estos entornos, con educadores que utilizan ' modelos de juego ', ' enseñanza intencional ' o simplemente juegos infantiles abiertos y basados ​​en el descubrimiento.

He estado investigando bush kinders desde 2015, comenzando con un proyecto de investigación con la profesora Coral Campbell y la profesora asociada Anna Kilderry de la Universidad de Deakin. Este estudio se centró principalmente en la enseñanza y el aprendizaje de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en los niños de Bush.

Mi proyecto actual en la Universidad de Melbourne nuevamente analiza la enseñanza y el aprendizaje de STEM en los niños de la selva pero con un enfoque en el plan de estudios, la asunción de riesgos y la evaluación.

Principiantes de la naturaleza a expertos en la naturaleza

Uno de nuestros hallazgos clave es ver el impacto transformador que Bush Kinder tiene en los niños de 4 a 5 años.

Muchos niños en edad preescolar comienzan el jardín de infantes como novatos en la naturaleza, y se les puede escuchar decir: "Estoy aburrido", "Odio el jardín de infantes" o "no hay nada que hacer".

Entonces tiene lugar una notable transición durante un año de jardín de infantes. Los niños crecen y desarrollan una mayor comprensión del medio ambiente y de sí mismos, se sintonizan con su entorno y llevan su aprendizaje a casa para aplicarlo en otros ámbitos de sus vidas.

Después de un año de bush kinder, los niños a menudo se convierten en expertos en la naturaleza, pueden identificar diferentes animales y plantas, comprender los cambios de estación y convertirse en trepadores de árboles seguros y tomadores de riesgos creativos.

La atención al detalle se amplía

Los educadores con los que hablamos a menudo comentaban que los niños eran ajenos al aire libre y la naturaleza cuando asistían por primera vez al jardín de infantes. Pero eso pronto cambió.

A medida que pasaba más tiempo en los escuelas de infantes, me sorprendía cómo los niños me contaban lo que estaban viendo en la naturaleza, con detalles intrincados y una comprensión notable de STEM.

Un educador me dijo que los niños notaban las cosas más pequeñas de la naturaleza y que a menudo se sentaban a reflexionar sobre lo que sucedía a su alrededor.

Los niños que asisten a escuelas infantiles  muestran una comprensión notable de STEM. 
Los padres también comentaron lo valioso que era Bush Kinder. 

Un padre dijo que su familia había ido a caminar por el bosque el fin de semana y que estaba asombrada de cómo su hija de 4 años interactuaba y observaba activamente las cosas en el medio ambiente, como los diferentes tipos de hongos o pájaros, y el clima cambiante.

Estas eran consideraciones que sus hijos mayores, que no habían asistido al jardín de infantes, se estaban perdiendo.



El poder de notar

A través de esta investigación , comencé a preguntarme, si los niños que asisten a escuela infantil son cada vez más conscientes del mundo que los rodea, ¿qué nos estamos perdiendo los adultos en nuestra comprensión de cómo los niños aprenden sobre la naturaleza? ¿Qué pasa si no nos damos cuenta de lo que notan los niños?

Por lo tanto, es crucial que parte del aumento de los fondos se destine a educar a los maestros de escuelas infantiles para que alienten a los niños a ser conscientes de su entorno, para enfatizar el poder de simplemente darse cuenta.

Es importante considerar los diferentes enfoques de la enseñanza y el aprendizaje en este entorno y resaltar cuán valiosas son las relaciones entre adultos y niños para apoyar sus interacciones basadas en el juego en la naturaleza.

A medida que los niños hacen la transición de novatos en la naturaleza a expertos en la naturaleza, desarrollan confianza en el mundo que los rodeaEsta confianza se fomenta en un mundo más amable que es rico en oportunidades de aprendizaje STEM, que van desde la ciencia del clima, la gravedad, el equilibrio y la mezcla de lodo, hasta la tecnología y la ingeniería asociadas con la construcción de casas en cubículos, hasta las matemáticas de navegar obstáculos naturales. en un espacio de jardín de infantes.

A través de mi investigación, he visto el importante papel que desempeñan los niños de Bush Kinder en el desarrollo de la confianza, el compromiso y la comprensión de la naturaleza de los niños.

Por lo tanto, es justo decir que los programas de escuelas infantiles brindan oportunidades para que los niños en edad preescolar construyan una conexión con la naturaleza, desarrollen una conciencia ambiental y aprendan habilidades que incluyen la toma de riesgos, la persistencia, la predicción y la conciencia social y emocional.

En particular, está claro que los niños pueden desarrollar habilidades fundamentales que pueden aplicar al aprendizaje futuro, lo que permite que se produzca una percepción más matizada.

Al ayudar a los niños a desarrollar estas habilidades para toda la vida, los escuelas para infantes pueden desempeñar un papel fundamental en la transformación de nuestros jóvenes en líderes del futuro.

* es profesor en la Escuela de Graduados en Educación de Melbourne, en la Universidad de Melbourne. Este artículo se publicó por primera vez en  Pursuit . 

Fuente Child in the City

"En estas elecciones gana la infancia". Contribución de UNICEF España a los programas electorales, elecciones julio 2023.

Propuestas electorales en clave de infancia a todos los partidos políticos.
España invierte en ayudas de protección social de las familias 
y la infancia por habitante la mitad de la media de la Unión Europea.

UNICEF España ha hecho propuestas electorales en clave de infancia a todos los partidos políticos que concurren a las elecciones generales de julio de 2023, para que sus programas contemplen medidas para abordar la pobreza infantil, la violencia contra la infancia, la salud mental de niños y niñas o la situación de la infancia migrante.
Desde que se conoció la fecha de las elecciones generales, UNICEF España recuerda la importancia de tener en cuenta a los niños, niñas y adolescentes para garantizar sus derechos en nuestro país. 
Entre las propuestas destacan:
    .- La puesta en marcha de la nueva Estrategia Nacional de Derechos de la Infancia y la Adolescencia,
    .- Habilitar el sufragio a partir de los 16 años en las elecciones municipales,
    .- Promover la participación infantil,
    .- Incrementar el gasto público en protección social a la infancia hasta el 2,5% del PIB de la media europea. 

UNICEF España también ha presentado a los grupos políticos propuestas específicas relativas a algunos de los ámbitos más preocupantes para la infancia:
    .- Pobreza infantil,
    .- Violencia,
    .- Salud mental,
    .- Educación,
    .- Impacto de las tecnologías.
     
Para llevar a cabo estas medidas, es fundamental dotarlas de una inversión suficiente y de verdaderas políticas públicas dirigidas a la infancia. España invierte en ayudas de protección social de las familias y la infancia por habitante la mitad de la media de la Unión Europea (338/673€), o lo que es lo mismo, el 1,6% del PIB frente al 2,5% de media de los 27.

Además, muchas de estas políticas se aplican a nivel autonómico, por lo que sería deseable una mayor coordinación entre administraciones para garantizar la protección y desarrollo de los derechos de niños, niñas y adolescentes. 

Presentación de la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia, #EEDIA

La Estrategia Estatal de Derechos de Infancia y Adolescencia 2023-2030 (EEDIA) 
fue aprobada por parte del Consejo de Ministros. 
 
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 celebra la presentación de la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia. El acto es inaugurado por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.


Se trata de un compromiso que articula la acción del conjunto de España y de las Administraciones con el fin de garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes. 

Desde 2016 no existía una estrategia de este tipo en nuestro país, y es en 2018 cuando el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas recomendó a España su formulación para la plena aplicación de la Convención de los Derechos del Niño.


En la jornada participan también el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez y la directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia, Lucía Lósoviz, junto con expertos del sector como el Ex miembro del Comité de Derechos del Niño y catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Valencia, Jorge Cardona Llorens; el director de la Plataforma de Infancia, Ricardo Ibarra; la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea González Henry y el profesor de metodología de investigación social de la Universidad de Santiago de Compostela, Antonio Rial Boubeta.

Asimismo ha contado con la mirada de la infancia, central en la elaboración de la Estrategia, a través de la participación de miembros del Consejo Estatal de Participación de la Infancia y de la Adolescencia (CEPIA).


Call for Papers Vol 7(2), Rev. Sociedad e Infancias, UCM: "La digitalización del aula en el proceso de innovación educativa..." Fecha límite 31 de Julio.

CALL FOR PAPERS para el VOLUMEN 7(2) Rev. SOCIEDAD E INFANCIAS

Desde la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM 

y en el marco del proyecto europeo SIC-Spain 3.0 “Safer Internet Centre Spain 3.0”, 

proyecto cofinanciado por la Unión Europea (UE) 

se hace el llamado para postular artículos en el monográfico dedicado al tema:   


LA DIGITALIZACIÓN DEL AULA EN EL PROCESO DE INNOVACIÓN EDUCATIVA: 
LOS DESAFÍOS PARA LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA.


 La fecha límite para el envío de contribuciones es el próximo 31 de julio de 2023


Le adjuntamos el acceso a toda la información sobre esta convocatoria. 
Pueden consultar las normas para el envío de trabajos: 
https://revistas.ucm.es/index.php/SOCI/about/submissions#authorGuidelines


La Revista Sociedad e Infancias anuncia su plan de publicaciones para 2023 y 2024, al objeto de facilitar la previsión y la administración de sus tiempos a las autoras y autores interesados en aportar sus trabajos de investigación, ensayo, proyectos o noticias de publicaciones.






A continuación Plan de publicaciones para 2023 y 2024 en el que se detallan los títulos de las secciones monográficas previstas. 

El plazo queda abierto todo el tiempo para la admisión de artículos para el resto de las secciones (Miscelánea, Recensiones y Otras Colaboraciones). 

*La inmediata cita es para el Volumen 7(2); Publicación: Segundo semestre 2023 

LA DIGITALIZACIÓN DEL AULA EN EL PROCESO DE INNOVACIÓN EDUCATIVA: LOS DESAFÍOS PARA LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA
Fecha límite de recepción de artículos: 31 de julio de 2023

Este monográfico se desarrolla en el marco del proyecto europeo SIC-Spain 3.0 “Safer Internet Centre Spain 3.0” proyecto cofinanciado por la Unión Europea (UE) por medio del programa Digital Europe y coordinado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE)

*El resto de convocatorias ya son para el año 2024

Volumen 8(1)

Publicación: Primer semestre 2024

LA INFANCIA Y LA CIUDAD, PERSPECTIVAS INTERDISCIPLINARES 

Volumen 8(2)

Publicación: Segundo semestre 2024 

ACTIVISMOS INFANTILES POR LA JUSTICIA SOCIAL Y POLÍTICA (CHILDISM)

*El registro y el inicio de sesión son necesarios para enviar elementos en línea y para comprobar el estado de los envíos recientes.  Ir a Iniciar sesión a una cuenta existente o Registrar una nueva cuenta. 

Las directrices y normas para autores y autoras se encuentran en la página de la revista: https://revistas.ucm.es/index.php/SOCI/about/submissions.   


Se aceptarán trabajos escritos en español, portugués e inglés en las condiciones señaladas.


Para cualquier consulta por favor dirigirse a la secretaría de la revista: sociedadeinfancia@ucm.es


Se ruega difusión entre investigadores/as, profesores/as de su institución y demás personas interesadas.  Agradeciéndoles de antemano su colaboración.

Sociedad e Infancias
e-ISSN 2531-0720  |  ISSN-L 2531-0720
https://dx.doi.org/10.5209/SOCI
© 2021. Universidad Complutense de Madrid
Ediciones Complutens
e






La infancia migrante como nuevo actor global. Sociedad e Infancias, Revista vol.7, nº1, (2023), UCM

El Vol. 7 Núm. 1 (2023), de la Revista Sociedad e Infancias está dedicado 
a la infancia migrante como nuevo actor global.


Presentación. La niñez errante,
Iskra Pavez Soto  
La historia de la humanidad se podría narrar desde las rutas migratorias que han realizado históricamente nuestros ancestros. La especie humana, desde tiempos remotos, ha desplegado respuestas adaptativas –y de sobrevivencia– frente a los nuevos y complejos contextos que le toca enfrentar. Cuando la necesidad es imperiosa aparece el impul-so o el afán de cruzar las fronteras y buscar una vida mejor. En una época caracterizada por cambios acelerados, adicción a las tecnologías y una pandemia global que vino a reconfigurar el mundo, la migración sigue siendo un acto de porfía humana que se resiste a perecer y contra viento y marea se avienta al abismo con la ilusión de que en el otro lado del charco, o del muro, habrá un mundo mejor. Así, la migración surge como una estrategia de supervi-vencia frente a las desigualdades que, de forma triste, siguen siendo también globales.
Los humanos son gregarios por naturaleza, por lo tanto, en los desplazamientos, las crías jóvenes siempre han acompañado el periplo de su tribu. Sin embargo, a veces y por razones que aquí se discutirán, las generaciones jó-venes se han visto obligadas a emigrar solas o en compañía de otras aves igual de lozanas que ellas. Las niñas, los niños y las personas jóvenes navegan en las rutas migratorias y caminan por los caminos más recónditos, participan en la gesta desde su posición de poder, a veces, subalterna y otras, protagónica y la mayoría de las veces, regular y contradictoria...








Declaración de Children Work. Dia contra la explotación laboral de la Infancia.


Nuestro objetivo fundamental es que los niños vivan, como es su derecho, en un ambiente que les permita y promueva su desarrollo físico, mental, moral, espiritual y social, al máximo de sus posibilidades*.  El desarrollo efectivo en cualquier ámbito requiere la participación activa de los niños. . 

También requiere su protección contra daños, pero toda protección debe tener en cuenta la intención más amplia de permitir que los niños prosperen: un enfoque limitado en proteger a los niños de riesgos particulares con demasiada frecuencia resulta en restricciones que pueden obstaculizar su bienestar y obstaculizar sus oportunidades para desarrollar.

Al aplicar esta preocupación fundamental al trabajo infantil, hemos llegado a reconocer que los niños, niñas y adolescentes pueden y trabajan, con o sin pago, para mantenerse a sí mismos y a sus familias, particularmente en situaciones de pobreza severa, pero también en una variedad de contextos y entornos culturales.  En muchos casos, su trabajo permite que los jóvenes adquieran habilidades técnicas, comerciales y para la vida que los ayuden a lograr una vida digna y productiva como adultos dentro de sus sociedades, un aprendizaje que es especialmente importante donde la educación disponible ofrece beneficios limitados.

También es importante la observación de que el trabajo está integrado en las relaciones sociales y que las relaciones de apoyo son fundamentales para el bienestar y el desarrollo de los niños. A través del trabajo, incluso los niños pequeños participan en las actividades de sus familias y comunidades, realizando tareas y quehaceres y, en ocasiones, contribuyendo al sustento familiar a través del trabajo remunerado o no remunerado; de esta manera, construyen sus relaciones con quienes los rodean y desarrollan un sentido de responsabilidad social y económica y de ciudadanía.

Sin embargo, el trabajo que realizan los niños y adolescentes puede tener efectos tanto negativos como positivos. En particular, el trabajo a veces dificulta o impide la escolarización, o conlleva un grave riesgo de daño físico o psíquico
Sin embargo, las intervenciones destinadas a proteger a los niños evitando que trabajen dañan con demasiada frecuencia las posibilidades de los niños que se supone que deben estar protegidos, privándolos de los beneficios del trabajo seguro y, a veces, empujándolos a peores formas de trabajo. 

Por lo tanto, es necesario prestar especial atención al trabajo que realizan los niños e intervenir en su favor cuando el trabajo les perjudique. Décadas de investigación en todos los continentes nos llevan a concluir que el respeto genuino por los derechos del niño requiere que la intervención se aplique y evalúe de acuerdo con los siguientes criterios clave.
.- Los niños deben poder realizar trabajos que los beneficien y contribuyan a su pleno desarrollo. Es importante reconocer y aprovechar los aspectos positivos del trabajo infantil, tanto dentro del trabajo mismo como en cualquier intervención destinada a beneficiar a los niños que trabajan. Y es importante que los niños puedan trabajar con dignidad.

.- Los niños que trabajan no deben ser dañados ni explotados a través de su trabajo.  El enfoque debe estar en la prevención de daños en lugar de prevenir el trabajo.

.- Los niños que trabajan no deben ser dañados ni explotados a través de ninguna intervención destinada a su beneficio. No deben ser criminalizados por su trabajo.

.- Las políticas y los programas relacionados con el trabajo infantil o el trabajo de los niños deben basarse y responder a la evidencia empírica sobre los efectos en el bienestar y el desarrollo de los niños, con respecto tanto a su trabajo como a las intervenciones en el trabajo infantil.

.- Las políticas deben abordar los factores estructurales, políticos y económicos que llevan a los niños a buscar trabajo de manera que los perjudique, en lugar de simplemente buscar sacar a los niños del trabajo. Incluida en tal consideración está la educación de calidad para hacer realidad los derechos de los niños y los objetivos de la educación, así como las empresas y las prácticas de producción que atraen a los niños hacia trabajos nocivos.

.- Todos los actores deben reconocer y apoyar la participación sistemática de los niños en la determinación de sus propios intereses y la promoción de sus derechos humanos en general. En particular, los niños que trabajan son trabajadores y deben tener todos los derechos de los trabajadores, incluido el derecho a defender sus intereses.


*Cf. Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (UNCRC) artículos 17, 23, 27, 29, 32.

De las buenas intenciones a los actos delictivos. Yerros y extravíos de la adopción internacional.

Muy extendida en la década de 1970, la adopción internacional 
atraviesa una profunda crisis moral. 
Del Chad a Chile, de Francia a Suecia o España, numerosos escándalos han desa­creditado una práctica que durante mucho tiempo se percibió como un acto de generosidad. 
Sobre las ruinas de este sector está emergiendo otro: los vientres de alquiler, con el riesgo de una mayor mercantilización de lo vivo.

A la adopción internacional se le han atribuido tradicionalmente innumerables virtudes, todo por unas representaciones ingenuas del tema. 

A ustedes les secuestraron


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PIERRICK NAUD. – Sin título, de la serie “Las desapariciones", 2008
Desde una perspectiva histórica, esta actividad cogió vuelo a finales de la década de 1960. La cobertura mediática de las guerras de Vietnam (1955-1975) y de Biafra (1967-1970) fomentó la aparición de una nueva ética humanitaria. Se suponía que los países del Sur estaban llenos de huérfanos. Adoptar no solo significaba ofrecer una familia a un niño que no la tenía; también era salvar a un ser humano sufriente y, en esencia, dar un poco de la riqueza de Occidente a los menesterosos. 
Según Sébastien Roux, investigador del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), se cruzaron más factores en la explosión del fenómeno: “La revolución de los transportes, el fin de los imperios coloniales, la ausencia de políticas sociales y sanitarias eficaces en muchos países del Sur”. Esta práctica se extendió por toda Europa, especialmente en Suecia, que ostenta la tasa de adopciones per cápita más alta del mundo (1)
Desde la década de 1960, se han adoptado allí unos 60.000 niños extranjeros, procedentes principalmente de Corea del Sur, la India y Colombia. 
El Centro Sueco de Adopción, fundado en 1972 por padres adoptivos en colaboración con el Estado, se convirtió así en uno de los más importantes del mundo. Como muestra del lugar destacado que ocupa la adopción en la cultura sueca, el país cuenta con más de trescientos libros dedicados al tema, muchos de ellos dirigidos al ­público infantil (2)
Francia, por su parte, se ha convertido en el segundo país receptor, en cuanto a número de niños adoptados, después de Estados Unidos. El pico se alcanzó en 2005, con 4136 visados “de adopción” expedidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, frente a los 935 de 1980.
A ambos lados del Atlántico, sin embargo, una serie de escándalos han empañado la reputación de un sector que luce la vitola de sus buenas intenciones y promesas de salvación. Ya en 1975, la revista chilena VEA alertó de la existencia de una “misteriosa organización que adopta a niños nacidos de madres solteras y los envía a Europa”, caso que preocupaba a las autoridades responsables de la expedición de pasaportes por el número de bebés chilenos que salían del país. El artículo atribuía el papel de cabecilla de las operaciones a una tal Anna María Elmgren (3). Esta ciudadana sueca, residente en Santiago desde finales de la década de 1960 y casada con un carabinero –institución policial de naturaleza militar–, se había familiarizado con los procedimientos locales de adopción ayudando a su hermana a encontrar un niño en Chile (4). Posteriormente, gestionó unas dos mil adopciones, como representante local de la asociación sueca Adoptionscentrum entre 1973 y 1990. En 2003, la periodista chilena Ana María Olivares realizó una detallada investigación en la que reveló que Elmgren se apoyaba en una amplia red de trabajadores sociales, maestros y jueces que la informaban acerca de posibles niños y agilizaban los trámites de adopción. Esmeralda Quezada, trabajadora social de la ciudad de Concepción, que más tarde ascendió a funciones de presidenta del Tribunal de Menores, avisaba a Elmgren en cuanto había niños disponibles. 
Se presionaba a madres sin recursos que buscaban una ayuda económica o una guardería, o a madres solteras. Pero a veces también podía tratarse de niños que andaban solos por la calle, como fue el caso de dos hermanos detenidos por los carabineros por vagabundeo: no se contactó con el padre, que los tenía a cargo de una niñera mientras trabajaba, y sus hijos fueron dados en adopción. En su expediente constaba que habían nacido fuera del matrimonio, por lo que no se requería el consentimiento del padre.

Según el informe de una comisión investigadora formada en 2018 por la Cámara Baja del Parlamento chileno, “es un hecho cierto que en Chile centenares de niños fueron arrebatados a sus padres para ser dados en adopción, especialmente en el extranjero (5) durante la dictadura del general Augusto Pinochet. El método más común era hacer creer a la madre que su hijo había muerto y que el cuerpo había sido donado a la ciencia, evitando así las denuncias. A lo largo de la dictadura, unos veintidós mil niños fueron adoptados y enviados a veinticinco países, entre ellos Estados Unidos, Francia e Italia.

Hijo adoptivo de un alto ejecutivo de un gran banco nórdico, Fredrik Danberg se crio en Båstad, en una próspera región de Suecia. Durante toda su infancia le dijeron que su madre biológica chilena los había dado en adopción, a él y a su hermano gemelo, porque estaban enfermos y ella era pobre. Apoyados por activistas pro derechos de los adoptados, encontraron a su hermana en Facebook, y ella les ayudó a ponerse en contacto con su madre biológica. Su primer encuentro fue a través de pantallas: ella hablaba español, ellos sueco, y nosotros hicimos de intérpretes. Cuando sus hijos tenían dos meses, cuenta la mujer, tuvo que llevarlos al hospital para tratarles un eczema facial. Se los llevaron para examinarlos, pensó en aquel momento, pero nunca se los devolvieron. El personal del hospital le informó de que los gemelos habían muerto. Pidió ver los cuerpos, pero en vano. El padre acabó resignándose a la muerte de sus hijos, pero ella dice que los buscó por todas partes y que nunca firmó ningún papel de adopción. “A ustedes les secuestraron”, les asegura.

Una profunda crisis moral

En Francia, el sector de la adopción internacional nunca se ha recuperado del todo del episodio de la ONG Arche de Zoé. El 25 de octubre de 2007, seis miembros de esta asociación fueron detenidos en el Chad cuando intentaban embarcar a 103 niños cubiertos con vendas y perfusiones falsas. Para las familias que los esperaban en Francia, se trataba de niños víctimas de la hambruna que asolaba Darfur, una región del oeste de Sudán. La investigación llevada a cabo por la policía local determinó que eran en realidad de nacionalidad chadiana, con padres vivos en la mayor parte de los casos, y legalmente inadoptables. El caso adquirió visos de crisis diplomática entre París y Yamena, al denunciar el presidente chadiano Idris Déby Itno “un tráfico de seres humanos” por parte de la antigua potencia colonial, con la complicidad de terceros sin escrúpulos. Condenados en el Chad, posteriormente repatriados a Francia para cumplir su pena, los protagonistas franceses comparecieron ante el Juzgado de lo Penal de París por “ayuda a la estancia ilegal de menores extranjeros en Francia”, “estafa” y “ejercicio ilegal de la actividad de ­intermediario con vistas a adopción”. El 12 de febrero de 2013, el Juzgado de lo Penal de París condenó al ­presidente del Arche de Zoé, Éric Breteau, y a su compañera Émilie ­Lelouch, a tres años de prisión, uno de ellos exento de cumplimiento.

Las catástrofes naturales, las guerras o los cambios políticos –sobre todo los que tienen exposición mediática en Occidente– han alentado auténticas fiebres por los “huérfanos” extranjeros. Los contextos caóticos en los que se producían tales acontecimientos favorecieron inevitablemente comportamientos oportunistas. En Rumanía, tras el derrocamiento de Nicolae Ceausescu en 1989, las televisiones europeas difundieron en horario de máxima audiencia imágenes de niños desnutridos encadenados a sus camas en internados insalubres. La emoción provocó entonces la apertura de un “mercado”: decenas de miles de niños fueron “exfiltrados” de Rumanía en la década de 1990, antes de que el país prohibiera las agencias internacionales de adopción en 2001. Cambiando de escenario, la política del hijo único adoptada por Pekín en 1979 dio pábulo en Occidente a la fantasía de riadas de niñas abandonadas por sus familias. La integración de China en la economía mundial generó un efecto llamada: a principios de la década de 2000, los orfanatos chinos se unieron al sistema de adopción internacional, convirtiéndose en los principales proveedores de menores a escala internacional. Pese a que Pekín ratificó en 2005 el Convenio de La Haya relativo a la Protección del Niño y a la Cooperación en Materia de Adopción Internacional –texto regulador de referencia en el tema de la adopción internacional–, las redes de trata siguen floreciendo (6). En 2005, la Justicia china condenó a diez personas por tráfico de seres humanos en la provincia de Hunan: habían vendido niños –por 370 euros– a orfanatos, quienes más tarde los ofrecían a agencias de adopción occidentales por entre 1000 y 5000 euros. En cambio, ninguna organización de Europa o Estados Unidos ha sido sancionada por comprar esos mismos niños. En Haití, tras el terremoto de 2010 que se cobró más de 200.000 víctimas, las agencias privadas de adopción se precipitaron sobre la isla. Una organización bautista estadounidense fue interceptada en la frontera con la República Dominicana transportando a 33 niños sin autorización ni documentos oficiales (7).

Estos escándalos han sumido la adopción internacional en una profunda crisis moral (8). En 2019, solo llegaron a territorio francés 421 niños, un 90% menos que en 2005. Los intentos por regular el sector y disipar las inquietudes no han logrado restablecer la confianza, y la iniciativa de adoptar se percibe ahora desde la sospecha. Para moralizar las prácticas, Vietnam, por ejemplo, ya solo permite la adopción internacional de niños con “necesidades especiales”, es decir, con patologías. Sobre el papel, esta práctica se ajusta a las recomendaciones del Convenio de La Haya, que prioriza el mantenimiento de los niños en su entorno de origen, autorizando al mismo tiempo la movilidad internacional por razones humanitarias. En la práctica, sin embargo, señala Sébastien Roux, “la preocupación ética, que constituye el núcleo del Convenio de La Haya, se ha visto desvirtuada por una política nacionalista de distribución de los niños en función de su estado de salud, enviando de facto a los menos deseables más allá de las fronteras simbólicas y políticas de la comunidad nacional”. En Francia, las organizaciones encargadas del acompañamiento de la adopción animan a los futuros padres a forjar un proyecto compatible con estos perfiles de niños y a prepararlos para afrontar situaciones en que reaparezcan los “traumas” psicológicos ligados al abandono. Al tiempo que se moraliza a sí mismo, el sector de la adopción internacional desalienta de esta manera muchas vocaciones parentales.

Vientre de alquiler

Mientras que por fin se va haciendo la luz sobre el lado oscuro de la adopción, una nueva práctica sale a escena en su lugar: los vientres de alquiler (también conocida con el eufemismo de “gestación subrogada”). Esta ofrece a las parejas occidentales lo que no permite la adopción: un recién nacido, generalmente blanco, que es portador de sus propios genes o de los genes que ellos elijan. Normalmente, se selecciona a una donante de óvulos blanca por su aspecto, y sus embriones fecundados se implantan en una madre de alquiler india o ucraniana elegida por sus tarifas competitivas –y por pertenecer a un país cuya legislación favorable garantiza plenos derechos a los futuros padres–. Los clientes de esta práctica no tienen desde luego la sensación de haber salvado a un niño, pero a cambio no se arriesgan a ser acusados de robar el hijo de otro.

Sin embargo, la historia parece repetirse. La “gestación subrogada” ya está empañada por acusaciones de madres que malinterpretaron los contratos (redactados en inglés a pesar de su país de origen), por denuncias de estafas, etc. Los primeros niños nacidos de vientres de alquiler ya han empezado a criticar esta práctica (9). Desde 2011, la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, una institución intergubernamental que agrupa a noventa Estados y la Unión Europea, reúne cada año a juristas y profesionales sanitarios partiendo de una constatación básica: “La gestación por sustitución se ha convertido en un mercado global, lo que plantea una serie de dificultades, especialmente cuando las partes implicadas se encuentran en países diferentes”. Su objetivo es elaborar normas internacionales destinadas a “regular la gestación subrogada transnacional y facilitar el reconocimiento mutuo de las filiaciones resultantes de los contratos de madres de alquiler” (10). ¿Conseguirán legitimar un comercio que ya es blanco de numerosas críticas? Los escándalos pasados y futuros, así como la movilización de las asociaciones feministas, podrían dar al traste con este nuevo “mercado”, del mismo modo que ya provocaron el declive de la adopción internacional.

(1) “Adoptions in Sweden”, Adoptionscentrum, https://www.adoptionscentrum.se 

(2) Tobias Hübinette, “Sverige som adoptionsland och adopterade som migranter”, Välfaïd, vol. 7, n.º 2, Solna (Suecia), 2007.

(3) Wolrad Klapp, “Escandaloso tráfico de guaguas chilenas”, VEA, n.° 1883, Santiago de Chile, 14 de agosto de 1975.

(4) Denuncia de Elmgren contra el canal de televisión chileno Chilevisión, presentada ante el Tribunal de Apelación de Santiago, 8 de mayo de 2018.

(5) Informe de la comisión especial investigadora de los actos de organismos del Estado, en relación con eventuales irregularidades en procesos de adopción e inscripción de menores, y control de su salida del país, Cámara de Diputados, Chile, 2018.

(6) Pang Jiaoming, The Orphans of Shao, Women’s Rights in China, Nueva York, 2014.

(7) Kathryn Joyce, The Child Catchers: Rescue, Trafficking, and the Gospel of Adoption, PublicAffairs, Nueva York, 2013.

(8) Sébastien Roux, Sang d’encre. Enquête sur la fin de l’adoption internationale, Vendémiaire, París, 2022. Las informaciones contenidas en este párrafo proceden del libro.

(9) Jessica Kern, “What happens when you learn that you were born through commercial surrogacy?”, testimonio en el sitio activista “Legalize surrogacy: why not?”, www.legalizesurrogacywhynot.com

(10) Claire de La Hougue, “GPA: Que s’est-il dit à la conférence de La Haye?”, Gènéthique, 17 de abril de 2018, www.genethique.org

* Kajsa Ekis Ekman: Periodista. Autora de Being and being bought: prostitution, surrogacy and the split self, Spinifex Press, Little River (Australia), 2013.

Derecho a voto desde los 16 años en las elecciones europeas en Belgica

Bélgica baja a 16 años la edad mínima para votar 
en las elecciones al Parlamento Europeo, que  se celebrarán del 6 al 9 de junio de 2024.


Los adolescentes podrán votar desde los 16 años en las elecciones europeas, pero tendrán que inscribirse previamente aquellos que quieran votar.

Es el cuarto país de la Unión Europea, después de Malta, Alemania y Austria, en tomar esta decisión.

"Al bajar la edad de voto, estamos enviando un mensaje claro: queremos oír también vuestras voces y opiniones, para que cuenten", declaró Annelies Verlinden, Ministra del Interior belga.

Esta medida da acceso a las urnas a 280 000 chavales belgas
Unos 280 000 jóvenes belgas tendrán así la oportunidad de hacer oír su voz a nivel europeo el próximo año.  Pero a diferencia de los ciudadanos mayores de edad que aparecen automáticamente en el censo electoral, los menores que quieran votar tendrán que registrarse previamente.