La ciudadanía digital de niños y adolescentes: Desafíos para la formación en trabajo social.
Antonia Picornell-Lucas,Universidad de Salamanca*,
Antonio López-Peláez, UNED, España.
Research in Education and Learning Innovation Archives,
Realia Nº. 28 (2022).
Resumen
Las sociedades digitales y superdiversas de las que ahora formamos parte requieren una redefinición del trabajo social y los servicios sociales para abordar la ciudadanía digital de niños, niñas y adolescentes. Este artículo analiza los principales retos en este ámbito, que pueden ser abordados a través del trabajo social digital.
Introducción
La protección integral de la niñez y la adolescencia es una de las características más importantes de las democracias contemporáneas y se ha convertido en una prioridad de los sistemas de bienestar. A lo largo de los años, la definición de protección integral del niño ha evolucionado para abarcar un enfoque integrado del desarrollo del niño en el que el interés superior del niño es la consideración principal, tal como se establece en la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU, 1989). Este enfoque ha dado lugar a nuevas prácticas de trabajo social (Liebel, 2021) y ha puesto el foco en la participación de niños, niñas y adolescentes de diversas regiones y contextos sociopolíticos.
Existe una larga tradición de trabajos empíricos y estudios longitudinales sobre las teorías de la infancia (James, Jenks, & Prout, 1998), el derecho de los niños a la ciudadanía (Gaitán, 2018; Villagrasa & Lepin, 2021) y la capacidad pública redistributiva y predistributiva y políticas de infancia (Ayala, Cantó, Martínez, Navarro, & Romaguera, 2020; González-Bueno, 2020). También se han realizado investigaciones comparativas sobre el bienestar subjetivo de los niños (Casas et al., 2014) y los niños migrantes (Skivenes, Barn, Kriz y Pösö, 2015). Además, dado el enfoque en la protección infantil dentro de los sistemas de bienestar, las políticas de austeridad y su impacto en la prestación de servicios ha sido objeto de análisis comparativos (, 2019), mientras que el debate en torno a los principios éticos y legales en conflicto que guían las decisiones de los profesionales de bienestar infantil también ha sido examinado (Berrick, 2018).
La transformación digital y su efecto en los procesos de exclusión e inclusión social ha sido un tema de creciente preocupación entre profesionales, ciudadanos y legisladores y ha llevado a la promulgación de los derechos digitales de los ciudadanos. En 2018, antes de la pandemia de COVID-19, se aprobó por unanimidad la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales [LOPDGDD], en España. El Título X de la Ley incluye disposiciones sobre los derechos digitales de todas las personas. La Ley también establece específicamente la obligación de proteger los derechos fundamentales de los niños (Art. 76) y garantizar el uso responsable y equilibrado de los dispositivos digitales y las redes sociales (Art. 84) y el tratamiento de datos personales (Art. 7).
La pandemia ha acelerado el ritmo de los procesos de digitalización en los que estamos inmersos desde hace décadas. Como resultado, las prácticas profesionales han cambiado, han surgido nuevas necesidades y demandas, y la formación en habilidades digitales se ha vuelto imprescindible tanto para los usuarios como para los profesionales del trabajo social. Desde un punto de vista legislativo, el 14 de julio de 2021 el Gobierno español presentó la Carta de Derechos Digitales (CDD) para proteger los derechos digitales de todos los ciudadanos. Asimismo, los estados miembros de la UNESCO adoptaron el primer acuerdo global sobre la ética de la inteligencia artificial (EIA) el 22 de noviembre de 2021. Ambos documentos subrayan la importancia de monitorear los riesgos y prácticas potenciales en el entorno digital que pueden atentar contra la libertad y el desarrollo de niños y jóvenes.
Ciudadanía digital de niños y adolescentes: una prioridad en las sociedades digitales del siglo XXI
En las discusiones sobre la protección de la niñez y la adolescencia, es necesario recordar que el ser humano es ante todo hacedor de tecnología; somos constructores de máquinas, y que no sólo las relaciones físicas, sino también las sociales y las estrategias son tecnologías. En este sentido, en una sociedad digital no hay sociedad.
.......
Conclusiones:
En las sociedades digitales, la democracia solo puede ser viable si se basa en una digitalización inclusiva. Los derechos de los niños y jóvenes deben extenderse al entorno digital porque su ciudadanía está condicionada precisamente por este mundo virtual. Muchos de sus problemas y oportunidades, sus formas de comunicación y relación, su manera de entender el mundo, estarán intrínsecamente ligados al modelo de digitalización en el que estamos inmersos.
Para lograr que los niños, niñas y adolescentes estén debidamente cuidados, apoyados y protegidos en el entorno digital, y para dar respuesta a los desafíos que hemos analizado anteriormente, es fundamental desarrollar un modelo de intervención profesional basado en una triple estrategia:
.- Colonice democráticamente las plataformas virtuales, incluido el metaverso, y proporcione espacios para la participación activa.
.- Asegurar la presencia de profesionales dedicados a la defensa de los derechos humanos y la igualdad de oportunidades, así como profesionales que puedan implementar estrategias y metodologías innovadoras y comprender y transformar los riesgos inherentes a la realidad digital.
.- La formación en competencias digitales es ya una prioridad en el ejercicio profesional pero también debe jugar un papel relevante en la formación de los futuros trabajadores sociales y profesionales de la previsión social. La formación debe centrarse en la práctica profesional polivalente y en la investigación. La formación desde el enfoque de ciudadanía digital infantil garantizará un entorno digital seguro y gratuito para todos los niños, niñas y adolescentes en sus nuevas realidades vitales y virtuales.
Este es un reto decisivo en la formación de los futuros trabajadores sociales. En este sentido, el trabajo social digital se ha convertido en los últimos años en una especialización y se integra cada vez más en los programas de formación del trabajo social con un objetivo básico: el diseño de mejores intervenciones profesionales en el entorno digital (González, Astray, & Puelles, 2021) .
Citation: *Picornell-Lucas, A.& López-Peláez, A. (2022).The digital citizenship ofchildren and adolescents:Challenges for social workeducation.Research in Education and Learning Innovation Archives,28,32--37. DOI: 10.7203/28.23001
COLABORA CON NOSOTROS.
GSIA es una asociación sin ánimo de lucro, de carácter independiente, que fue creada hace 10 años por un pequeño pero apasionado grupo de profesionales de diferentes especialidades.
Su finalidad principal es la de contribuir al reconocimiento de los derechos humanos en la infancia y la adolescencia, a través del estudio, la formación, la sensibilización y la difusión de los mismos.
¡AYÚDANOS A MANTENER Y AMPLIAR NUESTROS PROYECTOS!.
Dona a la Asociación GSIA desde aquí.
https://grupodeinfancia.org/donaciones/