para disfrutar del documental. |
Belorado y Comarca han acogido el estreno de este documental protagonizado por alumnos de su Instituto de Educación Secundaria Hipólito Ruiz López.
para disfrutar del documental. SAÚL CANO MANSO. D.B |
INFANCIAS LATINOAMERICANAS. CONCEPTUALIZACIONES TEÓRICAS
Y ACCIÓN POLÍTICA EN CLAVE GENERACIONAL
✏️En el marco de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Rosario
(Argentina) y habilitado para estudiantes de cualquier otro posgrado
🔰INFO de inscripción: maestriariosalestudioslatinoam@gmail.com
💻Modalidad Virtual-Arancelada
📍Duración: 8 encuentros
🕰️Viernes a las 17hs y sábados a las 11hs
✳️Docentes a cargo: Paülah Nurit Shabel y Hebe Montenegro
|
La ventana de atención de la generación Z apenas supera un segundo, y los escolares pasan al año más tiempo frente a una pantalla que el que dedican durante ese tiempo al colegio. Mientras los indicadores de resultados académicos retroceden, el debate sobre si la tecnología está dañando a los más pequeños se vuelve más intenso. ¿Se puede exigir a los escolares que sean analógicos en la era digital?
El media distancia está a punto de dejar la estación de Vigo y va a rebosar. Una madre y su hijo suben en el último momento. Ni siquiera se han sentado cuando el niño reclama a su madre que le dé el móvil. Se bajan en la primera estación y su sitio lo ocupan dos niñas, cada una con su smartphone. El resto del recorrido, los demás viajeros del vagón van arrullados por los sonidos de dos series infantiles.
¿Son estos tres niños, viajeros en un tren cualquiera, un ejemplo perfecto de eso que cada vez denuncian más voces, que la infancia está pegada a las pantallas? ¿O son, por el contrario, una simple muestra de que los tiempos han cambiado y, con ello, los hábitos? Ambas preguntas parecen fáciles de responder a simple vista, pero no lo son. La cuestión de fondo se ha convertido en uno de los debates educativos más complejos del siglo XXI.
Por un lado, y mientras los indicadores de aprendizaje se desploman, las cifras alertan de que niñas y niños pasan demasiado tiempo usando estas herramientas. Por otro lado, surge una pregunta. ¿Es inevitable invertir tantas horas en un mundo tecnologizado? Un mundo en el que, además, esas herramientas han abierto muchísimas puertas y en el que los niños no pueden permitirse, como alertan los expertos, ser analfabetos digitales. Entre medias, muchos grises.
Un estudio de Qustodio —con datos de España, EE. UU. y el Reino Unido— cifra en cuatro horas diarias el tiempo de pantalla infantil, las cuales se reparten entre vídeos, redes sociales y videojuegos. No tienen en cuenta el tiempo dentro del aula, por lo que el cómputo total podría ser más elevado. Según el neurocientífico Michel Desmurget, la infancia pasa ya más tiempo al año ante sus dispositivos del que dedica a sus horas de escuela. «Lo que le estamos haciendo padecer a nuestros hijos no tiene perdón», sentencia en su libro La fábrica de cretinos digitales. Desmurget, una de las voces más críticas con esta hiperdigitalización, defiende que esta elevada exposición perjudica el desarrollo intelectual (un punto, por otro lado, en el que tienden a coincidir los especialistas). Considera que el consumo lúdico es «desorbitado» y que el cerebro humano no está preparado para la avalancha de reclamos que supone el universo digital. Y lo más importante: se está abordando la cuestión, según señala, con «una singular carencia de rigor y fiabilidad».
El lujo de ser analfabeto digital
Lo cierto es que los estudios sobre cuánto tiempo pasa la infancia ante el móvil y, en general, una pantalla —en el mundo pospandemia— son fragmentarios. Es lo que indica Héctor Gardó, director de Equidad Digital de la Fundació Bofill: «Aún no hay una medición muy precisa». Se tiene la intuición de que ha subido, pero se necesitan cifras más concretas para saber qué está pasando de verdad, investigaciones que aborden la cuestión de forma científica y que toquen todas sus aristas. De hecho, recuerda, existe una brecha digital invertida: es posible que los niños de familias con menos recursos pasen más tiempo frente a la pantalla que los de las familias más acomodadas, las cuales cuentan con más tiempo y dinero para informarse sobre las críticas, pero también para ofrecer un ocio y aprendizaje alternativos.
Tampoco deben olvidarse las brechas de clase e ingresos cuando se habla de procesos como la digitalización de los entornos educativos. La escuela es un entorno de aprendizaje que enseña comportamientos saludables y a comprender el mundo en el que se vive. Es donde se puede aprender cómo usar bien esa tecnología. «El colegio es fundamental, una plataforma de prevención», indica Teresa Sánchez Gutiérrez, directora del título Experto Universitario en Adicciones Tecnológicas de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). En este sentido, la brecha es evidente, y es que, si los colegios de Silicon Valley pueden vetarla es porque sus escolares —hijos de la élite tech— accederán a esos conocimientos fuera. Como sintetiza Gardó, «las familias se pueden permitir el lujo de tener una educación desconectada porque la obtendrán luego». Además, la tecnología puede tener un valor democratizador que simplifique el acceso a recursos que de otra manera estarían fuera del alcance de la mano para no pocos escolares.
Por tanto, tacharla simplemente como mala no es tan acertado, por mucho que el 76% de los padres del estudio de Qustodio asegure que el uso habitual de dispositivos está afectando «de alguna manera» a sus hijos y el 88%, según datos de NordVPN, esté convencido de que son «adictos» a los móviles.
«No nos pongamos en la casilla de demonizar la tecnología. Un apagón total es imposible», advierte Sánchez Gutiérrez. La experta apuesta por entornos híbridos en la educación donde se saque el mejor partido de las herramientas informáticas, digitales y analógicas, pero también por entornos donde se enseñe a usar las dos primeras de forma saludable. «Los nativos digitales no existen», afirma Gardó, que señala que, por mucho que se repita el concepto, nadie nace predispuesto para saber usar un iPhone. En el terreno escolar, Gardó, piensa que hay que dejar de dar bandazos —eso que quema al profesorado— y trabajar para que el uso de las herramientas tenga valor. «Lo más difícil es encontrar este equilibrio entre lo analógico y lo digital», señala, y recuerda que lo que importa no es tanto el tiempo que se pasa frente a las pantallas sino qué se hace mientras tanto. Igualmente, la escuela debe ir paralela a lo que ocurre en casa: la mímesis es básica en el aprendizaje, y un adulto enganchado al móvil transmite una lección clara.
Quizá, sería fundamental abordar la raíz del problema, que es cómo están desarrollados los servicios que capturan tanto a niños como a adultos durante horas. La tecnología es adictiva. Y no en sentido figurado: se libera dopamina cuando se usan las redes sociales y se crea una necesidad constante de novedades. Si hace unos años Microsoft apuntaba que la ventana de atención humana era de solo ocho segundos, Yahoo y OMD Worldwide bajan a 1,3 segundos la de la generación Z.
Los escolares del siglo XXI no pueden educarse como los del siglo pasado: se mueven en entornos diferentes. «Hoy es más complicado ser adolescente que hace veinte años y hace veinte era más difícil que hace cuarenta», resume Gardó. La complejidad se ha multiplicado y las distracciones —y amenazas— se han disparado. Gardó pide ser empáticos con ellos y «no verlos como holgazanes, sino como víctimas del sistema». Porque es cierto, los datos de comprensión lectora han caído, pero, como señala el experto, cada vez hay menos bibliotecas escolares. ¿Y cómo ha de actuar, entonces, una familia?
Los derechos de la Infancia los últimos, casi ni se tienen en cuenta en la IA Figura 5. Número de veces que se citó un principio agregado |
Los investigadores han concluido que la mayoría de las directrices describen principios y valores éticos de forma genérica, pero sin proponer métodos prácticos para aplicarlos y sin impulsar una regulación jurídicamente vinculante.
A partir de ahí, el investigador James William Santos, de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande del Sur (Brasil), ha corroborado en establecer unas directrices éticas «claras» y unas estructuras de gobernanza para el despliegue de la IA en todo el mundo debe ser el primer paso para promover la confianza, mitigar sus riesgos y para garantizar que sus beneficios se distribuyan de una forma equitativa.
El autor principal del trabajo, el profesor Nicholas Kluge Corrêa, de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul y la Universidad de Bonn, ha observado que los trabajos anteriores sobre la misma materia se centraban predominantemente en documentos norteamericanos y europeos, lo que impulsó a los investigadores a incidir en la perspectiva de regiones como Asia, América Latina y África.
Hicieron una revisión de directrices políticas y éticas sobre la IA que se habían publicado entre 2014 y 2022 e identificaron 200 documentos relacionados con la ética y la gobernanza de la IA procedentes de 37 países escritos o traducidos a cinco idiomas (inglés, portugués, francés, alemán y español) y que incluían recomendaciones, guías prácticas, marcos políticos o códigos de conducta.
Descubrieron que los principios más comunes en esos textos son la transparencia, la seguridad, la justicia, la privacidad o la responsabilidad, y los menos comunes son los derechos laborales, la veracidad, la propiedad intelectual y los derechos de los niños y los adolescentes.
Y que la mayoría de las directrices analizadas eran «normativas» -describían valores éticos que debían tenerse en cuenta durante el desarrollo y uso de la IA-, pero solo el 2 por ciento recomendaba métodos prácticos para aplicar la ética de la IA y solo el 4,5 por ciento proponía formas jurídicamente vinculantes de regulación de la Inteligencia Artificial.
Los investigadores también identificaron una disparidad de género en cuanto a la autoría, y aunque en el 66 por ciento de los documentos no contenían información sobre la autoría, entre los autores del resto de textos había más nombres masculinos que femeninos (549 frente a 281).
Geográficamente, la mayoría de las directrices procedían de países de Europa Occidental y Norteamérica, y menos del 4,5 por ciento eran originarios de Sudamérica, África y Oceanía.
Según han plasmado los investigadores en la misma publicación, algunos de esos desequilibrios se pueden deber a limitaciones lingüísticas y de acceso público, pero también que muchas partes del mundo están infrarrepresentadas en el discurso global sobre la ética de la Inteligencia artificial.
Y en ese sentido, los investigadores han subrayado la importancia de incorporar más voces y más regiones al debate sobre la aplicación ética de la Inteligencia Artificial, y de tender un puente entre los principios abstractos de la ética y el desarrollo práctico de sistemas y de aplicaciones basadas en la IA.
Anja Rožen 13 años, ganadora 2022 del Cartel de la Paz, Clubes Leones. |
Mi cartel representa la tierra y el hecho de que nos une a todos.
“Mi cartel representa la tierra y el hecho de que nos une a todos....Las personas se sujetan unas a otras; si una persona se suelta, las demás caen. Todos estamos conectados con el planeta y entre nosotros”.
Anja fue una de los 600.000 participantes de todo el mundo en el Concurso anual del Cartel de la Paz patrocinado por los clubes de Leones locales. Este concurso ofrece a los jóvenes de 11 a 13 años de edad la oportunidad de compartir su visión de la paz mundial a través del arte.
“La paz es muy importante” dijo Anja. “Hay paz interior, que es encontrar felicidad y plenitud sin importar cuán dura sea tu vida. La paz es también vivir sin violencia. Cuando hay paz, las naciones y el planeta entero pueden tener estabilidad y promover el crecimiento cultural. No entiendo las guerras ni cómo la gente puede permitir que sucedan o qué es lo que lleva a la gente hasta ese extremo”.
El cartel ganador de Anja Rožen fue seleccionado por su originalidad, mérito artístico y fiel representación del tema del concurso, “Todos estamos conectados”.
El anuncio oficial de la ganadora del gran premio del concurso se hizo en el Día de los Leones con las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, donde los asistentes pudieron escuchar a Anja a través de un mensaje de vídeo. . Como ganadora del gran premio, Anja recibió dinero en efectivo, 5000 USD, y un premio.
Acceso a ganadores del Premio Cartel de la Paz
En 8 de cada 10 casos de abusos sexuales contra la infancia el agresor es una persona del entorno familiar o conocida del niño o niña, y el 96% de los abusadores no tiene antecedentes penales relacionados con violencia sexual.
5 de Octubre de 2023
Son datos de nuestro último informe 'Por una justicia a la altura de la infancia. Análisis de sentencias sobre abusos sexuales a niños y niñas en España'. en el que se han analizado cerca de 400 sentencias judiciales de casos de este tipo de violencia en España.
En mayo de 2021 se produjo un avance fundamental en la protección frente a la violencia de niños, niñas y adolescentes en España con la aprobación de la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI). Esta ley supone un cambio de paradigma, confirmando que la prevención es la clave para acabar con la violencia contra la infancia. Al año siguiente, en noviembre de 2022, se aprobó la Estrategia de Erradicación de la Violencia contra la Infancia y Adolescencia (EEVIA), que pretende ser una hoja de ruta para aterrizar a todos los niveles la propia LOPIVI.
Entre otras medidas, ambos textos prevén la atención integral a las víctimas y la especialización de la justicia en violencia contra la infancia y adolescencia. De he- cho, la propia LOPIVI establecía la obligación al Gobierno de presentar, en el plazo de un año desde su entrada en vigor, otro Proyecto de Ley para llevar a cabo esta especialización. Por otra parte, la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual y su reforma también contemplan avances en relación con la respuesta del sistema y la atención a víctimas de violencia (sexual en este caso), entre ellas, la inclusión del modelo Barnahus como modelo de atención integral.
A día de hoy, no existe un proyecto de ley específico para la creación de una justicia especializada en violencia contra la infancia. En la última legislatura, se impulsaron tres proyectos de ley referidos a la reforma del sistema de justicia: sobre eficiencia organizativa, procesal y digital. Estos proyectos eran la oportunidad para la creación de esta especialización, sin alternativa de regulación propia.
Publicamos nuestra primera investigación sobre la respuesta del sistema ante el abuso sexual infantil en 2017 (“Ojos que no quieren ver”) y en 2021 volvimos a publicar un análisis sobre los principales datos en el “Dossier sobre abusos sexuales a la infancia en España”. Ahora, Dos años después de la aprobación de la LOPIVI (Ley de Protección a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia ), actualizamos una vez más los datos con nuestro informe “Por una justicia a la altura de la infancia” tomando como referencia los años 2021-2022 para compararlos con años anteriores, especialmente con el periodo 2019-2020.
Índice del informe:
Acceso al Informe (pdf)
El malestar emocional entre los adolescentes crece en Barcelona. Cuatro de cada diez chicas (38,6%) manifiesta sufrirlo, según un informe de la Agència de Salut Pública de Barcelona que analiza los datos de la encuesta de 'Factores de Riesgo en Estudiantes de Secundaria (FRESC) 2021'. En el caso de los chicos, el 20,3% también dice sentirse mal.
09 de octubre del 2023. 18:41
En el caso de los chicos, el 20,3% también dice sentirse mal. Se trata de datos peores a los recogidos en 2016, cuando afectaba al 23,2% de las chicas y al 11,7% de los chicos. El aumento de ese malestar es más evidente en las adolescentes y se agrava en los barrios de nivel socioeconómico desfavorecido (42,9% de las chicas y 20,9% de los chicos).
En cuanto al país de nacimiento, las chicas nacidas en el resto de España y en el extranjero son las que presentan mayor malestar emocional (55,6% y 43,1%, respectivamente).
Las diferencias respecto a los datos de 2016 se explican en parte por la irrupción de la pandemia. Según la agencia, el covid ha tenido un fuerte impacto y los adolescentes han sido uno de los grupos especialmente vulnerables a sus efectos sobre su salud mental.
7 de cada 10 chicas sienten tristeza casi todos los días
Según el informe, aparte del malestar, también ha aumentado el riesgo de mala salud mental. Según la encuesta, un 20% de las chicas (10,4% en 2016) y un 11,1% de los chicos (7,9% en 2016) acusan riesgo de sufrir un problema de este tipo. En las chicas, son más frecuentes los problemas emocionales (30,6%) y en los chicos los de inatención e hiperactividad (25,7%).
Respecto a 2016, el riesgo de mala salud mental también se ha incrementado en ambos sexos. Sin embargo, las cifras siempre son superiores en las chicas. En los chicos, el riesgo de mala salud mental disminuye con la edad (de 12,3% a los 13 años a 9,3% a partir de los 17), mientras que en las chicas parece mantenerse estable (del 21,3% a los 13 años al 21,2% a partir de 17 años).
Las chicas tienden a presentar mayores problemas de estado de ánimo que los chicos . Entre los más frecuentes, destacan la tristeza y el sentimiento de desesperanza hacia el futuro que se relaciona con el riesgo de depresión. En 2021, siete de cada 10 chicas (67,9%) y cuatro de cada 10 chicos (43,8%) expresa haber sentido tristeza o desesperanza casi todos los días. Las prevalencias, una vez más, son más elevadas entre las chicas de barrios desfavorecidos.
Insatisfacción con el cuerpo
El documento también analiza cómo aumenta la insatisfacción corporal en ambos sexos. Cerca del 60% de las y los adolescentes de Barcelona declara no sentirse a gusto con su imagen corporal, siendo las cifras más elevadas en las chicas (63,6%) que en los chicos (56,7%). Con la edad, la insatisfacción corporal tiende a disminuir en ambos sexos. Sin embargo, ha aumentado más entre los chicos que entre las chicas (19 puntos frente a 11 puntos porcentuales, respectivamente), en comparación con el año 2016.
Con los datos en mano, la agencia recomienda implementar programas de promoción de la salud mental en los centros escolares, impulsar la acción comunitaria para fomentar el apoyo en entornos fuera de la escuela, y ayudas y estrategias para incidir sobre determinantes sociales como la pobreza.