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"El niño es el maestro. Vida de María Montessori", libro y entrevista a Cristina De Stefano .

Mª Montesori, Wikipedia.
“Creyeron que hipnotizaba niños 
 porque estaban tranquilos en clase”.

En el 150 aniversario del nacimiento Mª Montessori
una apasionante biografía de una pionera de las nuevas pedagogías 
cuyo método está hoy más vivo que nunca. 

Cristina de Stefano nació en 1967 en Italia y vive en Francia. Es periodista y autora de obras como La corresponsal, su aclamada biografía de Oriana Fallaci. 
Esta vez quiso saber más de otra mujer que le fascinaba.  Ha tenido acceso a cartas y material inédito.

El resultado es 
El niño es el maestro. Vida de Maria Montessori.
Editorial Lumen.



¿Alguna sorpresa?
La mayor, para mí, descubrir el lado espiritual del personaje y su larga colaboración con el fascismo, dos aspectos de los que se habla poco.

Entonces... ¿qué tipo de feminismo era el suyo?
Reformista y práctico. Luchaba por el voto de las mujeres, acceso a la universidad, baja maternal de las puérperas más pobres, educación sexual. La política no le interesaba, pero sí cambiar la vida real de las mujeres necesitadas y de sus hijos.

¿Fue o no la primera mujer en doctorarse en Medicina en Italia?
Solo nos llega su pedagogía… Ella no fue la primera mujer médico en Italia. Esta es una de las muchas leyendas transmitidas por sus admiradores y que yo desmiento en el libro. Pero sí una pionera: fue la única mujer de su curso en la facultad, antes de ella tan solo se habían licenciado dos mujeres en Roma.

¿Qué aprendió de los niños con hándicaps?
Como joven psiquiatra en el manicomio de Roma, descubre el horror de niños discapacitados y encerrados de por vida. Eso la turba tanto que se pasa años estudiando métodos especiales y construye el suyo. Milagro. ¡Llevó a los niños del psiquiátrico a realizar el examen para la licencia de la escuela primaria! Mientras todo el mundo se sorprende de los resultados obtenidos por aquellos pequeños retrasados, ella se pregunta qué había de equivocado en la escuela para que los niños normales aprendieran tan poco.

¿Desconfiaron de su método?
Toda la vida. O la adoraban o la detestaban. Porque era mujer, ajena al mundo académico, obtenía resultados asombrosos (la acusaron incluso de hipnotizar a los niños: en sus clases estaban demasiado tranquilos) y proponía ideas radicales. Seguirla significaba descartar todo lo que se hacía en los colegios.

¿Montessori es un referente al que asirse ahora que estamos a punto de estrenar el año escolar más raro de la historia?
Ella cree que la escuela de antes –como ahora– es completamente incorrecta. Cambia lo esencial. Nada de aulas, pero sí espacios comunicantes, nada de lugares cerrados, pero sí trabajo en la naturaleza, nada de niños pasivos que escuchan, pero sí niños que trabajen solos, ejercicio práctico, autocorrección. Un niño Montessori desde preescolar puede enfrentarse mejor a la educación a distancia, porque sabe trabajar solo
.
¿Qué concepto tenía sobre la maternidad y la paternidad?

No tenía una concepción mística de la maternidad, tenía una concepción mística del niño. Le fascinaba el funcionamiento de su cerebro, tan distinto al nuestro. No era de esas que acarician niños o les dan caramelos: los observaba, como un científico en un laboratorio




Día Internacional de la Mujer. Declaración ONU Mujeres.



a cargo de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
2020 es el año de las mujeres.

Mientras tanto, las niñas no ocultan su decepción con la gestión de nuestro planeta, la incesante violencia ejercida contra ellas y la lentitud del cambio en cuestiones esenciales como la educación.
domingo, 8 de marzo de 2020.


2020 es un año crucial para la igualdad de género. Y los beneficios de la igualdad de género no sólo son para las mujeres y las niñas, sino para todas las personas cuyas vidas cambiarán con un mundo más justo donde no se deje a nadie atrás. Es el año de lo que llamamos la "Generación Igualdad". Con el liderazgo de la sociedad civil, nos estamos movilizando para garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres y conmemorar los 25 años de la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing.

Estamos permitiendo que las mujeres participen en las decisiones sobre su futuro. La Generación Igualdad aborda cuestiones relacionadas con las mujeres de todas las generaciones, desde los primeros hasta los últimos años, pero se centra, sobre todo, en las mujeres jóvenes y las niñas.

En la actualidad, no tenemos un mundo igualitario, y las mujeres están enojadas y preocupadas por el futuro. Están radicalmente impacientes por lograr un cambio. Es una impaciencia que tiene raíces profundas y que se ha estado gestando por años.
Tenemos algunos cambios positivos para celebrar. Por ejemplo, disminuyó un 38 % el índice de mortalidad materna desde el año 2000. Un total de 131 países realizaron reformas legales para apoyar la igualdad de género y abordar la discriminación. La discriminación contra las mujeres se legisló en muchos países hace 25 años. Hoy en día, más de tres cuartos de los países aplican leyes contra la violencia doméstica. Por otra parte, el número de niñas que asisten a la escuela es mayor que nunca, y a nivel mundial participan más mujeres que hombres en la educación terciaria.
Si bien hubo avances, ningún país ha logrado la igualdad de género. Aún no hemos puesto lo mejor de nosotros. En todos los países, siguen existiendo problemas, aunque muchos de ellos no son insuperables.

Mientras tanto, las niñas no ocultan su decepción con la gestión de nuestro planeta, la incesante violencia ejercida contra ellas y la lentitud del cambio en cuestiones esenciales como la educación. Por ejemplo, pese al aumento de la matriculación escolar, en la actualidad, una de cada 10 mujeres jóvenes no sabe leer ni escribir. Esta situación debe cambiar para que las niñas sean dueñas de todo su poder, ocupen su lugar en el mundo y desempeñen su papel vital en la tecnología y la innovación.

Otra meta prioritaria que agudiza nuestra impaciencia es la falta de mujeres en los cargos de poder. Tres cuartos de todos los miembros parlamentarios en el mundo son hombres. Una solución probada es introducir cuotas de cumplimiento obligatorio para la representación de las mujeres. Cerca de 80 países ya lo han hecho con éxito, y algunos Estados tienen gabinetes con equilibrio de género y políticas explícitamente feministas. Esta es una tendencia deseable que debemos ver más tanto en los sectores públicos como privados, donde el porcentaje total de mujeres en los puestos directivos sigue siendo de un 27 %, incluso cuando hay más mujeres que se gradúan de la universidad.
Lo mismo sucede con las mujeres que participan en las negociaciones de paz, donde la gran mayoría de los negociadores y signatarios son hombres. Sabemos que las mujeres logran acuerdos de paz más duraderos, pero siguen siendo marginadas. Los grupos de mujeres y los defensores y defensoras de los derechos humanos sufren persecución, sin embargo, están preparados para hacer mayores esfuerzos. Por este motivo, necesitan con urgencia más seguridad, financiación y recursos.
Lo que más impaciencia me genera es la desigualdad económica que permanece inalterada. Las mujeres y las niñas dedican tres veces más de tiempo y energía que los hombres y los niños a ocuparse de las tareas del hogar. Esto no les permite tener las mismas oportunidades en la educación, el mercado laboral y el poder adquisitivo. Es un motor generador de pobreza. Las mujeres jóvenes que mantienen una familia tienen un 25 % más de probabilidades que los hombres de vivir en la pobreza extrema, lo que afecta a millones de niños y niñas pequeños, con consecuencias que repercuten a lo largo de la vida de la madre y el niño y la niña. La solución incluye la aprobación de políticas adecuadas que fomenten una mayor igualdad en las responsabilidades de cuidado infantil y proporcionen apoyo estatal a las familias y a quienes trabajan en la economía informal.

Si bien estamos radicalmente impacientes, no nos rendimos y tenemos esperanzas. Contamos con un creciente apoyo de los aliados y socios que están dispuestos a eliminar las barreras contra la igualdad de género. Somos testigos de la voluntad impulsora de cambio en todas las generaciones y países. Estamos encontrando los problemas que nos unen y que ofrecen oportunidades para romper el statu quo. El aprendizaje adquirido en los últimos 25 años nos demuestra lo que se necesita para acelerar las acciones en pos de la igualdad. La Generación Igualdad es una de nuestras respuestas, y entre todos y todas conformamos esa generación.

ATENCIÓN: CSW64 / Beijing+25 (2020) se cancela parcialmente por la crisis COVID-19.

Update: CSW 64 Advisory
Following the UN Secretary-General’s recommendation to Member States to amend the format of the 64th session of the UN Commission on the Status of Women in light of the current concerns regarding coronavirus disease (COVID-19), an informal meeting took place today. The Commission decided that the 64th session of the Commission will convene on 9 March, at 10.00 a.m. (EST), for a procedural meeting. The meeting will include opening statements, followed by the adoption of the draft Political Declaration and action on any other draft resolutions. The session will then suspend until further notification. No general debate will take place and all side events planned by Member States and the UN system in conjunction with CSW 64 will be cancelled.

Siguiendo la recomendación del Secretario General de la ONU a los Estados Miembros de enmendar el formato de la 64ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU a la luz de las preocupaciones actuales con respecto a la enfermedad por coronavirus (COVID-19), hoy se celebró una reunión informal. La Comisión decidió que la 64ª sesión de la Comisión se reunirá el 9 de marzo, a las 10.00 a.m. (EST), para una reunión de procedimiento. La reunión incluirá declaraciones de apertura, seguidas de la adopción del proyecto de Declaración Política y la acción sobre cualquier otro proyecto de resolución. La sesión se suspenderá hasta nueva notificación. No se llevará a cabo un debate general y se cancelarán todos los eventos paralelos planeados por los Estados miembros y el sistema de la ONU en conjunto con CSW 64.


En 2020, la comunidad internacional celebrará el vigésimo quinto aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995). Se celebran igualemnte cinco años de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. 2020 es, por lo tanto, un año crucial para acelerar la realización de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en todo el mundo.
El sexagésimo cuarto período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer se celebrara en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 9 al 20 de marzo de 2020. Representantes de los Estados miembros, entidades de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales acreditadas por ECOSOC (ONG)de todas las regiones del mundo están invitadas a asistir a la sesión.

Temas

El objetivo principal de la 64a sesión es la revisión y evaluación de la implementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y los resultados de la 23ª sesión especial de la Asamblea General. La revisión incluirá una evaluación de los desafíos actuales que afectan a la implementación de la Plataforma de Acción y el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, así como de su contribución a la plena realización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Mesa

La Mesa de la Comisión desempeña un papel fundamental a la hora de facilitar la preparación del periodo de sesiones anual de la Comisión y asegurar sus buenos resultados. Los miembros de la Mesa ocupan su cargo durante dos años. En 2002, a fin de mejorar su trabajo y asegurar la continuidad, la Comisión decidió celebrar la primera reunión del periodo de sesiones subsiguiente, inmediatamente después de la clausura del periodo ordinario de sesiones, con el único propósito de elegir a la/al nueva/o Presidenta/e y a otros miembros de la Mesa (decisión 2002/234 del Consejo Económico y Social).
La Mesa para la 64ª sesión (2020) está compuesta de los siguientes miembros:
  • S.E. Sr. Mher Margaryan (Armenia), Presidente (Grupo de Estados de Europa oriental)
  • Sra. Zahraa Nassrullah (Iraq), Vicepresidenta designada (Grupo de Estados de Asia y el Pacífico)
  • Sra. Jo Feldman (Australia), Vicepresidenta (Grupo de Estados de Europa occidental y otros Estados)
  • Sra. Ahlem Sara Charikhi (Argelia), Vicepresidenta designada (Grupo de Estados de África)
  • Sra. Devita Abraham (Trinidad y Tobago), Vicepresidenta designada (Grupo de Estados de América Latina y el Caribe)

Preparaciones y Participación de ONGs


Haga clic aquí para visitar la página de CSW64 (solo en inglés) y obtener información completa y actualizada sobre estos y otros temas relacionados con la sesión. 

“La fuerza de las niñas: libre e imparable”.


"Debemos defender y respetar la igualdad de derechos de las niñas, 
así como su voz e influencia, en nuestras familias, comunidades y naciones. 
 Las niñas pueden ser poderosos agentes de cambio, 
y nada debe impedir que participen plenamente en todos los aspectos de la vida".



Mensaje de la Directora General 

"Este es el lema con el que celebramos este año el Día Internacional de la Niña.
En  efecto,  las  niñas  son  “libres  e  imparables”  cuando  hacen  frente  al  odio  y  al  extremismo,  cuando  son  portavoces  de  la  dignidad.  
Esta  lucha  es  la  de  Malala  Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014, quien, enfrentándose a los extremistas, luchó contra la prohibición de la escolarización de las niñas. Esta lucha es también la de millones de niñas anónimas, heroínas de la vida cotidiana, que derriban fronteras y barreras, rompen prejuicios y estereotipos, dicen no a los matrimonios forzados, no a la exclusión, no a la violencia, que son precursoras de los cambios que se harán realidad en el futuro.
En los últimos 25 años, desde la aprobación de la Declaración y la Plataforma de Acción  de  Beijing,  que  supuso  un  avance  histórico  en  el  reconocimiento  de  los  derechos  de  la  mujer,  se  han  logrado  muchos  progresos.  Muchas  niñas  han  cruzado por fin el umbral de una escuela y han recibido una educación digna, que respeta  su  identidad  y  sus  derechos.  Muchas  niñas  han  hecho  realidad  sus  sueños; pero todavía hay demasiadas a las que se les impide.Las cifras hablan por sí solas y, por desgracia, son preocupantes. 132 millones de niñas siguen sin estar escolarizadas y, de ellas, 9 millones —en comparación con 3 millones de niños— nunca entrarán en un aula. En los países más pobres, solo el 13% de las niñas que logran matricularse en la escuela secundaria completan el ciclo. Las desigualdades siguen existiendo, tanto entre los sexos como entre los países,  dos  desigualdades  que  se  refuerzan  mutuamente.  Si  no  les  hacemos  frente, estas desigualdades seguirán agravándose, sobre todo como resultado de la revolución digital, que no puede dejar a las niñas al margen.

Tenemos  que  redoblar  nuestros  esfuerzos.  La  iniciativa  “Su  educación,  nuestro  futuro”,  que  ha  puesto  en  marcha  la  UNESCO  recientemente,  acelerará  esta  movilización en favor de la educación de las niñas y las mujeres. Esta iniciativa abarca tres ámbitos: recopilar mejores datos, perfeccionar los marcos normativos y legislativos e incrementar los intercambios de buenas prácticas.Por  otra  parte,  teniendo  en  cuenta  que  solo  se  puede  aprender  bien  cuando  se  goza  de  buena  salud,  la  UNESCO  trabaja  también  en  pro  del  bienestar  de  las  niñas.  En  este  sentido,  la  UNESCO  puso  en  marcha  este  año  la  iniciativa  “Nuestros  derechos,  nuestras  vidas,  nuestro  futuro”  para  ofrecer  programas  de  educación para la salud a más de 30 millones de jóvenes en más de 30 países de África.
El periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se inauguró recientemente en Nueva York, permite reforzar este impulso en favor de la  educación  y  la  dignidad  de  las  niñas  en  todo  el  mundo.  En  este  contexto,  la  UNESCO ha iniciado la redacción de un importante informe prospectivo sobre “Los futuros  de  la  educación”,  en  el  que  la  igualdad  de  género  ocupará  un  lugar  transversal y central.
El apoyo a todos los esfuerzos encaminados al empoderamiento de las niñas debe ser una prioridad. Por ello, en este Día Internacional, la UNESCO se enorgullece de  otorgar  el  Premio  UNESCO  de  Educación  de  las  Niñas  y  las  Mujeres  a  dos  proyectos  educativos,  uno  español  y  otro  costarricense,  que  se  han  distinguido  especialmente en la educación de las niñas, en particular en el ámbito digital.“Los extremistas temen a los libros y a los lápices, tienen miedo del cambio y de la igualdad que traeremos a nuestra sociedad”, dijo Malala Yousafzai. En este Día Internacional, sigamos el ejemplo de estas niñas que nos inspiran y construyen un futuro mejor".

What do you want to be when you grow up. One Day I will...

UN Humanitarian
Por UN Humanitarian
One person in every 70 is caught up in a humanitarian crisis right now. Among the most affected are women and girls.
In conflict settings, sexual violence against women and girls that include rape, sexual slavery, trafficking, forced and early marriage, and intimate partner violence. Girls are often kept away from school for their safety. They are 2.5 times more likely to be out of school than boys. It is estimated that at least 1 in 5 women refugees has experienced sexual violence. During droughts, girls are more likely to miss school, as they are needed to collect water and care for the family. In crisis settings, pregnant women are particularly at risk because they cannot access critical health care.
This harsh reality for women and girls rarely makes headlines.

One Day, I Will documents what we hear about even less: the hopes and dreams of the girls who are trapped in crises. 
A teacher, a police officer, an air stewardess, a football player – all aged between 6 and 18 years old, the girls featured have dressed up to show who they want to be when they grow up, using costumes and props from their immediate surroundings. By tapping into each girl’s vision for the future, the series reminds viewers of a shared humanity, and provides a unique glimpse into their current circumstances and challenges, and how they can shape the future.

One Day, I Will is a photo project by Vincent Tremeau, presented by UN OCHA.

Lorand, 13, Syrian refugee in Iraq. Break-dancer.

“People tell me that breakdancing is just for boys, but it doesn’t make sense as I am much better at it than any of them.
I think it is OK to be different. My friend Bellal is 15, and she dyed her hair blue to rebel against everybody else. We laugh a lot together and talk about the fact that if we keep this up, no boys will want to marry us and we can be free forever.
Two of my friends had to get married this year. They were 12 and 13 years old, and I have not seen either of them since, because their mothers-in-law don’t let them leave their tents. The night before her wedding, one of them came to see me and we sat on the ground while she cried because she was so scared.”

Ahlam, 12, Iraq. Dentist.

“I want to be a dentist to help people when they are in pain.” 

Fatime, 10, Chad. Jewelry seller.

“My family had a good life before fleeing our village. My father was selling camels to rich people. Now we’re alive, thank God, but we’ve lost everything, our camels, our jewels, everything. The journey was too long without our camels. When I grow up, I want to sell jewels. In my culture it’s a shame if a girl doesn’t wear jewels. I want girls and women to wear beautiful things.”

Khadija, 15, Nigerian refugee in Chad. Computer engineer.

 “I want to work in IT to learn and share knowledge. I was born in a remote village in north-eastern Nigeria with no school and no clean drinking water. What I have learned is that with the Internet, even if you don’t know something, somebody in the world has what you need. It is the best way to share knowledge.”

Martha, 14, Nigerian refugee in Chad. Police Officer.

“I will be a police officer to catch criminals like Boko Haram. I will use a weapon if I have to.”

Ismat, 15, Rohingya refugee in Bangladesh. Doctor.

“One day, I would like to become a doctor. I would like to treat Rohingya people, Bangladeshi people, all kinds of people. When I was 10 years old, back in Myanmar, I had to stop going to school. I hope one day I will be able to continue my studies.”

Françoise, 15, Democratic Republic of the Congo. Nurse

“I am 15 years old and I have a child named Chance. He is 1 year old. When I go to school, I am not ashamed of anything. But others cannot understand why I am a student while I already have a child. I tell them that if I study, it is precisely because I want to help my child.”

Adama, 14, Nigerian refugee in Chad. Football Player.

Of course women can play football, I saw it on TV once. Some boys in the camp say that football is only for men, but when they say that I take the ball and I tell them, ‘try me!’” 

Sarita, Nepal. Engineer.

“I just want a career that lets me be independent. It’s pretty simple really: I want to be in charge of my own life and not have anyone else make decisions for me.
I am no less capable than a man, but a lot of villagers in my community still disapprove of women working, so I have a lot of challenges to overcome.”

Aicha, Nigerian refugee in Niger. Lawyer.

“I come from Damassak in Nigeria. I would like to become a lawyer to defend people’s rights.
I was born without arms and legs, but I want to achieve my goal in life.”

Malak, 12, Iraq. Sailor.

“I’ve never seen the sea, and I don’t know how to swim, but it looks so peaceful in photos.
I like to imagine myself sitting on a boat in the middle of nothing, surrounded by blue.”

Rupali, 17, Nepal. Tailor.

“Thinking about what I’d like to do makes me feel sad, because I don’t know if I’ll be allowed to do it. I’ve been married for five years – since I was 12 – but I haven’t gone to live with my husband yet. That’s happening in about three weeks’ time, when a ceremony called Gauna will take place. I have a lot of feelings about it all – far too many feelings to ever put into words.
I was so young when we were first engaged, and now I have to go and live with a completely new family, even though I’ve never met them before. I haven’t told my parents this, but I’m very, very scared. I just wish they had asked me for my permission. I don’t even know how old my husband is.
So when I say I want to be a tailor, that’s true. But I know I won’t be the person who gets to decide if that’s my destiny or not.”

Chandi, 9, Democratic Republic of the Congo. Basket Weaver.

“I would like to learn how to make baskets because it will help me, my future children and my little brothers and sisters. Maybe I will get married to someone irresponsible, dirty or even an alcoholic. If I have to marry such a husband, I will sell my baskets to pay for my children’s school expenses and to buy them food.”

Zuha, 10, Iraq. Artist.

“I do art nearly every day in the camp. I like drawing flowers and houses the most. But when I will be an artist, I won’t sell my paintings. I’ll just hang them in my house.
My mum says it’s just as important to be happy as it is to make money. She says my artwork will make other people happy too. That’s why she hangs my pictures in our tent, to make it prettier.”

Aseema, 16, Nepal. Vegetable Producer.

“My favourite vegetables are cauliflowers. It takes a lot of skill to grow a good cauliflower, and that’s a skill I don’t have yet. I really hope that in the future I’ll be able to learn.”

Dina, 11, Iraq. Engineer

“Daesh is destroying Iraq, so I want a job that lets me build it back again. I had my own bedroom in my old house, before it got burned down.
These days, there are 11 of us in one tent. I don’t know if you have tried, but it is really hard to fit 11 people in one tent.”

Fatimata, 10, Niger. Islamic Teacher.

“One day, I will be a teacher in an Islamic school to help people know better their religion and avoid disputes.”

Agnès, Democratic Republic of the Congo. Teacher.

“I am in first grade. I don’t know my age. I would like to teach little children so they can become smart.”

Fatime, 7, Chad. Driver.

“The gunshots woke me up when our camp was attacked. Everybody was panicked. I could not run as fast as my brothers, but I tried to follow them. I didn’t want to loose my family. The most difficult thing was not eating for four days.
When I grow up, I want to be a driver. I don’t know how, but I want to learn. I could do some small business and help my family with shopping.”

Otpika, 18, Nepal. Accountant.

“School is my whole life. I worked so hard to be able to stay in school. I had to stand up to my parents and convince them that I could pay for my school fees by setting up a small business to make handicrafts and baskets.
It’s not complicated why girls are made to drop out of school. It’s just about money. People don’t have enough food to eat three times a day, so if you have a daughter, you’re going to want to find her a husband as soon as possible because that means you won’t have to feed her anymore.”

Amina, 10, Nigerian refugee in Niger. Teacher.

“I come from Nigeria. When I grow up, I want to become a teacher.”

Gheena, 10, Iraq. Nurse.

“My mum is a nurse and it looks like an easy job. She was busy when we lived in Mosul, but now that we live in a camp, she is at home most of the time. She says she’s counting on me to go to school for a long time, and not to get married yet. I laughed when she said that. As if I want to get married.”

Habiba, 13, Nigerian refugee in Niger. Journalist.

“I would like to be a journalist when I grow up, because I want to inform people on the things that are happening around the world.”

Tasnim Sultana, 10, Bangladesh. Teacher.

“I want to be a teacher because it is a professional job. My hobby is teaching and I like my teacher, so I want to be a teacher.”

Kaltouma, 11, Chad. Farmer.

“My dad was killed when our camp was attacked. He was trying to gather some of our belongings to join us but Boko Haram caught him.
One day I want to become a farmer. That’s the only job where I can be sure to feed my family.”

Jesmin, 12, Rohingya refugee in Bangladesh. Soldier.

“I want to become a soldier to go fight and to help save people. When four of my relatives were killed in Myanmar, we had to leave our home and we came here to Bangladesh.
I feel better here than in Myanmar because we are getting food and we are able to sleep. In Myanmar, we were always afraid and couldn’t sleep at night.”

Poola, 18, Nepal. Air Stewardess.

“I don’t plan to get married until I’m 22, or even later, because I need to spend some time practicing my flying first. I’ve never travelled anywhere before, but I think I would be a very good air stewardess because I would be so excited all the time.
Being up high doesn’t scare me. Nothing scares me. The most worried I’ve ever been has been about maths at school. Maths really stresses me out.”

Sakima, Niger. Teacher.

“My father told me that later I will be a teacher like him.
I would like to teach to third-grade children because I understood everything the teacher taught us.”

Parmila, 18, Nepal. Social Worker.

“I see cases of child marriage and violence against women in my village all the time, and I really want to end it. Violence doesn’t have to involve hitting somebody – I think keeping a woman inside all the time and not giving her any freedom is violence, too. That’s what it used to be like in my family. My mum wasn’t allowed to go out, and she always had to serve the men first. It used to make me so angry to watch her live like that.
In the end, my friends and I sat my parents down and explained that this wasn’t acceptable. I was really nervous beforehand, but now things are better and my mum is proud of me. Sometimes she walks over to me and puts her hand on my shoulder and says, ‘My daughter is doing good work. She’s changing things. She won’t be like me.’”

One Day, I Will is presented by the UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (OCHA) with the support of the Permanent Missions of France and Morocco to the United Nations.
It will be on display at the United Nations Headquarters in New York from 29 July to 9 September 2019, and in Photoville New York from 12 to 22 September 2019.

Manifiesto por una infancia libre de violencia machista.

La Asociación de Mujeres Juezas de España con ocasión de un nuevo caso de violencia machista contra niñas y niños 
y ante la necesidad impostergable de abordar la protección integral, rápida y eficaz de las madres y de sus hijas e hijos, 
eslabón más débil en la estructura familiar:

1.- Queremos transmitir a la madre, familia y amig@s de Cristian, de 11 años, nuestro cariño y solidaridad así como mostramos nuestra indignación ante la invisibilización de la violencia contra niñas y niños pese al clamor de las denuncias interpuestas por sus madres alertando del peligro.
2.- Desde el año 2003 han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas 1010 mujeres. Pero no solo son las mujeres y madres las víctimas de la violencia de género. Desde el año 2013 29 niñas y niños han sido asesinados y 221 han quedado huérfanos a causa de la violencia de género. Cifras que nos alertan de la necesidad de tener muy en cuenta también la violencia que sufren l@s hij@s que crecen en un entorno familiar donde está presente la violencia de género, condicionando su bienestar y desarrollo integral, comprometiendo su salud, su integridad física y psicológica y su vida, y convirtiéndoles en instrumento para ejercer violencia sobre sus madres, favoreciendo además la transmisión intergeneracional de estas conductas violentas sobre la mujer. En este contexto hablamos de “Violencia vicaria”, que convierte a niñas y a niños en arma letal y correa de transmisión del maltrato de los agresores hacia las mujeres.
3.- Consideramos urgente que las diferentes administraciones públicas asuman sus responsabilidades al respecto, y alertamos del peligro que supone la confusión que causan en la sociedad aquellos posicionamientos que niegan la violencia sistemática, histórica y estructural ejercida contra las mujeres y el cuestionamiento de los instrumentos jurídicos para combatirla, que intentan ocultarla con eufemismos como “violencia intrafamiliar”, dando soluciones uniformes a problemas diversos, y que requieren de tratamientos específicos.
Rechazamos igualmente la manipulación de la opinión pública para poner bajo sospecha las denuncias de violencia de género, así como el uso de conceptos erróneos y oportunistas como el “síndrome de alienación parental” que tratan de poner en duda las denuncias de las madres en caso de maltrato de los padres hacia ellas y/o hacia l@s hij@s.
4º.- Exigimos medidas concretas para la protección integral de niñas y niños y de sus madres frente a la violencia de género, entre las que proponemos las siguientes;
1º- Dado que cualquier niña o niño expuesto a violencia de género es un menor maltratado, se les debe proporcionar una asistencia y protección específica efectiva y acorde a sus circunstancias.
2º.- Abordar una reforma del Código Penal y de la normativa procesal que, en consonancia con el Convenio de Estambul, de un tratamiento específico a los delitos en cuya comisión se aprecia una claro origen machista fundado en la cosificación y discriminación de la mujer, y utilización y maltrato de las niñas y de los niños, y ello tanto en el ámbito de la pareja como fuera de ella.
3º-Reforma del Estatuto de la Víctima con el fin de que se reconozca la consideración como tal y se extienda la totalidad de su régimen jurídico a los y las hijos/as de aquellas mujeres que hayan sido víctimas de algún tipo de violencia machista. Debe darse a los y las menores un tratamiento y protección específicos, incluida la asistencia social integral y la posibilidad de que se les dote de asistencia letrada autónoma y defensor judicial en caso de conflicto de intereses.
4º- Modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley de Demarcación y Planta con el fin incrementar el número de Juzgados Exclusivos en materia de Violencia contra la Mujer cuya competencia deberá extenderse a todos los delitos machistas y no sólo los cometidos en el ámbito de la pareja, garantizando y condicionando esta competencia, en todo caso, a que la carga de trabajo que asuman permita un tratamiento individualizado y profundo de cada caso. Deben eliminarse los Juzgados compatibles y tender a una mayor especialización de estos delitos, residenciándolos en un órgano específico que cuente con personal judicial y asistencial adecuadamente formado.
5º- Aprobación de una Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia frente a la violencia pues el Comité de Derechos del Niño, con ocasión del exa-men de la situación de los derechos de la infancia en España en 2010 y 2018 , recomendó a nuestro país que se aprobase una ley integral sobre la violencia contra los niños, parecida a la aprobada contra la violencia de género, que garantizase la reparación de sus derechos y unas normas de atención mínimas en las diferentes comunidades autónomas.
6º- Mejora del sistema de seguimiento integral de casos de violencia de género y detección policial del riesgo (Viogen) incorporando también la valoración del agresor y la situación de las/os hijas/os, no limitándose sólo a los riesgos de agresión física. Deberá reunir la totalidad de denuncias presentadas (como ya instara Naciones Unidas el 16 de julio de 2014, en el Dictamen del Comité CEDAW en su Comunicación número 47/2012, caso Ángela González contra España), y ser complementada con la opinión experta de trabajador@s sociales, psicólog@s y personal sanitario (potenciación de las Unidades de Valoración Forense) cuyo número y especialización debe aumentar. Incrementar la coordinación y comunicación de información entre dicho registro y los existentes a nivel administrativo y penitenciario.
7º.- Formación especializada en los centros escolares para mejorar la prevención y detección de situaciones de violencia de género a través de los niños y niñas.
8º.- Adecuado aprovechamiento de los recursos jurídicos existentes para la protección de l@s menores, para evitar que sigan siendo considerad@s solo como “víctimas colaterales” y no como “víctimas directas” y para no mermar su protección mediante la adopción de medidas civiles relativas al régimen de visitas sin tener en cuenta realmente su condición de víctima. A tal efecto, consideramos necesario:
– Aplicación efectiva del “Protocolo médico-forense de valoración urgente del riesgo de violencia de género” cuyo uso sigue siendo muy escaso según los datos de la Fiscalía General del Estado, pese a su importancia capital en la valoración del riesgo a la hora de decidir sobre la concesión de las medidas de protección.
– En materia de custodia y en la línea del Defensor del Pueblo incidimos en la necesidad de realizar un pronunciamiento de oficio sobre las medidas de protección de menores incluso la posibilidad de suspender para el inculpado por violencia de género el ejercicio de la patria potestad o de la guarda y custodia, respecto de los menores a que se refiera (art. 65 LO 1/2004) o la suspensión de las visitas (art. 66) .
– Obligación por parte de los órganos judiciales de, en los casos de no resolver sobre suspensión, de realizar un seguimiento periódico de la evolución y desarrollo del régimen de visitas del padre/agresor con sus hijas e hijos con el objetivo de garantizar que las relaciones paternofiliales no perjudiquen el desarrollo de la niña o del niño y les garanticen el derecho a crecer libres de violencia (art. 66).

7º-Aumento de los recursos sociales para poder derivar a las mujeres y a sus hijas e hijos incrementando el número de casas de acogida, pisos tutelados y puntos de encuentro familiar. Recuperar las competencias y dotar económicamente de forma suficiente a las entidades locales en materia de asistencia a las víctimas con el fin de que puedan ponerse en marcha recursos suficientemente dotados y accesibles para ellas contra los padres mal-tratadores
8º- Reactivación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género que entre sus medidas recoge la 204.- “Establecer el carácter imperativo de la suspensión del régimen de visitas en todos los casos en los que el menor hubiera presenciado, sufrido o convivido con manifestaciones de violencia, sin perjuicio de adoptar medidas para impulsar la aplicación de los artículos 65 y 66 de la LO 1/2004”
9.- Formación especializada de la Judicatura, Fiscalía y demás operadores jurídicos en menores, con el objetivo de aplicar no sólo la perspectiva de género sino la perspectiva del menor en la toma de decisiones que les afectan directamente en su desarrollo.
Es en este terreno común en el que debemos aunar esfuerzos para conseguir una Justicia comprometida con la garantía de los Derechos Humanos, especialmente con la vida y la integridad física y psico-lógica de las mujeres, niñas y niños.

28 de julio de 2019
ASOCIACIÓN MUJERES JUEZAS DE ESPAÑA

Las niñas violadas obligadas a ser madres llevan su causa a la ONU:

Guatemala, Ecuador y Nicaragua responderán ante el Comité de Derechos Humanos 
por una legislación que penaliza a las víctimas. 
América Latina, a la cola en derecho al aborto.


 Luis Pablo Beauregard,
México 29 MAY 2019,
                    sociedad / elpais.com.
Una niña de 13 años violada por un sacerdote en Nicaragua. Una menor abusada sexualmente por su abuelo en la zona caribeña del mismo país centroamericano. En Guatemala, una víctima de 12 años violada por un funcionario gubernamental responsable de un programa de apoyo a la niñez. Y en Ecuador, otra niña de 12 con la vida rota por el incesto. 
Todas ellas fueron madres demasiado pronto 
sin que se les dieran opciones para abortar. 
La impunidad también sella años de dolor.


Estos cuatro casos se presentan hoy en el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en un litigio único que ilustra uno de los más dolorosos estigmas de América Latina, la única región del mundo donde aumenta la violencia sexual contra las niñas.

La demanda en contra de los Estados en los que se registraron las violaciones —Guatemala, Ecuador y Nicaragua— la llevan Ginebra Planned Parenthood Global, una organización por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, otras seis asociaciones de la región y el Centro de Derechos Reproductivos estadounidense. 
La acción pretende impulsar una reforma legal. Los derechos que el comité de la ONU declare violados crearán estándares para todos los Estados que han ratificado el pacto de derechos civiles y políticos. Se prevé que se soliciten medidas generales para cambiar la situación legal en el territorio. “Esto se puede traducir en una despenalización del aborto en Nicaragua o protocolos de implementación en Guatemala”, señala Catalina Martínez, directora regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.

“Los Estados tendrán que cumplir los estándares que dicte el comité”, explica también Ximena Casas, de Planed Parenthood Global.

Los funcionarios de Naciones Unidas escucharán a las víctimas de Ecuador y Guatemala. La ecuatoriana Norma (nombre ficticio) fue violada a los 12 años por su padre. Sus hermanas y primas también fueron violentadas por su padre, padrastros y tíos. Hoy cuida de su hijo en una casa de acogida donde recibe atención psicológica. En Ecuador, siete niñas menores de 14 años resultan embarazadas al día por la violencia sexual.

Fátima, originaria de Guatemala, tiene 21 años. Hace nueve fue violada por un hombre cercano a su familia que era empleado de la Secretaría de Bienestar Social. Ocurrió en una guardería gubernamental donde la ingresó su madre al morir el padre. Allí estuvo con su hermana y ambas fueron víctimas de aquel hombre. Casi una década después, el violador y padre del hijo de Fátima no ha sido llevado a la justicia. “Si el Estado no lo detiene es porque no quiere”, asegura Paula Barrios, de Mujeres Transformando el Mundo, una de las organizaciones que va a Ginebra.

América Latina tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes tras África. Pero es la única región donde aumenta la violencia sexual contra ellas. Faltan medidas en materia de derechos sexuales y reproductivos y está prohibido al acceso a la pastilla del día después.

Planned Parenthood calcula que en la zona se supera el millón de niñas que sufren violencia sexual cada año. La organización documentó en 2015 más de 214 casos en los que detallaron el impacto mental y social entre las víctimas, ahogadas por la depresión, la angustia y los pensamientos suicidas. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes. En Guatemala, por ejemplo, el embarazo adolescente es la primera causa de abandono escolar.

Las activistas de la organización han encontrado un patrón en el que se desenvuelven estos comportamientos criminales. “En estos países, el Estado falla dos veces. No protege a las niñas de la violencia sexual y les impone un embarazo producto de un delito en donde ellas no pueden tomar sus decisiones”.

Hay 26 países en el mundo que son muy restrictivos con el aborto (lo penalizan o solo lo permiten para salvar la vida de la madre). Entre los que lo castigan totalmente, seis están en América: Nicaragua, Honduras, El Salvador, Surinam, Haití y República Dominicana. En Nicaragua, ocho de cada diez víctimas de violación tienen menos de 13 años, según Planned Parenthood.

La decisión de presentar los casos ante la ONU pretende impulsar cinco estándares: primero, obligar a una niña violada a continuar el embarazo es cruel, inhumano y degradante. El segundo llama a respetar la autonomía y capacidad de juicio de las niñas. El tercero pide tratar este asunto como discriminación de género, pues muchas de las niñas y mujeres no tienen acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. El cuarto es el derecho a la integridad personal: que las menores que quieran abortar no sean tratadas como criminales, el aborto debe ser materia de servicios de salud y no del código penal. El quinto, y último, es el derecho a la vida: las menores de 14 años tienen cuatro veces más riesgo de morir en el parto.

El caso buscará reparaciones pero, para Ximena Casas, “es una oportunidad única para garantizar que las vulneraciones no vuelvan a ocurrir”, añade.

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