'Hacer de los niños el centro: Empoderar, proteger e incluir a los niños'


Del 27 al 29 de septiembre de 2022
(13:30 – 17:30), los participantes, incluidos los niños, disfrutarán de una experiencia de evento interactivo en línea, con algunos oradores presentes en Bruselas, bajo el tema de esta 14.ª edición: 'Llevar a los niños al centro: Empoderar, proteger e incluir a los niños'.

Es el primer foro de la Comisión Europea desde la adopción de la Estrategia de la UE sobre los derechos del niño en marzo de 2021, y brindará la oportunidad de monitorear e informar sobre el progreso realizado en el marco de la Estrategia de la UE, mientras se intercambian nuevos desarrollos e iniciativas. 

Se prestará especial atención a la participación infantil, los niños en los conflictos, la prevención de la violencia, con especial atención a la consulta sobre la protección integral de la infancia. 

También se discutirá el impacto en los derechos de los niños de la agresión rusa contra Ucrania y la respuesta de protección infantil de la UE.

Esta conferencia de tres tardes presenta sesiones de alto nivel y talleres interactivos. La participación de los niños es central en este Foro, con niños hablando como oradores y participantes. 

Otros participantes incluyen autoridades nacionales y legisladores, profesionales judiciales y de protección infantil, defensores de los niños, expertos independientes, organizaciones internacionales y no gubernamentales, académicos, instituciones y agencias de la UE.

Véalo EN DIRECTO, regístrate aquí: 14º Foro Europeo sobre los Derechos del Niño - Webstreaming (euchildforum2022.eu)

Organizado por la Dirección General de Justicia y Consumidores de la Comisión, el Foro Europeo sobre los Derechos del Niño es una conferencia anual que proporciona una plataforma para el diálogo entre las instituciones de la UE y otras partes interesadas sobre los derechos del niño.

Ayotzinapa, el Estado contra el Estado: hoy ya declarado "Crimen de Estado".

Se cumplen 8 años desde que el 26 de septiembre de 2014 sucedieran estos asesinatos.

El 18 de agosto pasado se publicaba el Reporte de la Comisión Gubernamental 
que investiga el caso desde 2019, cuya conclusión trocal es 
considerar que esos hechos son un “crimen de Estado”.



Pero revisitar, año tras año, el caso Ayotzinapa es 
asomarse a un precipicio, sumergirse en un verdadero inventario del horror. 
Seis asesinatos, 43 estudiantes desaparecidos, otros tantos heridos, perseguidos...

Reproducimos el artículo siguiente que, aunque es de mayo de este año,
reseña aquel horror vivido,
que inician un camino para la reparación de semejante crimen de Estado. 

Detenciones ilegales, llamadas anónimas falsas, pistas inventadas, una enorme hoguera ficticia, destrucción y manipulación de evidencias, actas forjadas, torturas de manual. Y, por si fuera poco, operaciones militares secretas e inexplicables, simulaciones, fosas clandestinas aquí y allá —ya se sabe, abundan las fosas y los cadáveres— con restos que no son los de los muchachos. Una atrocidad tras otra. Mentiras históricas. 

 Lo peor es la certeza de que en ese teatro participaron, de una u otra manera, como perpetradores o cómplices, agentes de varias fuerzas de seguridad y empleados públicos de diversa calaña, efectivos de todos los niveles —municipal, estatal y federal—, además de fiscales y miembros del Ejército y de la Marina que manipularon la supuesta escena del crimen. 

Delincuentes con “fachada de funcionarios”, si se apelara al argot de los organismos de inteligencia. A esto apunta la consigna, en clave de conclusión: “fue el Estado”. Y la advertencia del III Informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), presentado a finales de marzo de 2022, sobre algo fundamental: “la necesidad de evidenciar que los funcionarios públicos que participan con una organización criminal hacen parte de ella”. En el fondo de todo, una flor. Muchas flores, toneladas de amapolas, convertidas en una de tantas drogas y su trasiego en autobuses desde Iguala a Estados Unidos. 

Autobuses como los que tomaron los muchachos de Ayotzinapa para asistir a la conmemoración de la masacre de Tlatelolco en la Ciudad de México, sin saber que se dirigían a su propia masacre, como el tiempo y varios indicios sugieren: “Desde el inicio de las investigaciones —recuerda el informe del GIEI— quedaba clara la participación del crimen organizado coludido con autoridades a diferentes niveles en los hechos”. Los 43 estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa no desaparecieron una sola vez. Siete años y medio después del ataque que los borró del mapa, siguen desapareciendo. Aunque se hayan encontrado los restos de tres. “Restos”, literalmente: mínimos trozos de huesos, un pedacito de talón, un fragmento de columna. Tan poco que una persona podría vivir sin eso, como declara la madre de uno de ellos en el podcast “Después de Ayotzinapa”.1 

Los 43 muchachos, todos, seguirán en el limbo hasta que se sepa qué sucedió después de que policías los emboscaran a balazos y se los llevaran la noche del 26 de septiembre de 2014 en dos puntos de Iguala, en el estado de Guerrero. Más allá de si existe o no voluntad política para encontrar la verdad y descifrar el destino de estos jóvenes de entre 17 y 21 años al momento de su desaparición, la tragedia de Ayotzinapa ha puesto de relieve la incapacidad del Estado de frenar el crimen organizado, ese árbol frondoso que ha echado raíces dentro de su misma estructura. El reto es enorme: ¿puede el Estado investigar al Estado?

Proyección del documental _Ayotzinapa, el paso de la tortuga_ de Enrique García Meza, 2017. Fotografía de festival Ambulante. Flickr Proyección del documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga de Enrique García Meza, 2017. Fotografía de festival Ambulante. Flickr

Una vez levantado el manto de lo que la Procuraduría General de la República (PGR) denominó “la verdad histórica”, aquel tenebroso montaje, según el cual los 43 estudiantes “fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al río San Juan” por miembros del grupo narco Guerreros Unidos, está cada vez más claro que la construcción de esa hipótesis no fue invento de un solo villano, o dos, sino una obra coral. Aparte del rol protagónico de la PGR en el montaje y, en particular, de su jefe de investigación, Tomás Zerón, quien escapó a Israel tras ser acusado de desaparición forzada y torturas, el GIEI ha confirmado la participación de múltiples actores. Pero falta mucho por conocer. Por ejemplo, ¿de qué forma participaron los miembros de las Fuerzas Armadas en la construcción de la mentira oficial? ¿Qué sucedió en realidad con los muchachos?.
En un momento en que los militares tienen cada vez más atribuciones, resulta inquietante su resistencia a entregar información sobre el caso Ayotzinapa, como han denunciado los expertos del GIEI. Más aún cuando se ha confirmado que estaban al tanto de los movimientos del crimen organizado y, también, de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, a quienes vigilaban desde hacía años en una lógica de contrainsurgencia. “Todas las corporaciones, Ejército, CISEN (inteligencia civil), y Policía Federal y Estatal hacían seguimiento y reporte en tiempo real de todas las actividades de los normalistas”. De hecho, uno de los dos militares infiltrados en la Escuela de Ayotzinapa, con “fachada de estudiante”, está en la lista de los 43 desaparecidos. Efectivos del 27 Batallón de Infantería seguían a los jóvenes, estuvieron en varias de las escenas de los hechos esa noche y, también, fueron testigos de los ataques. El GIEI denunció que las Fuerzas Armadas ocultaron información en el gobierno anterior y todavía siguen ocultándola. 

A pesar de haber pedido “insistentemente” acceso a las investigaciones realizadas en el fuero militar, el Ejército asegura que no hizo ninguna investigación. Sin embargo, el informe indica que “distintos documentos militares dan cuenta de que sí se ordenó y realizó una investigación” y que, “a la fecha, no se ha tenido acceso a la misma”. Es decir, el Ejército hace caso omiso del decreto presidencial de 2018 que ordena a toda la administración pública colaborar para aclarar el caso Ayotzinapa. “El señor (Salvador) Cienfuegos tiene que dar explicaciones”, declaró recientemente al diario español El País el abogado chileno Francisco Cox, miembro del GIEI, quien recordó que el anterior ministro de Defensa (2012-2018) se negó a que “sus muchachos” del Batallón 27 fueran interrogados. El general Cienfuegos fue detenido en 2020 en Estados Unidos por acusaciones de narcotráfico, cargos que fueron desestimados tras la protesta del gobierno mexicano. Pero no se trata solo de un general intocable, sino de toda la estructura de una institución cerrada y renuente, por naturaleza, al escrutinio civil. “En esta administración hemos hecho innumerables solicitudes, muy pormenorizadas, y hay respuestas que nos dicen: no existe —declaró Cox a la prensa—. 

Hay otros documentos que no se han entregado, especialmente en lo que se refiere a los de Inteligencia”. También la Marina ha guardado silencio sobre su actuación en el caso durante años. El último reporte del GIEI reveló una operación inexplicable: un mes después de los hechos, un grupo de doce marinos manipuló el basurero de Cocula antes de que ingresara el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), sin dejar registro oficial de esa operación. ¿Por qué y para qué? Según la experta del GIEI, Claudia Paz y Paz, ex fiscal General de Guatemala: “De estas actividades en el basurero nunca se supo, nunca se informó y las respuestas oficiales, inclusive a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que es a la única a la que le contestan en su momento, estamos hablando del año 2015, le informan que solo participaron como cordón perimetral y como buzos”. Una grabación hecha por un dron, que el GIEI descubrió en los archivos de Inteligencia naval, evidencia que estuvieron allí varias horas, haciendo quién sabe qué. Todavía no hay explicaciones. ¿Quién ordenó grabar el procedimiento? Solo dos personas tenían facultades para hacerlo, según la abogada colombiana Ángela Buitrago, del GIEI: “La posibilidad de ordenar que salga un dron solamente la hace el Presidente de la República o, en su defecto, el secretario del área correspondiente de inteligencia.

” Pero eso no es todo. Ya antes, en un informe anterior (2016), el grupo de expertos había señalado que marinos, junto a “elementos de la PGR”, manipularon el escenario del río San Juan, donde luego se encontrarían los restos del estudiante Alexander Mora Venancio. Como ha dicho Ángela Buitrago: “Las autoridades cambiaron, ocultaron información, negaron hechos y generaron elementos para hacer creer que no conocían el paradero de los estudiantes, que no conocían la detención y desaparición, y que no conocían incluso sobre la situación de violencia en Guerrero”. No deja de ser perturbador que, a pesar de las magníficas relaciones entre el presidente y las Fuerzas Armadas, el Ejército aún se resista a entregar toda la información del caso, como lo ordenó el mandatario hace tres años. La impresión que queda flotando en el ambiente es que muchos funcionarios, demasiados, saben lo que sucedió.

A las denuncias de tortura como una “práctica sistemática” ejecutada en instalaciones de la Secretaría de Marina y en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), durante la investigación del caso, se suma una serie de terror: según los expertos, 22 personas que podrían haber tenido información sobre lo que sucedió han muerto, solo dos de ellas por causas naturales. Una tras otra han sido eliminadas. 

 Una espesa capa de lodo sigue cubriendo el caso, a pesar de que actualmente hay tres organismos investigando: el GIEI, una comisión presidencial y la Unidad Especializada de la Fiscalía, que logró encontrar e identificar los restos de dos estudiantes —Christian Alfonso Rodríguez y Jhoshivani Guerrero— en un lugar de nombre siniestro, la Barranca de la Carnicería, a menos de un kilómetro del basurero de Cocula, entre 2020 y 2021. 

 Entrampados en ese laberinto desde 2014, los familiares de las víctimas exigen investigar a las Fuerzas Armadas por ocultamiento de información y cuestionan que se absuelva a priori a algunos oficiales. “Nos preocupa que el presidente Andrés Manuel López Obrador nos externe, por un lado, su voluntad política para aclarar el caso Ayotzinapa [y], sin embargo, exculpe sin investigación alguna al actual almirante José Rafael Ojeda [comandante regional en Guerrero cuando ocurrieron los sucesos]”. 

 No son los únicos que reclaman justicia. El misterio de Iguala no es una excepción ni un caso aislado. “No solo nos faltan 43, nos faltan cien mil. Todos los familiares de desaparecidos del país tienen el derecho de que las máximas autoridades instruyan a otras a entregar la información”. 

 Francisco Cox puso el dedo en la llaga al hacer énfasis en la evaporación de personas en México como un fenómeno que sucede día tras día, algo masivo y rutinario. “Una situación o cuestión generalizada”, en palabras del reciente informe del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas, que visitó el país en noviembre. El Registro Nacional de Desaparecidos también maneja una cifra astronómica: más de 99 mil víctimas en México. 

 Una de sus recomendaciones ha caído particularmente mal: “El Comité insta al Estado a abandonar el enfoque militarizado de la seguridad pública”. Los responsables del crecimiento de este delito, según el documento, son “servidores públicos, tanto del ámbito federal, estatal y municipal, como el crimen organizado”. Y la impunidad “es casi absoluta”. De nuevo, el árbol y sus raíces.

Hablando de Infancia y Adolescencia: HDIA, Revista GSIA, mes de Septiembre 2022.

 Hablando de Infancia y Adolescencia. 
La Asociación GSIA edita esta Revista de Prensa, mensual y digital,
que analiza la actualidad recogida por los medios 
en relación a la infancia y la adolescencia, 
aportando nuestro propio enfoque 
con distintos secciones, artículos y columnas de opinión.


Presentación. 
Tras el período estival y el descanso de un mes en nuestra publicación, estamos de vuelta con energías renovadas y muchas ganas de compartir nuestra visión del protagonismo de la infancia y la adolescencia en nuestra sociedad, y su consecuente perspectiva crítica respecto al trato que reciben niñas y niños desde los espacios de representación y poder que ostentan las personas adultas. 
 
Por suerte, y orgullo del equipo de redacción de esta revista, el verano nos ha traído noticias e información de diversa índole que muestran la incorporación de niñas y niños al ámbito institucional, que alzan su voz sin ningún tipo de tapujos para reclamar un trato más justo y no tan adulterado del tratamiento que reciben por parte de los medios. 
 
Además, en nuestro Escaparate se muestran dos apartados muy representativos de la razón de ser de esta revista: compartir y hacer difusión de lo que hacen y dicen niñas, niños y adolescentes, desde su autenticidad y la libertad de expresarse como deseen sin la intromisión de las personas adultas.
De este modo, se incluye una referencia, con su enlace, para que los lectores puedan acceder, a la publicación ‘El mundo dibujado por los niños’ que contiene ilustraciones maravillosas que permiten contemplar su representación del mundo en el que viven, sus preocupaciones y deseos. En su expresión artística, niñas y niños muestran su concienciación por la deriva de los abusos de la humanidad en detrimento de la naturaleza y el medio ambiente, con la palpable repercusión en el clima global del planeta que estamos padeciendo en forma de altas temperaturas, sequía e incendios. 
 
El otro elemento que aparece en el Escaparate, del que nos sentimos tremendamente orgullosos de visibilizar, es la trayectoria de Francisco Vera, niño colombiano fundador del movimiento ‘Guardianes por la vida’, que desde su activismo, nos da toda una lección en valores e implicación desde su participación social en aquellas situaciones que afectan a las infancias. Ha escrito recientemente un libro y esperamos contar con él para una inminente colaboración en nuestra revista. La relación entre los derechos del niño y los derechos de las generaciones futuras que defiende el movimiento que lidera Francisco, son precisamente discutidos en un artículo que aparece entre los Destacados del blog (“Los niños son el futuro ¿o no?”). 
 
El contenido de este número, que abre el nuevo curso es toda una declaración de intenciones de la línea por la que se apuesta en esta revista, de intentar dar protagonismo y participación social de niños, niñas y adolescentes, sin adulteraciones.
Curiosamente, adulteración, aunque etimológicamente no proviene de la palabra ‘adulto’, permítannos la licencia, nos sirve como juego de palabras para significar que en muchas ocasiones, el mundo adulto ‘altera la pureza en niños y niñas para añadir una sustancia extraña a éstas y éstos, que modifica su esencia’. 
Reivindicamos el compromiso de instituciones públicas, medios de comunicación y entidades sociales de apoyar para que las voces de niñas y niños lleguen libres de adulteraciones… 


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GSIA es una asociación sin ánimo de lucro, de carácter independiente, que fue creada hace 10 años por un pequeño pero apasionado grupo de profesionales de diferentes especialidades.

Su finalidad principal es la de contribuir al reconocimiento de los derechos humanos en la infancia y la adolescencia, a través del estudio, la formación, la sensibilización y la difusión de los mismos.

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Informe de la 1ª consulta a niños y jóvenes para la elaboración de Observación General, nº 26: Medio Ambiente.

En este proceso han participado casi 7.500 niños y jóvenes.

Un proceso de participación que  continuará entre noviembre de 2022 y febrero de 2023 como segunda fase de consulta con los niños... 

Este informe es un resumen de los resultados de un cuestionario global para niñas y niños, que fue diseñado conjuntamente con el Equipo Asesor Infantil y distribuido entre las niñas y los niños de todo el mundo entre el 31 de marzo y el 20 de junio de 2022.

El Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas está escuchando los llamamientos de las niñas y los niños, dando un paso importante para hacer que los Estados parte se responsabilicen de garantizar que las niñas y los niños puedan crecer y vivir en un mundo limpio, verde, sano y sostenible, creando una Observación General sobre los Derechos del Niño y el Medio Ambiente con especial atención al Cambio Climático (Observación General Nº 26).

El derecho a un medio ambiente saludable es un requisito previo para la implementación efectiva de todos los demás derechos recogidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN).

Para garantizar que la Observación General Nº 26 sea representativa de las diversas experiencias y del interés superior de las niñas y los niños de todo el mundo, debe adoptarse un enfoque colaborativo e intergeneracional para su desarrollo. Una parte esencial del desarrollo de la Observación General Nº 26 es la participación de las niñas y los niños. Las niñas y los niños tienen derecho a expresar libremente sus opiniones sobre todos los asuntos y decisiones que les afectan y a que esas opiniones se tengan en cuenta en todos los niveles de la sociedad. Este derecho se describe detalladamente en la Observación General Nº 12 sobre el derecho de la niña/niño a ser escuchado, disponible en CRC/C/GC/12.

El Comité reconoce la importancia de trabajar con las niñas y los niños en asuntos de tanta importancia y relevancia para sus vidas. Por ello, el Comité, con el apoyo de Terre Des Hommes, estableció su primer Equipo Asesor Infantil a nivel mundial para apoyar el desarrollo de la Observación General Nº 26. El Equipo Asesor Infantil es un grupo de 13 niños expertos, de entre 10 y 17 años, de diferentes regiones, orígenes y con diversas experiencias vividas. 

El Equipo Asesor Infantil es fundamental para informar del proceso de consulta a las niñas y los niños y garantizar que éstos tengan oportunidades significativas de contribuir con sus opiniones, experiencias e ideas al desarrollo de la Observación General Nº 26.
 
Este informe es un resumen de los resultados de un cuestionario global para niñas y niños, que fue diseñado conjuntamente con el Equipo Asesor Infantil y distribuido entre las niñas y los niños de todo el mundo entre el 31 de marzo y el 20 de junio de 2022. 

Este informe resume las opiniones de las niñas y los niños y sus experiencias sobre los siguientes temas:
1) Impacto del cambio climático y daños medioambientales.
2) Pensamientos y sentimientos sobre el cambio climático y los daños medioambientales.
3) Acceso a la educación y al apoyo.
4) Tener voz y ser tomado en serio.
5) Acceso a la información.

Por último, el informe proporciona los mensajes clave compartidos por las niñas y los niños en el cuestionario.

Los resultados del cuestionario informarán al Comité en su trabajo para desarrollar el primer borrador de la Observación General Nº 26, que se pondrá a disposición del público para su revisión en noviembre de 2022. 
Entre noviembre de 2022 y febrero de 2023 tendrá lugar una segunda fase de consulta con las niñas y los niños. 

Vuelta al cole: endeudados por derechos.

Que una familia se tenga que endeudar para que sus hijos puedan acceder al ejercicio de un derecho fundamental, el de la educación (así reflejado en la Constitución y en la Convención sobre los Derechos del Niño), es cuando menos discutible.
La educación de un niño es un derecho subjetivo del propio niño, por tanto su ejercicio no debería depender del dinero de sus padres, ni de los cambios u opiniones políticas de turno.


La vuelta al cole en el CEIP Padre Poveda en Madrid. EFE/ Mariscal
El camino hacia una deseable gratuidad universal de los materiales y servicios educativos podría empezar por lograr que todas las becas y ayudas educativas (de libros, de comedor, de transporte) sean consideradas un derecho subjetivo del niño, es decir, que no dependan de la generosidad (o no) de los presupuestos de cada año de la administración responsable, sino que todos los niños y familias que se encuentren en situación de riesgo de pobreza tengan el derecho de recibirlas en un importe suficiente para compensar los gastos, o puedan acceder a estos servicios de forma gratuita.     

El retorno de las vacaciones viene inevitablemente marcado por las campañas de vuelta al cole de muchas marcas y comercios, fundamentalmente de venta de ropa y calzado, libros y material escolar. Junto a ellas hay otras campañas más llamativas, pero que seguimos asumiendo con normalidad: aquellas que ofrecen créditos para que los hogares con niños y niñas puedan asumir el desembolso que les supone este retorno a la escuela.

Esa normalidad no debería ser tal. Que una familia se tenga que endeudar para que sus hijos puedan acceder al ejercicio de un derecho fundamental, el de la educación (así reflejado en la Constitución Española y en la Convención sobre los Derechos del Niño), es cuando menos discutible desde una perspectiva de derechos humanos y de equidad.

El desembolso de estos costes llamados “indirectos” (pero muchos de ellos en realidad imprescindibles para la escolarización) se produce este año en un contexto de muy alta inflación que está golpeando a toda la ciudadanía, pero de forma especial a las familias con niños y a los hogares con menos ingresos.

A los hogares con bajos ingresos porque el actual aumento de precios se está cebando particularmente en productos básicos de consumo: alimentos, energía y suministros básicos de la vivienda que tienen un peso muy importante en la cesta de la compra de las familias. Además, con los altos incrementos de precios de muchos de ellos, muy por encima del índice general, se dificultan las posibles estrategias de ahorro, ya que no hay productos sustitutivos más baratos a los que acudir —como la pasta, la harina o el pollo— porque precisamente son estos lo que más están subiendo.

Y a las familias con niños y niñas a cargo porque su gasto medio es mayor y porque esa diferencia de gasto respecto a los hogares sin hijos se da de forma también especial en ámbitos muy castigados por la subida de precios como la alimentación y el transporte. Por ejemplo, una pareja con dos hijos gasta de media 1.500 euros más al año en alimentación que una sin ellos. Los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares en estos apartados vienen a desmentir el aforismo: donde comen dos no comen tres.

Este diferencial de gasto entre hogares con hijos o sin ellos es obvio también en el gasto educativo. El actual panorama económico, además del obstáculo general que estos desembolsos suponen al ejercicio del derecho a la educación, nos sitúa en un escenario aún más preocupante por su incremento. Algunos ejemplos: el coste de los productos en papel (incluidos los cuadernos escolares) ha subido un 23% anual, lo que hace previsible un incremento significativo del precio de los libros de texto (como ya están avanzando algunas encuestas privadas) o de los servicios de comedor, impulsados por el incremento de los productos de alimentación y la energía.

¿Qué hacer para afrontar esta situación tan complicada para muchas familias? Para Unicef España resulta desesperante ver cómo en las sucesivas crisis de los últimos años los niños, niñas y adolescentes (y también los jóvenes) han pagado un precio desproporcionado en términos de incremento de la pobreza o exclusión social. No es accesorio recordar que muchos adolescentes de este país están afrontando con sus familias la tercera crisis de sus vidas.

Es justo reconocer que en los últimos años se han realizado avances importantes en la protección social de la infancia, a través de una mayor inversión y sensibilización sobre los efectos tremendamente negativos que la pobreza tiene en los niños y niñas (y en el país), pero tenemos como asignatura pendiente una prestación universal de apoyo a la crianza. Una prestación que actúe de forma preventiva, pero también reparativa, frente a las crisis y su impacto en las familias. Los países de nuestro entorno que cuentan con esta medida, la gran mayoría, son mucho más efectivos reduciendo la pobreza infantil que el nuestro, a la cola de Europa junto con Malta en este aspecto. Reconocer la importancia de la crianza, también económicamente, es además un paso adelante para afrontar el inquietante panorama demográfico que se nos dibuja a medio plazo.

Junto con esta medida de carácter general, puede haber otras más centradas en los costes educativos. Unicef España respalda la petición que el Comité de los Derechos del Niño hizo a España en 2018 para que “garantice el acceso a la enseñanza obligatoria de buena calidad para todos los niños, lo que incluye sufragar los costes indirectos conexos”. Acciones de urgencia recientes como la reducción de precios del transporte y el incremento de becas de bachillerato, y otras con más recorrido, como el préstamo de libros de texto, contribuyen a reducir estos costes, pero el escenario de estas medidas es todavía muy desigual en los distintos territorios y no siempre garantizan que las familias que más lo necesitan accedan a ellas.

Algunas de la metas y objetivos del recién aprobado Plan de Acción Estatal para la Implementación de la Garantía Infantil Europea enlazan directamente con esta necesidad de eliminar las barreras económicas para el acceso a la educación, pero el horizonte del Plan (2030) se antoja demasiado lejano cuando estas políticas ya eran necesarias desde hace tiempo, y este año aún más.

El camino hacia una deseable gratuidad universal de estos materiales y servicios podría empezar por lograr que todas las becas y ayudas educativas (de libros, de comedor, de transporte) sean consideradas un derecho subjetivo del niño, es decir, que no dependan de la generosidad (o no) de los presupuestos de cada año de la administración responsable, sino que todos los niños y familias que se encuentren en situación de riesgo de pobreza tengan el derecho de recibirlas en un importe suficiente para compensar los gastos, o puedan acceder a estos servicios de forma gratuita.

Un paso necesario para que no haya por qué endeudarse para ejercer derechos fundamentales.     


Copa Mundial de Niños de la Calle, Doha 2022. 'Soy alguien'

28 EQUIPOS - 25 PAÍSES - UN EVENTO INOLVIDABLE

La Copa Mundial de Niños de la Calle Doha 2022, del 8 al 15 de octubre de 2022, 
reunirá a jóvenes conectados con la calle de todo el mundo 
para participar en un torneo de fútbol, ​​un festival de las artes y defender sus derechos y protección a través de un evento centrado en los niños. Congreso y Asamblea General. 

Será la cuarta Copa Mundial de fútbol de Street Child, tras los éxitos en Sudáfrica (2010), Brasil (2014) y Rusia (2018).
El SCWC 2022 brindará a los niños más vulnerables de todo el mundo la oportunidad de representar a sus países y decirle al mundo 'Soy alguien'.
 
Los mejores futbolistas del planeta asumirán el papel estelar cuando comience la Copa Mundial de la FIFA en Qatar en menos de dos meses, pero no antes de que la capital, Doha, albergue la Copa Mundial de Niños de la Calle (SCWC).



'Ahora soy un líder en mi comunidad'
El torneo de este año será el cuarto SCWC después de Sudáfrica (2010), Brasil (2014) y Rusia (2018). El objetivo de SCWC es brindar ejemplos como el de Sadock John, un joven líder de Tanzania, que jugó en el primer evento. “Ese fue el momento en que mi vida cambió para siempre: conocí a mi familia SCU”, dijo.

“Al representar a mi país y participar en el SCWC, regresé a mi comunidad como un héroe. Ahora soy un líder en mi comunidad y ayudo a inspirar a la próxima generación a través de una academia de fútbol local. Siempre estaré agradecido por las oportunidades que Street Child United me ha brindado y su continuo apoyo a través del programa Street Child United Young Leader, donde he encontrado confianza y creencia de que soy alguien”.

Diez de los equipos de este año participarán por primera vez, incluidos tres equipos de refugiados (Darfur, Hungría y Zaatari), además de un equipo femenino de Palestina. Otros equipos nuevos en la familia SCU incluyen Uganda, Nepal, Inglaterra, México, Perú y Zimbabue. A ellos se unirán equipos que han participado anteriormente en al menos un SCWC e incluyen equipos de: Brasil, India, Bangladesh, Indonesia, Filipinas, EE. UU., Burundi, Tanzania, Pakistán y Mauricio.

Con sede en Londres, Street Child United es una organización benéfica del Reino Unido que, dice, utiliza "el poder del deporte, específicamente los eventos deportivos internacionales, para cambiar las percepciones negativas y el trato de los niños conectados con la calle en todas partes".

Llamada a Contribuciones de la Revista Sociedad e Infancias, Volumen 6(2), -finaliza el día 30/09/202- bajo el tema:


LLAMADA  A  CONTRIBUCIONES

Volumen 6(2)

Publicación: Segundo semestre 2022 

AMPLIACIÓN CALL FOR PAPERS 6(2) VOLUMEN SOCIEDAD E INFANCIAS

Estimados señores/as,  les anunciamos la ampliación del plazo de recepción de los trabajos 

para el número de la revista 6(2). 

La nueva fecha límite es el próximo 30 de septiembre de 2022






SECCIÓN MONOGRÁFICA:

 LOS DERECHOS DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN EL ENTORNO DIGITAL

Actualmente, el uso continuo de móviles, ordenadores y demás dispositivos inteligentes se ha mostrado como una de las formas más frecuentes para compartir, comunicar, jugar y sociabilizar. Aunque esta práctica se extiende a las distintas generaciones, es particularmente más utilizada por adolescentes y jóvenes, al ser usuarios y usuarias activas de Apps y plataformas digitales de comunicación a través de dispositivos móviles. Ante este contexto, las redes sociales se han convertido en espacios sociales que integran diferentes fenómenos tanto positivos como negativos, llevando a suscitar diversos interrogantes sobre la forma en la que opera este espacio virtual, los límites en los que se establecen estas nuevas relaciones, y en especial, la existencia de diferentes formas de discriminación especialmente dirigida hacia niños, niñas y adolescentes.

Este monográfico quiere poner el acento en los principales factores que afectan, determinan y se vinculan a las distintas formas en las que los derechos de los niños, niñas y adolescentes (a la dignidad, a la propia identidad, a la no discriminación, etc.) se pueden ver afectados negativamente en el entorno digital, pero también, en aquellos factores que se erigen como oportunidades y fortalezas ante estos fenómenos, y que son articulados y gestionados por ellos mismos. Se hace un llamado a la postulación de artículos desde los que se aborde:

-       La inclusión/exclusión digital de los niños, niñas y adolescentes por razón de su situación económica, sexo, discapacidad, origen étnico o nacional, idioma, grupos minoritarios y niños indígenas, solicitantes de asilo, refugiados y migrantes, orientación sexual, acogimiento en modalidades alternativas de cuidado.

-        Nuevos fenómenos en las redes sociales de internet vinculados con la exclusión de las niñas y las adolescentes por distintas formas de violencia de género en el entorno digital.

-        El discurso de odio por razones etarias (vinculadas con la edad) hacia los niños, niñas y adolescentes en las redes sociales 

-       La falta de regulación de la gestión automatizada de los datos de los niños y niñas en Internet como forma específica de discriminación.

-      Y cualquier otro donde, a través de la investigación con niños, niñas y adolescentes, se conozcan sus propias estrategias de resistencia frente a su discriminación y defensa de sus derechos en el entorno digital.


Fecha de recepción de artículos para esta sección: ampliada al 30 de septiembre de 2022


CONVOCATORIA ABIERTA SIN LÍMITE DE FECHA PARA OTRAS SECCIONES:

·        MISCELÁNEA: Artículos originales, de carácter teórico o empírico, sobre cualquier otro tema distinto del monográfico, siempre referido a la infancia y adolescencia y/o al estudio de las vidas de niños, niñas o adolescentes.

·        RECENSIONES: Trabajos de evaluación y análisis crítico de una obra que verse sobre alguno de los temas de interés para la revista.

·            OTRAS COLABORACIONES: Aportaciones en el campo de la investigación aplicada, la intervención social, la defensa de los derechos o el desarrollo y evaluación de proyectos; especialmente de aquellas que hayan contado con la participación activa de niños, niñas y adolescentes.


Envíos:

.  Se aceptarán contribuciones escritas en español y en portugués.

.  Directrices para autores y autoras: https://revistas.ucm.es/index.php/SOCI/about/submissions

.  Forma de envío: registro en la página web de la revista http://revistas.ucm.es/index.php/SOCI


ContactoSecretaría de la Revista:  sociedadeinfancia@ucm.es



 La Revista Sociedad e Infancias les invita a enviar sus artículos en la nueva llamada a contribuciones para el volumen 6(2) que será publicada en el segundo semestre de 2022.  
Se trata de una  revista académica de la Universidad Complutense de Madrid (España), de carácter interdisciplinar y especializada en temas de infancia y adolescencia.