Juzgando con perspectiva de género, y del niño/a, las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural.



Lactancia natural. Imagen de la maternidad

Glòria Poyatos i Matas,
Magistrada especialista TSJ 
de Canarias/Las Palmas (Sala Social).

En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.
1. La sentencia recurrida
El juzgado de lo social desestimó la demanda planteada por la trabajadora, en materia de prestaciones por riesgo durante la lactancia materna, por no haberse determinado con claridad los agentes, procedimientos o condiciones de trabajo que pudieran influir negativamente en la lactancia. Según el relato fáctico:
  • La actora presta servicios como animadora sociocultural en el «centro de atención al discapacitado». Se le reconoció en fecha 5 de diciembre de 2017 el derecho a prestación derivada de riesgo durante el embarazo. Es madre de 2 hijos, uno de ellos nacido el 20 de abril de 2018 que encuentra recibiendo lactancia materna.
  • Su puesto de trabajo se halla afecto, entre otros, de los siguientes riesgos:
    • Contacto con productos químicos y agentes biológicos, siendo el tipo de exposición inhalatoria.
    • Alto nivel de exposición social, sin ayudas suficientes (apoyos, pausas, etc.) que pueden dar lugar a situaciones de tensión/dificultades de control elevadas/estrés que provoquen perturbaciones o malestar significativo (con agresiones o golpes involuntarios).
    • Según el plan de prevención de riesgos existen agentes, procedimientos y condiciones de trabajo que pueden influir negativamente en la trabajadora embarazada o en lactancia.
  • No resultaba posible la adaptación del puesto de trabajo de la actora.
  • La actora solicitó prestaciones por riesgo durante la lactancia, que fue desestimada por resolución de la mutua de 24 de agosto de 2018.
  • La operaria percibió prestación de maternidad desde el 20 de abril al 9 de agosto de 2018 y ha permanecido en situación de incapacidad temporal desde el 31 de agosto al 10 de diciembre de 2018.
2. Integración de la perspectiva de género y la perspectiva del niño/a. «Interés superior del menor» como criterio prevalente
Lo más novedoso de la sentencia analizada radica en la integración, junto a la perspectiva de género, de una segunda hermenéutica de análisis jurídico: la «perspectiva del niño» en aplicación de los mandatos internacionales derivados de la Convención sobre los derechos del niño. La resolución camina jurídicamente para llegar al fallo sin perder de vista esta doble perspectiva.
En primer lugar, se parte del impacto de género del debate jurídico1 lo que motiva que la sala extreme las precauciones en su abordaje integrando la perspectiva de género como metodología de impartición de justicia equitativa, en cumplimiento de la «diligencia debida»2
 Pero, además, existe otro impacto sobre el niño/a lactante, que puede verse privado de su derecho a la alimentación natural en condiciones de salubridad, en una fase esencial en su corta vida, en la que necesita no solo una aportación de nutrientes adecuada a sus necesidades, sino también el contacto emocional derivado del vínculo afectivo que se establece entre la madre y su bebé a través de la lactancia materna. Por ello en esta resolución se aplica el principio internacional del «interés superior del niño» como criterio jurídico hermenéutico derivado del artículo 3.1 de la Convención internacional sobre los derechos del niño, vinculante para los Estados firmantes.3

También se hace referencia a la Observación general n.º 16 (2013) sobre las obligaciones del Estado en relación con el impacto del sector empresarial en los derechos del niño4; a la Observación general n.º 14 (2013) sobre el derecho del niño a que su interés superior sea una consideración primordial5 y al artículo 24.2 de la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea6.

La aplicación de ambas perspectivas al caso de autos, llevan a la sala a estimar el recurso planteado. 
Los 3 pilares jurídicos de la sentencia son los siguientes:

1º. Carga de la prueba
En primer lugar, se parte de la existencia de riesgos para la lactancia natural porque está reconocido en el plan de prevención de riesgos. Constatado lo anterior, por lo que respecta a la carga de prueba en materia de riesgos que pueden redundar negativamente en la lactancia natural, se recuerda la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 19 de octubre de 2017 (asunto C-531/15, Otero Ramos).7 La evaluación de riesgos del puesto de trabajo de la actora fue realizada en el año 2014 de forma abstracta y no individualizada.

2º. Estado biológico de la madre trabajadora lactante
El famélico informe médico aportado por la mutua en el que descansa su denegación8, es calificado por el tribunal de abstracto y no tuvo en cuenta el estado biológico actual de la trabajadora, pues la lactancia natural lleva consigo cambios hormonales importantes en el cuerpo de las mujeres, como es la liberación de la oxitocina que se inhibe por el estrés, el dolor o cualquier situación que active el sistema nervioso (riesgos psicosociales), con la consiguiente liberación de adrenalina y noradrenalina, aspecto que debe por tanto tenerse en cuenta en la vida de una mujer lactante, al igual que el mayor desgaste metabólico de las madres durante la lactancia.

3º. Impacto en el niño/a lactante
Y se insiste en el impacto nocivo que la denegación injustificada de las prestaciones tiene respecto al bebé lactante, lo que exige dar prevalencia al «interés superior del niño» para garantizar la integridad física, psicológica, moral y espiritual holísticas del niño/a, bajo la obligación de adoptar todas las medidas necesarias, expresas y concretas para hacer plenamente efectivo este derecho.

3. Conclusiones
La sentencia analizada es relevante porque integra la perspectiva del niño/a, derivada de la Convención internacional de derechos del niño, como hermenéutica jurídica de obligado cumplimiento para los poderes públicos, vinculados por el principio de diligencia debida. Se proyecta y concreta en la prestación por riesgo durante la lactancia, el principio internacional del «interés superior del niño», como consideración primordial especialmente relevante cuando se sopesan derechos que se contraponen, a fin de garantizar la integridad física, psicológica, moral y espiritual holísticas del niño/a lactante.

Y a la anterior hermenéutica se suma la perspectiva de género que también es desplegada y aplicada al caso, poniéndose el foco en el estado biológico de la madre trabajadora, pues la lactancia natural lleva consigo cambios hormonales importantes en el cuerpo de las mujeres, que no fueron tenidos en cuenta por la mutua, omitiendo su obligación valorar los riesgos de forma actualizada, específica y personalizada.
Esta sentencia abre un nuevo camino interpretativo acorde con los derechos humanos y las obligaciones internacionales asumidas por España, en aquellos casos, como son las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural, donde el bien jurídico protegido transciende de la salud de la madre trabajadora afectando también la del niño/a, a través de la lactancia materna, que no es solo un proceso de aportación de nutrientes sino también catalizador de un potente vínculo afectivo entre la madre y su bebé, que constituye una experiencia única, singular y necesaria para el desarrollo físico y psicosocial del niño/a.

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1 Las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural solo pueden ser percibidas por mujeres, por razones biológicas.
2 Esta misma sala ha venido aplicando dicho criterio en numerosas sentencias, entre otras: recs. 1027/2016; 1237/2016; 1596/2018; 19/2019 y 369/2019.
3 Que establece:
En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.

4 Los derechos del niño son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí […] La obligación de que el interés superior del niño sea una consideración primordial es especialmente importante cuando los Estados están sopesando prioridades que se contraponen (párr. 12).
5 La plena aplicación del concepto de interés superior del niño exige adoptar un enfoque basado en los derechos, en el que colaboren todos los intervinientes, a fin de garantizar la integridad física, psicológica, moral y espiritual holísticas del niño y promover su dignidad humana […] (párr. 5).
Todos los Estados partes deben respetar y poner en práctica el derecho del niño a que su interés superior se evalúe y constituya una consideración primordial, y tienen la obligación de adoptar todas las medidas necesarias, expresas y concretas para hacer plenamente efectivas este derecho (párr. 13).

6 «Entodos los actos relativos a los menores llevados a cabo por autoridades públicas o instituciones privadas, el interés superior del menor constituirá una consideración primordial».
7 Esta sentencia resuelve cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en la que se cuestionaba la aplicación de las reglas relativas a la carga de la prueba previstas en el artículo 19 de la Directiva 2006/54/CE para demostrar la existencia de riesgo durante la lactancia natural, en el sentido del artículo 26.3 de la Ley 31/1995, que transpuso el artículo 5.3 de la Directiva 92/85/CEE al derecho interno. La resolución europea declara aplicable el citado artículo 19.
8 Literalmente se dice: «valoradas las fichas técnicas de los productos que manipula (enviados por el servicio de prevención) ninguno de ellos supone riesgo para la lactancia por lo que se deniega la prestación».

Las Fronteras de la Infancia. Protagonismo de niñas y niños en organizaciones y movimientos sociales.

Este espacio de formación nace con la finalidad de compartir saberes y experiencias 
del equipo de Enclave de Evaluación, fruto de más de 20 años de trabajo, 
sobre la(s) infancia(s) y las personas que ocupan ese espacio social, 
es decir, niñas, niños y adolescentes. 

Sábado 22 de febrero de 2019 
10.00h a 14:00h y 16:00h a 20:00h
C/ Atocha, 91 2º piso, Madrid.


Está dirigido a personas interesadas en la infancia desde diversos ámbitos: intervención social, educación, cooperación, psicología, servicios sociales, comunicación etc. ya que la perspectiva sociológica desde la que se parte, puede ser útil para todas las personas cuyo trabajo tiene relación con niñas, niños y adolescentes en su sentido más amplio.

Se abordarán aspectos relacionados con la historia de la infancia, la infancia desde una perspectiva sociológica, el adultocentrismo, la participación de niños, niñas y adolescentes y las relaciones entre infancia y colonialismo. 

Algunas de las preguntas sobre las que girará la formación son las siguientes:
¿Ha habido siempre niños y niñas?
¿Siempre se les ha tratado igual?
¿Qué supone ser niña o niño hoy?
¿Está la infancia en peligro o es “peligrosa”?
¿Por qué las niñas, niñas y adolescentes no pueden votar?
¿Y por qué no pueden asociarse?
¿Existen organizaciones de infancia?
¿Se puede ser una persona adulta no adultocéntrica?
¿Es la infancia un territorio de conquista?

* Marta Martínez Muñoz. Socióloga. Investigadora. Enclave de Evaluación.
* Mario Andrés Candelas. Pedagogo. Profesor UCM. Enclave de Evaluación.
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::: FECHA Y HORARIO :::
Sábado 22 de febrero de 2019
10.00h a 14:00h
16:00h a 20:00h

::: Precio :::
45 Euros

::: LUGAR :::
Enclave de Evaluación
C/ Atocha, 91 2º piso
Metro: Antón Martín

Pedagogía del consumo: Los niños, niñas y jóvenes de hoy, deberían tener derecho a ser, antes que a consumir.

La devastación del Planeta no es más (ni menos) 
que el otro lado de la deshumanización, del deterioro de la naturaleza humana.
Analizar críticamente un mito central en nuestra cultura, símbolo de bienestar y riqueza, 
e indicador de nuestra calidad de vida 
es complicado.

Heike Freire.

Hace algún tiempo, durante una conferencia sobre infancia y naturaleza organizada por un Ayuntamiento, uno de los asistentes me preguntó sobre la costumbre de hacer regalos a los niños. Al pedirle más detalles, acabó contando que su hija de diez años, tras su última fiesta de cumpleaños, estuvo llorando toda la tarde porque “solo” había recibido 57 regalos, cuando la vez anterior obtuvo 64. “No supe cómo consolarla”, confesó visiblemente afectado. “¿Qué habría hecho usted? ¿Puede darme algún consejo?”.

Me quedé pasmada. Al parecer, la criatura medía el amor de sus familiares y amigos (y tal vez su propio valor), por el número de objetos que le compraban…

Aunque sin conocerla, ni conocer su entorno, di a su padre angustiado la mejor respuesta que pude… Y sus palabras, teñidas de dolor, se me quedaron clavadas.

También yo, de pequeña, lloré muchas veces porque quería algo, o lo que conseguía no respondía a mis expectativas. Recuerdo una Navidad, hacia los siete u ocho años. Me encantaban las películas, los dibujos animados. Vi en la tele el anuncio de un proyector que, a mis ojos, parecía “de verdad”. (Los adultos nos empeñamos en regalar juguetes a los niños, cuando ellas prefieren las cosas “reales” y cotidianas).

Me imaginaba abriendo mi propio cine en casa, con su pantalla, sus butacas, su programación…; la taquilla donde cobraría una entrada, diseñada por mí… y hasta el puesto de palomitas. Pero cuando el artilugio llegó a mis manos, mi decepción fue supina: aquel frágil cacharro de plástico, no era ni de lejos lo que yo esperaba…

El consumo puede hacernos sentir bellas, importantes, amadas, felices, poderosas o veloces, pero también profundamente desgraciadas, como estas niñas. ¿Por qué?

Analizar críticamente un mito central en nuestra cultura, símbolo de bienestar y riqueza, e indicador de nuestra calidad de vida es complicado. ¿Quién no desea ofrecer a sus hijos e hijas todo aquello que puedan necesitar? ¿Cómo cuestionar un crecimiento, basado en el consumo, que parece la condición imprescindible para que amplias capas sociales salgan de la pobreza, o no caigan en ella?

Desde hace décadas, científicos y ecologistas alertan sobre la ingente cantidad de energía, materias primas y trabajo humano (también infantil, y en condiciones indignas), despilfarrados para alimentar nuestra voracidad consumista; señalan toda el destrozo, la basura, la contaminación y el sufrimiento sobre los que se levanta nuestro antinatural estilo de vida. Muchos consideran que es el precio a pagar para que una parte de la población disfrute de cierto confort. Pero es dudoso que pueda obtenerse un beneficio, real y durable, basado en el padecimiento ajeno. La devastación del Planeta no es más (ni menos) que el otro lado de la deshumanización, del deterioro de la naturaleza humana…

En un mercado organizado por el marketing y la publicidad, pocas veces se habla de las consecuencias de la cultura consumista sobre las personas, de lo que en el consumo se consume de mí, como dirían mis alumnas. Porque si todo lo que hacemos también nos hace, es imposible que una actividad a la que dedicamos tanto tiempo, y que ha invadido casi todas las esferas de la vida, nos deje indemnes. Cada gesto de compra cotidiana nos está educando. Hay, como diría Jaume Martínez Bonafé, un currículo oculto del consumo que es preciso desvelar para entender cómo nos afecta y nos construye. ¿Qué nos enseña y qué aprendemos al consumir?.

En su conocido libro ¿Ser o Tener?, el famoso psicoanalista Eric Fromm aporta una interesante reflexión sobre las diferencias entre sociedades centradas en las cosas, y sociedades centradas en las personas. La cultura de mercado establece como premisas fundamentales que las necesidades humanas son infinitas. Se trata de deficiencias, faltas principalmente individuales que es preciso tapar rápidamente, porque carecer es vergonzoso. Para satisfacerlas, llenando esos vacíos, disponemos de un número también ilimitado de productos y servicios, mercancías más o menos materiales, que pueden obtenerse con dinero. Hay un producto para dar respuesta a cada problema de nuestra existencia, una solución ideal, pensada y fabricada para nosotras. La felicidad consiste en desearlos y, sobre todo, en conseguirlos.

La próxima vez que pienses en hacer un presente a personas de cualquier edad, recuerda que detrás del objeto, lo que recibimos es el reconocimiento, la afirmación de nuestra importancia
La doctrina mecanicista y mercantilista que sustenta nuestra cultura, sostiene una visión profundamente despreciativa de lo humano. Las necesidades vitales (que son innatas, limitadas y universales), se presentan como privaciones cuando, en realidad, constituyen el movimiento esencial de la vida. Todo organismo vivo las siente. Nos conectan con los entornos de la biosfera (evidenciando la interdependencia de todos los seres que la componemos) y, al mismo tiempo, nos permiten honrar y expresar nuestra particular forma de ser y estar en el mundo. Aunque compartimos algunas con las otras especies, las nuestras son diferentes de las de las mariposas, o de los dromedarios. Cada especie, cada grupo y cada individuo, en cada momento, vive las suyas. No son huecos a tapar (¿acaso puede satisfacerse, de una vez por todas, la necesidad de amar?) sino nutrientes esenciales para la vitalidad, el bienestar, el desarrollo y el crecimiento pleno, a través de los cuales los seres (humanos y no humanos) realizan su naturaleza.

Al interrumpir nuestros procesos vitales, para inducir artificialmente necesidades sustitutivas (por ejemplo: amor y relación = regalos), la cultura del consumo inhibe la capacidad de vincularnos con nuestras necesidades auténticas, es decir, de reconocerlas, honrarlas y vivirlas dignamente. Aprendemos a reemplazar lo que realmente queremos por los productos sustitutivos que nos ofrece el mercado. A negar lo que sentimos y escondernos de nosotras mismas.

Mientras la experiencia de ser humana es una actividad esencialmente interna, un ejercicio de libertad, una búsqueda de autonomía, y autenticidad, a través de sensaciones, emociones, imágenes… en relación con el mundo, el hábito del consumo empobrece radicalmente nuestra existencia. Si no puedo darme lo que necesito, estoy condenada a mantener una actitud pasiva ante la vida, a depender del exterior, a experimentar ansiedad y frustración: como no hay límite a mis deseos, en el fondo, quedaré siempre insatisfecha.

Los niños, niñas y jóvenes de hoy, deberían tener derecho a ser, antes que a consumir. Así que, la próxima vez que pienses en hacer un presente a personas de cualquier edad, recuerda que detrás del objeto, lo que recibimos es el reconocimiento, la afirmación de nuestra importancia y valía, del amor y el cuidado. E imagina todas las posibles vivencias y experiencias, no necesariamente comerciales, a través de las que puedes dar y recibir el regalo más grande

La infancia estallada,

con la revuelta, las infancias también despertaron, 
están aquí y ya es imposible no verlas.
por Iskra Pávez*,



Es reconocido que asistimos a un momento histórico, dada la actual revuelta y los múltiples movimientos sociales que en ella se expresan, como los vinculados a la niñez y al feminismo -por nombrar algunos- que se han tomado la agenda y exigen verdaderas transformaciones culturales.


En el territorio denominado Plaza de la Dignidad y sus alrededores es posible ver la diversidad de infancias (en plural) que habitan en nuestro país. Históricamente la niñez más pobre, trabajadora o aquella que se escapaba del modelo de infancia “ideal” o “normal” ha estado invisibilizada, porque a través de las políticas públicas se la ha desplazado hacia la periferia o se la ha recluido en centros similares a las cárceles. La imagen de una niña mocosa que juega en el barro a pata pelá está escondida en los confines del mundo, lejos de la mirada adulta, no obstante, con la revuelta, las infancias también despertaron, están aquí y ya es imposible no verlas.

Un breve recorrido por el área de la Dignidad permite ver a adolescentes que trabajan; reconozcámoslo, en Chile hay niñas, niños y adolescentes que trabajan -a veces, al mismo tiempo que estudian- y lo hacen por diversas razones, la primera de ellas, la pobreza. Por ejemplo, en la intersección de Bellavista con el puente Pio Nono trabaja Diego (pseudónimo) como “semáforo humano” durante las tardes, cuando los carabineros se van porque empiezan a recibir insultos, él dirige el tránsito a cambio de unas monedas, tiene 17 años y vive en Cerro Navia. En la llamada Zona 0 (ex Plaza Italia o Plaza Baquedano) se pueden ver a toda hora del día, y en especial al atardecer, a grupos de adolescentes “encapuchados” como señal de protesta y rebeldía, incluso en la llamada “primera línea” resistiendo los ataques de la policía; tal vez, más de alguien haya recibido intervención del Servicio Nacional de Menores (SENAME), que ahí mismo se denuncia.

La Plaza de la Dignidad siempre ha sido un lugar emblemático de nuestra sociedad, antaño era la frontera simbólica que separaba la riqueza de la pobreza, hoy es un espacio donde se observa el conflicto social -inherente a toda sociedad moderna- pero acentuado por el estallido y, al mismo tiempo, se aprecia la acción que la propia sociedad ha desplegado frente al poder, como ejercer su derecho a ocupar el espacio público. Tal como está hoy, no refleja el Chile que describían las guías turísticas -un oasis- o el que creíamos ser -desarrollado-. Ahora se respira tensión en el ambiente. Se dice que esto que genera incomidad y molestia, que ya es insoportable. Entonces se responde que así de insoportable resulta la vida cotidiana de las guaguas, las niñas, los niños y adolescentes que viven en las poblaciones marginales de nuestro país. ¿Ese es el verdadero Chile, mezquino, complejo, un pueblo chico debajo de una cordillera?

Avanzando unas cuadras hacia el poniente, a los pies del cerro Huelén o Santa Lucía, trabaja Marcos (pseudónimo) vendiendo agua mineral para sortear el calor o los gases lacrimógenos, además de bebidas y cervezas, que esconde al fondo del cooler para que no sean vistas por la policía, tiene 15 años y vive en el Barrio Yungay. En la esquina de Alameda con Santa Rosa se puede ver a Pierre (pseudónimo) que trabaja en los brazos de su madre vendiendo superochos, es un bebé de un año y viene de Haití. La niñez migrante trabajadora y que vive en condiciones de marginalidad y pobreza parece invisible e inexistente para la sociedad chilena, lo que se expresa en que no ha sido un tema relevante en el actual debate público. Por último, podemos encontrarnos con la infancia más “normal” que está de vacaciones, disfrutando de un helado con sus familias, bañándose en algún lugar para capear el calor o acompañando en un centro comercial y jugando en el celular.

Hoy es posible palpar la diversidad de infancias que habitan en esta comunidad imaginada llamada Chile, pero que pocas veces son vistas, enunciadas y reconocidas en el discurso público y en las conversaciones privadas. Hoy la infancia idealizada y todas las infancias también han estallado y gritan por dignidad (en el amplio sentido del concepto).

Iskra Pávez* es asociada en la Asociación GSIA.

La regla general es que las personas menores declaren en los juicios.

El Supremo recuerda que 
la regla general es que los menores declaren en los juicios 
y enumera las 20 condiciones a cumplir.

«La regla general debe ser la declaración de los menores en el juicio, con el fin de que su declaración sea directamente contemplada y valorada por el Tribunal sentenciador y sometida a contradicción por la representación del acusado, salvaguardando el derecho de defensa«, afirma el Alto Tribunal en su sentencia 579/2019, de 26 de noviembre pasado.
Y añade con rotundidad: «Nuestra jurisprudencia no avala el desplazamiento caprichoso del principio de contradicción ni del derecho de defensa por el simple hecho de que la víctima sea un menor de edad»

Reglas a tener en cuenta para "navegantes" del Derecho.

El Alto Tribunal recuerda en su sentencia que 
se deben de tener muy presentes los siguientes principios sobre este asunto:

1. VELAR POR EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN

«Es regla general en nuestro derecho procesal la necesidad de que los Tribunales deben velar por la observancia del principio de contradicción relacionado con el derecho de defensa, en virtud del cual el letrado de la defensa tiene derecho a interrogar en el plenario a quien alega ser víctima de un hecho delictivo«.

2. EL ACUSADO TIENE DERECHO A QUE SE INTERROGUE A LOS TESTIGOS DE CARGO

«El derecho del acusado a interrogar a los testigos de cargo consagrado por el Convenio Europeo de Derechos Humanos (artículo 6) e implícitamente comprendido en el derecho a un proceso con todas las garantías que proclama el artículo 24 de la Constitución Española, es ingrediente esencial del principio de contradicción, exigencia del derecho de defensa».

3. LOS MENORES DEBEN DECLARAR EN EL JUICIO

«La regla general debe ser la declaración de los menores en el juicio, con el fin de que su declaración sea directamente contemplada y valorada por el Tribunal sentenciador y sometida a contradicción por la representación del acusado, salvaguardando el derecho de defensa«.

4. LA GARANTÍA DEL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN EN LA INSTRUCCIÓN DEBE CONTINUAR EN EL PLENARIO

«Que se garantice el principio de contradicción en la fase de instrucción no quiere decir que la defensa renuncie a este principio en la fase de plenario».

5. NO PUEDEN DEROGARSE LAS GARANTÍAS PROCESALES PORQUE HAYA UN MENOR VÍCTIMA

«En principio el menor debe declarar como cualquier testigo tanto en fase de instrucción como en el juicio oral, sin perjuicio de que se adopten las medidas de protección que prevé el Estatuto de la Víctima (artículos 25 y 26), la Ley Orgánica del Poder Judicial ( artículo 229) y la LECrim (artículos 325 y 707). La presencia de un menor víctima del delito no supone una derogación de las garantías procesales».

6. SI EL TRIBUNAL OPTA POR LA PRUEBA PRECONSTITUIDA TIENE QUE RESPETAR ESCRUPULOSAMENTE EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN Y EL DERECHO DE DEFENSA

«Si opta por recurrirse a la prueba preconstituida es relevante que en la práctica de la diligencia se respete escrupulosamente el principio de contradicción y el derecho de defensa, hasta el punto que esta cuestión es la que ha suscitado el mayor número de nulidades procesales».

7. LAS DECLARACIONES DE LOS MENORES VÍCTIMAS DEL DELITO SON ESENCIALES

«La relevancia de las declaraciones de los menores víctimas del delito -especialmente en el caso de delitos contra la libertad sexual- es indudable , máxime si se tiene en cuenta el singular contexto de clandestinidad en el que se producen este tipo de conductas, por lo que de ordinario suele tratarse de la única prueba directa de cargo».

8. LA CONTRADICCIÓN EN LA PRUEBA PRECONSTITUIDA NO TIENE EL MISMO VALOR QUE LA DEL JUICIO ORAL

«Por más que en la prueba preconstituida se garantizase la contradicción, se trata de una contradicción limitada y no equivalente a la propia del juicio oral . Que se haya practicado una prueba preconstituida no quiere decir que se cercena el derecho de una de las partes de pedir que esa declaración se lleve al plenario, en base al principio de concentración de la prueba en el plenario y derecho de contradicción aplicable al juicio oral».

9. LA CONTRADICCIÓN PLENA SOLO SE PUEDE DAR EN EL JUICIO ORAL

«La plena contradicción sólo es posible en el juicio oral, pues sólo en  ese momento se dispone de la hipótesis acusatoria formalizada y se conoce el contenido de los elementos investigativos empleados para construirla, así como el listado de los medios de prueba propuestos para verificarla».

10. EXISTE UNA REGULACIÓN PROTECTORA EN LA METODOLOGÍA DE DECLARACIÓN DE LOS MENORES

«En los artículos 433, 448, 707, 730 de la LECRIM así como una regulación normativa que propugna evitar la victimización secundaria de la víctima en el proceso penal a la hora de prestar declaración, como la Decisión Marco del Consejo de la Unión Europea de 15 de marzo de 2001, relativa al estatuto de la víctima en el proceso penal, Convención del Consejo de Europa sobre protección de la infancia contra la explotación y el abuso sexual, hecha en Lanzarote el 25 de octubre de 2007, firmada por España el 12 de marzo de 2009, La Ley Orgánica 1/1996, de 15 de Enero, de Protección Jurídica del Menor, artículos 11.2, 13 y 17, la Ley 204/2015, de 27 de abril del Estatuto de la Víctima del Delito, artículos 19 y 26».

11. NO ES ADMISIBLE DESPLAZAR EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN PORQUE LA VÍCTIMA SEA UN MENOR

«No se avala el desplazamiento caprichoso del principio de contradicción ni del derecho de defensa por el simple hecho de que la víctima sea un menor de edad. Este no es un principio o una máxima que por sí misma y considerada objetivamente cercene y altere el derecho de defensa».

12. PARA TOMAR TAL DECISIÓN DEBE EXISTIR UN INFORME PREVIO QUE LO AVALE

«Cuando existan razones fundadas y explícitas puede prescindirse de dicha presencia en aras de la protección de los menores. Ello podrá obtenerse bien por un informe que avale que la presencia en el plenario de la menor puede afectarle seriamente, o bien por cualquier otra circunstancia que permite objetivar y avalar por el Tribunal la existencia del perjuicio del menor de declarar en el juicio oral , por lo que no existe una especie de ‘presunción de victimización secundaria’, sino que ésta debe reconocerse cuando el Tribunal pueda ‘ponderar’ y valorar las circunstancias concurrentes en cada caso y estar en condiciones de que, objetivamente, quede constancia de que prima esta vía por encima del principio de contradicción mediante el interrogatorio en el plenario, y no solo con la prueba preconstituida».

13. LA PRÁCTICA ANTICIPADA DE LA PRUEBA ES JUSTIFICABLE CUANDO SE PREVEAN LOS POSIBLE DAÑOS

«Es cierto que se justifica la práctica anticipada de la prueba durante la instrucción en los supuestos de menores víctimas de determinados delitos , con el fin de evitar los riesgos de victimización secundaria, especialmente importantes en menores de muy corta edad, pero ello debe entenderse cuando sea previsible en cada caso que dicha comparecencia pueda ocasionarles daños o afectación de su presencia en el plenario cuando ya declaró en sede de instrucción. Además, obvio es decirlo, tal previsión ha de ser seriamente constatada«.

14. PERO NO PUEDE SERLO «A CUALQUIER PRECIO»

«Por el dato objetivo de la razón de la minoría de edad de los testigos sin mayor justificación o fundamento».

15. SON EXIGIBLES RAZONES FUNDADAS Y EXPLÍCITAS DE «VICTIMIZACIÓN»

«La forma de acudir a esta viabilidad de prescindir de la presencia de los menores en el juicio y darle ‘carta de naturaleza’ es la exigencia de razones fundadas y explícitas de ‘victimización’, cuya entidad ha de determinarse, en caso de comparecer y verse sometidos al interrogatorio de las partes en el juicio oral».

16. LA EDAD DEL MENOR EN EL MOMENTO DEL JUICIO ES UN DATO A TENER EN CUENTA

«La ponderación exige atender a las circunstancias del caso concreto. Muy particularmente la edad del menor, pero también la madurez del mismo y demás condiciones concretas de su personalidad. Con ello, la edad del menor ‘al momento de la celebración del juicio oral’ es un dato importante a tener en cuenta, no cuando ocurren los hechos que son objeto de enjuiciamiento».

17. LA PRESENCIA DEL MENOR EN SALA ES PRIMORDIAL Y DEBEN TOMARSE MEDIDAS

«Es razonable no prescindir de la presencia en la vista del juicio oral, si en éste cabe adoptar cautelas que garanticen la consecución de los fines legítimos de protección del menor porque conjuren aquellos riesgos».

18. EL TRIBUNAL DEBE MOTIVAR LAS RAZONES PARA QUE EL MENOR NO COMPAREZCA

«La ponderación del Tribunal en razón a la no comparecencia del menor debe motivarse debidamente de forma que éste pueda otorgar a los menores, llegado el caso concreto donde quede justificado, el amparo que les confiere la reforma contenida en el Estatuto de la víctima en el proceso penal referido a los menores».

19. SI NO SE CUMPLEN ESTAS CONDICIONES, LA DEFENSA PUEDE ARGUMENTAR INDEFENSIÓN MATERIAL POR INDEBIDA DENEGACIÓN DE LA PRUEBA

«No dándose estas circunstancias el letrado de la defensa podrá sostener la indefensión material por indebida denegación de prueba y corolaria vulneración de la tutela judicial efectiva».

20. CONCLUSIÓN

«Cuando se lleve a cabo un uso motivado y fundado del derecho de las víctimas a no declarar en el plenario por el Tribunal por haberse conformado la prueba preconstituida y con posterior informe técnico, o razones fundadas y apreciadas motivadamente por el Tribunal, atendido el caso concreto, que aprecie la victimización, esta motivación del Juez o Tribunal, bien en el auto de admisión de pruebas, bien en cualquier otro momento posterior, no se entenderá invadido y afectado el derecho de la defensa a interrogar a los menores en el plenario».


En este caso, el Alto Tribunal deja muy claro que no existe un derecho consustancial al hecho de ser menor que cercene el derecho de la defensa a que las pruebas se practiquen en el plenario cuando existe prueba preconstituida.

Si mi hijo pudiera hablar...


Si Tariq pudiera hablar, 
esto es lo que creo que me diría...

El blog de José Ramón Alonso.



Hoy quiero compartir contigo una entrada del 
psicólogo clínico Dr. Robert Naseef sobre su hijo con autismo

Llegué a ella a través de Autism Speaks y la he traducido para que cualquier hispanohablante la pueda entender. 

Me ha hecho recordar mucho a Ángel Rivière
Ojalá te resulte tan aleccionadora  y emotiva como a mí.

Mi hijo, Tariq, cumplirá 40 años este noviembre. Es autista, no habla y tiene una discapacidad intelectual grave. Como muchos otros padres de niños autistas que no hablan, he tenido muchas conversaciones imaginarias con él a través de los años, y me pregunto qué me diría si pudiera hablar.

Cuando Tariq nació, imaginé un futuro en el que él sería una versión mejorada de mí mismo. Sería más paciente, más atlético, y tendría una buena vida con éxito, y sobre todo quería que fuera feliz. Cuando le diagnosticaron autismo a los cinco años, estaba decidido a hacer todo lo posible para ayudarle a tener una vida lo más normal posible. A pesar de que su discapacidad intelectual es un desafío continuo, él lo ha hecho lo mejor que ha podido.
Me esforcé mucho por cambiarlo y, al final, él me cambió a mí. Hizo que me convirtiera en una mejor versión de mí mismo, un mejor hombre, un mejor padre y un mejor compañero. Éste es el viaje en el que todavía estoy.

Si Tariq pudiera hablar, 
esto es lo que creo que me diría:
Primero. No es sobre ti, es sobre mí.
Nadie se ha muerto, así que por favor no llores por mí. No pudiste jugar al béisbol conmigo, o construir maquetas de aviones, o hacer experimentos científicos. No tenemos conversaciones filosóficas, pero tenemos una relación. Trabajar a través de tu dolor por la pérdida de la relación que esperabas era necesario para que pudieras seguir con tu vida. Eso es sobre ti, pero no tiene nada que ver conmigo. Se trataba de tus sueños y expectativas que, sin que fuera culpa de ninguno de los dos, no se cumplieron.
El autismo no es algo que tenga, es mi forma de ser. Colorea cada percepción, pensamiento, emoción y experiencia. No sería la misma persona sin él. Hablas de soñar nuevos sueños, así que concéntrate en eso y en la relación que tenemos. Ninguno de nosotros es feliz todo el tiempo, pero yo soy feliz la mayor parte del tiempo. Por favor, recuerda que te quiero, y me gusta pasar tiempo contigo y no quiero que estés triste.

Segundo. Ten paciencia.
Entiendo por qué te esforzaste tanto en cambiarme, ¡y me alegro de que hayas parado! Incluso ahora, cuando te impacientas sobre la forma en que actúo de forma natural, me siento mal. Cuando escucho o siento tu decepción en mí, percibo la negatividad. Aunque no puedo hablar con palabras, puedo ver, y oír, y sentir. Puedo saber lo que te pasa, y cada día sé quién es cariñoso y quién es malo conmigo. Cuando la gente es amable y paciente, nos llevamos mucho mejor, y puedo hacer más.
Te he visto avanzar por un camino pedregoso y lleno de estrés para conseguir servicios y aprender a manejar mejor mi autismo como una condición en evolución. Para obtener los servicios que yo necesitaba, tú necesitabas convencer a la gente sobre la gravedad de mis desafíos, lo cual te resultaba difícil de destacar a otros. Te enojabas y te preocupabas y perdías el sueño por ello. El resultado era más pena y más pensamientos negativos. Una vez más eso me afectó, pero fue todo acerca de ti, no de mí. Gracias por abogar por mis necesidades. Afortunadamente, esos días han terminado. Estoy a salvo.

Tercero. Sé positivo.
Al igual que los niños neurotípicos, necesito padres con energía positiva que disfruten de la vida, celebren mis logros y me acepten como soy. Cuando no entiendo lo que esperas, me siento confundido y frustrado. Las reacciones positivas a lo que puedo hacer me hacen sentir bien. A menudo se miden mis logros en piedras milimétricas en lugar de en hitos kilométricos. Eso es una mejora, papá, pero ¿todavía tienes que medirlos? Estoy orgulloso de lo que puedo lograr, incluso cuando para otros puede parecer muy pequeño. Recientemente, por ejemplo, empecé a ayudar al personal en la cocina. Me gusta revolver lo que hay en la cazuela, y ahora pongo mis platos en el fregadero. También me aseguro de que todos lleven puesto el cinturón de seguridad cuando salimos, y siempre cuelgo mi abrigo cuando llego a casa. Sonrío cuando te haces selfies conmigo porque parece que te gusta eso. Continúo necesitando tu ayuda, comprensión y apoyo de muchas maneras.

Cuarto. Deja a tu ira marchar.
Has escrito sobre cómo la pérdida del hijo perfecto con el que soñaste fue difícil para ti. Querías cambiarme pero yo no podía ser arreglado o curado. Eso te hizo enojar. Cuando te enfadaste conmigo, no te sentiste bien. Nunca quise que me arreglaran o curaran. No es mi culpa que yo no fuera el niño que esperabas o deseabas. Soy la única manera que sé de cómo ser y como todos, a veces estoy contento y a veces triste. No tenías ni idea de cómo me sentía. Una vez más, eso era cosa tuya por ese deseo de repararme.
Finalmente aprendiste a celebrar lo que yo podía hacer. Esto fue una gran diferencia para mí en nuestra relación. Todavía era un niño pequeño y me hizo sentir más feliz, cuando parecías disfrutarme de verdad y aceptarme como soy. Cuando me empujabas constantemente a hacer las cosas que parecen ‘típicas’, me sentía frustrado e irritado.   Cuando jugabas conmigo y me seguías, me reía y sonreía porque me sentía feliz.

Quinto. Acéptame y apréciame.
Sé que todo el mundo tiene expectativas. Por favor, no hagas las tuyas muy bajas o muy altas. Cuando las expectativas de la gente sobre mí son demasiado bajas, parece que se han dado por vencidos, pero puedo hacer cosas y puedo hacer más. Sin embargo, cuando las expectativas son demasiado altas y no puedo alcanzarlas, me siento extremadamente frustrado. Yo también tengo expectativas. Como tu hijo, espero que me ames y que estés a mi lado, sin importar lo que pase. Algunos de mis compañeros autistas progresan a pasos agigantados mientras que otros como yo se desarrollan muy lentamente. Hay muchas cosas que no puedo hacer y que nunca haré. Aunque ambos trabajamos duro y persistimos en nuestros propios caminos, sé que mis resultados no siempre coinciden con tus expectativas.
A través de todo esto, te he amado y tú me amas. Sé que tu amor por mí es incondicional. Cuando intentabas cambiarme, a veces sentía que había condiciones. Pero ahora veo, siento y sé que me amas incondicionalmente. A pesar de tus mejores esfuerzos, y los míos, nunca he aprendido a hablar, leer o escribir. Gracias a tu amor y defensa en mi nombre, vivo la vida más segura posible para mí en un hogar grupal donde puedo vivir con apoyo en el mundo. Me encantan nuestros paseos en coche y las caminatas en el parque cuando nos visitan.
En estos días, cuando vienes de visita, siento una presencia más tranquila contigo que me trae felicidad ya que has llegado a un equilibrio y a vivir con aceptación y aprecio. Sigue trabajando así, papá.

Avanzar hacia un entendimiento más profundo
Tariq tiene una cohorte de adultos autistas que son un coro en crecimiento que contribuye profundamente a la comprensión del autismo. El pionero Jim Sinclair escribió “Don’t Mourn for Us” en 1992, https://www.autreat.com/dont_mourn.html. Aunque es normal que haya un cierto grado de dolor, quedarse atascado allí, según Sinclair “es perjudicial tanto para los padres como para el niño, e impide el desarrollo de una relación de aceptación y autenticidad entre ellos”. La verdadera pena en la opinión de Sinclair no es la gente autista en sí, sino más bien el hecho de que nuestro mundo no tiene lugar para ellos (o se puede decir – no crea espacio para ellos). Insta a los padres a que se enojen por eso y cambien esta situación.

Para cualquier persona que quiera entender el autismo a un nivel humano más profundo, para empezar, escuche y lea los consejos de los adultos autistas que se defienden a sí mismos:
  • Temple Grandin proclama que ella es “diferente pero no menos”.
  • Dena Gassner enseña, “No se supera el autismo, se crece en él".
  • Michael John Carley dice: “La aceptación es un comienzo, no un final”.
  • Jennifer O’Toole dice “La cara del autismo está cambiando. Y más a menudo de lo que nos damos cuenta, esa cara está usando lápiz de labios”.
  • Stephen Shore dice: “Si conoces a un niño con autismo, conoces a un niño con autismo”.

  • Artículo original: https://drrobertnaseef.wordpress.com/2019/11/17/if-my-son-could-speak/
 Siga escuchando las voces de las personas autistas que, a diferencia de mi hijo, han sido capaces de comunicarse en formas que usted puede entender y siga leyendo el trabajo de la red Autistic Self Advocacy Network (https://autisticadvocacy.org/)

SÉ LA CALMA… Ofrecer en nosotros mismos, lo que queremos para el niño.

Sé la calma en la tormenta de tu niño.
 Sé la brisa y la lluvia suave cuando sus emociones arden en fuego.
Sé la voz que invita al alivio,
no el grito que aumenta el susto y la desesperación.
Ilustración: Emiliano Ponzi
Un adulto alterado/descontrolado no será capaz de contener nunca un berrinche o pataleta,
pues para pedir calma, debemos ofrecerla primero.
El adulto eres tú,
y lo que tu hijo ve de ti es lo que hará.
Si ante una situación difícil, tú explotas,
él también explotará.
Si, por el contrario, respiras,
te acercas y buscas una solución,
lo que le das es un hermoso regalo
que se llevará de ejemplo para toda la vida.
Nuestro trabajo no es ni siquiera detener el llanto o la rabia, sino acompañar, estar, amar. 
Sé el tipo de persona que quisieras tener al lado cuando estás muy molesto, alguien que respete y valide lo que estás sintiendo, no que trate de cortarlo prepotentemente. 
Sé alguien empático y amoroso, alguien que tiene la seguridad de que, pronto, todo estará mejor”.
Autora: Naomi Toma/Revolución Crianza

La invitación del texto de Naomi nos confronta amablemente como educadores y como seres humanos.


Pablo Pérez Benedicto,

Personal coach | Instructor acreditado de MBSR,
IMTA Certified Mindfulness Teacher.


La exhortación a ser la calma es amable al señalar la dirección de avance, que no es otra que tomar la responsabilidad ante nuestra propia alteración y ofrecer en nosotros lo que queremos para el niño.

Nadie da lo que no tiene, así que la cuestión sería cómo adquiero calma. Trataré de ofrecer alguna ampliación de lo que ya Naomi anuncia al decir “Si, por el contrario, respiras, te acercas y buscas una solución…”

Si tenías alguna expectativa sobre recetas fáciles, esta publicación quizá te decepcione. Te puedo ofrecer un camino sencillo y por ello quizá difícil, aunque muy seguro y aplicable a cualquier situación desafiante
.
La calma es un estado natural, es decir, es algo que somos y por ello podemos conectarnos siempre que queramos. Sí, se que he dicho siempre, incluso en circunstancias muy desafiantes. De la misma manera que nuestra consciencia o las funciones vitales están disponibles cuando estamos ante un león, también nuestra calma.

Te daré unas indicaciones previas y en cuanto la situación lo permita, trata de llevar la atención a ti, a tu cuerpo, a las sensaciones corporales que están surgiendo en este momento. Puedes hacerlo incluso ahora que estás leyendo el artículo.

Primero observa el cuerpo en su conjunto, cómo está colocado, en qué postura está. No visualices, siente cómo está la globalidad, mira su posición y trata de notar las partes en contacto con otras partes de tu cuerpo o algunas superficies de apoyo, suelo, asiento…
Ahora podrías darte cuenta que hay una respiración natural y seguir con tu atención, por unas cuantas respiraciones, el ritmo lento o rápido, la duración larga o corta, las zonas que sientes el paso del aire entrando o saliendo…

La respiración te ayudará a la pausa y siempre que necesites tomar refugio puedes volver a ella haciéndote consciente de cómo es tu respiración y prestarle atención por unos instantes.

Ahora intenta reconocer las zonas que están más activas, aquellas que sientes claramente y que son más preminentes en tu conciencia. Quizá algunas sensaciones estén apareciendo en este momento relacionadas con la experiencia de agitación, inquietud, aprensión… Trata de identificarlas y por el momento darte cuenta que están ahí.

El siguiente paso sería aceptar que eso que te está ocurriendo es así. Esa sensación en la boca del estómago, como mariposas revoloteando… está aquí, y puedes transmitir a esa sensación el permiso para estar. Como ser humano, tú puedes estar teniendo en este momento esa sensación. Tómate el tiempo que necesites.

A continuación, trata de comunicar cariño y comprensión a esa zona. Hay una parte de ti en una situación vulnerable, tanto que aparecen esas sensaciones desagradables. Mira a ver cómo puedes transmitir a esa parte que la has notado y que estás aquí para lo que necesite. Puedes tener un gesto genuino hacia esa parte, llevar una mano sobre ella o abrazarla.

Intenta mantenerte ahí un tiempo, el que sea necesario. Puedes mirar dentro y seguir en contacto con la sensación, percibir los matices, notar si cambia, escuchar qué necesita o, quizá trae un mensaje o alguna preocupación. Valida aquello que traiga, tendrá motivos suficientes para ello.

Estar con atención y amabilidad es mucho. Si has podido dar tiempo, a buen seguro la calma habrá llegado. La circunstancia podrá persistir, pero la vivencia en este momento es diferente.
A veces, en ese estar cerca, con cariño y atención, se produce un despliegue de la sensación, la comunicación de un mensaje sobre el siguiente paso o alguna sugerencia para tu vida. Suelen ser comunicaciones muy fiables por emerger de un lugar genuino, tu cuerpo expresando su sabiduría.

Esta es una manera de regular tus emociones, adquirir y ser la calma. Se trata de estar presente con lo que hay en cada momento, con amabilidad y sin juicio. Es tomar contacto con el sufrimiento que hay en mí y ser un recurso compasivo hacia mí mismo. El comportamiento hacia tu niño vendrá por sí solo, sin pretenderlo, sin otra opción que poder ser calma, escucha y compasión.

La paz mundial se siembra en la infancia, sin violencia, 
sin agresiones, sin humillaciones, sin miedo” 
Álvaro Pallamares

Combatir la pobreza infantil más allá de la caridad navideña.


Niños jugando
UNICEF / CAROLINA SÁINZ
La Navidad es el tiempo de la infancia. Los espectáculos, las tiendas, las leyendas o las historias sagradas… todo gira en torno a ella. Es también cuando los adultos volvemos a mirar el mundo a través de los ojos de esa niña o niño que aún llevamos dentro. 
Recordamos los sabores de nuestros primeros años, los regalos que más nos ilusionaron, llevamos a nuestras criaturas a ver la cabalgata de Reyes a la que nuestros padres nos llevaban antes a nosotros... Todo ello nos conmueve, nos ablanda y nos vuelve más caritativos de lo que somos el resto del año, aunque nunca lo suficiente, porque nunca puede ni debe ser suficiente.

Ayer mismo, en una carnicería, una chica muy joven nos pedía a los clientes que esperábamos turno que por favor le compráramos comida. Para convencernos de que era una madre necesitada, nos enseñaba las fotos de su bebé e incluso vídeos en el móvil con su marido y su hijo jugando en la cama. Nos quería convencer de que era verdad que tenía un hijo pequeño, pero como no se comportó como se espera que haga una persona pobre, ni su apariencia se asemejaba al estereotipo de una persona pobre, no obtuvo la caridad que podría haber recibido si su aspecto hubiera sido otro, si hubiera actuado de manera distinta o nos hubiera mostrado un móvil de otro modelo o ninguno en absoluto. Ese es el problema de la caridad, que puede ser arbitraria, caprichosa y prejuiciosa.

La caridad es una virtud que nunca debemos dejar de ejercer ni de inculcar a nuestros hijos. Pero nunca es ni será suficiente para erradicar la pobreza, la desigualdad o las injusticias, ni puede ser sustituta de las políticas públicas, porque no se basa en derechos, sino en la voluntad de quien tiene de ayudar a quien no tiene.

Lo más seguro es que esa mujer y su bebé necesitaran de verdad una ayuda, porque el día a día, y también las Navidades, son muy distintos en cada familia. Y no me refiero a las tradiciones y particularidades de cada hogar, ni siquiera a la infelicidad de cada casa que, como diría Tolstoi, cada familia vive a su manera. Me refiero a las condiciones materiales de cada hogar, al diferente acceso a los recursos, a la falta de capacidades, que se retroalimentan y que multiplican exponencialmente las privaciones, sobre todo las de la infancia, provocando que desemboquen en una absoluta falta de oportunidades reales en la vida adulta. El lugar de nacimiento, los ingresos familiares, el género o el hecho de tener una discapacidad condicionan en gran medida el bienestar actual y los logros posteriores de esos niños y niñas en la vida adulta, que dependen asimismo de la coyuntura económica, las políticas públicas, la extensión de los estados de bienestar e incluso las normas sociales y las relaciones de género imperantes.

El patrimonio, la renta, el acceso a servicios básicos como la educación y la sanidad y a los recursos productivos son tremendamente desiguales entre familias, y esa desigualdad arroja a millones de personas a la pobreza y la exclusión social. Los datos son contundentes. En la Unión Europea, que no solo es una de las zonas de mayor renta del planeta, sino la que tiene los servicios sociales y los estados de bienestar más desarrollados, el 24,3% de los niños y niñas estaba, con datos de 2018, en riesgo de pobreza y exclusión social. Uno de cada cuatro vive en hogares que sufren falta de ingresos o de acceso a servicios básicos como comida, vivienda, educación o sanidad. Y once millones sufren de privación material. Normalmente, esas privaciones están interrelacionadas, ya que la pobreza, además de ser una medida vinculada con los ingresos monetarios, tiene un carácter multidimensional, como también lo tiene el bienestar, y debemos asociarla no solo a los resultados obtenidos por las personas, sino a sus capacidades reales, a la auténtica libertad que aquellas poseen para ser y hacer.

La pérdida de capacidades durante la infancia no siempre es recuperable en la vida adulta y condiciona la vida futura de las personas a lo largo de su ciclo vital
Pero la pobreza y las desigualdades no son ni inevitables, ni la responsabilidad individual de cada persona. 
Se necesitan políticas públicas adecuadas, que sean integrales y coherentes, en particular las que afectan directamente a la infancia.

Uno de los objetivos que se ha fijado la nueva Comisión Europea es el programa de Garantía Infantil, precisamente para abordar las alarmantes cifras de pobreza infantil en una sociedad tan opulenta como la nuestra. La presidenta Ursula Von der Leyden anunció que este programa servirá para asistir a cada niño o niña que esté necesitado. De esa manera, la Garantía Infantil Europea recoge el guante lanzado por el Parlamento Europeo con el fin de asegurar que cada niño y niña en riesgo de pobreza y exclusión social en Europa tenga acceso a los servicios más básicos, como la sanidad y la educación.
Se trata de una iniciativa política esbozada en la etapa anterior, como consecuencia de la puesta en marcha del Pilar Europeo de los Derechos Sociales en 2017. Pero es una iniciativa que lleva dos años de retraso respecto al plan previsto y que deberá ser desarrollada durante la actual legislatura. Para ello se prevé dotarla con 5,9 billones del Fondo Social Europeo Plus (FSE+), que se sumarán al compromiso de los estados miembros de asignar a esta Garantía Infantil el 5% de la cantidad que reciba cada uno de dicho fondo.
La orientación que se le quiere dar a este programa, inspirado en la defensa de los derechos de la infancia y diseñado de manera transversal e integral, es correcta
Se espera que las acciones presten especial atención a la cobertura de las necesidades básicas, el acceso a los servicios públicos y la consecución de condiciones estables para que los progenitores puedan ejercer una maternidad y una paternidad responsables, que sin duda deberían incluir la disposición de tiempo para estar con sus hijas e hijos. Ahora bien, independientemente del mayor o menor alcance de su presupuesto, este programa no tendrá la capacidad transformadora que se espera de él si no se emprenden otros cambios de mayor calado.

La cobertura de las necesidades básicas o el logro de condiciones estables para los progenitores pasan por la existencia de empleos suficientes y de calidad para todas las personas, con horarios decentes que permitan a los progenitores conciliar el empleo con la crianza y a los padres corresponsabilizarse en ese proceso. Pero la realidad es que cada vez aumenta más la desigualdad primaria, al ocupar los salarios un menor porcentaje del PIB; que la legislación laboral cada vez es más laxa y va al remolque de las nuevas formas de trabajo, que dejan a millones de trabajadores desprotegidos y en riesgo de pobreza; que la nueva revolución tecnológica amenaza con hacer redundantes cientos de miles de puestos de trabajo sin que la mayor parte de la población posea las cualificaciones que se requerirán para los nuevos empleos que se generen; y que la igualdad de género en los hogares y en los mercados está muy lejos de conseguirse, algo que no es independiente de la sobrerrepresentación de los hogares monomarentales entre los que están en riesgo de pobreza y exclusión.
Del mismo modo, es difícil garantizar el acceso en igualdad a servicios básicos como la sanidad, la educación y los vinculados a la dependencia, si no se mejora la capacidad redistributiva de los estados y el funcionamiento de los estados de bienestar, condicionados por la existencia de una financiación adecuada que, por supuesto, depende a su vez de una fiscalidad justa y progresiva, cada vez más lejos de nuestro alcance dados los desequilibrios de poder que sufrimos y el triunfo de relatos contrarios a la justicia fiscal. Los riesgos a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestro ciclo vital están, cada vez más, en estrecha relación con la manera en que nos incorporamos y somos, o no, capaces de mantenernos en los mercados de trabajo, así como con el patrimonio que tengamos para hacer frente a las contingencias de la vida. Pero todos esos ámbitos están preñados de desigualdad y las políticas económicas y fiscales no solo no están corrigiéndola, sino que la están exacerbando.

La Garantía Infantil Europea que prevé poner en marcha la Comisión Europea es una buena iniciativa, pero si no se avanza igualmente en justicia fiscal y mayor participación ciudadana, algo que necesariamente pasa por un cambio en las políticas económicas y en las ideas que les sirven de base, que han de permitir tener empleos y vidas dignos a los sustentadores de las familias en las que crecen los niños y las niñas, solo conseguiremos poner parches, tan necesarios e insuficientes como la caridad. Necesitamos abordar los desequilibrios de poder y las desigualdades que no paran de crecer con otras políticas económicas y fiscales, que promuevan el bienestar para la mayoría y no la indecente concentración de la riqueza en muy pocas manos, de cuya voluble y prejuiciosa voluntad dependa, tal y como ocurre en Navidad, el alivio pasajero de quienes más dificultades sufren.