"Gritar a los niños es maltratar, aunque suene mal".


¿Criamos inconscientemente?
No es que haya una crianza consciente y otra inconsciente. Cuando yo nombro crianza consciente me refiero a que tomemos conciencia de cómo estamos criando, qué es lo que el niño necesita. Yo hablaría más de una crianza convencional, que es la que todos hemos ido recibiendo, por la que necesitamos obediencia y siempre se anteponen nuestras necesidades a las de los niños. La crianza consciente no es peor ni mejor que otros tipos de crianza, supone tomar conciencia.

Habla de conectar con nuestra propia infancia para criar de forma más consciente. ¿Solemos olvidarla?
Perpetuamos el mismo trato que hemos recibido en la infancia. Normalmente la forma en que se nos habló, se nos escuchó, se nos respetó e incluso en que nos amaron es la capacidad que tendremos para dar. Dar lo que no se tuvo cuesta y duele emocionalmente. ¿Por qué seguimos gritando a los niños, castigándolos y amenazándolos?. Porque eso es lo que hicieron con nosotros. Tenemos la creencia de que el niño debe obedecer, de que los niños necesitan ser dirigidos.
Perpetuamos a veces el mismo trato, incluso me atrevería a decir el mismo maltrato, porque gritar es maltratar, aunque suene mal. Y todo esto provoca malestar en el niño. Mi mensaje aboga por cortar la cadena transgeneracional y empezar a sentir a los niños. Un niño respetado aprende a respetar a los demás y a sí mismo. Cuanto peor tratamos a un niño, peor persona pensará que es.

Dice en su libro que llamamos portarse bien a estar sometido a las necesidades del adulto y portarse mal a tener criterio propio. ¿Cómo conjugar las necesidades del niño y las nuestras?
Esto de "pórtate bien" o "se ha portado mal" es desde el juicio del adulto. ¿Qué es portarse bien? ¿Es hacer todo lo que el adulto quiere? Eso sería en realidad someterse a las necesidades del adulto, reprimir al niño. Pensemos que a mayor represión mayor explosión. Un niño que tiene que estar reprimiendo su necesidad de moverse, su necesidad de jugar, no se ha portado mal. A lo mejor necesita moverse y ha estado muchas horas encerrado en casa. Un niño no puede satisfacer sus necesidades solo. Necesita de un adulto amoroso, respetuoso y dispuesto.
Hay muchos momentos en los que las necesidades del niño y del adulto chocan (mi necesidad de calma o de trabajo con la necesidad de juego y de moverse del niño, por ejemplo). En ese momento solemos abusar emocionalmente del niño: no lo escuchamos, queremos que el niño se reprima, obedezca, se someta y haga lo que yo necesito. Pero cuando yo no puedo satisfacer una necesidad del niño (de juego, de contacto, de presencia), sí puedo validar esa necesidad. "Cariño, tú ahora necesitarías estar conmigo, ¿verdad?". Cuando yo le valido, estoy de su lado, le comprendo, el niño se relaja. Yo siempre digo que a mayor conexión mayor cooperación, porque el niño necesita ser comprendido, amado y respetado.

¿Qué necesita realmente el niño? ¿La sociedad está conectada con esas necesidades?
Lamentablemente, una gran parte de la sociedad no. Mi gran propósito es dar voz a los niños para que haya un cambio social lo antes posible. Aunque parezca una utopía, estoy convencida de que en una sola generación podríamos cambiar la sociedad. Si todos hubiésemos sido niños amados, respetados y tenidos en cuenta, no podríamos hacer daño a otro ser. No entendemos la verdadera importancia de la infancia y la adolescencia. Tal vez no podemos cambiar toda la sociedad, pero desde casa sí puede haber un cambio individual en la mirada hacia el niño. Si de entrada aceptamos que los niños no están equivocados necesitando lo que necesitan de nosotros sino que somos nosotros que no se lo podemos estar ofreciendo, la mirada es otra.
Un niño, cuando se siente bien, se comporta bien, porque está en armonía. Y un niño solo "se comporta mal" si no está en armonía. La sociedad no tiene esa mirada. Por ejemplo, si voy a un lugar público, un banco, un restaurante, y mi hijo empieza a corretear porque está aburrido, recibiré miradas de desaprobación. Parece que los niños molestan en la sociedad. Tenemos la necesidad de que el niño deje de ser niño cuanto antes.

¿Qué suponen las cuatro raíces de la crianza consciente: estar presente, validar las emociones del otro, comunicarnos honestamente y crear intimidad emocional?
Son cuatro pasos para poder sentir más y mejor al niño. Lo primero es presencia. Cuando un adulto elige estar con el niño, eso es lo que le confirma al niño que vale, merece e importa. Muchas veces el niño recibe nuestra atención por insistir y el niño tiene la sensación de que siempre hay algo más importante que él. Luego nos pasamos media vida intentando mejorar nuestra autoestima, ¡pero si nacemos con autoestima! La máxima expresión de autoestima es conectar con tu necesidad, defenderla y pedirla y eso es lo que hace el niño, pero aprende a dejar de hacerlo porque le decimos que no.
La segunda raíz es validar. Validar una necesidad aunque no la podamos satisfacer no frustra al niño. Por ejemplo, "A ti te gustaría estar conmigo ahora, pero me tengo que ir a trabajar. ¿Cómo lo compensamos?". O con las emociones: "No te sientes bien, ¿no? Has gritado por esto". Cuanto peor se porta el niño, más ayuda necesita. En cambio, más le rechazo, más le juzgo. Y entonces peor se siente y peor se comporta. Es el pez que se muerde la cola.
Luego estaría nombrar mi verdad. Sería explicarle que me pongo nerviosa cuando se mueve tanto comiendo, porque a lo mejor a mí de pequeña no me dejaban moverme y por eso creo que hay que estar quietos. A veces nos ven mal y les decimos que no nos pasa nada, pero podemos decirles que mamá está triste o preocupada. Negar la verdad confunde al niño y crea malestar y ese malestar se verá reflejado en su conducta.
La cuarta raíz es crear intimidad emocional en casa. Ojalá la pudiéramos crear en las familias, en las escuelas, en el lugar de trabajo, pero empecemos por la base, con los hijos... Se trata de crear conexión. Intimidad emocional es que yo también me abra a mi hijo, que muestre mi vulnerabilidad, y le explique que estoy disgustada con papá porque hemos discutido o que estoy muy preocupada porque el abuelo tiene cáncer o que me cuesta gestionar algo porque a mí de pequeña me pegaban. Cuanto más me abra yo y le muestre a mi hijo de verdad quién soy, a medida que van creciendo ellos también tienen la libertad de mostrar quiénes son. Cuando me preguntan qué se puede contar al niño, digo que los hijos tienen derecho a saber todo lo que nos afecte emocionalmente, porque les va a afectar a ellos. Habrá más conexión, si no es así lo que habrá es más confusión. Como terapeuta, me he encontrado con casos de abuso sexual que se han negado durante muchísimo tiempo por falta de intimidad emocional, porque en casa no se cuentan esas cosas. La intimidad emocional es un espacio libre de juicio, libre de crítica, libre de quejas.

¿Qué cambiaría en la sociedad y en nuestras casas también el hecho de dar voz al niño?
Dar voz al niño no es solo dar voz a los niños de nuestra vida, sino dar voz también al niño que fuimos. La vivencia del niño que fuimos es lo que se interpone entre yo y lo que el niño realmente necesita. Porque todo eso que no tengo resuelto saldrá, se manifestará y explotará delante de mis hijos. Cuando los niños no se comportan como necesitamos, lo primero que nos sale es el enfado, el grito, la amenaza, el castigo. Porque lo que recibíamos era eso.

¿Cómo cambiaría la sociedad si diéramos voz a los niños?
Estaríamos acompañando la etapa más importante del ser humano y la que arrastraremos el resto de nuestras vidas. Dar voz a los niños es simplemente permitirles llegar a ser quienes han venido a ser. ¿Por qué necesitamos expertos que nos den ideas para ser los padres que nuestros hijos necesitan? Mi propósito es inspirar, no enseñar. Es conectar con la otra persona y despertar aquello que la otra persona ya sabe pero había olvidado o estaba dormido en ella. Y lo hemos olvidado porque quizá en nuestras infancias no nos han respetado de esta forma y no nos han amado como necesitábamos, sino como han podido.

*Yvonne Laborda es terapeuta y ha publicado recientemente el libro Dar voz al niño en el que expone las claves de la llamada crianza consciente. Yvonne Laborda es terapeuta, asesora en crianza y educación consciente y comunicación no violenta. Madre de tres hijos, ha editado recientemente con Grijalbo el libro Dar voz al niño, con el que pretende inspirar para ser los progenitores "que nuestros hijos necesitan". Aboga por "tomar conciencia de qué le pasa al niño, qué necesita y qué me pasa a mí, como madre, con aquello que le pasa al niño, cómo me siento" y por "cortar con la cadena transgeneracional y empezar a sentir al niño".

‘Nada será igual’,

la película que muestra la realidad del acoso escolar.
El proyecto educativo quiere concienciar, detectar y frenar el 'bullying' 
con la fuerza de la ficción y las redes sociales.
En foto: captura del tráiler de 'Nada será igual'. En vídeo: entrevistas al director del proyecto, Víctor Antolí, y a los actores, Anna Martín, José Farnós y Carlos Mayoral. VÍDEO: LUIS ALMODÓVAR.
elpais.com/sociedad.


Uno de cada cuatro casos de acoso escolar se produce en forma de ciberbullying, según datos publicados el año pasado por un estudio realizado por la Fundación ANAR. "Antes el niño llegaba a casa y se sentía seguro, pero ahora con las redes sociales el acoso se produce 24 horas", manifiesta la actriz Anna Martín. Esta problemática es lo que quiere mostrar el director de cine Víctor Antolí en la película Nada será igual.

Este proyecto cinematográfico nace en Castellón como un trabajo final de curso con alumnos de interpretación en 2014 y desde entonces cuenta con más apoyos y seguidores. Se divide en tres partes, dos mediometrajes, Nadie hace nada y El pacto, y ahora termina con Nada será igual, la película, donde el hilo conductor es el ciberbullying. Además, contiene su pieza clave, la campaña #Ypunto, un movimiento social que consiste en mandar un punto ortográfico a través de las redes sociales para decirles a las víctimas de acoso que no están solas.

Los 19 actores y actrices que figuran en el reparto de la película actúan como referentes para el público joven, dentro y fuera de la pantalla. A través de la proyección de la película en distintos centros escolares, los estudiantes han podido reflexionar sobre el acoso con los actores, que han sido formados como agentes antibullying por el Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana.

El pasado 2 de mayo, coincidiendo con el Día Internacional contra el Acoso Escolar, el equipo junto a Totto diseñaron una mochila con el lema Dilo todo, no te calles nada, donde los estudiantes debían escribir una carta sobre su perspectiva del acoso escolar. "Es muy impresionante cuando un niño se levanta en medio del coloquio y nos dice delante de sus compañeros que ha sufrido bullying", cuenta el actor José Farnós.
El proyecto ha contado con la fuerza y el apoyo de varios colaboradores como el Villarreal Club de Fútbol, la Diputación de Castellón, la Universidad Jaume I de Castellón o el Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana.

Fuimos a un centro de detención para niños y niñas en la frontera de Estados Unidos. Lo que vimos fue lamentable.

Estos abusos inadmisibles contra niños y niñas 
no son lo que Estados Unidos debería estar promoviendo.

HUMAN RIGHTS WATCH.


Los "MENAS",objetivo de criminalización de los bulos.




Los menores migrantes que llegan a España sin sus padres o algún tutor se han convertido en un objetivo de la criminalización de los bulos y en el centro de la desinformación en los últimos días.
Usuarios en redes sociales dicen que los supuestos agresores sexuales de la manada de Manresa son Menores Extranjeros No Acompañados (MENA). Otros, que Murcia gasta millones y millones de euros en su manutención o que se ofrece una "paga de 664 euros a los extranjeros menores de 23 años sin trabajo". También circulan vídeos y palizas que identifican falsamente a menores extranjeros. 

Son bulos. 
Hacemos un repaso de todos las desinformaciones que hemos desmentido en las últimas semanas:

*.- Los acusados de la 'manada de Manresa' no son menores extranjeros no acompañados

Usuarios en redes sociales han asegurado que los acusados de la 'manada de Manresa' son Menores Extranjeros No Acompañados (MENA). También lo ha dicho el diputado de Vox en el Congreso Ignacio Garriga. Es un bulo. 
Como ya os hemos contado, los siete acusados de violar a una menor de 14 años en Manresa eran mayores de edad cuando presuntamente cometieron el delito, tal y como nos ha indicado la Audiencia Provincial de Barcelona. Desde este tribunal nos indican que, en el caso de que hubieran sido menores de edad, "no se juzgarían en esta sala [la sección 22 de lo penal]", sino que "serían juzgados por un tribunal de menores y se les aplicaría la jurisprudencia específica".
Con respecto a la nacionalidad de los siete acusados, desde la Audiencia Provincial nos explican que se trata de tres españoles, tres cubanos y un argentino.

No, no hay pruebas de que Murcia haya gastado 18 o 38 millones de euros en "mantener a menores magrebíes que llegan de manera ilegal"

Bulos
Bulo sobre Murcia
Circula una publicación de la web 'Caso Aislado' que, desde enero de 2019, asegura que "Murcia gasta 18 millones de euros en mantener a los menores magrebíes que llegan de manera ilegal". También por otra publicación de la web 'El Matinal', sin fecha, que cifra la cantidad en 38 millones de euros.
No hay pruebas.

Las páginas web no aportan ni informes, ni fuentes, ni dicen de dónde han salido esos 18 o 38 millones de euros. Además, desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Región de Murcia indican que Murcia "jamás" ha gastado ni 18 millones ni 38 millones de euros en "menores magrebíes" que llegan de manera irregular.
"Jamás hemos gastado (ni nos hemos aproximado a) 18 millones de euros y mucho menos a 38. Las cifras en los últimos años son similares a la cifra de 2018", nos aseguran desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Región de Murcia.
Respuesta de Murcia
Respuesta de Murcia
En 2018, según indican, la Región de Murcia destinó casi cuatro millones de euros (3.562.569 euros) a atender a Menores Extranjeros no Acompañados (MENA). No 18 o 38 millones de euros. Además, según indican, para ese año no todos los menores extranjeros atendidos habían sido "magrebíes" sino que, entre los jóvenes, había sirios y sudaneses, entre otras nacionalidades.
La cuantía destinada a atender a menores extranjeros desde enero hasta junio de 2019 ha sido de casi dos millones de euros (1.977.000 euros), según datos de la Consejería. El dinero se invierte, según señalan, en el alojamiento y manutención de los jóvenes.

Hoy en día, la administración murciana tiene bajo su tutela o guardia a un total de 1.289 menores que incluye tanto a españoles como extranjeros. De ellos, 155 son menores extranjeros y representan el 12% del total, según cifras aportadas por la consejería. Así, la mayor parte de menores atendidos, 1.134 jóvenes, son españoles, representando el 89% del total.
Todos ellos, sean de donde sean, están bajo la guarda del Servicio de Protección del Menor por desamparo.
Con respecto a los jóvenes extranjeros, estos 155 menores están repartidos en 14 Centros de Protección de varios municipios de la Región de Murcia que, además de alojamiento, "les proporcionan las gestiones de escolarización, acceso a la sanidad y un programa personalizado para su integración (idioma, cultura, etc)", según nos indican desde la Consejería. Todo ello "diseñado e impartido por un equipo compuesto de trabajadores sociales y pedagogos entre otros especialistas".
Por lo tanto, no hay pruebas de que la Región de Murcia haya gastado 18 o 38 millones de euros en "mantener a menores magrebíes que llegan de manera ilegal".

*.- No, no se ofrece una "paga de 664 euros a los extranjeros menores de 23 años sin trabajo"

Como ya hemos contado, no se ofrece una paga de 664 euros a los extranjeros menores de 23 años sin trabajo como nos tratan de hacer creer con una cadena de Whatsapp que empieza hablando del rey marroquí Mohammed VI. 
A ningún extranjero menor de 23 años que llegue a nuestro país y no tenga trabajo se le ofrece 664 euros por el hecho de tener menos de 23 años y no tener empleo. Se trata de un bulo. 
Bulo sobre menas y una paga de 664 euros
Bulo sobre menas y una paga de 664 euros.
En realidad, los 664 euros corresponden a una ayuda otorgada por la Generalitat de Catalunya (y no de manera general en toda España) y solo para jóvenes que hayan sido tutelados por la administración catalana antes de cumplir los 18 años, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos. Las ayudas ya existen en Catalunya desde 2016 y no son exclusivas para menores extranjeros sino, en general, para jóvenes extutelados.


*.- Este vídeo de una agresión a una mujer no es ni en Canet de Mar ni en España: es China.

Un vídeo en el que se ve a un hombre propinar una paliza en medio de la calle a una mujer dicen que corresponde, entre otros, a "los menas a los que estamos manteniendo en España" y que la mujer agredida es "la chica catalana a la que violaron" en Canet de Mar el pasado 29 de junio. Es un bulo: este vídeo de una agresión a una mujer no es de la presunta agresión sexual a una mujer en Canet de Mar. 
Bulo Canet
Bulo Canet
La Generalitat de Catalunya, a través de su Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, nos han confirmado que los posibles agresores en Canet de Mar a una joven sí son Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) tutelados por la administración, pero este vídeo de una agresión a una mujer no es de la presunta agresión sexual producida el 29 de junio. 
En realidad, los hechos fueron grabados el 22 de junio en la ciudad china de Dalian y medios de comunicación chinos publicaron el vídeo entre el 25 y el 27 de junio, cuando la agresión en Barcelona no había ocurrido aún, que fue el 29 de junio. También el 22 de junio es la fecha que aparece en el vídeo que se difunde en redes. 


Imagen
Por lo tanto, esta paliza a una mujer en plena calle no corresponde  a "los menas a los que estamos manteniendo en España", "el magrebí que violó a la chica de Canet de Mar" o "al menor marroquí en Canet de Mar" como decían. 

*:_ No, el hombre que aparece en este vídeo no es el menor extranjero detenido por una presunta agresión en El Masnou: es un vecino del pueblo detenido por "atentado a la autoridad"

Nos habéis preguntado a través de nuestro número de WhatsApp (655 19 85 38) por un vídeo colgado en Twitter con más de 2.600 compartidos en el que aparece un hombre detenido como si fuera un Menor Extranjero No Acompañado (MENA) en el municipio catalán de El Masnou "por violar a una niña". Es un bulo.
El hombre del vídeo no es un menor extranjero. En realidad, el hombre detenido que aparece en el vídeo es mayor de edad y vecino de El Masnou, Barcelona, perteneciente al colectivo El Masnou Antifeixista que fue detenido "por atentado a la autoridad" el pasado 5 de julio. Así nos lo han confirmado desde Mossos d' Esquadra y desde el Ayuntamiento de El Masnou.
El presunto agresor a una joven en Masnou el pasado 28 de junio sí es un Menor Extranjero No Acompañado (MENA), tal y como nos han confirmado desde la Generalitat de Catalunya, pero no es el hombre que aparece en el vídeo.
Según relatan desde Mossos, las imágenes "corresponden a la detención el día de los incidentes", el pasado 5 de julio. Ese día hubo un enfrentamiento entre dos bloques de vecinos. Uno de ellos protestaba contra el centro de menores Batista i Roca por un supuesto intento de agresión sexual a una chica por parte de un menor extranjero tutelado la madrugada del 28 de junio y otros pedían no culpabilizar a todo el colectivo.

Imagen.
La persona detenida que aparece en el vídeo, según indican desde Mossos, "era un hombre, mayor de edad, que se manifestaba a favor de los menores extranjeros". Según indica, el motivo de la detención fue "por atentado a los agentes de la autoridad".
Desde el Ayuntamiento de El Masnou, además, nos señalan que, "la detención en sí es de un chico antifascista y es un chico catalán". "No es un MENA, es un vecino del pueblo que estaba en una de las dos manifestaciones, en concreto, la antifascista". La otra, según indican, era una manifestación de "ultraderecha".
Hemos preguntado al propio bloque antifascista Masnou Antifeixistas y nos confirman que sí se trata de un compañero del colectivo.
Mensaje desde Masnou Antifascistas
Mensaje desde Masnou Antifascistas
Desde el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Catalunya nos confirman que el presunto agresor a una joven durante la madrugada del viernes 28 al sábado 29 de junio durante una verbena sí es un Menor Extranjero No Acompañado (MENA).
El joven menor de edad, que está bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), ha sido detenido por una presunta agresión sexual a una chica, tal y como indica el ayuntamiento catalán. En la actualidad, se encuentra bajo disposición judicial y el caso está bajo investigación.

*:_ No, esta agresión de alumnos a su profesora no sucede ni en Granada ni en Almería ni en Melilla ni en Catalunya ni en ningún lugar de España. Es una escuela de Brasil

Varios usuarios en Twitter y Facebook han movido este vídeo de alumnos arrojando libros a la profesora, gritando y tirando mesas en el aula, asegurando que los "profesionales de la educación son amordazados por MENAS", que sucede en "un Centro Educativo para menores Inmigrantes que llegan a la Península" y compartiendo las imágenes con la etiqueta #Granada. 
También se han movido asegurando que se trata de un colegio de Níjar (Almería), que es el Instituto de Educación Secundaria Las Norias en El EJido (Almeria), un colegio de Catalunya y "un día en clase en Melilla". Sigue siendo falso.
Es un bulo.
Bulo sobre niños en el colegio
Bulo sobre niños en el colegio
Esto no ha sucedido ni en un Centro Educativo para Menores Inmigrantes ni en Granada ni en ningún lugar de España. Tampoco hay pruebas de que sean Menores Extranjeros No Acompañados (MENA). Sucedió en Brasil. Concretamente en la escuela María de Lourdes Teixeira en la zona de Carapicuíba, en Sao Paulo el pasado 30 de mayo. 
Varios medios de comunicación como 
O Globo,  portalcarapicuiba.com.br,  noticias.r7.com  y  carapicuibanarede.com.br  han informado sobre ello.

"Para cada niño, todos los derechos", Informe anual de UNICEF 2018.

 Autor UNICEF,
Fecha de publicación Junio 2019,
Número ISBN 978-92-806-5034-1.


Puntos destacados

Informe Anual de UNICEF 2018A través de palabras, imágenes, datos y cifras, este informe detalla los resultados conseguidos por UNICEF en 2018 junto a sus aliados y contribuyentes, una plantilla mundial de trabajadores entregados y los propios niños y jóvenes. 
Además, el informe describe las campañas de promoción de UNICEF en 2018, que se centraron en mejorar la supervivencia y la salud infantil, ampliar los programas de desarrollo en la primera infancia, eliminar la violencia contra los niños y ayudar a los jóvenes migrantes y refugiados. 
Asimismo, subraya las distintas formas en las que UNICEF ha encarnado sus valores fundamentales (atención, respeto, integridad, rendición de cuentas y confianza) impulsando cambios positivos en su cultura organizativa.

A modo de registro del primer año del Plan Estratégico de UNICEF 2018-2021, el informe destaca las medidas destinadas a proteger los derechos de cada niño, crear nuevas oportunidades para niños y jóvenes, ser cada vez más efectivos y eficientes y reforzar las alianzas y la dirección financiera de UNICEF. 
 Además, el informe señala que, entre los muchos logros alcanzados en 2018, UNICEF contribuyó al nacimiento de 27 millones de bebés en centros de salud y proporcionó tres dosis de la vacuna pentavalente para unos 65,5 millones de niños, educación para 12 millones de niños y tratamiento para otros cuatro millones que padecían malnutrición aguda grave. Al mismo tiempo, la organización respondió a 285 emergencias humanitarias en 90 países.
Unicef, Mawa.

El Informe Anual de UNICEF 2018 analiza los avances conseguidos a pesar de las dificultades humanitarias y pone de manifiesto las oportunidades para el futuro, en un momento en el que la comunidad internacional celebra el 30º aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño en 2019.




Vº Congreso, Ciudades Amigas de la Infancia.

Ciudades Amigas de la Infancia
Juio 2019
Junto a ti afrontamos grandes retos
El 25 y 26 de noviembre tendrá lugar en Madrid el V Congreso Ciudades Amigasde la Infancia: niños, niñas y adolescentes como agentes de cambio.
Todo girará alrededor del derecho a la participación infantil en un mes que, este año, coincide con el 30º aniversario de la Convención sobre los Derecho del Niño.



Dato del mes
¡DESCUBRE CÓMO!
lOGOS-CAI de la Infancia
© UNICEF COMITÉ ESPAÑOL 2019
ciudadesamigas@unicef.es

Privacidad de los niños en la era de las redes sociales.


Los padres ahora dan forma a la identidad digital de sus hijos mucho 
antes de que estos jóvenes abran su primer correo electrónico.
El uso compartido es el marco para hacerlo en los contextos de los derechos, 
la privacidad y la salud pública de los niños.

Stacey B. Steinberg,


A través de compartir, o compartir en línea sobre las imágenes y la crianza de los hijos, los padres ahora dan forma a la identidad digital de sus hijos mucho antes de que estos jóvenes abran su primer correo electrónico. Las revelaciones que los padres hacen en línea seguramente seguirán a sus hijos hasta la edad adulta. De hecho, las redes sociales y los blogs han cambiado drásticamente el panorama que enfrentan los niños de hoy en día a medida que crecen.



Los niños tienen un interés en la privacidad. Sin embargo, los derechos de los padres a controlar la crianza de sus hijos y los derechos de los padres a la libertad de expresión pueden prevalecer sobre este interés. Cuando los padres comparten información sobre sus hijos en línea, lo hacen sin el consentimiento de sus hijos. Estos padres actúan como guardianes de la información personal de sus hijos y como narradores de las historias personales de sus hijos. Este doble papel de los padres en la identidad en línea de sus hijos les brinda poca protección a medida que su identidad en línea evoluciona. Existe un conflicto de intereses ya que los niños podrían algún día resentirse de las revelaciones hechas por sus padres años antes.

Este artículo es el primero en ofrecer un análisis legal profundo del conflicto inherente entre el derecho de los padres a compartir en línea y el interés de un niño en la privacidad. Considera si los niños tienen el derecho legal o moral de controlar su propia huella digital y analiza el conflicto único y novedoso en el corazón de la participación de los padres en la era digital. El artículo explora posibles soluciones legales para este problema y ofrece un conjunto de mejores prácticas para que los padres las consideren cuando comparten información sobre niños en línea. Concluye al proporcionar un modelo de reforma basado en la salud pública y centrado en el niño que protege el interés de un niño en la privacidad, al tiempo que reconoce el derecho de los padres a compartir en línea......

Conclusión
Becky, Johnny y Emily, los niños mencionados en la Introducción de este artículo, probablemente algún día aprenderán sobre las revelaciones en línea de sus padres. 
En ese momento, cada uno formará una opinión sobre la huella digital creada sobre ellos durante su infancia. A diferencia de las revelaciones hechas por terceros, las personas responsables de compartir la información de los niños son las mismas personas encargadas de proteger la privacidad de los niños: los padres. Estos niños pueden tener argumentos legales que podrían ofrecerles protección de la privacidad de las revelaciones en línea de sus padres, pero también es posible que un modelo de salud pública les ofrezca protección incluso mejor respetando la autonomía familiar. De manera similar a las decisiones en línea que los niños tomarán un día por su propia cuenta, la información digital tiene el potencial de seguirlos durante toda la vida. Este artículo alienta a los académicos, responsables políticos y padres a reconsiderar las formas en que la sociedad ve la infancia y la privacidad en la era digital. Al explorar el uso compartido, este artículo proporciona el marco para hacerlo en los contextos de los derechos, la privacidad y la salud pública de los niños y madura el hecho de ser un tema poco investigado y listo para una discusión más a fondo.

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NO SUBA ESA FOTO DE SU HIJO.

Tres de cada cuatro menores de dos años tienen fotos en Internet. 
¿Deberíamos frenar esta costumbre?.

Carmen Pérez-Lanzac

fotos internet
Un menor muestra sus emociones.  Getty Images.


Nuestras redes están llenas de imágenes de niños haciendo monerías. En verano, su sobrexposición aumenta más si cabe. Cada imagen es compartida —sin consentimiento alguno—  por el padre, la madre o algún familiar o amigo para orgullo de quien comparte y disfrute de sus conocidos. Se reciben likes y alguna alabanza que lleva a reincidir. Así ha  
sido durante varios años sin que nadie se planteara las consecuencias. Hasta que, acompañando al resquemor creciente hacia las redes sociales, una duda ha empezado a extenderse: ¿acaso hacemos mal subiendo a Internet imágenes de niños?

Tres de cada cuatro menores de dos años tienen fotos online, según un estudio de la empresa de seguridad en Internet AVG con datos de ciudadanos de 10 países (Estados Unidos, Canadá, Alemania, el Reino Unido, Francia, España, Italia, Australia, Nueva Zelanda y Japón). La emoción ante la paternidad es una de las causas de esta pulsión, la versión actualizada de las imágenes que se guardaban en la cartera. De media, los progenitores de niños menores de 6 años suben 2,1 informaciones a la semana sobre estos, según un estudio con información de 1.300 padres estadounidenses de la aplicación Local Babysitter. Entre los 6 y los 13, hay un descenso: 1,9 informaciones por semana. Cuando el menor cumple 14 años, el ímpetu se reduce a menos de una vez a la semana (0,8). En España, los padres son los más preocupados, según AVG, por las consecuencias futuras en la vida de sus hijos de la cantidad de información online que proporcionan sobre estos (valoran su grado de preocupación en un 3,9 sobre 5). Esta preocupación posiblemente se habrá visto reforzada tras saber que Mark Zuckerberg —el hombre que más ha hecho porque compartamos como compartimos — cree que el futuro, en lugar de abierto, como sostenía hasta ahora, será privado.


Mientras que el sector de la comunicación se ve obligado a proteger la identidad de los menores que salen en su  s páginas, la publicación masiva de imágenes sin filtro de niños en las redes ha convertido la protección en una ironía. El fenómeno es tal que ha dado origen a un nuevo término: sharenting, la suma de share (compartir) y parenting (crianza). En 2015 dos holandeses lanzaron al mercado la marca Koppie Koppie, una tienda online de tazas con fotos de niños cogidas de la Red para señalar el problema. Pero la primera persona que escribió un estudio detallado sobre este extendido fenómeno fue la abogada Stacey Steinberg, que en 2016 publicó el informe Sharenting, la privacidad de los niños en la era de las redes sociales. Esta profesora de Derecho de la Universidad de Florida, EE UU, y madre, estudió en profundidad las implicaciones de esta costumbre planetaria en marcha desde hace más de una década. Los padres son, por un lado, “los veladores de la información personal de sus hijos y, por otro, los narradores de la vida de estos”, escribe Steinberg. Al narrar, compartimos información sobre los hijos a la vez que les privamos del derecho a hacerlo ellos mismos en sus propios términos. Y eso es una fuente potencial de daño a la que hemos prestado poca atención.

Los riesgos a los que se ven sometidos los menores son varios. Para empezar, ponemos más fácil su localización física a criminales o pervertidos. Pero hay además otros peligros de origen digital. Si alguien captura una imagen o un vídeo de un menor, puede simular que sufre algún tipo de peligro y reclamar un rescate. También puede suplantar su identidad en las redes, como ya le ha sucedido a varias influencers. Si, además, al anunciar el nacimiento de un bebé añadimos la fecha (cosa que hacen no pocos padres), podríamos estar propiciando el robo de su identidad. Por no hablar del ciberbullying que quizá causamos al subir una foto ridícula de nuestro hijo (se calcula que en 2018 lo habían sufrido el 59% de los menores, según Pew Research).

Pero hay otra consecuencia más obvia que tampoco solemos tener en cuenta: la opinión del menor. Un 58% de los padres estadounidenses que comparten fotos creen que subirlas sin el consentimiento expreso de sus hijos es correcto, según la empresa de seguridad McAfee. Y un 40% cree que la foto podría llegar a avergonzar al menor, pero que no le importará o que acabará superándolo. Sin embargo, lo que se está comprobando es precisamente lo contrario: que a muchos sí les disgusta el uso que sus padres hacen de su imagen. Valga de ejemplo lo que le dijo la hija de la actriz Gwyneth Paltrow cuando esta subió una imagen de ambas en la que la menor llevaba unas gafas de esquí que cubrían su rostro: “Mamá, ya lo hemos hablado. No puedes publicar fotos mías sin mi consentimiento”, se quejaba Apple. A lo que Paltrow respondía: “¡Pero si ni siquiera se te ve la cara!”.
¿Deberíamos pedir entonces permiso a nuestros hijos cada vez que subamos una foto de ellos? De esto trataba el debate que mantuvieron el pasado mes de octubre varias influencers españolas —Lidia Bedman, mujer de Santiago Abascal, líder de Vox, o Jennifer Ortiz, entre otras—, madres y famosas que, además, reciben dinero por exhibir y exhibirse. Ortiz resumía el dilema durante el debate de la siguiente forma: “El día de mañana, cuando mi hijo me pregunte sobre las fotos que subí de él, le diré: ‘Hijo, lo hice quizá desde mi egoísmo, pensando que eran fotos bonitas y que no te iban a hacer daño. Entonces, en ese momento le pediré perdón y le daré una tarjeta [de crédito] con su dinero”.

Poco a poco van trascendiendo casos puntuales llegados a los tribunales de menores que denuncian a sus padres en Italia, Francia o Estados Unidos. En Francia, las autoridades pueden imponer multas de hasta 45.000 euros más un año de prisión por publicar fotos íntimas de los hijos sin su permiso. “En España no conozco ningún caso aún”, afirma Samuel Parra, abogado especializado en temas tecnológicos. “Lo más habitual es que un padre denuncie al otro por subir fotos sin su consentimiento como le ha sucedido a Bisbal, que denunció a su exmujer, Elena Tablada, por subir a las redes imágenes de la hija de ambos. Si el padre denunciado no retira las fotos, ahí vienen los problemas”.

“Hay una realidad”, opina Laura Baena, publicista y creadora de la web Malasmadres. “Las fotos de menores lo petan. ¿Subimos las imágenes porque nos tocan la parte emocional o realmente estamos mercantilizando a los niños?”.

¿Podemos esperar que las propias redes pongan freno a nuestra locuacidad? Nathan Freitas, del Berkman Klein Center for Internet & Society, un centro de investigación sobre tecnología dependiente de la Universidad de Harvard, cree que sería naif esperarlo: “No les resultaría nada difícil crear un botón muy grande y claro que dijera: ‘Compartir SOLO con mi familia directa’. Pero si eso supone recolectar menos dinero, vayamos olvidándonos de ello”. Y los tribunales ¿podrían poner freno a los padres? Lo habitual es que sean reticentes a priorizar el derecho a la privacidad de los menores ante su propia familia. Se supone que los padres son los mejores guardianes de la privacidad de sus hijos y cuando no lo son, los jueces generalmente aceptan que los padres hacen lo mejor para estos.

Stacey cierra su texto con varias recomendaciones a los padres interesados en proteger a sus hijos: que se familiaricen con las políticas de privacidad de las redes en las que suben fotos. Que fijen alertas que les avisen cuando el nombre de su hijo salga en algún resultado de búsqueda en Google. Que antes de contar algo se planteen no revelar la identidad del menor. Que no den pistas sobre los lugares que visita. Que pidan permiso a estos antes de compartir una información sobre ellos. Que no suban nunca una foto de estos con poca ropa. Y la última: que consideren si esa información que están valorando compartir puede tener algún efecto en el bienestar y en el desarrollo psicológico del pequeño.

Apoyar a los niños a afrontar la pérdida de un compañero de clase por suicidio.

La pérdida de un ser querido por suicidio es un suceso muy doloroso, tanto para los niños como para los adultos. Reconociendo esta realidad, el Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute) ofrece las siguientes recomendaciones para ayudar a niños y adolescentes a responder a una pérdida dolorosa de un modo saludable:
  • Es fundamental hablar del suicidio de forma clara, pero sin proporcionar detalles a los niños y adolescentes sobre el método específico del suicidio. Docentes y padres deben transmitir mensajes consistentes, para reducir la confusión, la información errónea y el “secretismo”.
  • El suicidio debe explicarse en términos de un trastorno psiquiátrico no tratado. En ocasiones, las personas ocultan el dolor emocional, incluso de aquellos que son más cercanos, lo que dificulta la ayuda. Es esencial no dramatizar o “sensacionalizar” el suicidio, pero no evitar hablar de ello.
  • Los padres deben animar a su hijo o hija a hablar sobre lo que ha oído y lo que está pensando al respecto, escuchándole sin juzgar. Es importante continuar verificando sus dudas, dado que a los niños les lleva tiempo procesar las experiencias perturbadoras, y puede que, más adelante, tenga preguntas importantes que hacerle. Si bien en el caso de los adolescentes, es posible que prefieran hablar de ello sus amigos, los padres deben transmitirles su interés por sus inquietudes y preocupaciones.
  • Si un niño o niña tiene depresión o tiene antecedentes de tentativa de suicidio antes del suceso, es prioritario que los padres tengan esta conversación, y no la eviten porque sea difícil hablar de ello o y porque les preocupe que su hijo/a pueda sentirse peor. Es fundamental ayudarle a exteriorizar sus pensamientos y sentimientos, haciéndole ver la conexión entre ambos. En estos casos, cabe señalar que hablar sobre el suicidio no incrementará el riesgo de que el niño/a con antecedentes previos pueda llegar a cometer otro intento, al contrario: hablar de ello, disminuye el riesgo.
  • Algunos niños pueden sentir culpabilidad, llegando a pensar que podrían haber hecho algo para evitar el suicidio de su compañero/a. Hay que hacerles saber que este es un sentimiento común: cuando una pérdida es muy difícil de aceptar, no podemos evitar pensar en lo que deberíamos o podríamos haber hecho de manera diferente. Hay que ayudarles a comprender que no son responsables, en ningún modo, de lo que ha sucedido, y que cuando sucede algo tan inesperado, el shock inicial tarda un tiempo en desaparecer, antes de poder comenzar a comprender lo que ha sucedido y finalmente lo aceptemos.
  • Es saludable para la comunidad educativa el responder a una pérdida de esta índole mediante una celebración u obituario sobre la vida del niño o adolescente que ha fallecido, así como el poder asistir al funeral, si así lo permite la familia.
  • A veces, los adolescentes pueden recurrir al consumo de alcohol y/o drogas u otras conductas de riesgo, como una forma de enfrentar la pérdida dolorosa. Hay que observarlos de cerca y explicarles que es normal experimentar una amplia variedad de emociones intensas (tristeza, enfado, confusión…), y, algunas veces, al mismo tiempo. Asimismo, es oportuno enseñarles algunas estrategias que les ayuden a controlar estos sentimientos, tales como hablar de ello con amigos o un adulto de confianza, correr o realizar otro ejercicio intenso, ejercicios de respiración, permitirse llorar, etc. Esto es lo que se conoce como “afrontar el problema”, o anticipar posibles dificultades y saber cómo tratarlas.
  • Hay dos factores clave que están involucrados en el suicidio (y ambos se derivan de la depresión). El primero es tener el deseo de morir, que surge de pensamientos negativos (por ej., cuando un niño o niña siente que es una carga, que está completamente solo o que todo el mundo estará mejor sin él o ella). Para contrarrestar esto, los adultos deben expresar de forma clara y concisa lo devastador que sería para ellos si el niño o niña desapareciera de su vida. El segundo factor de riesgo es la capacidad de morir, que proviene de la planificación y de la tolerancia al dolor y al miedo. Los niños que cometen autolesiones presentan un mayor riesgo de suicidio, porque anulan su impulso de autoconservación y se acostumbran a sentir dolor. En estos casos, conocer que otros menores se han suicidado y cómo lo han hecho, puede influir en esta capacidad e incrementar el riesgo de suicidio.
El Instituto concluye recordando que el dolor y la aceptación de una muerte repentina en tales circunstancias lleva tiempo, y no se puede evitar o acelerar este proceso. Sin embargo, ofreciendo a los niños la oportunidad de compartir sus sentimientos, podemos ayudarles a recuperarse de un modo saludable.

Fuente a través del Consejo Gral. de Psicología España