Isabel Rodríguez, ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno |
"Luz verde" a la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia.
¿Qué es la nueva pornografía y cómo la consumen los más jóvenes?.
Shutterstock / atsurkan |
PornHub, una de las páginas de porno más conocidas, realiza anualmente un estudio de consumo de su sitio. Según la página web oficial PornHub Insights, en el año 2018 contabilizaron 33,5 millones de visitas. En el 2019, se contabilizaron 44 millones, es decir, un incremento de 10,5 millones de visitas.
A finales del año 2020, dicha plataforma de pornografía se vio obligada a eliminar casi la mitad de todos sus contenidos audiovisuales tras recibir diversas denuncias por difundir y monetizar vídeos en los que aparecían violaciones a menores, vídeos fruto del abuso y la explotación sexual, así como escenas de prácticas sexuales en las que mujeres aparecían siendo violentadas de diversas formas.
En España, el acceso de personas menores de edad a la pornografía es una de las problemáticas actuales que generan preocupación en la sociedad y, en especial, a aquellas personas adultas con menores en proceso de crecimiento. Hoy en día, el libre acceso a las tecnologías entre los más jóvenes también se relaciona con el inicio del consumo pornográfico.
En un estudio realizado en 2019 se indicó que los menores acceden a la pornografía a edades cada vez más tempranas. Cabe destacar que, aunque los primeros contactos se realizan entre los 8 y los 9 años, la disponibilidad de pantallas y conexiones a internet son normalizadas desde los 7 años en España.
España, entre los grandes consumidores de porno
Además, ese mismo estudio puntualiza que la prevalencia del consumo de pornografía entre adolescentes y jóvenes llega hasta un 70 %, siendo la mayoría de los que acceden y la consumen chicos y las más explotadas las chicas. España se encuentra entre los países con los porcentajes más altos de consumo pornográfico: 41 %.
No podemos olvidarnos de que el contexto en el que viven las personas jóvenes de hoy ha cambiado drásticamente, no solo por el libre acceso a la tecnología, como se ha mencionado, sino también por la incorporación de las redes sociales, un espacio que es un poderoso transmisor de mensajes por segundo, muchos de ellos erróneos o sesgados, sobre la sexualidad.
Teniendo en cuenta la etapa evolutiva en la que se encuentran las personas menores de edad y atendiendo a que la educación afectivo sexual no está muy presente en las instituciones educativas, el consumo de la pornografía puede crear graves problemas de salud psicoemocional, al mismo tiempo que perpetúa las desigualdades de género entre hombres y mujeres y la violencia machista hacia las mujeres.
Buscando el placer del hombre
Todos y todas conocemos que la industria pornográfica está preferentemente enfocada al placer del hombre, cosificando a las mujeres y mercantilizándolas con el fin de satisfacer los deseos del hombre. El porno hetero designa a las mujeres como seres sexuales pasivos y a los hombres como seres activos, promoviendo así un modelo de sexualidad desde un sistema patriarcal dónde las mujeres no pueden ser libres ni autónomas.
Como ha señalado en numerosas ocasiones la investigadora y escritora feminista Rosa Cobo, el porno contribuye a rearticular el yo de muchos varones, pues la globalización del porno y los altos niveles de consumo masculino no solo pornifican la cultura, sino que transforman la cultura emocional y ponen en pie nuevos modelos de sociabilidad.
La llamada “publicidad del patriarcado” promueve las imágenes de mujeres cuyo papel se reduce a la estimulación sexual y satisfacción de las fantasías de los hombres. Estas imágenes tienen un impacto negativo.
Si ponemos el foco en la situación de aislamiento provocada por la crisis de la Covid-19, un estudio reciente señaló que el consumo de pornografía había aumentado un 18,5 %. Este creciente impacto influye en las relaciones futuras entre las personas jóvenes ya que consolida el imaginario de desigualdad entre hombres y mujeres y sigue amparando las prácticas sexuales de violencia y situando al hombre en el centro como único transmisor y receptor de placer.
Por lo tanto, la pornografía puede generar unas expectativas dentro de la pareja inalcanzables, además del deseo de realizar prácticas que puedan llegar a ser violentas. Como ya señalaban en el libro Educación sexual: de la teoría a la práctica, de María Lameiras y María Victoria Carrera, el contenido pornográfico, desafortunadamente, no está regulado, lo cual conlleva a que los espectadores, especialmente las personas jóvenes, terminen generando expectativas irreales de las actividades sexuales.
Una educación sexual adecuada
En un estudio realizado en 2020 se señalaba que uno de los peores efectos del consumo de pornografía en adolescentes y jóvenes era la distorsión perceptiva, la formación o deformación de actitudes, especialmente en grandes consumidores de pornografía (unas tres horas semanales) sin la maduración emocional para comprender lo que ven, maduración que ofrecería una educación sexual adecuada.
Todos estos efectos, las variedades de machismo regeneradas por el porno, la distorsión perceptiva y la formación o deformación de actitudes es lo que tendríamos intentar afrontar desde la educación.
El objetivo de la educación afectivo sexual no puede depender del compromiso del profesorado, debe crear un modelo de sexualidad liberadora, crítica y emancipadora, favoreciendo el autoconocimiento del cuerpo, el placer, la desestigmatización de la masturbación independientemente del género, el tamaño y la forma de los genitales, entre otras.
En España, la actual Ley de Educación ha regulado la implementación de la Educación Afectivo-Sexual (EAS) en la educación obligatoria. Además, la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia también la regula con bastante rigor. Por tanto, se puede decir que se han puesto las bases legales para dar respuesta a esa necesidad.
Por ese motivo, sería interesante comenzar a trabajar sobre pornografía con menores como medida preventiva de las futuras relaciones sexuales violentas. Aunque son las personas adolescentes las que más pornografía consumen, son también las personas que se encuentran en una edad donde se puede prevenir ese consumo.
No obstante, lo más recomendable cuando hablamos de prevención es trabajar desde la infancia para poder así conseguir una alfabetización entre las personas más jóvenes, favoreciendo el pensamiento crítico y no haciéndoles tan influenciables por parte de la pornografía androcéntrica.
Los jóvenes y la curiosidad
Sabemos que la curiosidad entre los y las adolescentes es inevitable, sin embargo, si no tienen alternativa de educación afectivo sexual, difícilmente podrán darse cuenta de lo que están consumiendo y del efecto que ese tipo de consumo tiene en el desarrollo de su deseo y, por consiguiente, de sus prácticas sexuales.
Las personas jóvenes tienen derecho a una educación integral. Además de proporcionarles conocimientos académicos, tienen el derecho a recibir una educación que les ayude a desarrollarse plenamente en todas las facetas de la vida, incluida la sexual.
Por otro lado, los factores que provocan el aumento de la explotación sexual son el incremento del uso de las tecnologías, las redes sociales, la pornografía y algunos otros factores, como pertenecer a la red de acogimiento residencial.
La pornografía es una escuela para la producción y distribución de imágenes propias, así como para solicitarlas de otras personas. Ciertamente, plataformas virtuales de pornografía como la citada PornHub pueden contribuir al aumento de la explotación sexual de menores, ya que, según el informe anual publicado por la propia página, una de las búsquedas más realizadas por los consumidores en el año 2019 fue la palabra inglesa teen (adolescente).
En ocasiones, cuando se trabaja con padres y madres, suelen creer que esas situaciones de victimización solo las experimentan niños y niñas con padres negligentes o que están acogidos en los servicios de protección a la infancia y adolescencia. Pero puede pasarle a cualquier menor. Por eso es tan importante que sepan que la dinámica familiar es clave: se tiene que aprender a escuchar y hablar, aprender a observar y aprender a dar ayuda.
Amaia Eiguren Munitis: Docente del departamento de Didáctica y Organización Escolar. Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Israel Alonso: Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Itsaso Biota Piñeiro: Investigadora predoctoral, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Lluís Ballester Brage: Professor de Mètodes d'Investigació. Facultat d'Educació., Universitat de les Illes Balears
Maialen Loureda Avilés: Educadora Social, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Maitane Picaza Gorrotxategi: Doctora en educación, Departamento de Didáctica y Organización Escolar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Nahia Idoiaga Mondragon: Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Naiara Berasategui Sancho: Profesora en el Departamento de Didáctica y Organización escolar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Naiara Ozamiz Etxebarria: Profesora adjunta en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea.
El desarrollo de la alfabetización televisiva: conversación, texto y contexto.
Educación mediática: alfabetización, aprendizaje y cultura contemporánea, 2013 |
Las juventudes latinoamericanas y caribeñas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: una mirada desde el sistema de la ONU.
Los derechos de las niñas, niños y adolescentes defensores de derechos humanos: guía de implementación.
GSIA es una asociación sin ánimo de lucro, de carácter independiente, que fue creada hace 10 años por un pequeño pero apasionado grupo de profesionales de diferentes especialidades.
Su finalidad principal es la de contribuir al reconocimiento de los derechos humanos en la infancia y la adolescencia, a través del estudio, la formación, la sensibilización y la difusión de los mismos.
La fatiga pandémica ha provocado que el 47,4% de los y las jóvenes valore más el tiempo de desconexión de Internet y redes sociales
La pandemia de la COVID-19 ha afectado significativamente a la percepción y valoración que los y las jóvenes realizan de la tecnología, debido a la importancia de las TIC en su vida cotidiana durante este periodo: un 47,4% de los y las jóvenes españoles entre 15 y 29 años valora más que antes el tiempo de desconexión de Internet y redes sociales. Y algo más de un tercio (37,1%) también destaca que aprovecha mejor su tiempo en la red desde la llegada de la pandemia.
A pesar de ese cierto grado de saturación de pantallas, los y las jóvenes siguen siendo “tecno optimistas” y para el 57,1% la tecnología contribuye claramente a mejorar la calidad de vida de las personas, lo que supone un aumento de 7,4 puntos con respecto a 2020.
Mayoritariamente (71%) creen que tienen competencias digitales elevadas y el 88,2% actúa como mediador experto para apoyar a su entorno social en el uso de Internet y TICs.
Estos son algunos de los principales resultados del “Barómetro Jóvenes y Tecnología 2021. Trabajo, estudios y prácticas en la incertidumbre pandémica”, una investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, financiada por Google, y realizada a través de 1.200 entrevistas a jóvenes entre 15 y 29 años.
En el estudio se ahonda en las percepciones sobre la tecnología en el futuro, en las experiencias de trabajo y educación durante la pandemia, así como en sus usos tecnológicos.
Según el estudio, en general la percepción de la tecnología entre los y las jóvenes es positiva, destacando aspectos que tienen que ver con la innovación (45,8%), el futuro (44,5%) y el progreso (44,4%). También son mayoritarias ideas como que la tecnología “mejora la calidad de vida de las personas” (57,1%) y que “permite participar social y políticamente” (50,6%). Ambas afirmaciones han subido más de un 7% en el último año.
Sin embargo, un 47,4% valora más el tiempo de desconexión de Internet y redes sociales después de la pandemia.En cuanto a las formas de uso, las actividades de ocio y entretenimiento son las más comunes: por encima del 60% de jóvenes escuchan música, ven películas, series o siguen a creadores de contenido de manera frecuente. La búsqueda de información, así como las actividades prácticas, administrativas y comerciales, también son frecuentes para más de la mitad.
A reseñar:
- La investigación analiza las experiencias de trabajo, educación y usos tecnológicos durante la pandemia de los y las jóvenes entre 15 y 29 años.
- Un 52,2% de los y las
jóvenes han tenido una experiencia positiva con la formación online y un
61,8% con el teletrabajo durante la pandemia. Sin embargo, también
destacan sensaciones negativas como el agobio y la saturación.
La percepción general de la juventud sobre la tecnología es positiva: la asocian con la innovación (45,8%), el futuro (44,5%) y el progreso (44,4%). - El 71% de la juventud percibe que su nivel de competencias digitales es elevado e identifica una importante brecha generacional con progenitores, profesores y empleadores. El 88,2% actúa como mediador experto para apoyar a su entorno social en el uso de las TIC.
- Se han identificado 5 perfiles tecnológicos juveniles sobre el uso que hacen de las TIC: sociales y audiovisuales (24,8%), gamers (22,2%), minoritarios (19,9%), prácticos (18,1 %) y múltiples (15,2%).
* Autoría: Calderón, D., Kuric, S., Sanmartín, A., Megías, I., (2021). Barómetro Jóvenes y Tecnología 2021: Trabajo, estudios y prácticas en la incertidumbre pandémica. Madrid. Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Fad. DOI: 10.5281/zenodo.507815
Niños y niñas migrantes en una de las rutas más peligrosas del mundo.
Canarias: Niños y niñas migrantes en una de las rutas más peligrosas del mundoHacia una política de contingencia con enfoque de derechos de la infancia |
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UNICEF España ha presentado hoy Canarias: niños y niñas migrantes en una de las rutas más peligrosas del mundo, informe que refleja la situación tanto de las más de 2.500 personas, presumiblemente menores de edad no acompañadas, que hay actualmente en las islas, como de un sistema que ha intentado dar atención a los 3.830 menores de edad que han llegado a Canarias desde 2019. El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ya alertó a España, en sus recomendaciones de 2018, sobre la necesidad de garantizar una atención adecuada a la infancia migrante no acompañada. Por ello, ese año llevamos a cabo el primer diagnóstico de los derechos de los niños y niñas migrantes no acompañados en la frontera sur española (Andalucía, Ceuta y Melilla). Tres años después, hemos realizado un segundo trabajo, esta vez centrado en las condiciones de recepción y acogida de los niños y niñas migrantes en las Islas Canarias, que también contiene una actualización de la situación en Andalucía y Ceuta, y una serie de recomendaciones para impulsar una verdadera política de Estado para la protección de los derechos de las niñas y los niños en contexto de migración. Puedes encontrar toda la información aquí. Fuente Unicef España
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Buenos días, tristeza (Bonjour tristesse), un relato de verano?.
Cubierta traducción española |
La pseudociencia neurocientífica de Débora Gª Bello o los Adolescentes son unos irresponsables(?).
Fragmento de la publicación |
[1] ¿Son los adolescentes los únicos responsables del aumento de contagios por coronavirus? – La Sexta
[2] The surge of predatory open-access in neurosciences and neurology – Neuroscience
[4] Test de inteligencia, racismo y catolicismo – ULUM
[5] Ateísmo e inteligencia: una crítica a los intentos de correlación – ULUM
[6] El cerebro reptiliano no existe, es neurocharlatanismo – La Razón
Algunos hoteles o restaurantes prohíben el acceso con niños. ¿Es discriminatorio?.
Hay personas que no quieren que el llanto o el ruido de un niño les arruine una velada.