MAKE-IT-SAFE: Promoción del uso seguro de Tecnologías de Relación, Información y Comunicación (TRIC) .
"Decide Convive: Ciudadanía Global en contextos de exclusión, una herramienta clave para la inclusión social de la adolescencia”. Informe Entreculturas.
Esta publicación forma parte de Educar para cambiar el Mundo, la línea de publicaciones de Entreculturas a través de la cual sistematizamos nuestra práctica y la ponemos a disposición de toda la comunidad educativa.
En este caso, hemos querido sistematizar nuestra experiencia a la hora de aplicar el enfoque de Educación para la Ciudadanía Global (EpDCG) en el trabajo con jóvenes en contextos de exclusión, y sus efectos en la mejora de la convivencia y la inclusión social....
El Acto contó con las intervenciones de Ramón Almansa, director ejecutivo de Entreculturas, Clara Maeztu, técnica de educación no formal de Entreculturas y coordinadora del informe Decide Convive, Carmen Gayo, directora de la oficina del Alto Comisionado que coordina la Alianza País y representantes de organizaciones clave en este ámbito de intervención como Carmen García, del programa de Infancia, Adolescencia y Familia de Cáritas Española, Jaime Pons, del Servicio Jesuita a Migrantes y Miguel Pérez, del servicio jesuita a infancia y juventud Red Mimbre.
I Congreso Internacional de Educación y Jóvenes en Dificultad Social en Transición a la Vida Adulta
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Su finalidad principal es la de contribuir al reconocimiento de los derechos humanos en la infancia y la adolescencia, a través del estudio, la formación, la sensibilización y la difusión de los mismos.
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El bullying del que nadie habla:
Solo hace falta dar un repaso a la sección de deportes, espectáculos, programas de televisión, videojuegos o series para entender por qué el problema está instalado y cronificado. Pero hay una señal de alivio y es muy poderosa: por fin estamos hablando de ello.
Las “partes” implicadas: un todo que refleja nuestra sociedad.
La parte espectadora, las filas más ocupadas y densas, se niegan a implicarse en un conflicto que no sienten como suyo ya que la sociedad les inculca que eso es poco “rentable”; “pragmático” e incluso contraproducente.
A veces, el acosador es un fiel reflejo de lo que se fomenta en nuestro medio: el rechazo de la excelencia, la anulación de la diversidad. La exclusión de la originalidad. Se elige un blanco vulnerable, sin privilegios. Además, no solo es el blanco de la ira sino la consecuencia evidente de un fallo de todos para detectarlo a tiempo.
El mercantilismo y el falso concepto de éxito como origen del bullying más actual.
El bullying, tal y como lo entendemos ahora, ha sido durante años una cuestión tabú. Ahora es la adhesión a la new-age de la psicología y la pedagogía influenciada por una competitividad salvaje. Se obvia todo lo molesto, se mercantilizan todos los recursos de las escuelas, se echan balones fuera si cierto grupo de niños no se adapta.
Podemos ver como se enseñan a los niños varios idiomas no por la riqueza cultural, sino por la riqueza material que un día obtendrán. Cada vez se profundiza menos en materias como filosofía. Se les enseña y se les prepara para ganar, cuando ni tan siquiera saben convivir.
No se les habla de otras realidades y se trabaja la empatía, lo que podría prevenir muchos de estos casos de acoso. Esto no es pintar una realidad demasiado oscura, es remarcar que el avance de los recursos no está yendo a la par de grandes avances educativos. A veces esto no solo tiene relación con tener un 10 en los deberes, si tienes un 0 en educación.
Si no queremos acoso, si queremos igualdad y si queremos educación podemos conseguirlo. La condición indispensable para llegar a pintar una realidad cálida y confortable es saber cómo abona el campo para evitar el acoso. No hay una varita mágica para ello, hay que trabajarlo día a día, conjuntamente. Crear conciencia y no indiferencia.
Los padres colonizadores del espacio escolar: un bullying actual del que nadie habla.
Tenemos que ser capaces de detectar qué puntos en común siempre existirán en el bullying pero como se pueden camuflar entre nuevas conductas, lo que incluye a padres, profesores y alumnado. En los últimos tiempos, la sobreprotección a la par que la delegación absoluta a los centros escolares de una instrucción que compete a los padres está provocando serios problemas de disciplina en las aulas.
Existe una confusión entre roles y deseos en muchos padres actuales. Por un lado, desean que sus hijas e hijos permanezcan más tiempo realizando actividades fuera de casa. Por otro lado, sin implicarse, pretenden tener una autoridad total sobre todos aquellos profesionales que trabajan con sus hijos.
El problema de la educación actual es que no ha habido una transición progresiva y óptima entre los antiguos modelos educativos, obsoletos y autoritarios, a otros modelos cooperativos y democráticos que no arrebaten autoridad a los profesionales educativos.
Esto afecta a la educación en general, pero muy en particular al problema del bullying. ¿Cómo pueden denunciar los profesores o psicólogos escolares una situación de abuso cuando sus competencias son cuestionadas de forma sistemática por los padres y luego por los propios alumnos?.
Existe una cierta desnaturalización del desarrollo escolar de muchos niños en la actualidad, lo que provoca mayor dificultad para poder detectar casos de bullying . Cada vez más actividades se realizan en el ámbito del espacio del colegio. Celebraciones y cumpleaños que deberían ser una celebración para todos, pero en las que algunos niños empiezan a verse excluidos por decisión de los progenitores de otros alumnos.
Rencillas entre adultos que se proyectan en un espacio común. Otros padres son espectadores pero se niegan a tomar partido. Los profesores no cuentan con colaboradores y datos fiables para cambiar la dinámica de la situación. Los niños y niñas ven reforzadas conductas de exclusión. El bullying de los niños en las aulas fomentado por los padres con sus actitudes.
Muchos adultos empiezan a comportarse como “niños”. Cuestionan a los profesores sitemáticamente, niegan cualquier comportamiento erróneo de sus hijos. Estigmatizan el comportamiento de otros niños, amplifican y airean cualquier rencilla entre dos niños antes que optar por un diálogo. Ese también es un bullying silencioso, del que nadie habla.
No dejemos que el bullying adopte nuevas formas.
Pero existe una alegría: se detectó el “antiguo” bullying y ahora estamos intentando concienciar y erradicar. No dejemos que adopte nuevas formas y se nutra de nuevas raíces.
Detectemos con antelación este nuevo tipo de bullying que no por estar silenciado causa menor malestar. No convirtamos a nuestros hijos en muñecos rotos de nuestras frustraciones, poniéndoles etiquetas que pueden causar en los adultos que tratan con ellos el conocido “Efecto pigmalión“.
Dejemos que cometan errores y aciertos antes de creernos con el derecho de establecer una sentencia sobre su comportamiento y personalidad que condicione a los demás en sus formas de relacionarse entre ellas/os. No nos convirtamos en espectadores nunca, pero sobre todo no fomentemos con nuestro modelo actitudes de acoso en los niños
En tiempos de COVID-19, Informe ANAR 2020.
¿Qué consecuencias ha tenido y tendrá la pandemia en la salud mental de nuestros menores de edad…? ¿Qué ocurría en los hogares cuando todos estábamos confinados? ¿Cómo ha influido en problemas como los intentos de suicidio, autolesiones, trastornos de alimentación, duelo…? ¿Cómo han evolucionado problemas que vienen sufriendo como el maltrato familiar o la violencia de género…? ¿Qué relación han tenido con la tecnología y cómo esta ha influido en los motivos de peticiones de ayuda que recibe ANAR? ¿Qué secuelas habrá para los niños/as y adolescentes que les ha tocado vivir esta emergencia excepcional y prolongada?
AUTOLESIONES E IDEACIONES SUICIDAS, ANSIEDAD, DEPRESIÓN Y TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN EN MENORES DE EDAD ALCANZAN CIFRAS RÉCORD A CAUSA DE LA PANDEMIA
“Durante el Estado de Alarma, la Fundación ANAR fue declarada operadora de Servicios Esenciales. Logramos el reto: ayudarles en el momento más difícil, cuando estaban aislados y nadie más podía hacerlo, recibiendo 166.433 peticiones de ayuda de toda España. Conseguimos atender 11.761 casos graves”, explica Benjamín Ballesteros, director de Programas de Fundación ANAR.
La gravedad de los casos se refleja en el elevado número de intervenciones de emergencia: 2.277 a lo largo de todo 2020, con una media de 6 diarias. Esto supone un incremento de los casos de urgencia alta (39,1%) y de máxima gravedad (55,6%). Asimismo, se confirma una mayor duración de los problemas: el confinamiento y el aislamiento han provocado que se cronifiquen, llegando a un 51,5% aquellos casos que venían sucediendo desde hace más de un año.
“La pandemia ha generado un ‘cóctel molotov’ en los hogares que explica el incremento de los problemas graves en niños, niñas y adolescentes: el confinamiento del núcleo familiar en un espacio pequeño, la presión en las familias por el trabajo -bien por el sobreesfuerzo del teletrabajo, o por incertidumbre o problemas económicos- o la ausencia de otros lugares protectores como el colegio o el médico. Además, el miedo por la pandemia y el duelo por seres queridos, entre otros muchos factores. Desde el principio de la pandemia alertamos de que todo esto estaba ocurriendo y ahora vemos las consecuencias”, advierte Benjamín Ballesteros.
Se incrementan las secuelas psicológicas por el Covid: durante el confinamiento se disparan la ideación suicida (+244,1%), ansiedad (+280,6%), baja autoestima (+212,3%) y depresión/tristeza (+87,7%). Los trastornos de alimentación aumentan un 826,3% durante las primeras salidas. Y con la vuelta al cole: autolesiones (+246,2%), agresividad (+124,5%) y el duelo (+24,5%)
“Las consecuencias del COVID-19 han generado en niños/as y adolescentes una gran frustración fruto de la indefensión y desesperación que explican el porqué de que muchos/as adolescentes han aumentado sus ideaciones y tentativas de suicidio durante el confinamiento y han utilizado mecanismos de autorregulación emocional dañinos con el fin de lograr la reducción de su ansiedad, como las autolesiones con la vuelta al cole o los mecanismos de compensación propios de los trastornos de alimentación, que se han disparado coincidiendo con las primeras salidas”, revela Diana Díaz, directora del Teléfono/Chat ANAR.
ANAR también ha detectado un incremento de los problemas asociados a la tecnología que pasaron de un 23,2% a un 29,9%, afectando a temáticas como grooming, ciberacoso, violencia de género, pornografía/ prostitución infantil, trastornos de la alimentación, autolesiones, ideaciones e intentos de suicidio y otros problemas psicológicos.
Además, durante el confinamiento y las primeras salidas despuntaron las dificultades relativas a separación, custodia y régimen de visitas (confinamiento: +42,3%; primeras salidas: +51,9%) y también crecen las consultas relativas a ayudas sociales y pobreza infantil, alcanzando la diferencia más aguda en el confinamiento (+307,2%), llegando a representar un total de 139 casos con esta problemática.
Junto con el informe, ANAR ha lanzado una serie de recomendaciones ante la necesidad de actuar por la gravedad de estas tendencias. Entre estas, destaca la propuesta de la aprobación de un Plan de Acción o Contingencia, en consenso con las demás administraciones públicas e instituciones necesarias, para aplicarlo ante situaciones futuras similares a la de esta pandemia.
Además, se plantea, entre otras medidas: la necesidad de elaborar una estrategia para la erradicación de la violencia sobre la infancia y adolescencia; incorporar un mayor número de profesionales en el área de salud mental; la declaración como servicios esenciales los diferentes servicios destinados a la prevención, detección, protección y asistencia de los niños, niñas y adolescente frente a la violencia o la agilización en la creación de los Juzgados especializados en infancia y familia que prevé la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia a la violencia, que entró en vigor el pasado 25 de junio.
INTENTO DE SUICIDIO Y AUTOLESIONES
Adolescente de 16 años
“He tenido dos intentos de suicidio, además de autolesionarme… Creo que la situación de la cuarentena me está viniendo grande. Llevo un par de días que siento que el mundo se me viene encima…”
VÍDEO
El director de programas de Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, y la Directora del Teléfono ANAR, Diana Diaz, resumen y valoran los principales resultados de este estudio.
Los niños, niñas y adolescentes estarán protegidos frente a la violencia en entornos deportivos.
En consonancia con esta idea, la Declaración de San Mamés pretende consolidar unas bases mínimas en las cuales se deba asentar cualquier acción encaminada a la protección y buen trato a la infancia en el ocio y en el deporte. Programa ATERPE del Athletic de Bilbao
Además, se subrayan otras tres ideas que resultan claves:
El deporte es, sin duda alguna, un elemento esencial para el desarrollo integral de la infancia.
El deporte y el juego suponen un cambio fundamental para el aprendizaje y la transmisión de valores.
El deporte es una herramienta de extraordinario valor que permite visibilizar la necesidad de seguir trabajando en materia de protección a la infancia.
Es innegable que la protección y el buen trato a la infancia es un elemento importante dentro del trabajo diario de cualquier agente que trabaje en el deporte y ocio infantil.
La labor de todos los agentes resulta importantísima y tiene que estar fundamentada en la construcción de una política integral de protección a la infancia para que la actividad de ocio o deportiva pueda ser disfrutada y vivida de manera sana.
Para lograr dicha finalidad hay que ser conscientes de la existencia de riesgos que pueden afectar a los niños y a las niñas en las actividades de ocio o en la práctica deportiva. Asimismo, puede que los pequeños bajo la supervisión de estos agentes evidencien situaciones de desprotección que se dan en otros ámbitos de su vida ante las que necesariamente se deben de aportar apoyo y una respuesta adecuada.
Delegado de protección a la infancia
La Ley Orgánica de Protección a la Infancia y a la Adolescencia frente a la violencia supone un fundamental paso adelante en materia de derechos de infancia, también en el deporte. Dicha ley contiene un capítulo íntegramente dedicado al deporte, en concreto el capítulo 9, en su artículo 48, en el que se establece la necesidad de que los clubes deportivos tengan un delegado/a de protección a la infancia y lleven a cabo una política de protección a la infancia desarrollada mediante un protocolo de actuación para diferentes tipologías de violencia.
Esta figura será a la que las personas menores de edad puedan acudir para expresar sus inquietudes y quien se encargará de la difusión y el cumplimiento de los protocolos establecidos, así como de iniciar las comunicaciones pertinentes en los casos en los que se haya detectado una situación de violencia sobre la infancia o la adolescencia.
Los expertos inciden en los factores de protección y en la formación como elementos de prevención. En este sentido, cuando hablamos de prevenir pensamos en evitar que suceda lo malo, es decir, que no llegue a pasar aquello que queremos que suceda.
Pero, ¿prevenir consiste en esto? No, prevenir significa fortalecer los factores de protección. De ahí que sea necesario ampliar el radio de acción de las medidas de prevención para que se intente dar una solución desde la raíz. Así, el ocio y la práctica deportiva es otro de los importantes focos en los que hay que centrar la atención con el objetivo de prevenir situaciones de vulnerabilidad.
Una respuesta académica
La formación es muy importante en el ámbito de la protección y buen trato a la infancia en el deporte. Esta formación debe ser diversa: específica y completa para los/las delegadas de protección por un lado, y genérica para todos los agentes que rodean la practica deportiva infantil.
En relación, a la necesidad de formar a estos imprescindibles delegados en protección del menor, abre nuevos escenarios formativos, y una oportunidad para implementar en proyectos reales esta formación. En este sentido, hace dos años la Facultad de Educación de Bilbao junto con la Fundación Athletic comenzaron un proceso de análisis y de trabajo con la intención de crear un título de postgrado.
El objetivo era el de formar a profesionales del deporte, deporte escolar y federado desde un enfoque innovador, inclusivo y atendiendo a unos valores de convivencia que fomenten el desarrollo integral de las personas.
Una titulación específica
Este título es ya una realidad desde el curso académico 2019/2020 y lleva por título: “Deporte, Educación y Convivencia: Protección de la Infancia y la Adolescencia”. Esta titulación tiene entre sus competencias la de conocer el marco legislativo relativo a la protección de la infancia y la adolescencia y vincularlo al ámbito deportivo; reconocer buenas prácticas en la protección del menor e identificar intervenciones de carácter preventivo; ser capaz de diseñar, desarrollar y evaluar procesos formativos que tienen lugar en los entrenamientos y disponer de las herramientas para la resolución de conflictos; desarrollar espacios de aprendizaje que garanticen la igualdad de derechos y oportunidades desde una especial atención a la educación en valores, la equidad y el nivel emocional e identificar el deporte escolar y federado como una herramienta para el desarrollo de las habilidades sociales y críticas, y el servicio de la ciudadanía.
Asimismo, este título cuenta con varios módulos teóricos centrados en la protección de la infancia y adolescencia, el entrenador/a como educador o la dimensión social y comunitaria del deporte; además de un módulo de prácticas que se realizan en diferentes proyectos gestionados y coordinados desde la Fundación Athletic.
Con todo, esta formación pretende atender a una necesidad subrayada ya en el nueva ley, y que hará común la presencia de los delegados y delegadas de protección en las entidades deportivas. En definitiva, el objetivo fundamental, que también se traslada desde esta Ley, es la de erradicar cualquier tipo de violencia de la práctica deportiva y trabajar por intentar convertir todos los espacios deportivos infantiles en espacios de bienestar, seguros y protectores para la infancia.
* Este artículo se ha redactado en coautoría con Iñaki Alonso, responsable de la protección de la infancia del Athletic Club.
Coautores Asier Romero Andonegi, Profesor Titular de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, y
Mari Mar Boillos Pereira, Profesora adjunta de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Canadá desentierra los cementerios perdidos del "genocidio cultural" de la infancia indígena.
"Durante más de un siglo, los objetivos centrales de la política indígena de Canadá eran eliminar los gobiernos aborígenes, ignorar sus derechos, terminar los tratados y, a través de un proceso de asimilación, provocar su extinción como entidad legal, social, cultural, religiosa y racial diferente", señala en su primera frase el informe de la Comisión Verdad y Reconciliación de Canadá, publicado en 2015.
"El establecimiento y funcionamiento de las escuelas-residencia fueron un elemento central de esta política, que se puede describir mejor como genocidio cultural", sostiene el documento. El sistema comenzó oficialmente en 1883 y el último centro cerró en 1996, aunque la mayoría ya lo había hecho en los años 80. Llegó a haber 130 de estos centros y muchos de ellos estaban dirigidos y gestionados por la Iglesia católica.
"Estos hallazgos son solo la punta del iceberg. Lamentablemente, vamos a ver más y más", dice a elDiario.es Heather Bear, vicepresidenta de la Federación de Naciones Indias Soberanas, representante de los 74 grupos indígenas de Saskatchewan. "Esto es solo el comienzo y creo que estamos destapando un legado para Canadá".
Las condiciones de los centros
La historia comenzaba con una carta de las autoridades o con el cura, policía o agente indio de turno presentándose en casa. Los padres estaban obligados a enviar a sus hijos a estas ‘escuelas’ y les amenazaron con ir a la cárcel si no los mandaban. Muchos de esos menores fueron trasladados a lugares remotos, las visitas estaban limitadas y muy controladas y a los hermanos se les separaba. Todo con el objetivo de romper lo máximo posible con su identidad de indígena y matar así al indio que había dentro del niño.
A su llegada se les cortaba la trenza (que a menudo tenía un significado espiritual), se les cambiaba la ropa por un uniforme y sus nombres indígenas por otros occidentales. Se les prohibía hablar en su lengua materna y en ocasiones tenían que hacer trabajo forzado para "financiar el funcionamiento de las escuelas", según detalla el informe.
"En algunas escuelas también eran esposados, maniatados, golpeados, encerrados en sótanos y otras cárceles improvisadas o exhibidos en cepos", señala el documento. Además, muchos sufrieron abusos sexuales. Las condiciones sanitarias tampoco eran las adecuadas y muchos de los niños fallecidos murieron por enfermedades, especialmente tuberculosis. Según los datos de la comisión, al menos 4.100 niños murieron en los internados, aunque la cifra real probablemente es mayor.
Durante la mayor parte de la historia de estos centros, la política general era no devolver los cuerpos a las familias, que incluso no recibían ninguna notificación. En cerca de la mitad de los casos no se registró la causa de la muerte. Bear denuncia que ni Canadá ni la Iglesia han entregado los registros oficiales de los centros para saber el alcance de las muertes. "No podemos permitirles suavizar esto más de lo que lo han hecho. Hay centenares de niños de los que no sabemos nada", dice.
La comisión también recogió múltiples testimonios de abusos sexuales, como el de Marie Therese Kistabish: "El cura me dijo que me arrodillase. Lo hice y empezó a levantarse la sotana. Era una túnica negra larga. Yo empecé a llorar y gritar para que me dejase ir". Otros relatan en detalle tocamientos, violaciones, amenazas, etc.
"Fue un holocausto de nuestros niños. Eran campos de concentración", dice Heather Bear. "La Iglesia y el Estado tienen que reconocerlo. Recibimos una disculpa de Canadá, pero realmente no hemos abordado el genocidio de nuestro pueblo. El Papa ni siquiera se ha disculpado y admitido que ocurrieron atrocidades a manos de curas y monjas".
"Hay que acabar con el racismo de este país"
En 2006, Canadá llegó a un acuerdo extrajudicial con las comunidades indígenas tras la presentación de la demanda conjunta más grande de la historia de Canadá por parte de supervivientes de estas escuelas. En dicho acuerdo, además de indemnizaciones económicas, se pactó la creación de la Comisión de la Verdad y Justicia, que publicó su informe final casi ocho años después del inicio de las investigaciones.
"Los canadienses han sido educados para creer en la inferioridad de los pueblos indígenas y en la superioridad de las naciones europeas. Esta historia y sus consecuencias, por tanto, no deberían verse como un problema indígena. Es un problema canadiense", escribe en la introducción Murray Sinclair, presidente de la comisión y juez de origen indígena.
"Tenemos a nuestra gente caminando perdida sin idioma, sin cultura, sin tradiciones y sin valores que han perdido con esta política. Y eso es lo que necesitamos para sanar", dice. "Se nos ha enseñado que el perdón consciente es el paso para la curación, pero ¿a quién tengo que perdonar? ¿A Canadá, a la Iglesia, a Dios? Alguien tiene que dar un paso al frente, admitirlo y ayudarnos a reparar nuestras naciones porque el sistema actual, en el que se supone que somos compañeros de igual a igual en esta tierra, está mal. [Nuestra comunidad] sufre pobreza y desigualdad en todos los ámbitos".
"Cuando hablamos de los colonos, ha llegado la hora de acabar con la discriminación y el racismo en este país. Ese mismo grupo está construyendo otras instituciones como la penitenciaria, el control policial… Los que las dirigen y controlan son todo colonos, no hay indígenas. Las cárceles de todo el país están llenas de nuestra gente", denuncia. "La representación e indigenización parecen palabras muy bonitas, ¿pero está ocurriendo?"
Bear, sin embargo, se muestra optimista cuando mira al futuro. "Estamos haciendo todo lo que podemos para revitalizar nuestra cultura, tradiciones, costumbres e idioma. No podemos cambiar lo que ocurrió en el pasado, pero siempre hay un mañana".
"ANA", comic sobre migraciones hacia Estados Unidos.
Se estima que cada año 17 millones de personas migran de Centroamérica hacia Estados Unidos, la mayoría cruzando de forma irregular a través de México. En México, uno de cada tres migrantes irregulares que ingresan al país son niñas y niños. Acompañados o solos cruzan por rutas cada vez más peligrosas para evitar los controles migratorios. Huyen principalmente de la pobreza, la violencia, el cambio climático, los conflictos políticos y ahora por la crisis provocada por la Covid-19. A pesar de la pandemia, las autoridades migratorias mexicanas monitorearon la entrada de casi 12.000 niñas y niños migrantes en 2020, sin embargo, el número podría ser mucho más alto ya que hay muchos que no son registrados por las autoridades mexicanas.
En este contexto, desde Save the Children y la Ayuda Humanitaria de la Unión Europea presentamos ‘Ana’, un cómic realizado por el reconocido escritor, guionista y director cinematográfico Guillermo Arriaga y el dibujante Humberto Ramos. ‘Ana’ es la historia de una niña que huye de Honduras para salvar su vida y la de su familia. Juntos emprenden el doloroso camino de la migración forzada rumbo a los Estados Unidos. A través de la narrativa e imagen, quienes se acerquen a esta obra se adentrarán a una realidad que cada año viven miles de niñas, niños y adolescentes en el continente americano.
‘Ana’ es un esfuerzo para sensibilizar a la sociedad sobre la situación de la migración forzada de niñas, niños y adolescentes en la región. Este cómic forma parte del programa de ayuda humanitaria para la población migrante financiado por la Unión Europea e implementado por Save the Children y HIAS México en las ciudades de Tijuana, Ciudad Juárez, Mexicali, Monterrey y Tapachula. Con este proyecto se ha dado apoyo psicosocial, asistencia legal y acompañamiento a víctimas de violencia de género para niñas, niños y mujeres migrantes, así como capacitaciones en reducción de riesgos de desastres y amenazas antropogénicas para los albergues en donde pernoctan.