El ocio infantil en la Comunidad de Madrid, Estudio



Estudio del Ocio Infantil  en la Comunidad de Madrid


 

Directora: Lourdes Gaitán Muñoz  

Equipo de Investigación:    Ana Bárcenas Viñas
                                       Marta Domínguez Pérez
                                       Begoña Leyra Fatou

 
Transcripciones: Isabel López de la Usada 







Estudio sobre el ocio infantil 
en la Comunidad de Madrid
Resumen ejecutivo

Introducción
El concepto de ocio está definido en el diccionario con dos acepciones: la primera se refiere a la cesación del trabajo o la actividad y la segunda a la diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio. ¿Sabemos en realidad qué significado otorgan los niños al ocio, siendo que todo su tiempo está dedicado a explorar y aprender, a la vez que todo su empeño se dirige a jugar y divertirse? Aproximarnos a conocer esto ha sido la finalidad principal de esta investigación.
Aunque centrada en los niños, en esta investigación se ha pretendido evitar la presentación del mundo de los niños como un mundo aparte. Los niños viven en el mundo de hoy, y están sometidos a las mismas presiones que el resto de las personas adultas. Sus rutinas diarias, que incluyen tanto el tiempo de trabajo (escolar) como el de no trabajo (tiempo libre o de ocio) guardan relación con los valores predominantes en la sociedad en la que viven, y así podremos ver que se les induce a completar su currículo escolar con actividades extraescolares, que tienen (mayor o menor) acceso al entretenimiento que ofrece la industria del ocio y que, como en el caso de los adultos, ocio y consumo se encuentran en muchas ocasiones unidos en sus prácticas de tiempo libre. Esto está lejos de representar que los niños y niñas no sepan encontrar entretenimiento en las cosas menos costosas. Todo lo contrario, ellos cuentan con una herramienta barata y que emplean a discreción: la imaginación creativa.
El orden de presentación de los temas en este informe arranca con una breve introducción a la historia, el concepto y la sociología del ocio, así como a la consideración del ocio infantil dentro de la sociología de la infancia. Se explica a continuación la metodología aplicada en este estudio, de carácter inductivo y basada en la grounded theory o teoría fundamentada, que se considera apropiada para abordar un aspecto del conocimiento sociológico poco explorado hasta el momento, cual es el de la posición de los niños en relación al ocio. Después se presentan, primero, las opiniones que sostienen los niños y niñas con respecto a su tiempo libre y, a continuación, la visión de los adultos en la que se apoyan sus orientaciones para el ocio. Se intenta por fin hacer una aproximación a una teoría del ocio infantil y se termina con un conjunto de conclusiones de las que se espera que aporten luz y sugerencias para nuevas exploraciones en este campo.

El ocio de los niños ¿paradoja o realidad?
Si históricamente el ocio se concibe y se estudia como opuesto al trabajo, y a los niños no se les reconoce como trabajadores, hablar del ocio de los niños sería una contradicción, una paradoja. Sin embargo, se puede ver que el ocio pensado por y para los niños guarda gran semejanza con el ocio pensado, diseñado y practicado para y por los adultos. La diferencia (y se trata de una diferencia fundamental) está en que el margen de libertad en la decisión y la elección del destino que se da al tiempo de ocio es muy reducido en los niños, ya que siempre está inducido, e incluso impuesto por los adultos.
El ocio es un fenómeno cultural e histórico y se manifiesta de distinta manera respondiendo al estilo de cada época. Según está bien estudiado, la Grecia clásica aportó el concepto del ocio creador, mientras en Roma la idea del ocio se opone a la del negocio –el trabajo- teniendo aquel un papel de descanso regenerador. En la época caballeresca el ocio era ostentación, mientras el puritanismo rechazaba la ociosidad improductiva. Con la llegada de la revolución industrial apareció la necesidad de sustraer tiempo al trabajo. Posteriormente, al evolucionar la sociedad de producción hacia una sociedad de consumo, ese ocio sustraído se fue llenando. El tiempo libre y el ocio, acaban adquiriendo en nuestras sociedades desarrolladas una notable autonomía respecto del trabajo y de cualquier otra instancia social. Se convierten en fun­damento de valores que penetran y transforman otras esferas de la vida cotidiana. El ocio, en definitiva, es un factor de cambio y de evolución social que puede provocar modificaciones en ámbitos como la vida fa­miliar, el trabajo, la participación política y cultural, o la vida religiosa.
Esta evolución afecta sensiblemente al mundo infantil. En las sociedades avanzadas los niños se encuentran entre el no hacer nada y la híper ocupación del tiempo de ocio institucionalizado, que es el dedicado a actividades extraescolares, a lo que hay que añadir la fuerte influencia de los avances tecnológicos en el consumo infantil del tiempo de ocio (Munné, 1992).
Pese a su importancia, así como el juego infantil ha ocupado un gran espacio en los estudios sociales, especialmente en los de corte psicológico, el tema del ocio y tiempo libre de los niños no ha recibido una atención específica. De alguna manera es como si funcionara una asociación mental entre juego y niño y no-trabajo y adulto. Incluso los nuevos estudios de sociología de la infancia, que tienen como rasgos característicos la consideración de los niños como actores y de la infancia como fenómeno social, no han tratado más que de pasada y superficialmente este tema del ocio infantil.
El estudio internacional Childhood as a Social Phenomenon, llevado a cabo en dieciséis países en torno a 1990, incluía el tema del leisure time entre los que deberían ser estudiados en cada lugar. Sin embargo, la mayoría de los informes nacionales no pasaron de constatar la existencia de instituciones y de actividades dedicadas al ocio de los niños. En su resumen final de este proyecto, Jens Qvortrup (1990) habla de las actividades extraescolares de los niños (que en ese momento realizaban aproximadamente el 50% de los niños en los países participantes) como una “espontaneidad programada”, lo que es en sí un término contradictorio, y considera que “voluntario” es un término muy dudoso para las actividades organizadas de los niños fuera del colegio.  El tiempo verdaderamente libre para los niños es el que queda después de cumplidas todas sus obligaciones, y esto aparece como una categoría residual de las actividades de los niños. Otra observación interesante que ofrece este autor se refiere a Noruega, donde se constata la existencia de un tiempo libre autoorganizado de los niños con sus pares en el medio rural y entre las clases trabajadoras, y de una vida organizada externamente entre los hijos de las educadas clases medias urbanas. Considera el autor que esta diferencia está hablando de un cambio histórico fundamental en la infancia.

El objeto de estudio: aproximación al conocimiento del ocio infantil
El objetivo de este estudio requiere un método inductivo mediante el cual a partir del discurso de los niños, padres y prescriptores, se pueda conocer su concepto el ocio.  Así no se parte de hipótesis previas para orientar el estudio, las dinámicas de los grupos de discusión o las entrevistas, o que se apliquen al discurso emitido, sino que sucede al contrario, y es que a partir de lo que ellos cuentan, se deducen los resultados.    
La metodología aplicada tiene por objetivo recoger la diversidad de situaciones y contextos infantiles en el ámbito de la comunidad de Madrid y elaborar así una tipología de espacios donde localizar las unidades de análisis finales, que sean representativas de la diversidad.
Así se ha decidido investigar el discurso de los niños acerca del ocio para lo que se recurre al colectivo de niños primeramente y en segundo termino, al de los padres y los prescriptores implicados en su vida cotidiana.  Es decir, por un lado el discurso de los padres como agentes intervinientes en las decisiones sobre ocio y tiempo libre de la vida de los niños y por otro, el de los prescriptores considerados como los que diseñan sus posibilidades de ocio desde distintos ámbitos de actuación (publico-privado, escolar-extraescolar, etc.). Para ello, hay que considerar las diferencias en los discursos sobre el ocio según una tipología de espacios y niños en función de tres variables:
1.-la mayor o menor presencia de niños en la zona,
2.-las diferencias en el hábitat de residencia y
3.-las diferencias socioeconómicas.  
Zonas sociodemográficas según ámbito territorial y nivel de presencia de niños
Nivel de presencia de niños
Ámbito territorial
BAJA PRESENCIA DE NIÑOS
ALTA PRESENCIA DE NIÑOS
AMBITO Madrid capital
TIPO 2 (Madrid centro)
TIPO 3 (Zona Norte de Madrid municipio)
AMBITO área  metropolitana

TIPO 4 (Municipios de carreteras del noroeste al este y algunos del sur-alrededor de Aranjuez). 
AMBITO de pequeños municipios (resto)
TIPO 1 (pequeños municipios)


Mapa 1.  Presencia relativa de niños en cada una de las secciones censales de la Comunidad de Madrid 2010


FUENTE: elaboración propia a partir de datos del padrón 2010

Cruzando las tres variables mencionadas más arriba con la variable de edad, obtenemos la siguiente tabla de distribución de los grupos de niños participantes:
Distribución de grupos de niños por edades y ámbitos socio urbanísticos

5-7 años
8-10 años
11-13 años
RURAL

1 AMBITO RURAL
1 AMBITO RURAL
CENTRO
1 CENTRO
1 CENTR0

NORTE MADRID
1 CENTRO NORTE MADRID


SURESTE MADRID


1 CENTRO SURESTE M
PERIFERIA NO
1 PERIFERIA NOROESTE
1 PERIFERIA NOROESTE
1 PERIFERIA NOROESTE
PERIFERIA SE
1 PERIFERIA SURESTE
1 PERIFERIA SURESTE
1 PERIFERIA SURESTE

Los grupos de discusión de adultos fueron 6, uno por cada una de las zonas geográficas. La selección de la muestra de adultos prescriptores no respondió a criterios geográficos sino a ámbitos de responsabilidad (sector público, privado o asociaciones).
La técnica utilizada con los grupos de niños y niñas ha sido la entrevista grupal que es una técnica de investigación adecuada para estudiar los procesos de construcción del mundo social que se produce en la infancia. Es una técnica que resulta recomendable en la medida en que respeta el mismo contexto en el que se desarrolla su vida cotidiana, esto es el de sus grupos de pares Rodríguez (2006: 71).
Se quería acceder a los niños en su propio lenguaje y modo de expresión, sin superponer a éste el lenguaje y el pensamiento adulto del investigador. No se ha pretendido cuantificar el número de niños o niñas, o el porcentaje de ellos que realiza tales o cuales actividades en su tiempo de ocio, sino escuchar cómo contaban la idea y las experiencias propias de tiempo libre y las de “otros niños y niñas como ellos”.
Dice Alfonso Ortí (1989) que, en el análisis de la realidad social, nos encontramos con Hechos (acciones humanas o acontecimientos) y con Discursos (relatos que hacen los individuos y grupos). Continúa diciendo este autor que, para ser explicados, los hechos sociales se registran, correlacionan, cuantifican y estructuran. Mientras, los discursos para ser comprendidos se interpretan y se analizan, bien a partir de cualquier texto, o bien mediante la producción de los discursos en situaciones de comunicación controladas (entrevistas abiertas, discusiones de grupo).
En nuestro caso, la producción de discursos se ha buscado a través de la entrevista grupal con niños y niñas, del grupo de discusión con padres y madres y de la entrevista en profundidad con adultos implicados en la planificación, diseño y desarrollo de productos de ocio infantil.
Por último hay que señalar que en este estudio se ha pretendido dar el mayor protagonismo a los niños mismos, no sólo como dadores de información, sino, en la medida en que ellos mismos se han interesado, en cada una de las fases del proceso investigativo. En esta línea hemos contado con un Equipo junior de investigación compuesto por 6 niñas y niños de 11 años, a quienes se propuso que dieran su opinión sobre las preguntas y que valoraran los instrumentos que se pensaban utilizar. La experiencia les resultó tan satisfactoria que pidieron participar más. De este modo se preparó una pequeña batería de preguntas con respuesta abierta que debían aplicar a niños y niñas de su colegio, en las horas del recreo, respondiendo a una muestra pautada que se les había dado. La tercera fase de su participación consistió en el análisis de las respuestas obtenidas.
Los objetivos de la investigación eran los siguientes:
-      El concepto que tienen los niños sobre el juego, el ocio o el tiempo libre. Y asimismo el concepto que sostienen los adultos, sus madres y padres, con quienes a menudo los comparten.
-      Cómo utilizan los recursos de ocio y tiempo libre y cómo les gustaría utilizarlos. Y cuál es también esta visión en los padres.
-      Quién decide dicho uso, cuándo, cómo y en qué temas, reglas y pactos latentes o explícitos entre padres e hijos.
-      Qué diferencias existen entre niños o niñas:
o   En cuanto a sexo y edad.
o   En cuanto al tiempo y espacio.
o   En lo que se refiere a valores expresados o denotados.
o   Según clase social de pertenencia.

El tiempo de los niños es “su” tiempo
En nuestros contactos con los niños y niñas que componen la muestra de este estudio les explicábamos el planteamiento general de la investigación y lo que esperábamos de ellos, como de los demás niños madrileños con los que nos estábamos entrevistando, y asimismo lo que deseábamos conocer, que se concretaba en tres objetivos  generales, a saber: ¿cuál es el concepto de ocio que comparten los niños y niñas? ¿cómo lo usan, esto es, qué hacen, dónde, cómo y con quién? ¿quién decide lo que hacen los niños en su tiempo de ocio? A partir de ahí comenzaban las conversaciones cuyos resultados pasamos a exponer a continuación.
El término “ocio” no forma parte del lenguaje cotidiano de los niños (ni tampoco de muchos adultos, excepción hecha de quienes se dedican, por motivos profesionales, a promoverlo, difundirlo o comercializarlo). Esto no significa que los niños y las niñas carezcan de una noción bastante precisa de su significado y, sobre todo, de las dimensiones que alcanza en sus propias vidas. Incluso los niños más pequeños, aunque desconozcan el término, esto no les impide deslindar lo que es de lo que no es ocio. El término “tiempo libre” es de por sí más claro, o al menos, más autoexplicativo y los niños captan su sentido rápidamente.
En general, los niños y niñas participantes en el estudio parecen compartir dos o tres criterios básicos sobre lo que es el ocio (o el tiempo libre) y a partir de ahí clasifican las actividades de su vida diaria, en ocio o no ocio. Del mismo modo, a partir de una definición general de lo que “es” ocio, establecen matices, o señalan condiciones del contexto que pueden hacer que algo que aparentemente es ocio, deje de serlo y, a la inversa, que algo que “por definición” no es ocio, pueda convertirse en algo merecedor de ser incluido en esta categoría. Pasemos pues a conocer cuáles son esos criterios, tal como los expresan los niños y niñas entrevistados.
El ocio, para los niños, es el tiempo libre del que disponen cuando han terminado o han dejado hechas todas sus obligaciones que son, fundamentalmente las que se refieren al trabajo escolar (asistencia al colegio y realización de los deberes o tareas en casa). Las condiciones para que ese tiempo de no-trabajo sea verdaderamente libre y de ocio son, para ellos:

-      Que sea activo.
-      Que sea voluntario.
-      Que sea libre.
-      Que sea divertido.
Lo que hacen los niños en su tiempo libre
La palabra que surge de forma más espontánea entre los niños y niñas cuando les proponemos hablar de lo que tanto ellos como los demás chavales de su edad hacen en su tiempo libre es JUGAR. Jugar a…, jugar con…, jugar en…, el juego como actividad preferida ocupa el mayor espacio en la vida diaria de los más pequeños (5 a 7 años) pero también en los medianos de nuestra muestra (8 a 10 años) y solo empieza a decaer entre los preadolescentes (11 a 13) para dejar paso al ESTAR CON los amigos, principalmente.
Las actividades que niños y niñas realizan se han podido clasificar en cuatro tipos:
  • Actividades sedentarias
Hemos clasificado como tales las que comportan una baja proporción de actividad física. Entre ellas se encuentran las que tendrían un carácter cultural o artístico (ir al cine, al teatro, dibujar, pintar, leer, escuchar música o interpretar con un instrumento musical) las que comportan el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (videojuegos, chats, Internet) o la televisión, y las contemplativas (descansar, no hacer nada o dormir), todo ello además de las que consisten, sencillamente, en jugar, a juegos existentes (como los juegos de mesa) o inventados, solos o, mejor, en compañía.
  • Actividades movidas
El puesto principal, en el grupo de actividades que representan ejercicio físico o movimiento, lo ocupan los deportes. Por un lado, el deporte es identificado, sin ningún género de dudas, como actividad propia del tiempo libre. Por otro, los niños hablan de su propia dedicación al deporte en múltiples modalidades. Después hay otra actividad preferida en la que no se observan diferencias por sexo, clase social y apenas tampoco por edad, que es la de jugar al aire libre, en el parque, en la plaza o en cualquier otro espacio abierto. Se juega a la pelota, al escondite, al pilla-pilla, a la comba, en el columpio, o a otros juegos diversos inventados por niños y niñas mismos.
  • Actividades relacionales
En sus conversaciones en los grupos, los niños y niñas participantes en el estudio han identificado el tiempo libre como un tiempo propicio para relacionarse con otras personas y asimismo para ser disfrutado en compañía. La compañía preferida según ellos, es la de la familia y, después, la de los amigos. De esta manera, expresan sin dudarlo que hablar con tu padre es tiempo libre, o bien que, antes que tener actividades extraescolares, les gusta estar en casa, con mi hermano, mi padre y mi madre, o pasar tiempo con los abuelos que son muy divertidos, a la vez que recuerdan que mi tío una vez me llevó en moto o que una vez con mi prima inventé un juego. Los amigos son los compañeros de juego para los más pequeños, se “juega con” ellos. Más adelante, “estar con” los amigos hablando, comprando chuches, comiendo pipas, se convierte en una actividad de ocio en sí misma.
  • Actividades colaborativas
En su tiempo libre los niños también colaboran en la realización de tareas domésticas o en la atención de los niños más pequeños o en el cuidado de los animales. Así lo han referido, tanto algunas niñas y niños participantes en los grupos.
Tiempos de ocio
Los tiempos de ocio para los niños están claramente diferenciados en tres bloques: el de los días de diario, el de los fines de semana y el de las vacaciones. La identificación de estas etapas con el ocio, el tiempo libre o la diversión va disminuyendo en intensidad cuando se pasa de las últimas a los segundos y de estos a los días de entre semana.
Espacios para el ocio
Dado que para los niños y niñas el ocio o tiempo libre es una actividad voluntaria, libre, divertida y activa, casi se podría decir que resulta ubicuo, es decir, que los niños serían capaces de disfrutar del ocio en cualquier lugar, siempre que lo que hagan reúna esas condiciones básicas. Sin embargo, las características físicas del entorno en el que vivan y en el que se desarrolle, sobre todo, su vida cotidiana, van a tener una gran influencia en el tipo de ocio del que disfruten.
Decisiones sobre el ocio
Las niñas y niños participantes en este estudio coincidían en opinar que una de las condiciones para que una actividad sea considerada como ocio es que no esté obligada o impuesta. La cuestión entonces era saber en que marco de libertad de elección se estaban manejando, cómo pensaban que se toman las decisiones y cómo creían que deberían tomarse.
Se entiende que el del ocio y tiempo libre es un ámbito que los adultos consideran menos trascendental que otros que atañen a cuestiones fundamentales, como podrían ser los relativos a la salud o a la educación. Un ámbito que, además, está destinado a que los niños disfruten, con unas actividades que, en ocasiones, cuestan dinero, por todo lo cual no resulta superfluo tratar de asegurarse el éxito dejando que los niños expresen sus gustos respecto a las mismas. Todo ello convierte el tema del uso del ocio y tiempo libre en un campo privilegiado para la negociación.
A través de sus intervenciones en los grupos y de sus respuestas a las entrevistas individuales se observa que los niños se decantan hacia tres grupos de opiniones: a) que deciden los padres; b) que deciden ellos mismos y c) que deciden a medias. Lo que importa aquí no es saber cuántos sostienen cada una de las opiniones, sino cómo la explican o cómo justifican la respectiva situación y asimismo, cómo indica esto el tipo de relaciones (de más a menos democráticas o compartidas) que se dan dentro de las familias.

El discurso adulto sobre el ocio de los niños
Los mismos tres temas generales que se les plantearon a los niños y niñas fueron los que se propusieron a las madres y padres participantes en los grupos y asimismo a quienes fueron entrevistados en su calidad de personas que actúan como responsables de la organización de actividades de ocio y tiempo libre para los niños, desde distintos ámbitos y niveles de responsabilidad. Estos fueron, por lo tanto: qué es el ocio infantil, cómo se utiliza y quién decide acerca del mismo.
Los discursos producidos en las situaciones grupales o en las entrevistas tienen algunos puntos en común, mientras que difieren en otros. Dichos discursos confluyen en que ambos hablan como adultos que miran hacia los niños con la mejor voluntad de conseguir proporcionarles lo mejor para ellos, si bien, desde su propio punto de vista. Y precisamente el punto de vista es lo que marca la diferencia entre unos y otros, así como también las que se dan dentro del respectivo grupo.
El punto de vista de los padres se muestra más próximo al de los niños, aparece con cierta frecuencia autocrítico y desde luego cargado con la responsabilidad de responder a lo que (entienden) que socialmente se espera de ellos como padres, así como con la tensión de ajustarse bien al modelo de madre o padre que ellos mismos, o su entorno social, consideran el adecuado. Y aquí es donde aparecen las diferencias internas en este grupo, donde se ponen de manifiesto los distintos estilos de parentalidad que los diferentes participantes en los grupos sostienen.
Los prescriptores, a veces, hablan también como padres, pero en este caso tratando de generalizar lo que es bueno para los niños a partir de su propia experiencia. Como adultos tienen claro dónde se encuentra el poder en las relaciones con los niños. Desde esas dos seguridades, reforzadas por su saber especializado (de carácter profesional o basado en la experiencia) diseñan proyectos de ocio y tiempo libre para los niños y niñas que se llevan a cabo en distintos ambientes, desde los programas municipales dedicados a la infancia, a los que promueven las asociaciones de madres y padres o los propios centros educativos; desde los que tienen una finalidad eminentemente lúdica, a los que combinan lo lúdico con lo educativo o los que tienen por finalidad la prevención de situaciones de riesgo social.
El discurso de los padres (mejor decir, de las madres) está muy polarizado en torno al qué hacer para llenar el tiempo libre de los niños. Esto llega a ser una obsesión, como algunos de ellos reconocen. De este modo, después de hacer una aproximación al concepto de ocio en general y a lo que éste significa en particular cuando se refiere a los niños, todos los grupos se dedican a comentar sus estrategias, sus dificultades, o las facilidades que encuentran para lograr su objetivo. Aparecen, atravesando el discurso, todo un conjunto de referencias a las relaciones entre padres e hijos en torno al uso que unos y otros quieren, pueden o deben hacer de su tiempo libre, tema que se convierte en un extraordinario campo para la negociación entre ambos. Un campo donde aflora la autonomía (tolerada, reprimida o estimulada por los adultos y reclamada paulatinamente por los niños) así como los sentimientos, las racionalizaciones de los padres y los procesos de ajuste entre los intereses de unos y otros, los cuales quedan reflejados en todo lo que se refiere a la toma de decisiones sobre la utilización de su tiempo libre por parte de los niños.
El discurso de los prescriptores resulta ser ciertamente prescriptivo, en el sentido de que, a partir del diagnóstico particular que hacen sobre lo que entienden como realidad presente del ocio infantil, formulan sus ideas de lo deseable o adecuado para los niños en su tiempo de ocio y lo ponen en práctica a través de programas propios.


6. Hacia una teoría del ocio infantil
El concepto de ocio que manifiestan las niñas y niños participantes en el estudio no difiere mucho de la que, durante años, ha sido la definición más aceptada de ocio:
«El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera totalmente voluntaria, sea para descansar, sea para divertirse, sea para desarrollar su información o su formación desintere­sada, su participación social voluntaria, tras haberse libe­rado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales» Dumazedier (1967)
Incluso incorporan, como lo demuestran sus menciones a actividades colaboradoras en la familia, las teorías más recientes sobre un ocio humanista, colaborador, dedicado voluntariamente al bienestar de los demás.
Los principales condicionantes para disfrutar de su tiempo de ocio emanan, por un lado de una circunstancia que es común con el resto de las personas, esto es, del tiempo, del tiempo suyo y del de sus padres. También del espacio, o de los espacios para el ocio disponibles, accesibles, tanto desde el punto de vista físico (cercanos y sin barreras) como económico y también seguros. Pero, por otro lado, las niñas y niños se encuentran con condicionantes que son específicos y van aparejados a su condición de personas menores de edad y limitan su autonomía. El miedo, como factor que se alimenta en el imaginario colectivo y pesa en la conciencia de sus padres, quienes les consideran, por un lado, confiables, mientras que, por otro, temen el peligro o la sanción social si no se muestran suficientemente responsables.
Aunque el ámbito del uso del tiempo libre se presta al establecimiento de relaciones de intercambio, en las que cada uno pueda negociar con los demás la manera de disfrutar del ocio en común y, desde luego, el modo de emplear el suyo propio, lo cierto es que los niños cuentan poco en la toma de decisiones. Incluso en los estilos familiares más abiertos, los niños y niñas más que decidir “eligen” entre las dos o tres opciones que se les ofrecen (como si les dijeran: “¿carne o pescado?”, aunque, claro, siempre es mejor que cuando les dicen “esto son lentejas” –figuradamente-). Y eligen solamente en asuntos relativamente triviales relativos a su ocio individual ya que, ni en las conversaciones de los niños, ni en las de los padres, ha aparecido ninguna muestra de que los niños participen en decisiones para disfrutar el ocio en familia (alternativa vivamente defendida por algunas madres y algunos prescriptores).




En lo que se refiere al contenido del ocio, hay quizá más convergencias que divergencias entre padres e hijos. Unos y otros coinciden por aproximación en el concepto de ocio de los niños, unos y otros le otorgan la mayor importancia al juego y aquí, hay que decirlo, no solo a que jueguen los niños sino también a “jugar con los niños”. Ambos son muy conscientes de la segmentación del ocio, el que esté troceado en tiempos muy concretos y tasados, y de los efectos segregantes por clase social que puede llegar a producir. Y asimismo coinciden en el gusto por el mismo tipo de espacios: aquellos que evocan mayor libertad de movimientos, sea el “pueblo”, el parque, o la urbanización. Las grandes infraestructuras de ocio también gustan a los niños y niñas, y se deduce que no tienen rechazo de los padres, salvo por el precio, por lo que unos y otros se refieren a visitarlos como acontecimientos extraordinarios.
Coincidencias padres/hijos
Divergencias
  • Concepto de ocio
  • Jugar
  • Segmentación y segregación
  • Espacios preferidos
  • Significados de las “maquinitas”
  • Significado de las extraescolares
  • Significado de lo relacional

Con respecto al ordenador y los videojuegos e incluso con el uso del móvil por parte de las niñas y niños se produce una auténtica “brecha generacional”. Y esto es así no tanto por la diferente habilidad que tienen los pequeños y los mayores en el manejo de las tecnologías, sino por el distinto significado que otorgan a las mismas. Para las niñas y niños el ordenador y los videojuegos son el “superjuguete” de su tiempo, lo de ahora, lo normal. Para los adultos son artefactos hasta cierto punto extraños (es normal que, hablando de los mismos se diga, por ejemplo, “la play esa”) y que desde luego escapan de su control, en cuanto que no forman parte de la experiencia o el conocimiento que, como adultos, piensan que pueden y deben enseñar a los más jóvenes. Esta falta de control real tratan de paliarla con control “físico” haciendo uso de su poder, es decir, controlando el tiempo (otra vez el tiempo) de uso del aparato.
Las actividades extraescolares, desde la perspectiva de los padres, son una oportunidad de aumentar el capital cultural de sus hijas e hijos, y también una manera de conseguir la conciliación entre sus obligaciones laborales y familiares. Para los niños son o un entretenimiento o una imposición, dependiendo de que las identifiquen como una actividad obligada, o no.
Por último, lo relacional tiene un gran significado para los niños y niñas. No solo la relación con los amigos, que, según avanzan en edad, parece que termina ocupándolo todo, sino también la relación con sus padres y con otros familiares. Respecto a estos últimos, es especialmente notable la emoción con la que hablan de sus abuelos los niños extranjeros, aunque también algunos españoles. Y en relación a las madres y los padres, muchas veces se pone de manifiesto lo que les gusta hacer cosas con ellos, jugar con ellos y pasar ratos en su compañía. Un cumpleaños, una visita al zoo, una excursión, un cine, puede recordarse especialmente porque se realizó en compañía del padre o la madre.
La falta de participación de los niños en la toma de decisiones en asuntos que competen a su ocio también se observa en el nivel de las instituciones o entidades destinadas a la promoción y desarrollo del ocio infantil. Entre ellas se han podido distinguir tres modelos, que no son “tipos puros” sino esquemas de planteamiento que pueden ser más dominantes o menos, según las circunstancias:
a)    Enfoque centrado en los niños: con finalidad integral, relacional y lúdica.
b)    Enfoque preventivo: el ocio como herramienta para acercarse a los niños y como herramienta también reeducadora.
c)    Enfoque comercial o de servicios: prevalece lo lúdico, está segmentado según clase social y “comprende” la necesidad de los padres de conciliación.
Terminamos con este tema porque la participación parece estar en la base de una forma de tratar a los niños más centrada en ellos mismos y en sus propios intereses, que saben identificar bien por sí mismos, sin los conflictos sobre su “superior interés” que suelen mostrar los adultos.


7. Conclusiones

.-  El estudio ofrece una imagen  de los  niños alejada de los clichés convencionales con las que se acostumbra a pensar en ellos.
.- Viven en la sociedad de consumo, pero no es consumir lo que más les interesa, sino divertirse y relacionarse.
.- Por ese camino acceden al conocimiento de aquellas cosas del mundo que les rodea que les interesan y les resultan atractivas.
.- Separan claramente obligación de ocio, lo que hace que su relación con las actividades extraescolares sea conflictiva.
.- Saben divertirse, y para hacerlo utilizan tanto lo nuevo (tecnologías) como lo viejo (juegos tradicionales) además de su imaginación creativa.
.- Se encuentran fuertemente limitados para poder disfrutar de su ocio en su tiempo libre:
·         Por los “deberes”, las obligaciones escolares, que les persiguen desde su más temprana edad.
·         Por las limitaciones de tiempo que tienen sus padres.
·         Por la presión social para convertir toda actividad suya “presente” en beneficio “futuro”.
.-  Muestran una notable homogeneidad en sus gustos, independientemente del espacio en que viven y la clase social de referencia.
.- Las diferencias están en aquello de lo que llegan a disfrutar, donde la distinta capacidad económica de sus padres, o la existencia o ausencia de recursos públicos de ocio se hacen muy patentes.
.- Las niñas y niños cuentan poco en las decisiones sobre su tiempo libre. A menudo sus verdaderos gustos son ignorados por unos padres bien intencionados que intentan a la vez aproximarse a ellos y cumplir con el papel que socialmente se atribuye a los padres y por unos adultos empeñados en “conducirlos” por el camino que a ellos les parece más adecuado y conforme a las normas.

Referencias
Dumazedier, J. (1967)Towards a Society of Leisure. New York: Free Press.
Munné, F. y Codina, N. (1992) “Algunos aspectos del impacto tecnológico del consumo infantil del ocio”, en Anuario de Psicología 53, 114-125.
Ortí , A. (1989) “La apertura y el enfoque cualitativo o estructural: la entrevista abierta y la discusión”, en M. García Ferrando et al. El análisis de la realidad social. Métodos y técnicas de investigación. Madrid: Alianza Universidad.
Qvortrup, J. (1990) Childhood as a Social Phenomenon- An Introduction to a Series of National Reports. Viena: European Centre.
Rodríguez, I. (2006) “Redefiniendo el trabajo metodológico cualitativo con niños: el uso de la entrevista de grupo aplicada al estudio de la tecnología”, en Empiria, Nº 12, 65-88.


Día Universal de los Derechos de la Infancia...un viaje a través de sus derechos



El Grupo Aena y la Plataforma de Infancia se han unido para celebrar el Día Universal de los Derechos de la Infancia con diversas actuaciones de sensibilización que servirán para dar a conocer los derechos de la infancia al conjunto de la sociedad y dejarles ser los protagonistas en su celebración poniendo a su disposición los aeropuertos de la red de Aena Aeropuertos.
Con el lema Día Universal de los Derechos de la Infancia… un viaje hacia sus derechos” se trata de acercar el mundo de los niños y las niñas a la sociedad en su conjunto para transformar la visión de las personas adultas por la de ellos y ellas. Es una oportunidad para emprender un viaje comandado por sus propios protagonistas y dejarles un sitio a través de las diferentes actividades organizadas en torno a esta celebración.
Los aeropuertos de Madrid- Barajas y de Barcelona-El Prat ya exhiben en sus terminales varias exposiciones fotográficas sobre la situación de los derechos de los niños y de las niñas en España y en otras partes del mundo. Están situadas en las zonas públicas de las terminales de ambos aeropuertos.
EXPOSICIÓN EN MADRID
En el caso Madrid-Barajas, en la zona de llegadas de la Terminal 1 se encuentra la exposición titulada “Oportunidad”, con 10 paneles de madera con dibujos realizados por chicas y chicos del Centro Picón de Jarama gestionado por la Fundación Internacional O’Belén y tutelados por la Comunidad de Madrid, que reivindican su sitio en la sociedad y una oportunidad para ejercer su ciudadanía como sujetos activos de pleno derecho.
En el pasillo que da acceso a la Terminal 2, se sitúa la denominada Claroscuro, de la Plataforma de la Infancia, con una composición de 23 imágenes en blanco y negro realizadas por el fotógrafo Jaime Villanueva, quien plasma una muestra de lo posible y de lo que nos falta por hacer por los niños y las niñas en España. Se trata de la voluntad ciudadana y la lucha contra múltiples formas de exclusión, como lugar de encuentro entre adolescentes y adultos, de diálogo, de actitud crítica, de respeto por la diversidad, desde la firme convicción de toda la riqueza que aporta la convivencia.
En el mismo lugar se encuentra “Miradas”, 19 instantáneas internacionales de la Fundación World Vision International que presenta una visión esperanzadora y digna de la realidad de niños y niñas de algunos de los países más desfavorecidos del mundo que viven en situación de pobreza.

“No puedo votar pero tengo una voz. A través de nuestros ojos” es una muestra presentada por la Fundación Plan España en la T4 que trata sobre los derechos de la infancia. Reúne más de 100 fotografías realizadas por niños y niñas de España, Haití, Colombia, Tailandia, Bangladesh y Guinea Bissau donde se documenta la situación que viven en países de Asia, África y América Latina. Aprovechando las nuevas tecnologías y dejando atrás el clásico formato de exposición, las fotografías se proyectan en pantallas a través de la activación de códigos QR. Los visitantes tendrán a su disposición una serie de postales con un código QR impreso y lectores que, junto con los propios móviles smartphones de los particulares, se activa la proyección de las fotografías y vídeo en una pantalla junto con datos sobre el contexto en que fueron tomadas y pequeñas biografía de sus autores.
EXPOSICIÓN EN BARCELONA
Por su parte, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat cuenta con tres exposiciones:
“A qué juguem” es una iniciativa de la Fundació Catalana de l’Esplai fruto de un proyecto de promoción de la educación en el tiempo libre que realiza dicha fundación desde España y la Fundación Comunitaria Comunitaria Querétaro desde México. Esta exposición muestra el intercambio entre culturas y aprovecha plenamente el potencial del tiempo libre como espacio de educación en valores. Además presenta “La vila dels drets de l´infant”, una campaña de dinamización sobre los derechos de la infancia, animada con la participación de monitores y dedicada especialmente a entretener a las niñas y a los niños que estén en el Aeropuerto.
La Hora del Recreo es una iniciativa de la Fundación Telefónica sobre la situación de millones de niños y niñas que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Latinoamérica, se ven obligados a trabajar. Se trata de un número de fotografías de distintos profesionales de la cámara que están acompañadas por textos de conocidos escritores de España y América cuya finalidad es sensibilizar a la sociedad sobre la erradicación del trabajo infantil.
“Érase una vez nuestros derechos: los derechos de la infancia según sus protagonistas” es la tercera de las propuesta que podremos apreciar en Barcelona-El Prat, organizada por Esplais Catalans (ESPLAC), que se centra en la participación de los niños y de las niñas y el respeto a su opinión sobre aquellos asuntos que les afectan.
En el marco de esta celebración también se distribuirán Convenciones sobre los Derechos del Niño en versiones adaptadas para niños y niñas de acuerdo a su edad en las diferentes actividades programadas.
Se colocarán huchas solidarias en 15 aeropuertos de Aena Aeropuertos: Asturias, Fuerteventura, Ibiza, Jerez, Lanzarote, Murcia-San Javier, Santiago, Tenerife Sur, Valladolid, Vigo, Zaragoza, A Coruña, Almería, Federico García Lorca Granada-Jaén y Valencia. El fin es recaudar fondos para la puesta en marcha de un proyecto propuesto por una organización sin ánimo de lucro que revierta en beneficio de los niños y de las niñas.
Desde el mes de noviembre y hasta enero de 2012 tendrán lugar exposiciones fotográficas, organización de concursos, visitas para niños y niñas, conferencias y jornadas, entre otras acciones en torno a esta celebració

I Jornada sobre Ocio Educativo Infantil





Objetivo

Objetivo
El objetivo principal de las Jornadas es reflexionar sobre la relevancia del ocio como complemento en el desarrollo social, físico, intelectual y emocional de los niños y niñas compartiendo con la comunidad educativa las conclusiones extraídas en los estudios realizados por el Instituto Micropolix. 
Las Jornadas contarán con personas de referencia por su trayectoria profesional vinculada al mundo del ocio, la educación y la infancia.





Salón de actos de Micropolix 
    • 26 de Noviembre de 2011 
    • 09h00-18h00

 

Programa

    09h00
Recepción asistentes.
Entrega documentación.
    09h30
Presentación de las Jornadas a cargo de personalidades relacionadas con instituciones públicas vinculadas al ámbito de la infancia.
    10h00
Ponencia:
"La influencia del ocio en el desarrollo de los niños".
D. Manuel Cuenca.
    10h45
Mesa redonda.
    11h30
Presentación de la investigación:
"El Ocio Infantil en la Comunidad Autónoma de Madrid".
Dª Lourdes Gaitán.
    12h15
Reflexión sobre las conclusiones del estudio.
    12h30
Coffee-break.
    13h00
Presentación del estudio:
"El concepto de ocio educativo infantil desde diferentes agentes (familias, sector público y privado)".
Dª Aurora Madariaga.
    13h45
Reflexión sobre las conclusiones del estudio.
    14h30
Cóctel.
    15h30
Experiencias prácticas.
INJUCAM "Ocupados en participar".
    16h30
Mesa redonda.
    17h30
Cierre de las Jornadas a cargo del Instituto Micropolix de Estudios de Ocio Educativo Infantil.
    18h00
Fin de las Jornadas.

Menú de Ponentes

D. Manuel Cuenca

Catedrático de Pedagogía y fundador del Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto. Más de 23 libros y más de 120 artículos de investigación relacionados con temas de ocio.

Dª. Lourdes Gaitán

Coordinadora del Experto en Políticas Sociales de Infancia. Miembro fundador del Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA). Profesora y doctora en la Facultas de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia de Comillas.

Dª. Aurora Madariaga

Doctora en Ocio y Potencial Humano por la Universidad de Deusto. Máster en Educación Especial. Experto en Pedagogía Terapéutica. Licenciada en Psicología Clínica.

Dª. Gema Santiago

Socióloga y Coordinadora de la Federación INJUCAM para la promoción de la infancia y la juventud.

Conclusiones

D. Gregorio Aranda

Gregorio Aranda. Técnico de Políticas locales de Infancia y Coordinador de Ciudades Amigas de la Infancia de UNICEF. Master en Relaciones Internacionales y Cooperación.

Conclusiones

El ocio en el desarrollo de los niños

Dª. Mª Ángeles Espinosa

Profesora Titular del Dpto. de Psicología Evolutiva y de la Educación y vocal IUNDIA (Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y Adolescencia).

D. Juan Francisco Franco

Coordinador del Área de Menores en Conflicto social de la Agencia para la Reeducación y la Reinserción del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid.

D. José Luis Pazos

Presidente de la FAPA Giner de los Ríos.

D. Angel Santos

Director de programas en Coordinadora Infantil y Juvenil Tiempo Libre Vallecas.

Experiencias prácticas

D. Jaume Trilla

Doctor y Catedrático de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona. Autor de numerosas publicaciones y director de proyectos de investigación sobre Educación no formal e informal.

D. Guillermo Cánovas

Presidente de la asociación Protégeles.

D. Emilio Díaz

Secretario General de Escuelas Católicas de Madrid.

D. César Torres

Profesor Titular del Departamento de Didáctica y Organizador Escolar de la Universidad de Granada. Autor de numerosas publicaciones y estudios en el ámbito de la educación no formal.

Dª. Inma Marín

Pedagoga y directora de Marinva.

Enlace al

Formulario de inscripción


Precio 50 € . 

Incluye asistencia, documentación, coffee break y comida

Contacto

Instituto Micropolix de Ocio Educativo Infantil
c/ Julio Rey Pastor, 17
San Sebastián de los Reyes
28702 Madrid
91 625 83 37
estudios@institutomicropolix.com
www.institutomicropolix.com





10º ANIVERSARIO DE LA LEY 5/2000 DE RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR, Coloquio

El pasado día 17 tuvo lugar
en el Espacio Pozas,Cruz Roja Juventud de Madrid

 organizado por GSIA

El COLOQUIO

"NUEVOS ENFOQUES EN EL 10º ANIVERSARIO DE 

LA LEY 5/2000 DE RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR”

 

En efecto la Ley  5/2000 ha cumplido 10 años.  Una ley que ha generado mucha polémica, sobre todo en su aplicación sobre los hechos delectivos más graves que han podido cometer los menores.


Fernando Monterrubio Rodríguez (ARRMI) afirmó: "Siempre que se ha modificado ha sido como consecuencia de situaciones de alarma social". La sociedad, que no reconoce plenos derechos a los menores hasta los 18 años, siempre está presurosa para rebajar la edad penal—de 14 a 13 o incluso 12 años— para paliar la sensación de impunidad que a veces queda en la sociedad

Por el contratrio  todos los ámbitos profesionales judiciales, sociológicos, psicosociales, no lo consideran necesario esa rebaja y sin embargo, "Esta ley ya rebajó la edad penal de los 16 a los 14 años", recordó Monterrubio.


Mario Andrés Candelas, Pedagogo y Educador Socia
l, se centró en la valoración de la Ley 5/2000 con especial interés en los centros de reeducación y reinserción,  su papel social y aquel que juegan en la educación de los menores infractores. “El derecho a diferencia de la pedagogía, es puro imperativo, pura exterioridad, actúa ajeno a nosotros sinnecesidad de que lo  llevemos interiorizado, incluso sin necesidad de que lo conozcamos, lo aceptemos o no, lo entendamos o no, seamos o no capaces, simplemente ha sido promulgado, está ahí y nos concierne.”
A educarse, a mejorar, nadie puede ser obligado, nadie puede ser castigado con la educación, por lo tanto el derecho puede aplicar diferentes medidas, puede obligar al niño o joven a acercarse o a permanecer en una institución educativa, pero será tarea de la  pedagogía que una vez allí, el niño o joven decida, por sí mismo, educarse, y ahí está la posibilidad de la pedagogía como motor de transformación, de cambio y de mejora de las personas y de las sociedades...

Olivia de Cos (GSIA) analizó la Ley desde el prisma del interés superior de los menores; interés superior que dicha ley contempla como uno de sus fundamentos y fuente de derecho. De los derechos que como persona tiene el adolescente infractos, cuando el contexto en el que se fragua la responsabilidad personal y social de su comportamiento tiene mayor peso en la adolescencia que en ninguna otra etapa...

Rosa Martín, Educadora, habló de la experiencia y de la situación que los niños, niñas y adolescentes viven en los centros de menores cuando son gestionados por empresas cuyo fin primordial es el lucro, y cuando la Administración, titular del servicio, se desentiende o 
está ignorante de los hechos...
Myriam Fernández Nevado (GSIA) valoró que ésta es la primera norma con rango de ley que acoge el proceso de Mediación ante la comisión de faltas o delitos, respetando la voluntad de la figura de la víctima y del infractor o infractora. Es la primera ley que recoge el trabajo psicosocial como multidisciplinario y vinculante a petición de la   figura del Ministerio Fiscal, al que otorga un poder y situación especial en el procedimiento instructor penal, donde las figuras infractoras protagonistas son los niños o niñas...

La Ley del Menor cumple 10 años
La Ley del Menor cumple 10 años
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21-11-2011 - Lucía de la Fuente - 
Fotografías: Gustavo San Miguel
Hace ya más de diez años de que se aprobara la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, tiempo "suficiente" para hacer balance. ¿Ha cumplido sus objetivos? ¿Se ha convertido en un instrumento eficaz? ¿Hay algo que pueda mejorarse? Sobre estas y otras cuestiones se debatió, el pasado jueves, en una jornada organizada por el Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid.
Los delitos cometidos por menores de edad tienen tendencia a convertirse en objeto de debate. Más cuando esos delitos son de especial gravedad. Ocupan portadas de diarios y abren informativos. Por un lado hay quien piensa que de alguna manera quedan impunes, que el castigo no es suficiente para compensar el daño sufrido por la víctima. Para otros, como el penalista Francisco Muñoz Conde, "si no creemos en la reeducación de los menores es que no creemos en la condición humana".

El espíritu de la ley 5/2000, reguladora de la responsabilidad penal de los menores, podría resumirse enreeducación, reinserción, formación y rehabilitación, sin olvidar que se desarrolla bajo el paraguas de la Convención de los Derechos del Niño de 1989. Desde su aprobación ha sufrido cuatro modificaciones (7/2000, 9/2000, 15/2003 y 8/2006), todas ellas para que endurecer la norma. "Siempre que se ha modificado ha sido como consecuencia de situaciones de alarma social", afirmó el especialista en la materia y trabajador de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI), Fernando Monterrubio, durante la jornada 'Nuevos enfoques en el décimo aniversario de la ley 5/2000' celebrada el pasado jueves en el Espacio Pozas.

En estos años, no son pocas las voces que han pedido una rebaja en la edad penal —de 14 a 13 o incluso 12 años— para paliar la sensación de impunidad que a veces queda en la sociedad. Desde el ámbito educativo y social, por el contrario, no lo consideran necesario. "Esta ley ya rebajó la edad penal de los 16 a los 14 años", recordó Monterrubio. 

La ejecución de la ley es competencia de las comunidades autónomas. En la Comunidad de Madrid, se encarga de su gestión en la ARRMI, organismo dependiente de la Consejería de Presidencia y Justicia. Tres de los centros son de gestión directa por parte de la administración —Altamira, El Madroño y Renasco—, mientras que otros seis —José de las Heras, El Pinar, El Laurel, El Lavadero, Las Palmeras, Teresa de Calcuta— son gestionados por instituciones privadas como GINSO oRespuesta Social siglo XXI. Allí la idea es recuperar a los adolescentes que han delinquido y se les han interpuesto medidas judiciales para que regresen a la sociedad dotados de nuevas habilidades, conocimientos y valores. Para ello, se cuenta con programas de intervención que se adaptan a las necesidades de cada menor.

La trabajadora social y psicóloga Olivia de Cos considera que "realizar un enfoque multidisciplinar es esencial". "La valoración psicológica, educativa y familiar es imprescindible para establecer las medidas que más se adecúen a su situación". "Se trata de que los niños puedan convertirse en protagonistas positivos de su propia historia", agrega la politóloga y socióloga Myriam Fernández Nevado.

La modificación más relevante en estos diez años fue la de 2006. Las medidas se endurecieron para los casos más graves, como el asesinato. Además, la comisión de delitos con pertenencia a una banda, el terrorismo, la violencia escolar o el maltrato familiar pasaron a estar castigados con el internamiento en régimen cerrado. Este cambio se produjo como consecuencia de la sensibilización de la opinión pública tras el caso de 'Rafita', que participó en el asesinato de Sandra Palo en 2003.

Dejando las polémicas sobre un posible endurecimiento o no de la normativa, lo cierto es que la mayoría de expertos coinciden en señalar que la 5/2000 es "una buena ley". "Antes el juez podía hacer lo que creía conveniente, ahora sin embargo se rige por el principio del respeto al interés superior del menor y puede adecuar la medida en función de las necesidades", argumentó Monterrubio. La Comunidad de Madrid asegura que, desde la puesta en marcha de la ARRMI, el 89 por ciento de los menores que cumple medidas en alguno de los centros de la región no reincide. Otros opinan que esa cifra "está inflada", aunque no aportan datos comparativos. En cualquier caso, todos coinciden en que "lo más positivo es que permite tener acceso a niños que de otra manera no sería posible".