La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en España.
«La permanencia, todavía una asignatura pendiente», Renovando desde Dentro, Art. 9, Antonio Ferrandis Torres.
¿Hasta qué punto podemos ofrecer a los niños, niñas y adolescentes la estabilidad que necesitan cuando no pueden o no deben permanecer en su casa?
¿Podemos considerar “permanente” el acogimiento? Incluso entre colegas y amigos que compartimos preocupaciones, experiencia y sufrimientos, descubrimos discrepancias importantes cuando tratamos esta cuestión.
Intentaré resumir a continuación tres historias recientes que me han empujado a reflexionar sobre este espinoso asunto.
La primera. Una pareja, que probablemente tiene mucho que ofrecer, tras participar en la formación de familias acogedoras, renuncia a ofrecerse como familia acogedora permanente porque imaginan que “no se sentirían capaces de sacar de sus vidas a un niño” después de cinco o diez años de convivencia familiar. ¿No estaremos enfatizando erróneamente la provisionalidad como un rasgo del acogimiento?
La segunda. Uno de nuestros chicos está atravesando muchos conflictos en su vuelta a casa. Se encontraba plenamente integrado en una familia acogedora, después de muchos vaivenes y no pocas dificultades de adaptación finalmente resueltas, cuando ciertos cambios externos y decisiones lo han colocado en un proceso de reincorporación familiar que, por ahora, no le resulta feliz, sino todo lo contrario. Lo que otros han llamado “vuelta a casa”, lo está experimentando como una “salida de casa” hacia un entorno desconocido, ajeno y amenazador. ¿Es que la llamada reunificación familiar es siempre preferible?
La tercera. Unos colegas piden colaboración para encontrar familia para una niña de seis años. Aparte de su familia de origen, con la que convivió durante su primer año de vida, ha pasado por cuatro familias acogedoras distintas. Tras describir las enormes dificultades de vinculación y relación que manifiesta en la actualidad, el técnico concluye: “Lo que le pasa es que no se siente en casa en ningún sitio”. ¿Y si la propia protección llega a ser más desestabilizadora que la situación de partida?
Se trata de una encrucijada compleja del sistema de protección: por un lado, se predica el apoyo a las familias de origen y se pretende el retorno del niño en cuanto sea posible; pero por otro, se quiere que las medidas alternativas tengan también todas las ventajas y características de una familia ordinaria, incluida la estabilidad y seguridad que ésta proporciona. Dada la aparente contradicción entre ambos objetivos, me gustaría recordar en este artículo que las medidas provisionales y la posibilidad de reunificación tienen un plazo, pasado el cual hay que ofrecer a los niños una situación estable, con otro tipo de planteamientos y de intervención.
Que treinta años no es nada…
No fue hasta la decisiva reforma de 1987 cuando nuestro país importó de la legislación italiana la definición del “affidamento” para incorporar el acogimiento a un sistema lastrado por la hiperinstitucionalización y la judicialización. Al comienzo, no resultaba fácil describir esta medida de protección, de modo que muchas explicaciones se resumían en que “la adopción es irrevocable y para siempre; pero el acogimiento es temporal y reversible”. Sin embargo, dos décadas después, nuestro sistema de protección afirmaba que además de los acogimientos temporales deben existir los acogimientos permanentes. ¿Es una contradicción? El legislador pudo haber elegido otra palabra. Hay quien propone términos como “indefinido”, o “sin fecha de retorno preciso” u otras expresiones; pero la ley dijo “permanente”.
Es una palabra hermosa, que refleja lo que pretendemos. Viene del latín permanentis, que significa «que está todo el tiempo en el mismo lugar«. Se compone del prefijo per- (por completo) y el verbo manere (quedarse, parar en un lugar). Ese “manere” aparece en vocablos tan sugerentes como permanecer, mansión, remanso, remanente, inmanente, etc. También me explican que el sufijo castellano “ecer” denota procesos o estados que no son puntuales, sino que se caracterizan por su cierta extensión temporal (crecer, adolecer, envejecer, permanecer…).
Esto parecería una mera disquisición etimológica; pero es que me resulta muy inspiradora la imagen del remanso, de ese alguien que se queda, de lo que no es pasajero sino propio de un lugar. “Permanecer”… Eso es lo que necesitaba aquella niña que en ningún lugar ha podido sentir que estaba en casa.
La permanencia como aspiración del sistema de protección
La llamada “Planificación para la Permanencia” ha orientado desde los años noventa todos los sistemas de protección infantil. Surgió como reacción al descubrimiento de que muchos niños, supuestamente protegidos, en realidad vivían “a la deriva” de recurso en recurso, de casa en casa, saliendo y retornando de sus hogares y hogares ajenos. Los telefilmes de sobremesa nos han familiarizado con las imágenes de los niños que cambian de familia llevando todas sus pertenencias en una bolsa de plástico.
Producto de esta preocupación, existe una especie de consenso en cuanto a que el plazo de año y medio o dos años es el periodo máximo tolerable para mantener a los niños en situaciones provisionales o temporales; pero más allá de ese plazo los niños deben crecer en un entorno estable. En la ley norteamericana, se consideraba el plazo máximo que un niño/a podía convivir con una familia distinta a la que vive como propia. Transcurrido dicho plazo, o regresaba a la familia o se acordaba una medida definitiva
El inicial planteamiento maximalista que se resumía en que “el niño protegido, o vuelve a casa en dos años o sale en adopción” afortunadamente se ha matizado con el tiempo. Hemos aprendido que algunas familias no podrán volver a convivir nunca, o no será la opción deseable para el niño. Sin embargo, pueden mantener el parentesco, la relación, y la identidad. Sin necesidad de forzar el regreso a un hogar que puede suponer un entorno de riesgo y una nueva ruptura, es posible mantener cierta conexión entre los niños acogidos y sus familias de origen. Ese es el sentido de haber reformulado la finalidad de la planificación para la permanencia como “lograr el nivel óptimo de contacto”, que no se reduce al todo o nada. Existen muchos puntos intermedios en la línea que va desde la “preservación familiar” que mantiene al niño en su casa con apoyos que eliminen el riesgo, hasta la “sustitución definitiva” de una adopción sin contacto. Entre ambos extremos hay muchas posibilidades y cada situación familiar y cada niño, niña o adolescente merece que busquemos la más adecuada. Ese nivel óptimo de contacto quedaría definido en el “plan individualizado de protección”, según la terminología empleada por la reforma de 2015.
Sería un error considerar que el porcentaje de reunificaciones familiares es, simple y llanamente, un indicador de éxito. Una evaluación más rigurosa considera que el verdadero objetivo de la protección es conseguir que los niños alcancen la estabilidad en condiciones satisfactorias. En este sentido, conviene reflexionar sobre los desoladores resultados de la revisión de Farmer[i], que comprueba los elevados porcentajes de niños que vuelven a ser protegidos sólo seis meses después de la reunificación, o dos años después, o cinco años después. En muchos de esos casos, en vez de una reunificación sin garantías debería haberse planteado otro “nivel óptimo de contacto” con la familia de origen que no implicara la convivencia diaria.
Intentar que vuelva a casa… durante dos años
Nuestro sistema de protección ha incorporado los planteamientos de la planificación para la permanencia durante las últimas décadas, y especialmente con la reforma legislativa de 2015. Esta pretensión de permanencia puede parecer una paradoja en estos tiempos de modernidad líquida, en los que nuestras relaciones se caracterizan por el cambio constante y la transitoriedad. Pero el ser humano para su desarrollo necesita una cierta estabilidad. Entre los elementos a considerar para determinar cuál es el interés superior del menor, la ley incorpora la importancia de la estabilidad. Por ello afirma que debe ponderarse cuidadosamente si es conveniente el regreso a la familia biológica cuando un niño ya está en acogimiento permanente, si tal regreso implica pérdidas y rupturas perjudiciales para él.
El diagnóstico de necesidades de aquella reforma[ii] ya mencionaba, entre otras cuestiones, la necesidad de introducir plazos máximos para las situaciones de cuidado temporal o provisional, así como de buscar familias dispuestas a la coparentalidad, dado que los niños convivirán con la familia acogedora pero podrán mantener sus referencias familiares. Los expertos que impulsaron aquellos cambios subrayaban la necesidad de que nuestro sistema sea capaz de proporcionar cuidado familiar estable y continuo, sea más rápido en la toma de decisiones, y sea respetuoso con los tiempos de los niños en la formación de vínculos de apego.
Nuestra legislación (Art. 2.3. Ley 1/96) afirma que para ponderar el superior interés del niño hay que incluir “el irreversible efecto del transcurso del tiempo en su desarrollo” y su “necesidad de estabilidad”. Cualquier medida de protección de menores no permanente (sea residencial o incluso familiar) que se adopte respecto a menores de tres años debe ser revisada cada tres meses y cada seis meses cuando sean mayores de esa edad. Dos años es el plazo para solicitar la revocación del desamparo si los progenitores o familia de origen consideran que han cambiado sus circunstancias (art. 172.2. CC); pero a los dos años de la tutela decae el derecho de oponerse a las medidas (172.2 CC). Ello puede incluir hasta la adopción, cuando exista un pronóstico fundado de imposibilidad definitiva de retorno.
Por consiguiente, hay que tener presente que la primera opción de protección, que por lo general será ofrecer oportunidades de recuperación a las familias, debe tener también un límite temporal, y son los derechos infantiles los que priman por encima de los derechos de sus familias y de las limitaciones de los técnicos. Pero nos tememos que no todo el mundo está igualmente concienciado de la importancia de limitar la provisionalidad y planificar la protección para ofrecer permanencia al niño. Hay que extender la convicción de que dos años son el plazo máximo que un menor puede estar en una situación provisional. Si durante un plazo razonable se han puesto a disposición de la familia las ayudas objetivamente suficientes para asumir sus responsabilidades, y no ha habido éxito, hay que ofrecer al niño la posibilidad de integrarse de forma estable en otra familia.
En un pasado no muy lejano, parecía aceptable la colocación del niño en protección hasta que era capaz de valerse por sí mismo o trabajar. Hay que desmontar esta fantasía de que los niños están “en depósito” mientras uno arregla sus problemas, como quien empeña los muebles y los recupera años después cuando ha progresado en la vida. La medida de separación tampoco debe ser considerada como si fuera una sanción penal para el adulto, que por tanto finalizaría al cumplirse el plazo previsto. Sería muy poco respetuoso con los niños aplicar esta lógica comercial o penal a su situación. Independientemente de los progresos de los adultos, hay que valorar las condiciones en las que se encuentra cada niño y las condiciones del entorno.
Los dos años de plazo no obedecen sólo a evitar perjuicios a los niños. El mismo funcionamiento de la familia también se ve afectada por su salida de los niños. Algunas se pueden desestructurar por completo y se disuelven… otras se acomodan a su vida cotidiana sin ejercer responsabilidades parentales, de modo que puede ser imposible recuperarlas. Por ello se espera del sistema un plan de intervención intensiva y temporalizada.
Una advertencia
Dada la erosión que padecen los servicios sociales generales y especializados, hay que dar una voz de alarma. La planificación para la permanencia no consiste en esperar el mero paso del calendario para anunciar que se llegó al “punto de no retorno” cuando se cumplen los dos años desde que el niño ha sido temporalmente separado. Se trata de que durante ese plazo, se debe trabajar activamente con los recursos de preservación familiar y reunificación, poniendo a disposición de las familias ayudas objetivamente suficientes para que recuperen sus responsabilidades parentales. De lo contrario, si no se trabaja la reunificación familiar, todos los acogimientos temporales se convertirán en permanentes.
Por desgracia, no todas las instituciones han asumido la preocupación por la intervención temporalizada y la revisión de medidas. Hay lugares donde ni siquiera es posible conseguir una contestación en tres meses sobre la situación de un niño o una familia. Pero conviene recordar que hay que remitir un informe justificativo al ministerio fiscal cuando un menor se haya encontrado más de dos años en acogimiento temporal (residencial o familiar), debiendo justificar por qué no se ha adoptado una medida protectora de carácter más estable.
La legitimidad del sistema se resquebraja si no hay intervención familiar cuando existen posibilidades de reunificación. Pero se llegará a una medida permanente si, pese a las ayudas ofrecidas, no hay voluntad de cambio o posibilidad de restablecer la responsabilidad parental en plazo razonable.
Entonces ¿se deja de trabajar con la familia biológica?
Cuando un niño, niña o adolescente se encuentra en acogimiento permanente, podemos entender que el Plan de protección ya no pretende promover cambios decisivos en las circunstancias familiares y recuperar la convivencia. En esta situación, el trabajo con la familia biológica tiene otra finalidad. Lograr que cada niño disfrute establemente del “nivel óptimo de contacto” con sus parientes implica esforzarse por lograr una cooperación favorable de la familia biológica (lo cual no siempre será fácil) y reducir los posibles conflictos, ya que el niño no va a regresar con ella, pero va a mantener la relación. La analogía no es exacta, pero al igual que tras un divorcio la inmensa mayoría de los “progenitores no custodios” aceptan que sus hijos convivan cotidianamente en otro núcleo familiar ¿podríamos conseguir una mayor aceptación de estas situaciones en las que “el niño no regresará con nosotros”, pero tampoco “nos lo arrebatan unos extraños”?
La familia biológica cuyos hijos se encuentran en acogimiento permanente, continúa ofreciendo para éstos pertenencia y referencia, aunque no exista convivencia, o ésta se reduzca a momentos esporádicos. Que los progenitores que han fallado puedan participar en el proceso de reparar el daño padecido por el niño tiene un valor incalculable. Que puedan acompañar el crecimiento de sus hijos desde la distancia física, alentando sus progresos y respetando su actual entorno familiar, también. Que los momentos de encuentro o los periodos de convivencia sean satisfactorios, también. Todo ello implica un trabajo delicado con la familia, que ya no se apoya en la motivación de la vuelta a casa como motor de cambios, sino en ayudarles a encontrar y mantener una relación satisfactoria y beneficiosa para el niño.
El acogimiento permanente ¿es permanente?
El acogimiento permanente puede acordarse desde el comienzo si ya se ha descartado el retorno, o también tras finalizar el acogimiento temporal, cuando no sea posible la reintegración familiar. Hay que recordar que la ley hasta contempla que puede solicitarse al Juez la atribución a los acogedores de algunas de las facultades de la tutela, a fin de facilitar el desempeño de sus funciones. Como han interpretado los civilistas, “la calificación de este acogimiento como “permanente” permite presumir que el mismo se prolongará, en principio, hasta la mayoría de edad del menor”[iii].
No obstante, la ley deja abierta la puerta a una posible finalización del acogimiento y regreso a la familia si resultara conveniente para el niño y hubieran desaparecido los motivos de desamparo, tras ponderar su integración en la familia acogedora y el apego emocional a sus figuras de referencia.
Al encontrarse integrado en una medida familiar estable, la mera desaparición de los factores que provocaron el desamparo no será suficiente. Como dice la ley, deberá ponderarse el tiempo transcurrido y la integración en la familia de acogida y su entorno, así como el desarrollo de vínculos afectivos con la misma. De hecho, la ley ni siquiera considera que el acogimiento permanente pueda cesar a instancia de la familia de origen, sino que reserva esta posibilidad a la administración protectora y la fiscalía.
Como bien explicaba aquel excelente Manual de Cruz Roja[iv] , se debe garantizar el derecho a la estabilidad y pertenencia, tanto del niño como de los guardadores. La finalización, si procede, de un acogimiento familiar permanente habrá de realizarse con extremo cuidado, velando por que obedezca al interés superior del niño. Y en todo caso, con apoyo al niño y la familia acogedora que les permita prepararse, integrarlo y desearlo.
No resulta fácil definir a priori en qué supuestos podría plantearse como más beneficioso el regreso de un menor en acogimiento permanente a una familia de origen que con el tiempo ha cambiado. En principio, habría que estudiar dicha posibilidad si el niño, niña o adolescente manifiesta clara y persistentemente su deseo de regresar, o muestra sufrimiento por permanecer separado de su familia de origen, o no se aprecia una fuerte vinculación emocional con los acogedores, o en todo caso menor a la que muestra con su familia biológica. Lo cual no debe confundirse con situaciones de crisis adolescente donde, al igual que cualquier otro coetáneo, experimenta sentimientos de rechazo o enfrentamiento con los adultos. También puede ser que este adolescente, que ha sufrido, arroje su dolor contra la familia acogedora expresando un deseo de volver con los suyos, que de hacerse realidad viviría como un nuevo abandono y una nueva ruptura. El acompañamiento, muchas veces terapéutico, permitirá discernir estas situaciones.
Cómo avanzar en la permanencia
Hay que esforzarse para ajustar la imagen del acogimiento permanente, tanto la que recibe la opinión pública, como la que trasladamos en la captación y formación de familias, como la que perciben muchos profesionales de nuestro ámbito y del judicial. No es la provisionalidad ni la posible reversibilidad lo que caracteriza al acogimiento permanente, sino la experiencia de coparentalidad.
Se trata de dejar de considerar el acogimiento como una medida “de sustitución” de una familia por otra, para acercarse a un concepto “de complementación” donde una familia aporta la convivencia y el cuidado cotidiano que la otra no puede proporcionar. Decimos coparentalidad porque es una situación en la que una familia ofrece a un niño un entorno seguro, afectivo y estable que necesita su desarrollo, pero no le priva de los valores que pueden aportar sus progenitores u otras personas de su entorno. Una familia que ayuda a otra familia, aunque la convivencia no se recupere. Pero se preservan sus vínculos de pertenencia y la identidad que supone su referencia familiar.
Necesitamos personas dispuestas a aceptar sinceramente y con entusiasmo que un niño, niña o adolescente convivirá con ellas, pero mantendrá vínculos y sentimientos de pertenencia y referencia con su familia de origen; y necesitamos dispositivos de acompañamiento para ambas familias, probablemente muy diferentes entre sí en cuanto a sus circunstancias, valores, cultura, expectativas, etc.
Estamos buscando proporcionar al niño un lugar capaz de atender traumas anteriores, satisfacer la necesidad de pertenencia, establecer apegos seguros, incorporar su propia historia e identidad, preservar el vínculo real y simbólico con su familia biológica, y poder relacionarse con ésta, siempre que dicha relación no amenace su bienestar.
La experiencia demuestra que, incluso para adolescentes y jóvenes que dejaron de convivir con sus familias acogedoras, la relación con estas, la calidad del vínculo establecido y la estabilidad que les ofrecieron forman parte de su identidad y de su mundo emocional y familiar. Las familias se han convertido en sus mentores, y probablemente les han ofrecido una experiencia y un aprendizaje decisivo para la futura construcción de su propia familia. Se han convertido en una referencia moral, una base desde la que explorar el mundo, y también en ocasiones un refugio al que volver. Probablemente se trate de uno de los mejores indicadores de los beneficios del acogimiento familiar.
Pero la permanencia no cae del cielo. Como en cualquier otra relación humana (la amistad, la pareja, la misma parentalidad…) no es resultado de una declaración de intenciones, de los contratos iniciales o las promesas… sino que también depende de lo que hagamos. ¿Muchos acogimientos acaban interrumpiéndose? Seguro. ¿Por qué causas? Muchas y muy diversas… Pero la permanencia también es producto del acompañamiento acertado, de la buena orientación, de la percepción de ser escuchado y tomar parte de las decisiones, de la posibilidad de respiro, del respeto y la no imposición, etc. Algunas veces oímos historias de jóvenes o de familias cuyo acogimiento no resultó satisfactorio y parecería que se hizo todo lo posible porque saliera mal… Al igual que solemos decir que cada familia que habla bien del acogimiento hace que otra familia se ofrezca, pero cada familia que habla mal provoca que cinco no lo hagan… deberíamos llegar a decir que gracias a cada acogimiento que acaba mal aprenderemos a sostener otros tres con éxito.
La preocupación por ofrecer estabilidad en su entorno familiar precisamente a niños, niñas y adolescentes cuyo desarrollo se ha visto amenazado por las pérdidas y la provisionalidad debe impregnar el conjunto de nuestras decisiones y actuaciones. Quiero acabar recordando a un sabio compañero[v] – y maestro – que en su reciente jubilación, resumía así sus sugerencias para reducir también otras fuentes de inestabilidad durante el acogimiento:
“Hemos aprendido lo delicado que puede ser para el futuro emocional de los niños cuando les cambiamos de familia, o inician o cesan un acogimiento con origen o destino en una residencia. Por tanto, hemos de ser cuidadosos al extremo con los periodos de adaptación de una familia a otra de desde o hasta una residencia. Hemos de ser conservadores y evitar los cambios de familia al cambiar de modalidad de temporal a permanente cuando sea posible. Debemos elegir la modalidad de acogimiento que nos facilite evitar cambios de familia de un acogimiento a otro si las previsiones no se cumplen”.
[i] FARMER, E. (2018): Reunification from Out-of-Home Care: A Research Overview of Good Practice in Returning Children Home from Care. University of Bristol, Bristol.
[ii] ADROHER, S., BENGOECHEA, A. y GOMEZ, B.(2015): Se busca familia para un niño. Perspectivas juridicas sobre la adoptabilidad. Universidad Comillas /Dyckinson, madrid.
[iii] LOPEZ AZCONA, A. (2016): Luces y sombras del nuevo marco jurídico en materia de acogimiento y adopción de menores: a propósito de la Ley Orgánica 8/2015 y la Ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y adolescencia. Boletín del Ministerio de Justicia: Estudio Doctrinal. Año LXX Núm. 2185 Enero de 2016
[iv] CRUZ ROJA (2010): Manual de buena práctica en acogimiento familiar. Cruz Roja, Madrid.
[v] RUBIO LÓPEZ, J.M. (2019): El Acogimiento Familiar 32 años después (1987-2019). Ponencia presentada en las XIV JORNADAS SOBRE INFANCIA MALTRATADA EN LA COMUNIDAD DE MADRID: En el 30 aniversario de la aprobación de la Convención de Naciones Unidas: Propuestas de mejora en la atención a la infancia desde el enfoque de derechos. Asociación Madrileña para la Prevención del Maltrato Infantil (APIMM). Madrid, 23-24 octubre 2019.
Propuestas del Pleno 2022. Comisiones de Participación de la Infancia y la Adolescencia, Ayto. de Madrid.
PROPUESTAS PLENO DE INFANCIA
2022 |
PROPUESTAS SOBRE ESPACIOS
PÚBLICOS Y TRANSPORTES |
1-
Somos miles de ciudadanos y ciudadanas, y no
en todos los distritos el número de bibliotecas está compensado y casi no hay
o están cerradas, en obras o muy lejanas a nuestros domicilios (hay que ir en
transporte). Por esta razón, queremos que haya más bibliotecas en los
distritos y barrios. |
2-
Cuando en verano vivimos olas de calor se nota
la ausencia de fuentes públicas en la ciudad. Por ello, pedimos un aumento de
las fuentes públicas en calles y parques. |
3-
Solicitamos que se puedan poner autobuses
articulados o dobles en más líneas de EMT, o que sean más frecuentes en las
horas punta y en diferentes líneas. |
4-
Para combatir la contaminación y frenar el
cambio climático, queremos proponer que en la ciudad de Madrid haya dos
domingos al mes con menos coches. Planteamos que, en las calles con dos
carriles en el mismo sentido para los coches, se habilite un sólo carril. De
esta forma, como alternativa a los coches, las bicicletas y patinetes tendrán
más espacio para circular en las carreteras y se reservará más espacio para
los peatones. Somos conscientes de que, en algunas calles, ya se está
cortando el tráfico y se habilitan para uso peatonal, pero nos gustaría que
se hiciera en más calles importantes. Ampliación de los carriles bici,
aumento de éstos y mejora de los que hay y más aparcamientos de bicicletas. |
5-
Muchos de nosotros y nosotras vemos a la
entrada y salida del cole cosas que no nos gustan. Atascos, mucho tráfico en
las calles de entrada del colegio, calles en mal estado y negocios que no son
adecuados para niños y niñas (por ejemplo, las casas de apuestas). Queremos
que esto cambie. Por ejemplo, sabemos que, por Madrid, a través de las AFAS
(asociaciones de familias) de los colegios, se hacían (o hacen) “revueltas
escolares”. Algunos de nosotros y nosotras participamos. Nuestros padres y
madres son quienes organizan todo y nos gusta. Por ello, pedimos regular más
la vigilancia de acciones como fumar y/o beber, respetando los espacios
frecuentados por infancia, como en la puerta de los colegios y los parques. |
6-
Una necesidad clara que vemos es la
inexistencia de baños públicos gratuitos, en muchas ocasiones tenemos dicha
necesidad y no encontramos el lugar correcto. Además, esto provoca una falta
de higiene pública. |
7-
Cuando se hacen obras en la calle, éstas
suelen ocupar mucho espacio, dificultando la accesibilidad de las personas
que pasan por allí. Esto es muy importante para la seguridad y comodidad de
los niños y niñas, y lo es más todavía para las personas que tienen
dificultades de movilidad. Por ello, solicitamos que cuando se hace una obra
en la calle, de cualquier tipo, esté bien señalizada, ya que no siempre lo
están. También que se faciliten accesos seguros y amplios por los que poder pasar,
y que se retiren las vallas mientras los obreros no están trabajando (si no
son necesarias y es posible). |
8-
Nos preocupa que cuando vamos a cruzar por un
paso de peatones y es de noche a veces los conductores no nos vean bien. Esto
pasa cuando no hay farolas cerca o éstas no funcionan. Proponemos la
colocación de luces o material reflectante en el suelo de los pasos de cebra
para facilitar su visibilidad, como ya se hace en algunos pueblos o ciudades. (ANEXO: foto de ejemplo de paso de cebra en ficha de propuesta). |
9-
Parques mejor iluminados y más seguros con
zonas cubiertas para los días de lluvia. |
PROPUESTAS PLENO INFANCIA 2022 |
PROPUESTAS SOBRE MEDIO AMBIENTE
Y LIMPIEZA |
1-
En los parques, sobre todo, la gente deja la
basura tirada al no haber suficientes papeleras, dejándolos sucios y
contaminando, además es muy peligroso cuando dejan cristales de botellas
rotas, pudiéndonos hacer daño. Por ello, solicitamos más limpieza en los
espacios públicos y que haya más papeleras en los parques y en las calles de
Madrid. El objetivo de la propuesta es conseguir un Madrid más limpio y
concienciado con el medio ambiente a través de medidas como: Campañas de
concienciación para infancia, adolescencia y personas adultas. Multas para
las personas que tiren basura al suelo. Más pipi-cans para que las mascotas
puedan hacer sus necesidades sin mezclarse con nuestras calles o zonas de
juegos. Que nos enseñen a reciclar tanto a niños y niñas como a adultos con
visitas a plantas de reciclaje. Quedadas urbanas para limpiar y tomar
conciencia de que la limpieza y el medio ambiente es cosa de todas y todos.
Además, vemos injusto que algunos distritos que son más turísticos estén más
limpios y cuidados que distritos de la periferia. |
2-
Aprovechamiento de espacios abandonados para
hacer huertos urbanos, zonas verdes o centros de ocio. Aunque se van
mejorando algunos espacios abandonados, todavía quedan sin aprovechar muchos
de ellos. |
3-
Mejora del mobiliario urbano en calles y zonas
verdes. |
4-
En Cañada Real, hay muchos niños y niñas que
no tienen unas condiciones de vida adecuadas y no tienen acceso a la luz
eléctrica. Queremos proponer que se atiendan las necesidades de la infancia y
la adolescencia. |
PROPUESTAS PLENO INFANCIA 2022 |
PROPUESTAS SOBRE DEPORTE OCIO Y
TIEMPO LIBRE |
1-
Necesitamos más centros públicos lúdicos
destinados a infancia, salas donde haya juegos de mesa (con préstamos de
juegos de películas, libros, etc.), y con actividades diversas (robótica,
baile, por ejemplo). Que sean lugares de encuentro para que podamos
sociabilizar con otros niños y niñas diferentes a los del cole y que, sobre
todo, sean gratuitos para que todas las familias puedan acceder. Además, que
se pueda ir cuando en invierno se haga de noche pronto y también cuando no
haya colegio. Nos gustaría contar con este espacio público para el ocio y
tiempo libre donde poder jugar con niños y niñas de nuestras edades (6 a 12
años), así evitar la soledad no deseada (y otros problemas psicológicos) y
favorecer la participación. |
2-
Ampliación del Bono Cultural para niños y
niñas menores de 18 años. |
3-
Que se hagan más actividades en todos los
distritos cuando sean las fiestas de Madrid. |
4-
Pensamos que hay muchas cosas que se pueden
mejorar en torno al ocio y el deporte en nuestros distritos y barrios. Por ello, proponemos: -
Que se mantengan adecuadamente las
instalaciones existentes. Que se arreglen las canchas deportivas al aire
libre y que se pongan redes en las porterías y canastas. -
Queremos que se arreglen espacios de ocio como
auditorios y teatros en los parques para poder ser usados, ya que en muchos
barrios es lo único cercano que hay. -
También proponemos que se limpien y se
arreglen los parques de la ciudad y que se anime a los vecinos y vecinas a
recoger los excrementos de sus perros con carteles con mensajes divertidos. |
5-
Tras un análisis, hemos detectado que hay muchos
parques, paredes, locales, etc; pintados con graffitis o pintadas que
ensucian las calles. Por tanto, proponemos espacios donde se puedan hacer
grafitis, que surjan lugares exclusivamente para ello como, por ejemplo, paredes
blancas donde puedan desarrollar su arte de manera libre y que sirva para
decorar la ciudad. |
6-
Creemos que hay muy pocos parques que tengan
algún tipo de adaptación para niños y niñas con discapacidad. Por ello,
queremos que haya más parques adaptados. Estaría bien que, en cada parque,
hubiera al menos algún elemento de este tipo. Creemos que, si hay algún columpio
adaptado para sillas de ruedas o zonas sensoriales para niños y niñas con ese
tipo de discapacidad, vamos a poder compartir zonas para jugar. De esa forma,
podemos aprender a jugar los unos con los otros. |
PROPUESTAS PLENO INFANCIA 2022 |
PROPUESTAS PARA LA COMUNIDAD DE
MADRID |
1-
Para que puedan atendernos con un mejor trato
y en menor tiempo, ya que cuando conseguimos una cita médica a la semana
siguiente de enfermar, cuando vamos ya se han pasado los síntomas o hemos
tenido que ir a urgencias, colapsando así las emergencias de los hospitales,
proponemos una mejora de las condiciones de los empleados, médicos,
enfermeras y especialistas de la sanidad pública. Que se reabran las
urgencias de los centros de salud en todos los distritos de Madrid. Más
contratación de médicos y especialistas, para evitar las enormes listas de
espera y la sobresaturación de los empleados. |
2-
Pensamos que la salud mental es un tema muy
importante que afecta a la infancia. Creemos que es un factor visible de
consecuencias producidas por las redes sociales, por el bullying, por asuntos
familiares, por la invisibilidad de la infancia y la adolescencia, entre
otras. Por ello, queremos y necesitamos que se difundan talleres y charlas
sobre salud mental en centros educativos, que haya propuestas de cambio, que
existan más especialistas en los colegios e institutos donde poder acudir sin
listas de espera tan grandes. |
3-
Quitar los areneros de los patios de colegio,
porque los gatos callejeros hacen allí sus necesidades. |
4-
Por la seguridad de todos/as en las aulas y
fuera de ellas, todos los centros educativos deberían tener más cuidados de
mantenimiento frecuentes. Todos los niños y las niñas vemos necesario que se
hagan zonas de sombra en los patios y climatización (en la medida de lo posible)
dentro de las aulas, sobre todo cuando llega el verano, que cada vez son más calurosos
y las horas de los recreos son las horas cuando el sol quema más. En cuanto
al servicio de comedor, el sabor de la comida en ocasiones no es agradable,
los alimentos parecen de mala calidad o pasados de fecha. Además, los menús
son muy repetitivos debido a la escasez de variedad. Por tanto, proponemos
mejor climatización, sombra en los patios, un debido mantenimiento de los
centros educativos y una mejora en la calidad de la comida de los comedores
escolares. |
5-
Las últimas noticias y estudios sobre la
contaminación del aire en la ciudad de Madrid informan sobre los niveles
altamente tóxicos (metano, dioxinas y furanos, que son dos sustancias
peligrosas para la salud humana y para el medio ambiente) procedentes de la
incineradora de Valdemingómez, siendo uno de los más altos de Europa. Pensamos que el Ayuntamiento puede
avanzar hacia un modelo menos contaminante de gestión de residuos y esta
propuesta se puede llevar a cabo, ya que es el responsable del mantenimiento
de las instalaciones. Queremos que se ponga en marcha una
campaña de reducción de residuos y mejor reciclaje de la basura en todos los
centros educativos y que se coordine con la Consejería de Educación para
garantizar su éxito. Por ello, proponemos que: -
Se realice en todos los centros educativos de
primaria y secundaria, para concienciar y enseñar de forma práctica cómo se
puede reducir y reciclar mejor. Cada centro educativo puede tener su propia
planta de reciclaje de la basura. -
Este programa debe realizarse con todas y
todos los profesores y alumnado del centro, para que entre todas podamos
alcanzar estos objetivos. -
A los centros educativos que pongan en marcha
ese programa se debería ayudar con materiales (cubos, bolsas, carteles, etc.)
y campañas de sensibilización. Se les puede dar un “CERTIFICADO VERDE
MEDIOAMBIENTAL” que les premie por el trabajo bien hecho y por ayudar a que
el Distrito esté más limpio y menos contaminado. (ANEXOS en ficha distrito Fuencarral-El Pardo). |
6-
Que se hagan más Residencias de Mayores para
que haya más plazas y más gente trabajando. |
7-
Cuando nuestra familia entra a un hospital,
está muy preocupada y no tiene con quién dejarnos en ese momento y tenemos
que acompañarlos al hospital y esperar ahí si hay algún sitio. Por ello,
proponemos que en los hospitales haya sitios para cuidar a los bebés, niños y
niñas mientras esperan a los adultos. |
8-
Desde la pandemia hay más necesitados y más
gente que no tiene trabajo. Por esa razón proponemos que haya más casas y
comida para las personas necesitadas. |
9-
Hemos observado que en la mayoría de las bocas
de metro las escaleras mecánicas no llegan hasta la calle, y muchas de estas
estaciones no tienen ascensor. Nos gustaría que se coloquen ascensores en
todas las estaciones de metro posibles, y también escaleras mecánicas que
lleguen hasta la calle. No todas las personas tenemos las mismas posibilidades
de movilidad. Sería buena opción añadir las que son tipo rampa ya que, por ejemplo,
los padres y madres no pueden subir los carritos de bebé por las escaleras mecánicas.
Estas rampas también son necesarias en los transbordos largos. Nos facilitan
a todos poder coger el metro. Pensamos que es importante que todos y todas
utilicemos transportes públicos. Por eso, nos parece necesario que los
transportes públicos sean accesibles para todos y todas nosotras. |
10-
Necesitamos más educación sobre sexualidad.
Nos gustaría saber más sobre sexualidad y que nos lo explicaran en el cole,
aunque también preguntamos en casa cuando tenemos dudas. Creemos que es
necesario porque a veces los niños y niñas buscamos en internet y no siempre
es adecuada esta información para nosotros y nosotras, eso no nos da seguridad.
Sabemos que existe el “Programa Madrid, un libro abierto”. Se realizan
talleres de hábitos saludables que incluyen los temas de alimentación y
actividad física y sexualidad responsable. Dentro del programa hay talleres
de sexualidad responsable, pero sólo para 3º y 4º ESO (CMS de cada distrito).
|
PROPUESTAS PLENO INFANCIA 2022 |
PROPUESTAS SOBRE CONVIVENCIA Y
CULTURA |
1-
Solicitamos que se impongan multas económicas
más altas a los y las dueñas que no recogen los excrementos de sus mascotas,
además de más control en el abandono y maltrato a los animales. Queremos que
sea obligatorio el uso de microchip para localizar a los y las dueñas y que
las consecuencias de esto sean sanciones más duras. |
2-
Nos gustaría que se adaptara en la ciudad de
Madrid los espacios públicos comunes a la diversidad de la población
(visuales, auditivas, motrices y autismo). Que se enseñe braille y lenguaje
de signos como asignatura en los centros. Que los carteles de braille estén adaptados
en altura y accesibles. Más aplicaciones como Háblalo. Se podrían implantar placas
de metal indicando el nombre de la calle en Braille. Ejemplos: Más semáforos
con sonidos o imágenes más grandes, imágenes en los pasos de peatones para
personas con autismo…. |
3-
Ayudas para personas que están en situación de
calle y viven en las plazas y calles de los distritos. (Personas sin hogar o
con problemas de alcoholismo). |
4-
Queremos que no haya acoso callejero con
racismo, homofobia, machismo, etc.; hacia las personas. En ocasiones, no se
hace nada con el acoso verbal y físico. Sería importante que se conozca más
el significado del código para pedir ayuda. Es un código con la mano estirada
y el dedo pulgar doblado, luego se cierra el puño. En los colegios se
detectan muchos casos de bullying por la diferencia y diversidad que hay,
además con las redes sociales se incrementa el ciber-bullying. Proponemos
acciones contra el racismo y bullying (Campañas, charlas, talleres…). Se
podrían hacer talleres haciendo partícipes a todo el centro educativo y familias
y que se multe. Queremos evitar las diferentes formas de discriminación que
vemos. Nos preocupa que se juzgue a las personas por su género o su
orientación sexual, por su discapacidad o por su raza. En Plenos anteriores
ya se han propuesto estos temas y las respuestas han sido sobre algunas
campañas que tienen que ver con el género (Ama sin Control, Ni una, Rompe el
dato), el proyecto Madrid Violencia Cero… ¿Hay campañas del Ayuntamiento
contra la discriminación por discapacidad? ¿Y para evitar el racismo? |
5-
Los edificios abandonados los podemos
convertir en centros de acogida para personas sin hogar. |
6-
Difusión de la cultura de la ciudad de Madrid,
como los domingos los museos gratis para que llegue a los barrios y a la
infancia. |
7-
Poner en marcha una Campaña de información
sobre los derechos LGTBIQ+. Para que la gente tenga más información sobre el
colectivo. |
8-
Nos gustaría que hubiera una mayor concienciación
sobre el maltrato animal, fomentando la adopción de animales, regulando las
colonias felinas callejeras y los diferentes animales abandonados en las
calles. Por ello, proponemos mayor concienciación y sensibilización sobre el
maltrato animal, campañas de adopción y cobertura veterinaria pública. Además,
podrían realizarse talleres de concienciación y cuidados de mascotas para que
todo el que quiera tener una pueda saber y tener en cuenta cómo se deben
cuidar. También nos gustaría contar con algo parecido al sistema de la
seguridad social de las personas, pero para nuestras mascotas, ya que los tratamientos
veterinarios son muy costosos y no siempre podemos pagarlos, para proteger y curar
a nuestras mascotas sobre todo en los casos urgentes y necesarios. |
9-
Hemos buscado datos sobre cuántos animales
acoge el Centro de Protección Animal y cuántos animales son adoptados y hemos
descubierto que en 2020 (últimos datos que hay publicados): de 785 perros que
fueron acogidos sólo 385 fueron adoptados y de 1523 gatos acogidos sólo
habían sido adoptados 315. También sabemos que el 16% de las mascotas pasan
el resto de sus días en un refugio y un 12% son sacrificadas. Queremos que desde el Ayuntamiento
se tenga en cuenta los derechos de los animales y se les proteja. Por tanto, proponemos: -
Que se adapte la ordenanza municipal
“Reguladora de tenencia y protección de los animales” a la nueva ley de
protección animal. -
Que se haga un Centro de Protección de Animal
para evitar que se sature el que ya existe. Pensamos que, en distritos de
mayor extensión y con grandes zonas y espacios verdes, como Fuencarral-El
Pardo, puede ser un buen lugar. (Anexo en ficha distrito Fuencarral-El Pardo). |