«Las voces infantiles llegan a ser tan potentes que es imposible no escucharlas».

Revista Latinoamericana de Ciencias Socs, Niñez y Juventud, publicó un monográfico esta primavera dedicado a las Infancias y Juventudes Latinoamericanas y caribeñas sobre violencia, migraciones, estigmas y re-existencia.


Desde Gsia resaltamos en ese monográfico la entrevista que se hace a Susana Sosenski, que merece la pena no perderse. 

Te invitamos a adentrarte en los estudios de esta licenciada en Estudios Latinoamericanos y doctora en Historia, Susana Sosenski*, máxima experta en historia latinoamericana de la propia infancia: la historia de los niños, niñas y adolescente, no la de los adultos respecto a los NNA.


 Juan Carlos Amador Baquiro
vol 18, mayo/agosto 2020.

Ingresa aquí para leerla completa: 

* Susana Sosenski es licenciada en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y doctora en historia por El Colegio de México. Adelantó una estancia posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Unam. Desde 2010 está vinculada al Instituto de Investigaciones Históricas de esta misma universidad y está adscrita al Sistema Nacional de Investigadores en el Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo de México.
La doctora Sosenski ha sido pionera en indagar la presencia de los niños y las niñas en la historia de México y América Latina y el Caribe. Si bien existen abundantes trabajos historiográficos de la infancia en la región, especialmente construidos desde el análisis crítico de los discursos de la protección y las políticas de  representación sobre la infancia y la familia, las investigaciones de Susana Sosenski auscultan distintas formas de participación infantil en la historia y develan la capacidad de agencia y resistencia de estos actores sociales en medio de condiciones adversas, intervenidas casi siempre por la experiencia colonial y sus respectivas herencias: adultocentrismo, clasismo, patriarcado y racismo.

Una de las contribuciones más importantes de la doctora Sosenski es la exploración de la historia de la infancia en México, desde ámbitos polémicos e incómodos para el mundo adulto.
En primer lugar, ha analizado la presencia de los niños y las niñas en el sistema económico (en los siglos XIX y XX) a partir de categorías complejas como trabajo infantil y consumo infantil.
En segundo lugar, ha abordado la participación de los niños y las niñas en la guerra y en el exilio, así como la percepción de estos sobre diversos con#ictos bélicos. Por último, y de manera más reciente, se ha ocupado de problematizar el consumo infantil y familiar en la historia reciente de México.

¿El Fin de la Escuela tal y como la conocemos?.

La crisis derivada de la #COVID19 está suponiendo un cambio radical 
en el modo de afrontar la #docencia y el #aprendizaje.
Es posible que estemos ante un mero paréntesis tras el cual volveríamos al sistema de siempre. 
Sin embargo, una situación tan excepcional como la actual 
podría ser una inigualable ocasión para mejorar el funcionamiento de nuestra escuela.


En una memorable conferencia en la Residencia de Estudiantes de Madrid en 1930, 
John Maynard Keynes hablaba de que al cabo de cien años 
los avances tecnológicos serían tales 
que bastaría con trabajar quince horas a la semana...

Es obvio que aún carecemos de información suficiente para saber cómo se está resolviendo este problema en los diferentes niveles educativos.

Por lo pronto, se está poniendo aún más de manifiesto la brecha que separa a los alumnos en función de sus capitales cultural y económico. Los padres –más bien madres– con altos niveles educativos se pueden convertir en tutores de sus hijos. Quienes gozan de mayor capacidad económica pueden contar con una buena conexión a internet, varios ordenadores en el hogar y la posibilidad de contratar profesores particulares online.

Lecciones en la red

Respuestas de los Sistemas Educativos de Latinoamérica ante la crisis del Covid-19.



Este recurso es uno de los insumos que la UNESCO pone a disposición del público 
ante la emergencia educativa producida por la COVID-19


Su propósito es sistematizar y difundir las principales respuestas que han dado los países de América Latina desde sus respectivos sectores educativos. 
El texto pone el foco en la educación inicial, primaria y secundaria. La información que contiene toma como insumo iniciativas gubernamentales que han sido difundidas en los sitios de internet y cuentas de redes sociales de organismos oficiales de los países (ministerios de educación, agencias de evaluación educativas, etc.), en medios de comunicación, o que han sido obtenidas mediante consultas realizadas a funcionarios de gobierno.
Si desea agregar recursos a esta sistematización, por favor envíenos el enlace escribiendo un correo a siteal@iiep.unesco.org

Para iniciar la lectura, despliegue los capítulos que se encuentran enlistados a continuación:


Descubrimientos educativos sorprendentes durante la pandemia, Propuestas de futuro.

En estas semanas de confinamiento mundial por la COVID-19 se ha reflexionado aceleradamente acerca del sentido de la vida en casi todos los ámbitos humanos. Y, lógicamente, también en el necesario replanteamiento de la educación, en su caso.


Si se afirma, con buenas razones, que el virus lo cambió todo, 
¿cómo no va a cambiar la escuela? ,
¿Cómo se va a quedar sin responder a las nuevas situaciones a las que se enfrenta la humanidad?.

La experiencia de las familias

Las familias han tenido oportunidad de conocer con mejor y mayor criterio lo que sus hijos aprenden en el sistema educativo o, más exactamente, lo que ese sistema les intenta enseñar. En unas ocasiones lo han valorado positivamente, pero en otras no comprenden para qué tiene que recibir su hijo determinados conocimientos que no entiende, que va a olvidar de inmediato y que, además, no le son funcionales ni le van a servir para casi nada a lo largo de su vida.

El profesorado y las competencias

Por otro lado, el profesorado también se ha dado cuenta de lo que es importante y lo que, realmente, tiene que pasar a un segundo plano. ¿Por qué? Porque para el último trimestre del curso ha debido seleccionar los aprendizajes que resultan esenciales para poder seguir adelante el próximo curso sin mayores problemas.
Y, en efecto, ha “recortado” bastantes conocimientos que podrá adquirir más adelante si, de verdad, ha conseguido las competencias necesarias para ello.

Las materias menos valoradas por el sistema

Por otro lado, hemos descubierto que las materias menos valoradas en el sistema se han convertido en las más importantes para sobrevivir durante los días de confinamiento.
Es decir, que la música, la plástica, la dramatización, el deporte-educación física, la cocina, la literatura, el cine o el teatro están contribuyendo positivamente al desarrollo personal de niños y adultos, a la consecución de nuevos aprendizajes y competencias hasta ahora descuidados institucionalmente y a la cooperación como base de la convivencia en familia.
La diversidad de talentos se valora ampliamente y, por lo tanto, se confirma en la práctica diaria que el modelo educativo no se basa solamente en las matemáticas y la lengua, sino en otras muchas facetas de la vida que teóricamente están en el currículum, pero que no se atienden como se debe.

Habilidades desconocidas

Maestros y profesores están descubriendo habilidades en su alumnado hasta el momento desconocidas y, por ello, no valoradas porque no se reflejan formalmente en el currículum oficial. Las intervenciones que realizan niños y niñas por videoconferencia para demostrar la realización de los trabajos encargados dejan asombrados a padres, madres y profesorado en general, por la soltura, el interés, el compromiso, la seriedad con que las hacen.
Competencias de comunicación oral, de expresión artística, de apreciación visual, de dominio digital, básicas para la vida actual, se ponen de manifiesto ahora, aunque el sistema no las haya considerado fundamentales para conseguir los aprobados necesarios y seguir adelante. Como no se evalúan en exámenes escritos, a nadie le ha importado hasta ahora que se dominen o no, que la persona se enriquezca con sus aportaciones.

¿Qué cambio habría que hacer?

En consecuencia, ante los descubrimientos educativos que estamos haciendo, parece imprescindible replantearse qué educación queremos para las generaciones que actualmente están en procesos formativos, de manera que las competencias, objetivos y contenidos sean los adecuados para el mundo actual, a la vista de las incertidumbres agrandadas que se nos presentan ante el futuro.
Todo ello implica nuevas estrategias de trabajo en el aula (metodologías cooperativas, motivadoras, centradas en retos y problemas actuales) y, por supuesto, diversificados modelos de evaluación.
Todo lo que hace nuestro alumnado ahora mismo en sus casas, ¿se puede evaluar con un examen escrito? Familias, administradores de la educación y profesorado deben asumir que ese no es el formato apropiado para valorar los múltiples e interesantes aprendizajes que se realizan en las etapas de escolarización obligatoria.

Propuestas de futuro

Algunas propuestas para seguir avanzando hacia un sistema más razonable podrían ser:
  • Equilibrar el desarrollo del conjunto de áreas/materias del diseño curricular para que sean apreciadas en el justo valor que les corresponde por su importancia para la vida.
  • Incorporar nuevos aprendizajes, descubiertos como fundamentales, a la educación institucional.
  • Priorizar el planteamiento curricular por competencias, sobre el que da preferencia a los conocimientos que, en muchos casos, se olvidan y solo se memorizan para exponer en los exámenes.
  • Fomentar la creatividad, el pensamiento crítico, la autonomía, la capacidad de discernimiento, el espíritu de esfuerzo y la actitud de aprendizaje permanente.
  • Promover el tratamiento de la competencia emocional, el equilibrio de la personalidad, el desarrollo afectivo y de cuidado, la socialización, como contenidos imprescindibles ante una sociedad incierta.
  • Desarrollar escuelas resilientes que promuevan la superación y el crecimiento personal en situaciones críticas.
  • Establecer estrategias metodológicas coherentes con los quehaceres que, en la actualidad, se precisan para trabajar en sociedad.
  • Aplicar el modelo de evaluación continua y formativa de forma generalizada, que, aunque legalmente está implantado, continúa sin ser una realidad en los centros docentes.
  • Formar al profesorado en alfabetización mediática y en todos los planteamientos señalados, para asumir las funciones que exigen la educación y la sociedad actuales.
  • Favorecer la colaboración de la familia con los centros, a la vista del excelente papel que está desempeñando en los momentos de crisis.
Podría parecer difícil poner en marcha esta innovación profunda de la educación, pero hay que ser optimistas ante el desenvolvimiento de la misma que se está produciendo en estos momentos, sin previo aviso ni preparación de los agentes que intervienen en ella.
Algunos (el profesorado) con sesiones de actualización aceleradas y otros (las familias) asumiendo el papel que les corresponde como primeros educadores de sus hijos, e incluso apoyando la labor de los docentes como eficaces colaboradores de la enseñanza.

Adaptación a la nueva realidad

Estamos en tiempos de cambio, disponemos de aportaciones importantes de la psicopedagogía, de las neurociencias, de la ciencia y de otros muchos enfoques válidos para afrontar un porvenir más sostenible y más acorde con la realidad.
Hay que aprovechar las circunstancias, incluso las adversas, como la situación actual, para mejorar la preparación de la ciudadanía ante el futuro de la sociedad, cada día más incierto y desconocido.

La crisis económica del COVID-19 empujará a millones de niños al trabajo infantil.

Si no se toman medidas de protección social, factores como el cierre de escuelas, 
la muerte de padres y madres, la reducción de remesas, 
la falta de trabajo en general y el aumento de las labores informales, 
 dejarán a millones de niños en el mundo expuestos a la explotación, 
la trata de personas, y el trabajo forzado. 

La crisis del coronavirus podría empujar a millones de niños más al trabajo infantil, y paralizar el progreso de 20 años para eliminar este flagelo, advierte un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Desde el año 2000, se ha logrado sacar del trabajo a unos 94 millones de niños,  pero esas ganancias están ahora en riesgo por la pandemia. Según las agencias, aquellos que ya sufren esta explotación podrían estar trabajando más horas o en peores condiciones, y otros más podrían ser forzados a soportar trabajos terribles, con un daño significativo a su salud y seguridad.
Esto ocurriría principalmente debido al aumento de la pobreza, lo que empuja a los hogares a recurrir a todos los medios disponibles para sobrevivir. Según el informe, cuando la pobreza aumenta un 1%, el trabajo infantil aumenta un 0,7% en algunos países.
Cuando la pobreza aumenta un 1%, el trabajo infantil aumenta un 0,7% en algunos países.
"En tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias, a medida que aumenta la pobreza, las escuelas cierran y la disponibilidad de servicios sociales disminuye, más niños son empujados a la fuerza laboral”, asegura la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Según el informe, los grupos más vulnerables, como las personas que trabajan en la economía informal y los migrantes, sufrirán la mayor parte de la recesión económica, el aumento de la informalidad y el desempleo, la caída general en los niveles de vida, las crisis de salud y los sistemas de protección social insuficientes, entre otras presiones.

           

UNICEF/Eyas El Baba: Un niño de 13 años en Palestina recoge escombros cerca de la ciudad de Gaza para transportarlos en burro al mercado y venderlos.

La caída de la calidad de vida

En crisis anteriores que impulsaron la caída de los niveles de vida, muchos países de bajos y medianos ingresos vieron cambios drásticos en el progreso en la reducción del trabajo infantil y la inscripción de niños en la escuela.
Un estudio en Côte d'Ivoire sobre la caída de los precios del cacao en la crisis económica de 1990 encontró que una caída del 10% en los ingresos condujo a una disminución de más del 3% en las matrículas escolares, y un aumento de más del 5% en los niños trabajando.
Según el informe, la evidencia de las recesiones económicas en América Latina apunta a impactos más débiles o incluso marginalmente positivos, especialmente cuando existen medidas de protección social adecuadas.
Durante la crisis cafetera en América Central de 2000 a 2001, por ejemplo, varios países de la subregión fueron testigos de avances en las tasas de matriculación en la escuela primaria y un ligero descenso en el trabajo infantil. Los programas de asistencia social desempeñaron un papel importante en la protección del bienestar de los hogares. Los hogares en las zonas cafeteras con programas de asistencia social podrían proteger mejor los gastos del hogar y la asistencia escolar de los niños en comparación con aquellos en las zonas cafeteras sin dichos programas.
© UNICEF/Kamuran Feyizoglu: Un niño turco trabajando en el campo. El 70% del trabajo infantil ocurre en la agricultura. 

Empleo a la baja

Las horas de trabajo globales cayeron en el primer trimestre de 2020 en un 4,5% estimado en comparación con el último trimestre de 2019. Esto suma aproximadamente 130 millones de empleos a tiempo completo, suponiendo una semana laboral de 48 horas. Se espera que las horas de trabajo globales en el segundo trimestre sean 10,5% más bajas, equivalentes a 305 millones de empleos a tiempo completo.
Menos oportunidades de empleo y salarios más bajos pueden llevar a las personas a un trabajo informal o de explotación, lo que puede reducir aún más los salarios y, a su vez, contribuir al trabajo infantil. En comparación con los adultos, es más probable que los niños acepten trabajo por menos salario y en condiciones vulnerables. Las empresas pueden reclutar niños deliberadamente para reducir costos y aumentar las ganancias.
Y es que los niños son a menudo la mano de obra más disponible en los hogares. Por ejemplo, el desempleo de los padres debido a las crisis económicas en Brasil ha llevado a los niños a intervenir para proporcionar apoyo temporal. Se han documentado efectos similares en Guatemala, India, México y Estados Unidos. República de Tanzania.
Una forma de ayuda financiera para las familias es reducir los costos escolares, afirma el informe. Esta fue una parte importante de cómo los hogares afrontaron la Gran Recesión en El Salvador, con familias que cambiaron la asistencia de escuelas privadas a públicas dentro de un año escolar para reducir los gastos en educación.
También cuando las familias no pueden encontrar trabajo y se quedan sin opciones de sustento, incluso en el hogar, los niños pueden ser enviados lejos, lo que los hace vulnerables a la explotación. Consecuencias similares pueden resultar si los miembros de la familia se mudan o se separan. Los niños abandonados o solos están aún menos protegidos y son más vulnerables a las peores formas de trabajo. Después del terremoto de 2015 en Nepal, por ejemplo, el colapso de los mecanismos de protección públicos y privados impulsó el aumento de niños víctimas de la trata de personas. 

UNICEF/ Nyani Quarmyne: Niños trabajando en una instalación informal de procesamiento de oro en Ghana. El trabajo infantil es algo común, debido a la pobreza.

El crecimiento del trabajo informal

Las crisis económicas pasadas han impulsado el crecimiento del empleo informal, ya que los despedidos del trabajo formal buscan cualquier fuente alternativa de ingresos.  
Como está bien documentado, el trabajo infantil prevalece principalmente en la economía informal, donde los niños pueden intervenir fácilmente como trabajadores no calificados. Por lo tanto, las amenazas a los derechos de los niños de un sector informal ampliado no deben subestimarse. Un mayor empleo informal junto con dificultades económicas podría empujar a muchos niños fuera de la escuela y al mercado laboral.
Además, según los expertos, algunos hogares comenzarán nuevas empresas para hacer frente a la pérdida de empleo y el desplazamiento económico, lo que puede provocar más trabajo infantil. La evidencia reciente de Malawi, Filipinas y Zambia destaca cómo cuando la producción crece dentro de los hogares, el trabajo infantil aumenta.

La reducción en las remesas

La desaceleración económica mundial seguramente reducirá las remesas nacionales e internacionales que proceden principalmente de la Unión Europea y los Estados Unidos. Según el informe, en el pasado, se ha demostrado que las remesas internacionales reducen el trabajo infantil en los países pobres.
Cuando los migrantes remiten menos ingresos, las familias sufren. Los estudios de la Gran Recesión encontraron que redujo considerablemente las remesas de los Estados Unidos a México. Las familias que experimentaron una disminución tenían más probabilidades de tener hijos en el trabajo infantil.  Además, Los estudios de la crisis financiera asiática indicaron que las remesas respaldaban a las empresas familiares al tiempo que sostenían la escolarización y la protección contra el trabajo infantil.
Además, los retornos forzados de trabajadores migrantes en algunos países han resultado en niños y familias varados en las fronteras o confinados en centros de cuarentena. En Nepal, el cierre de algunos hornos de ladrillos, junto con la falta de transporte, han impedido que unas 12.000 personas, incluidos 2000 niños, regresen a sus aldeas de origen.
Banco Mundial/Ghullam Abbas Farzami: Niños agricultores trabajan en la provincia de Balkh, en Afganistán.

Una crisis de crédito

Una crisis crediticia reduce la inversión, incluso en la escolarización, lo que puede producir más trabajo infantil, una progresión evidente, por ejemplo, en Sudáfrica. A nivel familiar, una contracción del crédito puede generar que las tarifas escolares sean menos accesibles, lo que mantiene a los niños fuera de la escuela, y puede aumentar el trabajo infantil.
Además, cuando el crédito formal e informal no está disponible, los hogares pueden recurrir a formas más desesperadas para acceder al crédito, como el trabajo en condiciones de servidumbre. Esta ha sido una estrategia común en la historia reciente, y la crisis de COVID-19 podría empeorarla aún más.
Ya existe evidencia anecdótica de trabajo infantil en condiciones de servidumbre asociado con la pandemia, asegura el informe. El riesgo de que los prestamistas abusivos exploten a los niños puede aumentar especialmente una vez que se levanten las medidas de cierre y se reanuden las actividades normales.

Menos comercio internacional

A nivel mundial, el comercio internacional se ha derrumbado, con expectativas de que la depresión persista como lo hizo después de la crisis financiera de 2008. La pandemia provocó una caída del 3 por ciento en los valores del comercio mundial en el primer trimestre de 2020. Se prevé que la desaceleración se acelere en el segundo trimestre. Las previsiones recientes muestran una disminución del 27%.
Dada la estrecha tensión de las cadenas de suministro mundiales, las medidas para detener la propagación del virus, como el cierre de fronteras, el transporte y las empresas, han suprimido las exportaciones e importaciones mundiales y han reducido la producción. Tales cambios pueden influir en el nivel de vida de los pobres al inflar los precios al tiempo que se reducen los ingresos del trabajo y los activos familiares. Una disminución en el comercio que disminuye el nivel de vida empeorará el trabajo infantil, advierte el informe.
Banco Mundial/Arne Hoel: Una joven estudia a distancia en Túnez.

Las escuelas cerradas: otro factor de riesgo

De acuerdo con las agencias, la evidencia indica cada vez más que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas cierran durante la pandemia. El cierre temporal de los centros educativos está afectando actualmente a más de mil millones de estudiantes en más de 130 países. Incluso cuando se reinician las clases, algunos padres ya no pueden permitirse enviar a sus hijos a la escuela.
Los expertos advierten que esto causa que más niños se vean obligados a hacer trabajos peligrosos o sean explotados.  Además, las desigualdades de género pueden hacerse más agudas, con las niñas particularmente vulnerables a la explotación en la agricultura y el trabajo doméstico.
Después del tsunami de Indonesia, solo las familias más ricas y educadas pudieron hacer frente y mantener a sus hijos saludables y en la escuela.
La evidencia sobre el trabajo infantil aumenta a medida que las escuelas cierran durante el cierre global que está aumentando gradualmente. En Malawi, por ejemplo, el Gobierno cerró las escuelas para evitar la propagación del virus. Incapaces de aprender, los niños pronto terminaron con otras tareas. Las agencias citan el testimonio de un niño en ese país: "Muchos padres en mi vecindario se han aprovechado de las" vacaciones "para enviar a los niños a la ciudad a vender frutas y verduras".
OPS: Una mujer y su hija en un hospital de Colombia durante la pandemia de COVID-19.

La muerte de los padres

El creciente número de muertes por COVID-19 es seguido por el creciente número de niños que se quedan sin uno o ambos padres, así como otros cuidadores, como los abuelos. Los niños privados de cuidado familiar son particularmente vulnerables al trabajo infantil, la trata y otras formas de explotación.
La evidencia de crisis anteriores sugiere que cuando los sistemas de salud no cuentan con recursos suficientes y faltan mecanismos de protección social, es muy probable que las familias experimenten crisis de salud severas. Muchos trabajadores, especialmente aquellos en el sector informal, no tienen más remedio que continuar trabajando, lo que aumenta su riesgo de enfermarse. Los hogares pueden enfrentar costos de salud catastróficos exacerbados por la pérdida de un proveedor de la familia o un receptor de pensiones. El trabajo infantil se convierte en una estrategia de supervivencia. Las niñas en particular pueden asumir un papel más importante en el cuidado de los miembros del hogar que se enferman.
Cuando los miembros adultos del hogar se enferman o mueren, no es inusual que los niños asuman su trabajo. En sociedades con roles de género tradicionales, la muerte paterna puede llevar a los niños a buscar trabajo, incluidas las peores formas de trabajo infantil, fuera del hogar. 
Un estudio reciente en Mali documentó cómo la enfermedad de las mujeres en la familia hace que los niños asuman ciertas tareas. Aun cuando el trabajo de los niños y el de sus madres generalmente están estrechamente entrelazados, las madres a menudo también juegan un papel de supervisión para asegurarse de que los niños continúen en la escuela.
Además, la evidencia anecdótica de diferentes países revela que, dado que las personas piensan que los niños no se ven afectados por COVID-19, se les pone a trabajar en lugar de los adultos. Cuidan a los familiares enfermos y hacen compras y otras actividades que implican romper la cuarentena. También complementan el ingreso familiar cuando los adultos no pueden trabajar, especialmente porque pueden saltarse o evitar el toque de queda, ya que son menos visibles y es menos probable que la policía los atrape.

PNUD Uruguay/Pablo La Ros: Una niña estudiando con una computadora portátil proporcionada por la Fundación OLPC (una computadora portátil por niño). Montevideo, Uruguay

Recomendaciones

“Al imaginar el mundo después del COVID-19, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias tengan las herramientas que necesitan para enfrentar tormentas similares en el futuro. La educación de calidad, los servicios de protección social y las mejores oportunidades económicas pueden cambiar las reglas del juego”, agregó la jefa de UNICEF.
El director de la Organización Internacional del Trabajo recalcó también que la protección social es vital para estos tiempos de crisis.
“La integración de las preocupaciones sobre el trabajo infantil en políticas más amplias de educación, protección social, justicia, mercados laborales y derechos humanos y laborales internacionales hace una diferencia crítica”, aseguró Guy Rider.
El informe propone una serie de medidas para contrarrestar la amenaza del aumento del trabajo infantil, entre ellas:
  • una protección social más integral
  • un acceso más fácil al crédito para los hogares pobres
  • la promoción del trabajo decente para adultos
  • medidas para que los niños vuelvan a la escuela, incluida la eliminación de cuotas escolares
  • más recursos para inspecciones laborales y cumplimiento de la ley.
 La OIT y el UNICEF están desarrollando un modelo de simulación para analizar el impacto del COVID-19 en el trabajo infantil a nivel mundial. Se publicarán nuevas estimaciones mundiales sobre el trabajo infantil en 2021.
La Organización Internacional del Trabajo  lanzó el "Día Mundial contra el Trabajo Infantil" en 2002 para concienciar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicarlo.
El Día Mundial este  2020 se centra en el impacto de la crisis en la explotación laboral de la infancia y hace un llamamiento a los países y organizaciones para proteger a los más vulnerables durante la gestión y recuperación de esta crisis. 

Proyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia.

Referencia del Consejo de Ministros.



El Consejo de Ministros ha aprobado remitir a las Cortes Generales el Proyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, que trata de dar respuesta a la obligación de protección de las personas menores de edad establecida en la Convención sobre los Derechos del Niño, (adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por España en 1990), en el artículo 3 del Tratado de Lisboa y en el artículo 39 de la Constitución Española.
Este Proyecto ha sido desarrollado en un amplio proceso de consultas y aportaciones con el resto de administraciones, las organizaciones especializadas en infancia y el conjunto de la sociedad civil.
El Comité de Derechos del Niño, con ocasión del examen de la situación de los derechos de la infancia en España en 2018, reiteró a nuestro país la necesaria aprobación de una ley integral sobre la violencia contra los niños y niñas, análoga a la aprobada contra la violencia de género.
Esta Ley responde a esta necesidad, e incluye medidas en muchos ámbitos (prevención, actuación en el nivel educativo, apoyo familiar, servicios sociales, sanidad, regulación de la publicidad, redes sociales, justicia…), teniendo en cuenta varias de las Observaciones Generales (12, 13 y 14) realizadas por el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas y los estándares internacionales desarrollados por el Consejo de Europa en sus distintos convenios.
Además, la Ley está orientada al cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030, en particular el Objetivo 16 ("Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas") y la meta 16.2 ("Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños").
En concreto, esta nueva norma persigue establecer un nuevo paradigma de prevención y protección común en todo el territorio del Estado frente a la vulneración de derechos que significa la violencia sobre la infancia y la adolescencia.
Este paradigma se caracteriza por:
  • Una aproximación integral con la que dar respuesta a un problema que tiene una naturaleza multidimensional.
  • La priorización de la prevención como vía para evitar la violencia contra las personas menores de edad. Reforzando también las capacidades de los propios niños, niñas y adolescentes para la detección precoz y la adecuada reacción ante situaciones de violencia.
  • El establecimiento de medidas de protección orientadas a eludir la victimización secundaria.
  • La superación de la fragmentación del modelo actual, mediante la colaboración con las Comunidades Autónomas.
Las principales novedades que introduce este Proyecto de Ley Orgánica son:
  • Se garantiza a los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia los derechos a la información, el asesoramiento y el apoyo, a una atención integral (incluida la atención terapéutica) y a personarse en los procedimientos judiciales que se sigan.
  • Se promueve y garantiza la formación especializada, inicial y continua en materia de derechos fundamentales de la infancia y la adolescencia de los y las profesionales que tengan un contacto habitual con personas menores de edad por las Administraciones Públicas.
  • Se generaliza el deber de comunicar cualquier situación de violencia sobre niños, niñas o adolescentes a la autoridad competente aun cuando no sea constitutiva de delito. Este deber de comunicación se configura de una forma más exigente para aquellos colectivos profesionales que tengan un contacto habitual con personas menores de edad.
  • Las Administraciones Públicas deberán establecer mecanismos adecuados de comunicación, accesibles y seguros. Se fomenta la comunicación de situaciones de violencia sobre los niños, niñas y adolescentes por otros menores.
  • Se establece la Conferencia Sectorial de infancia y adolescencia, como órgano de cooperación entre las Administraciones Públicas para garantizar la necesaria cooperación entre las mismas en la aplicación de esta ley y a fin de analizar su puesta en marcha, sus repercusiones jurídicas y económicas y evaluar su impacto se crea una Comisión de Seguimiento.
  • La elaboración de una Estrategia para la erradicación de la violencia sobre la infancia y la adolescencia a nivel nacional en colaboración con las comunidades autónomas, las Ciudades de Ceuta y Melilla, y las entidades locales.
  • Se refuerzan las actuaciones de sensibilización, detección precoz y prevención con planes y programas públicos dirigidos a la erradicación de la violencia sobre la infancia y la adolescencia dotados presupuestariamente y que prioricen a los colectivos más vulnerables.
  • Se proporcionará el apoyo público necesario para prevenir desde la primera infancia factores de riesgo, reforzar factores protectores, así como apoyar la labor educativa de las familias. Así como, se promoverá el buen trato, la parentalidad positiva, la adquisición de competencias emocionales, de negociación y resolución de conflictos en base a la situación y necesidades de los progenitores, o en su caso, de las personas tutoras o guardadoras o acogedoras.
  • De forma coordinada con la reforma de la Ley de Educación, se crea la figura del coordinador o coordinadora de bienestar y protección en los centros educativos y se definen sus funciones básicas para asegurar el adecuado funcionamiento de los protocolos de actuación frente a indicios de acoso escolar, ciberacoso, acoso sexual, violencia de género y cualquier otra forma de violencia.
  • Los centros de Educación Superior promoverán la formación, docencia e investigación en derechos de la infancia y adolescencia en general.
  • Se garantiza el acceso universal de los niños, niñas y adolescentes, que se encuentren en situaciones de violencia, a los servicios sanitarios de tratamiento y rehabilitación. Se desarrollará un protocolo común de actuación sanitaria para facilitar la promoción del buen trato, la identificación de factores de riesgo y la prevención y detección precoz de la violencia sobre niños, niñas y adolescentes en este contexto.
  • Se atribuye la condición de agentes de la autoridad a los funcionarios que desarrollan su actividad profesional en los servicios sociales. Se optimiza la información estadística sobre los casos de violencia sobre la infancia y la adolescencia en el Registro Unificado de Servicios Sociales sobre Violencia contra la Infancia con la procedente de los servicios sociales de atención primaria.
  • Se regulan las actuaciones públicas dirigidas a garantizar el uso seguro y responsable de Internet por parte de los niños, niñas y adolescentes, familias, personal educador y profesionales que trabajen con personas menores de edad.
  • Se crea la figura del delegado de protección en las entidades que realizan actividades deportivas o de ocio con personas menores de edad para informar y apoyar a los niños, niñas y adolescentes para el cumplimiento de los protocolos de actuación frente a la violencia en este ámbito.
  • Se establece que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a nivel estatal, autonómico y local cuenten con unidades especializadas en la sensibilización, prevención de situaciones de violencia sobre personas menores de edad. Se reduce la práctica de diligencias con intervención de personas menores de edad a aquellas que sean estrictamente necesarias.
  • Se regula el canal específico de denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos para garantizar una adecuada protección del derecho fundamental a la protección de datos personales y la rápida retirada de Internet los contenidos que atenten gravemente contra el mismo.
  • Los centros de protección deberán contar con protocolos de actuación para la prevención, detección precoz e intervención frente a las situaciones de violencia comprendidas en esta ley. Protocolos que contemplen específicamente actuaciones respecto a la trata de seres humanos, el abuso y la explotación sexual de personas menores de edad sujetas a medidas protectoras y que residan en dichos centros.
  • Se prevé un aumento de la dotación presupuestaria en el ámbito de la Administración de Justicia y la Administración de los Servicios Sociales para luchar contra la victimización secundaria y cumplir las nuevas obligaciones encomendadas por la ley respectivamente.
  • Se perfecciona la regulación relativa a la certificación negativa del Registro Central de delincuentes sexuales de no haber cometido delitos contra la libertad o indemnidad sexuales o de trata de seres humanos con fines de explotación sexual para desarrollar actividades que supongan contacto habitual con personas menores de edad.
  • Se obliga a denunciar al cónyuge y a los familiares cercanos de la persona que haya cometido un hecho delictivo cuando se trate de un delito grave cometido contra una persona menor de edad.
  • Se pauta como obligatoria la práctica de la prueba preconstituida por el órgano instructor, cuando la víctima sea una persona menor de catorce años o con discapacidad necesitada de especial protección a fin de evitar que tenga que declarar reiteradamente, a lo largo del procedimiento penal, sobre los hechos objeto del procedimiento.
  • Se atribuye la facultad de decidir el lugar de residencia de los hijos menores de edad a ambos progenitores. Por tanto, se requiere el consentimiento de ambos o autorización judicial para el traslado de la persona menor de edad, con independencia de la medida que se haya adoptado en relación a su guarda o custodia, salvo suspensión o privación de la potestad o atribución exclusiva de dicha facultad a uno de los progenitores.
  • Se regula la necesidad de formación especializada en las carreras judicial y fiscal, exigida por toda la normativa internacional, en materia de derechos fundamentales de la infancia y la adolescencia.
  • Se prohíbe la publicidad que por sus características pueda provocar en personas menores de edad la adopción de conductas violentas sobre sí mismas o sobre terceros, así como los que integren una serie de estereotipos de carácter sexista, racista, estético o de carácter homofóbico o transfóbico.
  • Se da una nueva regulación a los delitos de odio, incorporando la edad como causa de discriminación, tanto sobre los niños, niñas y adolescentes, como sobre las personas de edad avanzada e incluyendo la aporofobia y la exclusión social dentro de estos tipos penales.
  • Se endurecen las condiciones para el acceso al tercer grado de clasificación penitenciaria, a la libertad condicional y a los permisos penitenciarios por parte de las personas penadas por delitos que atenten contra la indemnidad y libertad sexuales de personas menores de dieciséis años.
  • Se extiende el tiempo de prescripción de los delitos más graves cometidos contra las personas menores de edad, modificando el día de comienzo de cómputo del plazo: el plazo de prescripción se contará a partir de que la víctima haya cumplido los treinta años de edad.
  • Se configura como obligatoria la imposición de la pena de privación de la patria potestad a los penados por homicidio o por asesinato en dos situaciones: cuando el autor y la víctima tuvieran en común un hijo o una hija y cuando la víctima fuera hijo o hija del autor.
  • Se introduce como posible sujeto activo en el tipo penal de sustracción de personas menores de edad el progenitor que únicamente tenga en su compañía a la persona menor de edad en un régimen de estancias.
  • Se crean nuevos tipos delictivos para evitar la impunidad de conductas realizadas a través de medios tecnológicos y de la comunicación, que producen graves riesgos para la vida y la integridad de las personas menores edad, así como una gran alarma social, como las que promuevan el suicidio, la autolesión o los trastornos alimenticios entre personas menores de edad.
  • Se reconoce el derecho a la asistencia jurídica gratuita de las personas menores de edad y de las personas con discapacidad necesitadas de especial protección víctimas de delitos violentos graves, con independencia de la situación económica de la víctima.
  • Se recoge un completo listado de indicadores de riesgo para la valoración de esta situación a las Entidades Públicas de protección de menores.
  • Se regulan las condiciones y el procedimiento aplicable a las solicitudes de acogimiento transfronterizo de menores procedentes de un Estado miembro de la Unión Europea o de un Estado parte del Convenio de la Haya de 1996.
  • Se conceden nuevos derechos de las víctimas de delitos de violencia de género cuando el autor de los hechos sea una persona menor de dieciocho años en línea con Estatuto de la víctima del delito.
  • Se modifica de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria para asegurar el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser escuchados en los expedientes de su interés, salvaguardando su derecho a la defensa, expresarse con libertad y garantizando su intimidad.
  • Se encomienda al Gobierno la elaboración de dos proyectos de ley con el fin de establecer la especialización de la jurisdicción penal y civil, así como del Ministerio Fiscal.

PROMINNATs. Programa de Microfinanzas de los NNATs.

Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores.


El programa PROMINNATS brinda a 200 niños peruanos la oportunidad de ir a la escuela 
y al mismo tiempo mejorar sus condiciones de trabajo 
y defender sus derechos sin dejar de ser niños.