Mostrando entradas con la etiqueta Pediatría Social. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pediatría Social. Mostrar todas las entradas

Que la infancia y la adolescencia no se vuelvan invisibles.



Esta pandemia, con cuarentena indefinida incluida, tiene mucho dicho y escrito sobre los adultos y más aún sobre los adultos mayores. Los riesgos, la letalidad del Covid-19 para ellos, e incluso un enorme debate sobre si corresponde ser coercitivo con las medidas de aislamiento, o si se debe apostar en todo caso a la conducta asertiva. Todo ello para cuidarlos de la enfermedad por coronavirus Covid-19, pero sin descuidar su salud mental y respetando sus derechos.


Entre tanta preocupación “adulta por los adultos” recordé que 
desde tiempos remotos la infancia y la adolescencia fueron invisibles para la sociedad.
Es más: durante la mayor parte de la historia del mundo no fueron tenidos en cuenta,
 o aún peor fueron sometidos y/o abusados por la sociedad de la época. 
Es hora entonces de priorizarlos o. al menos. 
Proponernos tenerlos en cuenta.
Infobae



Como dice Joan Manuel Serrat en uno de sus maravillosos poemas, “uno solo es lo que es y anda siempre con lo puesto”. Quizás por eso que yo no puedo dejar de pensar como pediatra...

Todos tenemos miedo, estamos más o menos asustados, o al menos inquietos con esta realidad tan incierta.

Qué difícil debe ser para los más pequeños no poder correr, saltar, tirarse del tobogán, caminar “sin ton ni son” y ensuciarse en el parque, el arenero o la plaza del barrio. Porque esa es su manera de conocerse y conocer el mundo, el que van construyendo junto a los adultos. Ni que hablar los que empezaban su etapa de socialización, de juego compartido, de pequeña rutina y normas de convivencia con sus pares.

¡Y qué decir de los adolescentes! Esa etapa tan compleja de la vida en la que necesitamos tanto de nuestros amigos, de ese otro espejo que nos va construyendo y modelando más allá de nuestros padres. Justamente esa enorme necesidad de ser un otro distinto de mi mamá y mi papá. Tan difícil y tan necesario para su independencia, autonomía y desarrollo de una vida adulta saludable. Entender en esta etapa de rebeldía y “ebullición” que tengo que quedarme en casa con mis padres 24/7 es pedirles un acto de solidaridad y responsabilidad social gigantesco.

A esta altura pensarán: ¿y que otra posibilidad hay? ¡Los estamos y nos estamos cuidando! Es verdad, pero se me ocurre que tal vez agradecerles por su compromiso para que todos estemos bien, mostrarles nuestra preocupación porque están “adentro”.

Incentivar, a la inversa de lo que recomendamos siempre, el contacto con pares a través de las redes sociales, los juegos grupales online, y las charlas con amigos por Zoom o similar.

La mayoría de los chicos tienen un celular, de ellos o de los papás que se lo podemos prestar para que estén comunicados, por esta vez sin quejarnos.

Y con los más chiquitos una enorme cuota de paciencia y tolerancia a los almohadones por el suelo, a alguna pared con crayón (aunque si tiene su cuarto es mejor que lo haga allí...) y a que corran alrededor de la mesa “todo el día”. Es su aporte a que nos quedemos en casa. En fin, todo esto pensando en que no nos olvidemos de ellos, que haya mucho hablado y escrito sobre cuánto nos preocupa lo que les pasa con esta pandemia, con tanta incertidumbre y tanto miedo rondando...

Y un capítulo aparte para aquellos niños que además cursan una enfermedad que no es COVID-19 y les corren las generales de la ley en todo lo dicho; para ellos y sus familias, el mayor respeto y solidaridad. Me atrevo a decir desde todos los que somos profesionales de la salud.

Para que la infancia y la adolescencia al menos en esta oportunidad no se vuelvan invisibles.

*Patricia Elmeaudy es médica pediatra del Hospital Garrahan

Children are not COVID-19 super spreaders: time to go back to school.

 Los niños no son súper propagadores de COVID-19: 
¿es hora de volver a la escuela?.

"En la actualidad, los niños no parecen ser súper contagiadores. 
Los datos de serovigilancia no estarán disponibles para confirmar o refutar estos hallazgos antes de las decisiones políticas urgentes que deben tomarse en las próximas semanas, como cómo y cuándo volver a abrir las escuelas. 
Las políticas para intervenciones no farmacológicas que involucren a niños tendrán que hacerse sobre una base de riesgo-beneficio con evidencia actual disponible.

Los gobiernos de todo el mundo deberían permitir que todos los niños regresen a la escuela, independientemente de las comorbilidades. Se necesitará una vigilancia detallada para confirmar la seguridad de este enfoque, a pesar de los análisis recientes que demuestran la ineficacia del cierre de escuelas en el pasado reciente.

Los medios de comunicación destacan una posible nueva vasculitis similar a Kawasaki que puede o no deberse al SARS. CoV2 no cambia el hecho de que COVID-19 grave es tan raro como muchos otros síndromes de infección grave en niños que no provocan el cierre de las escuelas. 
La evaluación del riesgo individualizada y la toma de decisiones por parte de los médicos deben realizarse para aquellos considerados con un riesgo excepcional (como inmediatamente después del trasplante de médula ósea) o donde hay otros miembros mayores de la familia con un riesgo significativo".

Acceso al artículo Children are not COVID-19 super spreaders: time to go back to school.
  1. Alasdair P S Munro1,2,
  1. Saul N Faust1,2
View Full Text
Statistics from Altmetric.com
http://dx.doi.org/10.1136/archdischild-2020-319474

Apertura escalonada del confinamiento de la población infantil y juvenil.

del confinamiento de la población infantil y juvenil.

La Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS), que ha participado junto con la Asociación Española de Pediatría (AEP) y otras sociedades científicas de Pediatría en el Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ante la confusión y la frustración creadas por las informaciones emitidas por el Gobierno de España, a veces contradictorias, sobre las medidas que se van a adoptar para la apertura progresiva del confinamiento de la población infantil y juvenil ante la pandemia por coronavirus, hace públicas las siguientes consideraciones: 
  1. La actividad física y el juego en espacios abiertos son necesidades básicas de la infancia en sus diferentes etapas evolutivas y, por lo tanto, su satisfacción es un derecho que tienen los niños, las niñas y los adolescentes y que debe ser cumplimentado en la medida en que no suponga un peligro de contagio para ellos, para sus familiares, o para otros niños o adultos.

    De este derecho se deduce que son los padres o tutores quienes tienen el deber de acompañar a los hijos en el desarrollo de actividades físicas al aire libre, y no son los hijos quienes deben acompañar a sus padres a tareas imprescindibles como la compra de productos necesarios, que tienen lugar casi siempre en establecimientos cerrados, donde la concentración de personas y la reducción de los espacios pueden suponer una situación de riesgo para el posible contagio del coronavirus.

    Para hacer compatibles ambos aspectos, se deben establecer los criterios y los detalles concretos de la actividad que podrán desarrollar fuera de sus domicilios, y de las precauciones que se deben adoptar bajo la responsabilidad de sus padres o tutores, como han propuesto las sociedades científicas en el citado Consejo Asesor.
  2. En el ejercicio de este derecho consideramos que debe darse prioridad a los hijos de familias monoparentales en riesgo de pobreza, con la adopción de las medidas de apoyo de los servicios sociales locales y de conciliación familiar en el trabajo de sus padres o madres, a la vez de la flexibilidad que sea necesaria para facilitarles el acceso a la actividad física y al juego en espacios públicos o vecinales abiertos.
  3. Debe considerarse prioritaria la apertura progresiva del confinamiento y el acceso a la actividad física en espacios públicos abiertos, de la población infantil y juvenil que tiene necesidades especiales por padecer enfermedades crónicas, discapacidad, problemas del desarrollo o enfermedades psicológicas o psiquiátricas.
  4. También se debe conceder prioridad en la aplicación de las medidas de apertura del desconfinamiento, a los hijos de familias que viven en viviendas pequeñas, privadas de ventanas o balcones al exterior o que viven en condiciones de hacinamiento.
  5. Las medidas que se adopten deben tener consideración especial con los niños, niñas y adolescentes tutelados por el Sistema de Protección en Centros o en Familias de Acogida.
Lo que exponemos como una exigencia ante las autoridades que tienen la competencia en el dictado y aplicación de estas medidas, y a la opinión pública, para la mejor garantía de los derechos de la infancia, que está contribuyendo de forma ejemplar al cumplimiento del estado de alerta en nuestro país.

Salud de la Infancia Confinada.

Estudio sobre confinamiento y salud en población infantil.

Añadir leyenda
OPIK,
Grupo de Investigación en 
Determinantes Sociales de la Salud 
y Cambio Demográfico.

La situación de alerta sanitaria por la pandemia del COVID-19, ha obligado al confinamiento de la población con el fin de limitar al máximo la movilidad de las personas. Se trata de una medida que en muchos países como el nuestro resulta muy excepcional, desconociendo los efectos que puede tener en la salud y el bienestar de la población. Sin embargo, sí conocemos la importancia de las condiciones materiales y de vida en la salud: aspectos como las características de nuestras viviendas, el nivel de ingresos o las expectativas de empleo repercuten de forma muy importante en el bienestar. Además, los niveles de salud y los principales condicionantes de la salud empeoran a medida que el nivel socioeconómico de las personas desciende. Las desigualdades sociales en salud son un claro reflejo de la desigualdad social y material de nuestras sociedades.

A partir de aquí, desde el Grupo de Investigación en Determinantes Sociales de la Salud y Cambio Demográfico - OPIK (UPV/EHU), con la colaboración de Bidegintza - Cooperativa para la promoción humana y el desarrollo comunitario y el Centre d'investigació en Salut Laboral, CiSAL (UPF), hemos diseñado un (Abre una nueva ventana)estudio (pdf ,153,69 Kb) con el objetivo de conocer cómo el confinamiento puede estar afectando a la salud y el bienestar de nuestros niños y niñas y al de padres y madres y cómo las condiciones de vida de las familias pueden determinar cómo lo estamos viviendo.















Medidas para proteger a la infancia en la crisis del COVID-19. Plataforma de Infancia.

100-medidas-infancia-covid19-1200×630

100 medidas para proteger a la infancia en la crisis del COVID-19



Apoyar a las familias en situación de pobreza y exclusión social con una dotación económica; garantizar a las familias con un solo progenitor y familias numerosas las condiciones para conciliar tras el cierre de los colegios; garantizar el derecho a la educación de todos los niños y niñas asegurando su acceso a internet; y buscar alternativas para los niños confinados en viviendas que no reúnen unas condiciones mínimas de salubridad son algunas de las 100 medidas que piden las organizaciones de infancia para proteger a los niños, niñas y adolescentes en esta crisis sanitaria y que han hecho llegar al Gobierno. Estas medidas, hechas públicas hoy, son fruto del análisis que la Plataforma de Infancia ha realizado junto con sus 67 entidades sobre el impacto de la crisis del COVID-19 sobre la infancia en España.

“Las organizaciones de infancia somos conscientes de la necesidad de proteger a los grupos de población más afectados por el COVID-19 pero consideramos necesario también que Gobierno, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos pongan en marcha políticas específicas a corto, medio y largo plazo,  para proteger a los niños y niñas, especialmente a los más vulnerables, en esta crisis sanitaria” explica Ricardo Ibarra, Director de la Plataforma de Infancia “En momentos de crisis no basta con medidas generales, esperando que los niños y niñas se beneficien de ellas; como comprobamos en la última crisis económica, cuando la infancia llegó a ser el grupo más pobre de España ante la falta de una respuesta específica”.

COVID-19: new guidance on protecting children and schools.

The global outbreak of coronavirus disease (COVID-19) has now been declared a Public Health Emergency of International Concern (pandemic), and the virus has spread to many countries and territories.

While COVID-19 continues to spread, it is important that communities take action to prevent further transmission, reduce the impacts of the outbreak and support control measures.

The protection of children and educational facilities is particularly important. Precautions are necessary to prevent the potential spread of COVID-19 in school settings. However, care must also be taken to avoid stigmatizing students and staff who may have been exposed to the virus. COVID-19 does not differentiate among borders, ethnicities, disability status, age or gender.


‘Protection of children is…particularly important’
Education settings should continue to be welcoming, respectful, inclusive and supportive environments to all. Measures taken by schools can prevent the entry and spread of COVID-19 by students and staff who may have been exposed to the virus, while minimizing disruption and protecting students and staff from discrimination.
The purpose of this document is to provide clear and actionable guidance for safe operations through the prevention, early detection and control of COVID-19 in schools and other educational facilities. The guidance, while specific to countries that have already confirmed the transmission of COVID-19, is relevant in all other contexts.
Education can encourage students to become advocates for disease prevention and control at home, in school and in their community by talking to others about how to prevent the spread of viruses. Maintaining safe school operations or reopening schools after a closure requires many considerations but, if done well, can promote public health.
In a statement, UNICEF said: “Characterizing COVID-19 as a pandemic is not an indication that the virus has become deadlier. Rather, it is an acknowledgement of the disease’s geographical spread.
‘Virus could spread to children in any country’
“UNICEF has been preparing and responding to the epidemic of COVID-19 around the world, knowing that the virus could spread to children in any country or community. We will continue working with governments and our partners to stop transmission of the virus, and to keep children and their families safe.
“At the same time, we remain very concerned by the secondary impacts of the outbreak and related control measures on children, including school closures, the burden on local health systems for the delivery of primary care, protection risks and economic pressures felt by some families.
“Fear of the virus is also contributing to discrimination against people from vulnerable groups, including refugees and migrants – this is unacceptable. We remain on the ground working in affected communities to mitigate secondary impacts for children and push back against stigmatization.”
‘Clear and actionable guidance’
Click here for the new guidance document (pdf format) from UNICEF, the World Health Organisation and the International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies.
Click here for more on UNICEF’s response to COVID-19.

¿Cómo explico una epidemia a los más pequeños?

No es el fin del mundo: solo hay que tener muy claras las prioridades.



Los medios de comunicación y la alarma social a veces precipitan el trabajo de familias y educadores obligándonos a explicar cosas de las que nunca creíamos que necesitaríamos tener que hablar con los más pequeños. No es el fin del mundo: solo hay que tener muy claras las prioridades


"¿El coronavirus es un bicho pequeñito con corona?"
Desde hace unas semanas parece que no se habla de otra cosa que no sea el COVID-19 (“el coronavirus”): en los medios, en las calles, en las familias, en los centros educativos y hasta en las aulas de educación infantil. No parece el tema más adecuado para hablar en la asamblea de infantil, pero a veces los niños y niñas son quienes lo proponen porque están nerviosos por la expectación que notan a su alrededor y necesitan expresarse. ¿Cómo podemos afrontar esta situación desde un punto de vista educativo? Si ya conoces nuestras propuestas de educación en derechos de infancia, quizás ya imagines cómo: enfocando el tema de manera que protejamos los derechos de los niños y niñas de los que somos responsables. En este caso, especialmente sus derechos a la protección y a la salud.
Proteger sus emociones
Los niños y niñas muy pequeños aún no han adquirido la madurez suficiente para poder entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de las enfermedades. Habitualmente, cuando hablamos con ellos sobre los problemas de salud empleamos eufemismos como llamar a virus y bacterias “bichitos invisibles”, referirnos a la enfermedad como “pupa” o decir que la gente enferma “está malita”. Estas imprecisiones no contribuyen a su formación científica (para la que aún habrá tiempo) pero contribuyen a otro aspecto muy importante de la educación en esta etapa: proteger su bienestar emocional.
La prioridad en esta etapa debe ser, precisamente, proteger a niños y niñas de toda aquella información que aún no pueden procesar y que les puede llevar a desarrollar ansiedad y miedos debido a la incertidumbre. 
En este sentido conviene:
  • Evitar que vean o escuchen noticias y reportajes con un enfoque sensacionalista o morboso de la situación.
  • Evitar que se expongan mucho tiempo a noticias sobre el problema, aunque el tratamiento sea adecuado: el tiempo que dedicamos a un tema también puede transmitir inquietud, aunque el tono no sea alarmista. 
  • Evitar involucrarlos en conversaciones de adultos sobre la situación, especialmente si son acaloradas o incluyen bromas y dobles sentidos: aunque no estemos hablando con ellos, saben de lo que hablamos y sacan sus propias conclusiones.
  • Dedicar tiempo a resolver sus dudas e inquietudes, en un lenguaje adaptado a su capacidad de comprensión, pero no engañoso. Si sientes que te faltan recursos para transmitir información, puedes recurrir a algunos de los cuentos que se editan cada año sobre salud y enfermedades, ya que permiten a los niños y niñas procesar el impacto emocional a través de la imaginación. En tu biblioteca o librería más cercana podrán recomendarte algunos títulos interesantes.

Proteger su salud
En este momento del desarrollo es también muy importante sentar las bases de las competencias de autoprotección que les permitirán ser responsables sobre su salud y la de otras personas a lo largo de su vida. No es necesario un tratamiento exhaustivo de las causas y efectos de las enfermedades para empezar a incidir educativamente en conductas de protección que sí están al alcance de niños y niñas desde edades muy tempranas y que además les permiten desarrollar su sentido de autoeficacia y su seguridad en sí mismos:
  • El lavado de manos con agua y jabón: no sólo aprender a lavarse bien las manos, sino adquirir el hábito y ser capaces de demandar y promover esta necesidad en diferentes contextos (por ejemplo: recordárselo a otros niños, acordarse en un restaurante…)
  • Reconocer las circunstancias cotidianas en las que estamos en contacto con suciedad y ser capaces de tomar precauciones. Por ejemplo: manejo de tierra, contacto con animales domésticos, precauciones frente a basura y heces…
  • Aprender e interiorizar aquellas medidas higiénicas que protegen a los demás, por ejemplo: el uso de pañuelos y servilletas, aprender a sonarse y a limpiarse, evitar compartir cubiertos y vasos…
  • Adquirir respeto por el entorno: pequeñas contribuciones a la higiene doméstica y escolar, adquirir el hábito de tirar los desechos a la basura, conocer la importancia de la limpieza del entorno, de la ropa, de la vajilla…

Prevenir la violencia
A esta edad aún no tenemos la capacidad de reflexión necesaria para hacer un análisis crítico de las informaciones erróneas, malintencionadas o prejuiciosas. No podemos evitar que los niños y niñas entren en contacto con determinadas opiniones, pero tenemos que prestar especial atención porque incluso lo que un niño o niña un poco más mayor podría entender como un chiste puede ser tomado literalmente por los más pequeños.
En este sentido es muy importante dedicar un tiempo extra a detectar los malentendidos que pueden estar afectando a su percepción de salud y la enfermedad porque pueden sentar las bases de estereotipos y prejuicios duraderos. Por ejemplo:
- “Mi vecino chino es un coronavirus”.
- “Si tu abuela tose se va a morir”.
- “Hay que alejarse de los viejos”.
- “Los pobres contagian enfermedades”.

A veces, por más que nos esforcemos en tratar adecuadamente y con sensibilidad estos temas en el aula o en familia, no podemos evitar que las conversaciones entre niños y niñas se conviertan en un “teléfono escacharrado”. A pesar de que es comprensible y que, en edades muy tempranas no hay realmente malicia en los comentarios, es muy necesario reconducir las percepciones erróneas que puedan estarse formando sobre determinadas personas o colectivos, para evitar que, con el tiempo, se conviertan en algo más grave.
Recuerda: el ejemplo vale más que las palabras
A cualquier edad, pero muy especialmente con los más pequeños, de poco vale enseñar a lavarse las manos si no nos ven a nosotros hacerlo a menudo. Tampoco tendrá mucho efecto lo que les digamos sobre estar tranquilos si perciben nuestro nerviosismo o que les regañemos por llamar "coronavirus" a alguien si luego nos oyen a nosotros hacer chistes que no saben interpretar. En una etapa del desarrollo en la que las habilidades lingüísticas aún no están plenamente desarrolladas gran parte del aprendizaje se realiza por imitación y tiene un alto componente emocional. La educación de los más pequeños es un esfuerzo que nos puede obligar a emplear todos los sentidos.
 Resumen de competencias para esta etapa educativa
Todas las recomendaciones anteriores se refieren a niños y niñas de Educación Infantil (hasta los 6 años, aproximadamente, dependiendo del grado de madurez). En otras edades deberemos tener otros enfoques más adecuados a su nivel de competencia y que les permitan aprender y desarrollarse acorde a su edad.
Aprendizajes sobre prevención de enfermedades en Educación Infantil
ConocimientosActitudesCompetencias
  • Todas las personas podemos enfermarnos, es algo natural que también le ocurre a otros seres vivos.
  • Muchas enfermedades pueden prevenirse si nos alimentamos bien, dormimos lo suficiente y hacemos ejercicio.
  • No todas las enfermedades se contagian. Los hábitos de higiene (como lavarse las manos) son muy importantes para prevenir las enfermedades contagiosas.
  • Algunas enfermedades son más frecuentes en algunas épocas del año y otras son más frecuentes en niños y niñas o en personas mayores.
  • Las personas no tienen la culpa de ponerse enfermas. Cuando alguien está enfermo necesita cuidados y comprensión.
  • Interés por la salud y los hábitos saludables.
  • Empatía hacia las personas que se han puesto enfermas.
  • Respeto por las normas de higiene y de prevención.
  • Capacidad para practicar medidas de higiene adecuadas a su edad, para pedirlas y para recordárselas a otros.
  • Disposición a preguntar a su familia o educadores las dudas que pueda tener sobre salud y enfermedades.
  • Capacidad para distinguir entre conductas saludables y no saludables en su entorno próximo.
  • Voluntad de ayudar a otras personas que se hayan puesto enfermas, en función de sus posibilidades.
Participa en la conversación
¿Has tratado este tema con niños y niñas pequeños y tienes ejemplos de éxito que puedan ayudar a otros educadores y a las familias? Compártelos con nosotros en redes sociales (Twitter | Facebook | Instagram) o envíanos un correo a educacion@unicef.es ¡Nos interesará mucho conocerlos!.
---------------------------------------------------------------------------------------
Haga clic aquí para ver una lista de los recursos de la OMS para el buen higiénico en torno a COVID-19 .
------------------------------------------------------------------------------------------
Por otra parte 
Child in the City  ha publicado estas recomendaciones 
para la prevención frente al COVID-19.

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene síntomas de COVID-19?
Busque atención médica, pero recuerde que es la temporada de gripe en el hemisferio norte, y los síntomas de COVID-19, como tos o fiebre, pueden ser similares a los de la gripe o el resfriado común, que son mucho más frecuentes.

Siga las buenas prácticas de higiene de las manos y las vías respiratorias, como lavarse las manos regularmente, y mantenga a su hijo al día con las vacunas, para que esté protegido contra otros virus y bacterias que causan enfermedades.

Al igual que con otras infecciones respiratorias como la gripe, busque atención temprana si usted o su hijo tienen síntomas e intente evitar ir a lugares públicos (lugar de trabajo, escuelas, transporte público) para evitar la propagación a otros.

¿Qué debo hacer si un miembro de la familia muestra síntomas?
Debe buscar atención médica temprano si usted o su hijo tienen fiebre, tos o dificultad para respirar. Considere llamar con anticipación para informarle a su médica si ha viajado a un área donde se ha informado COVID-19, o si ha estado en contacto cercano con alguien que ha viajado desde una de estas áreas y tiene síntomas respiratorios.

¿Debo sacar a mi hijo de la escuela?
Si su hijo tiene síntomas, busque atención médica y siga las instrucciones de su medico. De lo contrario, al igual que con otras infecciones respiratorias como la gripe, mantenga a su hijo bien descansado en casa mientras tenga síntomas y evite ir a lugares públicos para evitar la propagación a otros.

Si su hijo no presenta ningún síntoma como fiebre o tos, y a menos que se haya emitido un aviso de salud pública u otra advertencia relevante o un consejo oficial que afecte la escuela de su hijo, lo mejor es mantenerlo en clase.

En lugar de mantener a los niños fuera de la escuela, enséñeles buenas prácticas de higiene de manos y respiratorias para la escuela y otros lugares, como lavarse las manos con frecuencia (ver más abajo), cubrirse la tos o estornudar con un codo o pañuelo flexionado, y luego tirar el pañuelo a un contenedor cerrado. no tocarse los ojos, la boca o la nariz si no se han lavado bien las manos.

¿Cuál es la mejor manera de lavarse las manos correctamente?
Paso 1: mojarse las manos con agua corriente
Paso 2: aplique suficiente jabón para cubrir las manos mojadas
Paso 3: frote todas las superficies de las manos, incluido el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas, durante al menos 20 segundos.
Paso 4: enjuague bien con agua corriente
Paso 5: séquese las manos con un paño limpio o una toalla de un solo uso

Lávese las manos con frecuencia, especialmente antes de comer; después de sonarse la nariz, toser o estornudar; e ir al baño.

Si no hay agua y jabón disponibles, use un desinfectante para manos a base de alcohol con al menos 60% de alcohol. Siempre lávese las manos con agua y jabón, si las manos están visiblemente sucias.

¿Qué precauciones debo tomar para mi familia si viajamos?
Cualquier persona que planifique un viaje al extranjero siempre debe consultar el aviso de viaje de su país de destino para conocer las restricciones de entrada, los requisitos de cuarentena para el ingreso u otros consejos de viaje relevantes.

Además de tomar precauciones de viaje estándar, y para evitar que se le ponga en cuarentena o se le niegue el reingreso a su país de origen, también se le recomienda que consulte la última actualización de COVID-19 en el sitio web de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, que incluye una lista de países y medidas de restricción.

Durante el viaje, todos los padres deben seguir las medidas de higiene estándar para ellos y sus hijos: lavarse las manos con frecuencia o usar un desinfectante a base de alcohol con al menos un 60 por ciento de alcohol, practicar una buena higiene respiratoria (cubrirse la boca y la nariz con el codo o pañuelo doblado) cuando tosa o estornude e inmediatamente deseche el pañuelo usado) y evite el contacto cercano con cualquier persona que esté tosiendo o estornudando. Además, se recomienda que los padres siempre lleven un desinfectante para manos, un paquete de pañuelos desechables y toallitas desinfectantes.


Las recomendaciones adicionales incluyen: 
Limpie su asiento, apoyabrazos, pantalla táctil, etc. con una toallita desinfectante una vez dentro de una aeronave u otro vehículo. También use una toallita desinfectante para limpiar superficies clave, perillas de las puertas, controles remotos, etc. en el hotel u otro alojamiento donde usted y sus hijos estén alojados.

¿Pueden las mujeres embarazadas transmitir el coronavirus a los niños no nacidos?
En este momento, no hay evidencia suficiente para determinar si el virus se transmite de una madre a su bebé durante el embarazo, o el impacto potencial que esto puede tener en el bebé. Esto se está investigando actualmente. Las mujeres embarazadas deben seguir las precauciones adecuadas para protegerse de la exposición al virus y buscar atención médica temprana, si experimentan síntomas, como fiebre, tos o dificultad para respirar.

¿Es seguro para una madre amamantar si está infectada con coronavirus?
Todas las madres en áreas afectadas y en riesgo que tienen síntomas de fiebre, tos o dificultad para respirar, deben buscar atención médica rápida y seguir sus instrucciones.

Teniendo en cuenta los beneficios de la lactancia materna y el papel insignificante de la leche materna en la transmisión de otros virus respiratorios, la madre puede continuar amamantando, mientras aplica todas las precauciones necesarias.

Para las madres sintomáticas para amamantar,  usar una máscara cuando esté cerca de un niño (incluso durante la alimentación), lavarse las manos antes y después del contacto con el niño (incluida la alimentación) y limpiar / desinfectar superficies contaminadas, como se debe hacer en todos casos en los que cualquier persona con COVID-19 confirmado o sospechoso interactúa con otros, incluidos los niños.

Si una madre está demasiado enferma, se la debe alentar a extraer la leche y dársela al niño a través de una taza y / o cuchara limpias, todo mientras sigue los mismos métodos de prevención de infecciones.

Haga clic aquí para ver una lista de los recursos de la OMS para el buen higiénico en torno a COVID-19 .

Juzgando con perspectiva de género, y del niño/a, las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural.



Lactancia natural. Imagen de la maternidad

Glòria Poyatos i Matas,
Magistrada especialista TSJ 
de Canarias/Las Palmas (Sala Social).

En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.
1. La sentencia recurrida
El juzgado de lo social desestimó la demanda planteada por la trabajadora, en materia de prestaciones por riesgo durante la lactancia materna, por no haberse determinado con claridad los agentes, procedimientos o condiciones de trabajo que pudieran influir negativamente en la lactancia. Según el relato fáctico:
  • La actora presta servicios como animadora sociocultural en el «centro de atención al discapacitado». Se le reconoció en fecha 5 de diciembre de 2017 el derecho a prestación derivada de riesgo durante el embarazo. Es madre de 2 hijos, uno de ellos nacido el 20 de abril de 2018 que encuentra recibiendo lactancia materna.
  • Su puesto de trabajo se halla afecto, entre otros, de los siguientes riesgos:
    • Contacto con productos químicos y agentes biológicos, siendo el tipo de exposición inhalatoria.
    • Alto nivel de exposición social, sin ayudas suficientes (apoyos, pausas, etc.) que pueden dar lugar a situaciones de tensión/dificultades de control elevadas/estrés que provoquen perturbaciones o malestar significativo (con agresiones o golpes involuntarios).
    • Según el plan de prevención de riesgos existen agentes, procedimientos y condiciones de trabajo que pueden influir negativamente en la trabajadora embarazada o en lactancia.
  • No resultaba posible la adaptación del puesto de trabajo de la actora.
  • La actora solicitó prestaciones por riesgo durante la lactancia, que fue desestimada por resolución de la mutua de 24 de agosto de 2018.
  • La operaria percibió prestación de maternidad desde el 20 de abril al 9 de agosto de 2018 y ha permanecido en situación de incapacidad temporal desde el 31 de agosto al 10 de diciembre de 2018.
2. Integración de la perspectiva de género y la perspectiva del niño/a. «Interés superior del menor» como criterio prevalente
Lo más novedoso de la sentencia analizada radica en la integración, junto a la perspectiva de género, de una segunda hermenéutica de análisis jurídico: la «perspectiva del niño» en aplicación de los mandatos internacionales derivados de la Convención sobre los derechos del niño. La resolución camina jurídicamente para llegar al fallo sin perder de vista esta doble perspectiva.
En primer lugar, se parte del impacto de género del debate jurídico1 lo que motiva que la sala extreme las precauciones en su abordaje integrando la perspectiva de género como metodología de impartición de justicia equitativa, en cumplimiento de la «diligencia debida»2
 Pero, además, existe otro impacto sobre el niño/a lactante, que puede verse privado de su derecho a la alimentación natural en condiciones de salubridad, en una fase esencial en su corta vida, en la que necesita no solo una aportación de nutrientes adecuada a sus necesidades, sino también el contacto emocional derivado del vínculo afectivo que se establece entre la madre y su bebé a través de la lactancia materna. Por ello en esta resolución se aplica el principio internacional del «interés superior del niño» como criterio jurídico hermenéutico derivado del artículo 3.1 de la Convención internacional sobre los derechos del niño, vinculante para los Estados firmantes.3

También se hace referencia a la Observación general n.º 16 (2013) sobre las obligaciones del Estado en relación con el impacto del sector empresarial en los derechos del niño4; a la Observación general n.º 14 (2013) sobre el derecho del niño a que su interés superior sea una consideración primordial5 y al artículo 24.2 de la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea6.

La aplicación de ambas perspectivas al caso de autos, llevan a la sala a estimar el recurso planteado. 
Los 3 pilares jurídicos de la sentencia son los siguientes:

1º. Carga de la prueba
En primer lugar, se parte de la existencia de riesgos para la lactancia natural porque está reconocido en el plan de prevención de riesgos. Constatado lo anterior, por lo que respecta a la carga de prueba en materia de riesgos que pueden redundar negativamente en la lactancia natural, se recuerda la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 19 de octubre de 2017 (asunto C-531/15, Otero Ramos).7 La evaluación de riesgos del puesto de trabajo de la actora fue realizada en el año 2014 de forma abstracta y no individualizada.

2º. Estado biológico de la madre trabajadora lactante
El famélico informe médico aportado por la mutua en el que descansa su denegación8, es calificado por el tribunal de abstracto y no tuvo en cuenta el estado biológico actual de la trabajadora, pues la lactancia natural lleva consigo cambios hormonales importantes en el cuerpo de las mujeres, como es la liberación de la oxitocina que se inhibe por el estrés, el dolor o cualquier situación que active el sistema nervioso (riesgos psicosociales), con la consiguiente liberación de adrenalina y noradrenalina, aspecto que debe por tanto tenerse en cuenta en la vida de una mujer lactante, al igual que el mayor desgaste metabólico de las madres durante la lactancia.

3º. Impacto en el niño/a lactante
Y se insiste en el impacto nocivo que la denegación injustificada de las prestaciones tiene respecto al bebé lactante, lo que exige dar prevalencia al «interés superior del niño» para garantizar la integridad física, psicológica, moral y espiritual holísticas del niño/a, bajo la obligación de adoptar todas las medidas necesarias, expresas y concretas para hacer plenamente efectivo este derecho.

3. Conclusiones
La sentencia analizada es relevante porque integra la perspectiva del niño/a, derivada de la Convención internacional de derechos del niño, como hermenéutica jurídica de obligado cumplimiento para los poderes públicos, vinculados por el principio de diligencia debida. Se proyecta y concreta en la prestación por riesgo durante la lactancia, el principio internacional del «interés superior del niño», como consideración primordial especialmente relevante cuando se sopesan derechos que se contraponen, a fin de garantizar la integridad física, psicológica, moral y espiritual holísticas del niño/a lactante.

Y a la anterior hermenéutica se suma la perspectiva de género que también es desplegada y aplicada al caso, poniéndose el foco en el estado biológico de la madre trabajadora, pues la lactancia natural lleva consigo cambios hormonales importantes en el cuerpo de las mujeres, que no fueron tenidos en cuenta por la mutua, omitiendo su obligación valorar los riesgos de forma actualizada, específica y personalizada.
Esta sentencia abre un nuevo camino interpretativo acorde con los derechos humanos y las obligaciones internacionales asumidas por España, en aquellos casos, como son las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural, donde el bien jurídico protegido transciende de la salud de la madre trabajadora afectando también la del niño/a, a través de la lactancia materna, que no es solo un proceso de aportación de nutrientes sino también catalizador de un potente vínculo afectivo entre la madre y su bebé, que constituye una experiencia única, singular y necesaria para el desarrollo físico y psicosocial del niño/a.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
1 Las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural solo pueden ser percibidas por mujeres, por razones biológicas.
2 Esta misma sala ha venido aplicando dicho criterio en numerosas sentencias, entre otras: recs. 1027/2016; 1237/2016; 1596/2018; 19/2019 y 369/2019.
3 Que establece:
En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.

4 Los derechos del niño son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí […] La obligación de que el interés superior del niño sea una consideración primordial es especialmente importante cuando los Estados están sopesando prioridades que se contraponen (párr. 12).
5 La plena aplicación del concepto de interés superior del niño exige adoptar un enfoque basado en los derechos, en el que colaboren todos los intervinientes, a fin de garantizar la integridad física, psicológica, moral y espiritual holísticas del niño y promover su dignidad humana […] (párr. 5).
Todos los Estados partes deben respetar y poner en práctica el derecho del niño a que su interés superior se evalúe y constituya una consideración primordial, y tienen la obligación de adoptar todas las medidas necesarias, expresas y concretas para hacer plenamente efectivas este derecho (párr. 13).

6 «Entodos los actos relativos a los menores llevados a cabo por autoridades públicas o instituciones privadas, el interés superior del menor constituirá una consideración primordial».
7 Esta sentencia resuelve cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en la que se cuestionaba la aplicación de las reglas relativas a la carga de la prueba previstas en el artículo 19 de la Directiva 2006/54/CE para demostrar la existencia de riesgo durante la lactancia natural, en el sentido del artículo 26.3 de la Ley 31/1995, que transpuso el artículo 5.3 de la Directiva 92/85/CEE al derecho interno. La resolución europea declara aplicable el citado artículo 19.
8 Literalmente se dice: «valoradas las fichas técnicas de los productos que manipula (enviados por el servicio de prevención) ninguno de ellos supone riesgo para la lactancia por lo que se deniega la prestación».

Los derechos de la Infancia en el ámbito de la asistencia sanitaria.

Unidades de cuidados intensivos pediátricos y neonatales abiertas 24 horas para madres y padres.


Por Francisco José Pérez Ramos*,



"Las personas menores de edad ingresadas en estas unidades 
podrán estar acompañadas por sus padres las 24 horas del día 
durante el tiempo en que se encuentren ingresados en el centro sanitario..."
Los avances en relación con la “humanización” de la atención pediátrica en los servicios sanitarios han sido evidentes en las últimas décadas.

Es por ello que en Julio de 2013 el Consejo Interterritorial de Salud acordó establecer unos criterios de calidad aplicables a las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricas y Neonatales del Sistema Nacional de Salud, que permitan homogeneizar la atención, horarios de visitas y protocolos.
Entre otras importantes cuestiones se establece que las personas menores de edad ingresadas en estas unidades podrán estar acompañadas por sus padres las 24 horas del día durante el tiempo en que se encuentren ingresados en el centro sanitario.
Si bien esto era ya realidad en muchos hospitales, no era la norma ni estaba siendo seguida por la totalidad de los mismos.

No obstante, algunos aspectos como la atención neonatal o los cuidados intensivos pediátricos no se desarrollaron con la misma dedicación e interés.

Sociedades científicas y profesionales apoyaron esta medida que cuenta además con suficiente evidencia que la respalda. La realización del método madre canguro, la aplicación de la metodología de cuidados centrados en el desarrollo o el apoyo a la lactancia materna como mejor alternativa nutricional para los recién nacidos conllevan que el acceso de la madre y/o el padre a su bebé se haga de manera continuada y con una participación activa en los cuidados. Todo ello favorece el adecuado establecimiento del vínculo materno-paterno / filial, asegura un desarrollo adecuado del recién nacido y resulta en evidentes mejoras para la salud del mismo, protegiéndolo de enfermedades y acelerando el alta hospitalaria. Al mismo tiempo se garantiza una adecuada preparación de los progenitores para el cuidado posterior en domicilio.

Aun así, de forma individual, muchos padres/madres han continuado haciendo efectivas sus quejas ante el incumplimiento de tales recomendaciones.

Pero no sólo los neonatos se podrían beneficiar de esta medida. Las unidades de cuidados intensivos pediátricos tampoco garantizaban al 100% el acompañamiento de la persona menor de edad por su madre, padre u otra persona autorizada para ello. El impacto emocional que puede suponer la separación durante buena parte del día para un niño/a se ha descrito hace décadas sin que ello supusiera una garantía de evitar el mismo.

En Andalucía las últimas evaluaciones al respecto realizadas por el Proyecto de Humanización de la Atención Perinatal y por la Asociación “El parto es nuestro” con el informe. “Unidos en Neonatos. No nos separes, es una cuestión de salud” establecieron que el cumplimiento de esta medida se sitúa entre el 68 y el 73 % de los centros en el caso de las unidades neonatales. Cifra que en la actualidad podemos afirmar se acerca al 80%.

El decreto 246/2005 de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por el que se regula el ejercicio del derecho de las personas menores de edad a recibir atención sanitaria en condiciones adaptadas a las necesidades propias de su edad y desarrollo establece en su Artículo 8 que las personas menores de edad tienen el derecho a estar acompañadas permanentemente por la madre y el padre, tutoras o tutores, o persona en quien éstos deleguen, en tanto se mantenga la necesidad de su atención sanitaria en un centro o espacio asistencial.

Los sucesivos “contratos programa” establecidos entre la Consejería de Salud y el Servicio Andaluz de Salud y de este, a su vez, con los centros hospitalarios sitúan el objetivo en el 100%. Resultado que esperamos en breve sea una realidad.

El citado acuerdo del Consejo Interterritorial de Salud estableció lo siguiente:

Las Comunidades Autónomas, en el marco de sus competencias, acuerdan impulsar las siguientes medidas para mejorar la calidad y calidez de la atención a la población menor de 18 años hospitalizada en los centros del SNS, comprendidas en el siguiente decálogo:

1. Establecer una política institucional que garantice que los niños y niñas hospitalizados en las UCIs pediátricas y neonatales puedan estar acompañados por su madre, padre o familiar, reconociendo el papel esencial que tienen durante el ingreso del menor.
2. Promover que la madre/padre que lo desee pueda permanecer con su hijo/a las 24 horas del día, y acompañarle durante la realización de pruebas médicas dolorosas y estresantes con el fin de reducir su grado de ansiedad, sin interferir en el trabajo profesional.
3. En los recién nacidos/as se favorecerá el contacto piel con piel y la interacción con sus madres y padres el máximo tiempo posible, ya que se han mostrado beneficios para ambos.
4. Impulsar la creación de Bancos de leche materna en los servicios de neonatología de los principales centros hospitalarios.
5. Ayudar al aprendizaje y participación de la familia en los cuidados y la toma de decisiones e informarles de sus derechos y de sus hijos.
6. Promover la sensibilización, la formación y actualización de conocimientos en lactancia materna y la importancia del papel de la madre/padre en el equipo profesional asistencial.
7. Garantizar la continuidad asistencial durante el proceso de embarazo, parto y puerperio.
8. Ofrecer información y apoyo a las madres y padres que tengan ingresados a sus hijos/as.
9. Desarrollar políticas y prácticas hospitalarias que favorezcan la Iniciativa de hospitales y unidades neonatales amigas de la madre y niño/a de acuerdo con UNICEF y OMS, como la IHAN (Iniciativa para la Humanización de la asistencia al Nacimiento y la lactancia).
10. Incluir estas medias en los protocolos de atención de las citadas unidades pediátricas y neonatales del conjunto de hospitales del SNS, velando por su cumplimiento.
*Francisco José Pérez Ramos. Enfermero Especialista en Pediatría. Hospital de Motril (Granada). Coordinador Nacional de la Sección de Formación de IHAN-UNICEF (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia).