Comportamientos antisociales y rendimiento académico en la escuela secundaria,

La vulnerabilidad de los hijos ante los factores ambientales y estresantes 
se eleva cuando el clima familiar está deteriorado por la presencia de conflictos, 
la falta de cohesión o el apoyo entre los miembros de la familia.


Anderson Alves Ribeiro,
Trabajo fin de Máster,
F. de Ciencias Jurídicas y del Trabajo.
Universidad de Vigo.
Máster Universitario en Menores 
en Situación de Desprotección y Conflicto Social.


Resumen:
Existe relación entre los problemas conductuales en el contexto escolar en el bajo rendimiento académico. Asimismo, aparece bien documentado que las dificultades de adaptación escolar y social son predictoras de las conductas delictivas, violentas, además de las conductas de riesgo.  
Partiendo de este supuesto nos planteamos un estudio queremos verificar si existen diferencias en las variables socio familiares de los estudiantes que mantienen comportamientos antisociales en la escuela frente a los que no lo tienen y cómo inciden éstas en el rendimiento. Además de cómo afecta los comportamientos antisociales, particularmente los disruptivos, en el rendimiento académico. 

Para ello aplicamos a participaron 159 estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria de la provincia de Ourense y Pontevedra la batería de Socialización BAS-3  (Silva y Martorell, 1978) y la escala de clima familiar FES (Moos, Moos y Trickett, 1984). Además se pasó a los tutores de este grupo un cuestionario creado ad hoc por el grupo de investigación PS1-Psicología Jurídica de la Universidad de Vigo, en el que se pregunta por las características sociodemográficas y escolares de los estudiantes que han participado en el estudio. De los resultados encontrados observamos que, si bien la socialización no establece diferencias entre el grupo de menores disruptivos y los que no, la variable clima familiar sí establece diferencias significativas tanto en el comportamiento como en el rendimiento del alumnado. 
Asimismo, hemos podido comprobar que los menores que mantienen comportamientos antisociales, en particular los disruptivos, presentan peor rendimiento que los que no. 
De cara a la intervención se confirma la necesidad de incluir el desarrollo de un clima familiar optimo para prevenir no sólo los comportamientos desajustados sino también el fracaso escolar....

CONCLUSIONES:

Sobre los comportamientos antisociales en el ámbito escolar y las variables sociales.
Los resultados informan que existe un funcionamiento familiar distinto en el grupo de
estudiantes con conductas disruptivas y violencia en el aula y en el centro de los que no manifiestan estos comportamientos. Por tanto, se confirma la hipótesis inicial que preveía la existencia de un clima familiar distinto intragrupos. 
Estos hallazgos van en  consonancia con el estudio de Basanta, Fariña y Vázquez (2014), quienes prueban que el clima familiar influye en el comportamiento antisocial de los menores. Postulado que ya había sido anunciado por Pichardo, Fernández y Amezcúa (2002), al señalar que la vulnerabilidad de los hijos ante los factores ambientales y estresantes se eleva cuando el clima familiar está deteriorado por la presencia de conflictos, la falta de cohesión o el apoyo entre los miembros de la familia. 
En la misma línea se  manifestaron Torrente y Rodríguez (2003), al indicar que la adaptación social de los  menores va increscendo cuando el estilo educativo de los padres se basa en el apoyo, el razonamiento, la negociación y la toma de decisiones conjuntas. 

Todo ello ya se ha sido puesto de manifiesto por Loeber y Dishion (1982), que habían postulado que el tipo de disciplina familiar y los estilos educativos son variables con mayor predictivo del primer acto delictivo.  
A este respecto Arce, Seijo, Fariña y Mohamed-Mohand (2010) advierten que los menores socializados en ambientes familiares de mayor riesgo tiende a ser más vulnerables a desarrollar comportamientos antisociales que los predispongan hacia la escalada de la carrera delictiva.

Sin embargo, no se confirma la hipótesis inicial que mantenía que el nivel de socialización varía intergrupos (estudiantes con comportamientos antisocial vs estudiantes sin comportamientos antisociales), por tanto no se replican los resultados mostrados en esta dirección en estudios previos que refieren que los menores con comportamientos antisociales muestran déficits en el desarrollo social (Ortega, 2000; Espinosa, Clemente y Vidal, 2002). 

Sobre los comportamientos antisociales, las variables sociales y el rendimiento académico. Se verifica la hipótesis inicial que mantenía que los menores que
mantienen comportamientos antisociales (disruptivos, violentos, son expulsados, amonestados, absentismo) tienen peor rendimiento académico, siendo éste a su vez afectado por la falta de cohesión familiar. A este respecto, Arce, Seijo, Fariña y Mohamed-Mohand (2010) indican que está probado que el fracaso se relaciona con una menor competencia social y mayores tasas de comportamiento antisocial y delictivo. En la misma línea, Kellam, Rebok, Ialongo y Mayer (1994) refieren que está  bien documentado que las dificultades de adaptación escolar y social son predictores de conductas delictivas, violentas, además de la emisión de conductas de riesgo.

De cara a la intervención. Los resultados encontrados en este estudio apoyan la propuesta de intervención y tratamiento propuesto por Beelmann y Lösel (2000),  quienes precisan que los programas de intervención con menores en riesgo han incluir necesariamente contenidos que permitan desarrollar la competencia social de los estudiantes. Por otra parte, hemos podido constatar que si queremos prevenir la inadaptación social debemos intervenir sobre la familia para favorecer que ésta sea funcional y, por tanto, sea capaz de generar el apoyo y ayuda que requieran sus miembros. A tal efecto, autores como Lila y Buela (2003) y Navarro (2003) proponen programas que actúan sobre el sistema familiar, habilitándolos para ejercer la función de agente de prevención de la conducta de riesgo.



Concluding observations on the combined fifth and sixth periodic reports of Spain.

El "Committee on the Rights of the Childya ha presentado 
las Observaciones finales sobre el V y VI, combinados, informes periódicos 
de España.


















Accede la Documento, versión no oficial en castellano, traducido y/por la Plataforma de Infancia.

Acceso al documento oficial en inglés

Fuente Plataforma de Infancia.

Urbanidades en construción: niños, fotografías, charlas y fábulas sobre la ciudad

Los discursos de los niños sobre la ciudadPDF (Português)
Evandro Alves, Bárbara Cecília Marques Abreu

Diversidad en la infancia,
Ediciones Complutense,
Vol 1 (2017),

Resumen y Acceso


Este artículo tiene como objetivo reflexionar sobre los discursos de los niños sobre la ciudad, en el contexto de un proyecto educativo de una clase de educación infantil en una escuela de Porto Alegre (Brasil). Este proyecto educativo permitió la producción de registros fotográficos, realizados por los niños/as, de los paseos y lugares que visitaron. Por medio de su análisis, buscamos entender la comprensión de los niños/as sobre el espacio que les rodea y las relaciones existentes en dicho espacio. Para lograr este objetivo, los investigadores siguieron las actividades de un proyecto educativo en la ocupación del espacio urbano, los tipos de vivienda y las relaciones existentes en ese espacio. Este proyecto es el resultado de una colaboración entre la maestra de la clase y los investigadores. En este contexto, se realizó una investigación cualitativa y exploratoria. Las imágenes y los discursos producidos por los niños/as en este momento, en un primer plano, junto con las notas de campo de los investigadores, como telón de fondo, forman el contexto de producción de datos de esta investigación, que está todavía en curso. Los resultados parciales muestran: (1) la diversidad de perspectivas de los niños/as sobre la ciudad y la vida en la ciudad; (2) que muchas veces esas perspectivas son diferentes del punto de vista adulto. Esta diversidad en principio podría estar relacionada con: (3) la actividad de la construcción y la creación del pensamiento y de la subjetividad del niño/a en el proceso de apropiarse y resignificar el espacio urbano y sus relaciones.



es una revista interdisciplinaria e iberoamericana, cuyo objetivo es promover el conocimiento científico sobre las vidas de los niños, niñas y adolescentes, principalmente en el ámbito español, portugués e iberoamericano y orientado en la línea de los nuevos estudios de infancia.

© 2017. Universidad Complutense de Madrid
Está permitida la difusión y reproducción no comercial de este artículo siempre citando al Autor, a la Revista Sociedad e Infancias y a Ediciones Universidad Complutense.

Con el Patrocinio de  Aldeas Infantiles SOS y Asociación GSIA   
       



El modelo educativo es “antinatural”: no todos aprendemos lo mismo al mismo tiempo.

Los actuales planes de estudio no se adaptan a la realidad social que viven las nuevas generaciones, un hecho que es calificado como 'bullying institucional'.


Alumnos de un colegio público de infantil y primaria de Sevilla.
Alumnos de un colegio público de infantil y
primaria de Sevilla. Paco Puente
El sistema educativo en general, y el español en particular, no se adecua al modelo de sociedad en la que vivimos. Una conclusión que se extrae del análisis realizado por profesores, neuropsicólogos, especialistas en neurociencia, estudiantes, pedagogos o políticos y que recoge el investigador estadounidense Jürgen Klaric en el documental “Un crimen llamado educación
 Se trata de un estudio realizado en más de catorce países en el que muestra la realidad del sistema educativo ante un modelo que no logra cubrir las necesidades de esta época. Un hecho, la falta de sintonía entre los modelos educativos actuales y las sociedades en las que se aplican, del que se hace eco en un momento de la película Pepe Múgica, expresidente de Uruguay, quien afirma que “la educación en el mundo está en crisis. No encaja demasiado, al parecer, con las exigencias del mundo contemporáneo”.

El modelo educativo en nuestro país está desarrollado en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa o LOMCE, que gira alrededor de la evaluación y que no tiene en cuenta tanto el proceso como los resultados. Un programa que, según los expertos consultados, se basa en que todos aprendan lo mismo, al mismo tiempo, y en el mismo lugar, no dando opción a que un niño vaya madurando y avanzando en su aprendizaje de forma distinta. Todos tienen que ser iguales: no se entiende que algunos aprendan de otra manera o más despacio. Una estandarización de la educación a la que algunas voces definen ya como bullying institucional.

Según Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y Doctor en Psicología de la Salud, “el sistema educativo tiene muchos problemas y el más grave de todos ellos es el bullying institucional. No hay más que ir a una consulta de psicología infantil en cualquier lugar de España y escucharemos casos de niños a los que la escuela invitó a cambiarse de colegio porque no encajaban o no daban el nivel”. Asimismo, Bilbao manifiesta que, “en ocasiones, la escuela está más interesada en conseguir resultados que en educar” y señala que “es un grave error que el centro educativo no se esfuerce más en integrar a los niños a los que les cuesta más o para que los que van mejor ayuden a los que van peor, porque de esta manera se pierde una oportunidad muy valiosa de enseñar a los niños a construir una sociedad mejor”.

Un modelo educativo “antinatural”

Montse Hidalgo, directora de la Universidad de la Felicidad, speaker motivacional y experta en Neurociencia e Inteligencia Emocional, coincide en que el actual sistema educativo obliga a que todos aprendan lo mismo, al mismo tiempo, y de la misma forma. Una propuesta que, según Hidalgo, es “antinatural, porque si observamos cómo aprendemos, vemos que no todos aprendemos a andar al mismo tiempo, ni a hablar a la misma edad. El sistema en lugar de enseñarnos a pensar lo que hace es llenarnos de conocimientos. No desarrollan en los jóvenes la capacidad de pensar por sí mismos”.

Pero, pese a las importantes contradicciones en las que incurre nuestro actual modelo educativo, Bilbao no es partidario de desechar todo lo antiguo frente a un modelo íntegramente nuevo. En este sentido, el autor del libro “El cerebro del niño explicado a los padres” (Plataforma Editorial) señala que “sabemos que algunas de las habilidades más importantes para el cerebro son la creatividad y la curiosidad que van en sintonía con las nuevas corrientes de educación. Sin embargo, también sabemos que la persistencia y el autocontrol (presentes en los modelos educativos anteriores) son igual de importantes”. Por ello, en palabras de Bilbao, “no se trata de elegir sino de integrar. Los cerebros más inteligentes son aquellos capaces de integrar información aparentemente contradictoria. Si queremos un buen modelo educativo, debemos tomar ejemplo del cerebro e integrar distintos conocimientos”.

Una transformación del actual modelo implantado en los colegios que pasa porque todos los agentes implicados en el desarrollo del programa educativo se pregunten: ¿Para qué se estudia? Administración, empresas, centros educativos y universitarios, expertos en las distintas áreas vinculadas con la educación y, también, las familias.

Nora Rodríguez señala que “en un mundo global, dominado por la técnica y la economía, es necesario que niños y adolescente se pregunten, indaguen y creen su propio aprendizaje, pero también que aprendan que necesitan tener conexiones sociales positivas porque eso es lo que les va a permitir desarrollarse y sacar lo mejor de sí”. En este sentido, es necesario según Rodríguez, que los colegios “pongan el acento en habilidades evolutivas como el altruismo, la empatía o la compasión. Educar en sintonía con el cerebro”. Para lograrlo, es fundamental que los niños y adolescentes se pregunten para qué estudian, porque según Nora Rodríguez, “no se trata de que repitan lo mismo que dicen sus padres. Es necesario que encuentren sus propias respuestas, porque ahí está la verdadera motivación”. Una motivación que pasa por el placer de estudiar, percibir el placer de aplicar lo que aprenden, que en opinión de Rodríguez, “es lo que se ha perdido”.

¿Para qué educamos?

Y la forma de educar en sintonía con el cerebro, según la Fundadora de Happy Schools Institute, consiste en ser conscientes de que primero está el ser, después el saber y finalmente el tener. Pero, ¿cómo incorporar este pensamiento a nuestro actual sistema educativo? Según Nora Rodríguez, “primero hay que ver despertar el cerebro social, educar para la paz, y a partir de ahí, hay que poner el acento en los conocimientos, para poder después experimentar con las habilidades, los talentos o los conocimientos adquiridos, y compartirlos con los demás, construyendo ideas y proyectos con los que transformar la sociedad”.

Una transformación de la sociedad que pasa obligatoriamente por un cambio en la educación que reciben las nuevas generaciones, más acorde con su realidad. Hoy, además de las habilidades y capacidades que tenga una persona para realizar un determinado tipo de tarea o actividad, son necesarias una serie de competencias conductuales: autonomía, autoliderazgo, coherencia, integridad, capacidad de atención y de escucha, autorregulación, interés, curiosidad, autenticidad, responsabilidad personal y social, capacidad de reflexión, proactividad, pasión, motivación intrínseca, lógica divergente, humildad, aprendizaje continuo, empatía, capacidad de síntesis y de argumentación, gestión del tiempo o confianza. Es decir, las conocidas como “habilidades blandas”.

Montse Hidalgo cree imprescindible que nos preguntemos para qué educamos. “¿Educamos para generar personas que sean creativas, resolutivas, que posean habilidades sociales, que puedan emprender, etc.? Porque si lo que pretendemos es que las personas tengan empatía, habilidades sociales, resiliencia, sepan gestionar la incertidumbre, el cambio continuo o motivar a los equipos, entonces, el actual sistema educativo no es válido”, afirma Hidalgo.

Por ello, una sociedad tan compleja, cambiante y volátil como la actual tiene, en opinión de Álvaro Bilbao, su cara y su cruz: “La cara es que la mortandad infantil casi ha desaparecido y tenemos unas cotas de seguridad ciudadana y bienestar sin precedentes. La cruz es que una sociedad cada vez más compleja requiere de más conocimientos y habilidades para sobrevivir”.

Nace la Plataforma GirlsRights.com


Coincidiendo con la publicación del informe Los derechos de las niñas son derechos humanos
con más de 1.300 tratados, convenciones, leyes y normativas no vinculantes

La Girls’ Rights Platform va dirigida a facilitar el trabajo de grupos de defensa de los derechos de la infancia, políticos, juristas, activistas y otros grupos de la sociedad civil que trabajan por la defensa de los derechos humanos.
Las niñas son prácticamente invisibles en el derecho internacional y los avances que se habían registrado a partir de los años 90 se han frenado en la última década. 
Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia con un especial énfasis en la igualdad de género, ha lanzado una serie de recomendaciones destinadas a poner fin a la situación de invisibilidad de las niñas en el ordenamiento jurídico. 
Entre ellas: la designación de un Relator de la ONU para la Defensa de los Derechos de las Niñas, la mención específica a las niñas y sus derechos en las normas jurídicas nacionales e internacionales y aumentar la interacción entre los Comités de la CDN y la CEDAW, fortaleciendo el enfoque en las niñas. 

Además, la organización pide a los Estados que inviertan en la generación de datos desglosados por edad y género, que permitan reflejar adecuadamente las realidades de las niñas y diseñar planes de acción específicos para ellas.

En España, Plan International incorpora a la lista de recomendaciones la necesidad de aprobar una Ley integral de protección ante la violencia contra la infancia que contemple acciones y recursos específicos para proteger a las niñas; la aprobación de un Plan Nacional de Acción contra la violencia hacia las niñas y la necesidad de contar con datos desagregados, por sexo y edad, que permitan diseñar e implementar políticas eficaces destinadas a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Los Derechos de las Niñas son Derechos Humanos, Informe.

Concha López*,


Plan International alerta de que las niñas son invisibles en las leyes que defienden los derechos humanos.

Convención Int. sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares. Convención sobre los Derechos del Niño



Naciones Unidas
CMW/C/GC/3−CRC/C/GC/22
Convención Internacional sobre
la Protección de los Derechos de
Todos los Trabajadores Migratorios
y de sus Familiares
Convención sobre los Derechos
del Niño
Distr. general
16 de noviembre de 2017
Español
Original: inglés




Comité de los Derechos del Niño y la Niña.
Comité de Protección de los Derechos de Todos 
los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares


Derechos humanos de los niños 
en el contexto de la migración  internacional.               

Observación general conjunta núm. 3 (2017) 
del Comité de Protección de los Derechos 
de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares 

y núm. 22 (2017) del Comité de los Derechos del Niño 
sobre los principios generales relativos a los derechos humanos 
de los niños en el contexto de la migración internacional*

         I.    Introducción
1.   La presente observación general conjunta se aprobó al mismo tiempo que la observación general conjunta núm. 4 (2017) del Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares y núm. 23 (2017) del Comité de los Derechos del Niño sobre las obligaciones de los Estados relativas a los derechos humanos de los niños en el contexto de la migración internacional en los países de origen, tránsito, destino y retorno. Si bien esa observación general y la presente son documentos independientes por derecho propio, ambas se complementan y deben interpretarse y aplicarse de manera conjunta. El proceso de redacción incluyó una serie de consultas mundiales y regionales celebradas entre mayo y julio de 2017 con representantes de los principales interesados y expertos, incluidas organizaciones de niños y de migrantes, en Bangkok, Beirut, Berlín, Ciudad de México, Dakar, Ginebra y Madrid. Además, entre noviembre de 2015 y agosto de 2017 los Comités recibieron más de 80 contribuciones escritas de Estados, organismos y entidades de las Naciones Unidas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones nacionales de derechos humanos y otras partes interesadas de todas las regiones del mundo.
2.   La Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares y la Convención sobre los Derechos del Niño incluyen obligaciones jurídicamente vinculantes que se refieren en general y en términos específicos a la protección de los derechos de los niños en el contexto de la migración internacional.
3.   En el contexto de la migración internacional, los niños pueden encontrarse en una situación de doble vulnerabilidad como niños y como niños afectados por la migración que: a) son ellos mismos migrantes, ya sea solos o con sus familias; b) nacieron de padres migrantes en los países de destino; o c) permanecen en su país de origen mientras uno o ambos padres han migrado a otro país. Otras vulnerabilidades pueden estar relacionadas con su origen nacional, étnico o social; género; orientación sexual o identidad de género; religión; discapacidad; situación en materia de migración o residencia; situación en materia de ciudadanía; edad; situación económica; opinión política o de otra índole; u otra condición.
4.   En virtud de sus mandatos complementarios y el compromiso común de reforzar la protección de todos los niños en el contexto de la migración internacional, los dos Comités decidieron elaborar esas observaciones generales conjuntas. Aunque la presente observación se basa en las disposiciones de las dos Convenciones, es importante subrayar que las normas de derechos humanos que se clarifican en ella se basan en las disposiciones y principios de la Convención sobre los Derechos del Niño. Por consiguiente, la orientación autorizada que figura en la presente observación general conjunta se aplica por igual a todos los Estados partes en la Convención sobre los Derechos del Niño o la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares.
          A.     Antecedentes

El uso de las nuevas Observaciones del Comité de los Derechos del Niño en la argumentación jurídica relacionada con niños y niñas extranjeros en España. Jornada.

UNICEF Comité Español y la Fundación Abogacía Española tienen el placer de invitarte a la sesión formativa “El uso de las nuevas Observaciones del Comité de los Derechos del Niño en la argumentación jurídica relacionada con niños y niñas extranjeros en España”, que estará a cargo de Alejandro Morlachetti, experto en Derecho Internacional y Derechos Humanos, y redactor principal de estas Observaciones Generales
Participarán también expertos de UNICEF Comité Español y de la Fundación Raíces.

El seminario está dirigido a abogados especialistas en extranjería, asilo e infancia, y será retransmitido también porstreaming.

Estas dos Observaciones Generales conjuntas del Comité de los Derechos del Niño y del Comité de Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migrantes y de sus familiares han sido adoptadas recientemente, y ofrecen indicaciones muy precisas para interpretar las dos Convenciones Internacionales en el ámbito de la infancia y las migraciones internacionales.

Día: 16 de febrero
Lugar: Consejo General de la Abogacía Española
Paseo de Recoletos, 13
Hora: 09:45-13.30

Adjunto encontrarán el programa del acto.

La entrada es libre, pero el aforo es limitado. Por ello, se ruega confirmación en el correo electrónico sensibilizacion@unicef.es antes del 12 de febrero.

El acto puede seguirse por streaming en el siguiente enlace.

Adjuntamos el texto de las dos Observaciones Generales (una en castellano y otra en inglés). La versión en castellano de una de las Observaciones está aún pendiente de publicación. Os la haremos llegar en los próximos días si facilitáis vuestros correos electrónicos.


Nos resultaría muy útil contar por adelantado con cuestiones precisas o sugerencias temáticas que os resulten de especial relevancia para el debate con el Profesor Morlachetti.
Podéis hacérnoslas llegar al correo electrónico sensibilizacion@unicef.es hasta el 12 de febrero.

Cómo rodar con niñas actrices sin convertirlas en juguetes rotos, ´Verano 1993'.


También era una forma de no caer en los errores del pasado y por los que muchos niños prodigio acabaron en el vertedero de los juguetes rotos.
Aún así, hay interpretaciones de los más pequeños que si no es un premio, bien se merecerían todo el reconocimiento. Esto es lo que ha ocurrido en la última edición con Verano 1993, la película que  le ha reportado tres premios Goya a Carla Simón y a sus dos protagonistas adultos. Aunque Bruna Cusí y David Verdaguer realizan un trabajo veraz como pareja, el alma de este debut lo representan las dos niñas: Laia Artigas, como Frida, y la pequeña Paula Blanco, como Lola.
La película es conmovedora por el drama que presenta y la cotidianidad con la que lo hace, pero es aún más impresionante por la solvencia de las pequeñas en pantalla. No hay nadie que salga de la sala de cine sin preguntarse cómo consiguen crear esos sentimientos en una niña de siete años y en otra de tres y medio. La respuesta no es la magia, sino mucho trabajo y paciencia detrás de las cámaras que por fin ha sido recompensado en un palmarés.
Este martes,  los premios Yago han anunciado como ganadores en la categoría de categoría no reconocida, al equipo de Verano 1993 por su trabajo con Laia y Paula. Desde el cásting, con Mireia Juárez a la cabeza, hasta las  acting coach y pedagogas, Laura Tajada y Laia Ricard, o la misma Carla Simón y sus actores principales. Todos ellos han hecho una labor hercúlea e invisible para que las dos menores entrasen de lleno pero con infinita ternura en el mundo de Verano 1993


David Verdaguer junto a las dos pequeñas actrices de 'Verano 1993'
David Verdaguer junto a las dos pequeñas 
actrices de 'Verano 1993'Lucía Faraig
¿Hablaron con Laia de la muerte? ¿Cómo conseguían enseñar el guion a la pequeña, que lleva pañal y aún no lee? ¿Cuántas horas trabajaron? ¿Por qué el resultado es tan natural? Estos interrogantes que abordan al espectador, se vuelven más valiosos cuando Carla Simón los desvela. O cuando Mireia Juárez cuenta los trucos del cásting.
"Para el personaje de Frida, la niña tenía que ser más urbanita, pero el de Lola es de campo. Pertenece a esas familias que se marcharon de Badalona a las afueras en los noventa", cuenta Juárez. Se desplazaron por Cataluña y fueron colgando carteles en los colegios y las escuelas de teatro, ya que la directora quería niñas que no hubiesen actuado previamente.
Lo que pocos saben es que tuvieron que convocar una segunda ronda de cástings porque no encontraban a sus Frida y Lola definitivas. "Les hacíamos mentir. La mentira es muy útil en las pruebas para ver si pueden entrar en el juego con profundidad y creerse lo que hacen. Muchos niños juegan, pero hay muy pocos que lo hagan con esa convicción", dice Carla Simón. "Laia [Artigas], de hecho, fue de las últimas niñas que vimos". 
Aunque no sea políticamente correcto admitirlo, la directora no sintió el famoso flechazo "es ella" con la pequeña protagonista. "Creo que está muy idealizado", ríe recordando la difícil decisión. "Laia tenía algo especial. Esa mirada que te despierta un deseo de filmar y seguirla con la cámara, como te tiene que ocurrir con todos tus actores", recuerda Simón. No le costó darse cuenta de que no se había equivocado.

Los piojos de la confianza

Antes de comenzar a rodar, la directora estuvo dos meses organizando reuniones con las niñas y el resto del plantel. Un día, Laia con Bruna Cusí. Al siguiente, con la pequeña Paula y Verdaguer. "El resultado, que se puede ver en los vídeos del making of, parece una precuela de Verano 1993", dice la directora.
"Imaginábamos momentos que podrían haber pasado antes de lo que ocurre en la película, hasta el momento en el que Esteban le cuenta a Marga que su hermana les quiere dejar a Frida. O cuando Frida sabe que su madre ha muerto y que se va a vivir con sus tíos", enumera. Pero el trabajo no fue completamente sobre el guion de la película (que las niñas nunca leyeron), sino también a través de situaciones cotidianas como ir a la compra, jugar en la piscina o incluso quitar piojos a las niñas.


 Bruna Cusí y Paula Blanco, actrices de 'Verano 1993'
Bruna Cusí y Paula Blanco,
actrices de 'Verano 1993' Lucía Faraig
"Bruna [Cusí], que interpreta a la tía de Frida y la madre de Lola, estuvo toda una tarde quitando piojos a Laia y Paula. No puedo imaginar nada más íntimo", dice una divertida Simón. "Yo ni siquiera sabía si iba a servir para algo. Los del equipo debían pensar que estaba como una cabra, sacando piojos a las niñas, pero se notó al llegar al set", asegura convencida.
Cuando tocó desplazarse a La Garrotxa para rodar en un tiempo récord, el equipo ya se sentía como una familia. Ese entrenamiento previo fue necesario para rodar con las pequeñas en las menores tomas posibles, ya que solo podían estar seis horas en las localizaciones y dos por las noches (de 10 a 12). "Sin embargo, siempre surge algo que no te esperas: como que a Paula le aterrorizan los gigantes y cabezudos y que a Laia no le entusiasma el agua", confiesa la realizadora, que tuvo que invertir horas en ayudar a las niñas a enfrentarse a sus miedos.

"No fue necesario hablar de la muerte"

"Lo que más me preguntan es cómo abordamos el tema de la muerte", dice Carla Simón sobre el quid de la película. "Lo cierto es no hablamos de muerte con las niñas, al menos no a esos niveles, porque no hizo falta. El lenguaje de los niños (enfados, risas, tristeza) es tan básico que queda muy creíble", asegura la directora.
Laia Artigas afortunadamente no ha sufrido la pérdida de un ser querido como su álter ego, Frida, o como la misma Simón, así que tuvieron que encontrar la forma de tocar su propia fibra sensible. " A ella se le murió una mascota y le dio mucha pena, así que hablar de eso, o de otras cosas que no son la muerte, unido a su imaginación brutal, la metía en seguida en el estado de ánimo", desvela. Aunque esta técnica no funcionó igual de bien en la escena final, y a la vez la más simbólica.
"Lo probamos todo. Historias tristes, canciones tristes...y no funcionaba nada. Me planteé incluso eliminar esa escena, pero al final descubrimos que su talón de Aquiles era la frustración. Si yo le decía que no lo estaba haciendo bien, le generaba un mosqueo tal que lloraba. Me decía, dime que no lo hago bien y lloro. Y así fue", admite Simón. 


La directora Carla Simón con Laia Artigas, la niña que interpreta a Frida
La directora Carla Simón con Laia Artigas, la niña que interpreta a Frida Lucía Faraig
La otra escena que la cineasta recuerda como la más complicada fue en la que Frida se maquilla, finge que fuma y habla imitando a su madre. "Aquí había unas líneas de guion muy claras sobre expresiones que yo había sacado de las cartas de mi madre. 'Enrróllate', 'estoy cantidad de cansada'. Opté por hacer yo de su mamá y actuar así, fumar, maquillarme, hablar de esa manera, y luego en el set le dije que me imitase", cuenta. Como dice Carla, lo importante no es hacerle sentir un huracán de emociones a la niña, sino al espectador. Y eso Laia Artigas lo consigue de Goya.

"Los valores de los premios son pésimos"

Laia, de siete, y Paula, de cuatro, no son conscientes del alcance emocional de la historia, pero ¿algún día verán la película y entenderán el mensaje poderoso que ayudaron a generar en el espectador? "Paula no sé de lo que se va a acordar. De hecho, tuvimos una entrevista en verano y ella le decía al periodista que se ahogó de verdad. Yo le decía que no, pero ella se había visto en la pantalla y estaba del todo convencida", cuenta Simón entre risas.
"Laia, aunque la ha visto muchas veces, no puede entender muy profundo. Son muy pequeñas", concluye. En su opinión, cuanta menos consciencia tengan de la industria por el momento, mejor. Por eso está totalmente a favor de que, siendo tan jóvenes, no aspiren a ningún premio por Verano 1993
"Los valores educativos que transmiten los premios son pésimos. Competencia y ostentación. Me parece que un niño ya se lo encontrará en la vida y no hay necesidad de que lo viva ahora", una opinión que la directora comparte hacia las exhaustivas promociones que a veces tienen que soportar los niños.
"Veo a los niños de Hollywood, que hacen una promoción bestial, y me horroriza cómo se sientan en una silla y contestan las preguntas. Parecen adultos de repente. Yo no tengo miedo que las niñas [de Verano 1993] terminen siendo juguetes rotos, porque nuestra industria es mucho más pequeña y nuestra película también. En parte estoy segura de que no se han enterado de lo que ha pasado", se tranquiliza.
Verano 1993 ha creado la receta del éxito para evitar que eso pase: generar un ambiente cómodo y familiar para las pequeñas, entrenar la paciencia a todos los niveles, e incluso despiojar si fuera necesario. Un compromiso por parte de los adultos para que los prodigios de hoy no se conviertan en los talentos desperdiciados del mañana.