Sobre la Declaración de Riesgo, Mesa Redonda APIMM


Asociación Madrileña para la Prevención del Maltrato Infantil 
Miércoles 15 de febrero, 
de 17:00 a 18:30 horas,
calle Evaristo San Miguel nº 4.


  
Organiza

 La nueva redacción del artículo 17 de la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor sobre las “Actuaciones en situaciones de riesgo” concede especial relevancia a la Declaración Administrativa de Riesgo como actuación preventiva de la situación de desamparo infantil.

La APIMM, haciéndose eco de las preguntas que se hacen muchos profesionales del ámbito de protección a la infancia, convoca una mesa redonda sobre este tema para abordar los interrogantes que suscita esta medida preventiva de protección.

¿Puede definirse operativamente el riesgo en el que se encuentra un menor? 
¿Supone una ayuda o una acción de control? 
¿Existe riesgo de estigmatización? 
¿Cuáles son los indicadores de riesgo? 
¿Cómo establecer la frontera entre la situación de riesgo y el desamparo? 
¿Cómo se coordinan las entidades intervinientes? 
¿El proyecto previo de intervención es obligatoriamente consensuado? 
¿Qué sucede con la intervención sociofamiliar si la declaración de riesgo es recurrida? 
 ¿Cómo se pasa de riesgo a desamparo, o de desamparo a riesgo? 
¿Qué papel juegan los centros escolares, sanitarios y sociales? 
¿A quién corresponde en nuestra Comunidad la declaración de riesgo? 
¿Quién actúa tras la declaración de riesgo?...

Para reflexionar sobre estas cuestiones y formular propuestas, contaremos con las intervenciones de cuatro destacadas expertas y posteriormente se abrirá el debate a las aportaciones de los asistentes. 
Esta Mesa Redonda se celebrará el Miércoles 15 de febrero, de 17:00 a 18:30 horas, en la sede del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, calle Evaristo San Miguel nº 4.Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, calle Evaristo San Miguel nº 4. 
La entrada es libre y no requiere inscripción.

Tras la mesa redonda, la Asociación Madrileña para la Prevención del Maltrato Infantil presentará sus iniciativas para los próximos meses y recabará sugerencias e intereses de los asistentes para futuras actividades de formación permanente y sensibilización social.


Con la colaboración del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid


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Día Internacional de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina, 6 de febre­ro, Jornadas.


Buenas prácticas locales y aprendizajes en la prevención y 

erradicación de la mutilación genital femenina.


VI Jornadas Internacionales 
contra la Mutilación Genital Femenina.







6 y 7 de Febrero de 2017 
Conde Duque Madrid - Centro Cultural, 
C/ Conde Duque 9 - Madrid


Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina, 6 de febre­ro, UNAF organiza las VI Jornadas Internacionales de MGFcomo parte del Programa de Prevención e Intervención ante la MGF subven­cionado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social a través del Fondo de Asilo, Migración e Integración.

Según el último informe de UNICEF, al menos 200 millones de mujeres y niñas sufren la mutilación genital, de los que 44 millones son niñas menores de 14 años. Entre ellas, la MGF afecta también a niñas de familias migrantes que residen en la Unión Europea, se estima que son unas 180.000. 
En España, la última estimación es de 17.000 niñas en riesgo.
En el trabajo de prevención y erradicación de la mutilación genital femenina es esencial el trabajo integral comunitario y la coordinación entre actores, empezando por el nivel local, con el fin de lograr un impacto de transformación que sea duradero.

La revolución de Celia.

Una exposición recoge las ilustraciones del dibujante Serny* 
 sobre este personaje infantil y su hermano.






MUSEO ABC
Amaniel 29-31. 28015 Madrid
T. +34 91 758 83 79
13 DIC 2016 — abril 2017

Una ilustración de Serny de las historias de Celia.
La mañana del día de Reyes, Celia Gálvez Montalbán, una niña de la alta burguesía de Madrid de los años treinta, compartió los regalos que le habían dejado Sus Majestades con Solita, la hija del portero. La niña de cabellos rizados los fue dejando caer, atados a una cuerda, desde su ventana hasta el patio para que los recogiera su amiga pobre: un peluche, una cocinita… Así hasta que su padre le dio el alto y puso fin al reparto. En otra ocasión, Celia consiguió camelarse a doña Benita, una de las señoras del servicio doméstico de la casa familiar, para meter un burro en casa.


Las travesuras y ocurrencias de esta niña la llevaron a pasar una temporada interna en un colegio de monjas. El rebelde personaje de ficción, que creó la escritora Elena Fortún (Madrid, 1886-1952), y que posteriormente se convirtió en serie de televisión —estrenada originalmente en el año 1993 en TVE— desembarca ahora al Museo ABC (Amaniel, 29). 
El pintor Ricardo Summers*, Serny fue el encargado de elaborar las primeras ilustraciones de este personaje para los libros de Fortún. Y justamente esos dibujos, entre otros, son los que ahora se pueden ver en la exposición abierta hasta el 16 de abril.

La nieta del artista, Begoña Summers, es la comisaria de la muestra. Y cuando estaba en quinto curso de carrera decidió hacer su tesis doctoral sobre la carrera de su abuelo: “Le admiro mucho y me pareció la mejor forma de rendir homenaje a su trayectoria”, cuenta la ahora doctora en Bellas Artes.

La exposición Serny. Celia, Cuchifritín y otras historias ilustradas recorre las aventuras de esta niña, su hermano Cuchifritín y de su gato Pirracas. Además, la mitad de las obras expuestas recoge los dibujos y las portadas que el pintor e ilustrador realizó para el periódico ABC o la revista Blanco y Negro para acompañar novelas,cuentos o poesías.

Fortún escribía y Serny daba vida con trazos y color a las aventuras de estos personajes, cuyas aventuras se publicaban desde 1932 en el suplemento semanal Gente Menuda del periódico, dedicado en ese momento a los hijos de la clase acomodada; los pocos españoles que sabían leer a principios del siglo XX.
La última de las novelas de la saga fue Celia en la revolución, volumen que el año pasado se reeditó. 
Aunque el libro salió a la luz en 1987, se retiró rápido del mercado.La historia cuenta el horror del hambre, los fusilamientos y las persecuciones de la Guerra Civil desde los ojos de la niña. Se trata de un relato autobiográfico de Elena Fortún, una mujer que, aunque no militó en ningún partido, tenía una clara convicción republicana. La escritora proyectó en su personaje ese compromiso de contar la verdad sobre lo que habían vivido.

Aunque los trazos de Serny no aparecen en ese último libro, él dio forma a los característicos rizos rubios de Celia así como a sus vestidos cortitos y elegantes. “Buscaba decir más con menos medios. Su gusto por lo bello le llevó a tratar con delicadeza tanto la línea como el color, algo que enlaza con una herencia española que tiene como último referente a Goya”, explica Summers. A pesar de no ser el único que dibujó a estos iconos de la literatura infantil “es el responsable de que los lectores los identifiquen y los recuerden”

MÁS INFORMACIÓN

*Serny (Ricardo Summers e Isern, Puerto de Santa María, Cádiz, 1908 – Madrid, 1995) fue un pintor que comenzó su actividad artística como dibujante ilustrando revistas y periódicos.El Museo ABC alberga 1.141 obras de las seis décadas de colaboración que mantuvo con Prensa Española. Es uno de los artistas que hicieron posible la Edad de Plata (1878-1936), un período de nuestra historia reciente que destaca por su dinamismo y riqueza cultural.

Las víctimas de “Bullying” no sufren solas. Audición de Radio ONU.

Escuchar / Descargar.


El bullying afecta a más de 245 millones de niños en el mundo. Foto: UNESCO

El acoso y violencia escolares no sólo afectan a las víctimas sino también a quienes las rodean. Sus padres, sus compañeros, sus escuelas.

Esto afirma un reciente informe de la UNESCO, que reveló que alrededor de 246 millones de niños y jóvenes en el mundo experimentan algún tipo de violencia escolar, la más común: el "bullying".

Christophe Cornu,  coordinador de Programas Especiales de las Secciones de Salud y Educación de ese organismo, habló con Noticias ONU sobre  este flagelo, que tiene un fuerte impacto en la vida de niños y jóvenes.



Producción: Laura Quiñones
Duración:  3’45”

La infancia toma el Congreso en una jornada histórica,

 25 enero 2017.

Si la tarea de la infancia es llevar lo nuevo al mundo de lo simbólico, en palabras de Walter Benjamin, los niños y niñas que intervinieron en la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados han cumplido con creces sus deberes. En lo que será recordado como un hito histórico, ocho chicos y chicas de los consejos locales presentaron sus propuestas a los parlamentarios y realizaron una petición: la creación de un Consejo Nacional de Participación que sirva para establecer un diálogo entre la Comisión de Derechos de la Infancia del Congreso de los Diputados y los niños y niñas.

Los organizadores de la jornada,  la Plataforma de Organizaciones de Infancia a través de la estrategia La Infancia Opina y UNICEF Comité Español a través del programa Ciudades Amigas de la Infancia, confían en que los parlamentarios den continuidad a esta iniciativa y que estas jornadas se organicen periódicamente.
@unicef2017/Hugo_Palotto
“Hemos venido a trabajar”

Procedentes de distintos puntos de la geografía española, como Asturias, Galicia, Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha o Madrid, los jóvenes se dieron cita a las 10 de la mañana en las escaleras del Congreso. “Hemos venido a trabajar, no a hacer turismo”, avisaba Ariola, de 14 años y procedente de Málaga, bajo la atenta mirada de Daoíz y Velarde, los leones de bronce que velan la entrada a la Cámara Baja.

Dicho y hecho. Tras atender a distintos medios acreditados y enviar mensajes por las redes sociales, Ariola, Bárbara, Edita, Erika, Luis, Sergio, Tania y Zakaría entraron en una abarrotadísima sala Ernest Lluch para defender los derechos de “todos y cada uno de los niños y adolescentes que hay en el país”.

La presidenta de la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia, Mar García Puig, fue la encargada de darles la bienvenida: “El Congreso es también vuestra casa”, anunció. “Cuando he entrado a la sala y he visto a tanta gente aplaudirme, se me ha hecho un nudo en la barriga”, señalaba una de las jóvenes protagonistas.

Ante una nutrida audiencia de representantes políticos e institucionales, periodistas, miembros de consejos de participación, niños, jóvenes y mayores los ocho protagonistas de la jornada presentaron las propuestas recogidas en el Manifiesto de Santander, fruto del IV Encuentro Estatal de Participación Infantil y Adolescente. En intervenciones de cinco minutos, plantearon desde su análisis sobre educación, protección, salud y bienestar, participación, igualdad de oportunidades o personas refugiadas.

“Pedimos a los políticos que nos escuchen más, que piensen en nosotros para tomar decisiones” —decía Luis, el primero en intervenir—. Nosotros, niños y niñas, somos el presente de un futuro más decente.” Edita, del Consejo de Castrelo de Miño, señalaba que “la educación no es solo adquirir conocimientos, sino una suma de valores y actitudes”.

Procedente de Alcalá de Henares, Bárbara recordaba que “la igualdad es la base de todo, la llave para solucionar la mayoría de problemas que nos atormentan día a día”. Y mientras Tania, del Consejo de Málaga, pedía a los representantes políticos que dieran prioridad a la construcción de nuevos hospitales en las zonas más pobladas, Sergio reconocía la complejidad del tema de los refugiados, recordando a las autoridades que pueden hacer mucho más de lo que hacen .

Un antes y un después

Tras las intervenciones de los niños y niñas tomaron la palabra los portavoces de los grupos parlamentarios Mixto, del PNV, de Esquerra, Ciudadanos, Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Socialista y Popular. Además de felicitar a los jóvenes y agradecer sus propuestas, los portavoces alabaron tanto su valentía como su capacidad para explicar de una forma directa y sencilla asuntos tan complejos. Por último, la presidenta Mar García Puig abogó por que el Congreso mantenga sus puertas abiertas a los niños, por dar una periodicidad a estos encuentros y remarcó la necesidad de crear un órgano de participación a nivel estatal.

Aunque es la primera vez que la Comisión de Derechos de la Infancia y la Adolescencia invita a los chicos y chicas de los consejos de participación para escuchar sus propuestas, los jóvenes son conscientes de haber hecho historia y esperan que no se trate de un “acto puntual”, sino de “un gran primer paso para la participación infantil y el comienzo de algo grande”, en palabras de Erika, del Consejo de Nava de Asturias. “Esperamos llenar aún más la sala en próximas ocasiones”, apuntó Luis, del Consejo de Avilés.

Para cerrar este día histórico, la presidenta de la Comisión acompañó a los chicos y chicas hasta la sala de los Pasos Perdidos y el Hemiciclo, el lugar donde se celebran las sesiones del Pleno del Congreso. Esta vez los representantes infantiles entraron como visitantes, pero quizás, más pronto que tarde, alguno de ellos regrese para ocupar un escaño. Porque, como anunciaba una de las protagonistas, “si quieres cambiar el país, tienes que hacerlo desde dentro”.

RECURSOS


Esta Jornada Parlamentaria estuvo organizada por organizada por la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados, la Plataforma de Organizaciones de Infancia a través de la estrategia La Infancia Opina y UNICEF Comité Español a través del programa Ciudades Amigas de la Infancia.

De cómo robamos infancias de forma absurda y no nos damos cuenta.

En qué momento alguien decidió que ¡NO ERAN NIÑOS!.

Estoy un poco cansado de ver la gran cantidad de sobre-exigencias que tiene un niño con autismo, 
muy cansado de ver cómo deben esforzarse 40 veces más que cualquier otro niño 
para conseguir agradar, complacer, satisfacer, o cumplir las expectativas de otros.

¿Han olvidado que a pesar del autismo siguen siendo niños?

Daniel Comin


Estoy cansado de que niños y niñas, que por el hecho de tener autismo, y por tanto, problemas sensoriales, de comunicación, motrices,…, es decir, que -debido a una serie de dificultadas- el mundo les resulta hostil y complejo, y que a pesar de todo eso, estén sometidos a tremenda presión de forma sostenida.

Van de un lado al otro en un incansable baile de terapias, 
entran y salen de gabinetes, colegios, salas, …, 
hasta los juguetes que les compran son ¡para niños con autismo!, 
¡por Dios! 
¡Que paren el mundo que me bajo! 
En qué momento alguien decidió que ¡NO ERAN NIÑOS!

No parecemos darnos cuenta que nuestra conducta obsesiva, rígida e inflexible que pretende mejorarlos a toda velocidad, de lo que sea que tengan, les está robando su infancia. Creo que los que encajamos en el diagnóstico de autismo somos los demás, no ellos. El único diagnóstico que un niño debiera recibir es el de infancia temporal. Porque tristemente la infancia se va, y en muchos casos, nuestros niños no se enteraron de que la tenían, ni la disfrutaron.

Se nos ha olvidado algo básico, empecinados en conseguir encajarlos en nuestro mundo imperfecto, lleno de normas y reglas, las cuales, nosotros mismos nos pasamos la vida criticando, pero no movemos un dedo por cambiarlas, se nos ha olvidado vivir. Y de paso, convertimos a nuestros hijos en una especie de satélite de su propia vida, donde ni pinchan, ni cortan, ni participan. No son niños, solo son autismos. No tienen porque cumplir nuestras expectativas.

Nuestros propios miedos, nuestras propias expectativas están limitando a nuestros niños, les hemos condenado a vivir bajo el yugo de nuestro propio miedo, de nuestras propias inhibiciones. Nos hemos olvidado de que en las cosas simples y sencillas se encuentra la verdadera felicidad, se nos ha olvidado que nada hay más importante en el Universo que ese beso espontáneo, esa caricia, esa mirada cómplice que nos llama a jugar, a tirarnos por el suelo, a henchir nuestros pulmones con el aire de la vida y soplarlo con todas nuestras fuerzas sobre la tripa de nuestro hijo y obtener unas sonoras y estruendosas pedorretas ¡Cómo si eso solo se pudiera hacer con un bebé de 9 meses!

Nuestra amargura, nuestra depresión, nuestra insatisfacción general por la vida que estamos viviendo, sí, la misma que -y seamos claros- también se lo está poniendo difícil a nuestros niños y a nosotros, pero eso no es excusa para dejar de demostrar, de profesar una profunda locura de amor continuado. De parecer totalmente locos a los ojos de los “normales”, de comportarnos como si hoy fuese el último día de nuestra vida. Porque en el fondo ¿quién sabe si no es realmente el último día de nuestra vida?

Déjense de buscar un propósito a las cosas y empiecen a buscar el sentido, que no, no es lo mismo. A veces nos vemos embutidos por nosotros mismos en una locura de odio, furia, mala leche, o como prefieran denominarlo, hacia el mundo en general. Que obviamente hay muchas razones de peso para ello, tampoco caigamos en el modelo de superfelicidad en medio del horror, pero hay que ser muy, muy cuidadosos de no caer en la amargura que el mundo nos provoca, en muchas ocasiones porque el mundo no entiende, o no da cabida, o no le da la santa gana de ayudar a nuestros hijos. Esto es así, y al ritmo que van las cosas va a seguir igual durante algún tiempo.

Pero aquí el orden de los factores sí altera el producto. Ojo a nuestros propios estados emocionales. Está muy bien ir a pelear como fieras por los derechos de nuestro hijo, que en el fondo es pelear por los derechos de todos. Pero si el entorno es hostil -que lo es- y cuando llegamos a casa tenemos las heridas demasiado abiertas, si abrazamos a alguien lo vamos a llenar de sangre. Espero entiendan la metáfora.

Y es que esto no es fácil, no hay magia, ni hostias consagradas que resuelvan nada de forma inmediata. Pero en el momento que usted cruce la línea invisible que separa la fortaleza de la amargura, está firmando el principio del fin.

Cada vez que sienta que no puede más, que su hijo ha tenido una crisis infernal, que el Gobierno de turno le ha jodido, que el colegio de turno no hace nada bien, que el médico, terapeuta, psicólogo, o lo que sea, no tiene ni idea de lo que hacen, pues se fastidia, se limpia la sangre de las heridas y se pone las pilas. Porque es su obligación, porque para eso es madre o padre, pero porque sobre todo cuando haga lo que le voy a proponer a continuación se va a sentir muy liberado, es como alcanzar el nirvana.

Una vez usted piense que el mundo y todo lo que le rodea le odia, quiero que piense que solo le quedan 6 horas de vida, y más le vale aprovecharlas. Así que vuélvase absolutamente loca o loco, cómase a su hijo o hija a besos, revuélquense por el suelo, ¡hagan pedorretas!, jueguen, busquen formas imaginarias en las nubes, cuenten estrellas, cuenten cuentos, dense un baño de los de ponerlo todo perdido, coman pasteles hasta reventar, aunque luego el subidón de azúcar los tenga en pie hasta las 3 de la mañana, hagan algo divertido, sean niños. Procuren puntuar para, por un tiempo determinado, entrar en el diagnóstico de infancia temporal, y eso háganlo con sus hijos. Posiblemente las primeras veces que usted lo haga su hijo se quede en shock pensando ¡qué diantres comieron hoy mis padres!, pero le va a gustar seguro ¡A quien no le gusta que le quieran! Y tras esa especie de terapia de amor desaforado, de ese estado de embriaguez amorosa, estarán todos cansados, pero con una inmensa sonrisa en la cara ¿Cuanto vale la sonrisa de nuestros hijos? ¿Y la nuestra? Porque la nuestra también cuenta.

Cuando no esperas nada de un niño, es cuando él está dispuesto a dártelo todo. Son niños, no maquinas. Trátenlos -por tanto- como lo que son, porque eso es empezar a respetarlos a ellos, es contender con su dignidad, y con la de la infancia. Hay que predicar con el ejemplo. Esa debe ser la esencia de la paternidad.

En la película de 1997 “La vida es bella”, una historia tremenda y dura, aunque quizá es una de esas películas que hay que ver al menos una vez en la vida, Roberto Benigni (Director, co-guionista y protagonista) nos muestra como un padre que es encerrado en un campo de concentración nazi junto con su hijo, consigue, en medio del horror y las privaciones de la guerra y el holocausto, hacer que su hijo, no solo sobreviva a la dureza y hostilidad del entorno, además preserva la integridad emocional de su hijo.

No les pido tamaña heroicidad, pero sí que entiendan que si su mente solo navega entre aguas turbulentas, si solo desean como único propósito de su vida que su hijo alcance determinadas metas, posiblemente pierdan el sentido de la vida, la suya y la de los que les rodean.

Nutrición infantil y lobbys

“Parece que en España, la industria alimentaria continúa gobernando las políticas de alimentación y de obesidad entre bastidores


Julio Basulto

Cuando uno se sumerge en el océano de la nutrición no suele encontrarse con límpidos corales, sino más bien con oxidadas latas de bebidas azucaradas. Si frotamos bien las gafas de bucear descubriremos, entre otros monstruos submarinos, que nuestras cifras de lactancia materna están lejísimos de ser ideales, que cerca del 20% de los menores de diez años toma una media de dos litros mensuales de bebidas “energéticas”, que casi la mitad de nuestros niños padece exceso de peso (cifra que asciende al 60% en adultos) o que tomamos cerca de 111 gramos de azúcar cada día.
“Parece que en España y en el Reino Unido, la industria alimentaria continúa gobernando las políticas de alimentación y de obesidad entre bastidores”, asegura el artículo en The Lancet
Las bebidas azucaradas son un problema de salud pública. 
Ante semejante panorama no extraña que los nutricionistas estén aterrados. Su preocupación fundamental, en cualquier caso, se centra en la infancia, entre otros motivos porque un 76,9 % de los niños y adolescentes españoles sigue un patrón de estilo de vida poco saludable, según el estudio ANIBES. El doctor David Ludwig (Harvard Medical School), en un texto titulado Esperanza de vida lastrada por la dieta (JAMA) justificó que los triunfos que nos han permitido elevar nuestra esperanza de vida en Occidente (más disponibilidad de alimentos, mejor sanidad e importantes avances médicos) van a fallar estrepitosamente a causa de la “catástrofe” que generarán las actuales tasas de obesidad infantil, más elevadas que en ninguna otra época de la historia.

Ludwig, como muchos otros investigadores, insiste en la necesidad de proteger a los niños de la “publicidad depredadora” y de otros tipos de mercadotecnia. Una protección que debería venir de los gobiernos, con medidas como la prohibición de publicidad de alimentos malsanos dirigida a niños. Lean, sin embargo, qué opina al respecto la doctora Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud: “Tal y como me han dicho una y otra vez los gobernantes, la presión de los lobbies alimentarios ha socavado sus acciones dirigidas a reducir la obesidad”. No es descabellado pensar, por tanto, que la injerencia de los intereses de ciertos sectores de la industria alimentaria contribuye a nuestras elevadísimas tasas de exceso de peso.

Mañana, Los Niños y niñas comparecen en la Comisión de Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados

Niños y niñas comparecerán en la Comisión de Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados



  • Lugar: Congreso de los Diputados. Sala: Ernest Lluch.
  • Fecha: miércoles, 25 de enero de 2017.
  • Horario: de 12.00 h. a 14.00 h.
Por primera vez los niños, niñas y adolescentes presentarán sus propuestas fruto de las conclusiones recogidas en el Manifiesto de Santander durante el IV Encuentro Estatal de Participación Infantil y Adolescente ante la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados. 

Las demandas y reivindicaciones abarcan diferentes ámbitos de derechos recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, como educación, protección, salud y bienestar e igualdad de oportunidades.

Esta presentación tendrá lugar durante una Jornada Parlamentaria el próximo día 25 de enero de 12.00 a 14.00 horas. La misma estará a cargo de un grupo de representantes del Cuarto Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil y Adolescente celebrado en Santander el pasado mes noviembre, y que al tiempo son miembros activos de sus consejos municipales de participación.

Esta Jornada Parlamentaria está organizada por la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados, la Plataforma de Infancia a través de la estrategia La Infancia Opina y UNICEF Comité Español a través del programa Ciudades Amigas de la Infancia.

En este sentido, la Plataforma de Infancia invita especialmente a aquellas personas involucradas con procesos de participación infantil a tomar parte de esta Jornada parlamentaria. Para ello, os facilitamos los datos:
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En el mismo Congreso de los Diputados, tendrá lugar la exhibición de la exposición “La Infancia Opina, una mirada a nuestro derecho a participar”, dedicada especialmente a niños, niñas y adolescentes, pero también a los adultos, cuyo objetivo fundamental es visibilizar el derecho que tiene todo menor de edad a participar en la sociedad.
La exposición es una iniciativa de la Plataforma de Infancia que ha contando con la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y se compone de una muestra de 8 paneles ilustrados orientados a profundizar en el conocimiento de los derechos de la infancia y visibilizar, en sentido positivo, ejemplos de cómo el ejercicio del Derecho a participar es posible y contribuye a la construcción de un mundo más justo para todos y todas.

Más información:

Menos derechos para la infancia, más violencia institucional para la sociedad. Macri…., con los pibes no.

Comunicado.

Menos derechos para la infancia, 
más violencia institucional para la sociedad.

La infancia y la adolescencia como categorías sociales, tienen una limitación constitutiva ya que no pueden auto representarse. Así en la mesa de negociaciones los niños, niñas y adolescentes no tienen muchas veces quien los defienda. La infancia no “ocupa” ningún rol social, ni productivo estratégico, ni puede organizar piquetes para tomar un determinado espacio público para reclamar por sus postergadas necesidades. Como los niños, niñas y adolescentes no tienen “poder”, el destino de sus derechos es frecuentemente un dramático silencio. Y es por esa “fragilidad” constitutiva de la infancia como actor social y por lo que la misma representa que necesita ser colocada en un lugar político central, para proteger y promover sus derechos
                                                                    Eduardo Bustelo

Los abajo firmantes sostenemos que la ausencia de políticas destinadas a la protección de la infancia de parte del gobierno de Macri en su primer año de gestión, se agrava aún más con su iniciativa de bajar la ¨edad de imputabilidad¨, por la que se pretende que los pibes de 14 años puedan ser perseguidos y encarcelados.
Este retroceso legal expone a la Argentina, al descrédito, la condena y las sanciones internacionales, como ya ha sido advertido claramente este Gobierno en los últimos meses por diversos Organismos Internacionales de protección de Derechos Humanos.
El Estado Argentino está obligado por imperativo constitucional y convencional, al rechazo a la baja de la edad mínima penal, sustentado en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en especial en la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU con rango Constitucional desde el año 1994.

El Comité de Derechos del Niño postula que la edad mínima de responsabilidad penal se fije en el nivel más alto posible –los 14 o 16 años-; y por imperio del principio de no regresividad, deben evitarse bajas como surge de la propuesta veraniega que de modo “espasmódico” emite el gobierno nacional a raíz de un hecho doloroso al comenzar un año electoral.
Y por si esto fuera poco, el gobierno de CAMBIEMOS con la iniciativa que analizamos, desconoce los consensos alcanzados de los que también fueron partícipe en su oportunidad entre la Nación, las Provincias y la CABA en el marco del Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia de Julio de 2015. Aquella Acta Acuerdo destaca que la política estatal para una nueva ley penal juvenil, entre otros criterios señala que, “la edad de punibilidad no podrá establecerse por debajo de los 16 años, en respeto al principio de no regresividad y de progresividad en la garantía de los derechos”.
Frente a estos antecedentes, el Ministerio de Justicia pone en evidencia su carencia de autoridad política para impulsar debates de tal envergadura, debido al profundo desconocimiento de los antecedentes históricos que la Argentina registra en este tema.
Denunciamos la contradicción con el principio del ¨interés superior del niño¨ que esconde la propuesta del Ministro de Justicia Germán Garavano, que generaría una arquitectura institucional basada en la penalización de niños, niñas y adolescentes que roza lo inconstitucional.

Sabemos que no son hechos aislados, quieren terminar con la construcción política de esta década basada en la ampliación de los derechos sociales y ciudadanos para imponer un modelo de ajuste económico neoliberal. La vulnerabilidad no es un efecto no deseado del ¨sinceramiento¨ del mercado sino una condición del control y la represión al servicio del poder concentrado.
Alertamos a la sociedad sobre este nuevo intento de la derecha conservadora argentina de imponer una agenda pública que asocia delito y adolescencia, buscando aplicar el Código Penal a personas menores de 16 años.

Nuestra historia social es rica en políticas, herramientas y construcciones sociales destinadas a abordar problemáticas infanto-juveniles. No es que no debe hacerse nada con los menores de 16 años involucrados en comisión de delitos, sino que las intervenciones deben estar organizadas en el marco de un sistema de políticas públicas que privilegie las medidas socio-educativas alternativas al encierro; que sea especializado como requiere un adolescente en proceso de desarrollo; que ponga su prioridad en la prevención, para evitar las transgresiones penales y promover la reintegración de aquellos que cometieron infracciones. Es imperioso contar con una norma que, además, no permita imponer castigos en nombre de la protección.

Consideramos que el Régimen Penal Juvenil vigente debe ser modificado. Coincidimos con lo señalado por los organismos de Derechos Humanos, lo ordenado por la Corte Suprema de la Nación y también la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ningún organismo de Derechos Humanos, tampoco UNICEF, mucho menos quienes trabajan con chicos y chicas reclaman o concuerdan con reducir la edad de punición penal.
Sabemos que la idea de un crecimiento exponencial del delito juvenil y del supuesto impacto en la “inseguridad” no tiene bases verificables. Tampoco existen argumentos racionales que indiquen que para salir de la “tutela” del actual Régimen Penal Juvenil se deba necesariamente “bajar la edad de imputabilidad”. Existe en ese razonamiento –enarbolado algunas veces desde una supuesta perspectiva progresista- algo de extorsivo: el costo de obtener un régimen legal respetuoso de garantías para los chicos y chicas -dejando atrás la Ley Nº 22.278 de la Dictadura. El jurista chileno, Julio Cortés Morales, lo describió con lucidez: “Hoy en día el Estado es capaz de otorgar más garantías a la vez que incrementa los niveles de punición, resolviendo con eso dos exigencias contradictorias, o a lo menos difíciles de conciliar”.

Nuestra experiencia histórica enseña que el gobierno está haciendo exactamente lo contrario de lo que se necesita para reducir la violencia social y el delito. No confrontar claramente esta política regresiva y represiva que postulan Macri y Garavano allana el camino de la violencia institucional y nos aleja de la paz en nuestra patria, donde las víctimas además son también los niños y niñas de los sectores populares.

El cinismo de esta propuesta hacia el “piberío pobre” es un reflejo de la concepción económica neoliberal de un Estado desertor y otra cara es la desidia que han demostrado en la sub-ejecución presupuestaria en áreas de salud, empleo, políticas sociales y educación; que pone en evidencia la absoluta ausencia de compromiso del Gobierno de Macri con los derechos de niños, niñas, adolescentes y sus familias. La reciente desarticulación de políticas y programas destinados a la inclusión desde el Ministerio de Educación es una evidencia de lo señalado.

Un proyecto de país sensible a los intereses populares, jamás debería privar a la infancia de sus derechos, ni incrementar la violencia estatal contra la adolescencia que el propio modelo excluye.
Con este Comunicado expresamos nuestra posición e invitamos a colegas, especialista, organizaciones sociales y colectivos comunitarios a sumar sus voces e ideas.

Macri…., con los pibes no.

Buenos Aires, 05 enero 2017


FIRMAS:
Adrian Rozengardt, Alejandra Barcala, Claudio Franchello, Daniel Molina, Felicita Elías, Gabriel Lerner, Gustavo Piantino, Jose Machain, Marcelo Brignoni, Marisa Herrera, Paula Chinellato, Ruben Zarate.
Integrantes del Observatorio de Derechos de Infancia y Adolescencia "EDUARDO BUSTELO"

The place of digital devices in the home and family routines of young children (3-7) in Madrid

por  




 Galera, Nieves; Matsumoto, M. y Poveda, D. (2016).
 The place of digital devices in the home and family routines of young children (3-7) in Madrid. 
 Media Education: Studi, Ricerche, Boune Pratiche, 7 (2), 303-319.

This paper presents results from a study exploring how families with young children organize their daily routines and the place that digital technologies and devices play in these routines. Data from the study draws on an extension of the study coordinated by the EU Joint Research Center on young children (0-8) and digital technology conducted in Spain during 2015 and includes home observations, interviews and video home-tours with 9 families and 10 children from the Madrid (Spain) metropolitan area between 3 and 7 years of age. The analysis draws on concepts from current socio-cultural and ecological theory and examines the interrelationships between adult home activities, children’s care and activity needs and the co-organization of family routines. Our sample allows dividing the children in two age groups (five children between 3-5 years of age and five children between 6-7 years of age) and the cross-sectional analysis suggests a developmental pattern in the co-organization of this family activity and participation system. Younger children seem to have a more autonomous, but not necessarily solitary, use of digital (hand-held) devices that is compatible with parent’s attention to other house chores or work-related demands. Older children continue to use digital devices but as their uses become more varied and parental worries about risks more explicit, more engaged mediation strategies become visible in parents. In both cases, family members co-construct their family routines and activity ecologies, which develop over time, and our data suggests that digital devices (in the set of urban/suburban “European” families we have studied) play an important role in the organization and development of children’s family life. Keywords: Children’s Routines – Digital Media – Ecocultural Theory – Parental Mediation – Home.
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La infancia frente a las pantallas: Un debate necesario.

Es interesante concebir las políticas TIC para la primera infancia 
no sólo desde el punto de vista de la política educativa, 
sino desde las políticas sociales, como políticas públicas y desde el enfoque de derechos. 
Eventos del SITEAL


Conversación entre 
María Teresa Lugo, 
Valeria Kelly, 
Melania Brenes Monge y 
Elena Martin.

El 23 de junio de 2016, en el marco de los Eventos de Siteal 1
María Teresa Lugo, Coordinadora de Proyectos TIC y Educación del IIPE 2
junto a Melania Brenes Monge de la Fundación Omar Dengo (FOD) de Costa Rica 3
Elena Martín, Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid 4
y Valeria Kelly, Consultora del Área TIC y Educación del IIPE UNESCO Buenos Aires 5, conversaron acerca de los enfoques teóricos, las políticas y experiencias que dan cuenta de la relación entre la primera infancia y las tecnologías digitales, haciendo hincapié en el aspecto educativo, en la salud y la acción social.




María Teresa Lugo: En este encuentro trataremos la problemática de la primera infancia frente a las pantallas, como fenómeno social y como asunto de Estado. Nos interesa pensar qué pasa en el hogar, en los jardines de infantes y también en el ámbito de las políticas de Estado6 Elena, ¿Cuál es tu posición frente a este tema? 
Elena Martín: Voy a exponer algunas ideas acerca de cuál es el papel de la familia7, de los padres y las madres o de las personas que llevan a cabo la activa responsabilidad en el uso de las TIC en la primera infancia. Al hablar de primera infancia entiendo que nos referimos a los niños y niñas de entre cero y ocho años. Quiero puntualizar algunos cambios que se han producido en la familia y que son importantes para entender el papel que desempeña. En primer lugar, está el cambio que ha tenido el concepto de familia, no se trata de un hombre y una mujer con hijos biológicos sino que lo que define a la familia son las relaciones entre personas que tienen un proyecto en común y esperan que sea duradero. Las familias tienen estructuras muchísimo más complejas, diversas y atractivas en este momento. Las figuras que deben regular el uso de las TIC de los menores no son sólo los padres y las madres sino todas las personas que ejercen una influencia educativa. Cada vez hay más personas, abuelos y cuidadores por ejemplo, que pasan tiempo con nuestros hijos y los acuerdos acerca del uso de las TIC tienen que ser coherentes entre todas esas figuras.
La familia, además de ejercer una influencia educativa directa, tiene la función de seleccionar y planificar los entornos en los que se mueven los niños y las niñas, como la escuela y las actividades de ocio. Las TIC están mediando las prácticas sociales, por tanto cuando elegimos un tipo de ocio para nuestros hijos y permitimos un tipo de práctica social, como el uso de TIC, estamos ejerciendo una influencia educativa aunque sea de una manera indirecta. Los progenitores o adultos responsables debemos tener criterios para evaluar cuáles son los usos adecuados e inadecuados de las TIC, algo realmente complicado. A los ocho años, los niños tienen todavía una escasa capacidad de planificación, pero van avanzando en su capacidad de regulación. Hay que enseñar a nuestros hijos a planificar su propio desarrollo y regular el uso de las TIC. La clave no está en que nosotros siempre desde afuera estemos regulando ese uso, sino en que les hagamos entender que regulamos por una razón positiva hasta que puedan hacerlo por sí mismos. Hay que ceder progresivamente el control a los niños. En este caso, la familia necesita conseguir algo muy difícil que es el equilibro entre control y afecto"Tengo que regular tu conducta y poner límites, no debo dejarte acceder a determinadas pantallas, aplicaciones o redes sociales a cierta edad, pero tengo que conseguir que entiendas que lo hago por tu bien".