Historias de padres e hijas.








Adolfo Córdova

Según Poleke, hoy en día se puede “tener a un papá que no es tu papá
O a un papá que es tu papá pero vive en otro lugar. 
O un papá que existe, pero no sabes dónde. 
O un papá de probeta al que no conoces. 
O a un papá de probeta que sí conoces, pero a quien no llamas papá porque así le dices al marido de tu mamá. 
O un papá de probeta que no es el marido de tu mamá, pero a quien de todas maneras llamas papá. 
O un papá del que sabes dónde está, pero al que no puedes ir a ver porque está prohibido. 
O tienes dos papás a los que les gustan los chicos. 
O dos papás que son mujeres”.

En esta entrada hay por lo menos seis tipos de papás más. Está el papá poeta de Poleke, divorciado y vuelto a casar. Hay dos padres que viajan con sus hijas buscando mejores oportunidades: uno va hacia el Norte, con un coyote; otro emprende una viaje en automóvil entre bosques y desiertos. Hay una niña que pierde un diente y un papá en casa que la ayuda a resolver sus miedos. Y dos más: uno que le escribe a su hija una larga historia de vida, como un poema, y otro que la llama por teléfono desde lejos, ansioso de reencontrarse con ella.
Ya habíamos visto aquí cómo resulta más común encontrar relatos de padres ausentes, regañones y tiranos que relaciones positivas. Si la búsqueda es de padres e hijas, el panorama no es más abundante, pero tampoco es pobre. Aquí una prueba. 
Para celebrar a los padres que se quedan o que vuelven, pero que sí están.


1. Dos conejos blancos.  Jairo Buitrago y Rafael Yockteng, Ediciones Castillo.
Aunque proliferen los libros álbum, todavía no es tan común encontrar propuestas donde el texto y la imagen dialoguen como en este libro, en dos niveles lectura tan claramente trazados. En uno, el del texto, una niña narra en primera persona su vida viajando con su padre. Mira y cuenta: cinco vacas, cuatro gallinas, cincuenta pájaros, un niño; perros que pasan, autos que pasan; la gente que vive en las vías del tren, las nubes. Todo, menos los soldados. Ella hace preguntas: ¿Para dónde vamos? Su papá no responde, está alerta, pensativo, silencioso. No responde, pero las ilustraciones sí. En ese otro nivel está el viaje que reconocemos y que empezamos a encontrar en más libros para niños: el de los migrantes de sur a norte.
Ya en el magnífico Migrar (Ediciones Tecolote, 2011) compartíamos la mirada de un niño que deja su casa y se sube La Bestia para llegar a Estados Unidos. Dos conejos blancos es un libro hermano, pero aquí no es la voz de la niña la que da orden y tiempo a la narración, son las imágenes, llenas de sombras y cielos, las que nos llevan. Los paisajes se abren y se cierran; los personajes suben y bajan, corren, se tallan los ojos, trabajan, juegan, pero están juntos, la hija y el padre. Él la sostiene y si se aleja la llama enseguida, porque el entorno es amenazante. Rafael Yockteng no lo maquilla, aunque tampoco dramatiza de más. Y el final no es conclusivo, porque es difícil decir qué pasará en estas historias (Según el Instituto Nacional de Migración, cada año unos 40 mil niños y niñas migrantes son repatriados desde Estados Unidos a México. Alrededor de 18 mil viajan solos), pero no es desesperanzador. El lector, sabe, por lo menos, que son dos, y están juntos.

Igual que Buitrago y Yockteng que, a estas alturas, parecen una de las parejas creativas más sólidas en la producción de libro álbum en Iberoamérica; dos conejos, también ellos, sensibles a la relación de padres e hijas en contextos complejos. Basta recordar a la entrañable Eloísa rodeada de bichos (Eloísa y los bichos, Babel Libros, Ediciones Tecolote, 2011) o Camino a casa (FCE, 2008, Premio A la Orilla del Viento) que, muy anticipadamente en México, aborda, de manera sutil (se revela en las páginas finales), la desaparición de un padre y su sustitución alegórica con un enorme león.

2. Hermano Lobo.   Carla Maia de Almeida. Ilustraciones: António Jorge Gonçalves. Traducción: Jerónimo Pizarro. Ediciones El Naranjo. 
La de Bellota es una voz que no se olvida. Una voz dividida en dos: Bellota, de ocho años, que viaja en auto, en presente, con su padre, tras la pista de un nuevo hogar; y Bellota, una joven de unos 15 años, que recuerda y cuenta cómo su familia empezó a desmoronarse. Esa voz es nostálgica pero llena de descripciones de las dinámicas familiares inteligentes y divertidas. Cada miembro de la familia es un personaje en la voz de Bellota, no es su madre ni sus hermanos mayores, son Blanche, Miss Kitty y Fósil, miembros de una tribu apache, liderada, apenas, por Alce Negro o el Hombre de Hielo (inofensivo), su padre. Y Malik, el perro, casi un hermano, y Conejo Volador, un muñeco de peluche.
El viaje de la Bellota de ocho años también tiene humor y momentos bellísimos de calma y descanso al lado de su padre. El roadtrip, al ella que titula la “Gran Travesía por el Desierto de la Muerte”, es una búsqueda desesperada por el paraíso perdido, una casa vieja, que el padre recuerda idílica. Mientras él busca dónde dormir, qué comer, por dónde continuar el viaje, Bellota recuerda al resto de su familia, pero también observa, escucha y conoce a su papá. Son sólo ellos dos en el auto, ella elabora una historia propia a su lado y una historia para su padre. De pronto es una narración que parece remontarse a los orígenes del hombre y que condensa el espíritu incansable y desesperado del padre de Bellota. Quiere proteger y mantener a su familia, lo intenta “con todas sus fuerzas y coraje”, pero parece que nadie lo nota… salvo ella, que está dispuesta a quererlo siempre. 
Yo sabía que el Hombre de Hielo no era peligroso cuando se transformaba, porque Conejo Volador me había contado historias acerca de él: 
“Hace muchos, muchos años, un hombre había salido a cazar buscando comida para alimentar a la familia. Era invierno. Había nieve y hielo por todos lados y la mayor parte de los animales se refugiaba en sus cuevas y lugares de abrigo. Ya había caminado muchos kilómetros y estaba exhausto. Entonces avistó los cuernos de un venado tras los árboles y comenzó a correr tras el animal sin advertir que se encontraba demasiado cerca del glaciar. La idea de llevar carne para muchos días lo dejaba ciego, tan ciego como la nieve que le caía sobre los ojos. Y el hombre dejó de ver…”. 


3. Escalera al cielo.   Andrés Acosta. Ilustraciones: Richard Zela. SM Ediciones.
Tú, desde antes estabas tú, no aquí, de este lado; / vivías dentro, muy dentro de mamá y desde entonces / yo soñaba contigo. A lo lejos te vi, caminabas distraída / junto a un río y caíste a las aguas de vertiginosos / remolinos que arrastraron tu pequeño cuerpo / cual muñeca de trapo. Veloz me adentré en el río, / aferré una raíz, las piernas temblando, / y cuando pasabas frente a mí te tomé de la mano. / Te arranqué de las aguas, de los helados brazos / de la muerte. Estabas desmayada. / Tus ojos cerrados para el mundo. / El mundo, cerrado para ti. Oprimí tu pecho / y brotó un chorro de agua / y también salieron burbujas y pequeñas piedras / y plantas y un pez que regresó contento al río.
Uno de los relatos en verso más conmovedores y potentes que he leído. Si no es habitual la poesía para niños, menos un proyecto de esta naturaleza, que revela, en 60 páginas, renglón a renglón, como si fueran peldaños, el testimonio de un padre que le habla a su hija. El tono es entre mítico y realista. La hija de este hombre nace extraña: El médico dijo, es una niña. El médico dijo, / que ha roto antes de tiempo su cordón umbilical. / Habrá problemas, el médico dijo. / Nadabas sola, extraviada dentro del saco amniótico, / desconectada. Eras una niña astronauta, / perdida en el espacio interior de tu madre. 
El autor va y viene entre las metáforas y los acontecimientos concretos de esta niña que va creciendo, cada vez más extraña, para mantener la tensión y construir una voz paterna atenta, amorosa, comprensiva… y, de verdad, memorable. Andrés Acosta se apoya, sutilmente, en otros peldaños, algunos versos de sus “padres” literarios: Borges, Elliot, Gorostiza, Paz, Villaurrutia, Sabines, Girondo, Nezahualcoyótl… Es un gesto más bien simbólico, porque apenas retoma una línea o un par de palabras, pero refuerzan ese sentido mítico del libro: contar una voz que es la de muchos padres.


4. Dientes.   Antonio Ortuño y Flavia Zorrilla. Petra Ediciones.
Encima: esta es la historia de Natalia, una niña que pierde su primer diente cuando se cae de la bicicleta. Debajo: la historia de una primera pérdida íntima, un pequeño rasgo familiar de la muerte, y la ansiedad que eso puede generar en una niña.

Y entonces, cuando Natalia piensa cómo vencer, con la ayuda de su conejo, al compañero que la molesta en la escuela y que tiene dos perrotes, aparece el papá. Es sobre todo él quien escucha a Natalia y la ayuda a resolver sus problemas. Buscan en un libro sobre el cuerpo humano cuánto falta para que le salga un nuevo diente. Al parecer no mucho, pero más que encontrar una respuesta, se abren más preguntas y aumenta el miedo: el papá le cuenta que se le caerán TODOS los dientes. Y más: ella ve una de las imágenes del libro: ¡es una calavera! Él la consuela: “… mi papá dice que todos tenemos una calavera dentro. Hasta él. A la mía le falta un diente pero volverá a salirle”.
Desde la cotidianidad de Natalia, se abre un mundo ilustrado que se encoge y crece todo el tiempo. Perros gigantes, papá gigante, conejo gigante al ataque y la propia Natalia, una superhéroe conejo, más alta que los edificios, dispuesta a vencer lo que la hace sentir amenazada; con poquito de ayuda y toda su imaginación puesta en marcha. El texto fluye sin adornos. Logra, en su sencillez y búsqueda de una voz infantil, transportarnos al complejo mundo de Natalia, con ilustraciones en rojos, negros y amarillos, llenas de detalles, objetos ocultos y personajes de ojos grandes y expresivos que vuelven trascendente la experiencia del libro.


5. Vamos a ver a papá.  Lawrence Schimel y Alba Marina Rivera, Ediciones Ekaré.
El día preferido de la protagonista es el domingo. Ese día se levantan temprano su mamá, su abuela y ella. Esperan juntas en la cocina, silenciosas. Mientras la mamá y la abuela toman café, y el perro, Kike, un trozo de pan remojado, ella toma sólo un vaso de leche. Entonces, ¡al fin!, ¡suena el teléfono! 

Es el papá de la niña. Llama todos los domingos porque ese día es más económico. Hace más de un año que se fue. Esta llamada es diferente a las otras, porque anticipa un reencuentro que la niña ni soñaba. Su vida y sus emociones cambiarán a partir de ahí, y nosotros, con ella, nos conmoveremos cada vez más.
Aunque no está presente físicamente, el papá es el centro de esta historia, como un sol lejano. La añoranza de la niña da paso a una mudanza que revela el ciclo interminable de las despedidas y las llegadas. Con mucha sensibilidad y atención a su lector, Lawrence Schimel ordena las emociones contradictorias de la niña y nos las muestra a través de diálogos capaces de hablarnos. Va del interior al exterior, la niña habla con ella misma y se pregunta: “¿Encontraré nuevos amigos?”, luego lo conversa con su mejor amiga, cómplice, igual que nosotros. Y ante el desconcierto y la incertidumbre, un contrapunto de humor, en dosis justa, que es el perro Kike, y las ilustraciones de Alba Marina Rivera, que construyen escenarios acogedores entre miradas tristes y texturas difuminadas.
Hacia el final del libro ya estamos más cerca del padre. Atrás quedan los domingos de levantarse temprano, con la abuela y Kike, pero no el cariño, ese es el verdadero centro de la historia.


6. Poleke.   Guus Kuijer. I lustraciones de Agata Raczynska.
La vida de Poleke no es sencilla, pero se la toma con gracia. Este personaje es uno de los más descarados y divertidos que he leído recientemente. Niña poeta, de 11 años, de padres divorciados y a la que acaba de dejar su novio. Con un sentido del humor que provoca carcajadas, este fantástico autor, ganador del Premio Memorial Astrid Lindgren 2012, consigue conectarnos desde la primera palabra con Poleke y querer más y más páginas de ella con nosotros.

Poleke es movida principalmente por el amor a su papá y la llegada de un nuevo “papá” a su vida, el futuro marido de su madre, que para colmo de males ¡es su profesor!
Por lo general, el profesor Wouter me parece bastante simpático, pero no a las ocho de la noche en mi casa, a solas con mi mamá. 
El suyo, dice, es un “PC” (Papá Complicado), que es mejor que un PMC (Papá Muy Complicado) como el de Caro, su mejor amiga.
Antes todavía se veían algunos papás normales, que volvían a casa por la tarde, veían televisión y bebían cerveza. Papás como esos ya no existen, creo.
Con todo, Poleke quiere mucho a su papá.
Mi Papá Complicado es un papá maravilloso. Esa es la pura verdad. Es poeta, como yo. La diferencia entre él y yo es que yo escribo y él no. Es un poeta sin poemas. Es poeta porque así nació. Se nota enseguida en su aspecto, su manera de hablar, de caminar. ¿Captas? Una vez escribió un pequeño poema para mí: 
Siempre habrá aire / para mi castillo / y siempre habrá un nido / para mi Poleke.
¡Tan bello! Casi se me salen las lágrimas. ¿Sabes por qué? Por ese “mi” que escribió antes de “Poleke”. Eso me conmovió.
Su franqueza es cautivadora. También sorprende su actualidad, la naturalidad con la que se mueve en un entorno multicultural, con preferencias sexuales diversas y familias compuestas. No puede contar con su papá para, por ejemplo, hablar de sus problemas amorosos, pero tiene a sus abuelos.  Y así, poco a poco irá transformando la idealización en la que tenía a su papá, por hacerse un retrato más real, lo que la vuelve un personaje más humano para nosotros. Y quizá ese sea el único defecto del libro: es tan profundo lo que consigue Kuijer que sentimos que termina demasiado pronto. ¿Un consuelo? Volver a leerlo.


Otros libros de padres e hijas ya reseñados aquí

La inversión en la Primera infancia en América Latina.


Sistema de Información sobre la Primera Infancia en América Latina    

Este estudio está orientado a promover el análisis de la Inversión social orientada a la primera infancia a la región. 
En primer lugar se presenta una propuesta metodológica que permite medir el alcance del esfuerzo, en términos de gasto, que realizan los Estados  para garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos de la niñez en los primeros años de vida. 

Seguidamente se pone a prueba esta metodología, en un primer ejercicio de aplicación en nueve países de la región.

Mediante este estudio se busca sentar las bases para la elaboración de documentos nacionales que presenten el resultado de ejercicios de identificación y sistematización de la información sobre el gasto social orientado a la niñez, el armado de una base de datos que se integre al sistema relacional del SIPI y el desarrollo de diferentes tipos de documentos de análisis y difusión de la información relevada, con el fin de informar a los diferentes actores sociales el esfuerzo financiero que realizan los Estados de la región para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de la niñez, en especial en los primeros años de vida.

Como resultado de este estudio se presentan diez documentos: 
.- El Boletín de difusión, con una síntesis de la metodología y primeros resultados del estudio y las Fichas con los principales resultados en los nueve países de América latina seleccionados. 
.- También se ofrecen los diez documentos juntos en un único archivo.

Próximamente estará disponible aquí el informe completo del estudio. 


*El SIPI sistematiza la información sobre las acciones orientadas al cumplimiento de los derechos de la primera infancia en América Latina, y da cuenta del grado de cumplimiento de estos derechos. El sistema ofrece datos actualizados de la normativa y las políticas en los países de América Latina y provee indicadores estadísticos. Para orientar la búsqueda, se puede acceder a los datos por país o por grupo de derechos.

Acercando la ciencia a la Infancia.






Vivimos rodeados de ciencia. 
Todas y cada una de nuestras acciones vienen delimitadas por algún principio científico: desde las teorías físicas que permiten el funcionamiento de nuestros teléfonos móviles a la erradicación en los países desarrollados de enfermedades que, hasta hace tan sólo unas décadas, afectaban gravemente a la infancia; pasando por el uso y popularización de Internet como plataforma predominante para comunicarnos y acceder a información.

En un mundo cuyo desarrollo viene marcado por la expansión del conocimiento científico y tecnológico se hace necesario que los niños y niñas accedan al mismo desde edades tempranas y del modo más ameno y lúdico posible. De ahí la importancia de la pedagogía científica, de la capacidad de hacer entender a la infancia los principales conceptos científicos que rigen nuestro mundo. En definitiva, la Ciencia es mucho más que la acumulación de conocimientos. Es también una forma de pensar el mundo, de enfrentarnos a nuestros interrogantes desde una perspectiva crítica, con las armas de la razón y la lógica. 

En este sentido, instituciones como la Escuela, los museos -como el Parque de las Ciencias de Granada- o las diversas entidades públicas y privadas que recogemos en este Boletín, tienen una importancia capital a la hora de introducir a la infancia en esta forma de pensamiento. 
Pero no sólo desde las instituciones formales se contribuye en la difusión de la ciencia, también desde nuestros propios hogares podemos poner en práctica -gracias a herramientas como Internet- iniciativas accesibles y divertidas que permitan a los niños y niñas dar respuesta a los interrogantes que les rodean. 
Así, con este Boletín Informativo ofrecemos a padres, madres, profesorado, niños y niñas una serie de documentos, enlaces, vídeos y recursos que les puedan servir de ayuda en la comprensión, difusión y puesta en práctica del conocimiento científico. 





El Proyecto ‘Listen to the child’

Aborda prácticas validadas para niños víctimas y testigos en procesos legales

(Conferencia Final)



El proyecto ‘Listen to the child – Justice befriends the child’ (Escucha al niño – La justicia hace amistad con el niño’) celebró su conferencia final en Sofía el 26 y 27 de abril, titulada ‘Integrated Approach for Fair Justice’ (‘Enfoque integrado para una Justicia justa’). El trabajo principal del proyecto de dos años se centró en crear vínculos entre instituciones de protección del niño, así como en la implementación efectiva de enfoques integrados en interés de los niños víctimas, en cuatro Estados miembros de la Unión Europea (Bulgaria, Rumania, Italia y Francia). El proyecto está bajó la coordinación de Social Activities and Practices Institute (SAPI, Bulgaria), miembro del CEJJ, con el apoyo del programa de justicia penal de la Unión Europea.


Los socios del proyecto, entre ellos el OIJJ, han unido esfuerzos y conocimientos para identificar prácticas validadas, reforzarlas y compilar una lista de recomendaciones con el fin de mejorar la situación de los niños víctimas o testigos de delitos en procesos legales de acuerdo con la directiva 2012/29/EU, por la que se establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las víctimas de delitos.

Durante la conferencia final, los resultados del proyecto presentados subrayaron la importancia de contar con lugares protegidos para los niños víctimas, acciones y evaluaciones multidisciplinares, y prácticas innovadoras. Socios y expertos presentaron ante una audiencia internacional prácticas validadas y mejoras que resultaron de las actividades del proyecto en relación con la implementación de los requisitos de la directiva. De igual manera, las recomendaciones europeas y las opiniones de los jóvenes sobre diferentes iniciativas fueron presentadas por los socios del proyecto, en el contexto de una ‘Declaration for a Child Friendly Justice’(‘Declaración de una justicia adaptada a los niños’).

El Observatorio Internacional de Justicia Juvenil, representado por Sophie Duroy, presentó su investigación sobre la Justicia Restaurativa con niños, considerado como el siguiente paso en la implementación de la directiva. Dicha investigación de Justicia Juvenil Restaurativa ha sido realizada en el contexto de la actividad del Consejo Europeo de Justicia Juvenil del OIJJ.

Expulsión Social y recuperación Económica.Fundación FOESSA

Fundación FOESSA y Cáritas, 
correspondiente a 2016 




En el informe se analiza la doble cara de la realidad que revelan los indicadores sociales, donde la situación de las personas y los hogares en el cambio de ciclo económico no muestra una fotografía homogénea en términos de igualdad de oportunidades. 

Estructurado en tres secciones, en el primer epígrafe, “Analizamos”, se examina cuál está siendo la evolución por Comunidades Autónomas de la desigualdad, la pobreza y el desempleo en España. E intenta responder a la pregunta de si las diferentes comunidades están en la misma situación ante un escenario de salida de la crisis.

En el apartado “Profundizamos”, los autores plantean, por una parte, respuestas a la pregunta “¿es posible revertir la desigualdad en España?” y, por otra, ahondan en las transformaciones que la crisis actual del Estado social está provocando en el vínculo social y en las nuevas condiciones que este cambio está produciendo en la solidaridad.

Por último, en el capítulo “Debatimos” se abordan tres temáticas de fondo: la Cumbre del Clima desde el punto de vista de los más excluidos; la situación de los refugiados y las capacidades de nuestro sistema de acogida; y una valoración sobre lo que se esconde tras las siglas TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership).

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También recientemente la Fundación FOESSA ha editado los materiales pedagógicos derivado del VII Informe FOESSA el año 2014.




Los podéis encontrar en el link que os ofrecemos a continuación: http://www.foessa2014.es/informe/material_pedagogico.php

Se trata de 6 vídeos breves y una guía pedagógica de cómo trabajar con ellos.

Este material va orientado a todo tipo de grupos interesados en reflexionar sobre algunas de las cuestiones recogidas en el VII Informe FOESSA.

Aprovechamos además para facilitaros el acceso al canal de Youtube de la Fundación FOESSA: https://www.youtube.com/channel/UCZ7PynCkyqbWPFZrMquXTxA

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Fundación FOESSA
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Encomio de una generación resiliente.

La pérdida de respeto y consideración por el trabajo propio. Los eternos contratos de formación, la sonrisa forzada del falso autónomo. La igualdad traducida en la normalización del contrato parcial, las diferencias salariales, el techo de cristal, la desprotección frente al acoso de la trabajadora precaria. Los años invertidos en una tesis doctoral, borrados en cuestión de segundos del currículum: no buscan a gente tan preparada.

Las sillas vacías en las comidas familiares; las lágrimas que ruedan por las mejillas cuando la hermana, el primo, el nieto o la sobrina aparecen en la pantalla del ordenador. La mala conexión no logra disimular la voz quebrada que saluda a miles de kilómetros de distancia. “Abuela, no llores, que allí al menos tiene una vida digna”. El vacuo consuelo de quienes han pagado el pato de la primera gran estafa del siglo.
“Por mucho empeño que se le ponga, es difícil ser activo en política cuando te faltan horas al día o cuando hace ya un año que te marchaste a la isla Reunión”
Había que contarlo. De ellos y ellas eso se trataba, de la Generación NiNiNi: “ni estudio, ni trabajo, ni me dejan hacerlo”. Alguno, duro de oídos o de entendimiento, ha respondido que de joven él también tuvo que trabajar duro. Ser joven nunca fue fácil, argumenta.

El proyecto Sueños Rotos solo ha confirmado lo que esta lógica reaccionaria se niega a ver: que esta generación ya vive peor que la de sus padres. La recompensa por los años de trabajo parece haberse esfumado. Al menos, en España.


De ahí también los 100 retratos, un caleidoscopio de la emigración juvenil española, un fenómeno que ha afectado ya a más de 823.000 jóvenes, según el Instituto Nacional de Estadística, aunque hay quien denuncia que tras las estadísticas oficiales se esconde una cifra mucho mayor.
Los números, sin embargo, no bastaban. Quizás un error de nuestro tiempo sea conformarnos con cuantificarlo todo. Había que darles voz. Que contasen sus experiencias, sus expectativas, sus decepciones. Que diesen un puñetazo en la mesa, que brindasen por su éxito, que pudiesen poner su nostalgia por escrito. Si el voto rogado les robó el derecho al sufragio, al menos les debíamos la oportunidad de aportar al debate público la escurridiza realidad de la “movilidad exterior”, Báñez dixit.
Hace poco leí un interesante artículo sobre la inesperada capacidad de resiliencia que han demostrado los españoles durante esta crisis. En los peores momentos para las instituciones y los actores económicos, la sociedad civil ha actuado de colchón a la hora de paliar algunas de las consecuencias más nefastas de la crisis. Creo sinceramente que nuestros jóvenes son un inspirador ejemplo de ello.
El 15-M, en este sentido, solo fue la punta del iceberg de una movilización juvenil que contra todo pronóstico supo dar a luz proyectos de un inestimable valor para lo común, lo de todos; valgan la Marea Granate o la Oficina Precaria como ejemplos de las muchas otras iniciativas que han defendido lo que otros habían dado por perdido.
Y, sin embargo, han estado a menudo ausentes del debate público. Quizás porque, por mucho empeño que se le ponga, es difícil ser activo en política cuando te faltan tantas horas al día o cuando hace ya un año que te marchaste a la isla Reunión; pero también, sin ninguna duda, porque brilló por su ausencia el interés en ir a buscarlos.
Reconocer que hacía falta hablar de ellos y de ellas no es, en mi opinión, autocomplacencia, sino un ejercicio de justicia (periodística, democrática, social). Lo resumió bien Miguel Vila cuando le pedimos, como a otros representantes políticos, que escuchara a estos jóvenes: “un país del que sus jóvenes se tienen que ir es un país enfermo”.
Antes lo intuíamos, ahora lo sabemos: las consecuencias económicas, demográficas y políticas estaban ahí, solo hacía falta tener voluntad para echar un vistazo. La pregunta, en este eterno año preelectoral, es si habrá voluntad para ofrecer algo distinto a esta generación cuyos sueños se han roto en mil pedazos.

* Enrique Anarte es un estudiante de Relaciones Internacionales que se está formando como periodista y colabora en diferentes medios como Diagonal y el blog 1 de cada 10, de 20 Minutos.
En el momento de escribir este post, está realizando prácticas universitarias en la fundación porCausa.

Humanitarismo de tapadera: a base de buenas intenciones se olvidan de las personas.













La Cumbre Mundial Humanitaria: 
que todo cambie para que todo siga igual. 

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Foto: UNOCHA.
“Mientras continúan cada día las violaciones más escandalosas de la ley internacional humanitaria y los derechos de los refugiados, los participantes de la Cumbre Mundial Humanitaria (CMU) se sentirán obligados a expresar buenas y vagas intenciones sobre la necesidad de ‘hacer cumplir las normas’ (…). 

A base de buenas intenciones, la cumbre se ha convertido en una tapadera que permite que estas violaciones sistemáticas sean ignoradas, en especial por los estados”. El pasado 5 de mayo la organización internacional Médicos Sin Fronteras anunció su boicot a la primera Cumbre Mundial Humanitaria con un comunicado cuajado de frases como la anterior. Pocas semanas después, como para probar que MSF no se lo había inventado, las autoridades griegas comenzaron la evacuación forzosa de miles de refugiados de los campos de Idomenei. La casualidad (y la habilidad política de un mandril) quiso que el penúltimo capítulo de la vergonzosa actuación europea se produjese en paralelo a la inauguración de la cumbre.

En asuntos humanitarios, la UE padece un alarmante problema de presbicia
 Sus principios brillan claros en África central, Venezuela o cualquier país lejano de nombre impronunciable, pero se difuminan a medida que los problemas se acercan a casa. En cierto modo, esto es una metáfora de lo que ha ocurrido en la CMU, donde 173 delegaciones oficiales (incluyendo 55 jefes de estado) demostraron una asombrosa capacidad para llegar a acuerdos firmes sobre los asuntos periféricos y arrinconar en el cajón de las declaraciones retóricas algunas las cuestiones que, literalmente, destruyen cada día la existencia de quienes deben ser protegidos y quienes los protegen.


El resultado principal del año y medio de preparación de esta cumbre es un acuerdo de los 30 principales donantes y agencias ejecutoras para mejorar la transparencia, flexibilidad y eficiencia del gasto, lo que incluye apoyarse cada vez más en programas de donaciones monetarias y reducir el uso de cupones o ayuda en especie. No es un asunto menor. Las redundancias, la concentración arbitraria de recursos, la vinculación de la ayuda a intereses comerciales o el desmesurado papel de los intermediarios internacionales frente a los locales han lastrado en el pasado el impacto de unos fondos cada vez más escasos, sobre todo si consideramos que las necesidades globales se han multiplicado por 5 en los diez últimos años. Si el conjunto del acuerdo fuese aplicado en todos sus términos (algo que muchos dudan), podría suponer una liberación anual de unos 1.000 millones de dólares.

Lamentablemente, este resultado se queda muy corto y buena parte de los temores de MSF con respecto a la cumbre se han hecho realidad. No solo los líderes reunidos en Estambul han perdido la oportunidad de afrontar una reforma radical del modelo de intervención humanitaria, sino que las discusiones han sorteado vergonzosamente algunas de las cuestiones más relevantes y urgentes, como la inviolabilidad de las instalaciones y profesionales que protegen a la población civil o el deterioro galopante de las obligaciones internacionales con respecto a los refugiados y solicitantes de asilo, por no hablar de la reforma de una ONU cuya sumisión a las miserias e intereses de los gobiernos ha quedado clara una vez más a lo largo de la propia cumbre.

Las inacabables y tediosas discusiones técnicas acerca de la naturaleza y el impacto de la ayuda son a menudo una manera eficaz de evitar los nudos que están en el origen de los problemas a los que se quiere hacer frente, sean políticos o económicos. Este es un juego que los gobiernos autocráticos han practicado con habilidad a lo largo de medio siglo de acción humanitaria y parece claro que los estados más desarrollados, como los europeos, están aprendiendo sus reglas con rapidez. 

Todos menos el Gobierno español, cuyo Ministro de Exteriores se despachaba la semana pasada con un emocionado artículo sobre la necesidad de proteger a los profesionales sanitarios en conflicto. Él no se ha dejado distraer por los tecnicismos del debate de la ayuda humanitaria… tal vez porque en esta legislatura se ha ocupado de volatilizarla casi por completo, reduciendo sus presupuestos un 70% desde 2011. Había poco que discutir.

A participar se aprende Participando.


Pilar Muñoz Villanueva, Coordina
Plataforma de Infancia







La Plataforma de Infancia, alianza de entidades sociales dedicadas a la protección, promoción y defensa de los derechos de los niños y niñas en España, organiza acciones, actividades, materiales, talleres, entre otros recursos, para facilitar el ejercicio del derecho a la participación que tienen los niños y niños en la sociedad. Se trata de fomentar el ejercicio a su derecho a opinar, a expresarse, a decir lo que piensan, a la libertad de pensamiento, a elevar su voz y tomar parte en aquellos asuntos que les afectan o les interesan, entre otros.

En este sentido, A participar se aprende participando,   es   una   Guía   metodológica   que hemos  diseñado  especialmente  para  educadores y educadoras u otros profesionales que trabajen directamente con niños y niñas y que busquen alternativas diferentes para profundizar en el conocimiento de sus derechos, especialmente de aquellos derechos relacionados con su derecho a participar.
La Guía se estructura en 5 actividades y está orientada a trabajar con chicos y chicas de edades comprendidas entre los 7 y 17 años. Cada educador o educadora podrá adaptar y ambientar la actividad para que resulte lo más atractiva posible en el grupo, dependiendo de la edad o intereses, e incluso realizar todas, varias o una sola de ellas.

Esta Guía se ha diseñado en el marco de la conmemoración del Día Universal de los Derechos de la Infancia. Cada año la Plataforma de Infancia organiza unos meses previos a esta fecha, 20 de noviembre, una serie de talleres y de recursos metodológicos para que niños y niñas puedan profundizar en el conocimiento de sus derechos y participen en la sociedad, en la familia, en la escuela y en todas las decisiones importantes que les afectan. El día de la conmemoración, presentan sus conclusiones a las autoridades presentes y la Plataforma de Infancia recoge sus demandas para elevar su voz en todos los espacios donde estamos presentes.

Objetivos de la actividad:                                                                
Analizar el “papel” que los niños, niñas y adolescentes tienen en la sociedad a partir de los medios de comunicación.
Empoderar a los niños y niñas en el ejercicio de su derecho a participar como ciudadanos de pleno derecho.

4º Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil y Adolescente, Inscripciones abiertas.

“Tras la pista de mis derechos”.

La Plataforma de Infancia, 
UNICEF Comité español y 
el Ayuntamiento de Santander 
impulsan

días 4, 5 y 6 de noviembre 
en la ciudad de Santander.

NNA-sardina-santander-2016El Cuarto Encuentro Estatal de Consejos es un espacio de trabajo en red donde niños, niñas y adolescentes pertenecientes a Consejos locales de participación infantil procedentes de distintas Comunidades Autónomas, elaboran propuestas para mejorar el ejercicio de sus propios derechos en España.


Esta edición 2016 tiene como lema “Tras la pista de mis derechos”  porque los chicos y chicas ejercerán de investigadores sobre cómo está la aplicación de sus derechos en España y compartirán sus hallazgos y recomendaciones en un manifiesto que se hará publico en Santander y se trasladará a las autoridades responsables del diseño de las política de infancia en España y del seguimiento de la aplicación de los derecho en el ámbito internacional.


Los objetivos del Encuentro se centran en:
  • Facilitar el ejercicio del derecho de los niños, niñas y adolescentes a participar en todo lo que les afecta.
  • Promover y potenciar las estructuras de participación infantil de ámbito local poniendo en valor su derecho a ser escuchados y tenidos en cuenta.
  • Conocer las demandas de los niños, niñas y adolescentes para incluirlas en el Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia y en el Informe complementario al Informe de España que se presentará a Naciones Unidas sobre el cumplimiento de sus derechos.

¡Apúntate!

Ya hemos iniciado la primera fase…
Hemos abierto el plazo de inscripción para que los Consejo de Participación Infantil y Adolescentes que lo deseen, empiecen a apuntarse. 

Así que si tienes entre 8 y 17 años, y participas activamente en un Consejo, anima a tu grupo a apuntarse y participar de todo el proceso previo y durante la celebración del Encuentro.

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Érase una voz... Lo que opinan niñas y niños sobre la violencia






© Armando Bello** 
( investigador y redactor )
© Educo
Coordinación: Miriam Torán
Colaboradores: Gonzalo de Castro, 
Clarisa Giamello 
y Macarena Céspedes *






Muchos estudios, incluso los más recientes (Unicef, 2014)1, demuestran cómo hoy en día la violencia sigue siendo parte de la vida de muchos niños y niñas en todo el mundo y en todos los sectores de la sociedad. Se trata de un fenómeno global, multidimensional y multicausal que se manifiesta en formas muy distintas y con diferentes intensidades, que tiene lugar en entornos muy variados (hogar, escuela, comunidad, Internet, etc.), y que se ejerce por parte de muchos actores distintos. Existe, además, una amplia y compleja gama de factores, individuales y sociales, que aumenta el riesgo de violencia y ayuda a perpetuarla, y es la combinación de estos factores, a diferentes niveles, que influye en la probabilidad de que la violencia ocurra, se repita o finalmente cese.

Tradicionalmente los estudios sobre violencia han prescindido de los niños y las niñas para entender este fenómeno y elaborar estrategias para hacerle frente, centrándose en las personas adultas como únicos intérpretes y responsables de la protección de la infancia. Durante mucho tiempo, se ha impuesto la idea de que escuchar y tomar en cuenta la opinión de niños y niñas no solo es inútil sino que incluso puede aumentar la desprotección ya que solo los adultos saben lo que es mejor para la infancia y cómo protegerla. Este enfoque perpetua una visión de la infancia como mero objeto de protección, incapaz de decidir por sí misma y que no dispone de los medios y capacidades suficientes para entender y hacer frente a la violencia, dejando a las personas adultas no solo con la responsabilidad, sino también con la exclusividad en materia de protección de la infancia.

En los últimos años, y coincidiendo con la afirmación del enfoque de derechos consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), se ha ido superando este enfoque proteccionista y generando  un amplio consenso  sobre la necesidad  de buscar un equilibrio entre el derecho de los niños y niñas a recibir una protección adecuada y su derecho a participar, ser tomados en cuenta  y asumir, de forma progresiva,  responsabilidades respecto a aquellas  decisiones  y acciones que les afectan. Al mismo tiempo resulta necesario que este consenso, más evidente en el ámbito académico y político, se consolide  mucho más en la práctica y se traduzca en un mayor empoderamiento  y en una efectiva participación directa y permanente  de la infancia en todas las fases de identificación, formulación e implementación de políticas y programas.

Son muchas las razones para dejar atrás el enfoque  proteccionista y adultocentrista y enfocar a los niños y niñas como sujetos activos de su propia protección, aunque podríamos resumirlas en tres principales motivos:

1. Porque es un derecho universal e inalienable de cada niño y niña y por ende una obligación de la sociedad. La CDN afirma que cualquier niño o niña tiene derecho  a recibir una protección adecuada y apropiada, pero también reconoce en varios artículos el derecho de los niños y niñas a ser escuchados y tomados debidamente en cuenta, y a participar en las decisiones que afectan sus vidas, asumiendo cada vez más responsabilidades a medida que evolucionan sus competencias. Esta afirmación de derechos  implica el deber de la sociedad, no solo de brindar el máximo nivel de protección a la infancia, sino también de reconocer y promover el papel de la infancia como agente de su propia protección, dotándole de las capacidades y medios necesarios.

2. Porque si queremos luchar contra el fenómeno de la violencia contra la infancia debemos conocer plenamente su realidad y para ello no podemos prescindir del conocimiento y las opiniones de ninguno de sus protagonistas y aún menos de sus víctimas. Los niños y las niñas pueden y deben ser informantes clave en este sentido ya que aportan una información muy valiosa para la toma de decisiones.

3. Porque reconocer y promover el papel activo y la participación de la infancia en todo lo que le afecta, y especialmente en su protección, reduce su vulnerabilidad y se convierte en un factor de protección en sí mismo. Existen muchos estudios que demuestran cómo la participación aumenta la autoestima de los niños y niñas, la confianza en sí mismos, su sentido de autonomía e independencia, y su adaptabilidad social. Disponen así de los medios y competencias  necesarios  para comprender y enfrentar las situaciones de riesgo y contribuir a su propia protección.

Este estudio parte del profundo convencimiento de que los niños y las niñas tienen mucho que decir y nosotros mucho que aprender sobre un fenómeno con tanto impacto en su desarrollo y tan poco conocido  como el de la violencia contra la infancia. Su principal objetivo es, por lo tanto, dar voz a los niños y niñas que viven en nuestro país y hacerse eco de sus opiniones  y expectativas, siendo conscientes  de que este es solo un primer paso en esta dirección y que es necesario seguir ampliando y profundizando en este sentido.

Asimismo, nace como respuesta a la escasez de estudios que incorporen la opinión de los niños y niñas sobre la violencia y el maltrato, y pretende promover  esta línea de investigación entre las instituciones y sensibilizar sobre la oportunidad y necesidad  de impulsar procesos  participativos de este tipo.

Por otra parte, hemos querido también resaltar las opiniones de aquellos niños y niñas que, por las características del contexto familiar y social en el que viven, están particularmente expuestos a la violencia directa o indirecta. Por este motivo, el estudio analiza las vivencias, opiniones y
expectativas de los niños y niñas sobre el fenómeno de la violencia contra  la infancia desde una doble perspectiva. Por un lado, hemos consultado una muestra aleatoria de la población infantil general de 10 a 12 años residentes en el territorio español y por otro, hemos realizado grupos focales con niños y niñas que participan en programas sociales promovidos por entidades colaboradoras de Educo, que se desarrollen en contextos de elevado riesgo de violencia. De esta forma, hemos querido capturar una fotografía de la población general pero al mismo tiempo focalizar la atención de manera específica sobre una parte de la población  infantil que, por las condiciones de su contexto personal, familiar y social, se encuentra particularmente expuesta a algunos de los principales factores de riesgo mencionados  anteriormente. Por último, hemos querido incluir una comparativa con los resultados más llamativos del informe internacional de ChildFund Alliance: Pequeñas Voces Grandes Sueños 2015, realizado en 44 paises, entre ellos España.

Es importante aclarar que no queremos  insinuar que el fenómeno  de la violencia sea un problema que afecta solo a determinados colectivos en determinados contextos, ni que exista un perfil concreto de “niño o niña víctima de violencia” (o de “persona adulta maltratadora”). La violencia infantil es un fenómeno que no distingue entre sus víctimas. No obstante, la existencia de múltiples factores de riesgo implica que existen mayores niveles de vulnerabilidad en los niños y niñas más expuestos a uno o varios de estos factores. Así, la vulnerabilidad está relacionada por ejemplo con la edad y la evolución de las capacidades. Igualmente, ciertos niños y niñas son más expuestos al maltrato y la violencia debido a su género, origen étnico, diversidad funcional o porque se encuentran institucionalizados o privados de libertad. Finalmente, la incidencia de la violencia está vinculada con factores socioeconómicos  de las familias y el entorno, como el desempleo, la pobreza y la desigualdad.


En definitiva, no se puede enfrentar y estudiar el fenómeno  de la violencia hacia la infancia como un problema puntual y aislado. Sin embargo, no debemos olvidar que existen vulnerabilidades específicas  que necesitan ser tratadas de manera particular en cada entorno, es decir que existen algunos ámbitos de la sociedad en los que la incidencia de la violencia es mayor, y algunos colectivos que, por factores ligados también al contexto social y económico en el que viven, tienen mayores riesgos de ser víctimas, testigos o cómplices de esta violencia. Sin caer en el error de estigmatizar ni etiquetar a estos niños y niñas ni a sus familias, es importante estudiar y analizar su realidad y sus vivencias de manera específica, ya que muchas veces estas características se quedan en segundo plano en las investigaciones sobre esta temática. Hemos querido dar voz a estos niños y niñas que, a pesar de ser los más implicados, ya que son muchas veces son víctimas y testigos de esta violencia, muy a menudo resultan ser los menos consultados y no se les da la oportunidad de expresar sus opiniones y puntos de vista.


Las tres partes del informe nos dejan claro que niños y niñas de todo el mundo saben que la violencia y el maltrato es un problema global, generalizado, y exige un trabajo conjunto hacia un futuro sin violencia.



Índice
NIÑOS    Y NIÑAS   OPINAN  SOBRE VIOLENCIA Y  MALTRATO  CONTRA LA INFANCIA:
UNA PRIMERA APROXIMACIÓN CUANTITATIVA                                                                 11
Entornos y ámbitos de la violencia                                                                                12
Posibles causas                                                                                                             16
Respuestas a la violencia                                                                                              18


REFLEXIONES Y  TESTIMONIOS   DESDE LOS GRUPOS FOCALES                                         33
Libertad, seguridad y felicidad                                                                                     35
Situaciones  de violencia  y maltrato, y sus principales causas                                       42
¿Qué hacer? Respuestas frente a la violencia                                                                 49
Conclusiones de los grupos focales                                                                                57


PEQUEÑAS  VOCES  GRANDES SUEÑOS 2015:
COMPARATIVA RESULTADOS INTERNACIONALES                                                               61


ALGUNAS  RECOMENDACIONES                                                                                      65
Participación infantil                                                                                                   66
Protección  infantil                                                                                                     67
Educación y sensibilización                                                                                          68


Basado en el proyecto: “Pequeñas Voces Grandes Sueños 2015.
Con la colaboración de: Asociación Aventura 2000, Asociación Ciudad Joven, Asociación Digmun, Asociación el Colletero, Asociación sociocultural Grupo Cinco Cuenca, Associació Educativa Itaca, Fundación Canaria Farrah, Fundación  Iniciativa Solidaria Ángel Tomás, Fundación  Juan Soñador, Fundación por la
Acción Social “Mar de Niebla”, Fundación Social Universal, Málaga Acoge, Mojo de Caña, Salvetti&Llombart
Corrección: Christine Antunes Maquetación: Anaïs López Fotografía: Entidades colaboradoras
Para más información sobre los temas tratados en este documento, póngase  en contacto con: actua@educo.org

** Armando es socio de la Asociación GSIA