La Infancia En Cifras 2009

El Ministerio de Sanidad y Política Social acaba de publicar la investigación La Infancia en Cifras 2009, que encargó a la Universidad Complutense de Madrid, cuya dirección y coordinación ha sido llevada por la miembro y confundadora del Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA), Lourdes Gaitán, Jesús Leal Maldonado y una gran parte de sociologas y sociólogos de GSIA. Por eso desde GSIA valoramos la publicación de este estudio estadístico, porque lo consideramos como propio, porque, por fin, el Ministerio lo publica  después de casi dos años que fue entregado. Esperamos que sea un buen instrumento para avanzar en la implementación depolíticas de infancia y adolescencia. 


Ministerio de Sanidad y Política Social
 Universidad Complutense de Madrid
Dirección y Coordinación
Lourdes Gaitán Muñoz
Investigador principal
Jesús Leal Maldonado 
Equipo de investigación
Rosa Aparicio Gómez
Ana Bárcenas Viñas
María von Bredow
Olga Cantó Sánchez
Marta Domínguez Pérez
Antonio Echaves García
Mª José Hernán Montalbán
María de Lope Contreras
Iskra Pávez Soto
Alberto Sanz Gimeno

Introducción
En el ámbito de las instituciones implicadas en la defensa y garantía de los derechos de la infancia, es cada vez mayor y está más generalizado el consenso en torno a la necesidad de contar con información detallada acerca de la situación de los niños, niñas y adolescentes, recogida con carácter sistemático, elaborada, y transmitida de forma comprensible. 

 
Se considera que la información constituye un instrumento de suma relevancia para tomar las decisiones más adecuadas en beneficio de este grupo de población. A la vez, se valora la posibilidad de contar con una información clara y fiable sobre la infancia como un medio para aumentar su visibilidad social y facilitar una comprensión más real de las condiciones de vida de los niños de hoy. 

 
El Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2006-2009 se hace eco de la importancia de disponer de una batería de indicadores básicos sobre la situación de la infancia en España, adoptando como primer objetivo estratégico el de establecer un sistema permanente y compartido de información para mejorar el conocimiento de la situación de la infancia en el país. 

 
Entre las medidas aplicadas para conseguir este objetivo cuenta la publicación de los informes periódicos que bajo el título de La infancia en cifras se han venido realizando y publicando por la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, ahora integrada en el Ministerio de Sanidad y Política Social, tomando en consideración las necesidades de información requeridas por el Comité de los Derechos del Niño en los
informes nacionales de seguimiento. 

 
La elaboración del informe La Infancia en Cifras 2009 se apoya en el marco definido por los dos informes anteriores y a la vez se propone objetivos de mejora para seguir avanzando hacia la disposición de una amplia, continuada, sistematizada y sólida información sobre la situación social de la infancia que pueda servir como herramienta para la toma de decisiones en beneficio de los niños.
Desde un punto de vista metodológico se considera a la infancia como un componente permanente y estable de la estructura social y a los niños como sujetos actuando por su propio derecho.
Esta perspectiva implica considerar a la infancia como unidad de análisis y a los niños y niñas como unidad de observación. No es esta una tarea fácil, puesto que la mayoría de las fuentes de datos estadísticos no están construidas desde la perspectiva de los niños, pero eso es precisamente lo que hace importante seguir explorando fuentes y abriendo vías para dar mayor realce a un tipo de información centrada en los niños.
 
Como marco conceptual, el informe se apoya en la Convención de los Derechos del Niño (CDN). La Convención ofrece un marco normativo idóneo para identificar y seleccionar aquellos indicadores que permitan observar las tendencias y percibir los cambios que se producen en las condiciones de vida de los niños y que hablan del grado en el que una
sociedad va alcanzando las metas que se ha propuesto en el ejercicio de su responsabilidad hacia los más jóvenes.
 Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el informe La infancia en cifras de 2009 se presenta agrupado en diez capítulos cuyo contenido, explicado de modo sucinto, se expone a continuación: 
 
1. Características demográficas de los niños en España: Se da continuidad a los datos de informes anteriores, sobre la base del Padrón continuo, y se añaden algunas explotaciones particularmente interesantes desde un enfoque centrado en los niños.
 
2. Formas de convivencia de los niños: Se ofrece la información básica procedente de los datos del censo 2001, con el fin de que el lector interesado no tenga que recurrir a los informes anteriores para conocer este aspecto fundamental para los niños.
Asimismo se realizan algunas explotaciones nuevas y se comparan las tendencias observadas anteriormente con los datos actualizados que pueden extraerse de la Encuesta de Población Activa (EPA).
 
3. Los niños españoles y su hábitat: Este capítulo se refiere al entorno físico en el que se desarrolla la vida de los niños y niñas. Pese a que actualmente se han derribado muchas de las barreras que separaban el mundo rural del mundo urbano, todavía existen diferencias, tanto en los modos de vida, como en las oportunidades, como en el
acceso a distinto tipo de servicios entre un pueblo, una pequeña ciudad, una capital de provincia o una gran metrópoli. Estas diferencias influyen de una manera decisiva en la manera de vivir su infancia de los niños y niñas actualmente, por lo que merecen ser iluminadas y conocidas. 
 
4. La salud en la infancia: La salud es uno de los aspectos más importantes cuando se tratan de mostrar indicadores relacionados con las condiciones de vida y el bienestar de los niños. También aquí se continúan las series presentadas en los informes precedentes y se añaden algunos indicadores, que pueden dar una mejor y más clara
visión sobre el estado de salud de la infancia en España y de los problemas que requieren una mayor atención por parte de la sociedad. 
 5. Los niños y las niñas en el sistema educativo: Las estadísticas oficiales sobre educación son muchas, de buena calidad, y muy accesibles, por lo que en este capítulo se aporta una selección de los indicadores más significativos, empleando para ello diferentes fuentes oficiales de información, nacionales e internacionales, con el fin de dibujar el panorama general de los niños en la escuela, de nuestro país.  
6. Protección social y pobreza infantil: El anexo estadístico al III y IV informe incluyó algunos datos referidos a protección social (p. e. gasto público en prestaciones de la función familia e hijos) mientras que los informes de 2006 y 2007 dedicaban un capítulo completo a la pobreza infantil, un tipo de información no requerida por el Comité pero también muy importante. En el informe 2009 se ha decidido unir estos dos aspectos por encontrarse altamente relacionados entre sí y ambos con el bienestar material de los niños, es decir, con su derecho a un nivel de vida digno, tal y como se reconoce en el artículo 27 de la CDN. 
7. Participación social, acceso a la información y estilos de vida: Tampoco este importante ámbito de los derechos reconocidos a la infancia ocupaba algún lugar en los informes previos, aunque sí tenía una tímida mención en el anexo estadístico.
 Dado que se trata de un aspecto, el de la participación, que está necesitado del mayor impulso, y pese a la escasez de datos existentes y a las dificultades para identificarlos, se ha considerado oportuno abrir la brecha en el informe de 2009, considerando la participación en un sentido amplio que incluye, no solo el asociacionismo de los niños, sino también su acceso a la información en general y a las nuevas tecnologías en particular, y asimismo el desarrollo de algunas actividades en el espacio público por parte de los niños.

8. Infancia en riesgo: Protección y Reinserción: Se da continuidad y se amplía hasta el máximo posible la información contenida en los anteriores informes. En los cuatro primeros apartados de este capítulo se ofrecen las cifras relativas, tanto a la cuantificación del fenómeno de la violencia o maltrato ejercido contra los niños, como los medios dispuestos por las Administraciones Públicas para su acogida y atención.
La última parte del capítulo está dedicada a otro aspecto que también se encuentra formulado en la Convención en términos de protección cual es el de los niños en conflicto con la ley, para los cuales se reconoce el derecho de que se promueva su reintegración y se favorezca que asuman una función constructiva en la sociedad.

9. La presencia de niños extranjeros en España: Este capítulo se ocupa principalmente de dos aspectos: describir algunos de los principales rasgos sociodemográficos de  la infancia extranjera y  tratar del alumnado extranjero. Aparte de esto, se ofrecen algunos datos que pueden contribuir al conocimiento de cómo son las familias de los niños extranjeros y, finalmente, se dedica un apartado a los llamados “menores no acompañados” y solicitantes de asilo que llegan solos a España, por tratarse de una parte de la infancia extranjera con características particulares que la hacen especialmente vulnerable.

10. Una mirada a la infancia desde la perspectiva de género: Se ha procurado en este capítulo resaltar las diferencias entre sexos que se producen, unas veces en los ámbitos ya estudiados en los anteriores capítulos, otras en espacios introducidos por primera vez en éste. En todo caso, pese a las grandes dificultades para la obtención de datos que permitan hacer visibles esas diferencias, se ha procurado que los datos vayan referidos exclusivamente a la población que entra en el tramo de la minoría de edad, evitando confusiones con realidades que son más propias de otros grupos generacionales.
 
El informe de La infancia en cifras 2009 se ha guiado, en su contenido y presentación por los principios de la Convención y por los tres grandes grupos de derechos que se expresan a través de las tres “p”, a saber: Provisión, que se refiere al derecho a poseer, recibir o tener acceso a ciertos recursos y servicios, a la distribución de los recursos entre la población infantil y adulta; Protección, que consiste en el derecho a recibir cuidado parental y profesional, y a ser preservado actos y prácticas abusivas y Participación, que expresa el derecho a hacer cosas, expresarse por sí mismo y tener voz, individual y colectivamente.
De este modo, después de los tres primeros capítulos, que están destinados a identificar al colectivo infantil y a señalar las características de su entorno familiar y comunitario, los capítulos referidos a la salud, a la educación y a la protección social, se refieren a los derechos de provisión. El capítulo de infancia en riesgo se encuentra más
orientado a la protección. El de participación y estilos de vida, como es obvio se refiere a los derechos de participación en la vida social. Por fin, los capítulos finales, referidos a los niños extranjeros y a las cuestiones de género, respectivamente, quieren poner el foco en dos aspectos específicos referidos al derecho a la no discriminación entre diferentes grupos de niños.
Aparte de las razones de tipo conceptual y metodológico a las que se ha hecho referencia más arriba, no parece ocioso, en el año en el que se cumple el veinte aniversario de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, tratar de evocar, a través de las cifras, estos derechos, como un modo de contribución a que sean reconocidos y respetados por todas las personas de bien.
  
 
 
Índice
1. Características demográficas de los niños en España
2. Formas de convivencia de los niños
3. Los niños españoles y su hábitat
4. La salud en la infancia
5. Los niños y las niñas en el sistema educativo
6. Protección social y pobreza infantil
7. Participación social, acceso a la información y estilos de vida
8. Infancia en riesgo: protección y reinserción
9. La presencia de niños extranjeros en España
10. Una mirada a la infancia desde perspectiva de género
Referencias bibliograficas, fuentes e índices de gráficos, tablas y mapas

Competencias interculturales en los profesionales que intervienen con menores migrantes sin referentes familiares en España



Coordinador: Dr. Antonio S. Jiménez Hernández
Coordinador del grupo:Dr. Antonio Pantoja Vallejo
Miembros del equipo investigador:
Dr. Tomás J. Campoy Aranda
Dr. Cristóbal Villanueva Roa
Dra. Mª Carmen Martínez Serrano
Dra. Margarita Alcaide Risoto
Dra. Mª Ángeles Díaz Linares y
Eladio M. Blanco López
Grupo de Investigación IDEO,Universidad de Jaén
www.grupoideo.net



 En las últimas décadas, las migraciones de personas a lo largo y ancho del planeta han cobrado una importancia insospechable en otros tiempos, ayudadas sin lugar a duda por las comunicaciones sociales y los medios de transportes. Tanto es así, que hablar hoy día de migración, se ha convertido en algo más que natural, acostumbrándonos a compartir los espacios con personas de procedencias muy diversas. Para entender mejor el fenómeno migratorio en nuestros días, podríamos considerar aquellos colectivos de personas más propensos a iniciar un proyecto migratorio. En dicho sentido nos encontramos, con padres de familias, personas que buscan refugio por asuntos políticos, mujeres explotadas por mafias y menores no acompañados entre otros posibles.
La motivación principal a la hora de elegir la temática de investigación, surge del contacto directo durante un tiempo prolongado con la población objeto de estudio. 
El trabajo en centros de acogida con menores migrantes, ha suscitado una cierta inquietud y una especial sensibilización hacia aspectos psicopedagógicos, que no olvidados en los planes formativos de los profesionales, si han estado ausentes en la acción socioeducativa con la población a la que nos referimos.
Jaén, diciembre de 201

Aprendiendo con el cine europeo

 
La Asociación Tambor de Hojalata pone en marcha el 
 proyecto educativo "Aprendiendo con el cine europeo"


La Asociación Tambor de Hojalata, organizadora del FICI (Festival Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud de Madrid ), ha presentado el proyecto educativo "Aprendiendo con el cine europeo". 

"Aprendiendo con el cine europeo" es un proyecto que persigue enseñar valores educativos a través de la cultura audiovisual y repasar la historia del cine infantil nacional, así como las producciones europeas más importantes
A través de una selección de 70 películas distribuidas en España y que cumplen una serie de requisitos culturales, sociales y educativos, el proyecto propone trabajar con fichas didácticas que han sido elaboradas por un equipo compuesto por educadores y profesionales del audiovisual, con el fin de que los jóvenes espectadores identifiquen los valores y los temas principales de cada pieza audiovisual. Además, el proyecto promueve el visionado online legal, ofreciendo un enlace a sitios de visionado online en los casos en los que esta opción esté disponible.

La selección realizada ofrece un repaso a la historia del cine infantil nacional desde la primera película española de animación, Garbancito de la Mancha, hasta producciones más recientes como Cobardes, que reflejan problemas actuales que se encuentran en las aulas. Entre las producciones europeas, destacan títulos inolvidables como La historia interminable o El ladrón de bicicletas, y otros más actuales como NEDS o This is England. Más información puede conseguirse en la web www.aprendiendoconelcine.com.

Infancias en contextos sociales de exclusión


México, octubre-diciembre de 2011
Coordinador académico, Marcos Urcola
Coordinadora editorial, Livia González


Históricamente,  numerosos  actores  han  debatido  en  torno  a la “cuestión infantil” como fenómeno social complejo: partidos polí- ticos, organizaciones no gubernamentales (ONG), iglesia, profesionistas de distintas áreas (médicos, educadores, trabajadores sociales, abogados, psicólogos), burocracia estatal, judicaturas de menores, institución policial, etcétera. 
Todos ellos perciben a la infancia como objeto de múltiples prácticas y discursos profesionales e institucionales que circulan, por ejemplo, en las escuelas, los hospitales, las normas jurídicas sobre el menor, los hogares de huérfanos, los institutos correccionales y demás organismos asistenciales del Estado moderno.
 
A través de lo que se propone para los niños se ve claramente la perspectiva de futuro que tiene un país. Precisamente, las esperanzas del mismo se miden por las propuestas existentes para la infancia. 
Por el contrario, las situaciones de pobreza y marginalidad se presentan como indicadores de la imposibilidad de nuestras sociedades de garantizar a la totalidad de sus ciudadanos una vida digna y justa. Los fenómenos sociales relacionados con las condiciones de pobreza son expresión de múltiples factores eco- nómicos, políticos, culturales y sociales que repercuten, tanto desde los planos macroestructurales como desde los espacios microsociales, en la vida cotidiana de las personas. 
En este sentido, la realidad de los niños en contextos sociales de pobreza representa la punta de un iceberg que sirve como indicador y alarma sobre las situaciones de exclusión en las que se encuentran no solo una parte importante de la población infantil, sino tam- bién de la población adulta de nuestras sociedades.

Comprendemos las condiciones de pobreza como las “circunstancias histórico-sociales por las cuales una persona se encuentra sometida a un entramado de relaciones de privación de múltiples bienes materiales, culturales y simbólicos indispensables para el desarrollo autónomo de la misma” (Vasilachis de Gialdino). De este modo, las condiciones de pobreza no son atributos de las personas, sino que develan el lugar que ocupan las mismas dentro del entramado de relaciones sociales donde dichos bienes se distribuyen desigualmente. Así, acepciones como las de marginalidad o exclusión no refieren a un sujeto que está fuera de la sociedad, sino al lugar desfavorable que ocupa dentro de la misma.

 Indice contenido
.- Infancias en contextos sociales de exclusión, Marcos Urcola/Livia González
.- La figura del "niño de la calle" como emblema de la época, Marcos Urcola
.- Infancias y juventudes callejeras en la Ciudad de México, Sara E. Makowski
.- El fin del "niño de la calle" y los nuevos desafíos para la infancia excluida, Kurt Shaw
.- La Asignación Universal por Hijo y la cuestión territorial en la Argentina, Ignacio Castro Rojas
.- Tensiones en la ciudadanía de niños y niñas, Silvina Laura Fernández
.- Del Barrio Sur, Fotografías de César Cejas
.- Cumpleaños feliz, Fotografías de Valeria Marani
.-Biblioteca cinematográfica de la cuestión social de las infancias Recopilación de imágenes por Marcos Urcola
.- Efectos lingüísticos de la explotación infantil en México, Lúa Zimbrón
.- Actividades

Regiones, suplemento de antropología... es una publicación trimestral electrónica,   editada   de  manera   independiente y  sin  finalidad  de  lucro desde  el 14 de septiembre de 2004, en la ciudad  de Cuernavaca,  Morelos, México.

Derecho al Futuro, el Derecho de las Generaciones Futuras

La Sociedad civil propone mecanismo para defender a las Generaciones Futuras

Las futuras generaciones no pueden controlar el presente. 
Necesitan instituciones internacionales que las defiendan. 
La Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sustentable (Rio+20) ofrecerá el año próximo la oportunidad para fundarlas, coincidieron representantes de la sociedad civil de todo el mundo en sus aportes al Informe de Social Watch 2012, que será presentado en Nueva York el viernes 9.

La propuesta tiene estrecha relación con el concepto de desarrollo sustentable definido por la Comisión Brundtland como el conjunto de políticas que “garantiza las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Este principio fue adoptado en 1992 por la anterior conferencia en Río de Janeiro, conocida como Cumbre de la Tierra.
El ‘derecho a un futuro’ es la tarea más urgente del presente”, escribió Roberto Bisio, coordinador de Social Watch y redactor responsable del extenso estudio. “Se trata de la naturaleza, sin duda, pero también se trata de nuestros nietos y de nuestra propia dignidad, de las expectativas del 99% de los 7.000 millones de hombres y mujeres del mundo, de niñas y niños a quienes hace dos décadas se les prometió sustentabilidad y que han visto, en cambio, sus expectativas convertidas en la ficha de un casino financiero mundial que no controlan.


Los ciudadanos de todo el mundo reclaman un cambio, y este informe es solo una vía más para que se oigan sus voces. El mensaje no puede ser más claro: las personas tienen derecho a un futuro, y el futuro comienza hoy mismo”, agregó Bissio en el prólogo titulado.
Apoyamos la recomendación de instituir un defensor de la justicia intergeneracional y de las futuras generaciones”, declaró en otro capítulo del informe el Grupo de Reflexión sobre Perspectivas Globales de Desarrollo, integrado por miembros de Social Watch, Friedrich Ebert Stiftung, terre des hommes, Third World Network, Dag Hammarskjöld Foundation, DAWN y el Global Policy Forum.
El nombramiento de defensores (Ombudsperson) para las generaciones futuras puede llevar la agenda de la sustentabilidad justo al corazón de los gobiernos”, agregó el Grupo. “El defensor podría participar directamente en la formulación de políticas y evaluar desde una perspectiva integral sus efectos a largo plazo. Solo a un organismo independiente que no requiera ser reelegido por sus contemporáneos podrá concentrarse íntegramente en el análisis a largo plazo y representarlo sin vacilaciones.
La propuesta sigue la línea de las conferencias mundiales de los años 90 sobre derechos humanos, equidad social y medio ambiente cuyo punto culminante fue la Declaración del Milenio (2000), en la cual los países miembros de la ONU se comprometieron a “defender los principios de la dignidad humana, la igualdad y la equidad en el plano mundial” como “un deber a cumplir hacia todos los habitantes del planeta, en especial los más vulnerables y, en particular, los niños del mundo, a los que pertenece el futuro”.
Lo prometido por los jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre del Milenio supone cambiar “los modelos actuales no sustentables de producción y consumo […] en el interés de nuestro bienestar futuro y el de nuestros descendientes”, sostuvo el Grupo de Reflexión en su declaración.
Al futuro del mundo, de sus 7.000 millones de personas y de las generaciones venideras lo determinarán las respuestas que demos a los significativos desafíos que afronta el planeta. Nuestras prácticas actuales ponen en peligro nuestra propia existencia”, remarcó Eurostep, red de organizaciones no gubernamentales europeas de fomento al desarrollo con presencia en más de 100 países.
El desarrollo sustentable significa darles más bienestar tanto a las generaciones presentes como a las futuras, y se preocupa no solo de la justicia ambiental sino también de la social, económica e intergeneracional”, observó Eurostep en un capítulo del informe.
C.J. George, coordinador regional para Asia meridional de terre des hommes, explicó que “la justicia intergeneracional es parte integral de conceptos como desarrollo sustentable, justicia social, derechos de niños y jóvenes, calentamiento global y cambio climático”, así como al principio de “equidad de derechos entre generaciones de niños, jóvenes, adultos y sobrevivientes y también entre generaciones presentes, pasadas y futuras”.
Aunque la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por casi todos los países, garantiza “un trato justo y equitativo” para todo niño y toda niña e “incluye a las generaciones futuras” en su formulación, George advirtió que “este compromiso está aún lejos de ser el adecuado”.
En cierto sentido, la presente generación ejerce poder sobre la venidera, y puede utilizar los recursos mediante procedimientos por los que le niegan a ésta sus derechos”, agregó. “El futuro no tiene forma de controlar el presente. Y la generación actual tiene poder sobre la propia existencia de las futuras.
Hoy, el reto no es solo reiterar el compromiso con las siguientes generaciones desde una posición de la justicia, sino también reequilibrar los intereses económicos y sociales”, escribió George. “Ese reequilibrio implica el retorno del Estado a las esferas sociales y normativas de acción política, asumiendo sus responsabilidades, tanto para disponer el acceso equitativo a los servicios como para regular el alcance del libre mercado. Los mercados son inherentemente competitivos y seguir la lógica de la supervivencia del más apto contradice el concepto de equidad, condición necesaria para la sustentabilidad.
El coordinador general de Terre des Homes recordó “la propuesta del Consejo para el Futuro Mundial de nombrar a una ‘representación legal o un tutor’” para proteger a las generaciones por venir. “Algunos países ya cuentan con instituciones así. La creación de un Ombudsperson internacional o alentarla a nivel nacional puede ser un resultado concreto de Río+20 hacia la sustentabilidad del futuro, lo que equivale a garantizar la justicia intergeneracional.”



Declaración sobre las

Responsabilidades de las Generaciones Actuales 
para con las Generaciones Futuras

adoptada el 12 de noviembre de 1997 por la Conferencia
General de la UNESCO en su 29ª reunión



 Artículo 1 - Necesidades e intereses de las generaciones futuras 
Las generaciones actuales tienen la responsabilidad de garantizar la plena salvaguardia de las necesidades y los intereses de las generaciones presentes y futuras.

Artículo 2 - Libertad de elección 
Es importante tomar todas las providencias necesarias para que, respetando los derechos humanos y las libertades fundamentales, las generaciones presentes y futuras puedan escoger libremente su sistema político, económico y social y preservar su diversidad cultural y religiosa.

Artículo 3 - Mantenimiento y perpetuación de la humanidad 
Las generaciones actuales deben esforzarse por asegurar el mantenimiento y la perpetuación de la humanidad, respetando debidamente la dignidad de la persona humana. En consecuencia, no se ha de atentar de ninguna manera contra la naturaleza ni la forma de la vida humana.

Artículo 4 - Preservación de la vida en la Tierra 
Las generaciones actuales tienen la responsabilidad de legar a las generaciones futuras un planeta que en un futuro no esté irreversiblemente dañado por la actividad del ser humano. Al recibir la Tierra en herencia temporal, cada generación debe procurar utilizar los recursos naturales razonablemente y atender a que no se comprometa la vida con modificaciones nocivas de los ecosistemas y a que el progreso científico y técnico en todos los ámbitos no cause perjuicios a la vida en la Tierra.

Artículo 5 - Protección del medio ambiente 
1. Para que las generaciones futuras puedan disfrutar de la riqueza de los ecosistemas de la Tierra, las generaciones actuales deben luchar en pro del desarrollo sostenible y preservar las condiciones de la vida y, especialmente, la calidad e integridad del medio ambiente.
2. Las generaciones actuales deben cuidar de que las generaciones futuras no se expongan a una contaminación que pueda poner en peligro su salud o su propia existencia. 
3. Las generaciones actuales han de preservar para las generaciones futuras los recursos naturales necesarios para el sustento y el desarrollo de la vida humana. 
4. Antes de emprender grandes proyectos, las generaciones actuales deben tener en cuenta sus posibles consecuencias para las generaciones futuras.

Artículo 6 - Genoma humano y diversidad biológica 
Ha de protegerse el genoma humano, respetándose plenamente la dignidad de la persona humana y los derechos humanos, y preservarse la diversidad biológica. El progreso científico y tecnológico no debe perjudicar ni comprometer de ningún modo la preservación de la especie humana ni de otras especies.

Artículo 7 - Diversidad cultural y patrimonio cultural 
Las generaciones actuales deberán velar por preservar la diversidad cultural de la humanidad respetando debidamente los derechos humanos y libertades fundamentales. Las generaciones actuales tienen la responsabilidad de identificar, proteger y conservar el patrimonio cultural material e inmaterial y de transmitir ese patrimonio común a las generaciones futuras.

Artículo 8 - Patrimonio común de la humanidad 
Las generaciones actuales han de utilizar el patrimonio común de la humanidad, según lo define el derecho internacional, sin comprometerlo de modo irreversible.

Artículo 9 - Paz 
1. Las generaciones actuales deben velar por que tanto ellas como las generaciones futuras aprendan a convivir en un ambiente de paz, seguridad y respeto del derecho internacional,los derechos humanos y las libertades fundamentales. 
2. Las generaciones actuales deben preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra. Con ese fin, han de evitar que las generaciones futuras sufran las consecuencias perjudiciales ocasionadas por los conflictos armados y otros tipos de agresiones y la utilización de armas, contrarios a los principios humanitarios.

Artículo 10 - Desarrollo y educación 
1. Las generaciones actuales han de legar a las futuras las condiciones para un desarrollo socioeconómico equitativo, sostenible y universal, tanto individual como colectivo, en particular, mediante una utilización justa y prudente de los recursos disponibles a fin de luchar contra la pobreza.
 2. La educación es un instrumento importante para el desarrollo de los seres humanos y las sociedades. Debe utilizarse para fomentar la paz, la justicia, el entendimiento, la tolerancia, la igualdad en beneficio de las generaciones actuales y futuras.

Artículo 11 - No discriminación 
Las generaciones actuales deben abstenerse de realizar actividades y de tomar medidas que puedan ocasionar o perpetuar cualquier forma de discriminación para las generaciones futuras.










El testimonio de los niños maltratados es fiable

Ha sido frecuente que los jueces, fiscales, abogados, en general el mundo adulto ha dudado de la capacidad de los niños y niñas  pequeños para hablar de sus sufrimientos, o de los maltratos que les producen en el ámbito familiar.

Entrevistando a los niños preescolares 
víctimas de abuso sexual o maltrato familiar: 
la efecacia de los modelos de entevista forense
Josep Juáez López y Eva Sala Berga

Sin embargo el estudio que presentamos  prueba que las declaraciones y el testimonio de los niños de tres a seis años víctimas de abusos sexuales o maltrato tiene una fiabilidad de entre el 70 por ciento y el 90 por ciento, según un estudio del Centro de Estudios Jurídicos (CEJFE) que pretende acabar con la creencia, muy extendida en el ámbito judicial, de que los niños en edad de educación infantil fantasean.

El trabajo, basado en entrevistas a 135 alumnos de preescolar, defiende la credibilidad de los niños de tres a seis años cuando evocan hechos traumáticos o que salen de la cotidianeidad, y concluye que los pequeños son capaces de narrar sus experiencias con gran detalle, ya que el índice de incorrección de sus relatos es de apenas el 5 o el 6 %.

El estudio del CEJFE alerta de que, tradicionalmente, el sistema judicial ha expresado "serias dudas" sobre la credibilidad de los niños pequeños, cuyo testimonio es a menudo clave en los procesos judiciales por abusos o maltratos ya que suelen constituir la única prueba de cargo contra el acusado.

Esa concepción tradicional, sin embargo, está cambiando y los autores del informe, Josep Ramon Juárez y Eva Sala, han querido reforzar la nueva tendencia y "defender una imagen de los niños que, en definitiva, incremente la defensa de sus derechos".

"El testimonio de los niños no se puede descartar simplemente porque tenga probabilidades de ser imperfecto", añaden los autores del informe, tras concluir que, pese a que sus aptitudes memorísticas y lingüísticas son insuficientes, los preescolares "retienen recuerdos exactos de acontecimientos pasados".

Para confeccionar su trabajo, los autores entrevistaron a 135 niños de una escuela de Olot (Girona) de los cursos de P-3, P-4 y P-5, a los que se relató una experiencia traumática vivida por un menor y, posteriormente, se les invitó a evocarla.

Según los resultados obtenidos en las entrevistas, la fiabilidad de los relatos de los alumnos de P-5 es del 82,50 %, un porcentaje que baja hasta el 79,18 % en el caso de los de P-4.

Los más dudosos son los niños de P-3, que, sin embargo, aportan un índice de información correcta del 52,93 %, lo que según los autores del estudio "supera muchas de las expectativas" de los contrarios a aceptar a preescolares como testigos de cargo en procesos judiciales.

Los investigadores del CEJFE hacen balance en su estudio de las tres técnicas forenses utilizadas en las exploraciones de los niños víctimas de abusos o maltratos, que suelen ser entrevistados por psicólogos en privado, bajo supervisión judicial, y en muy pocos casos se les obliga a declarar en el juicio. 

La fiabilidad de los resultados que arrojan los distintos modelos de entrevistas es similar, afirma el estudio, siempre que se garanticen unas mínimas condiciones: que el entrevistador no tenga una actitud sesgada, que el cuestionario no incluya preguntas tendenciosas y que no haya amenazas, engaños o inducciones.

De hecho, el informe considera que la fiabilidad de los relatos tiene más que ver con las habilidades del entrevistador que con una limitación natural de las capacidades cognitivas de los pequeños.

Para conseguir un testimonio lo máximo de exacto en los niños de P-4 y P-5, los autores defienden el modelo de investigación para víctimas de abuso sexual NICHD (National Institute of Child Health and Human Development), que es el más utilizado en el ámbito forense y se basa en la narración libre, que el entrevistador debe interrumpir con preguntas sólo cuando los detalles cruciales permanezcan ocultos.

De acuerdo con ese protocolo, en el inicio del encuentro, el psicólogo debe explicar al niño las reglas que rigen la entrevista y avisarle de que puede contestar que no se acuerda, no sabe o no entiende, lo que minimiza las informaciones erróneas que el menor pudiera inventarse para dar respuesta a las expectativas creadas sobre él.

Los investigadores, que proponen usar puzzles y dibujos para conseguir una relación fluida y familiar con el entrevistado, recomiendan evitar la insistencia en un detalle, para que el niño no esté tentado de incorporar fantasías, y no repetir las preguntas, ya que ello podría llevar al menor a pensar que no ha contestado correctamente e inventar una historia para satisfacer al adulto.







Los niños y la ratificación de Auschwitz

En recuerdo de Hamid  A.


Agencia Pelota de Trapo, 23/11/2011. Claudia Rafael

(APe).- “Cada vez que lo veía, era como que mirara al diablo. Le tenía terror”, relató el hombre. “Sí, yo la vi pasar. Y me pregunté cómo es que andaría solita caminando por allí”, dijo la vecina con rostro de preocupación. “Me acuerdo que la vi cuando un hombre la obligaba a caminar más allá de las vías y después, ella terminó yéndose con él”, contó la testigo. Todos vieron. Todos escucharon. Todos intuyeron. Todos prefirieron callar. Las desapariciones y crímenes de niños y niñas interpelan de lleno la columna vertebral de una sociedad en la que cada víctima parece asemejarse a un sacrificio pactado en silencio. En el que la cada vez más extendida repetición es el pasaporte ineludible al horror y al gesto de indignación que casi inmediatamente será superado por otra historia más o menos similar.

Hubo un tiempo en el que los niños eran el vehículo privilegiado de la condición humana. La semilla de trigo amorosamente custodiada para que nada –al menos, nada malo- le ocurriese. Fue un tiempo en el que la infancia era –sin escala alguna- el entero imaginario en el país del pan y del azúcar. Pero luego llegó una nueva era en que el pan y el azúcar compartido dejaron de ser el vínculo indispensable para la historia, que fue ganada y pisoteada por derroteros de poder y desconfianza. Mirar hacia adentro como único boleto de ida hacia el mañana. Y los niños dejaron de ser los hijos de todos. Se impusieron las fronteras tajantes de la pertenencia.
“De esa familia socializadora de niños y niñas desde la más tierna infancia y vehiculizadora de una comunidad integrada, surgen las estructuras comunitarias en general”, escribió Elías Neuman en “Victimología. El rol de la víctima en los delitos convencionales y no convencionales”.

Mucho más atrás en el tiempo, cuando el siglo XIX fatigaba sus últimos pasos, José Martí escribía que “los padres buenos, creen que todos los niños son sus hijos, y andan como el río Nilo, cargados de hijos que no se ven, y son los niños del mundo, los niños que no tienen padre, los niños que no tienen quien les dé velocípedos, ni caballo, ni cariño, ni un beso”.

¿Cuándo la sociedad dejó de concebir como propios a los hijos que deambulan por las calles, golpean su puerta, le dirigen una sonrisa o simplemente pasan caminando por su vereda? ¿En qué momento exacto la humanidad produjo una separación de plano y, tajante, dividió la historia en “propios” y “ajenos”?

En los latidos de la infancia, escribía el poeta chileno mapuche Elicura Chihuailaf, “raíces de árboles son nuestros pies/ Alas de ave de paso tiene nuestro corazón”.

Uno tras otro van cobijándose como perlas de sacrificio los nombres de niños que quedaron para siempre anclados ahí, en ese preciso y doloroso lugar que no se quiere asumir.
Candela con sus 11 años que se hermanó velozmente con Marela o Tomás, de apenas 9. Candela, en Hurlingham, iba a encontrarse con sus compañeritas de la escuela aquel día. Marela, en Avellaneda, iba a comprar el regalo del día de la madre. Tomás,  en cambio, salía de la escuela como todos los días en Lincoln.
Mara tenía 16 y en aquel 2008 había salido de su casa, en Santa Teresita para ir a un locutorio. Florencia tenía apenas 12 y desde hacía dos meses estaba institucionalizada por las violencias que atravesaban su vida cuando fue a un cumpleaños. En la misma Tres Arroyos en la que dieciseis años antes habían destruido a Nair, con sus nueve años.

Yenifer tenía apenas siete cuando fue a hacer un mandado aquella tardecita oscura en Olavarría. Tendría 17 años hoy, dos más de los que tenía Natalia, en Miramar, en aquel verano de 2001 y horror. 
Estela Soledad, en Tres Isletas, Chaco, tenía nada más que cinco. Y Keila Geraldine, en Santa Fe, tan sólo tres.

La mayor parte de sus muertes eran evitables. Y no son otra cosa que el precio que la misma humanidad está dispuesta a pagar como la contracara pesada y destructiva de esta nueva modernidad. Sacrificios paganos en la adoración de un hombre en el que se endiosa la individualidad y la desmemoria. El avance imparable de estos tiempos de moderna celeridad en la que –si así se exige- se destruirá la misma idea de hombre, de mujer, de niño porque todo vale, nada importa, todo es banalizable. “Muchachos, llévense todo pero no maten, muchachos...”, se atrevió a pronunciar el periodista de TN como si se refiriese a romper un vidrio, cortar una rama o destruir un banco de plaza y no al crimen de Gastón, de 12, en Miramar.

La sociedad como institución social es herida de muerte ante el horror de destruir la infancia. Un leve gesto de espanto, una frase de consternación en una red social, un lamento abatido no bastan porque todo ocurre y porque una y otra vez como una cantinela amarga que desnuda a fondo un sistema de lazos opresivos siguen ocurriendo. Como ocurrió Auschwitz en donde –decía Primo Levi- el crimen es pasible de ser vivido como acto cotidiano sin experimentar ninguna sensación particular. Y, en definitiva, porque –escribió el húngaro Imre Kertész- Auschwitz no fue disuelto por ser Auschwitz, sino porque la evolución de la guerra dio un vuelco; y desde Auschwitz no ha ocurrido nada que podamos vivir como una refutación de Auschwitz”. En realidad, la historia reciente no ha sido más que una ratificación de Auschwitz.
Alguien vio. Alguien escuchó. Alguien intuyó. Alguien permitió. Alguien consintió. Alguien calló. Y, por encima de todo, si alguien que vio, escuchó, intuyó no calló, no hubo tampoco institución social dispuesta a actuar a tiempo.
 
También en “Victimología”, Elías Neuman relata que “cuando el niño cuenta a alguien, por primera y aún por segunda vez, lo que le ocurre, así se trate del juez o del asesor de menores, lo que en realidad manifiesta es que necesita contención, que lo apoyen, que lo protejan. Pero la ley dice que es incapaz. Y, en múltiples casos, valdrán más los llantos indescifrables del padre golpeador. Entonces el juez decide que el chico vuelva al hogar bajo la formal promesa del padre y de la madre. Y, a poco de andar, vuelve la crudeza de los golpes y el maltrato. El niño, entonces, no cree en nada, en nadie”.

Cuántos cajones vacíos habrán ocupado las denuncias que Karina Mairani volcó ante cuanta institución quisiera escucharla antes de que su pareja la asesinara a ella y a su niño pequeño.
La sociedad está herida de muerte. Porque no hay modo de construir una nueva humanidad bajo la premisa perversa de destruir el propio germen de vida.


En Estados Unidos, cada cinco horas muere un niño por abuso o negligencia


Las últimas cifras oficiales estiman que en 2009 murieron 1.770 niños por malos tratos. 
Pero un informe reciente del Congreso estadounidense señala que el número real podría acercarse de los 2.500.

De hecho, Estados Unidos tiene 
los peores registros de abusos 
del mundo industrializado. 
¿Por qué? 
Natalia Antelava de la BBC

En el mundo industrializado cada semana mueren 66 niños menores de 15 años a causa de abusos físicos o negligencia.
De éstos, 27 mueren en EE.UU., una cifra superior a la de cualquier otro país.
EE.UU. casi triplica en población a México, pero incluso si se mide el fenómeno de manera proporcional a la población, los datos de Unicef ​​de 2001 colocan a el país del Norte en nivel de igualdad con México en muertes infantiles por malos tratos.

En Texas, uno de los estados con más casos de abuso infantil, el Centro Médico Infantil de Dallas se enfrenta a un creciente número de niños víctimas de abusos y un aumento de los niveles de violencia.

Mientras tanto, el Centro de Houston está ampliando sus servicios para hacerle frente al problema cada vez peor de los abusos sexuales a menores.
Mientras que el abuso infantil arruina la vida de las familias de las víctimas, sus efectos devastadores se siente mucho más allá del círculo de sus familiares y amigos.
Los niños maltratados son 74 veces más propensos a cometer crímenes contra otras personas y seis veces más probabilidades de maltratar a sus propios hijos, de acuerdo con la Asociación para la Protección de los Niños de Texas.


Por esta razón, los expertos creen que debe ser una preocupación del gobierno y la sociedad asegurar que los niños están protegidos contra el abuso.

Todos los ciudadanos, dicen, tiene la responsabilidad de ayudar a romper esta espiral de violencia.
El pediatra Matt Cox, del Hospital Infantil de Dallas, se especializa en maltrato y abuso infantil. Explica que cada vez ve más casos de violencia, y que el diagnóstico muchas veces es difícil.
"La mayoría de los niños que sufren abusos no muestran los signos típicos que uno se imaginaría sino que las heridas son internas, y no se manifiestan en lo exterior. Por eso los médicos tienen que estar muy pendientes", explica.
En Washington los políticos están empezando a reconocer lo que algunos describen como una "crisis nacional".  Una audiencia en el Congreso en julio reunió a los expertos en el campo que debatieron sobre qué se puede hacer para prevenir las muertes por abuso de menores. Se está creando una comisión nacional para coordinar una respuesta común para todo el país.
Muchos creen que sería clave que en el futuro los nuevos padres reciban visitas de profesionales de la salud calificados que los preparen para afrontar las dificultades de la vida familiar.

¿Por qué el problema de la violencia contra los niños es mucho más agudo en EE.UU. que en cualquier otro país del mundo industrializado?, se pregunta a Michael Petit, presidente de la organización gubernamental estadounidense de defensa de los derechos niños Every Child Matters.
En los últimos 10 años, se cree más de 20.000 niños estadounidenses fueron muertos en sus propias casas por miembros de la familia. Eso es casi cuatro veces el número de soldados de EE.UU. muertos en Irak y Afganistán.
El índice de mortalidad por maltrato infantil en EE.UU. es triplica al de Canadá y es 11 veces mayor que la de Italia. Se estima que millones de niños son abusados y abandonados cada año. ¿Por qué?

Espiral 

Parte de la respuesta es que el embarazo adolescente, el abandono de la escuela secundaria, los delitos violentos, el encarcelamiento y la pobreza -todos factores asociados con el abuso y la negligencia - son generalmente mucho más altos en EE.UU.
Además, otras naciones ricas tienen políticas sociales que proporcionan cuidado para los niños, un seguro de salud universal, educación preescolar, bajas maternales y paternales y enfermeras a domicilio para casi todos los que lo necesiten.
En EE.UU., cuando los niños nacen en familias jóvenes que no están preparadas para recibirlos, las redes de seguridad social locales puede ser muy deficientes, o no existir. Como resultado, son incapaces de compensar el estrés que el niño debe soportar en el hogar.
En las situaciones más graves, el caso termina con la muerte del niño. Alrededor del 75% de estos niños son menores de cuatro años, mientras que casi la mitad tienen menos de uno.

La geografía influye mucho en la determinación del bienestar de los niños. Tomemos el ejemplo de Texas y Vermont.
Texas se enorgullece de ser un estado de impuestos bajos y servicios bajos (en inglés, "low tax, low service"). Su ingreso per cápita lo sitúa en el centro de los estados, mientras que su carga fiscal total - su disposición a pagar impuestos - está cerca de la base.
Vermont, en cambio, está en el otro extremo. Tiene impuestos altos, y altos servicios.

Combinación de riesgos

Al analizar los indicadores claves de bienestar, los niños de Texas son dos veces más propensos a abandonar la escuela secundaria que los de Vermont. Tienen cuatro veces más probabilidades de no tener seguro, cuatro veces más probabilidades de ser encarcelados y casi el doble de probabilidades de morir a causa de maltrato y negligencia.
En Texas, otros elementos se suman a la mezcla de riesgos que enfrenta un niño. Estos incluyen una tasa de pobreza más alta en Texas, una mayor proporción de niños pertenecientes a minorías, menores niveles de logro educativo y una cultura política que tiene una visión más estrecha sobre el rol del gobierno en cuestiones sociales.
Es probable que Texas, al igual que muchos otros estados tradicionalmente conservadores, tenga una respuesta más débil a las familias que necesitan ayuda en primer lugar, y que sea menos eficiente en proteger de los niños después de que el maltrato se produce.
Las marcadas diferencias entre los estados plantea la cuestión de un papel del gobierno federal más amplia.
¿Son los niños ante todo niños de Texas? ¿O son antes que nada niños estadounidenses con igualdad de oportunidades e igual protección?



¿Culpar a los padres?

Para empezar, el Congreso debe aprobar una legislación que cree una comisión nacional para erradicar las muertes por maltrato y negligencia.
Y los programas para niños no deben estar en discusión, ya sea en el plano federal o estatal. Los niños no hicieron trizas la economía de EE.UU. Es a la vez económicamente miope y moralmente incorrecto hacerles pagar el precio de arreglarla.
Pero mientras las economía estadounidense intenta salir a flote, la pobreza infantil se eleva y los estados recortan miles de millones en servicios para los niños, estamos presionando la débil red de seguridad de Estados Unidos.
Inevitablemente, esto significa que más niños podrían morir. La respuesta fácil es culpar a los padres y a los trabajadores de protección infantil. Sin embargo, las respuestas fáciles no resuelven los problemas complejos.
Y con millones de niños heridos y muertos miles de personas, este ea un problema en verdad grande, y merece una gran respuesta.
Michael Petit es presidente de Every Child Matters. Se desempeñó como como delegado de la Liga de Bienestar Infantil de EE.UU.

Fuente: BBC Mundo