Dinamarca y Alemania “normalizan” sexo de niños y bebés.
Se estima que un 1,7 por ciento de la población,
porcentaje similar al de personas pelirrojas en el mundo, tiene
variaciones de las características sexuales. Numerosos países, entre
ellos Alemania y Dinamarca, someten a los menores intersexuales a
intervenciones quirúrgicas innecesarias, invasivas y traumatizantes.
Tenía que orinar y me dolía muchísimo, así que me
aguantaba las ganas por el dolor. Estaba en el baño gritando y corriendo
por todos lados, sin ropa. Al final, oriné por todas partes. Gritaba,
tenía miedo, no entendía lo que estaba sucediendo. Me avergonzaba haber
orinado por todas partes. Es lo único que recuerdo tras el incidente de
1984.
H. tenía 5 años cuando le operaron en Dinamarca. Nunca entendió qué le pasaba. Además del trauma de la operación, las secuelas físicas y psicológicas le han acompañado toda su vida.
D. nació en Alemania:
Las cirugías empezaron antes de haber cumplido un año.
Antes de los 18 me operaron al menos cinco veces. Luego entre 2004 y
2006, me operaron cuatro veces más. Me dijeron que las cirugías que me
habían hecho en la infancia no habían servido para nada.
Ambos fueron bebés que nacieron con variaciones de las características sexuales como los cromosomas, los genitales o los órganos reproductores. Porque la intersexualidad se basa en características biológicas, no en la identidad de género ni en la orientación sexual.
Amnistía Internacional acaba de presentar un informe En primer lugar, no perjudicar, en el que denuncia cómo en países como Dinamarca o Alemania se opera a menores solo para cumplir con los estereotipos de género, es decir, para que parezcan un niño o una niña. Se les da forma a sus vidas sin que puedan expresar su opinión, y sobretodo sin necesidad, porque en la mayoría de los casos, la intervención no es urgente. Son intervenciones basadas en motivos cosméticos, porque la sociedad espera de ellos que se adapten.
Manifestación frente al parlamento irlandés de personas trans. © Sasko Lazarov/Photocall Ireland |
¿A quién benefician estas intervenciones? Para las personas con las que ha hablado Amnistía Internacional, la experiencia ha sido trágica. Es decir, a ellos no. Sus intervenciones pueden tener consecuencias a largo plazo sobre su salud como recibir tratamiento hormonal toda la vida. En algunas ocasiones, estas intervenciones médicas son necesarias desde el punto de vista médico para proteger la vida o la salud del menor de edad, pero no siempre es así.
Estas prácticas que denuncia Amnistía Internacional también han sido condenadas por expertos de Naciones Unidas que consideran que estas intervenciones innecesarias son prácticas nocivas que violan los derechos de los menores, quienes deberían tener derecho a tomar por sí mismos decisiones tan importantes sobre su propio cuerpo.
Amnistía Internacional considera que estas intervenciones deben posponerse hasta que el menor sea maduro para tomar una decisión sobre qué quiere hacer y sobre con qué sexo se identifica. Un análisis de cromosomas inclina la balanza sobre la X o la Y y lo que ha salido mal, el personal médico lo arregla, pero ha estudios que recogen que entre el 8,5 y el 20 por ciento de estos menores rechazan el género que le asignaron al nacer.
H. reflexiona:
Cuando pienso en lo que pasó, me enfado, porque nadie
tendría que haber decidido por mí, se podría haber esperado. Es triste
pensar que se considera necesario operar a estos menores, sólo porque
otra gente crea que es lo que se debe hacer.
D, señala:
Me operaron y, aunque para mí ya es tarde, no hablar
sería apoyar las intervenciones quirúrgicas, y sólo puedo cambiar las
cosas si me pronuncio.
Por eso desde Amnistía Internacional recogemos sus voces.-------