Pobreza infantil y adolescente en México-2022 Análisis de la pobreza multidimensional y de las carencias sociales

Este documento, elaborado por UNICEF México y el CONEVAL, ofrece un análisis detallado sobre la pobreza infantil y adolescente en México en 2022. Examina la pobreza multidimensional y las carencias sociales que afectan a niñas, niños y adolescentes, destacando los grupos más vulnerables, como la población indígena y la primera infancia. 


unicef México

Octubre de 2024




También se analizan las disparidades regionales y el impacto de los programas federales de protección social en la reducción de la pobreza. Este informe proporciona información clave para tomadores de decisiones, con el objetivo de orientar políticas públicas que promuevan el bienestar y los derechos de la infancia y adolescencia en México.



Asimismo, estudia cómo afecta la pobreza multidimensional a determinados grupos específicos de la infancia y adolescencia, su incidencia en el territorio nacional y el impacto potencial de los programas federales de protección social en su reducción. Este documento tiene como objetivo brindar información a tomadores de decisiones que les permita orientar las acciones públicas para avanzar en la reducción de la pobreza infantil y adolescente, asegurando su bienestar y la garantía integral de sus derechos.



Entre los principales hallazgos se destaca que:


  • De 2020 a 2022 hubieron avances importantes en la disminución de la pobreza para toda la población, sin embargo, los NNA siguen siendo el grupo de la población con los niveles más altos de pobreza.
  • La situación de pobreza para la niñez y adolescencia indígena es particularmente grave, la mitad de ellos viven en condiciones de pobreza extrema (50.2%), y casi su totalidad no tiene acceso a la seguridad social (93.9%).
  • De todos los grupos etarios, los niños y niñas en la primera infancia son quienes viven en condiciones de mayor pobreza (48.1%) y los que menos acceso tienen a la seguridad social (59.3%).
  • Existen grandes disparidades en la pobreza infantil y adolescente en el territorio mexicano. La niñez y la adolescencia en la región sureste tienen un porcentaje de pobreza de 62.5%, comparado con las NNA en la región noroeste (24.0%).
  • Los programas de protección social ayudaron a reducir la incidencia de pobreza infantil y adolescente a través de las mejoras en los niveles de ingreso de los hogares. Para continuar avanzando con la reducción de la pobreza infantil y adolescente., se recomienda que estos programas sean universales y se complementen con acceso a servicios de calidad como salud y nutrición.

Contenido del documento


Lista de acrónimos 7 

Resumen ejecutivo 9 

Introducción 13


1. Pobreza infantil y adolescente en México 15 

2. Perfil de la población infantil y adolescente en situación de pobreza
        2.1.Pobreza infantil y adolescente por grupos etarios 23
        2.2. Pobreza infantil y adolescente por sexo 25 
        2.3. Pobreza infantil y adolescente por condición de habla de lengua indígena 27 
        2.4. Pobreza infantil y adolescente por características de los hogares 29 
                2.4.1.  Pobreza infantil y adolescente por tipo y tamaño del hogar 29 
                2.4.2.  Pobreza infantil y adolescente por presencia de personas
                            con discapacidad en el hogar 31 
                2.4.3.  Pobreza infantil y adolescente por razón de dependencia
                            y ocupación en el hogar 32 
                2.4.4.  Pobreza infantil y adolescente por características
                            de la jefatura del hogar 33 
3. Contexto territorial de la pobreza infantil y adolescente 37 
4. Programas federales de protección social y su impacto potencial en la pobreza infantil y adolescente 47 
4.1.  Programas federales de protección en la pobreza infantil y adolescente 
4.2.  Programas federales de protección en la pobreza infantil y adolescente 
4.3.  Programas federales de protección en la pobreza infantil y adolescente 
4.4.  Programas federales de protección en la pobreza en la primera infancia 
5. Consideraciones finales 
6. Referencias bibliográficas

Webinar Together: Participación infantil y juvenil y su influencia en la toma de decisiones públicas.

En Aldeas Infantiles SOS estamos comprometidos con la creación de espacios que promuevan y faciliten la participación activa y significativa de los niños, niñas y personas jóvenes en la toma de decisiones que les afectan.


Aldeas Infantiles SOS



Es por ello que deseamos invitarte a este Webinar donde compartiremos con colegas de Latinoamérica y España distintas experiencias de participación infantil y juvenil para la incidencia política.


En este Webinar participarán:

 

Aldeas Infantiles SOS España

Aldeas Infantiles SOS Uruguay

Aldeas Infantiles SOS Chile

Plataforma de Infancia (España)

Red Egresa (jóvenes) Chile

Plataforma de Infancias y Adolescencias (Uruguay)


Martes, 22 de octubre 16:00 h. Madrid CET


Para asistir, puedes registrarte aquí

'La hambre se ha convertido en un arma letal'

 21.000 personas mueren cada día por hambre provocada por la guerra.
"Las crisis alimentarias de hoy se fabrican en gran medida". 
La inanición por parte de Israel como arma de guerra en la Franja de Gaza.
"A medida que el conflicto aumenta en todo el mundo, la inanición se ha convertido 
en un arma letal empleada por las partes atentando contra las leyes internacionales,
 causando un alarmante aumento de muertes y sufrimientos humanos".
La infancia es la primera víctima del hambre/guerra.

Conectados pero vulnerables: el problema de las redes en la infancia

Si bien el uso del internet puede ser una fuente de conocimiento y conexión instantánea, también, y como ya sabemos, presenta riesgos significativos para nuestros hijos, como el ciberacoso, la exposición a contenido inapropiado y la manipulación emocional.


infobae

Laura Lewin

14 Oct, 2024





Ante estos desafíos, intentar cerrarles la puerta a estas plataformas puede parecer una solución tentadora, pero podría resultar ser un enfoque erróneo y sumamente difícil. En lugar de levantar barreras, ¿qué pasaría si exploramos una estrategia más profunda pero mucho más efectiva? Imaginemos un recurso interno capaz de actuar como un escudo ante las adversidades digitales. Esa clave, aunque quizás no lo parezca a primera vista, reside en fortalecer la autoestima de nuestros hijos.


La autoestima es la percepción que cada persona tiene de sí misma, y su desarrollo es crucial durante la infancia y la adolescencia. Los chicos con alta autoestima son más propensos a tomar decisiones saludables y a resistir la presión social. Al fortalecer su autoconfianza, les estamos proporcionando herramientas para navegar por el mundo digital de manera más segura y consciente.


Los adolescentes pasan muchas horas al día en actividades en línea, y este tiempo puede estar lleno de influencias tanto positivas como negativas. Las redes sociales, por ejemplo, pueden convertirse en un terreno fértil para la comparación y la inseguridad. Los jóvenes que no se sienten seguros de sí mismos pueden ser más susceptibles a los comentarios negativos, al ciberacoso o a la presión para encajar en ciertos estándares. Por el contrario, aquellos que se valoran y se respetan son más capaces de establecer límites saludables y rechazar comportamientos dañinos.


Muchas veces hemos escuchado historias de chicos que, debido a la presión de las redes, terminan con más inseguridades que confianza en sí mismos. Las redes sociales, con su constante flujo de comparaciones y estándares inalcanzables, pueden convertirse en un terreno fértil para la auto duda. Muchos jóvenes se ven atrapados en un ciclo de validación externa, donde cada “me gusta” parece definir su valía.


Imaginemos a Carla, una adolescente que comparte sus dibujos en las redes. Si su autoestima es alta, podrá recibir críticas constructivas sin desmoronarse. En cambio, si su percepción de sí misma es baja, cualquier comentario negativo puede afectarla profundamente, llevándola a dudar de su talento y a abandonar su pasión. Esta dinámica no solo afecta su creatividad, sino que también puede desencadenar problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.


En este contexto, es fundamental preguntarnos: ¿cómo podemos romper este ciclo destructivo y ayudarlos a encontrar un sentido de identidad que no dependa de la aprobación ajena? Parte de la respuesta podría estar en cultivar un sentido profundo de autoestima, que les permita enfrentar los retos del mundo digital con una mirada crítica y resiliente.


Te comparto algunas estrategias para fortalecer la autoestima de los chicos:

  • Permitir que los niños y adolescentes se expresen libremente es esencial. Animarlos a compartir sus pensamientos, intereses y pasiones ayuda a construir su identidad. Por ejemplo, si a tu hijo le gusta escribir, podrías incentivarlo a escribir un blog personal. Esto no solo desarrollará su habilidad de escritura, sino que también le proporcionará una plataforma para expresar sus ideas y recibir retroalimentación positiva.
  • Muchas veces los jóvenes enfrentan emociones intensas que pueden parecerles abrumadoras. Validar sus sentimientos y demostrar empatía los ayuda a sentirse comprendidos y aceptados. Pregúntales cómo se sienten respecto a sus experiencias en las redes y escúchalos sin juzgar. Esto crea un espacio seguro donde pueden hablar sobre sus preocupaciones, como el ciberacoso o la presión de las redes sociales.
  • La resiliencia es la capacidad de recuperarse ante las adversidades. Enseñarles a los niños a manejar el fracaso y a aprender de los errores es crucial. Por ejemplo, si un niño recibe una crítica negativa en un juego online, o en un partido deportivo, en lugar de desalentarlo, se le puede enseñar a analizar la situación, aprender de ella y seguir adelante. Esto no solo fortalece su autoestima, sino que también les enseña a manejar situaciones difíciles de manera constructiva.
  • La tecnología puede ser abrumadora, por lo que establecer límites saludables en relación a qué plataformas usar, cuándo y cómo es una forma de proteger a nuestros hijos. En lugar de imponer restricciones, es mejor colaborar con ellos para definir juntos el uso del internet.
  • Resulta muy importante asegurarnos de que nuestros hijos también pasen tiempo de calidad con amigos y familiares en un entorno fuera de línea. Las relaciones interpersonales reales son fundamentales para la autoestima. Un niño que se siente amado y apoyado en su entorno familiar y social tendrá una base sólida desde la cual enfrentar los desafíos del mundo digital.

Por otro lado, crear un ambiente donde se celebre el esfuerzo y no solo el resultado es esencial. Aplaudir los logros, grandes o pequeños, y resaltar las cualidades únicas de cada niño los ayuda a ver su propio valor. Esto no solo fortalece su autoestima, sino que también les proporciona la confianza necesaria para enfrentar cualquier adversidad, ya sea en la vida real o en el entorno digital.


El camino para proteger a nuestros hijos de los peligros del internet no se encuentra en el miedo ni en la prohibición, sino en la construcción de una autoestima sólida. Cuando nuestros hijos se sienten seguros y valorados, tienen más chances de tomar decisiones informadas y saludables, tanto en línea como fuera de ella.


Nuestro rol, por lo tanto, es guiarlos en este proceso, ayudándolos a transitar el mundo digital con confianza y responsabilidad. Tal vez podríamos preguntarnos si estamos trabajando para desarrollar la autoestima de nuestros hijos o si podríamos estar tan ocupados que dejamos que las circunstancias los moldeen sin nuestra guía. Reflexionemos sobre si estamos dedicando el tiempo y la atención necesarios para fomentar su autoconfianza, o si simplemente estamos reaccionando a los desafíos que surgen en su camino. La construcción de una autoestima sólida no es solo un objetivo, sino una necesidad en este complejo mundo digital.

La niñez en el foco de los gobiernos locales y regionales: una tarea pendiente

El rol de los Gobiernos Regionales puede ser fundamental en fortalecer estos ámbitos, con financiamiento y con la capacidad de articular todas sus acciones con los procesos que se desarrollan desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.


El mostrador

Claudia Espinoza Carramiñana

13 de octubre de 2024




En las últimas décadas Chile ha avanzado en la protección de los derechos de la niñez, cumpliendo con los compromisos adquiridos al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño. La Ley 21.430 y la creación de las Oficinas Locales de Niñez (OLN) son ejemplos de este progreso, ya que permiten articular esfuerzos para garantizar condiciones básicas de bienestar y el ejercicio pleno de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, todavía enfrentamos desafíos importantes, sobre todo en la manera en que las instituciones miran y tratan a la niñez.


Aún en la actualidad persisten enfoques que ven a niños y niñas como “menores”, un término que refuerza la idea de inferioridad frente a los adultos. Este paradigma paternalista promueve acciones “para” o “por” ellos, pero no “con” ellos. 


La verdadera transformación pasa por reconocer a los niños y adolescentes como sujetos plenos de derechos y no solo como futuros adultos o simples objetos de protección.


En este escenario, los municipios tienen un rol clave. Son la institución más cercana a la vida comunitaria, desde donde se pueden construir políticas locales que pueden marcar una diferencia concreta en la vida cotidiana de las personas menores de 18 años. Para que esto sea efectivo, es necesario que los gobiernos locales cuenten con equipos capacitados, con visión integradora y comprometida con la promoción de los derechos. Se requiere también de recursos suficientes para generar procesos que vayan más allá de iniciativas aisladas y que perduren en el tiempo, beneficiando a las nuevas generaciones.


Un aspecto crucial en esta tarea es la participación de la comunidad. Las organizaciones locales están en una posición privilegiada para trabajar con las municipalidades y asegurar que las políticas públicas no solo respondan a las necesidades actuales, sino que también reflejen las voces de las niñeces. Es fundamental que avancemos hacia una visión sistémica en la que toda la estructura municipal esté alineada con la idea de un “horizonte bientratante”, un concepto que implica entornos seguros, protectores y bientratantes para todos, todas y todes. 


La Ley 21.430 insta a los gobiernos locales a crear mecanismos de participación efectivos para que niños, niñas y adolescentes sean escuchados en la toma de decisiones que impactan sus vidas. 

Un buen ejemplo de ello es el Consejo Consultivo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes, que ha jugado un rol fundamental en la definición de la Política Nacional de Niñez y Adolescencia. Sin embargo, esto no es suficiente: debemos hacer un esfuerzo por trasladar esa participación a nivel local, en cada comuna, y garantizar que las voces más jóvenes sean parte activa de la ciudadanía.


Las Oficinas Locales de Niñez no solo articularán el trabajo entre las distintas áreas municipales, sino que también serán responsables de garantizar derechos y promover la participación efectiva de la niñez en la toma de decisiones comunales. Además, serán cruciales en la protección administrativa, una herramienta que permitirá a los municipios gestionar casos de vulneración de derechos de forma ágil, sin recurrir inmediatamente a los tribunales.


Además de ello, el rol de las autoridades municipales es fundamental en torno a la generación de políticas públicas locales para la garantía de derechos y la promoción de la participación. Más allá del diálogo que deberán tener los concejos municipales con los niños, niñas y adolescentes según la Ley 21.430, las propuestas de los candidatos deben ir en pro de mejorar los servicios municipales que trabajan con niñeces de modo que estos, además de dialogar entre sí, faciliten el trabajo desarrollo integral de los ejes que sean prioritarios tanto para el mundo adulto como para la visión de la niñez. 


Entre los desafíos que la región de Valparaíso enfrenta en esta materia, según nos plantean niños y niñas en el Diagnóstico Regional de Niñez, se encuentran la creación de espacios recreativos seguros, la promoción de hábitos de vida saludable, el fortalecimiento de la salud mental infantil y la mejora de los entornos medioambientales. La meta no es solo cumplir con hitos legales, sino también generar un cambio cultural que transforme la manera en que la comuna trata a su niñez y adolescencia. 


La implementación de políticas con enfoque de género e intergeneracionalidad también es clave para asegurar que los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes sean reconocidos y respetados. En ese sentido, es importante mirar cómo nuestras acciones como adultos en el espacio público impacta la forma en que la niñez se relaciona con el mismo.


El rol de los Gobiernos Regionales puede ser fundamental en fortalecer estos ámbitos, con financiamiento y con la capacidad de articular todas sus acciones con los procesos que se desarrollan desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Ejemplo de esto es el trabajo que se generó en torno al Diagnóstico Regional de Derechos de la Niñez que se realizó en nuestra región, financiado por el GORE, implementado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y por nuestra Secretaría Regional Ministerial.


En ese sentido, ese proyecto no solo permitió levantar información fundamental para el desarrollo de políticas públicas locales, sino que es muestra clara de que la preocupación en torno a niñez es transversal a distintos actores. Además, evidencia el interés de distintas instituciones para diseñar políticas públicas que favorezcan el bienestar de niños, niñas y adolescentes. 


Finalmente, un desafío de largo aliento será garantizar que estos esfuerzos no dependan del ciclo electoral. El bienestar de la niñez no puede ser un tema de moda: debe ser una prioridad permanente que cruce gobiernos regionales y políticas locales para asegurar que las generaciones presentes y futuras puedan crecer en ciudades que les considere protagonistas de su propio destino.