Las investigaciones demuestran que el 90% del desarrollo del cerebro de un niño ocurre antes de los cinco años, siendo el periodo comprendido entre uno y tres años de edad particularmente vital para su crecimiento cognitivo.
3 de octubre de 2024
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A pesar de ello, el acceso mundial a la educación de la primera infancia sigue siendo muy desigual. Mientras que el 89% de los niños de los países de ingresos altos se benefician de la educación temprana, sólo el 35% de los niños de los países de ingresos bajos tienen las mismas oportunidades.
Estas profundas desigualdades ocuparon el centro de los debates que se llevaron a cabo durante el reciente Congreso Internacional sobre Neurociencias, Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI), organizado por la UNESCO y la Babilou Family Foundation. Unos 1 500 participantes, entre académicos, especialistas, investigadores, profesionales del ámbito de la primera infancia y responsables políticos de todo el mundo, se reunieron con el objetivo de abordar el papel fundamental que desempeña la educación de la primera infancia en la formación de las generaciones futuras.
El aprendizaje en la primera infancia rinde frutos
Al inaugurar el evento, la Sra. Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, hizo hincapié en la necesidad de aumentar la inversión en la atención y educación de la primera infancia, tanto en las políticas como en la práctica. “La AEPI genera un rendimiento del 13% gracias al mejoramiento de la salud, los resultados económicos y la cohesión social”, señaló la Sra. Giannini, haciendo énfasis en las repercusiones que tiene una intervención temprana en el bienestar general de la sociedad.
La Sra. Giannini también se refirió a la Declaración de Tashkent, aprobada durante la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre la AEPI de 2022, en la que se solicitó a los gobiernos que destinen al menos el 10% de sus presupuestos de educación a la AEPI. Asimismo, hizo hincapié en que se trata de una etapa crucial para colmar la brecha a escala mundial en materia de acceso al aprendizaje temprano, y subrayó la necesidad de realizar un esfuerzo colectivo para garantizar oportunidades equitativas para todos los niños y las niñas.
El Sr. Christophe Fond, director general de Babilou Family y de Babilou Family Foundation, subrayó que la educación de la primera infancia es la base sobre la que se construyen las sociedades. El Sr. Fond hizo hincapié en la complejidad del papel que desempeñan los educadores de la AEPI, algo que a menudo se pasa por alto, y afirmó: “Confiar nuestros hijos a los educadores de la AEPI es una responsabilidad importante y, sin embargo, con frecuencia no reconocemos su contribución”. Hizo un llamamiento a los gobiernos a dar prioridad tanto a la neurociencia como a la educación sostenible, afirmando que los primeros 1 000 días de la vida de un niño son cruciales para fomentar el tipo de relaciones que le permitirán prosperar.
Compromisos a escala mundial
El Excmo. Sr. Sharifxodjayev Usman Ulfatovich, viceministro primero de Educación Preescolar y Escolar de la República de Uzbekistán, detalló los progresos alcanzados por su país en el desarrollo de la AEPI. “En 2017, solo el 27% de los niños de Uzbekistán tenían acceso a la AEPI. Hoy en día, el 75% de nuestros niños y niñas están matriculados en la educación preescolar”, informó, al tiempo que se mostró optimista en cuanto a la posibilidad de alcanzar el 100% en las tasas de escolarización. Asimismo, hizo un llamamiento a otras naciones para que cumplan los objetivos de la Declaración de Tashkent.
El Sr. Sunny Varkey, Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO y fundador de la Fundación Varkey, hizo un mizo hincapié mediante un mensaje de vídeo dirigido a la Conferencia, la importancia de la educación de la primera infancia como herramienta para crear sociedades equitativas. Insistió en que lo que ocurre durante los seis primeros años de vida es una cuestión de salud pública y debe tratarse como tal, subrayando que “sea cual sea la pregunta, la educación es la respuesta”.