La potencia de la infancia

Walter Benjamin, filósofo alemán y crítico de la cultura interpretó la experiencia de la infancia como un elemento fundamental a observar, por la potencia y el profundo valor que podría significar su mirada para orientarnos hacia una recuperación rehabilitadora de la experiencia de lo político.



VOCES

Megan Zeinal

1 septiembre, 2024





…El niño era el jardín más bello
G. Ferro


Así dijo: “donde juegan los niños se halla enterrado un secreto” .Ahora bien, ¿a qué se referirió?


En sus escritos “La literatura infantil, los niños y los jóvenes” destaca en la infancia una cualidad vincular especial a repensar: la capacidad de forjar relaciones sin totalizar la realidad en conceptos que clausuren al otro. Es decir, la capacidad de percibir al prójimo sin reducirlo a sus propias categorías, sin agotarlo en proyecciones. El niño interactua sin concluir al otro a la prefiguración de su experiencia. No lo reduce y se entrega al juego. Quizas porque aún no tiene certezas absolutas o “sabiduría” en términos unilaterales, pero es justamente esta defección la que atrae a Benjamin para reconocerlas como depositarias de la esperanza de redención sociopolítica . El filósofo no renuncia a gozar de ese paraíso “de hadas, papel y magos precisamente porque sabe que hay sepultados potentes signos” que podrían mirarse para el cuidado de una comunidad .


Busca un registro a unas experiencias relacionales honestas alejadas del interés y de la instrumentalidad, cuya clave le resulta aparentemente perdida y olvidada en la costra de los hábitos adultos. La infancia es el lugar “donde las cosas son liberadas de la esclavitud de ser útiles”.El mundo de los niños aparece, en este trasfondo, como el territorio donde se descansa un rato de la “maldición de ser útiles y productivos” . Contra el gesto oportunista y extractivista, los niños entablan la situación dialéctica del juego y la exploración. De múltiples formas buscan aceptar y transformar: para captar las leyes de lo diverso, lo gratuito, lo afectivo en letras, figuras, a los que su fantasía —incansable— parece reservar siempre nuevas combinaciones creativas para integrar. El juego en la infancia es improductivo porque se desvaneces sin convertirse en un objeto de valor, porque su valía misma esta dada por esa condición de improductividad.


Benjamin apreció de la infancia la reivindicación hacia una noción diferente de experiencia distinta a la adulta, porque esta permite dotar la vida relacional de un potencial de redención renovado. Así dice: que la máscara del adulto se llama “experiencia” , y esta máscara es inexpresiva, impenetrable, embotada, siempre igual; el adulto enmascarado es el que ya lo ha experimentado todo, y que por tanto, todo tiene el mismo sabor a sabido . Los niños no solo saben interactuar sin anticiparse, sino que también son capaces de no someter lo compartido al uso instrumental. Exhiben placer y gusto por cultivar estas formas de relación con lo vital. Asisten al libre fluir de las cosas del mundo y las reconocen como tales sin subordinarlas a realidades exteriores, ni sutraerlas a sus conceptos previos. 


De ahí que el filósofo se interese por la colección de “tesoros” infantiles tan invisibilizados, marginados y olvidados por la historia oficial. Porque con ellos, los niños anuncian la diferencia, juegan a ser otros, y nos rememoran la potencia humana que alojamos para mantenernos abiertos a la alteridad y a lo diverso. También nos recuerdan de a no sellarnos definitivamente en nombre de ningún conocimiento. La perdida de la inocencia o de la infancia responde a la perdida de esta mirada y consideración, que no es trivial. En ese sentido, es que su visión ensaya la apertura a un sagrario de la humanidad, pleno de potencias marginadas y hostigadas en nombre de la educación a futuros recursos humanos. Con ellas y por ellas toca rehacer un relato que se dirija de a poco hacia un porvenir más móvil, polícromo e incodificable como es el del ojo de un niño.

Comité de niñas, niños, adolescentes y jóvenes de UNICEF-Colombia defiende los derechos a vivir en ambientes limpios, sanos y sostenibles

En la presentación oficial del Comité de niñas, niños, adolescentes y jóvenes defensores del clima de UNICEF manifestaron que les preocupa el futuro del planeta y la humanidad debido al cambio climático e hicieron un llamado para ser tenidos en cuenta en las decisiones sobre el ambiente.  



Unicef-Colombia

30 de agosto de 2024




El Encano, Nariño. La Laguna de la Cocha, el segundo embalse natural más grande del país, es el escenario escogido para presentar oficialmente el Comité de niñas, niños, adolescentes y jóvenes defensores del clima de UNICEF.  


El comité está integrado por cinco niñas, niños, adolescentes y jóvenes de diversas regiones del país, dispuestos a aportar su talento, liderazgo y entusiasmo para la protección del ambiente y la acción climática. Bajo su liderazgo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) busca incluir sus ideas, iniciativas, conocimientos y acciones en procesos de incidencia con diferentes actores para garantizar el goce a plenitud de sus derechos a crecer en ambientes, limpios, sanos, y sostenibles.  


Este grupo se consolidó luego de la realización de un mapeo de liderazgos ambientales interesados en fortalecer sus procesos de incidencia en las políticas relacionadas con el cambio climático. El comité está integrado por 2 niñas de 11 y 12 años pertenecientes a comunidades indígenas y afrocolombianas y por 3 niños y adolescentes de 13, 17 y 18 años provenientes de Nariño, Valle del Cauca y Meta, respectivamente. Todos ellos lideran procesos de activismo por la justicia climática y el medio ambiente.  


Durante el evento de presentación, Isaac Luna Betancourt de 13 años y miembro del Comité asesor manifestó “Ya estamos viviendo los efectos del calentamiento global. Vemos la pérdida de la biodiversidad, el aumento del nivel del mar y el incremento de los desastres de origen natural. Nos preocupa porque somos nosotros los que heredaremos el planeta y no estamos siendo tenidos en cuenta en las decisiones que afectan nuestra salud y bienestar”. 


UNICEF promueve la creación de este Comité al reconocer la importancia de incorporar las voces y propuestas de los más jóvenes para hacer frente a la triple crisis planetaria derivada del cambio climático, la contaminación ambiental y la pérdida de biodiversidad. Es un llamado para que las autoridades y actores relevantes de la agenda climática y ambiental del país, incluyan la participación efectiva de la niñez y adolescencia ya que el liderazgo de las nuevas generaciones es clave para reducir las múltiples amenazas contra su supervivencia y bienestar. 


“Nuestro comité asesor nace con el propósito de empoderar a las nuevas generaciones por la defensa del clima y la biodiversidad. Queremos que sus voces sean escuchadas y que se promuevan sus derechos a vivir en un ambiente limpio, sano y sostenibles tal como lo establece la Observación 26 del sobre los derechos del niño y el medioambiente emitida por el Comité de los Derechos de los Niños y las Niñas”, señaló Valentín Estrada, oficial de Cambio climático, ambiente, energía y reducción de riesgo de desastres de UNICEF Colombia.


Durante el evento de presentación al que asistieron autoridades locales, ambientales, de la sociedad civil y la academia del departamento de Nariño, Andrés Julián Moreno de 17 años y miembro del comité asesor manifestó “los jóvenes somos el futuro de la humanidad y del planeta tierra. Nosotros actuamos con el corazón y somos capaces de pensar y hacer lo imposible.  Por eso si hacemos posible que más personas reconozcan la importancia de cuidar y proteger el medio ambiente, podremos vivir una gran vida y el futuro será mejor”.   

El voto a los 16 años se abre paso en el Congreso

Una comisión parlamentaria debatirá la posible ampliación del derecho al sufragio planteada por el Ministerio de Juventud



EL PAÍS

XOSÉ HERMIDA

25 AGO 2024




La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, en un acto electoral
el pasado junio en Valencia. 
BIEL ALINO (EFE)

Permitir el voto a los 16 años está dejando de ser una rareza. En las pasadas elecciones europeas, los chicos de esa edad pudieron acudir a las urnas en cinco países: Alemania, Austria, Bélgica, Malta y Grecia, en este último siempre que cumpliesen 17 en 2024. En los dos mayores Estados de Sudamérica, Brasil y Argentina, está vigente desde hace años. En España el debate ha aparecido y desaparecido a lo largo del tiempo. Llegó en más de una ocasión al Congreso sin ningún éxito. Pero esta vez sus partidarios han conseguido avanzar un paso: la Cámara baja prevé crear una comisión que escuchará a expertos y organizaciones sociales sobre la posible reforma de la ley electoral para anticipar dos años el derecho al voto. La propuesta, impulsada por el Ministerio de Juventud e Infancia que comanda la dirigente de Izquierda Unida (IU) Sira Rego, fue aprobada antes de las vacaciones con el apoyo de los grupos de izquierda y Coalición Canaria.


En mayo pasado, en vísperas de las europeas, Rego apeló a la experiencia de países que han implantado la medida para ilustrar uno de los argumentos centrales de sus partidarios: anticipar la edad de voto incentiva la participación política posterior de los jóvenes. “Es una vieja reivindicación de IU y de sus juventudes”, recuerda Nahuel González, el diputado de esa formación, incluida en Sumar, que defendió la propuesta aprobada el 27 de junio en la Comisión de Juventud e Infancia del Congreso. 


La iniciativa contó con el apoyo del PSOE, que hasta ahora se mostraba titubeante. En septiembre de 2022, los socialistas se abstuvieron ante una propuesta similar planteada por ERC, que, entre eso y el rechazo de la derecha, acabó fracasando. Ahora los socios de Gobierno han acordado llevar el asunto a una subcomisión que se ocupa de las reformas de la ley electoral. “Es un tema que suscita debate, no solo en el PSOE, incluso en las Juventudes Socialistas”, admite Víctor Camino, secretario general de la organización juvenil y el diputado que suscribió la medida en junio en nombre de su grupo. “Pero estoy convencido de que se acabará aceptando con el tiempo, aunque sea por una cuestión demográfica”.


Las dos formaciones en el Gobierno dan por hecho que a la iniciativa le espera un “recorrido largo”. “Abrir el debate ya supone una victoria”, coinciden González y Camino, que asumen que requeriría un “amplio consenso”. Por ahí surgen las dificultades. Dentro del bloque que apoya al Gobierno hay sectores reacios, como el PNV. Y la oposición de la derecha ha sido frontal. El PP aduce, entre otras cosas, que iría contra la disposición constitucional que fija la mayoría de edad a los 18 años. “Pero yo no desisto de intentar convencer al PP”, manifiesta González. Tanto él como Camino indican que en otros países la medida fue suscrita por los conservadores y cuenta con la opinión favorable de organismos como el Consejo de Europa o el Consejo de la Juventud de España. “No es una cuestión de derechas e izquierdas”, apostilla el responsable de Juventudes Socialistas, sino de “ampliar derechos”.


El argumento más repetido por los partidarios es que si un chico de 16 años puede trabajar o decidir sobre un tratamiento médico también debe poder votar. Y que esa medida mitigaría la desafección política entre los más jóvenes e incrementaría su compromiso con la democracia. Sobre la preparación de estos para tomar una decisión política, González no duda: “Hoy la juventud tiene una capacidad de acceso a la información como no se ha tenido nunca”. “¿No es absurdo que Lamine Yamal no pueda votar?”, remacha.


En esta discusión a menudo se han posicionado entre los detractores neurocientíficos que arguyen que a esa edad la persona es en exceso emocional y voluble, propensa a las decisiones poco meditadas. En el plano político, no falta quien se declare en contra desde la izquierda alegando que buena parte de la juventud se ha dejado conquistar por la ultraderecha. Argumentos muy similares, replica Camino, a los que “ya fueron empleados en su día para oponerse al voto de las mujeres”.


Si se tomase hoy la decisión, el censo electoral de casi 37,8 millones de votantes se acrecentaría con algo más de un millón. Supondría un aumento del 2,7%, probablemente poco significativo para alterar el resultado de las urnas, sobre todo si se mantuviese el alto grado de abstención que se registra entre los nuevos electores, “un clásico de siempre, de toda la democracia y de todos los países”, precisa Belén Barreiro, directora del instituto demoscópico 40dB. En sus estudios, Barreiro ha confirmado que esa franja de edad está “superderechizada”, con inclinaciones hacia la extrema derecha que alcanzan el 40%. “Vox se ha configurado para muchos jóvenes como un voto rebelde”, apunta. La socióloga señala que a los 16 años “la identidad está todavía forjándose”, mientras que a los 18 se aprecian opiniones más formadas. “Tener un contrato de trabajo y empezar a pagar impuestos suele conllevar un mayor interés por la política”, subraya.


Los chicos que hoy tienen 16 nacieron en 2008, “son la generación de la crisis, han vivido siempre en crisis y eso les confiere un perfil diferente”, destaca Oriol Bartomeus, director del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS) de Barcelona. Bartomeus es autor de un libro reciente, El peso del tiempo, sobre el elemento generacional en las actitudes políticas. Su instituto está elaborando un estudio con adolescentes y anticipa algunas conclusiones: “Tienen una visión de la política muy práctica, nada dogmática. Participan o no si se sienten llamados. Tienen valores que podríamos llamar mercantilistas. Actúan pensando en lo que les interesa, no en lo que pueda pasar en los próximos cuatro años. Y no se identifican con un partido concreto, son fieles solo a sí mismos”.


Todos los estudios corroboran que en la juventud se ha ensanchado la brecha ideológica por sexos: las chicas se inclinan a la izquierda y los chicos a la extrema derecha. “Ellas tienen el impacto del Me Too y ellos están influidos por la manosfera [de man, hombre], un conjunto de medios y redes muy masculinos, con un discurso brutal contra el feminismo”, explica Bartomeus. El director del ICPS relativiza el debate sobre si se debe permitir el voto a los 16: “Lo relevante no es eso, lo relevante es que un elemento central de la democracia como la información ha perdido calidad y, en consecuencia, también la está perdiendo la democracia. Eso es lo que cuenta, tengas 16 o 76 años”.

La infancia primero… que nunca está primero

El Observatorio Niñez de la Fundación Colunga ha presentado el "Primer Informe Nacional del Bienestar de la Niñez", documento que evidencia un panorama crítico, donde el bienestar de las niñas y niños se ha deteriorado desde 2017. 



cooperativa

Opinión INFANCIA

Liliana Cortés

Santiago de Chile, 30/08/2024





De los 20 indicadores analizados, apenas 4 muestran mejoras, con un estancamiento en el acceso a áreas verdes; peores resultados en educación, salud física y mental; mayor inseguridad alimentaria y en los entornos, entre otras variables.


Estos datos complementan el escenario descrito hace tres años en el estudio "Nacer y Crecer en Pobreza y Vulnerabilidad" de la Alianza Erradicación de la Pobreza Infantil. Más de un millón de niños, niñas y adolescentes vive en situación de pobreza o vulnerabilidad, una grave transgresión a los derechos establecidos en la Convención de los Derechos del Niño, con consecuencias multidimensionales y acumulativas para nuestro país.


Las niñas y niños que crecen en pobreza tienen menor probabilidad de terminar su educación formal, están más expuestos a entornos violentos o contaminados, desarrollan más enfermedades infecciosas, crónicas y mentales y, en consecuencia, es más probable que vivan en pobreza cuando sean adultos. En Hogar de Cristo desarrollamos distintas líneas de trabajo que buscan romper este círculo. Con 35 salas cunas y jardines infantiles, ofrecemos cobertura de educación inicial en sectores caracterizados por su vulnerabilidad, para asegurar el derecho a una educación de calidad a más de 8 mil niñas y niños a lo largo del país. Mediante aulas y escuelas de reingreso, desde Fundación Súmate impulsamos la recuperación de trayectorias educativas de más de 3 mil jóvenes excluidos o en riesgo de salir del sistema escolar, ampliando los horizontes para construir sus proyectos de vida; mediante residencias de protección para adolescentes, buscamos reconocer, promover y restituir sus derechos.


Este trabajo enfrenta una serie de dificultades. Las niñas y niños que asisten a nuestras salas cunas y jardines infantiles reciben menos recursos del Estado que quienes asisten a otros jardines Junji, aun cuando el logo de esta institución está en la fachada de nuestros recintos. A pesar de que el año 2021 el Consejo Nacional de Educación aprobó la Modalidad de Reingreso Educativo, esta no cuenta con una subvención especial para financiar su tarea, debiendo recurrir a la subvención regular o de educación de adultos que, a todas luces, son insuficientes para la restitución de aprendizajes.


Respecto de nuestras residencias de protección, son parte de un sistema que no logra salir de la UCI, caracterizado por escasez en su oferta, un modelo de financiamiento que no se basa en estándares y una deficiente articulación intersectorial con salud y educación.


Sin embargo, hay otros temas aún más invisibles: Una oferta escasa y en riesgo de desaparecer como es la atención a niños y niñas en situación de calle que deambulan no solo por las calles, sino también entre oficinas ministeriales viendo quién se hace cargo; la explotación sexual comercial infantil que solo aparece ante situaciones aberrantes y escandalosas; la muerte de niños, niñas y adolescentes víctimas de la violencia callejera y revanchas entre bandas criminales. De esto solo hablamos unos pocos.

Hemos puesto a la infancia primero muchas veces... pero no logramos mantenerlas en la fila y menos en las prioridades. No podemos dormir tranquilos mientras la infancia y adolescencia esté en riesgo y no disminuyamos las desigualdades que diariamente privan a miles de niños, niñas y adolescentes de sus derechos fundamentales. Si no avanzamos en esta dirección los estudios e indicadores seguirán mostrando una realidad que condena a nuestro país al subdesarrollo. 

Children’s perceptions of safety in their school path: the case of the Basque Country

La investigación analiza los factores que los propios niños consideran importantes 
a la hora de evaluar si sus barrios, pueblos o ciudades son entornos seguros.
A pesar de los beneficios de viajar a la escuela de manera activa y autónoma, 
este no es un hábito común demostrado por los niños de las sociedades contemporáneas. 
Uno de los principales factores determinantes de decidir si caminar o no solo a la escuela
 es a menudo la percepción de riesgo que los niños y sus familias tienen de su entorno. 

Naiara Berasategi Sanch, Idoia Legorburu Fernández, 
Israel Alonso Saez & Nahia Idoiaga Mondragon
Children's Geographies,Volume 22(3), pag. 404-415.

En este sentido, esta investigación pretende analizar los factores que los propios niños consideran importantes a la hora de evaluar si sus barrios, pueblos o ciudades son entornos seguros. 
Los resultados sugieren que al menos cuatro factores clave influyen en las percepciones de seguridad de los niños: la confianza (o no) la gente en las calles, el tamaño del pueblo, la presencia policial y la seguridad vial. 
También se encontró que las niñas estaban más preocupadas por las personas peligrosas que podían conocer en el camino, y los niños estaban más preocupados por aspectos estructurales como el tamaño de la ciudad o la distancia que se debía viajar a la escuela. 

Por lo tanto, es necesario desarrollar políticas y planes municipales vinculados a enfoques culturales y pedagógicos que trabajen en los temores de los niños para promover entornos transitables y seguros y barrios.

Mujer, menor y migrante: historias de violencia y resistencia en la ruta canaria

La llegada de niñas en cayucos a las islas repunta en las últimas semanas. La práctica totalidad ha sufrido algún episodio de violencia en sus países de origen. EL PAÍS entra en un centro en el que conviven 19 de ellas



EL PAÍS

GUILLERMO VEGA

Firgas (Gran Canaria) 25 AGO 2024




Centro de acogida de niñas migrantes no acompañadas, Arcoíris, de la Fundación Samu,
en Firgas (Gran Canaria). 
QUIQUE CURBELO

La pequeña N. apenas ha cumplido los 10 días, pero ya sabe que prefiere unos mullidos brazos antes que una cuna. “Nos la vamos pasando durante todo el día”, ríe con ella en brazos Sara Ortega, la directora del dispositivo para migrantes no acompañadas Arcoíris, gestionado por la Fundación Samu, en la localidad grancanaria de Firgas (centro de la isla, 7.669 habitantes). N. es la alegría del centro. Sin embargo, su historia, como casi todas las de este recinto, está salpicada de violencia y maltrato. Su madre es L., guineana de 17 años llegada en cayuco hace poco más de dos meses a Gran Canaria. Ahora mismo duerme tras una noche en vela entre toma y toma. L. fue violada por su marido, con quien fue obligada a casarse. “Huyó en avanzado estado de gestación”, desgrana Ortega. “Tenía miedo a dar a luz a una niña en su país”.


Toda migración conlleva su drama. Pero la directora nacional adjunta del área de Infancia y Familia de Samu, Siham Khalifa, subraya en conversación telefónica que las niñas migrantes presentan un elemento “específico”: “Por tu condición de mujer, además de por la condición de migrante, se es el blanco fácil para una serie de tratos negligentes y de abusos, incluidos los sexuales”. Los niños “llegan aquí y te dicen ‘yo quiero una vida mejor”, completa Laura Segura, coordinadora regional de Samu. “Las niñas parecen venir con esa mentalidad, pero en el fondo saben que ese no es el motivo real: huyen porque las obligan a casarse, porque las obligan a mantener relaciones sexuales, porque mutilan sus genitales, porque las explotan laboralmente…”. La directora general de Protección a la Infancia y las Familias, Juana de la Rosa, admite que estas niñas “han vivido una experiencia que les ha cambiado la vida” y que, por ello, “la sociedad que las acoge debe estar a la altura y ayudarlas a que encuentren su nuevo camino”.


De los aproximadamente 5.600 menores migrantes no acompañados que tutela Canarias en la actualidad, unos 276 son niñas. 190 de ellas han llegado en los últimos meses. 19 viven en este centro gestionado por la entidad sin ánimo de lucro Samu, fundada en 1981 en Sevilla. “Llegan más niñas migrantes que en otras crisis migratorias”, confirma De la Rosa. Esta situación ha llevado al Ejecutivo autonómico a abrir 13 recursos exclusivos de los aproximadamente 80 que componen la red en el archipiélago. “Es necesaria una implicación real de todo el Estado en este asunto”, reclama. “Canarias no puede seguir asumiendo prácticamente en solitario la atención de la infancia migrante no acompañada”.


Palizas y matrimonios forzados


En África central y occidental, casi una de cada tres adolescentes recibe golpes o palizas desde los 15 años, según Unicef. El matrimonio infantil afecta a cuatro de cada 10 chicas de entre 20 y 24 años que se casaron antes de cumplir los 18. Este relato de violencia, común “en el 80% o 90% de los casos, si no el 100%” de los que llegan a Arcoíris, según los cálculos a vuelapluma de Segura y Ortega, es el que convierte en especialmente laboriosa la labor de las nueve trabajadoras del centro (además de tres hombres que se ocupan de las cocinas).


Las menores pasan por una primera fase de acogida, en la que es frecuente que lleguen en estado de shock. Aquí, en este paso, las tutoras han de notificar a las fuerzas de seguridad cualquier posible delito del que hayan podido ser víctimas. “Lentamente”, desgrana Khalifa, “a lo largo de lo que suelen ser muchos meses, se va logrando una vinculación afectiva con el personal, que permite que la menor se vaya abriendo y cuente cómo partió de esa aldea, de ese pueblo, qué ruta trazó hasta a Canarias y qué fue lo que le ocurrió”. Son lo que las tres expertas denominan las “historias de vida”, el relato que permitirá que estas menores logren vivir una vida normal. “Es entonces cuando empieza el trabajo efectivo”, subraya Khalifa.


Las más crudas historias de vida se entrecruzan en Arcoíris. T. es, tras el bebé N., la más joven (13 años). Domina el castellano y muestra gran habilidad para las matemáticas en el instituto, pero cuesta arrancarle una palabra. Su silencio oculta una infancia traumática: según relatará posteriormente Ortega, su familia la sometió a una ablación genital. Más de 230 millones de niñas y mujeres vivas actualmente han sufrido esta práctica, según Unicef, 140 millones en África. En Senegal, el 25% de las menores de mujeres entre 15 y 49 años habían sido víctimas de la mutilación genital en 2019, últimos datos disponibles.


Una adolescente taciturna cuyo ceñido vestido a rayas muestra un más que notable embarazo se acerca a saludar a Laura Segura. Tras abrazarse con ella, sale de la habitación en silencio y con la cabeza gacha. No vuelve a aparecer. “Tres días después de llegar, hace dos meses”, refiere la coordinadora, “nos contó que desde que salió de su país había sido objeto de frecuentes violaciones grupales”. No solo eso: “En la patera rumbo a Canarias se desvaneció a causa del calor y la deshidratación. Ella cree que aprovecharon para abusar de ella”. A raíz de este relato la llevaron al médico. Estaba embarazada de cuatro meses. Saldrá de cuentas en noviembre. “Llegó al centro aferrada a su peluche. Tiene 15 años, aunque sufre un retraso madurativo y su mentalidad no pasa de los 10″. Una de cada 10 niñas del continente africano ha sido violada o ha sufrido abusos sexuales.


T. llegó a El Hierro en el mismo cayuco que B., de 15 años, a quien conocía del mismo barrio. Salió de Senegal con ayuda de su tía, huyendo “de las peleas” en su entorno. “Pasé mucho miedo en los seis días que duró el viaje”, rememora sin perder la compostura. “Lloré todo el rato”. También se declara hábil con los números y asegura desenvolverse en una cancha de baloncesto. “Me gustaría ser ingeniera”, dice.


Alegría en el patio


Pese a este pasado de violencia, la alegría parece ser la moneda común en el centro. A eso de las 11.00, el silencio se convierte en alboroto, y unas 15 adolescentes salen al sol del patio. 12 de ellas cursan sus estudios en el IES Villa de Firgas, a la espera que la Consejería habilite más plazas. “Se han integrado completamente”, asegura Ortega. “El director elaboró un currículum adaptativo y sus propios cuadernillos, puso refuerzos”. Cuentan, incluso, con sus propios ordenadores portátiles. El curso pasado, 2.188 niñas, niños y jóvenes migrantes estudiaron en las aulas canarias, 1.657 de ellos eran menores de 16 años, según los datos oficiales. El objetivo, lograr que estudien los restantes 3.500.


Esta calurosa mañana de verano, un grupo de niñas ayuda con algunas tareas, otras se preparan para una salida; una de ellas practica coreografías de TikTok ante su reflejo en un cristal. “Las que llevan poco tiempo se muestran más miedosas, quieren pasar desapercibidas”, relata Segura. “Cuando empiezan a aterrizar, cuando participan en talleres sobre derechos de la mujer, entienden que tienen los mismos que un hombre y se dan cuenta realmente de lo que les ha pasado”.


Sara Ortega añade que “las que llevan más tiempo están más empoderadas, se mueven y hablan de otra forma y transmiten otra energía”. Todas, coinciden ambas, muestran un rasgo común: “No ven las dificultades, tienen mucha paciencia”. Y sentencian: “Han escapado de su entorno y no sienten tanta presión familiar. Son más libres. Piensan ‘por fin puedo ser yo. Ahora puedo hacer lo que yo quiera”. 

Ecuador sin sistema de protección para la infancia, según Unicef

La representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Ecuador, Luz Ángela Melo, afirmó hoy que esta nación es la única de América Latina que no cuenta con un sistema de protección para sus menores.



Prensa Latina

Quito, agosto 29, 2024





Al inaugurar este jueves el foro Primero la Infancia, dedicado a conmemorar los 35 años de la Convención de los Derechos del Niño, Melo recordó que Ecuador fue el primer país de la región en ratificar ese tratado.


Entre los hitos alcanzados destacó que desde 1989 hasta la fecha la tasa de mortalidad infantil pasó de 50 a ocho muertos por cada mil nacidos vivos, el acceso a la educación básica como algo “casi universal” y las campañas de vacunación que erradicaron enfermedades como la poliomielitis y el sarampión.


No obstante, lamentó que actualmente uno de cada cinco infantes sufre desnutrición crónica infantil, uno de cada dos sufre violencia física o psicológica en sus hogares, y cada día cinco niñas de entre 10 y 14 años dan a luz por la violencia sexual.


También se refirió a la situación de la infancia en materia de seguridad y cómo muchos menores son reclutados por los grupos criminales, sobre todo en comunidades con fracturas sociales que no les ofrecen oportunidades de crecimiento.


La representante de Unicef reiteró que no son los más ricos los que resultan captados por las bandas delincuenciales, son los pobres y los vulnerables y hay que tratarlos para que salgan de ahí.


Este país no tiene un sistema de protección para los niños, lo tuvo precario, pero ya no existe, insistió Melo, que hizo un llamado urgente al Estado a instaurar nuevamente ese sistema.


También instó a la Asamblea Nacional (Parlamento) a adoptar el nuevo código de derechos de la infancia que lleva cinco años en discusión en el legislativo y busca garantías para los niños, niñas y adolescentes, incluido el sistema de justicia penal especial.


El foro Primero la Infancia contó con la participación del vicecanciller ecuatoriano Jaime Barreris, quien mencionó que para el Gobierno los niños son una prioridad y destacó acciones contra la desnutrición crónica infantil.